tita

Fuente: Clarín
06/06/2025 23:00

Lautaro Martínez en Buenos Aires: estuvo en el predio Tita de Racing y por la noche en Bombonerita para ver a su hermano en la Liga Nacional de Básquetbol

El campeón del mundo en Qatar estuvo con juveniles de la Academia en Avellaneda.Luego fue a ver a su hermano en que juega en Ferro y enfrentó a Boca.

Fuente: Página 12
08/04/2025 21:05

Un homenaje a Tita Merello

"Dijeron de mi" propone un recorrido no cronológico por la vida de la cantante y actriz a través de otra gran voz argentina.

Fuente: La Nación
05/04/2025 11:00

"Tita es Racing y Racing es Tita": el legado de una mujer contracultural en tiempos de fútbol para machos

"Titina empezó a gatear, a caminar y hablar en la cancha. Los futbolistas de Racing le enseñaron su primera palabra. No fue mamá. Tampoco papá. Ellos sabían muy bien cuáles eran las dos sílabas que debían salir de su boca. 'Ra-cing. Ra-cing'. Y la pequeña Titina no los decepcionó. Racing estaba primero. Delante de todo y de todos. Incluso de sus padres, que debieron resignarse con una mueca de desilusión". La protagonista de aquella escena es Elena Margarita Mattiussi, quien hace más de 100 años dijo el término que se convertiría en la razón de su vida y también su hogar: el 19 de noviembre de 1919 nació en la casilla del viejo estadio de la Academia, donde sus padres, César y Aída, recalaron cuando él fue contratado como canchero.La pareja de inmigrantes italianos había dejado Europa con el incomparable dolor de haber perdido a un hijo de dos años, situación que se repitió en la localidad santafesina de Elortondo, donde habían ido por trabajo y del que se marcharon tras el fallecimiento de su beba. Para ambos, Racing se transformó en un bálsamo. César empezó a trabajar en el campo de juego del club un 7 de marzo de 1915 y Aída se encargó de lavar las camisetas de los jugadores.Todo ese amor, esa ilusión que compartían de relanzar sus vidas, alcanzó el punto máximo con la llegada al mundo de una niña tan dulce como fanática. Titina -así la llamaban durante la niñez- demostraba en la escuela que era una académica de ley. "Hacía enojar a sus maestras en la escuela primaria N° 46 Bernardino Rivadavia, de Avellaneda. No porque fuese una alumna descarriada o tuviera mala conducta. Al contrario. Pero no podía evitar dibujar y colorear la camiseta de Racing en sus recuerdos", reconstruyó Marcelo Izquierdo, autor de Tita, La Madre de la Academia, una obra minuciosa que refleja la asombrosa historia de una mujer contracultural en tiempos de fútbol para machos.Como cuando iba a la escuela, un día Tita agarró un cuaderno y lo tituló "Apuntes sobre los orígenes y desarrollo del Racing Club", en el que documentó la gloria académica, según señaló Izquierdo en su libro: "Allí anotó formaciones, fechas, rivales, goles y todo lo que le pareció prudente rescatar para el futuro". Así, la multifacética Mattiussi fue temporalmente historiadora de gestas albicelestes, además de mantenerse siempre como una hincha apasionada a la que le encantaba guardar revistas con alegrías y pedirle a los futbolistas que le estamparan un autógrafo. Pero ella, la socia 1274 del club, también fue parte de semanarios, como cuando El Gráfico descubrió su historia y la entrevistó por primera vez, en 1935.Con la emblemática publicación deportiva se enojaría en un par de ocasiones. En 1951, en la previa de la final en la que Racing se consagraría tricampeón al vencer 1-0 a Banfield, le molestó que la tapa no fuese dedicada al goleador Mario Atómico Boyé, pero el fastidio se le pasó cuando lo vio reflejado en el número siguiente, como autor del tanto del título. En 1988, tras derrotar 2-1 a River en la semifinal de ida de la Supercopa, su bronca fue mayor: llamó a la redacción para reprochar el criterio de los editores, debido a que la portada era con atajadas de Ubaldo Fillol -arquero de la Academia- y no con la celebración del doblete de Walter Fernández. Cuando le explicaron que el encuentro quedaría "viejo" al publicarse al filo de la revancha, comprendió la decisión, se disculpó y anticipó que no dejaría de comprar la revista.Las portadas de los diarios, las revistas y los programas de radio y TV daban cuenta de la situación caótica que atravesaba Racing en 1999. En esa relación simbiótica con el club, que tambaleaba por una deuda de 66 millones de dólares contraída por distintas dirigencias, Tita estaba al borde de los 80 años y su salud también exhibía fragilidades. "No me quiera convencer de que Racing va a desaparecer. No, no, Racing es muy, muy grande. Es todo para mí. Me queda poco tiempo de vida, pero daría todo lo que tengo por solucionarle los problemas a Racing", contestó Tita en una entrevista con LA NACION en plena hecatombe. Ese mismo año, una úlcera con sangrado se la llevó físicamente el 4 de agosto en el Hospital Fiorito.Sin embargo, aún en el dolor de no encontrar más en el Cilindro a esa mujer que fue hija, hermana, madre y hasta abuela de las distintas camadas de jugadores que se formaron y pasaron por la Academia, un hecho cambiaría todo. Si la reencarnación alude a "el renacimiento de un individuo después de la muerte corporal en una o más existencias sucesivas", Tita lo hizo en un grupo de hinchas y en un nuevo sitio de altísima impronta racinguista.Las Viejas Locas y lo artesanalA sabiendas de que los pibes del club no tenían un lugar donde entrenarse, más en la complejísima situación económica -con rumores de un plan privatizador para afrontar la quiebra-, algunos fanáticos comenzaron a levantar desde cero un espacio en un terreno que había pertenecido al Ferrocarril y que estaba cedido a Racing. Así nació el predio Tita Mattiussi. Además de jóvenes preocupados y dedicados a la causa, con Marcelo Stone Betbesé entre sus referentes, un grupo de mujeres siguió el legado de La Madre de la Academia y se sumó a las actividades."Cuando nos veían llegar, Marcelo Stone, Manguera (Tarrío), Sebastián (Bonino) y los muchachos decían 'ahí vienen las Viejas Locas'", le cuenta a LA NACION Alicia Riccardi, una de las integrantes que siguió la posta de Mattiussi gracias a otra Tita: Gasparini. "Ella fue la que me picó la cabeza diciéndome 'tenés que venir'. Gracias a Racing construimos amistades y aportamos nuestro granito de arena para el club". Además de Riccardi y Gasparini, la banda femenina tenía a Angelita Neira (mamá de Sergio Hernández, entrenador de infantiles), Estela Domínguez, viuda de Peti (ex jugador y gran captador de talentos para el predio), Alicia Riopa y Sandra Rubio (tía de Tomás, jugador surgido del Tita que llegó a Primera y pasó a préstamo a Defensa)."