Se publican los dos tomos de la Poesía completa del Premio Nobel noruego.Jon Fosse también es novelista y un celebrado dramaturgo.Como narrador, editó Septología, Trilogía y Melancolía, entre otros.
"Hermana", "Escenas de una infancia", "Trilogía" y su "Poesía completa" fueron editados en estos meses por distintos sellos editoriales.
La última vez que el embajador mexicano Alfonso García Robles (1911-1991) visitó la sede de la ONU fue celebrado con el nombre de "Mr. Desarme".Y eso no fue gratuito.Este diplomático pasó la mayor parte de su vida trabajando en complejas misiones alrededor del mundo para ayudar a distintos países a superar conflictos.Gracias a su habilidad y trabajo, la región de América Latina y el Caribe se colocó como ejemplo global en la eliminación del armamento nuclear, un problema que ha perdurado en el mundo más allá de la Guerra Fría hasta la actual guerra de Israel y EE.UU. contra Irán.Ese esfuerzo le permitió ser merecedor en 1982 del Premio Nobel de la Paz junto a otra destacada pacifista, la sueca Alva Myrdal."[García Robles] ayudó a abrir los ojos del mundo ante la amenaza que supone para la humanidad el continuo armamento nuclear. Fue el impulsor del acuerdo [de Tlatelolco] para declarar América Latina como una zona libre de armas nucleares", destacó la Academia sueca al galardonarlo.La firma de ese tratado, en 1967, al que se sumaron a lo largo de los años todos los países de la región, permitió mantener a América Latina y el Caribe como una zona segura y libre de la proliferación de estas armas de destrucción masiva.Pero pese a que García Robles se convirtió en el primer mexicano en ganar un Nobel y que contribuyó a la creación de la Organización de las Naciones Unidas, entre otros logros, en la actualidad su figura no parece ser recordada ni en México ni en América Latina."Tristemente, la historia lo olvidó", dice a BBC Mundo el escritor Rafael Medina, un internacionalista y biógrafo de García Robles."Lamentablemente, al primer premio Nobel y al mexicano que más aportó a la humanidad no se le tiene en la memoria, no digamos colectiva, en la memoria histórica ni diplomática", añade.Medina y otros trabajaron para rescatar y destacar la trayectoria de uno de los mexicanos más dedicados a la paz mundial.Pero, ¿quién fue Alfonso García Robles?Un joven y hábil diplomáticoGarcía Robles nació en 1911 en el seno de una familia sencilla de comerciantes del estado mexicano de Michoacán.Sus deseos de superación lo llevaron a educarse en la vecina ciudad de Guadalajara antes de trasladarse a la capital mexicana, donde cursó la licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).Siendo un joven abogado fue invitado a una conferencia de jóvenes por la paz en Roma. Aprovechó el viaje para recorrer el viejo continente y estando en Suecia se enteró de que podía sumarse al servicio exterior mexicano con un examen que acreditó de forma destacada."Era un gran lector. Tenía una columna en el periódico El Universal y ahí manifestaba que uno de los personajes más importantes de la historia, que siempre estudió, fue Andrew Carnegie, un filántropo y benefactor de Europa y el mundo", explica Medina."Su inspiración por la paz y el bien común de la humanidad fue Carnegie", añade.Pero justamente estando en Suecia estalló la Segunda Guerra Mundial. Aunque nunca estuvo en peligro, explica Medina, "sí le tocó vivir los acontecimientos de la guerra. Veía a lo lejos cómo las bombas iluminaban todos los lugares donde caían".Estas experiencias marcaron su juventud y lo motivaron a actuar desde la diplomacia.Al regresar a México, fue parte de la Conferencia de Chapultepec de 1945 que promovió el gobierno de México y en la que una veintena de países latinoamericanos plantearon un acuerdo de paz mundial.Los oficios de García Robles y de otros destacados diplomáticos de la época sirvieron como una de las bases de lo que sería el nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).El joven diplomático de 35 años fue encomendado como secretario de la delegación mexicana que participó en la Conferencia de San Francisco (EE.UU.) en la que participaron 50 naciones, incluyendo a Estados Unidos y a la Unión Soviética, y que dio como resultado la Carta de las Naciones Unidas.Aunque estaba al lado de diplomáticos de larga trayectoria, García Robles se destacaba entre ellos."Era un hombre muy talentoso. Muy parsimonioso, muy profundo en sus pensamientos. Y se ganaba a las personas, era muy agradable. Su familia y sus allegados cuentan que era muy alegre, siempre muy ameno. Jamás hacía un gesto de desprecio o un comentario inadecuado. Y eso lo llevó a acceder a grandes puestos diplomáticos, a lugares muy privilegiados", destaca Medina."Redactó los acuerdos de San Francisco, leyó la carta y fue testigo de honor de la firma de México. Está en el cuadro de honor como uno de los miembros fundadores de las Naciones Unidas", explica.Al borde de la guerra nuclearGarcía Robles trabajó varios años en la Secretaría de Naciones Unidas, donde encabezó la división de Asuntos Políticos del Departamento de Asuntos del Consejo de Seguridad, que por entonces tuvo asuntos delicados como el estudio sobre las opciones para el futuro de Palestina ante el fin del Mandato británico sobre ese territorio.México lo designó embajador para Brasil justamente cuando se dio el episodio de la Crisis de los Misiles de octubre de 1962, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética estuvieron al borde de una guerra nuclear por el despliegue del arsenal soviético en Cuba.Ante esta grave amenaza que se dio en la región latinoamericana, García Robles llevó a México una propuesta del presidente de Brasil, João Goulart, para llegar a un acuerdo de abolición de las armas nucleares en América Latina.El presidente mexicano Adolfo López Mateos lo designó entonces como responsable de las negociaciones, ya como subsecretario de Relaciones Exteriores. "Y [García Robles] convoca a todos los países de la región para convencerlos de firmar un tratado, a nivel América Latina, que prohibiera la producción, la enajenación, la compra o el almacenamiento de armas nucleares", explica Medina.Conseguirlo era difícil, pues no solo requería unir los intereses de los diversos países latinoamericanos, sino que requería que este acuerdo fuera ratificado por las potencias nucleares para no boicotearlo o simplemente ignorarlo."Fue muy difícil convencer a la Unión Soviética, a Estados Unidos, a Francia y a otras potencias nucleares", señala Medina. "Fue un cabildeo y una labor impresionante de Alfonso García Robles en compañía de diplomáticos como Jorge Castañeda Álvarez de la Rosa, Sergio González Gálvez y otros grandes maestros de la época".Después de tres años de labores diplomáticas, el 14 de febrero de 1967 finalmente se crea el Tratado de Tlatelolco, llamado así por la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana en Ciudad de México.Aunque era una obra diplomática monumental, quedaba mucho trabajo por hacer para que todos los países que se mostraban renuentes lo firmaran.China, una potencia nuclear, lo hizo luego de las gestiones del gobierno mexicano en la década de 1970. El último de América Latina y el Caribe en hacerlo fue precisamente Cuba, donde surgió la Crisis de los Misiles, que lo ratificó en 1994.El Nobel "olvidado"García Robles siguió en los esfuerzos del desarme nuclear durante la década de 1970, cuando ocupó -en distintos momentos- los cargos de embajador de México en la ONU y de canciller de México.Fue postulado al Nobel de la Paz en aquella década, pero la Academia se decantó por otras personas hasta que en 1982, finalmente, le fue otorgado el galardón junto a la sueca Alva Myrdal, a quien describió al recibir el premio como su "vieja amiga y compañera de tantas batallas libradas en los foros de la diplomacia multilateral".Ya con más de 70 años de edad, continuó trabajando en los foros y organismos de desarme nuclear. Colaboró en las reuniones entre los entonces presidentes Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov que llevaron a la eliminación de buena parte del arsenal nuclear de esas potencias.El exlíder soviético incluso escribió unas líneas para el prólogo de la biografía de García Robles que elaboró Rafael Medina: "Considero sus obras con gran estima y, en particular, aprecio sus esfuerzos para crear la primera zona libre de armas nucleares en América Latina".García Robles también participó en la conformación de llamado grupo de Los Seis (Argentina, Grecia, India, México, Suecia y Tanzania) que le comisionaron la organización de los foros de paz de la época.La reducción del arsenal nuclear de las superpotencias fue logrado por grupos como ese y otros dedicados al fin de la Guerra Fría para inicios de la década de 1990."Cuando él ve que esto se logra, él dice 'Misión cumplida, yo hasta aquí me retiro de la vida pública, de las negociaciones y de todo lo demás'. Y al poco tiempo falleció a la edad de 80 años en su casa de Ciudad de México", explica Medina.A pesar de sus grandes logros diplomáticos y personales, y de ser una persona que estuvo en muchas discusiones mundiales del Siglo XX, García Robles no es tan recordado en México como otros Nobel como Octavio Paz (Literatura) o Mario Molina (Química).Medina considera que el carácter discreto del embajador lo mantuvo al margen de los reflectores públicos de la época."Era la persona más discreta y hermética que pudiera haber. Jamás buscaba los reflectores. No era adepto a las entrevistas, ni asiduo a salir en los canales de televisión o hacer ruedas de prensa. Por esa misma actitud es que hoy no es tan recordado, que está un poco olvidado. Era un pacifista nato, un diplomático nato, al que no le importaba mucho lo demás", señala.Pero la labor del embajador, añade, está reconocida en los libros diplomáticos de la historia de América Latina y el mundo."Fue un ícono de la paz y del desarme nuclear mundial. Fue él quien, a pesar de todas las restricciones, de todos los obstáculos que existían, logró superar esta barrera. Superar cada dificultad que se presentaba para sembrar la semilla de la paz en cada nación".Por Darío BrooksBBC Mundo
Varios miembros republicanos del Congreso están renovando sus llamamientos para que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reciba el Premio Nobel de la Paz por su participación en el alto el fuego entre Israel e Irán.Para los legisladores, además del reciente acercamiento entre los países de Medio Oriente, el expresidente ya había dado sobradas muestras de su vocación diplomática durante su primer mandato (2017-2021), cuando impulsó los Acuerdos de Abraham, que establecieron relaciones diplomáticas entre Israel y varios países árabes."Acabo de nominar a Donald Trump para el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento a su papel histórico en la negociación de un alto el fuego entre Israel e Irán y evitar que el estado patrocinador del terrorismo más grande del mundo obtenga el arma más letal del planeta", publicó esta mañana en su cuenta de X el representante Buddy Carter, republicano de Georgia.I just nominated @realDonaldTrump for the Nobel Peace Prize in recognition of his historic role in brokering a ceasefire between Israel and Iran and preventing the world's largest state sponsor of terrorism from obtaining the most lethal weapon on the planet.â?¦— Buddy Carter (@RepBuddyCarter) June 24, 2025A él se sumaron otras figuras del Partido Republicano. La senadora Katie Boyd Britt, de Alabama, aseguró en la misma plataforma que Trump "merece ganar el Premio Nobel de la Paz por los acuerdos históricos que ha hecho en todo el Medio Oriente y el mundo". President Trump deserves to win the Nobel Peace Prize for the historic deals he's made across the Middle East and world. pic.twitter.com/nF4o0rrDkY— Senator Katie Boyd Britt (@SenKatieBritt) June 24, 2025Uno de los mensajes más llamativos fue el del representante Abe Hamadeh, de Arizona, quien elogió lo que consideró "un logro aún más impresionante" que los Acuerdos de Abraham: desmantelar, según él, el programa nuclear iraní y asegurar un alto el fuego "en apenas 55 horas".El representante Darrell Issa, de California, recordó que ya había nominado a Trump para el Nobel en marzo y señaló que, con este nuevo paso, "ahora el mundo puede ver" por qué lo nominó.Today I will nominate @realDonaldTrump for the Nobel Peace Prize. No one deserves it more.— Rep. Darrell Issa (@repdarrellissa) March 3, 2025Presidentes de Estados Unidos que obtuvieron un Premio Nobel de la PazCon estas propuestas, Trump busca inscribir su nombre junto a los de otros presidentes estadounidenses galardonados con el Nobel de la Paz: Theodore Roosevelt (1906), Woodrow Wilson (1919), Jimmy Carter (2002) y Barack Obama (2009). La diferencia, según sus partidarios, es que el magnate neoyorquino habría logrado lo que hasta ahora parecía imposible: desescalar un conflicto directo entre Israel e Irán.En las últimas horas, Trump habría mantenido conversaciones telefónicas con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani, quien ofició como intermediario clave en la negociación. "Básicamente, tenemos dos países que llevan tanto tiempo combatiendo y con tanta intensidad que ya no saben qué demonios hacen", declaró Trump antes de partir hacia la cumbre de la OTAN en La Haya.En su red social, Truth Social, fue más enfático: "¡Israel! ¡No lances esas bombas! Si lo haces, será una grave violación. ¡Traé a tus pilotos a casa, ya!". A la espera de que se concrete un alto el fuego definitivo, la nominación de Trump al Nobel reabre el debate sobre su figura internacional, que sigue generando adhesiones y rechazos.
Lo propuso el legislador republicano Earl Carter. Y el presidente de Estados Unidos lo celebró.El congresista argumentó que el jefe de la Casa Blanca logró evitar que el régimen de Teherán obtuviera una bomba atómica.
Anagrama vuelve a poner en circulación el poema narrativo de Derek Walcott que le valió el Nobel en 1992. Esta edición bilingüe permite redescubrir la obra cumbre del poeta de Santa Lucía.En ella fusiona influencias asiáticas, africanas y europeas con el paisaje e historia del Caribe.
