El actor de "You" reveló que vivió años sintiendo rechazo hacia su imagen, una confesión que abrió el debate sobre salud mental en la industria del entretenimiento
El actor de "Gossip Girl" agradece por la influencia positiva de ella durante su romance, destacando cómo su sobriedad lo ayudó a evitar problemas en la industria del entretenimiento
Tras la conclusión de la serie "You", su protagonista comparte cómo representar a Joe Goldberg redefinió su vida.
"Fue una lucha". Así definió Penn Badgley el romance que mantuvo con Blake Lively mientras compartían elenco en la serie Gossip Girl. El actor realizó estas declaraciones este miércoles, en el podcast Call Her Daddy, conducido por Alex Cooper. Allí, Badgley, que interpretó a Dan Humphrey en las seis temporadas del exitoso drama adolescente, dio algunas precisiones de cómo vivió aquellos días y explicó cuál fue el principal motivo por el que no guarda los mejores recuerdos de aquella época. Según explicó, lo más difícil en aquellos días era mantener separados e romance que su personaje mantenía en la ficción con Serena ban der Woodsen y el que él mismo vivía en la vida real con la actriz que la interpretaba, Lively. "Hay muchas diferencias entre el cine y la televisión. Una de ellas es que cuando hacés una película, la hacés una sola vez. Le das lo mejor de vos y luego seguís adelante, con un nuevo proyecto. Ni siquiera tenés la posibilidad de quedarte allí, comenzó explicando. Y continuó: "Con los programas de televisión pasa lo contrario: hacés lo mismo una y otra vez". "Y lo que comienza a pasar cuando interpretás el mismo rol por mucho tiempo, y te convertís a la vez en una persona famosa, es que resulta difícil para todo el mundo separar a la persona del personaje", indicó. "Cuando te ven, ven al personaje. Cuando te llaman en la calle, lo hacen por su nombre. Y, a la vez, vos tenés que seguir siendo esa persona que no sos durante tus horas de trabajo", siguió. Cuando la serie comenzó a emitirse, Badgley tenía poco más de 20 años. "Y, claramente, no contaba con la madurez emocional necesaria para entender cómo diferenciarme de Humphrey, sobre todo, en términos de autoestima: entonces, en algún punto creía que lo que la gente pensaba sobre él, también lo pensaba sobre mí", explicó.Lively y Badgley salieron intermitentemente entre 2007 y 2010. Antes de romper de manera definitiva, la actriz filmó junto a Ryan Reynolds la infame Linterna Verde. Un año más tarde, anunciaría formalmente su romance con el actor. En el medio, se la vinculó con Ben Affleck, Ryan Gosling y Leonado DiCaprio. Badgley se casó con la cantante Domino Kirke en 2017, y en 2020 le dieron la bienvenida a su primer hijo, James. Actualmente, la intérprete de "Half Blood" está embarazada de gemelos. La actriz de Romper el círculo, en tanto, se casó en 2012 con Reynolds y junto a él tuvo cuatro hijos. Estas declaraciones de Badgley no fueron las únicas que causaron cierto revuelo en la última semana. El actor confesó que durante su infancia luchó contra la dismorfia corporal. La estrella de You, de 38 años, explicó que, aunque no fue diagnosticado oficialmente, tuvo dificultades para aceptar su aspecto cuando era tan solo un niño."Sé que odiaba mi cuerpo y que simplemente quería uno diferente", le reveló al diario británico The Guardian. Badgley admitió que, como respuesta al divorcio de sus padres y al aislamiento social, empezó a comer en exceso y a engordar. Por aquel entonces, idolatraba a los hombres que veía en las películas y sentía que debía parecerse a ellos.Sin embargo, convertirse en actor trajo consigo presiones extras. "Hubo un período en el que, tras salir de la depresión y el aislamiento, me metí de lleno en un mundo en el que cuanto más convencionalmente bello parecía, más éxito podía tener, más valor podía tener", afirmó. "No hay forma de superar la superficialidad de este trabajo y si reconocés eso, no podés evitar reconocer la superficialidad de nuestra cultura, por la forma en que recompensa este trabajo".Esta sensación fue extremadamente frecuente durante el tiempo en el que interpretó a Dan Humphrey en Gossip Girl. "¿Qué era ese espectáculo más allá de lo estético? Era justamente eso, el aspecto que teníamos todos", señaló sobre el drama adolescente. "Más que nada, no me gustaba el lugar de celebridad superficial, la forma en la que me percibían", añadió.Durante la entrevista, Badgley contó que en un momento dado se planteó dejar la actuación, pero que finalmente pudo superar las luchas que tenía con su aspecto gracias a su espiritualidad. "Eso es lo que me permitió perseverar a través de la desilusión, todas las cosas con las que había estado luchando, y luego volver a todo, pero con la esperanza de algún tipo de transformación interior", explicó.Además de rezar y meditar todos los días, el actor dijo que se apoya en "las cosas sencillas de la vida, como tener una familia y forjar relaciones significativas con mis amigos".