Éramos todas mujeres que íbamos a la platea de socias. Marcelo Stone nos comentó que era el momento de encargarse si había que hacer la reconstrucción de Racing. Con Tita Gasparini a la cabeza, nos organizamos y empezamos a ir los fines de semana. Liliana Ripoll, la síndico que había dicho 'Racing ha dejado de existir' vio el trabajo que hicimos y nos mandó semillas para la cancha 1. Le habíamos pedido a la municipalidad una máquina y no llegaba, entonces hacíamos a mano huequitos en la tierra y poníamos semillas para que crezca el césped", recuerda Riccardi.Sin herramientas ideales, pero con el amor como motor, en aquel acto para hacer aflorar el verde césped estaba también presente el espíritu de César, el papá de Tita, que llegó a pelearse con los ingenieros alemanes que construyeron el Cilindro para que la obra no afectara la inclinación y, así, evitar inundaciones en el campo de juego. A su habilidad con la guadaña -en los primeros años- y con la máquina, el tano César le agregaba un "arma secreta" aprendida en su tierra natal: seis corderitos que dejaba ingresar para emparejar el césped.A Ripoll, cuya frase sobre la quiebra motivó un himno de los hinchas que la tilda de "vieja chiflada", también la rescató de ese escarnio Gustavo Costas, al reflexionar el último 7 de marzo sobre el Día del Hincha de la Academia: "La canción es hermosa, pero la síndico hizo mucho por el club en ese momento". "Gustavo, su hermano Fabio, Teté Quiroz y Mencho Medina Bello estaban muy presentes en el predio. Gustavo levantaba los baldes con arena y se los llevaba a los chicos para preparar la mezcla. Todos agarrábamos la pala", rememora Alicia. Tal vez sin saber Tita también hizo lo mismo, pero en 1950: en esa ocasión, plantó un árbol frente al Cilindro, en el año de su inauguración, rodeada del plantel, cuerpo técnico y dirigentes.La postal, recuperada por el Archivo Histórico de Racing, es un testimonio de tiempos de expansión para la Academia, vigente campeón y con casa a estrenar. Pero aún en pleno crecimiento, Tita lloró por tener que abandonar el primer hogar en el que habían vivido junto con sus padres, a quienes les advirtió que jamás se iría del estadio.Más allá de que le ofrecieron otro buen lugar en Avellaneda, ella cumplió con su palabra y deseo, y se quedó en el club: el plano incluyó una casa. Seis años antes de aquella fotografía, había comprado un metro cuadrado para la obra del estadio, en una vaquita en la que junto con otros empleados del club pusieron 32 pesos cada uno, lo que para ella representaba casi la mitad del sueldo. Despegada de lo material, en una ocasión le dio lo poco que tenía a un joven brasileño que vivía en la pensión del club y no tenía cómo viajar a su país a conocer a su hijo.Agente Mattiussi: un viaje de películaComo la cancha literalmente había sido el patio de su casa desde bebé, Tita acostumbraba mirar los partidos desde uno de los costados, cerca del banderín de esquina, donde en la semana colgaba las camisetas que lavaba y arreglaba con mucha dedicación. Así como ella tenía gestos totalmente desinteresados y cargados de afecto hacia los que defendían los colores, tanto cariño tuvo una retribución acorde. El plantel del Equipo de José, campeón de Argentina y América, la invitó a Escocia para presenciar la final de ida de la Copa Intercontinental, ante el poderoso Celtic.Ella rompió en llanto, aceptó la propuesta y se sumó a la delegación, en una travesía que incluyó conocer a Sean Connery, la megaestrella que encarnaba a James Bond. Se cruzaron en el vuelo y en el estadio Hampden Park, donde Racing perdió 1-0 pese al aliento de Tita y al apoyo del agente 007, hincha de Glasgow Rangers -archirrival de Celtic- y, ese día, de la Academia.En una serie repleta de acción, con licencia para matar a patadas de uno y otro lado, el heroico Equipo de José la revertiría. El trabajoso 2-1 logrado en Avellaneda y el mítico zapatazo del Chango Cárdenas para el 1- 0 en Montevideo, fueron celebrados con locura por Tita. En el Centenario, todos los jugadores y el enorme Pizzuti le agradecieron a ella por bancar y cuidar al plantel siempre, como toda la vida. La Madre de la Academia estaba hasta en los detalles: sabía los gustos de cada uno y los esperaba con algo rico, incluido el vermú que tenían como "permitido".Del glorioso 1967 al traumático 1999, Las Viejas Locas del predio también hacían su propia travesía cada fin de semana. "Yo salía de Vicente López, levantaba a Sandra en Acassuso y viajábamos hasta Avellaneda. Si había llovido, a veces el agua nos llegaba a los tobillos, pero no nos importaba. Todos los viernes preparaba la pastafrola para vender durante las jornadas de partidos. A los visitantes les preparábamos fideos. Un día, un encargado de River nos dijo 'esto es único en el mundo', sorprendido porque era todo creación de los hinchas", describe con orgullo Riccardi, quien no olvida las charlas con Chiquito Romero, Gabriel Mercado, Hernán Barcos, Matías Sánchez, Maxi Moralez y Claudio Yacob, entre otros de los pibes que llegaron a vestir la celeste y blanca, pero sobre todo se queda con "la familia que se formaba". Trazado el paralelo entre lo que hacía Tita y el legado que inspiró a las Viejas Locas, Riccardi es tajante: "Nosotras somos el punto de la i de todo lo que hizo esta gran mujer. No le llegamos ni a los talones a Tita, es un ejemplo. Dejó su vida realmente por Racing".Amores y equipo de MemoriaPara ser La Madre de Racing, Tita no necesitó llevar un bebé en su vientre ni casarse. Iba a contramano del mandato de la época. El 15 de junio de 1945, en una entrevista con la Revista Racing, le preguntaron sobre la soltería. "¿Para qué quiero novio ahora? Bastante tengo con querer a Racing", contestó para gambetear el tema, aunque -según reveló el libro de Izquierdo- "tuvo ganas de mandar bien a la mierda al periodista partidario" que la pintaba como una inminente "solterona" de 25 años.Lejos de los títulos de la prensa y de la vista de los curiosos, ocho años antes, Tita se había enamorado de Alfredo Díaz, un lateral rosarino con pasado en Newell's y que ella tal vez soñaba como su futuro compañero. Sin embargo, aquella relación secreta quedó trunca porque el jugador le fue infiel y su nueva pareja estaba embarazada.Paradójicamente, el hermano de Díaz se casó con Carmen, prima de Tita, lo que llevó a la hincha N°1 de Racing a evitar reuniones familiares en la que pudiera cruzarse Alfredo. Luis Nene Maidana, ex Banfield que tuvo un paso de una temporada por Avellaneda, también estableció un vínculo muy cercano con Tita, quien incluso frecuentaba el estadio del Taladro -si la Academia no jugaba de local- para alentarlo. Al margen de las fotos autografiadas que le gustaba coleccionar, en su aparador Tita atesoraba fotos sin firmar del Nene. "Yo me casé con Racing", se convirtió en una frase con la que sintetizó la cuestión del estado civil.Tita no se puso vestido de novia, pero sí una bata para salir lo más rápido posible a la calle durante la madrugada del 22 de febrero de 1977. Ese día, contra una de las paredes del Cilindro, seis personas fueron acribilladas por fuerzas militares. Una falsa acta policial, descubierta más de cuatro décadas después, daba cuenta de un supuesto enfrentamiento que jamás existió. Los fusilados de Racing quedaron sobre la calle, ante la atónita mirada de algunos pibes de la pensión. Tita, que en agosto del '76 había sufrido la desaparición de Pablo Hermes Dorigo -hijo de su primo Hermes-, contuvo a los chicos, quienes en pleno shock proponían hacer una denuncia. En el marco de las atrocidades ocurridas durante la última dictadura, La Madre de Racing había salvado la vida de esos pibes que pudo contener.Durante este último aniversario del Golpe de Estado, las mujeres de la Academia tuvieron grandes gestos. Las jugadoras del plantel femenino de fútbol pintaron un mural en homenaje a las víctimas de los fusilamientos, con el lema "Racing tiene Memoria", en una actividad en la que la capitana Rocío Bueno sintió presente a Tita: "Ella puso el pellejo para enfrentar a esos monstruos y salvar a los pibes". Manuela Fernández y Mayán, capitana de Las Titas, el conjunto de hockey femenino, se indignó cuando la Asociación de Hockey Amateur de Buenos Aires programó la fecha para el 24 de marzo. Pese a su reclamo, que se hizo viral, la organización mantuvo el calendario.Entonces, ella y sus compañeras encontraron una respuesta: salieron con una bandera que reivindicaba la Memoria. "Haber hecho algo así me llena de orgullo, dejamos en claro que el hockey de Racing no olvida y que Nunca Más es Nunca Más", remarca Manuela, quien pone a Tita en lo más alto de la historia de la Academia: "Tita es la máxima estrella de nuestro club. Es un orgullo jugar en el predio que lleva su nombre y que fue levantado por hinchas. Cuando ascendimos, fuimos a abrazar su estatua y le agradecimos. Tita es Racing y Racing es Tita".