Barry Marshall logró revolucionar la medicina en los años 80, junto con su compañero Robin Warren, al ofrecer la alternativa más eficaz para tratar las úlceras de estómago
Se difundió el fin de semana una carta abierta que alerta sobre el regreso del fascismo, firmada por más de cuatrocientos intelectuales de Estados Unidos, Cánada, España, Italia, Francia, Alemania, Brasil, México y la Argentina, entre otros países. Más de treinta ganadores del Premio Nobel suscriben el llamamiento a los ciudadanos del mundo para que adhieran a la carta en defensa de la democracia, la libertad académica y de prensa, la independencia del poder judicial, el fortalecimiento de los derechos humanos y la paz.Entre otras firmas internacionales, figuran los Nobel de Física Giorgio Parisi, Brian P. Schmidt y Anthony James Leggett, los Nobel de Medicina Charles Rice, Victor Ambros, Gary Ruvkun y Mario R. Capecchi, los Nobel de Economía Eric Maskin y Daron Acemoglu, Steven Pinker, Barbara Cassin, Alessandro Nova, Daniel Innerarity, Peter J. Katzenstein, Donatella Della Porta, Simona Forti y, de la Argentina, Maristella Svampa, Gabriel Vommaro, Thea Riofrancos, Pablo Alabarces y Rubén Lo Vuolo.Open Letter Against the rise of Fascism in 2025 https://t.co/TJlWUm9xT5— Steven Pinker (@sapinker) June 14, 2025En un contexto global de "acoso a la democracia", la carta abierta contra el regreso del fascismo evoca la respuesta del filósofo Benedetto Croce y otros intelectuales italianos (entre ellos, el filósofo italiano-argentino Rodolfo Mondolfo) que, en 1925, dieron a conocer el primer Manifiesto de los Intelectuales Antifascistas, en respuesta al auge del fascismo y el ascenso de Benito Mussolini en Italia. Aquella carta se había publicado en los diarios Il Mondo e Il Popolo.â?? "Su desafío abierto ante la brutal imposición de la ideología fascista, asumiendo un gran riesgo personal, demostró que la oposición no solo era posible, sino también necesaria -destacan los firmantes sobre Croce-. Hoy, cien años después, la amenaza del fascismo ha regresado, y debemos reunir ese coraje para enfrentarlo nuevamente"."El fascismo nunca desapareció, pero durante un tiempo fue contenido -se lee-. Sin embargo, en las últimas dos décadas hemos presenciado una nueva ola de movimientos de extrema derecha, frecuentemente con rasgos claramente fascistas: ataques a las normas y a las instituciones democráticas, nacionalismo fortalecido entrelazado con retórica racista, impulsos autoritarios y agresiones sistemáticas contra los derechos de quienes no encajan en una autoridad tradicional fabricada, basada en la normatividad religiosa, sexual y de género". Se advierte que estos movimientos "han resurgido en todo el mundo, incluso en democracias duraderas, donde la frustración generalizada ante la incapacidad política para abordar las desigualdades y la exclusión social ha sido explotada nuevamente por nuevas figuras autoritarias". Y continúa: "Fieles al viejo guion fascista, bajo el velo de un mandato popular ilimitado, estas figuras socavan el Estado de derecho nacional e internacional, atacan la independencia del poder judicial, de la prensa, de las instituciones culturales, de la educación superior y de la ciencia; incluso intentan destruir datos esenciales e información científica -sostienen-. Fabrican 'hechos alternativos' e inventan 'enemigos internos'; convierten preocupaciones de seguridad en armas para consolidar su poder y el del 1% ultrarrico, ofreciendo privilegios a cambio de lealtad". No es difícil encontrar ejemplos de lo que se consigna en la carta."Las democracias no son perfectas: son vulnerables a la desinformación y aún no son lo suficientemente inclusivas. Sin embargo, por su propia naturaleza, ofrecen un terreno fértil para el progreso intelectual y cultural, y por tanto siempre tienen potencial de mejora", postulan científicos, filósofos, escritores, investigadores y profesores.Hasta el sábado, la declaración (que al final incluye una serie de iniciativas de acción pública) recogió más de tres mil firmas de ciudadanos y de cuatrocientos académicos e intelectuales, incluidos 31 ganadores del Premio Nobel.
La ex presidenta se encuentra en su domicilio de la calle San José y continúa con cumbres con dirigentes peronistas
El presidente argentino anunció que destinará el millón de dólares del premio a un programa para fortalecer vínculos entre Israel y América Latina. "El país ha elegido estar del lado correcto de la historia", aseguró el libertario. Leer más
Cerca del mediodía en Jerusalén, el presidente fue reconocido por su lucha contra el antisemitismo. Horas más tarde se encontrará con el premier israelí Benjamin Netanyahu para firmar un acuerdo en favor de la democracia y la libertad
Cerca del mediodía en Jerusalén, el presidente será reconocido por su lucha contra el antisemitismo, y horas más tarde se encontrará con el premier israelí para firmar un acuerdo diplomático
Javier Milei ratificó su compromiso en el reclamo de la libertad de los rehenes secuestrados por Hamas. Leer más
El científico británico llamó a gobiernos y compañías a definir regulaciones claras sobre inteligencia artificial, advirtiendo que sin consensos técnicos rigurosos, el desarrollo de la IA podría avanzar sin control
Posiblemente haya sido su filosofía estoica; quizá fue haberse criado en un pueblo de 10.000 habitantes cuando Hungría formaba parte del eje soviético; quizá algo de su personalidad singular, que cuando era niña la hacía mirar con curiosidad el interior de los animales que su padre carnicero llevaba a su casa de adobe y sin agua corriente. Lo cierto es que Katalin Karikó no guarda el mínimo rencor hacia quienes le pusieron trabas en su carrera científica, que no le dieron financiamiento y hasta la obligaron a mudarse de país. Ella siguió adelante, convencida de que tenía algo importante en sus probetas.Y vaya si tenía razón: aun antes del Nobel de Medicina de 2023, recibió decenas de los grandes premios científicos que le aseguraban lo que siempre le faltó, fondos para investigar y reconocimiento de los colegas. ¿Qué hizo esta húngara, hoy de 70 años, casada desde hace 45, con una hija dos veces campeona olímpica en remo (Susan Francia) y dos nietos? Karikó fue quien desarrolló la técnica de ARN mensajero que permitió una nueva plataforma de vacunas, cuyo éxito ayudó a paliar la pandemia del Covid desde fines de 2021. Es la vacuna que seprodujo en Alemania, en la empresa BioNTech, que luego se asoció con Pfizer para distribuirlas en todo el mundo. Y que además es una plataforma que se está probando en muchas otras enfermedades, incluyendo ciertos tipos de cáncer.El hecho de que cientos de millones de personas tengan en sus cuerpos algo que empezó a nacer en su oscuro (literalmente: no tenía ventanas) laboratorio, no la envanece para nada, ni cree haber salvado a millones de personas, como sí lo hizo. "Los verdaderos héroes de la pandemia fueron los trabajadores de la salud", dice, y no parece ser una pose. Aunque sí la pone triste el movimiento antivacuna que forma parte de una "locura temporal" que vive los Estados Unidos. "Por mi filosofía, cuando veo a un antivacuna lo que pienso es en cómo educarlo, cómo conseguir que entiendan los beneficios de la vacunación", agregó en un diálogo vía Zoom de casi una hora con La Nación quien prefiere que la llamen Kati, pero que en algún momento fue llamada "la loca del ARN"."Mi ejemplo muestra que crecer en una casa de adobe y que tus padres solo hayan hecho la primaria -eran inteligentes, pero no tuvieron la posibilidad de seguir estudiando- no significa no poder ir a las mejores universidades del mundo. Y si te echan, te vas a otro lado"-Después de diez años en Alemania dejaste BioNTech, ¿qué te ocupa en estas horas?-Justo me encontraste haciendo las valijas porque mañana me voy de Budapest a Estados Unidos. Estuve mirando papeles e investigaciones para las conferencias que voy a dar allá. También estuve ocupada con mi libro, que se tradujo a varios idiomas (en España se distribuyó con el título Rompiendo barreras. Mi vida dedicada a la ciencia). También se publica en Irán, en farsi, y escribí un prefacio para esa edición. También hablé con periodistas de China por el libro. Allá la competencia entre estudiantes es tan fuerte que, si algo no pasa tal como se preveía, si tienen problemas, bueno, la tasa de suicidios es alta. En mi libro cuento los problemas que tuve, los contratos que me rompieron varias veces. Por eso están tratando de mostrarlo: para que sepan que, cuando hay problemas, hay que levantarse, pasar de página y seguir adelante. No es el fin de nada que algo salga mal. Encontraron que es un mensaje muy apropiado para los jóvenes en este contexto. Durante 40 años trabajé en cosas que nunca vieron la luz... ¿Vos sos científico?-No, soy periodista de temas de ciencia.-De acuerdo. Yo estudié algo de lo que no hablé durante décadas. Cuando trabajaba con Ugur Sahin, el fundador de BioNTech, una vez le dije que teníamos que comunicar, ya que Moderna (la compañía norteamericana con la que competían por el desarrollo del nuevo tipo de vacunas) estaba dando entrevistas. Y él me respondió: vamos a hablar cuando tengamos algo que anunciar. Es decir, cuando estén los resultados tendremos de qué hablar; mientras tanto, a seguir trabajando. Ahora estoy preparando algo que siempre quise hacer y creo que el año que viene vamos a empezar un ensayo clínico.No guarda el mínimo rencor hacia quienes le pusieron trabas en su carrera científica, que no le dieron financiamiento y hasta la obligaron a mudarse de país. Ella siguió adelante, convencida de que tenía algo importante en sus probetas-¿De qué se trata?-Es acerca de una enfermedad que prefiero no mencionar para no tener mañana una fila de pacientes y familiares en la puerta de mi casa.-¿Tiene que ver con su técnica de ARN mensajero?-No. Está basado en el conocimiento que fui obteniendo durante la investigación de la técnica de ARNm. Posiblemente el año que viene pueda dar más detalles. Ahora no sigo en el laboratorio. Como verás (se toca la cara y el cabello) soy una mujer de 70 años, lo que hago es organizar el ensayo clínico, ver papers anteriores, cuestiones de patentes. Es mucho trabajo, pero es otro trabajo.-A la hora de hacer un balance tras la pandemia, ¿qué se aprendió en estos cinco años y qué falta aprender?-Hemos aprendido un montón, aunque en Estados Unidos parece que todavía no se han dado cuenta. No se ha educado a la gente de manera adecuada respecto de la ciencia y de lo que hacemos los científicos. Es un poco tu trabajo y el mío hacer que la gente entienda la ciencia. Hay enojo, por ejemplo, porque se investiga la Drosophila, una pequeña mosca, porque no se explica que no es que queremos que la Drosophila sea feliz y viva mucho, sino que son modelos animales; no explicamos que aprendemos cómo funciona la mosca para después trasladar el conocimiento al humano y así crear medicinas. Tenemos que traducir a un lenguaje simple y que todos entiendan; de otro modo, se enojarán con nosotros. O dirán "te damos el dinero (en tanto pagamos impuestos) y a cambio nos das un medicamento que no podemos pagar". Nos salteamos la parte de explicar todo.-¿Se trata entonces de un problema de comunicación? -Sí. Es lo que pasa en los Estados Unidos. Creen que los científicos somos una élite, somos los que tenemos el conocimiento, los que tenemos todo, y que no nos importa el resto. Se dan cuenta de que tenemos becas, grandes edificios y los demás quedan atrásâ?¦ cuando les pido a estudiantes que mencionen estrellas de hockey, me pasó en Canadá, todos levantaron las manos, pero no pudieron mencionar un científico local. Les dije a los periodistas que debían hablar más de nosotros, pero me respondieron que son temas que no interesan a las audiencias. Pero si no escriben sobre ellosâ?¦ (hace gestos con las manos, indicando que se trata de un círculo vicioso).-Personalmente, ¿cómo siente el hecho de aparecer en los medios y ser una celebridad?-Hay que entender que durante 40 años no tuve ningún tipo de premio, de reconocimiento e incluso dinero para solventar mi trabajo. Para una mujer grande como yo es más fácil lidiar con esto ahora. La primera vez que me dieron un micrófono no sabía qué hacer, ni qué decir. Pero me di cuenta de que soy una de las muchas científicas que trabajó durante muchos, muchos años. Ahora, cada vez que me dan un premio lo recibo en nombre de todos esos científicos que quizá nadie conoce, pero trabajaron muy duro muchos años para aportar al conocimientoâ?¦ Y sabés qué, el hecho de que te den premios pone un poco celosa a la gente, los enoja, dicen "por qué no lo recibo yo también". Así que yo los acepto, pero los acepto en nombre de todos los demás. Además, como pocas veces se celebra a la ciencia y a los científicos, me parece que toda oportunidad es buena. Me gusta ser representante de todo ese movimiento. En muchas ocasiones incluso agradezco a gente que me complicó la vida, me hicieron tener que trabajar más duro y mejorarme. En mi libro digo que si todo hubiera salido como realmente yo quería en cada momento, no estaría aquí, en esta posición, en Hungría, después de tantos años afuera, sino que no me hubiera ido nunca porque era feliz en mi país. A veces te fuerzan a salir de tu zona de confort y descubrís cosas de vos mismo que no sabías que existían y cosas que podías hacer. Por eso trato de hablar a las nuevas generaciones, donde casi nadie quiere ser científico, todos quieren ser influencers. Tengo que mostrarles la belleza de la ciencia, que no todo es sudar, sino que también es divertido ser científico. De eso hablo y eso quiero presentarles a los estudiantes. Cómo manejar el estrés, la salud física y la salud mental. Creer en sí mismo. Y mi ejemplo muestra que crecer en una casa de adobe y que tus padres solo hayan hecho la primaria -eran inteligentes, pero no tuvieron la posibilidad de seguir estudiando- no significa no poder ir a las mejores universidades del mundo. Y si te echan, te vas a otro lado. Vos sabés que por las redes sociales todo el mundo quiere lucir exitoso, tener fotos en lugares magníficos, con el mar detrás, en un yate, mostrando lo bien que está, que tiene un buen autoâ?¦ y la gente no se preocupa por su propia felicidad. Yo me casé con un señor que era un trabajador manual y podrían decir: qué poco exitosa, no se casó con un científico o un abogado, o un médico. Y lo hace gente que ya se ha divorciado cuando yo llevo 45 años casada... A veces juzgan que casarse con alguien de buena posición es un éxito. Pero no, para nada. Eso trato de decir."Las vacunas tradicionales contra el sarampión y la rubeola contienen ARN de alguna forma. Y ahora parece que es un problema que haya vacunas con ARN. Como estoica, pienso en lo que tenemos que hacer para cambiar esa situación"-¿Cómo ha visto la evolución de su técnica de ARN mensajero después del éxito de la vacuna? ¿Esperaba semejante crecimiento y que se la busque aplicar para las más diversas enfermedades?-A veces me escribe gente que me pregunta si hay trabajos con esta técnica para tal o cual enfermedad, entonces me pongo a buscar y la mayoría está en China. Si llegan a seguir con esta guerra sucia en Estados Unidos, y se detiene la investigaciónâ?