El actor que interpreta al siniestro Joe Goldberg en 'You' reconoció que estar feliz con la temporada final.
El actor Penn Badgley confesó en las últimas horas que durante su infancia luchó contra la dismorfia corporal. La estrella de You, de 38 años, explicó que, aunque no fue diagnosticado oficialmente, tuvo dificultades para aceptar su aspecto cuando era tan solo un niño. "Sé que odiaba mi cuerpo y que simplemente quería uno diferente", le reveló al diario británico The Guardian. Badgley admitió que, como respuesta al divorcio de sus padres y al aislamiento social, empezó a comer en exceso y a engordar. Por aquel entonces, idolatraba a los hombres que veía en las películas y sentía que debía parecerse a ellos.Sin embargo, convertirse en actor trajo consigo presiones extras. "Hubo un período en el que, tras salir de la depresión y el aislamiento, me metí de lleno en un mundo en el que cuanto más convencionalmente bello parecía, más éxito podía tener, más valor podía tener", afirmó. "No hay forma de superar la superficialidad de este trabajo y si reconocés eso, no podés evitar reconocer la superficialidad de nuestra cultura, por la forma en que recompensa este trabajo".Esta sensación fue extremadamente frecuente durante el tiempo en el que interpretó a Dan Humphrey en Gossip Girl. "¿Qué era ese espectáculo más allá de lo estético? Era justamente eso, el aspecto que teníamos todos", señaló sobre el drama adolescente. "Más que nada, no me gustaba el lugar de celebridad superficial, la forma en la que me percibían", añadió. Durante la entrevista, Badgley contó que en un momento dado se planteó dejar la actuación, pero que finalmente pudo superar las luchas que tenía con su aspecto gracias a su espiritualidad. "Eso es lo que me permitió perseverar a través de la desilusión, todas las cosas con las que había estado luchando, y luego volver a todo, pero con la esperanza de algún tipo de transformación interior", explicó.Además de rezar y meditar todos los días, el actor dijo que se apoya en "las cosas sencillas de la vida, como tener una familia y forjar relaciones significativas con mis amigos".La dismorfia corporal es un trastorno de ansiedad, del espectro de los trastornos obsesivos que necesitan de la intervención de un psiquiatra, y muchas veces uso de medicación y psicoterapia. No son pocos los famosos que sufren este trastorno, probablemente por la sobreexposición pública de su imagen corporal. "La dismorfia corporal puede ser generalizada o focalizada. Esto es, la persona puede tener un rechazo general a su imagen corporal o puede estar enfocada en algún detalle que percibe como un defecto. Desde el tamaño de su nariz, la forma de sus hombros, sus caderas u otra parte de su cuerpo. Como la persona tiene un trastorno obsesivo, ese supuesto defecto se convierte en objeto de su obsesión. Es lo único que ve en el espejo. Y puede tomar conductas correctivas que lejos de revertir la percepción del problema, la incrementan", explicó a LA NACIÓN Juana Poulisis, docente de la Universidad Favaloro y autora del libro Los nuevos trastornos alimentarios."Mediante un tratamiento que muchas veces incluye psicofármacos antiobsesivos o antidepresivos y psicoterapia pueden reconsiderar estos valores y animarse paulatinamente a una mayor exposición a ese miedo que los hace sufrir tanto. Y logran ir dejando atrás ese trastorno que les condiciona la capacidad de disfrutar y relacionarse", añadió Poulisis.Además de Badgley, otros famosos que han reconocido padecer de dismorfia corporal son Megan Fox, Robert Pattinson, Billie Eilish, Demi Lovato, Uma Thurman, Lili Reinhart y Sam Smith.