Fuente: La Nación
10/03/2025 14:00

Fue una niña prodigio del canto, triunfó en Francia y Japón, y hasta se convirtió en "peluquera" de Tita Merello: "Me casé con el tango"

No podría vivir en otro rincón de la ciudad. Allí, en esa mezcla difusa de Parque Avellaneda con Flores reside desde hace años María Garay, la cantante de tangos que ha recorrido buena parte del mundo con su arte y que, el próximo sábado 15 de marzo, se presentará en el teatro Astros porteño con Sabor de adiós, el comienzo de una despedida artística, aunque, no definitiva. "Me voy a morir cantando", esgrime de movida, dejando en claro que no hay que creerle demasiado al título de su nuevo espectáculo."Quién dijo que me fui, si siempre estoy llegando", expresó alguna vez Aníbal Troilo. Seguramente, las palabras de "Pichuco" bien le caben a esta mujer que, una y otra vez, se planta sobre los escenarios. Vida curiosa la de María Garay. Sedujo al público de París y Tokio, realizó casi cuarenta temporadas en Mar del Plata, ciudad donde llegó a tener su propio café concert. Trabajó con Tita Merello y llegó a convertirse en confidente y "peluquera" de la gran actriz dramática argentina antes de cada función compartida. Lejos de toda competencia, confiesa que cosechó amigas en el medio, como la ilustre María Graña. "La tengo que llamar", reconoce. Garay asegura que nunca le interesó formar pareja con figuras del ambiente artístico porque "donde se come no se..." y algún dolor profundo y personal la marcó definitivamente.La cantora abre generosa las puertas de su casa. Allí están los premios y un afiche inmenso enmarcado y con palabras inentendibles que merodean sobre su nombre, material con el que, alguna vez, se empapelaron las marquesinas de Tokio.Sirve algo fresco en una tarde bochornosa. Afuera el empedrado cruje, en su barrio todavía el asfalto pide permiso. Y María Garay, cordobesa, platense y porteña, tiene muchas ganas de contar y contarse. Nada oculta en la charla con LA NACIÓN y hasta obsequia al cronista su bella voz a capela con varios de los clásicos de su repertorio. "Los vínculos se hacen estando", sentencia con razón esta mujer de 83 años, quien alguna vez dejó el barrio de Belgrano, el del "caserón de tejas", donde vivía con su madre mayor para acercarse a la casa de su hija y poder compartir más tiempo con sus dos nietos.La casita de los viejosNació en Córdoba, pero, desde los dos años, se crio en Ensenada. Allí, a orillas del Río de la Plata se afincó su familia, terruño donde la cantante cursó sus estudios primarios y secundarios y donde comenzó a despuntar muy tempranamente su vocación artística."Me casé a los 19 años y me fui a vivir a Berisso". En los pagos de donde era oriundo el actor y maestro Lito Cruz continuó su vida ya independizada de sus padres. "En aquella época, las chicas madurábamos muy rápido y los muchachos de veinte años ya eran hombres". Razón no le falta. Aquello suena precoz bajo el prisma de las actuales adolescencias extendidas. "La edad de la pavada se alargó y la otra parte, también", dice y se sonríe pensando en sus coetáneos adultos mayores.-Luego llegó Belgrano y, finalmente, piso firme en un barrio alejado del centro.-Acá hay vecinos, nos conocemos todos. En Belgrano nadie se conoce, mis amigos son los de La Plata, Berisso y Ensenada, nunca me alejé de ellos. Me sigo viendo con las "chicas" de la infancia. Participamos de las fiestas de 60, 70 y 80 años de cada una.-No me diga que la hacen cantar en cada uno de esos eventos.-Por supuesto, voy a cantar. Esa es una parte de mi regalo.-¿Cuándo nació su vocación?-Vine con eso, se trae con uno. A los seis años me di cuenta que iba a ser cantora. Nunca se me cruzó ser otra cosa, a pesar que estudié en la Escuela Superior de Comercio. Sabía que mi camino era la música, así que encaucé todo en esa dirección y tuve la suerte que, en mi casa, jamás me pusieron un obstáculo.Su padre había sido cantor en las orquestas de Córdoba. De allí emergió, seguramente, gran parte de la vocación de esa niña que asombraba a los familiares, vecinos y compañeros de clase entonando las profundas letras del tango que, muchas veces, casi no entendía. "Siempre era la primera voz del coro", reconoce la artista, ubicada en el rango de "mezzo soprano".En la escuela provincial le enseñaban clásicos, entre ellos del repertorio italiano. Garay improvisa un tramo de "Torna a Surriento" y uno no puede más que estremecerse. En ella, la nostalgia que plantea la canción napolitana no aplica, ya que vuelve a Ensenada y Berisso, una y otra vez.Siendo una niña en edad escolar, una tarde regresó a su casa muy preocupada, luego que la maestra de música había "bochado" a algunos de sus compañeritos por ausencia de dotes vocales. "Yo pensaba que todos podían cantar, que era algo innato, que era como comer y dormir, una condición natural del hombre. Cuando le conté lo sucedido a mis padres, me explicaron que 'así como no todo el mundo es médico o maestro, tampoco todos pueden ser cantantes'. Ahí mismo les dije que yo quería ser cantora de folclore y tango, que eran los géneros que conocía".-¿Qué canción recuerda haber escuchado por primera vez?