¦ en la otra esquina del mundo siguen trabajando. Es tan inmenso el avance de la ciencia y la tecnología allá que están haciendo editado in vivo con (la técnica Crispr) Cas9, cosa que aún no se hace en el mundo occidental. Así que también están avanzando con el ARNm. Hay muchas vacunas en desarrollo contra virus, bacterias (como contra la tuberculosis), la enfermedad de Lyme, y también para la malaria, que la origina un parásito, para la cual también hay un ensayo clínico en curso con ARNm. También en oncología, donde se busca para distintos tipos de cáncer para que los anticuerpos reconozcan antígenos en la superficie del cáncer con ARNm; para codificar citoquinas que estimulen el sistema inmunológico dentro del tumor para inyectarlo dentro; es lo que estamos haciendo con un laboratorio privado. También para enfermedades genéticas, como la fibrosis quística. Y una empresa norteamericana lo está usando para miastenia gravis en fase III y para lupus en fase I. Ahora hay una locura temporaria en Estados Unidos, pero cuando el polvo caigaâ?¦ bueno, quizá pase como con los científicos argentinos que tuvieron que migrar a Estados Unidos para trabajar y ahora los científicos de Estados Unidos se muden a China para investigar.-¿Ya está pasando?-No todavía, pero así son las cosas, la gente va hacia los lugares donde realmente sucede lo interesante, uno tiene una sola vida, no se puede quedar esperando. Si podés irte para aprender lo hacés y en todo caso volvés para tu país más adelante.-Sé que es una pregunta que ya ha respondido, ¿pero es consciente de la cantidad de vidas que ha salvado del Covid?-Es que no fui yo sola. Fuimos muchos, muchos otros juntos. Siempre enfatizo que los verdaderos héroes de la pandemia fueron los médicos y enfermeros, el personal de salud que atendió a los enfermos, incluso la gente de limpieza de los hospitales. Ellos arriesgaron su vida de verdad. Yo noâ?¦ solamente arriesgo mi vida cuando voy rápido por la autopista (se ríe), pero no en el laboratorio. Esa gente son héroes, junto con los voluntarios que pusieron el brazo para que se probara la vacuna.-Pero también es cierto que sin la vacuna que usted desarrolló nada hubiera sido posible.-(Se pone seria, un poco se enoja) Yo no me lo tomo así, no tomo el crédito de todo eso, de ningún modo. Nunca busqué reconocimiento, que la gente hablara de mí. Creamos un producto, sin publicaciones, sin nombres, en busca de hacer algo que sea útil.-Y hablando de vacunas, ¿cómo ve el movimiento antivacunas? ¿Cree que hay alguna razón detrás?-Es muy triste. Ya murieron de sarampión al menos dos nenas en Texas, Estados Unidos. Ahora parece que (el secretario de Salud norteamericano Robert) Kennedy dijo que sí hay que vacunar en medio del brote. Antes había recomendado terapias alternativas como el aceite de hígado de bacalao. Pero el sarampión mata, e incluso es posible que los 600 afectados tendrán consecuencias, aunque no sean mortales, porque el virus puede causar daños cerebrales y otro tipo de perjuicios. En mi libro cuento que mi filosofía es estoica, me enfoco en lo que puedo hacer. Entonces, veo a un antivacuna y lo que pienso es en cómo educarlo, cómo conseguir que entiendan los beneficios en este caso de la vacunación. En ese vacío, la gente se educa sola con YouTube o Facebook sobre inmunología y entonces dice cosas estúpidas. Las vacunas tradicionales contra el sarampión y la rubeola contienen ARN de alguna forma. Y ahora parece que es un problema que haya vacunas con ARN. Como estoica, pienso en lo que tenemos que hacer para cambiar esa situación.-Y como estoica, ¿tiene confianza en la humanidad, en su futuro?-Creo, soy optimista, soy una persona alegre. Encuentro qué puedo hacer. Diez años antes de recibir el Nobel, la Universidad de Pensilvania terminó el contrato que tenía conmigo y me expulsó después de 24 años de trabajo. Ese día agarré el auto y me fui pensando qué hacer. No me quejé, no me quedé pensando "oh, por qué yo, por qué a mí, que trabajaba sábados, domingos y feriados". No, me traté de enfocar en lo que vendría. Nada de arrepentimiento, ni de venganza. Nada. Se terminó y listo. Igual que ahora, con 70 años, una hija exitosa y con nietas, podría quedarme sentada, pero no, pienso qué más puedo hacer.-La sensación de que no la trataron bien a lo largo de su carrera no la afecta entonces.-Yo no le echo la culpa a nadie. Quien me echó estaba operando un cerebro cuando me dijo, bueno, si no tenés cómo financiarte vas a tener que irte. Así de simple. Hoy lo veo y hablo con él. De hecho, la última vez que lo vi me dijo que iba a dar una charla sobre mí bajo el título "Cómo la perdimos". Me reí. No tengo sentimientos negativos para con él.-¿Los diez años de trabajo en Alemania fueron mejores?-Empecé a trabajar con ARNm en 1989, con mejoras todo el tiempo, más cantidad de proteínas generadas de tal manera que pudimos inyectar a animales (de laboratorio). Y nos dimos cuenta de que podía ser un tipo de medicina. Cuando fui a BioNTech, que es una compañía inmuno-oncológica que usa el ARN, pensé que podíamos desarrollar ciertos programas. Cuando llegué en 2013 ya tenían un ensayo clínico para una vacuna como tratamiento contra un cáncer. Por eso fui, porque ya tenían un ensayo y podían producir ARN de calidad como para un ensayo clínico. Quería usar RNA modificado para terapia. Le dije a Ugur que iba si podía usar eso que ya tenían.-¿Y por qué estaba tan convencida de que la técnica podía funcionar?-(Sonríe) Porque podía ver el efecto. Para trabajar con él, al ARN, que se produce a partir del ADN, se lo obtiene después de aislarlo de una bacteria. Al principio, al extraerlo viene con muchas enzimas que degradan al ARN. Y eso contamina todo el laboratorio. Por esta razón, cuando dije que iba a trabajar con ARN todos sintieron pena por mí, pobre Kati, porque se iba a contaminar todo por esta degradación. Pero yo logré hacer la extracción con una técnica que no contaminaba. Pude ver el progreso y conseguí llevar al ARN a que haga que la célula sepa cómo conseguir la proteína, que sean proteínas funcionales, incluso cuando estaba "decorada" de manera complicada con cosas como azúcares. Como las células son muy inteligentes, captaron el mensaje y así las proteínas resultaron funcionales. A veces pensaba en cómo podría funcionar en las heridas: viste que a los remeros se les llenan las manos de ampollas. Le pasaba a mi hija. Creía que con un poco de ARN podía arreglar más rápido el tema. Si colocamos proteínas sobre la herida se echan a perder, es como que se caen. Pero si ponés ARN para que generen proteínas podía pasar que después de unos días mejoraran las ampollas. Pensé que sería algo maravilloso. Las proteínas terapéuticas, además, son caras porque tienen que ser purificadas. Pero el ARN lo hace directamente en el cuerpo y no hace falta purificar nada. Entonces también es barato. No tiene más efectos que el buscado. Termina siendo como una medicina convencional. La terapéutica, en definitiva, no es en realidad el ARN, sino la proteína que codifica."Ahora hay una locura temporaria en Estados Unidos, pero cuando el polvo caigaâ?¦ bueno, quizá pase como con los científicos argentinos que tuvieron que migrar a Estados Unidos para trabajar y ahora los científicos de Estados Unidos se muden a China para investigar"-Con el avance del conocimiento y de las modificaciones a nivel celular, hay científicos que se atreven a hablar de que los humanos pueden vivir cientos de años, e incluso se tientan a hablar de inmortalidad. ¿Qué le parece?-¿Cientos de años? Noooo (tira la cabeza para atrás, mueve las manos y se ríe). Además, quién quiere vivir para siempre. Está bien tener 70 u 80 años y sentirse joven, por respirar aire limpio, tomar agua pura, dormir lo suficiente, comer bien, por las muchas cosas que uno puede hacer, como no tener estrés. Pero no mucho más porque la punta de los cromosomas se vuelve más corta a medida que pasa el tiempo. El reloj es insobornable.-Menciona a menudo la importancia de mantener la salud mental y física porque "hay que estar felices y sanos para ayudar a otros". Dijo que es "como cuando cae la mascarilla del oxígeno en el avión, que te dicen que primero tenés que ponértela vos y después socorrer a los demás". ¿Por eso sigue corriendo cada mañana?-Ya no. Tengo un problema en las piernas, así que no puedo ya. Pero mi hija me dio una máquina para hacer remo que tengo en mi living así que remo cada día seis kilómetros.-Contó con emoción que conoció al Papa Francisco en audiencia privada. ¿Cómo fue ese encuentro y cómo es su relación con la religión y Dios siendo científica?-Yo no soy religiosa, no soy de ir a misa. Pero fui invitada a dar una charla al Vaticano justo en un momento donde estaba enfrascada en un ensayo clínico, entonces dije que no. Pero mi hija me dijo que tenía que ir, que iríamos todos y que los nietos tenían que ser bendecidos. Aunque mi hija y su marido tampoco son religiosos, llevaban a sus hijos a un jardín de infantes religioso. Así que fuimos con toda la familia, con mi marido, hija, yerno, nietos, a la audiencia con Francisco, di la conferencia y fui elegida para la Pontificia Academia par la Vida.-¿Cuánto le cambió la vida después del Premio Nobel?-Debo decir que justo antes del Nobel, entre 2021 y 2023, me llovieron los premios, fueron más de cien. Estaba tan sobrepasada. Obviamente el Nobel es el más famoso y a partir de ahí la gente me reconoce en la calle en Hungría. Pero no soy esa clase de persona, no se me sube a la cabeza, soy demasiado vieja ya. No siento que merezco algo especial por lo que hice. Así que no cambió demasiadoâ?¦ Fijate que en una semana me dieron doctorados honorarios en la Universidad Rutgers, después en Harvard, y cuatro días después en Princeton, fue increíble recibir tantos honores.-Quizás de los mismos que le negaron financiación.-(Ríe) Todos me recuerdan allá. Pero no discuto con ellos. Por esta filosofía estoica mía, no hay que preocuparse, hay que mantener la homeostasis del cuerpo, seguir adelante, no hablar del pasado. No me importa. Vuelvo ahí y estoy feliz y agradecida.-¿Cómo le resulta volver a vivir en Hungría después de tanto tiempo (se fue en 1985, todavía bajo el comunismo y fue una peripecia la salida)?-Nos fuimos cuando mi hija tenía 2 años, pero veníamos todos los años. Mi madre murió en 2018 y no supo de mi fama. Pero lo curioso es que todos los octubres me decía "atenta que se vienen los Nobel y capaz mencionan tu nombre". Yo le decía que no. Ella me veía trabajar duro y creía eso. Pero todos trabajamos duro en ciencia. Durante mis años en Alemania la visitaba seguido y hablábamos todas las noches por teléfono, así que conocía a todos mis colegas científicos porque la saludaban. Mi madre estaba muy atenta a todo. Y mi hija quiere que sus hijos aprendan húngaro, así que la conexión está intacta.
El empresario y filántropo Stan Polovets eligió distinguir a Javier Milei con el Premio Génesis por su firme apoyo a Israel y su cambio en la política exterior argentina. "Está claramente del lado de la comunidad judía", afirmó. También destacó sus reformas económicas y su vínculo con el judaísmo. Leer más
Cientos de escritores franceses, británicos e irlandeses, entre ellos, los Premio Nobel de Literatura Jean-Marie Gustave Le Clézio y Annie Ernaux, Éric Vuillard, Virginie Despentes, Ian McEwan, Zadie Smith e Irvine Welsh, denunciaron en comunicados públicos que el gobierno de Israel está llevando a cabo un "genocidio" en la Franja de Gaza. Exigen un alto el fuego inmediato y la liberación de prisioneros palestinos y de las personas secuestradas por Hamás en el cruento ataque del 7 de octubre de 2023.¿Borges fue o sería libertario?En una columna publicada el lunes, en el diario francés Libération, trescientos escritores francófonos exigieron que la comunidad internacional defina los ataques israelíes en la Franja de Gaza como un "genocidio", término rechazado por las autoridades israelíes. Entre los firmantes, se encuentran autores reconocidos como Ernaux, Despentes, Vuillard, Hervé Le Tellier, Leïla Slimani, Le Clézio y Mohamed Mbougar Sarr. "Así como fue urgente calificar los crímenes cometidos contra civiles el 7 de octubre de 2023 como crímenes de guerra y de lesa humanidad, hoy es necesario nombrar el 'genocidio'", sostienen los escritores en lengua francesa. "Más que nunca exijamos que se impongan sanciones al Estado de Israel, reclamemos un alto el fuego inmediato que garantice la seguridad y la justicia para los palestinos, la liberación de los rehenes israelíes, la de los miles de prisioneros palestinos detenidos arbitrariamente en cárceles israelíes, y que ponga fin, sin demora, a este genocidio", remarcan.En la publicación, denuncian que el gobierno israelí "mata implacablemente a palestinos, por docenas, todos los días"; también lo acusan de destruir espacios esenciales para la cultura y la educación como bibliotecas, universidades, escuelas, hogares y parques.El miércoles, un grupo de 380 escritores británicos e irlandeses como Ian McEwan, Zadie Smith, Irvine Welsh, Kate Mosse y Jeanette Winterson, entre otros, publicó en la plataforma Medium una carta pública donde denuncian un "genocidio" en Gaza y exigen un alto el fuego entre israelíes y palestinos."El término 'genocidio' no es un eslogan -sostienen-. Conlleva responsabilidades legales, políticas y morales. Así como es cierto calificar las atrocidades cometidas por Hamás contra civiles inocentes el 7 de octubre de 2023 de crímenes de guerra y de lesa humanidad, hoy es cierto calificar el ataque contra el pueblo de Gaza de atrocidad genocida, con crímenes de guerra y de lesa humanidad, cometidos a diario por las Fuerzas de Defensa de Israel, bajo las órdenes del gobierno del Estado de Israel".Los firmantes consignan que Amnistía Internacional, Médicos Sin Fronteras, Human Rights Watch, la Federación Internacional de Derechos Humanos, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas "y muchos otros especialistas e historiadores han identificado claramente el genocidio o los actos de genocidio en Gaza, perpetrados por las Fuerzas de Defensa de Israel y dirigidos por el gobierno de Israel". Según el Consejo de Europa, las acciones militares israelíes en Gaza apuntan "en la dirección de una limpieza étnica y de un genocidio". "Nos negamos a ser un público de espectadores que aprueban -se lee en otro párrafo de la carta-. No se trata solo de nuestra humanidad común y de todos los derechos humanos; se trata de nuestra idoneidad moral como escritores de nuestro tiempo, la cual disminuye cada día que nos negamos a denunciar este crimen". En el comunicado, proclaman "sin reservas", una "absoluta oposición y rechazo al antisemitismo, a los prejuicios antijudíos y antiisraelíes"."Rechazamos y aborrecemos los ataques, el odio y la violencia [...] contra el pueblo palestino, israelí y judío en todas sus formas. Nos solidarizamos con la resistencia del pueblo palestino, judío e israelí ante las políticas genocidas del actual gobierno israelí".Además de un cese de las hostilidades y sanciones al Estado de Israel, al que acusan de haber cometido más de 50.000 asesinatos de gazatíes (entre ellos, el de la poeta palestina Hiba Abu Nada), exigen "la distribución inmediata y sin restricciones de alimentos y ayuda médica en toda Gaza por parte de la ONU".Desde el 17 de mayo Israel intensificó su contraataque con los objetivos de liberar a los rehenes israelíes secuestrados, tomar el control total de Gaza y aniquilar a Hamás, movimiento islamista en el poder desde 2007.
La Fundación Génesis otorga un millón de dólares. Esta vez, eligieron al Presidente por "su apoyo incondicional a Israel".Actrices como Natalie Portman y Barbra Streisand y cineastas como Steven Spielberg, en la nómina de galardonados previamente.