A pocos días del estreno de la entrega final en Netflix, el actor reflexionó en una entrevista con The Guardian sobre las implicancias físicas, emocionales y éticas de encarnar a un asesino en serie carismático y manipulador
La estrategia contempla intervenciones urbanas orientadas a brindar condiciones de vida más estables a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, mediante soluciones habitacionales temporales y centros de atención humanitaria
Hay estrellas de Hollywood respetadas por sus grandes interpretaciones, hay estrellas de Hollywood reconocidas por su compromiso con las causas que creen justas y hay estrellas de Hollywood que trascienden por una cosa y también por la otra. Hace 35 años, tres de las más aguerridas figuras de la industria, Susan Sarandon, Sean Penn y Tim Robbins, coincidieron en la pantalla grande en Mientras estés conmigo, un drama basado en una historia real que se convirtió en un alegato fílmico contra la pena de muerte.La película, que cautivó a la crítica y al público en 1995 y este año cumple 30 años, está basada en el libro Dead Man Walking -título del film en su idioma original- de la hermana Helen Prejean. A lo largo de esas páginas, la mujer cuenta cómo la pena de muerte se cruzó en su vida: conoce a un preso condenado a la pena capital por el asesinato de dos adolescentes y, mientras busca detener su ejecución, le brinda orientación y apoyo espiritual. También intenta relatar el dolor de las familias de las víctimas y los últimos días del reo.Conmovido por la historia, el actor y director Tim Robbins decidió adaptar el texto y llevarlo a la pantalla grande. Con un presupuesto de 11 millones de dólares, convirtió el libro en un relato que se centra en la redención y el perdón sin perder de vista los motivos de la condena. La elección de los personajes principales fue todo un acierto: Susan Sarandon, su mujer por aquel entonces, le dio vida a la hermana Prejean, mientras que Sean Penn interpretó a Matthew Poncelet, el asesino condenado a muerte por inyección letal.Además de convertir a Penn, quien en ese momento tenía 34 años, en uno de los jóvenes intérpretes más respetados de la industria y llevar a Sarandon a coronarse con un Oscar como mejor actriz, Mientras estés conmigo fue celebrada por los especialistas y volvió a poner sobre la mesa el debate por la pena capital.La muerte de Sonnier, el disparador de la militancia de la hermana PrejeanMientras estés conmigo se basa en la historia de Elmo Patrick "Pat" Sonnier. El 4 de noviembre de 1977, Sonnier y su hermano menor interceptaron a la 1 de la mañana a David LeBlanc, de 17 años, y a su novia Loretta Ann Bourque, de 18, en una zona aislada de Iberia Parish, Louisiana. En aquel momento Sonnier tenía 27 años. Luego de identificarse como policías, los llevaron hasta el costado de un yacimiento, donde a LeBlanc lo ataron a un árbol y a Bourque la sacaron del auto. Elmo luego la violó, Antes de irse y con el temor de una posible denuncia, acribillaron a la pareja. Casi un mes después del crimen, los hermanos fueron arrestados y Elmo confesó el secuestro, la violación y el asesinato.Si bien durante el juicio los hermanos Sonnier cruzaron acusaciones, en abril de 1978 Elmo fue declarado culpable de asesinato en primer grado y condenado a muerte. Su hermano, en cambio, fue condenado a cadena perpetua sin poder acceder a la libertad condicional. Durante el tiempo que permaneció en prisión en lo que se llama "el corredor de la muerte", la hermana Prejean comenzó a escribirle con frecuencia primero y luego empezó a visitarlo. Durante sus encuentros, ella le daba consejos espirituales y él terminó confesando sus crímenes. El 5 de abril de 1985, Sonnier fue ejecutado. Antes de su suspiro final, las autoridades penitenciarias permitieron a Prejean pasar con él sus últimas horas de vida y presenciar su muerte en una silla eléctrica. También estuvieron allí Godfrey Bourque y Lloyd LeBlanc, los padres de Loretta Bourque y David LeBlanc."Mi auténtica lucha contra la pena de muerte comenzó el día que presencié la muerte premeditada de Elmo Patrick Sonnier. El día que vi cómo lo desnudaban, le afeitaban la cabeza, le ponían unos pañalesâ?¦ Ese día vi la guionización fría y calculada de la ejecución de un hombre al que le arrebataban su dignidad y su vida. Tras su ejecución supe que no podía quedarme callada", confesó años después la monja en una nota que le ofreció a Amnistía Internacional."Gracias a dios, ella es Louise"El primer encuentro entre Helen Prejean y Susan Sarandon tuvo un momento memorable. A la monja ya le habían adelantado que en la película quien la iba a interpretar era "una famosa actriz de Thelma y Louise". Cuando por fin tuvo enfrente a Sarandon, la religiosa no ocultó su alivio, y su alegría: "Gracias a Dios, ella es Louise", soltó.El año pasado, en una entrevista con la revista People de la que también participó Prejean -la relación entre ellas se mantuvo a lo largo de los años, incluso en 2015 se reunieron para defender al preso condenado a muerte Richard Glossip-, Sarandon reveló qué fue lo que más le llamó la atención de la historia. "Creo