-"Alma mía, ¿con quién soñás?..."La cantante entona el vals "Alma mía" y recuerda que, cuando era una niña, lo hacía a media voz, de manera entrecortada, y comiéndose algunas sílabas. No puede dejar de cantar. Ejemplifica con su voz inmaculada, nada desgastada por el trajín del tiempo."Cuando tenía tres años, las vecinas me sentaban en sus faldas y me pedían que les cantara el valsecito". Como aquella canción contiene una frase que dice "mariposa, tus colores", todo el barrio la llamaba "Mariposa". "Mariposa, vení, cantá", me pedían.-¿Cuándo fue su debut en público?-A los 15 años ya cantaba en Canal 7 con el "peruano parlanchín" (Hugo Guerrero Marthineitz) y tenía como sponsor a las zapatillas Gigí. Me presentaban como "María del Carmen Garay".-Garay, ¿es su verdadero apellido?-Sí.-Tiene fuerza artística.-Hace un tiempo me llamó Silvio Soldán para llevarme a una presentación en Tucumán. Cuando me pidió mis datos personales para organizar la contratación, me dijo "dame tus nombres y apellido verdaderos".-Soldán suponía que se trataba de un nombre artístico.-Claro, así que muerta de risa le dije: "Nos conocemos hace cincuenta años y recién ahora descubrís que, realmente, me llamo María Garay". View this post on Instagram A post shared by Maria Garay (@mariagarayok)En la adolescencia estudió durante cuatro años con una profesora que, confiada en las virtudes de su alumna, "le dio el alta". "Me dijo, 'ahora caminá sola, pero ojo con juntarte con otros profesores'". Luego llegaría su actuación consagratoria en el Festival de Tango de La Falda, donde obtuvo el premio Carlos Gardel de Oro, la grabación de una treintena de discos y los veinte años siendo parte del programa Grandes valores del tango.Amor, vocación y un gran dolor"A los 16 años me enamoré y tres años después me casé con ese novio. Él me conoció sabiendo que mi vocación era cantar, pero todo se fue complicando", sostiene la artista, sin un dejo de arrepentimiento por las decisiones tomadas.-¿Por qué no prosperó el matrimonio?-Ya teníamos a la nena, habíamos levantado nuestro hogar en Berisso y yo cada vez tenía más trabajo.-¿Cuál era el problema?-A él no le gustaba que yo me fuera a trabajar, ahí comenzaron las dificultades.Determinada, le planteó a su esposo el desafío: "Amigate con tu enemigo porque este camino no lo voy a dejar". Para su marido, el enemigo tenía forma de tango y una carga horaria que incluía a las presentaciones nocturnas en diversas tanguerías de La Plata y de las grandes ciudades de provincia. Aún faltaba un tiempo para su arribo porteño. "A él le encantaba cómo cantaba, pero quería que lo hiciera en casa". Finalmente, en 1972 llegó la disolución del matrimonio y María se encargó de la crianza de Marisa, la única hija de la pareja. "Con mi marido crecimos de manera diferente".-¿Nunca imaginó en dejar la carrera para "salvar" el matrimonio?-No, jamás encontré otra vocación que no fuera la música, siempre fue mi vida. En realidad, se trató de un estilo de vida y una conducta, una disciplina a cumplir.-¿Fue difícil la separación?-Sí, como toda separación, al comienzo es complicada, pero, por suerte, él luego formó una nueva familia con una mujer espectacular.-Por lo visto, no es celosa.-Con esa esposa, el papá de mi hija tuvo a otro hijo y yo siempre apoyé el vínculo entre los hermanos. Él falleció en 1998, antes que naciera nuestro primer nieto, y su mujer murió hace dos años, siempre tuve muy buen trato con ella, hemos pasado muchas navidades juntos.-Marisa, que heredó su vocación por el canto, ¿es su única hija?-También tuve a una beba, mi segunda hija, que a los pocos días falleció. View this post on Instagram A post shared by LA BIBLIA DEL ESPECTÁCULO (@labibliadelespectaculo)-¿Tuvo otras parejas?-Sí, luego tuve una relación de 14 años con un hombre que era mucho mayor que yo y, tiempo después, hubo una tercera relación. No puedo decir que ellos sean culpables de las separaciones. Es muy difícil estar al lado de una artista, no todo el mundo encaja bien.-¿Novió con personas pertenecientes al medio?-No, nunca me gustó mezclar.Competencia-¿Existió y existe una gran competencia entre las cantantes de tango?-Supongo que sí, pero siempre fue una competencia muy sana, verdadera y frontal. Nadie le ponía los pies a nadie para hacer caer a la compañera, el público era el que decidía.En la década del 80, Garay formaba parte de las denominadas "Tres Marías", un apodo espontáneo para definirla junto con María José Mentana y María Graña. "Así nos llamaban, pero no trabajábamos juntas, cada una tenía su camino. Yo soy mucho más grande de edad que ellas".-¿Tienen trato entre ustedes?-Sí, por supuesto. Incluso, soy madrina de uno de los hijos de María Graña.-¿Quiénes eran sus referentes?-Mis padrinos artísticos fueron Alberto Marino, "La voz de oro", y Alba Solís, a quien admiré muchísimo. En realidad, mi primer gran admirado fue Carlos Gardel, el padre de todo. El primer tango canción lo creó él en 1917. El género venía de antes, pero era solo instrumental.Aquel primer tango con letra fue "Mi noche triste" y, una vez más, espontáneamente, como una pulsión que sale de sus entrañas, comienza a cantar. En ella eso de "percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida" resuena conmovedor, aún interrumpiendo la siesta de ese barrio de casas bajas y silencios sepulcrales.