Los Premios Rei Jaume I en Valencia incluirán la visita de dos premios Nobel a la zona afectada por la dana, mientras se aumentan las candidaturas femeninas y se promueve la ciencia y el emprendimiento
*Por Paula RosasPadre del realismo mágico, precursor del boom latinoamericano, coloso de las letras y renovador del lenguaje, el escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias visibilizó el mundo indígena y la cultura maya, y fue pionero en llevar a la literatura del continente el retrato de un dictador.Asturias es uno de los únicos seis premios Nobel de Literatura que ha dado América Latina.Pero, a diferencia del mexicano Octavio Paz, el peruano Mario Vargas Llosa, el colombiano Gabriel García Márquez o los chilenos Gabriela Mistral y Pablo Neruda, el guatemalteco es casi un desconocido para muchos lectores en el continente.Trabajos monumentales como "Hombres de maíz", "Leyendas de Guatemala" o "El señor presidente" lo condujeron en 1967 a Estocolmo y a la cumbre de la literatura.Pero otro libro, publicado proverbialmente ese mismo año, lo condenó al olvido.La agria disputa que mantuvo con García Márquez por sus críticas a "Cien años de soledad", además de las rencillas y las diferencias políticas y generacionales que vivió en su madurez opacaron su obra poco después de recibir el Nobel y justo antes de su muerte en 1974 en Madrid.Su personaje se vio también arrastrado por las dinámicas de la guerra fría: hombre de izquierda obligado al exilio por las dictaduras durante años, acabó, sin embargo, siendo rechazado por una parte de la izquierda latinoamericana.Enterrado en París en el cementerio de Père Lachaise por deseo de su familia, que no quiso en ese momento que fuera sepultado en Guatemala o en España porque ambos países vivían bajo dictaduras, volverá finalmente a su tierra natal cuando se han cumplido 50 años de su muerte y 125 de su nacimiento, según anunció su familia.Aunque aún no hay una fecha exacta para su regreso, el gobierno guatemalteco ha lanzado ya un concurso para que artistas del país diseñen el monumento fúnebre que guardará sus cenizas.La "guatemalidad"Nacido en 1899 en el seno de una familia medianamente acomodada, siendo niño su familia tuvo que emigrar de la capital a la granja de los abuelos porque el padre de Asturias, que era abogado y juez, se quedó sin trabajo tras negarse a encarcelar a unos estudiantes críticos con el régimen de Manuel Estrada Cabrera.Allí entró en contacto con el mundo indígena por primera vez y fue a través de su niñera, una joven indígena que le contaba cuentos, leyendas y mitos mayas, que se despertó su interés por ese mundo fascinante y onírico que luego plasmaría en sus libros.Se licenció en Derecho y fue uno de los fundadores de la Universidad Popular. Viajó en 1923 a París, donde viviría durante 10 años, estudiando etnología en la Sorbona, profundizando en el estudio de la religión maya y rodeándose de un círculo de escritores e intelectuales, entre ellos el surrealista André Breton.Su obra, fuertemente marcada por la crítica social y política, creó universos narrativos mágicos en los que lo onírico y la mitología indígena se mezclaban con lo cotidiano en un cóctel que años después se bautizaría como "realismo mágico".La tierra y el tiempo en el que vivió están muy presentes en sus páginas. "Hay una guatemalidad muy fuerte en la obra de Asturias, así como una forma muy asturiana de decir y de nombrar las cosas", explica a BBC Mundo la escritora y editora guatemalteca Carmen Lucía Alvarado.Uno de los mejores ejemplos de ello es "Hombres de maíz", que narra la resistencia de los pueblos indígenas frente a la modernidad, y que tiene como protagonista a su personaje literario más célebre, Gaspar Ilom.Años más tarde, su hijo Rodrigo, fundador de la guerrilla guatemalteca Organización del Pueblo en Armas, tomaría prestado Gaspar Ilom como nombre de guerra.El éxito internacional de Asturias abrió el camino para otros autores que llegarían después de él. El Nobel puso el foco en los escritores de América Latina, que habían bebido de las fuentes de Asturias, y que más tarde se convertirían en lo que conocemos como la generación del boom."Miguel Ángel Asturias fue uno de los grandes renovadores del idioma, que asumió, sin ningún tipo de complejos, el encuentro entre dos barrocos: el barroco indígena, maya, y el encuentro con el barroco español del siglo XVI y XVII", señala el escritor guatemalteco Arnoldo Gálvez.Esa explosión poética del lenguaje, barroco, sonoro, complejo y con un fuerte sabor maya, "se lee cuesta arriba", reconoce, sin embargo, Gálvez a BBC Mundo.Y este es otro de los motivos de ese "olvido" del Nobel guatemalteco.En una época en la que se da preferencia a la narración y a la comunicación de un argumento y una historia, como es la nuestra, el estilo de Asturias, en el que se prioriza "estirar los límites del lenguaje", según Gálvez, ha quedado al margen de los intereses editoriales contemporáneos.La disputa con García MárquezPero, volvamos al principio y al libro que selló su destino.Asturias recibió el Nobel en 1967, el mismo año en que se publicó "Cien años de soledad".La novela fue un éxito desde su publicación, e impulsó a García Márquez a la fama internacional.Sin embargo, en una entrevista con la revista española Triunfo en 1971, Asturias aseguró que la novela del colombiano era una "grosera copia" de "La búsqueda de lo absoluto", de Honoré de Balzac."Sin duda era una tontería no demasiado bien pensada, y los amigos de García Márquez y esa generación que estaba ganando tanto prestigio en ese momento se vuelcan a criticar a Asturias", relata Arnoldo Gálvez.En una década, los años 70, en la que los escritores latinoamericanos están enfrentados por diferencias de generación, visiones políticas y por el control de los mercados editoriales, que fueron fundamentales para el despegue del boom, Asturias era un blanco atractivo en estas polémicas, pues rebatiéndolo, descalificándolo, ciertos autores afirmaban la propia imagen pública", defiende el historiador guatemalteco Julio César Pinto Soria.Para ellos fue "como tocar a Dios con las manos sucias", escribió el investigador en un artículo publicado en El Periódico en 2013.El ensañamiento de los jóvenes del boom con el veterano fue feroz: lo tildaron de "viejo chocho", "gagá", "rencoroso" e "ignorante".En defensa de Asturias, la crítica del guatemalteco no surgía de la nada.Él mismo había sido durante años dardo de las punzadas de Gabo, quien en 1968 dijo del Nobel en una entrevista que "antes que Asturias, el premio se lo merecían Neruda y Borges, por este orden"."La postura política de Borges es más honrada que la de Asturias, quien se ha vendido para conseguirlo", aseguró.Esa nueva generación de escritores, sin embargo, había leído sus obras y se había nutrido de ellas."Influyó en todos esos jóvenes, hay cartas que demuestran el respeto y la intención que tenían de acercarse a Asturias, le mandaban sus libros y él hacía cosas para moverlos. Pero estaban creciendo como una ola inmensa a nivel mediático, Asturias era del 'establishment' y se lo comen, deciden 'matar al padre', matar a Asturias", cuenta Carmen Lucía Alvarado.Nada más viejo en la historia de la literatura que las peleas públicas entre escritores. Pero la de Asturias con los jóvenes del boom llegó cuando el Nobel era ya un autor septuagenario, que fallecería pocos años después."No tuvo tiempo, como los otros escritores del boom latinoamericano de los años sesenta, de proteger su obra contra el olvido. Tampoco contó con un país que lo respaldara, ni entonces ni después", señala Pinto Soria.Polémicas diplomáticasSu relación con los distintos gobiernos y dictaduras guatemaltecas no solo marcaron su obra -producto de estas vivencias fue, por ejemplo, "El señor presidente"-, sino también su imagen.Asturias fue un hombre de izquierdas que sufrió el exilio durante varios periodos de su vida por su enfrentamiento a las distintas dictaduras que sacudieron a su país.Pero cuando recibió el Nobel en 1967, Asturias había sido nombrado un año antes embajador en París por el gobierno de Julio César Méndez Montenegro, que, "aunque tenía una pátina más o menos democrática, era un gobierno controlado en última instancia por militares, por lo que se empiezan a hacer una serie de cuestionamientos éticos sobre su figura", explica Arnoldo Álvarez.Asturias ya tenía una amplia experiencia como diplomático.Tras la revolución de 1944 en Guatemala, que derrocó al régimen de Jorge Ubico, Asturias desempeñó distintos puestos diplomáticos en México, Argentina y El Salvador. Fue nombrado por el gobierno democrático de Juan José Arévalo (padre del actual presidente Bernardo Arévalo), que floreció en lo que se conocen como "los 10 años de primavera".Pero el golpe de Estado que dio en 1954 Carlos Castillo Armas con el apoyo de la CIA lo condenó al exilio, donde fue despojado de su nacionalidad.Asturias fue señalado de comunista y sus libros prohibidos en Guatemala, señala Pinto Soria.Él sufrió ese exilio como un desgarro, afirmaba que "estaba dentro de Guatemala, que nunca lo podrían sacar", y que "para poder ser, escribir, necesitaba siempre volver a escuchar esa voz", escribe el historiador.Así que cuando Montenegro le ofreció en 1966 rehabilitar su figura y ser embajador en París, Asturias no lo dudó.Ese año había recibido el Premio Lenin de la Paz, que otorgaba la Unión Soviética a los individuos que habían contribuido a la paz entre los pueblos, y al año siguiente recibió el Nobel.Pero su aceptación del cargo diplomático fue acompañada de demoledoras críticas de algunos sectores de la izquierda latinoamericana, que luego fueron ampliadas por la disputa con la generación del boom.Así que, poco después de alcanzar la fama mundial, su figura fue poco a poco siendo relegada y su obra caería en el olvido."Un país invisible"Para Carmen Lucía Alvarado, hay que buscar razones políticas e históricas para explicar ese fenómeno, "pero no solo en la figura de Asturias, sino de Guatemala como país".A Guatemala "no se le perdonó la contrarrevolución", que quedó como una tara a ojos de sus vecinos, argumenta Alvarado."Pienso asimismo en la condición de clase de los países, que afecta a todo o que hagamos y pensemos, y en la que Guatemala está abajo", opina la escritora y fundadora de Catafixia Editorial.Y esto se percibe, también, en la literatura y el mundo editorial, afirma: "Hay una hegemonía de la latinoamericanidad, de lo que debe ser Latinoamérica en la literatura, que es México, Argentina, Colombia, si sos poeta sos Chileâ?¦ pero Centroamérica tenemos que lidiar con el hecho de ser invisibles".
El primer mandatario criticó el informe del Banco de la República en relación con el impacto de la reforma en la generación de empleo
James A. Robinson mencionó que el sector empresarial es esencial para generar empleo, movilidad social y superar retos estructurales e institucionales
Con la presencia del ingeniero Miguel Ángel Asturias Amado, hijo del periodista, escritor, abogado y diplomático guatemalteco Miguel Ángel Asturias, el Museo Mitre y la Embajada de la República de Guatemala organizaron esta semana un encuentro en la casa histórica de Bartolomé Mitre en homenaje al Premio Nobel de Literatura 1967.Participaron también de la charla "Vida y obra del escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias, premio Nobel de Literatura 1967", el embajador de Guatemala, Iván Espinoza Farfán; y el presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, Alejandro Vaccaro, que fueron presentados por la directora del museo, Gabriela Mirande Lamedica. A través de disertaciones de los invitados especiales y lecturas de textos del prestigioso homenajeado, el encuentro invitó al público a reflexionar sobre su obra, su pensamiento y su vigencia, en un espacio de diálogo cultural entre Guatemala y la Argentina.Asturias (Ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899-Madrid, 9 de junio de 1974) dejó una huella profunda en la literatura y la historia de América latina, combinando la riqueza del realismo mágico con una firme denuncia social. Su novela El señor Presidente, publicada en 1946, cambió para siempre el mapa literario latinoamericano.Compartimos a continuación el registro completo de la charla.Homenaje a Miguel Ángel Asturias a 58 años del Nobel, en el Museo Mitre
La escritora surcoreana envió un saludo especial a sus lectores argentinos. Su traductora Sunme Yoon destacó la conexión entre la autora de La vegetariana y sus lectoras latinas. Su obra conecta culturas con sensibilidad única.
Javier García presentará innovaciones en catalizadores eficientes en el Simposio Nobel sobre química para la sostenibilidad, con el objetivo de reducir emisiones y avanzar hacia una economía sostenible
Para la Nobel de Literatura 2024, la surcoreana Han Kang, todos los humanos, los vivos y los muertos, estamos interconectados, dice la traductora al español de la obra de la Nobel, la surcoreana Sunme Yoon (Seúl, 1965), que hoy, a las 19, dará una charla sobre la obra de Han Kang en la Sala Carlos Gorostiza, en la Feria del Libro porteña. También se proyectará un breve video en el que la autora saluda a la Argentina y a sus lectores. La Nobel había visitado la 39ª edición de la Feria del Libro en 2013, para presentar su novela La vegetariana que había sido publicada primero por Bajo la Luna, en lo que fue la primera traducción de una obra suya en Occidente.Valeria al desnudo cierra una exitosa saga con cinco millones de libros vendidos: el misterio detrás del fenómenoEl pasado 4, Sunme Yoon -que vivió en la ciudad de Buenos Aires entre 1971 y 1991 y estudió en la Universidad de Buenos Aires- presentó en la Feria su propio libro Chamanas, monjes y sabios: Las religiones en Corea (Hwarang).En la conferencia de esta tarde, la traductora y escritora hablará sobre un concepto clave en la obra de la autora de Actos humanos: la interdependencia. "Es un concepto cultural de origen budista, la interdependencia o interconexión, que no es religioso en Oriente, en Asia, en Corea. La idea de que todos estamos conectados no solo en el presente sino también en el tiempo y en el espacio. Esto lo muestro en una imagen que es la Red de Indra, una gran telaraña llena de gotas de rocío, todas idénticas y a la vez diferentes, únicas, que representan a los seres vivos y la telaraña viene a ser el universo. Si todos estamos conectados, todas nuestras acciones repercuten en el todo".Astérix y Obélix, la poción mágica sigue funcionando"Si se piensa de esa manera, todas las relaciones se vuelven importantes, incluso las que no pudieron ser -sostiene-. En sus novelas conviven los vivos y los muertos, no coincidimos en este tiempo pero sí en el universo, en esta interconexión. Por eso Blanco está dedicado a la hermana que murió a pocas de nacer y que ella nunca conoció, o en Imposible decir adiós, los muertos conviven con los vivos: es una mirada desde el infinito hacia lo particular; la vida y la muerte no son el comienzo ni el final, sino diferentes formas de existencia, la muerte es otra forma de existir. Es algo que aparece mucho en su obra".También hablará sobre La clase de griego y su relación con Jorge Luis Borges. "Esa novela, que es la preferida de ella, se publicó en 2011 en Corea -señala-. Lo contó: estaba escribiendo Sopla el viento, vete, que todavía no se tradujo al español, y empezó a leer a Borges, sobre todo Qué es el budismo de Borges y Alicia Jurado, y para despejarse escribió un tercio de La clase de griego. Los lectores piensan que como salió en español en 2023 tiene que ver conmigo, porque la traductora de pura casualidad resulta que es argentina, y porque La vegetariana se publica primero en la Argentina antes que en otro país del mundo occidental. Al año siguiente Han Kang vino a la Feria del Libro, hace doce años exactamente, por curiosidad, para conocer el país de origen de Borges. Son casualidades no tan casuales que tienen que ver con esa red de interconexión. Ella, que tiene una salud muy frágil, se animó a hacer ese viaje tan largo. En 2013 visita la Feria y, como se ve en la cuarta parte de su poemario Guardé el anochecer en el cajón (Lumen), que se titula 'El invierno al otro lado del espejo', escribe doce poemas inspirados en Buenos Aires". En uno de los poemas, dos ancianos ciegos se vuelven uno solo."No sé cómo se imaginará cada uno el Aleph de Borges, un espejo que refleja todos los espejos del mundo que es igual a esas gotas de rocío en esa gran telaraña que es la Red de Indra -reflexiona Sunme Yoon-. Si nos conocemos en esta vida, por algo es, por algo que pasó antes o en el futuro, y esto hace que todas las relaciones humanas se vuelvan importantes".En el video, de poco más de un minuto, la Nobel surcoreana recuerda que hace doce años estuvo en la Feria, donde la recibieron muy cálidamente, y que ahora estamos conectados a través de sus obras. "Dice que está muy contenta de que sus libros estén publicados en español, en la Argentina, y que hay que agradecer que estemos vinculados a través de un medio tan especial como son los libros", concluye Sunme Yoon.