que lo que me intrigó del libro fue que esta heroína tiene las opciones que tiene porque sigue cometiendo errores", explicó."La gente piensa que quienes desafían el status quo o toman una postura se presentan plenamente formados y poderosos, sin dudas, y absolutamente valientes. Eso no es lo que sucede. Las personas que intentan cambiar lo hacen porque creen que es posible un mundo mejor. Pero no lo hacen sin miedo, sino tropezando", confió. Luego habló del proceso creativo. "Prejean no dijo, 'Bueno, cambiemos esto'. No. Se fue involucrando poco a poco y eso fue muy importante en todas las versiones del guion que escribió Tim".Sarandon también se mostró conmovida por los comentarios que le hacen aún del film. "Siempre me sorprende la cantidad de gente que ve la película más de una vez. Tim hizo un trabajo brillante". Luego se permitió hacer una observación sobre su compañero de elenco: "No puedo pensar en nada que cambiaría, excepto que también le daría el Premio de la Academia a Sean", expresó en relación a Penn, quien fue nominado pero perdió el galardón ante Nicolas Cage por su papel en Adiós a Las Vegas.Por su parte, Prejean repasó con gracia la experiencia de haber trabajado con Robbins. "Mientras trabajaba en ese guion no dejaba de decir 'la monja está sobrepasada por la situación'. Y yo estaba sobrepasada. No sabía nada sobre el sistema de justicia penal ni nada", reveló. En cuanto a la actuación de Sarandon, reveló que le generó impresión. "Cuando ves a Susan interpretándome entrando a esa prisión por primera vez con esos ojos grandes y abiertos, da miedo. Nunca había hecho algo así".El año pasado, Sarandon y Prejean volvieron a trabajar juntas en el documental Rebel Nun, que tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Tribeca 2024. Con la dirección de Dominic Sivyer, el trabajo explora el viaje de Prejean como "la principal defensora de Estados Unidos contra la pena de muerte". La célebre actriz tiene una participación en el proyecto."Me sentí muy, muy, muy feo"Darle vida a Matthew Poncelet le dio prestigio a Sean Penn: su gran interpretación le valió el beneplácito de la crítica y la admiración del público. Sin embargo, para el actor, que venía de 14 años en la industria, la experiencia fue tan dura como reveladora.En una entrevista con la revista GQ donde repasó sus personajes más icónicos, el actor contó cómo compuso a Poncelet: primero visitó Louisiana, luego grabó el acento de la gente, y más tarde acudió a la penitenciaría con la compañía de la hermana Prejean. "Me llevó a la cárcel, al corredor de la muerte, para reunirme con algunas personas con las que charlaba y acercarme al tema", recordó. De inmediato, explicó lo complejo que fue hacer la escena de la violación y el asesinato. "Recuerdo que pensé 'no sé si quiero seguir haciendo esto'. Me sentí muy, muy, muy feo. Y creo que eso fue, también, el comienzo de una especie de corrosión de la alegría que hasta ese entonces solía tener al actuar", confesó."Fue un gran trabajo con gente estupenda, solo podía haber una escena que cambiara un poco el panorama", agregó luego, y confesó que su peinado, un pompadour típico de los 50 con mucho volumen y fijador, fue determinante en su caracterización. "El personaje tenía tan poco control en su vida que su aspecto, el pelo, era uno de los puntos de apoyo disponibles para la identidad. Se tuvo mucho cuidado con eso", completó.Tim Robbins y su insistencia por recordar el asesinatoEn febrero del 2016, veinte años después del estreno de Mientras estés conmigo en el Festival de Cine de Berlín, de los cuatro premios que el film ganó y de la consagración de Sean Penn con el Oso de Plata por su interpretación, Tim Robbins volvió a la capital alemana para recibir el premio Berlinale Camera y asistir a la proyección especial de la película. El guionista y director también habló de aquel film bisagra.Robbins recordó las dificultades del rodaje, que se realizó en Nueva Orleans: las distracciones de la ciudad y una inundación que interrumpió el cronograma de trabajo fueron solo algunos de los escollos que atravesaron. También hizo referencia, según rescató Variety, al proceso de edición. "Fue esclarecedor", reveló. "En la edición, la película se revela a sí misma. Terminé dándome cuenta de que cada vez que estaba lejos de Susan y Sean, la película comenzaba a perder ritmo. Había mucho sobre la política de la pena de muerte que simplemente no tenía lugar en la película", sumó.Consultado por lo que aprendió con el film, Robbins respondió sin vueltas: "No mucho", disparó entre risas. "La proyectaba cada semana cuando estaba editando, y muchos defendieron la idea de eliminar el recordatorio del asesinato durante la ejecución. La gente decía: 'Tienes al público donde quieres que esté. Son comprensivos en este momento. ¿Por qué les recuerdas el asesinato?'. Sentí que la película no haría ningún bien si brindaba una empatía temporal y manipulada por el asesino", completó.Pese a su escepticismo a la hora de responder, Tim Robbins quedó tan enganchado con la historia que, después de adaptar el libro para la película, escribió una versión teatral.