-¿Cómo cuida su voz?-Permanentemente hago foniatría y tenso mis cuerdas, es un ejercicio incorporado que lo puedo llevar a cabo, incluso, cuando miro televisión. Puedo cantar en cualquier momento porque siempre tengo las cuerdas vocales bien tensadas.-¿Qué mujeres del tango fueron faro?-Ada Falcón, Virginia Luque; me gustaban las cantantes de voces fuertes.-Trabajó con Tita Merello.-Hicimos con la familia Carreras el espectáculo Los lunes de Tita en el teatro Odeón de Mar del Plata. En esa compañía, también estaba Mario Clavell.-¿Cómo era trabajar con Tita?-Muy placentero. Nos conocíamos de Canal 9, donde habíamos intercambiado algunas conversaciones. Cuando hicimos teatro, Tita me tomó un gran cariño. Charlábamos sobre la vida de igual a igual, porque mi papá, que tenía la mente muy abierta siempre me alertó y explicó sobre las cosas de la vida. Así que, cuando ella me contaba algo, yo le demostraba que sabía sobre el tema. "¿Cómo sabés?", me preguntaba. Fueron charlas muy lindas, no eran monólogos, sino hermosos intercambios.-¿Qué consejo que le haya dado Tita recuerda especialmente?-Todos los días te aconsejaba. Daba muchos consejos sobre la salud y sobre la actitud que debía tener una mujer en la vida. Como ella había vivido una vida fuerte y difícil, le gustaba aconsejarnos a quienes habíamos tenido un camino más fácil y amparado por la familia. Sin tener nada en contra de los hombres, ella guardaba ciertas reservas en torno a los caballeros.-Sufrió un gran desamor con Luis Sandrini.-Sí, por supuesto.-¿Anécdotas con Tita?-En el teatro Odeón de Mar del Plata teníamos los camarines enfrentados. Ella llegaba siempre con los ruleros puestos y un peluquero se los sacaba y la peinaba. Una noche, el peluquero no llegó, pero le dije que no se preocupara, que yo le hacía el peinado. A partir de ese día, no quiso que nadie más le tocara el pelo más que yo. Incluso, la terminé maquillando. Como mi mamá ya era ancianita, sabía muy bien cómo había que tratar a ese tipo de pieles.La cantante recuerda a su madre, que falleció a los cien años, y su voz, por primera vez, se resquebraja: "Éramos muy unidas, pero, de pronto, surgió en ella una demencia senil que se la llevó rápido".-Usted tuvo un espacio propio en Mar del Plata.-Sí, se llamaba Mi Rincón, estaba ubicado en Playa Varese. Hice 36 temporadas consecutivas en Mar del Plata. Actué con Daniel Riolobos, José Marrone, Juan Verdaguer. Siempre me gustó hacer teatro.-Jamás se la vio involucrada en cuestiones de política.-Tengo mis ideas, pero jamás quise ser panfleto de escenario, para eso están las tribunas.Al mundo"Fui dos veces a Japón. En Tokio grabé para la CBS-Sony un CD, cuando aún acá no había llegado esa tecnología", recuerda Garay. "Los japoneses conocieron el tango en la década del cuarenta".-¿Por qué no formó parte del espectáculo Tango Argentino?-Cuando Claudio Segovia, su creador, me llamó para llevarme, en ese momento estaba trabajando en París.-¿Cómo fue la experiencia en Francia?-Hice Trottoir de Buenos Aires (Veredas de Buenos Aires). En Europa siempre me presenté con mis propios espectáculos, elegí a mis músicos y bailarines, nunca formé parte de una compañía que no fuera la mía.En Francia rodó un film musical que le permitió conectarse con ilustres: "Me crucé con Luciano Pavarotti, Tony Bennett, con quien crucé algunas palabras, y Steve Wonder". También llevó su voz a los Estados Unidos, México y casi toda Latinoamérica. "El tango tiene identidad".-Pero seduce al mundo.-Porque es sentimiento, pasión, agravio y desagravio, amor y desamor; lo que le sucede a todo el mundo, el tango es universal. Y fue Carlos Gardel quien expandió el repertorio, que aún nos representa en todos lados. Si hasta el tango aparece en la película Perfume de mujer y, en la década del treinta, Valentino lo bailó en cine y Carlos Gardel lo impulsó en los Estados Unidos, por eso era la estrella de Paramount.Querida por sus colegas, Chico Novarro le grabó un saludo para su espectáculo y María Garay interpretó "Cordón", de su autoría. En 1971, la cantante registró su primer single, pero no lleva la cuenta de los discos grabados. En ese listado se incluye una placa dedicada al repertorio gardeliano. "Grabé una jota llamada "Los ojos de mi moza", que Gardel cantaba como los dioses". Antes de la despedida, vuelve a deleitar con su voz y con esa melodía tan ajena al imaginario en torno al "Zorzal". "Gardel también cantó en inglés, francés y en idish", recuerda.-No le creo que la función del 15 de marzo en el Astros sea su despedida definitiva.-Me siento fuerte, estoy bien, pero comienza una etapa de despedida, aunque tengo unos cuantos proyectos. Sin embargo, soy consciente que la vida pasó.-Una vida maravillosa.-Pero costó. Uno cuenta lo más lindo, pero hubo de todo.-Entonces, por ahora no dejará de cantar.-Uno está en manos del público y, por otra parte, me casé con el tango.-El marido que más le duró.-Mi matrimonio con el tango es "hasta que la muerte nos separe".