Sonó el teléfono a las 3.30 de la mañana en California. Una persona, irritada, respondió. -¿Pero quién llama a esta hora de la madrugada para molestar?-Creía que le gustaría saber que ganó el premio Nobel.-¡Sí, pero estoy durmiendo! Hubiera sido mejor que me llamara por la mañana -dijo y colgó.Sonó de nuevo el teléfono:-Profesor Feynman, no sé si oyó bienâ?¦-Sí, oí.El profesor desconectó la línea, porque los llamados no cesaban. Quiso volver a dormir. No lo logró. Se puso a pensar si podía rechazar el premio, qué pasaría. Volvió a conectar la línea (era 1965, por cierto, no había celulares). Sonó al instante. Era un periodista, a quien le dijo: "Oye, tengo un problema, así que esto es off the record. No sé cómo salir de este enredo, ¿hay manera de no aceptar el premio?". Hablaron unos veinte minutos, y el periodista le dijo que sería peor no aceptarlo. Colgó, sonó de nuevo, era otro periodista y luego el cónsul de Suecia: había que organizar una recepción por el premio. Él anotó ocho invitados, incluyendo al vecino de enfrente. Cuando vio que las personas anotadas por el cónsul eran como mínimo 300, dijo que no se haría de ningún modo. Y no se hizo.Esa es la narración que hace el propio Richard Feynman de lo que para cualquiera sería el día más glorioso; para él fue una molestia, un incordio, una interrupción en la rutina. Luego llegó, inevitable, el momento de la recepción en Estocolmo, algo que también le molestaba tener que hacer, empezando por la ostentosa vestimenta. Cómo puedo, se preguntaba, agradecer con sinceridad un premio que no quiero. Y, después de pensarlo durante semanas, encontró la fórmula: dijo que él ya había sido premiado, que el verdadero premio era poder investigar y que otros científicos hallaran interesantes sus descubrimientos, que ese era el premio. Pero luego añadió que recibió un pilón de cartas de gente que hacía años que no veía y que lo llenaron de amor. Y por eso también agradeció ante el rey de Suecia. Todo bien, pero, en resumen, el Nobel para él fue ante todo una contrariedad.La única vez que sacó verdadero provecho al Nobel fue en Brasil, donde fue primero como tímido profesor a Río de Janeiro y se quedó varias temporadas, porque le gustaban las fiestas, los tragos, la música, las mujeres y el bullicio.La temporada siguiente a ganar el Nobel, lo invitaron al carnaval de Río como huésped de honor. Iban de scola en scola, lo seguían los fotógrafos (estaba con su esposa Gweneth) todo el tiempo, él estaba feliz. Pero se dio cuenta de que en verdad nadie parecía muy excitado de tenerlos a ellos en esa posición estelar. Entonces se enteró de que habían sido elegidos a último momento tras la deserción de la actriz italiana Gina Lollobrigida, una superestrella.Al ministro de Turismo de Brasil no se le había ocurrido mejor idea que reemplazarla por un físico que había dado clases allí alguna vez y que había aparecido en los diarios por el Nobel unos meses antes. Feynman apunta que fue tan mala la decisión que al ministro tuvieron que echarlo.Como fuera, lo cierto es que habrá algunos más célebres, más influyentes, que hicieron más escuela. Pero es improbable que haya en la historia un físico eminente más festivo que Richard Feynman (1918-1988), ganador del premio Nobel hace exactamente sesenta años, por "su contribución fundamental a la electrodinámica cuántica, con consecuencias profundas para la física de las partículas elementales", según la Academia Sueca. Son famosos sus "diagramas de Feynman", serios y rigurosos gráficos con la representación de las interacciones entre partículas que facilitan los cálculos. Su libro Surely you're joking, Mr Feynman, (traducido como ¿Está usted de broma, Sr Feynman?) con prólogo de Bill Gates, publicado por primera vez hace 40 años, conforma una singular biografía donde se muestra caprichoso y obstinado, pero simultáneamente gracioso y propenso a burlarse y gastarle bromas a sus colegas. Una persona desesperada por divertirse, sea con la ciencia o a costa de otros (su afición a las mujeres le costó una cancelación postmortem).Tocaba el bongóEl testimonio para el libro lo tomó "durante siete años de agradable percusión" Ralph Leighton (que también tomó las historias de What do you care what other people think?, traducido como ¿Qué te importa lo que piensen los demás?, especie de continuación). Y la expresión "agradable percusión" de Leighton no era para nada una metáfora, sino más bien la imagen que quizá más haya trascendido de Feynman: cuando tocaba el bongó, ese instrumento caribeño para llevar el ritmo. La historia de cómo empezó a tocar también es singular. Nacido en Nueva York, no parecía tener aptitudes para una música tan desinhibida como el samba. Pero durante su estadía en Brasil no iba a perderse la experiencia. Como pudieron, le enseñaron a tocar la pandereta; después aprendió a tocar la frigideira, que no es otra cosa que la sartén que se usa como artefacto rítmico en los carnavales. Sin embargo, tanto va el físico a la fuente que al final consiguió ser bueno, o al menos ser admitido, y lo invitaron a formar parte de la scola Farsantes de Copacabana. Pero algo no terminaba de funcionar y, cada tanto el líder, del grupo detenía los ensayos para quejarse: "Es otra vez el norteamericano", entendió que se decía. Feynman, sin embargo, no se amilanó y se entregó a practicar sin cesar, no fue echado e incluso consiguió un lugar destacado en el grupo. Como no podía ser de otro modo, tenía una teoría para su esforzado éxito: "Es como cuando un francoparlante llega a Estados Unidos. Al principio, comete toda clase de errores y apenas se le entiende. Luego sigue practicando hasta que habla bastante bien, e incluso se encuentra un cierto giro delicioso en la forma en que habla, el acento es encantador y es lindo oírlo. Así que debe ser que yo tenía un cierto acento al tocar la frigideira, porque no podría competir con quienes la han tocado durante toda una vida; debe ser un cierto acento tonto. Como sea, me transformé en un exitoso frigideirista".Los años de Los ÁlamosLa rebeldía, esa aura de enfant terrible de Feynman, que no parecía afectada, para nada "devorada por el personaje", sino simplemente su manera de ser, se mostró desnuda durante los años en que formó parte del ultrasecreto Proyecto Manhattan, aquel que puso a las mentes brillantes norteamericanas a diseñar la bomba atómica antes de que los nazis lo consiguieran y volcaran la Segunda Guerra Mundial. Ni aun en ese tenso contexto se calmó el bueno de Feynman. Entonces era apenas un joven físico que había sido convocado por el fervor patriótico en 1941. Primero trabajó en artefactos para dirigir la artillería, nada muy sofisticado. Pero luego la cosa se puso más compleja y estaba de nuevo en Princeton -donde se había doctorado en física- cuando un colega le mencionó que había un trabajo secreto: se buscaba separar los isótopos de uranio para conseguir una bomba. Había gente que trabajaría en la parte práctica del asunto, y gente que lo haría en la parte teórica. Ahí, en esta última, quedó Feynman, in situ, como parte del mencionado proyecto en Los Álamos (Nuevo México), donde conoció a Robert Oppenheimer, de quien habla maravillas. Como el asunto era secreto les pidieron a todos los científicos que fueron desde Princeton, en el noreste del país, hacia el sur en la frontera con México, que no sacaran pasajes de tren directo hacia allí, sino a otros lados para que no se viera tal flujo de mentes y que potenciales espías se confundieran. Cosa que todos lo hicieronâ?¦ menos Feynman, que sacó la cuenta de que si los demás iban a otros lados, que él sacara a Nuevo México no sería problema. Hasta que fue a la estación y la encontró repleta de valijas y bagayos del resto de los investigadores que no habían tomado la precaución de llevar consigo todo el equipaje. "Así que todo esto es suyo", se le rio el boletero. El lugar de destino era, por supuesto, una serie de instalaciones militares, por más que hubiera investigadores que se la pasaran leyendo papers como Feynman, por lo que el ambiente donde convivían decenas de personas era más parecido al de un cuartel, donde mujeres y hombres dormían en lugares separados. El control era tan férreo que se había establecido un sistema de censura de cada carta que saliera del lugar. Quienes enviaban cartas desde Los Álamos aceptaban no cerrar el sobre para que alguien las leyera y las aprobara; las que llegaban, llegaban abiertas. Pero enseguida hubo problemas con Feynman y se sospechó que podía ser un espía: resulta que su familia le enviaba mensajes codificados solamente para que el físico se divirtiera descifrándolos. Motivo que a los militares se les hacía difícil comprender y por lo cual lo interrogaron. Luego, su esposa Arline le escribió mencionando que la incomodaba escribirle sabiendo que su carta sería leída por el censor. Hecho que al militar que leía las cartas le pareció inconveniente. Entonces lo llamó a Feynman y le pidió que Arline no mencionara la existencia del censor o a la censura en sus cartas. El físico obedeció y en su siguiente carta le escribió: "Querida, por favor, no menciones al censor ni a la censura en tus cartas". Declaración que enojó nuevamente al censor y no dejó pasar. Otra vez lo llamó a Feynman al orden, así que en el próximo encuentro real (en un hospital, porque ella tenía una enfermedad que la mataría antes del final de la guerra), él le explicó que no debía hacerlo... y convinieron un código para decirse cosas, algo por cierto fuera de la ley. Tampoco ayudó a evitar su fama de espía el hecho de que se transformara en un experto en abrir cajas de seguridad. Lo hacía un poco con conocimiento matemático y un poco con ese conocimiento práctico que tenía desde que arreglaba radios antes de los diez años para sorpresa de los adultos.El último aporte de Feynman a la causa pública tuvo que ver con la investigación del desastre del Challenger, aquel transbordador espacial que estalló apenas 73 segundos después de despegar de Cabo Cañaveral (en Florida), el 28 de enero de 1986, y que llevaba siete pasajeros, incluyendo famosamente a la maestra Christa McAuliffe, que tenía 37 años. Feynman fue, a regañadientes, como no podía ser de otra manera, a Washington para trabajar en la comisión que investigó el desastre de la NASA. Y fue él quien se dio cuenta de que el problema que causó la tragedia había sido que un remache mal hecho de unos pocos dólares, que derivó en la mezcla de oxígeno e hidrógeno que provocó la explosión. En el medio se peleó con los otros miembros de la comisión, que estaban más sujetos a presiones políticas que un Feynman que buscaba la verdad científica. Sin importarle las consecuencias.
El jefe de Estado volvió a enviar mensajes y criticas de forma críptica en sus discursos
En una jornada colmada de recuerdos y evocaciones, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires homenajeó a dos figuras monumentales de la literatura: Mario Vargas Llosa y Juan José Saer.La sala Victoria Ocampo, en el Pabellón Blanco, fue el escenario de un encuentro íntimo en torno a la figura del autor peruano, fallecido el 14 de abril a los 89 años. En la Zona Futuro del Pabellón Amarillo, en tanto, una maratón de lectura a cargo de destacadas figuras de la cultura y las artes escénicas celebró la vigencia lírica del narrador santafesino a veinte años de su muerte.Recuerdos y anécdotasEn recuerdo de Vargas Llosa, tres voces con vínculos estrechos con el Nobel de Literatura, Juan Cruz Ruiz, Jorge Fernández Díaz y Raúl Tola, entrelazaron recuerdos íntimos y anécdotas que revelaron al escritor detrás de los libros. Fue una conversación íntima de la que no pudieron participar el hijo mayor del escritor, Álvaro, ni su esposa, Patricia Llosa, como estaba previsto, pero que sirvió para repasar su obra, su vocación política y sus amistades y desencuentros con colegas como Julio Cortázar, Juan José Sebreli o Jorge Luis Borges. "Su ausencia en Buenos Aire se hará sentir quizás más que en cualquier otro sitio del mundo", expresó Fernández Díaz, quien evocó las múltiples visitas del autor a la ciudad ("más de 15 veces en los últimos 25 años") y su amor por las librerías de viejo, el puchero y el cine vespertino con su amigo Gerardo Bongiovanni.El vínculo del Nobel con nuestros pagos fue tan literario como visceral, recordó su par argentino: aquí se sintió en casa, fue aplaudido y también interpelado, como en la propia Feria del Libro porteña, muchos años atrás, por su roces y críticas hacia el kirchnerismo.Las amistades del Nobel también dieron lugar a otras historias para el recuerdo. Con Julio Cortázar tuvo una afinidad que sobrevivió al desacuerdo ideológico: "Cada vez que me encontraba con él salía cargado de tesoros", recordó Fernandez Díaz que llegó a decir el escritor. En cambio, con Borges, el encuentro resultó menos afortunado: el autor de "El Aleph" no recibió con agrado que el peruano mencionara las goteras en su departamento cuando lo visitó para entrevistarlo. Más tarde, el argentino habría comentado irónico a un tercero: "Ayer me vino a ver un peruanoâ?¦ debe trabajar en una inmobiliaria", recordó Fernández Díaz.Juan Cruz Ruiz trajo al presente aquel momento en el que el Nobel fue apenas un niño enfrentando la aparición inesperada de su padre, un trauma que terminaría escribiéndose en El pez en el agua. Para el escritor español, ese es su libro más humano, donde el Vargas Llosa escritor se explica como hijo y como hombre. También evocó la conmoción del autor al perder la voz justo cuando se anunció el Nobel: "Tuve la sensación de que era una lesión mayor, del alma".Raúl Tola, colega y compatriota de Vargas Llosa, compartió otros recuerdos personales: "Le hacías una pregunta tonta y respondía con una brillantez inesperada". Contó también cómo una tía suya, escandalizada por el supuesto ateísmo del joven candidato presidencial, lo empujó sin querer a leerlo: "Sus novelas son asquerosas", dijo la mujer sobre la obra de quien demostraba ya entonces que de América latina también brotaba la gran literatura.En el retrato del español no faltaron menciones al vínculo con Gabriel García Márquez. Juan Cruz asegura haber preferido mantenerse ajeno a los detalles de la histórica pelea entre ambos: "Me he negado a saber qué pasó. Prefiero leer lo mucho que escribió sobre su colega". Pese al distanciamiento, Vargas Llosa nunca dejó de admirarlo. Puntualizó Cien años de soledad con un "diez", y con los años lo subrayó de nuevo: "Más que nunca, un diez". Cuando Gabo cayó enfermo, quiso enviarle un telegrama de aliento. Y cuando publicó La fiesta del chivo, fue García Márquez quien pidió que lo felicitaran. Al final, Raúl Tola resumió: "Mario Vargas Llosa fue un hombre de una gran generosidad, y logró convertirse en un clásico de su tiempo".Saer, en voz altaEn la sala Zona Futuro, la tradicional Maratón de lectura tuvo este año como protagonista a Juan José Saer, considerado uno de los narradores más originales y complejos de la literatura argentina. El escritor fue recordado con lecturas musicalizadas al piano de fragmentos de su obra. Participaron del homenaje artistas y escritores como el dramaturgo Mauricio Kartun, las actrices Cristina Banegas, Irina Alonso e Ingrid Pelicori, las escritoras Gloria Peirano y Agustina Bazterrica, el director de cine Gustavo Fontán, y los escritores Martín Kohan, Jorge Fondebrider y Franco Torchia.En una sala abarrotada, durante dos horas, el público pudo sumergirse en pasajes de novelas como El limonero real, El arte de narrar, Glosa y Cicatrices.En esa misma sala, este jueves habrá otra maratón literaria: en este caso, en homenaje a la gran poeta uruguaya Ida Vitale, nacida en Montevideo el 2 de noviembre de 1923.