Fuente: La Nación
28/02/2025 17:18

Racing, campeón del sentido de pertenencia: el DT que las pasó todas, los del Tita que volvieron y las glorias presentes

"Nadie ama a su patria por ser la más grande, la más rica o la más avanzada, sino porque es la suya". La reflexión pertenece a Séneca, pensador que hace unos 2000 años deslumbraba con su virtuosa oratoria. Su sentencia bien podría hacer un viaje en el tiempo desde las inmediaciones del Coliseo romano hasta el de Avellaneda, donde la dulce actualidad de la Academia hace honor a una bandera que describe una forma de sentir: "Soy de Racing, luego existo". Ese trapo histórico aplica a la filosofía de vida de Gustavo Costas, el técnico que revolucionó anímicamente al club en su resurgir internacional. En el comienzo de la pretemporada de este año, con la Copa Sudamericana 2024 en su haber y antes de conseguir la Recopa 2025 (en la que barrió a Botafogo con un global de 4-0), una declaración del entrenador -en TyC Sports- pintó de cuerpo entero cuánto significa el club para él y qué desea: "Primero soy de Racing y después, argentino. Prefiero salir campeón de la Copa Libertadores con Racing, antes que ser campeón del mundo con la Selección Argentina".La Academia de Costas, hoy mayor representante del fútbol argentino en el exterior, tiene como premisa un postulado del emperador Marco Aurelio: "El eco de lo que hacemos ahora, resuena en la eternidad". Esa frase, recuperada en la mítica película Gladiador, se hizo carne en todo el mundo Racing, cuyo equipo lucha en cada partido con una tenacidad propia de Máximo Décimo Meridio, el personaje central del film. Y así como para Marco Aurelio "la vida es lo que nuestros pensamientos crean", Costas se encargó de repetirle a diario al equipo que había que pensar en la Recopa. Luego de obtenerla por primera vez en la historia del club, este jueves, en Río de Janeiro, el conductor del plantel académico redobló la apuesta, sin eufemismos: "Si queremos llevar a Racing a lo más alto, tenemos que ir por la Libertadores. Nos vamos a poner la vara más alta y el que nos tenga que putear, que nos putee. Me chupa un huevo todo. ¡Vamos a ir por la Libertadores!". Costas, hincha de Racing desde la cuna, mascota del equipo de José que conquistó la Intercontinental, jugador que pasó por todas (penumbras y gloria internacional), entrenador de tiempos de pobreza y derrotas (quiebra y gerenciamiento), pero también de abundancia y nuevas vueltas olímpicas, consiguió algo que trasciende a los títulos logrados en Asunción y Río de Janeiro: convirtió a Racing en el campeón del sentido de pertenencia. Hoy Racing desborda pasión, orgullo por lo propio y retroalimenta ese sentimiento tan poderoso en todas sus esferas.Diego Milito también manifestó públicamente su anhelo de conseguir la Libertadores, el trofeo que le quedó pendiente levantar en su mayúscula segunda etapa como jugador del club, al que llegó en un estado crítico, en junio de 2014, para torcer la historia y finalizarlo con una vuelta olímpica en diciembre de ese mismo año. Multifacético ganador, el Príncipe celebró ante Botafogo su primera estrella como presidente y su quinto título con la Academia, al que le aportó gloria adentro de la cancha (Apertura 2001 y Transición 2014) y también afuera como director deportivo (Superliga y Trofeo de Campeones 2019). El último partido que el Príncipe disputó en la Libertadores, en mayo de 2016, fue en Belo Horizonte y terminó con derrota y eliminación -en octavos de final-, ante Atlético Mineiro. Aquel día se esfumó su última chance copera con los botines y pantalones cortos, propósito que intentará alcanzar como máximo dirigente de la institución. En aquella triste jornada de hace 9 años, también se frustró el intento de su amigo y compañero de vestuario Sebastián Saja, actual director deportivo del club (no pudo jugar ese encuentro por una lesión). Lo que no varía en Brasil, sin importar la ciudad ni el calendario, es que los hinchas argentinos sean víctimas de ataques.El día previo a la revancha entre Racing y Botafogo, Gabriel Gago y Cristian Pagani, fanáticos que viajaron para seguir al equipo, fueron baleados en un intento de robo, en una playa de Barra de Tijuca. Gabriel se llevó la peor parte: una bala le dañó tres órganos, lo que motivó una compleja cirugía en la que lo salvaron; sin embargo, el proyectil quedó alojado en el hígado (al cierre de esta nota, permanecía internado). Milito y Costas, horas antes de la disputa de la final, se movilizaron al hospital y acompañaron a los familiares de los hinchas. En el Presidente Perón o en cualquier lugar del mundo, para un racinguista no hay nada mejor que otro racinguista. Y en las malas, mucho más. Después de la victoria en el estadio Nilton Santos, Costas les dedicó el triunfo a Gabriel y Cristian, les deseó una pronta recuperación y también le agradeció a Botafogo por ponerse a disposición de las víctimas del ataque. En la concentración, la noticia del robo y la agresión con armas había impactado a los futbolistas, cuyos familiares -en algunos casos- no habían viajado a Río de Janeiro justamente por los habituales contextos violentos para los visitantes. Además, el plantel envió camisetas firmadas en señal de apoyo a los damnificados.Legado: de Tita al mundoAdemás de Costas y Milito, ídolos en roles determinantes, el racinguismo a flor de piel está representado en la cancha por jugadores-hinchas. Antes de ganar esta Recopa con un resultado global de 4-0, el más abultado desde la creación del certamen (1989), Bruno Zuculini y Matías Zaracho recorrieron el predio Tita Mattiussi, en el que se formaron, en una producción para Conmebol, en la que hablaron sobre el sentido de pertenencia. "Yo sé que vos volviste también por eso. Así que yo te tengo que agradecer, Mati. Que hoy estés acá, pudiendo estar en otro lado muy cómodo, es muy gratificante. Ojalá te pueda dar un abrazo en Brasil, festejando, coronando. Que haya valido la pena el regreso. Todos juntos vamos a trabajar para eso. Vamos por eso", le deseó Zuculini a Zaracho, en un video que resultó profético: ambos convirtieron los