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Ginebra quedó atada para siempre con las letras y la música argentinas. En el Cementerio de los Reyes (también conocido como de Plainpalais), situado en el corazón de la ciudad, están las tumbas de Jorge Luis Borges y Alberto Ginastera, dos de sus más grandes creadores. A esta parada obligada para todo aquel que quiera rendirles homenaje, habría que añadir una visita al teatro que hace apenas un año volvió a abrir sus puertas, luego de una profunda remodelación: La Cité Bleue, donde otro argentino está dejando una huella profunda dentro de las artes.Nacido en La Plata, Leonardo García Alarcón llegó a Ginebra con apenas 20 años en búsqueda de continuar su formación musical y comenzar una carrera profesional. Actualmente, está calificado como todo un referente de la música barroca en Europa. Gracias a su disciplina, estudio y propuestas innovadoras, y junto a su orquesta Cappella Mediterránea, logró ir conquistando esos espacios. En 2019 fue el artista elegido para dirigir la celebración de los 350 años de la Ópera Nacional de París y de los 30 años de la Ópera de la Bastilla. Esa producción de Las indias galantes, ópera-ballet compuesta en 1735 por Jean-Philippe Rameau, rompió moldes, tuvo un éxito tremendo y les dio a todos sus protagonistas enorme visibilidad.Ludmila Pagliero: "Jamás hubiera podido imaginar la historia que viví: estoy completa"El Premio International Classical Music Awards (ICMA) está considerado como uno de los de mayor renombre dentro del panorama de la música clásica, una especie de "Nobel musical" con el que han sido distinguidos artistas de la talla de Martha Argerich, Claudio Abbado y Krzysztof Penderecki, entre otros. Este 2025, la categoría "Artista del año" recayó en Leonardo García Alarcón, otorgándole así un inmenso reconocimiento a lo que ha sido toda su carrera. La entrega fue en la Tonhalle de Düsseldorf, la gran sala de conciertos de esa ciudad alemana en la que tanto Mendelssohn como Schumann ejercieron en su tiempo como directores musicales.-¿Qué sentiste al saber que habías ganado ese premio tan prestigioso?-Cuando llamaron a comunicármelo fue como revivir todas las épocas de mi vida sintetizadas en un minuto. Creo que a mis 48 años todavía no era el momento, hubiera querido recibirlo más adelante porque siento que todavía estoy empezando a construir. La apertura del teatro de Ginebra apenas celebra su primer aniversario y hay mucho trabajo por hacer. Para mí, que siempre estoy como en un eterno comenzar, este premio me permite frenar y observar a mi alrededor para analizar la razón por la cual, habiendo tantos artistas, los críticos hayan decidido dármelo a mí.-¿Y encontraste la respuesta?-Es muy difícil saber el porqué, pienso que será que habrá algo diferente en mis propuestas. Yo lo asocio a la fuerza que traje de la Argentina y que intento mantener. Puede que sea por mi empeño en renovar las partituras de música antigua para que parezcan nuevas o también mi apertura respecto a las otras artes, para integrar el teatro, la danza y la poesía. Algo que siempre me apasionó y que también heredo de mi país. El músico en Europa, sobre todo los especialistas en el Barroco, es alguien que preserva un espacio casi de museo, y a mí me gusta lo contrario. Siempre que hago obras antiguas, la prensa dice que parecen obras contemporáneas. Tal vez no tenga que ser yo la persona que pueda describirlo, pero lo que sí sé es que es un gran honor recibir y compartir el premio con todos los que me han precedido.-¿Este premio conlleva algún peso u obligación extra como músico?-Por supuesto. Y de alguna manera refuerza mi convicción sobre lo que vengo haciendo en el teatro en Ginebra. Es algo que dará que hablar, en el buen sentido. Generalmente las casas de ópera nos invitan de últimos a la cena, cuando todo está ya decidido. En cambio, en La Cité Bleue voy a buscar al músico para preguntarle cuál es el sueño que quisiera realizar y eso, aunque no se pueda creer, causa mucho miedo. El músico está acostumbrado a trabajar con la certeza de la partitura y yo quiero proponer libertad para la creación.-¿Cómo fue la entrega de los premios?-Se celebró un gran concierto donde varios directores estuvimos al frente de la Orquesta Sinfónica de Düsseldorf. Participaron todos los galardonados y coincidieron grandes cantantes y los mejores instrumentistas. Yo elegí dirigir Música para los reales fuegos artificiales, de Händel. La música más extraordinaria para una ocasión festiva.Años de formación y consagraciónLeonardo García Alarcón supo que no habría vuelta atrás desde el momento en el que escuchó a Bach por primera vez en un casete que acompañaba el folleto de la Enciclopedia Grandes compositores de Salvat que le regaló su abuela. Por eso comenzó a estudiar música de manera particular y luego hizo el bachillerato de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Un tiempo después, en el Teatro Colón, conoció al gran clavecinista brasileño Nicolau de Figueiredo, quien le aconsejó viajar a Europa a continuar sus estudios.-¿Cómo lo lograste?-Mi artista favorita era Christiane Jaccottet, gran clavecinista, a la que conocí a través de los discos y casetes que me regalaba mi abuela. Yo soñaba poder estudiar con ella. Cuando me enteré de que había un lugar para su clase, decidí viajar a tomar el examen. Con muy poco dinero y pensando que estaría solo un mes, partí a Europa. Éramos más de 20 personas concursando para ese único puesto y, tres días después de rendir el examen, recibo una carta diciendo que había sido el elegido y que estaba admitido en el Conservatorio de Ginebra. Fue maravilloso, no solo estudiaría con la mejor, sino que también viviría en Suiza, país al que admiraba por todo lo que había hecho por la música antigua.-¿Se te hizo difícil costearte la vida en Ginebra?-Algunos argentinos empezaron a ayudarme dándome trabajo para tocar el clave y el órgano en algunos conciertos sinfónico-corales. También acompañaba a cantantes y así me empezaron a llamar del Gran Teatro de Ginebra. Conocí a Gabriel Garrido, gran director de música barroca y profesor del conservatorio, quien me recibió en el Ensemble Elyma. Con ellos empecé a recorrer el mundo, tocando Monteverdi y música barroca latinoamericana, hasta que formé nuestra Cappella Mediterránea.-En toda carrera hay hitos que constituyen momentos bisagras. ¿Podés nombrar los tuyos?-La creación de nuestra orquesta Cappella Mediterránea, oficialmente fundada en 2005, es uno importantísimo. Ese año nos invitaron como artistas residentes al Festival de Ambronay (el más prestigioso de música barroca) y comenzamos a grabar discos. Y cuando uno comienza a grabar en Francia, de inmediato se hace conocido en todo el mercado europeo porque las críticas francesas son las más leídas. Pasamos a ser muy queridos y las diferentes casas de ópera de Europa empezaron a llamarnos. Fuimos construyendo una relación maravillosa con directores de escena y coreógrafos porque siempre he tenido un gran vínculo con la danza (mi hermana era bailarina estrella en Alemania). "A lo largo de estos años hemos trabajado con grandes nombres como Angelin Preljocaj, Sasha Waltz, Bintou Dembélé, entre otros. Otro momento trascendental, también en 2005, fue mi nombramiento como profesor del Conservatorio de Ginebra. Me dieron una cátedra nueva, instructor de Maestro al Cembalo, que consiste en la dirección desde el clave. A partir de allí daba por terminada mi etapa estudiantil y oficialmente podía quedarme en Europa. Luego, en 2010 vino mi asignación como director del Coro de Cámara de Namur. "Allí comenzó mi relación con esa agrupación que me ha seguido en casi todas las casas de ópera del mundo. Son todos excelentes cantantes y además grandes bailarines. Con ellos dirigí por primera vez en el Festival de Aix-en-Provence en 2013 y luego, en 2016, en la Ópera de París. Siguió Scala de Milán, Ópera de Viena, Teatro Real de Madrid, Carnegie Hall y no hemos parado".-Fuiste seleccionado director musical para la producción que celebraba los 350 años de la Ópera Nacional de París, ¿qué representó esto para vos?-La presentación de Las indias galantes para esa celebración constituyó una verdadera revolución que no fue solamente musical, sino también social. Es algo que todavía sigue resonando. El hecho de haber llevado las danzas urbanas en contacto con la música barroca resultó la realización de un sueño. Hemos decidido volver a hacerla y, por eso, este año la presentaremos de nuevo en París y también en San Pablo, en La Scala de Milán y en el Teatro Real de Madrid.Un arqueólogo musicalHay múltiples facetas conviviendo en simultáneo en Leonardo García Alarcón: clavecinista, director, compositor y recopilador. Cada una de las historias de sus descubrimientos musicales son fascinantes. Actualmente trabaja en una obra que encontró en la Biblioteca Nacional de Francia escrita por una mujer compositora llamada Antonia Bembo, que fue alumna de Francesco Cavalli. Fue un encargo de Luis XIV y nunca se hizo, porque en 1715, cuando estaban programándola, tanto la compositora como el rey fallecieron. Después de presentársela al director de la Ópera de París tendrá finalmente su estreno, tres siglos después, en 2026.-La crítica destaca tu capacidad de hacer contemporáneo el lenguaje musical barroco. ¿Cómo traés la música antigua a la actualidad?-Desde muy niño mi papá nos cantaba canciones compuestas por él, eran una especie de madrigales y describían algo que estaba pasando. Eso es solo un ejemplo de por qué, para mí, la música y la poesía siempre han sido un hecho actual. Para mí la música antigua no existe, en el sentido de que la música que se toca es moderna. Me gusta imaginar la fuerza de un Bach o de un Monteverdi como si estuvieran vivos y encontrar las similitudes emocionales entre nosotros y ellos. "Es importante recordar que hay más cosas en común, entre un ser humano de hace 400 años y nosotros, que diferencias. Por más que el mundo haya cambiado, seguimos sufriendo por las mismas cosas: la guerra, el abandono, la muerte. Seguimos amando, seguimos teniendo esperanza, seguimos queriendo dar vida. Por eso, no me interesa tener esa distancia del conservador de museo, en eso no estoy de acuerdo. Sin embargo, soy muy amigo de grandes musicólogos que me ayudan muchísimo, pero en el momento de crear y resucitar a un compositor escucho otros parámetros".-Un argentino descifrando y dando a conocer música europea antigua tiene que haber despertado cierto recelo. ¿Han sentido envidia por tu éxito?-No puedo negar que ha habido personas que consideran que vine a invadir un terreno que no me corresponde. Y tengo que recordarles que Barenboim, uno de los mejores wagnerianos, es argentino, y lo mismo pasa con Martha Argerich. Tuve que pagar un derecho de piso cuando una parte de la crítica no entendía por qué un chico venía a modernizar y a hacer más comprensible el lenguaje musical barroco. Yo lo que busco es que ese arte selecto sea popular y eso me hizo ganar enemigos al principio. Viví momentos difíciles en donde hubo personas que se opusieron a mi lenguaje estético solo por mi origen. No saben que no solo el arte es universal, sino que en nuestro país también existe una cultura musical absolutamente extraordinaria. Trato de recordarles que la primera transmisión radial que se hizo en la Argentina fue en 1920 con la ópera Parsifal de Wagner. Cuando uno explica eso en Europa, muchas personas no reaccionan de la mejor manera. Pero nunca me detuve mucho tiempo en eso.Ginebra y La Cité BleueJunto a su esposa, la soprano Mariana Flores, y sus dos hijos, Francisco y Lucía, el director argentino ha hecho de la ciudad de Ginebra su hogar. Allí, en la frontera francesa, al lado de una montaña, viven en una antigua granja que reformaron y junto a la cual construyeron un estudio de grabación y lugar de residencia para artistas. Ese lugar, rodeado de campos y bosques, de alguna manera logra también conectarlo con su Argentina natal.-¿Qué significa Ginebra para vos?-Después de Tolosa, en La Plata, Ginebra es mi segundo amor. Es el lugar donde me siento bien cuando llego de viaje. Allí nacieron nuestros hijos, dos chicos que conviven con la música de una manera absolutamente natural. Mezclan Beyoncé con Chopin y no saben cuál es antigua y cuál moderna. Como decía Borges, y yo pienso igual, Ginebra es el lugar más propicio para la felicidad. Es cierto que hay mucha calma, pero esa misma calma también da pie a la creación. Casi te diría que es el ideal utópico para una persona que viene de la Argentina, en donde uno no sabe qué va a pasar dentro de dos minutos. "Yo igual sigo manteniendo esa fuerza del argentino que puede adaptar su metodología de acuerdo con lo que se enfrenta. Este es un lugar para poder concretar sueños porque un suizo no soporta lo que no está acabado. Pero, sobre todo, Ginebra es un lugar de naciones unidas. Mi teatro, La Cité Bleue, está justo en la Ciudad Universitaria, en la cual hay estudiantes de 150 nacionalidades diferentes. Todos conviviendo. Es un pequeño mundo soñado en el cual los lugares extremos se pueden reunir a dialogar".-Se cumplió un año de la apertura de La Cité Bleue, un teatro que estaba en tus sueños y que lograste concretar. ¿Qué balance hacés?-Abrimos algo que cambió el panorama de la ciudad. En Ginebra hay lugares específicos para escuchar un concierto o ver una ópera, pero con La Cité Bleue la gente descubrió que podía vivir una experiencia sensorial nueva. Gracias al sistema que tenemos, único en el mundo, podés cerrar los ojos y experimentar la acústica que existe en Notre Dame de París, pasar a la del Concertgebouw de Ámsterdam y luego a la del Teatro Colón de Buenos Aires. Yo sabía que este sistema electroacústico, desarrollado en Los Ángeles sería milagroso, pero no hasta este punto. Estamos logrando lo que Stockhausen predicaba en los años 70: romper la manera frontal de comunicar al público. El teatro nuestro es un octógono y los músicos pueden salir de cualquier lugar. Las fosas se mueven a diferentes niveles y eso no lo hace ningún otro teatro. Es una experiencia que va más allá del concierto tradicional.-Imagino que recibís muchas propuestas de lugares prestigiosos, ¿podés compaginarlas con tu labor al frente de La Cité Bleue?-Ahora más que nunca estoy eligiendo lo que realmente quiero hacer y cuáles son las prioridades, tanto para mí como para Cappella Mediterránea. Nos estamos concentrando en lo que creamos para el teatro, para luego con esto, planificar una tournée. He tenido que renunciar a cosas que jamás hubiese imaginado que iba a decir que no, pero con La Cité Bleue tengo una nueva manera de medir el tiempo. Siento que ahora está floreciendo todo lo que tenía guardado en un cajoncito desde que llegué a Europa. Este teatro es un libro abierto, algo que me resulta a veces difícil de creer. De alguna manera pienso que este premio que me dan es para el Leonardo de antes del teatro, para todo lo que hizo con las orquestas, las óperas y los discos, y que ahora le sirve de estímulo para todo lo que va a realizar en este lugar.