golazos del 2-0 de la revancha, se fundieron en un abrazo y dieron otra vuelta olímpica con el club de sus amores. Bruno, el menor de los Zuculini, también compartió la noche de gloria con Franco, su hermano, quien es el actual Team Manager del club y ex mediocampista que combatió en el Racing que evitó el descenso en la temporada 2008, cuando la angustia era una moneda corriente. "Mi hermano, mi ejemplo", fue el mensaje que eligió Bruno para reflejar el abrazo con Franco, quien cuando fue transferido desde Racing al Hoffenheim alemán, donó un tractor para el predio Tita.La Real Academia Española define al legado como "aquello que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial". Zaracho, que regresó en este mercado de pases luego de jugar en Atlético Mineiro, había llorado en su primera coronación con Racing, en la Superliga 2019, al recordar los esfuerzos de su familia para apoyarlo en el sueño de ser profesional. Aquel día, el que había roto en llanto en pleno encuentro había sido Lisandro López, el ídolo que consumaba el anhelo máximo de dar la vuelta olímpica con el club que lo formó. Antes de aquellos momentos inolvidables, Licha todavía no utilizaba redes sociales, pero hizo algo que marcaría a Matías positivamente. En una concentración en Colombia, antes de jugar por la Copa Sudamericana, el capitán tomó el teléfono del juvenil, ingresó a Instagram y escribió: "Esperando el partido con el gran futuro de nuestra institución. Tu humildad y seriedad te llevarán lejos y estaré feliz de verte triunfar. ¡Vamos Academia! ¡Juntos por más! Atte. Lisandro". Zaracho, en el termo que lo acompaña en cada viaje con el plantel, tiene dos stickers que sintetizan una altísima connotación racinguista: el de Tita Mattiussi y un 15, el número con el que se inmortalizó Lisandro. Luciano Vietto, otro goleador forjado en el predio albiceleste y autor de un tanto en la ida, regala reminiscencias de Licha por hablar adentro del campo de juego, derrochar calidad y elegir la palabra justa al enfrentar los micrófonos. Así, en plena euforia del plantel, advierte con optimismo: "Mientras todos estemos unidos, vamos a ir por todo".Por herencia y por elecciónGustavo Costas camina por el playón del Cilindro y canta a viva voz cualquier tema del amplio repertorio de canciones de la hinchada de Racing. La escena se repite a diario, como en su casa, donde a Gustavito, su hijo menor, también le enseñó que debía pensar "en la Recopa, en la Recopa, en la Recopa", como había hecho con el plantel y el cuerpo técnico del que forman parte sus hijos Federico y Gonzalo. En paralelo a la celebración que hay en Brasil, muchísimos hinchas no se pueden dormir y sueñan despiertos en distintos puntos de la Argentina. Un artista callejero dibuja al entrenador sobre la 9 de Julio, a metros del Obelisco, donde Costas y sus muchachos desataron una fiesta el año pasado tras ganar la Sudamericana, al pasearse con el trofeo continental en micro. Para ir a buscar la Recopa a Brasil, Costas y Milito sumaron a la delegación a dos glorias del Racing campeón de la Supercopa 88: Rubén Paz y Ubaldo Matildo Fillol. El Pato vio desde el palco volar a Gabriel Arias, en el primer tiempo, para sacar un cabezazo con destino de red. Y Paz, exquisito mediocampista de la historia académica, se deleitó con el triunfo y con el atronador "¡uuuruguayo, uuuruguayo!" que los hinchas le dedicaron a su coterráneo Gastón Martirena.Con antigüedad -como Arias- o menor recorrido en el tiempo en el club -como Martirena, que llegó a mediados de 2023-, los que recalaron en la mitad celeste y blanca de Avellaneda se contagiaron de la pasión de los hinchas. Y el primer hincha en irradiar esa energía es Costas, elogiado de manera impactante por Agustín García Basso, uno de los titulares que -al igual que Santiago Sosa- se perdió las finales con Botafogo por lesión: "Gustavo es un pilar, hizo un trabajo increíble no sólo en lo deportivo, sino en lo humano. Uno puede trascender por el juego, pero la parte humana es fundamental: entender a cada uno, apadrinar a cada uno cuando no pasa un buen momento. Para mí es una leyenda, hay que reconocerlo por todo lo que hace por Racing. Gustavo es Racing. Estamos felices de tenerlo, ojalá sea por muchos años más". Y Maximiliano Salas, otra vez figura en una final, lleva en andas al entrenador que lo eligió para ponerse la celeste y blanca. Adrián Maravilla Martínez, otro elegido por el técnico, se suma a vitorearlo mientras la gente canta "¡te vinimos a ver, te vinimo' a alentar, de la mano de Costas la vuelta vamo' a dar!": "Le digo viejo porque lo aprecio mucho, le agradezco mucho que me haya traído a Racing y que nos haya hecho ganar la Sudamericana y la Recopa. Le quiero devolver toda la confianza que me dio, como técnico es un ídolo para mí. Y siempre nos dice que hay que ir por más", revela el incansable Salas.El mejor regaloLa obsesión de Costas por la Academia incluyó la cancelación de las últimas vacaciones, ya que dedicó ese tiempo a convencer a sus dirigidos para que se quedaran en el club tras ganar la Sudamericana. ¿Los nuevos objetivos? Ganar la Recopa y pensar en conquistar la Libertadores. Zully, su esposa (mamá de Gustavito), tuvo que modificar los planes y aguardar a otro momento para proyectar algún viaje. En la noche de Río de Janeiro, después de vencer a Botafogo, ingresó al campo de juego, besó y abrazó a su esposo y le deseó un feliz cumpleaños. Sí, justo algunos minutos después del final del partido, el 28 de febrero comenzó de la manera más esperada por el técnico de Racing: recibió sus 62 años con un nuevo trofeo. "Agradezco a Zully de por vida haber aguantado todo esto que me pasó con Racing. No dormía, nada, y ella siempre estaba al lado mío. La amo cada vez más", había contado Gustavo en Revista Gente, cuando lo eligieron uno de los personajes de 2024. En la concentración, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes le cantaron el feliz cumpleaños. Apoyado en la Recopa, el técnico que emana amor y pasión por Racing, les dijo: "¿Ahora en qué están pensando? ¡Ahora hay que pensar en la Libertadores!".

Fuente: La Nación
22/02/2025 11:00

Bruno Zuculini, la figura silenciosa de Racing: referente del predio Tita y un "Gran Hermano" en el grupo

Bruno Zuculini fue titular en el muy buen triunfo de Racing ante Botafogo por 2-0, en la ida de la Recopa Sudamericana. No fue la figura y ni siquiera estuvo en el podio de los mejores, al que subieron con niveles superlativos Maravilla Martínez, Nazareno Colombo y Maxi Salas. Pero la Academia, como equipo (como grupo), no hubiera sido lo mismo sin él. Ni el que le ganó al conjunto brasileño en el Cilindro ni el que levantó una copa internacional en Asunción luego de 36 años a fines de 2024. Esa tarde, los golazos los hicieron Gastón Martirena y "los Martínez", Maravilla y Roger. Pero Zuculini siempre está, "juega" aunque no le toque ingresar ni un minuto. Tiene un valor incalculable para el cuerpo técnico.Zuculini, de 31 años, primero le ganó la pulseada a Agustín Almendra como titular ante Botafogo y luego jugó muy bien, incluso estuvo cerca de convertir. Se presentó con la "tensión" competitiva de una final y con inteligencia. Supo integrar el River súper ganador de Gallardo, pero mantiene un rol humilde ahora en Racing. Y cuando todavía no había ganado nada en el Millonario, tuvo un gran gesto con quien hoy es su compañero: Santiago Sosa.Santiago Sosa se recupera de una lesión y es hoy uno de los jugadores fetiches de Gustavo Costas en la función de 5-Líbero. Pero alguna vez fue juvenil de River e integró un vestuario lleno de referentes y jugadores de experiencia, entre ellos Zuculini. Hace unas semanas, Sosa dijo de Bruno en una entrevista para Clank, con Juan Pablo Varsky: "Bruno Zuculini es el compañero ideal. Lo quiero mucho. El me ayudó mucho en mi carrera", lo elogió.Y no se refería a la actualidad, en donde Zuculini tiene varios partidos más jugados que Sosa, sino que rememoró aquél vestuario millonario, donde Santiago no tuvo lugar (y por eso emigró a la MLS) pero en el que realizó sus primeros pasos como profesional. "Yo era chico pero Bruno también, tenía 25, 26 años. Es el mejor compañero que hay. Siempre ayuda, busca que los que están alrededor crezcan. Se acerca mucho a los chicos para enseñarles cosas, para preguntarles cómo están. Lo admiro un montón. Yo de chico le tenía miedo a los más grandes, los tiempos eran diferentes, y él desde ese lado nos ayudaba mucho".Zuculini frente a Botafogo tocó 47 veces la pelota, dio 38 pases (de los cuales completó 32 -el segundo en el rubro, detrás de Quirós, con 33-), tuvo una precisión en las entregas del 84,2%, según datos de Opta Stats Perform. Y fue el quinto con más toques del balón, detrás de Gastón Martirena (60), Gabriel Rojas (56), Nazareno Colombo (51) y Santiago Quirós (48).A diez minutos del final, cuando Racing parecía que estaba más cerca del cuarto gol que del tercero, Zuculini abrió mal un pase largo del centro a la derecha y la jugada terminó en... la amarilla a Martirena, por una falta táctica del lateral para que al equipo no lo agarren mal parado de contraataque: Zuculini lo señaló, juntó las manos y pidió disculpas. Todo un símbolo.La familia Zuculini viajó a Asunción en auto para la final con Cruzeiro de 2024. Nadie, entre ellos su hermano Franco, se quiso perder ese día histórico, cuando Racing volvió a levantar una Copa internacional luego de 36 años. "Mi hermano es mi ídolo", reconoció Bruno más de una vez. En el grupo de whasap de la familia Zuculini todos los días se hace una pregunta sobre Racing o aparece un sticker alusivo a la Academia. Surgió de las inferiores del Predio Tita Mattiussi, esas que con el paso de los años sigue potenciándose y sacando futbolistas que luego triunfan y siguen su carrera en el exterior."Yo soy muy natural, soy genuino. Muy cercano a mis compañeros, muy cercano a la gente que me ayuda. Tengo mucha gratitud con el club que me volvió a abrir las puertas después de diez años. Entonces trato que el ambiente esté cómodo, que la gente esté tranquila. Y que sigamos luchando por la gente que tenemos. No hay otro camino, no hay un atajo para eso", cuenta Zuculini. Y agrega: "Hay que trabajar, estar juntos. Trato de empujar, de impulsar. Y con humildad, porque siempre hay que tener en cuenta de que todos queremos ganar, pero campeón sale uno solo". View this post on Instagram A post shared by Bruno Zuculini (@brunozuculini5)¿Zuculini puede seguir los pasos de Costas cuando sea DT? "Costas como entrenador es un gran estratega, muy apasionado de lo que hace. Es un DT muy simple, con dos o tres indicaciones por partido te resuelve lo que hay que hacer o lo que no hay que hacer. Cómo buscar ganarlo o por dónde buscar el triunfo. Después, obviamente los jugadores tienen sus herramientas pero y es un equipo que siempre juega de la misma manera. Es un técnico simple, con mucha experiencia internacional también", describe Zuculini a Costas. Y agrega, generando un anclaje en el Predio Tita y el sentido de pertenencia: "Y para nosotros también es un espejo: Costas salió del club y fue capitán y campeón; yo también salí del club y me siento un privilegiado de poder vivir parte de lo que vivió él. Me siento representado por él y siento admiración por él".Si Zuculini llegó como un eventual titular indiscutido a comienzos de 2024, aunque la ecuación luego no resultó tan marcada en esa dirección. Los niveles de Juan Nardoni y Agustín Almendra lo relegaron en más de una oportunidad. Le tocaba ingresar y a veces ni siquiera eso. Pero Zuculini nunca puso una mala cara. Todo lo contrario. Sumó para el grupo desde afuera. Y estuvo enfocado en hacerlo bien cada vez que le tocaba, como ante Botafogo.El entrenador de la Academia, que quiere ir por su segundo título internacional como DT en el equipo de Avellaneda, lo había elogiado el año pasado: "Zuculini conmigo juega hasta en una pierna. Tiene un sentido de pertenencia enorme, respira Racing. Es un hijo del club y el alma de este equipo. En los entrenamientos juega también al 100%". Toda una definición de Costas sobre el líder invisible, sobre el chico que surgió de las inferiores, se transformó en referente y juega con el corazón en la mano. Casi como si estuviera hablando de él.

Fuente: Página 12
07/02/2025 00:03

Tita Merello por Virginia Innocenti: la importancia de una voz a través del tiempo

La destacada figura multitalento es narrada en el nuevo disco de la actriz y cantante argentina. Un trabajo que también incluye shows y una lectura profunda del legado de la célebre intérprete de Se dice de mí.




© 2017 - EsPrimicia.com