-La restauración de La Cité Bleue fue posible gracias al aporte de una importante fundación. ¿Es primordial el mecenazgo para desarrollar las artes?-Últimamente he tomado más conciencia de los diferentes puntos de vista respecto al mecenazgo. En Europa, en donde las monarquías eran las que sostenían las artes, esto todavía no se ha solucionado. Personalmente admiro al sistema suizo, en el cual el Estado se compromete a ayudar a las manifestaciones artísticas populares, las que alcanzan a muchas personas, como por ejemplo los coros amateurs. Y en simultáneo están las fundaciones privadas que, recibiendo incentivos fiscales, pueden de esta manera ayudar a cantidad de proyectos artísticos. La gente dirá: es muy fácil, Suiza es un país muy rico. Yo les recuerdo que hace un siglo la Argentina era mucha más rica que Suiza, así que todo es relativo. Lo que sí está claro es que sin incentivos fiscales las empresas privadas no se comprometen a ayudar a las artes. También están quienes, como Calouste Gulbenkian, con su fundación en Lisboa, o Hans Wilsdorf, de la Fundación Rolex, han decidido que todo su dinero sea utilizado en las artes y la ciencia en el territorio que a ellos les dio todo. O lo que sucede en los Estados Unidos con todas las fundaciones que ayudan a las grandes universidades.-¿Podrá pasar esto en la Argentina?-Hasta que no exista una verdadera Ley de Mecenazgo, la cultura no va a poder beneficiarse. Sueño que cada uno de los teatros italianos del interior de la Argentina, que son verdaderas joyas, puedan resucitar gracias a la ayuda de mecenas locales. Pero para eso tiene que haber una reforma tributaria que ayude. Y que, además, se cree un sistema de siete personas, que no necesariamente compartan ideología política, pero sí que busquen impulsar las artes y la ciencia para que la ayuda llegue de manera permanente y se pueda planificar a largo plazo.La Argentina en su futuroSi se piensa en lo alto que ha dejado el nombre de la Argentina, es difícil explicarse la poca presencia que Leonardo García Alarcón tiene dentro de la programación de las diferentes temporadas artísticas. Sus visitas serían una manera de que el público local fuese testigo de lo que sucede con su trabajo en Europa. Todo lo que ha logrado ha sido lejos de su país y el hecho de no poder disfrutar de sus propuestas crea una especie de vacío artístico.-¿Es posible dar vuelta a esta situación?-No puedo dejar de soñar con reencuentros frecuentes con el público argentino y sé que éste también es el deseo de los músicos argentinos de mi orquesta. Estoy eternamente agradecido con el Mozarteum por haberme dado la oportunidad en 2017 de presentarme junto a Cappella Mediterránea en dos conciertos inolvidables. También con el Teatro Colón por haberme invitado en 2023 para hacer los Pecados capitales de Monteverdi. Pero quisiéramos ir mucho más y lograr un programa artístico a largo plazo. De la misma manera en que yo puedo ser artista asociado a la Fundación Calouste Gulbenkian o a la Ópera de París. Pudimos programar Las indias galantes con Brasil, pero lamentablemente no con la Argentina. Quiero volver para interpretar mi Pasión argentina.-¿En qué consiste?-En 2022, en homenaje a Borges, escribí una Pasión sobre el Evangelio de Judas, un evangelio apócrifo encontrado en 1976. Principalmente lo que hice fue trabajar un material antiguo y volverlo contemporáneo. Es una obra coral que tiene su punto de partida con un Bach que está perdido en el Buenos Aires de 2027. Quiere entrar a la Catedral, pero no se lo permiten, entonces termina en el Café Tortoni, donde le ofrecen un bandoneón y allí comienza una historia fantástica donde Borges lo lleva a recorrer toda la historia de la música.
a vida política del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa tuvo de todo. Según relató él mismo en su autobiografía, fue nieto de un prefecto, alguna vez organizó una huelga en su colegio y militó en una célula comunista durante sus años universitarios. Luego, fue escritor de discursos para un candidato, trabajador del Congreso y, en más de una ocasión, le ofrecieron ser ministro de Estado. En lo ideológico, pasó de ser simpatizante a opositor del socialismo, hasta establecerse como un connotado liberal. Sin embargo, el episodio que lo marcó fue su liderazgo del Fredemo en los últimos años del primer gobierno de Alan García y su posterior postulación presidencial en 1990. Todo ello enarbolando una ideología liberal y la defensa del libre mercado como principales estandartes. Si bien su candidatura fue derrotada por el "tsunami Fujimori", su apuesta por el liberalismo tuvo eco en las décadas siguientes.Su inquietud por la política nació en 1952, cuando organizó una huelga escolarLa obra de Vargas Llosa, fallecido el domingo en Lima a los 89 años, abordó desde su génesis los problemas del poder. En particular, los del Perú de mediados del siglo XX, donde están ambientados sus primeros cuentos y novelas. De hecho, cuando ganó el Nobel de Literatura lo hizo por "su cartografía de las estructuras de poder y su mordaz retrato de la resistencia individual, la sublevación y la derrota". Su biografía evidencia una larga y mutante relación con la herramienta con la que se ejerce el poder: la política.Según narró en su libro de memorias, El pez en el agua (1993), fue durante su infancia en Piura cuando comenzó a sentir "los ramalazos de la vida cívica". Por entonces el presidente era José Luis Bustamante y Rivero, primo de su abuelo Pedro Llosa, prefecto de la ciudad norteña. "Los malos eran los apristas, que habían traicionado al tío José Luis y le estaban haciendo la vida imposible allá en Lima", escribió. El golpe de Manuel Odría contra Bustamante en 1948 lo encontró en Lima, adonde se había mudado luego de que su padre y su madre retomaron su relación. Según cuenta, su padre celebró el golpe ante "la cara tristona" de su madre. Dos décadas después, el régimen odriísta sirvió como escenario de una de sus obras maestras, Conversación en La Catedral (1969). También fue por esos años que ingresó al colegio militar Leoncio Prado, por orden de su padre. Su estancia inspiraría luego su primera novela, La ciudad y los perros (1963).Una primera huelgaSu estancia en el colegio militar le demostraría que Perú era "una sociedad muy distinta de aquella, pequeñita, delimitada por las fronteras de la clase media, en la que hasta entonces viví". Pero la "inquietud" por la política entraría en su vida en 1952, cuando organizó una frustrada huelga escolar contra la decisión del director de su colegio en Piura de tomarles exámenes de improviso. "En ese año la política entró en mi vida al galope y con el idealismo y la confusión con que suele irrumpir en un joven", contó.Fue allí donde tomó conciencia de que "el Perú era un país de feroces contrastes, de millones de gentes pobres y de apenas un puñado de peruanos que vivían de manera confortable y decente, y de que los pobres -indios, cholos y negros- eran, además de explotados, despreciados por los ricos, gran parte de los cuales eran blancos". También se convenció de que "aquella injusticia debía cambiar y que ese cambio pasaba por eso que se llamaba la izquierda, el socialismo, la revolución". En ese contexto ingresó a la Universidad de San Marcos.Vargas Llosa inició sus estudios en La Decana, entonces alojada en la histórica casona del Parque Universitario, en 1953, todavía bajo la dictadura de Odría. Allí se sumó al grupo Cahuide, "nombre con el que trataba de reconstruirse en la clandestinidad el Partido Comunista". Eventualmente, para la militancia, tomaría el nombre de "camarada Alberto". Desde allí, nuevamente, tuvo como rival político al Partido Aprista.Vargas Llosa quería modernizar Perú tras el fracaso del estatismo Su militancia duró "un año y pico", en que sus "proezas revolucionarias fueron escasas". Se alejó del grupo "aburrido por la inanidad de lo que hacíamos" y desilusionado de los dogmas marxistas. "Había en mi manera de ser -en mi individualismo, en mi creciente vocación por escribir y en mi naturaleza díscola- una incapacidad visceral para ser ese militante revolucionario paciente, incansable, dócil, esclavo de la organización", escribió. Sin embargo, aún se identificaba con la izquierda y se oponía a la dictadura odriísta, que cayó en 1956.Para 1956, en las primeras elecciones democráticas tras el gobierno de Odría, trabajó escribiendo discursos para el candidato Hernando de Lavalle, de la Unidad Nacional y Convivencia Democrática. Lo hizo junto al historiador Pablo Macera y por intermedio de Raúl Porras Barrenechea, uno de sus mentores en San Marcos. Esas elecciones serían ganadas por Manuel Prado Ugarteche, pero también llevaron a que Porras Barrenechea fuera elegido para el Senado y a que le diera un puesto de trabajo allí. Sí, Vargas Llosa fue trabajador del Congreso.Así lo cuenta el novelista: "El cargo era teórico, porque, como ayudantes de Porras, seguíamos trabajando con él en su casa, en la investigación histórica, y solo pasábamos por el Congreso los fines de mes a cobrar el modesto salario. A los seis meses, Porras nos advirtió a Carlos Araníbar y a mí que nuestros cargos habían sido suprimidos. Ese medio año fue mi primera y última experiencia de funcionario público". Vargas Llosa se fue a Europa en 1958, donde sería parte del fenómeno editorial del boom latinoamericano. Desde allí, como la mayoría de intelectuales de la época, miró con admiración la revolución cubana y los primeros años del castrismo. Incluso visitó la isla y fue jurado del Premio Casa de las Américas en 1965. Pero la admiración se convirtió pronto en decepción y luego en oposición: el punto de quiebre fue el encarcelamiento del poeta cubano Heberto Padilla en 1967, que marcaría su distanciamiento del régimen cubano.En relación con la política peruana, reveló que votó por Fernando Belaúnde Terry en 1962, 1963 y 1980. Sobre la dictadura militar, envió una carta abierta en 1975 a Juan Velasco por el cierre de la revista Caretas, donde "con la misma firmeza que he aplaudido todas las reformas revolucionarias", rechazó la "política autoritaria" de expropiación de medios de comunicación. Luego, en El pez en el agua, afirmó que las reformas velasquistas convirtieron "al pobre país que era entonces el Perú en el pobrísimo" que era a inicios de los noventa.Ya en los años ochenta, Vargas Llosa había abrazado el liberalismo social y económico. Un factor detrás de este cambio fue su interés por asuntos económicos luego de su "desencanto con el marxismo y el socialismo". El escritor aún no se animaba a dar el salto a la política. Según contó, en esa misma década rechazó ofertas del presidente Belaúnde para ser primer ministro, canciller, ministro de Educación, embajador en el Reino Unido y en Estados Unidos y para postularse a la presidencia en 1985.Por la presidenciaTodo cambió en julio de 1987. El anuncio de Alan García de su intención de estatizar la banca se convirtió en el punto de partida para el episodio más importante de su vida política: su candidatura presidencial. Su oposición a ese anuncio se plasmó días después, el 2 de agosto, en un artículo para El Comercio titulado "Hacia el Perú totalitario". El 21 de agosto de ese año, el escritor lideró el Encuentro por la Libertad en la Plaza San Martín. Para Vargas Llosa, esa masiva manifestación fue el factor decisivo para que el intento de estatización fracasara: "Abrió las puertas de la vida política peruana a un pensamiento liberal que hasta entonces carecía de presencia pública" y "echó las bases" para su candidatura presidencial y para el Movimiento Libertad. En sus memorias, Vargas Llosa da dos motivos centrales para su decisión de entrar en política: el gusto por vivir una aventura y una "obligación moral" de conducir al Perú a una "modernización" luego del fracaso de políticas estatistas. Para ello, se alió con el PPC y Acción Popular, y con sus respectivos líderes: Luis Bedoya y Fernando Belaúnde. Luego concluyó que esa unión con dos partidos tradicionales fue un error.Si bien era el favorito, terminó siendo derrotado por un entonces desconocido Alberto Fujimori. En sus memorias, el novelista atribuye su derrota a varios factores. "Tuve mucha responsabilidad en el fracaso, por centrar toda la campaña en la defensa de un programa de gobierno, descuidar los aspectos exclusivamente políticos, denotar intransigencia y mantener, de principio a fin, una transparencia de propósitos que me volvió vulnerable a los ataques y a las operaciones de descrédito, y que asustó a muchos de mis iniciales partidarios".Intrigas y conspiracionesA lo largo de El pez en el agua, Vargas Llosa señala otros factores de su derrota: la inexperiencia política de sus partidarios, la falta de coherencia de su alianza electoral, la excesiva publicidad de sus candidatos al Congreso y la férrea oposición de la izquierda y el Apra, entonces partido de gobierno. De esos años, el novelista concluyó que la política consiste "casi exclusivamente de maniobras, intrigas, conspiraciones, pactos, paranoias, traiciones, mucho cálculo, no poco cinismo y toda clase de malabares".Vargas Llosa también cuenta que pensó renunciar a su candidatura luego de los resultados de la primera vuelta, que lo obligaba a ir una segunda vuelta con Fujimori. Incluso cuenta que se reunió con él en su casa para comunicarle su decisión. Finalmente, tras largas conversaciones con su círculo más cercano y una visita del cardenal Augusto Vargas Alzamora, retrocedió y decidió seguir adelante con su campaña. Pese a los cambios en su campaña para la segunda vuelta, el candidato no pudo cambiar el resultado que él mismo había anticipado. El 10 de junio, Alberto Fujimori ganó la segunda vuelta con el 62% de los votos frente al 37% de Vargas Llosa. Si bien siguió siendo la principal figura intelectual del Perú y sus opiniones políticas tuvieron peso y difusión durante el régimen fujimorista (que terminaría aplicando su plan económico) y en todas las elecciones presidenciales posteriores, luego de ese día el Vargas Llosa político se jubiló."Solo un grupito de amigos del Movimiento Libertad y de Acción Solidaria averiguaron la hora de nuestra partida y aparecieron al pie del avión en que Patricia y yo nos embarcamos a Europa, la mañana del 13 de junio de 1990 -escribió-. Cuando el aparato emprendió vuelo [...] y nos quedamos rodeados solo de cielo azul, pensé que esta partida se parecía a la de 1958, que había marcado de manera tan nítida el fin de una etapa de mi vida y el inicio de otra, en la que la literatura pasó a ocupar el lugar central".
En octubre pasado, el académico británico estadounidense Simon Johnson, profesor de la Escuela de Administración Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), fue reconocido con el Nobel de Economía por sus estudios sobre la desigualdad de las naciones. El premio fue compartido con otros dos economistas: su colega estadounidense de origen turco Daron Acemoglu, también de MIT, y el británico James A. Robinson, de la Universidad de Chicago.Un año antes, en 2023, Johnson y Acemoglu habían escrito Poder y progreso: nuestra lucha milenaria por la tecnología y la prosperidad, un libro en el que analizaron cómo los avances tecnológicos de los últimos 1000 años beneficiaron históricamente a las élites. En la obra explican cómo los avances tecnológicos pueden convertirse en herramientas empoderadoras, advierten sobre las consecuencias de depender de la inteligencia artificial (IA) y enfatizan la necesidad de reformular la innovación para fomentar la prosperidad compartida.En medio de un juicio antimonopolio contra la empresa de Mark Zuckerberg -dueña de Facebook, WhatsApp e Instagram- a vender una de sus partes, BBC Mundo conversó con Johnson sobre el poder de la IA y las grandes empresas tecnológicas como Meta, Apple, Amazon, Microsoft, Alphabet (Google). Y de posibles formas de limitarlo.â??¿Tuvimos alguna vez en la historia de la humanidad empresas tan poderosas como las grandes tecnológicas de hoy?â??En Estados Unidos tuvimos empresas muy poderosas en algunos momentos del pasado, incluyendo a finales del siglo XIX durante el período de los llamados Robber Barons (Barones Ladrones). Pero, creo que el poder de las grandes tecnológicas hoy en día, al combinar poder industrial y poder sobre la información, es al menos tan fuerte como en el 1900, y podría decirse que incluso más. Las grandes tecnológicas tienen un gran alcance. Afectan directamente a muchas actividades comerciales y también impactan cómo recibimos y procesamos la información, lo cual es fundamental para la democracia.â??¿Qué es lo que hace a estas grandes tecnológicas tan poderosas?â??Creo que es el hecho de que estas tecnologías están arraigadas en nuestras vidas y no podemos vivir sin ellas, como los motores de búsqueda o redes sociales. Mira, por ejemplo, a mucha gente no le gusta Elon Musk ahora mismo y prefiere evitar sus productos. Y quizá no compren Tesla, pero muchos usan X, antes conocido como Twitter, porque sienten que no hay alternativa.Así que estas empresas establecen monopolios de facto y entonces la gente siente que no puede vivir sin ese monopolio. Ahora prácticamente las mismas empresas estarán a la vanguardia del despliegue de la inteligencia artificial, lo que les otorgará una nueva dimensión de poder.â??¿Es el desarrollo de la IA algo bueno o malo para la humanidad?â??Está por verse. Si vamos en cierta dirección, podría ser muy beneficioso para la humanidad. Pero, si vamos en otras direcciones podría ser extremadamente problemático. Así que el libro [Poder y progreso] trata de animar a la gente a comprender y reflexionar sobre esas decisiones.â??¿Cuáles son estas medidas que se pueden o deben tomar para que la IA sea beneficiosa y no perjudicial para la humanidad?â??Bueno, propusimos muchas ideas en 2023, cuando publicamos el libro, y algunas de ellas se debatieron ampliamente en 2024. Pero, honestamente, el actual gobierno de Trump no las está adoptando porque sobre todo favorece que las empresas hagan lo que quieran.Se podrían hacer muchas cosas para impulsar el desarrollo de tecnologías que sean más pro trabajador, que mejoren sus capacidades en lugar de desplazarlos. Es la dirección de la invención la que se puede cambiar mediante subsidios gubernamentales, programas, concursos, estableciendo estándares; muchas cosas que se podrían hacer. Pero, no creo que se vayan a implementar. Al menos no este año.â??¿Podrían hacerse estos cambios a través de las leyes?â??Las restricciones legales, como en Europa, para cerrar y prohibir cosas, son muy difíciles de aplicar en el EE.UU. actual. Por otra parte, en Europa impusieron restricciones, pero también dificultaron el desarrollo de la tecnología. Y lo que creemos es que hay que participar en su desarrollo, porque si dejas que otros la desarrollen se hará de forma perjudicial y entonces tus consumidores podrían optar por usarla de todos modos y habrá consecuencias negativas. Así que, para participar en la negociación hay que estar inventando, y los europeos se quedaron atrás en cuanto a la invención.â??Como mencionaste antes, una de las grandes preocupaciones que hay sobre la IA es la pérdida en las fuentes de trabajo. Otros dicen que las nuevas tecnologías siempre generan nuevos empleos y de mejor calidad. Estudiaste mil años de tecnología, ¿cuál es tu postura al respecto?â??Bueno, hay un famoso chiste que dice que la gente esperaba que la próxima generación de máquinas lavara su ropa sucia para poder dedicar más tiempo a ser creativo, escribiendo y pintando. Y resulta que la IA quiere escribir y pintar, pero vos aún tenés que lavar tu ropa. Creo que es una respuesta bastante simple y directa. Mirá, toda máquina física y algoritmo desplaza gente cuando se introduce. Son formas de automatización. La pregunta para el mercado laboral es: ¿se están creando también nuevas tareas, cosas nuevas para que los humanos hagan, cosas que antes no hacían?Esa es la misma pregunta que siempre nos hicimos sobre las nuevas tecnologías y, en el caso de la IA, aún está por verse. Pero, todo indica que habrá mucha automatización. Así que más vale que se creen muchas tareas nuevas para equilibrar eso. De lo contrario, tendremos un problema.â??También existe el contraargumento de que la IA nos permitirá ser más ricos como sociedad y que podríamos introducir una renta básica universal para que todos tengan cubiertas sus necesidades básicas.â??Mirá, no me opongo a ser tan ricos que podamos ir a escalar, esquiar o pasear en barco todo el día. Me parecería bien. Pero, sinceramente, no estamos ante una tecnología que aumente tanto la productividad, lo que significa que el pastel no crecerá tanto. No será suficiente como para que todos vivan con un alto nivel de vida con la llamada renta básica universal. Eso es solo una quimera. O tal vez sea más que una quimera. Quizás sea una ilusión creada para mantenerte dispuesto a participar en una gran disrupción económica. Ya veremos.â??Sobre las plataformas de redes sociales hay quienes sostienen que están ayudando a democratizar la información que antes quizás estaba exclusivamente en manos de las élites políticas. ¿Qué opinas?â??Bueno, esa era la promesa original de internet. Y, por supuesto, se consideró que las redes sociales desempeñaron un papel positivo en la Primavera Árabe de principios de la década de 2010, por ejemplo. Pero, creo que más recientemente nos dimos cuenta de que hay mucha manipulación. Hay mucha búsqueda de la atención de la gente para obtener ingresos por publicidad digital, y eso perjudica la capacidad de las personas para pensar y procesar por sí mismas. Perjudica a los niños y, en general, crea formas de adicción que son bastante perjudiciales para la sociedad y para la democracia.â??En tu libro propones que las grandes empresas tecnológicas se dividan. ¿Cómo funcionaría eso?â??Bueno, era algo que se estaba debatiendo y todavía podría suceder. (Nota de redacción: la entrevista se realizó antes de que comenzara el juicio antimonopolio de la Comisión Federal de Comercio contra Meta, en Washington, el 14 de abril). Las empresas se podrían dividir en diferentes servicios. Se podría separar a WhatsApp de Facebook, por ejemplo. Eso no sería tan difícil y no perjudicaría la funcionalidad del producto.Habría que preguntarse si eso es suficiente. También creemos que se las debería alejar del modelo de la publicidad digital, porque esa es una gran causa del problema. O sea que quizás habría que hacer eso además de dividir a las empresas.â??Cuando decís dividirlas se refiere a entregarlas a diferentes dueños. ¿Esto se ha hecho en el pasado?â??Sí, Standard Oil fue obligada a disolverse en 34 empresas diferentes, la mayoría de las cuales tuvieron mucho éxito, y el valor de las acciones subió cuando se dividió. Así que no fue una medida contra los accionistas ni contra la empresa privada. Se trataba de evitar que Standard Oil abusara de los clientes por su posición dominante y distorsionara el mercado.â??Supongo que hubo una gran resistencia a su división en ese momento.â??Por supuesto que sí. Quiero decir, los dueños de estas empresas nunca aceptarán las propuestas. Pero fue algo bueno para el resto de la economía.â??Dijiste que uno de los principales problemas es la publicidad digital. Creo que fue el especialista en ética tecnológica Tristan Harris quien dijo que, si no pagas por un producto, tú eres el producto. ¿Puedes explicar cómo funciona el modelo actual y por qué lo consideras tan peligroso?â??La forma en que funciona la publicidad digital es mantener tu atención. Es como los avisos de la televisión: quieren mostrarte cosas que te involucren emocionalmente, para que no cambies de canal, no dejes la tele para ir al baño, por ejemplo. Pero, los celulares y el software alcanzaron un mayor nivel de actividad y una segmentación más precisa de las personas. Utilizan tu feedback y rastrean lo que hacés. Saben cuándo apartas la mirada, cuándo te cambias de sitio. Se volvieron muy buenos manipulando tus emociones. ¿Y cómo mantengo tu atención? Haciendo que te enojes. Te involucran en la narrativa. Buscan que sientas miedo, horror, cosas así. Y eso se convierte en una manipulación emocional bastante extrema.Ahora, con suerte, vos y yo podemos lidiar con eso. Dejás el teléfono, te alejás, salís a caminar. Pero, muchos adolescentes la pasan mal. Y dentro de la democracia, creo que eso alimenta la polarización. Puedes enfadar a la gente. Quieres hacer enojar a la gente para mantenerlas enganchadas porque obtienes más dinero de la publicidad digital cuando están enojados.â??¿Y qué propones en su lugar? ¿La suscripción?â??Sí, la suscripción sería mejor.â??Pero si les dijeras a quienes nos leen que van a empezar a pagar una suscripción por todo lo que usan (TikTok, WhatsApp, etc.), muchos se molestarían. Algunos incluso argumentarían que eso dejará a personas sin acceso a esta tecnología que actualmente está al alcance de todos.â??Bueno, sí, quizás. Creo que esos son puntos válidos y es parte de cómo la industria se resiste. Hoy en día mucha gente paga por servicios de streaming, por ejemplo. Netflix, Disney, etc. Y, por otro lado, como dijiste antes, si no pagas, entonces tú mismo eres el producto. Así que, aunque muchas cosas buenas en la vida son gratis, eso no incluye al contenido de internet. Las cosas gratis te las traen los anuncios digitales, y estos anuncios son adictivos, manipuladores y problemáticos desde un punto de vista democrático.â??¿Son más problemáticos para la democracia que los contenidos falsos o erróneos que se publican?â??Mi opinión es que la publicidad digital fomenta este otro contenido. El objetivo es mantenerte conectado, mantenerte mirando el teléfono y distraerte del mundo real. Con una subscripción sería mejor y puedes tener diferentes niveles de suscripción. Puedes tener precios más bajos en diferentes países. Puedes tener precios más bajos para estudiantes o para personas mayores.â??Es interesante que, por un lado, la tecnología puede hacer que estemos todos conectados. Pero, por otro lado, hemos visto elecciones influenciadas por información falsa en redes sociales. Parecen estar muy ligadas la tecnología y la democracia en los últimos años, ¿verdad?â??La democracia está en problemas, no hay duda de ello. Por varias razones, no solo las redes sociales. Pero, las redes sociales están contribuyendo a la polarización de la sociedad. También son una herramienta de manipulación en manos de personas antidemocráticas. Sabemos que los rusos tienen una gran cantidad de troles [personas anónimas que publican comentarios agresivos o polémicos]. Sabemos que mucha gente en China, no necesariamente el gobierno chino, dirige negocios destinados a la manipulación digital, a engañar a la gente y a robarles dinero.Y sabemos que Corea del Norte obtiene una fracción significativa de sus ingresos gubernamentales de los delitos cibernéticos, como, por ejemplo, el ransomware, que te obliga a pagar para desbloquear tus datos en bitcoin o alguna otra criptomoneda. Estas cosas están a la vista de todos y creo que debemos interactuar con ellas, debatirlas abiertamente y encontrar mejores soluciones.*Por Veronica Smink
SANTA FE.- Después de más de una década de litigio judicial, una estancia propiedad del Premio Nobel de la Paz en 1936, Carlos Saavedra Lamas, que estaba en manos de sus usurpadores fue finalmente desalojada y quedó en manos de un depositario judicial, que luego hará cumplir la voluntad testamentaria de su propietario, Carlos Roque Saavedra Sáenz, hijo del canciller argentino que medió entre Paraguay y Bolivia para poner fin a la Guerra del Chaco, en 1935, legó oportunamente a la Fundación Vida Silvestre y a la Fundación Félix de Azara para que lleven adelante proyectos de conservación de la naturaleza.Se trata de un predio rural de unas 2600 hectáreas situado en jurisdicción de San Mariano, departamento Las Colonias, 65 kilómetros al oeste de esta capital, que se encontraba usurpado desde el año 2013 y era explotado mediante arriendo por los imputados, el abogado Raúl Antonio Freyre Iturraspe, Hugo Aníbal Gómez y Claudia Olmos (la pareja que trabajaba históricamente en el lugar e invocaba derechos posesorios a través de un proceso de usucapión) y José María Gómez.Actualmente, la estancia estaba ocupada por los Gómez. Vivían con sus respectivos grupos familiares en el casco de la finca, que fue construido en el siglo XIX por Mariano Saavedra, hijo de Cornelio Saavedra, y continuaban realizando actividades agrícolas y ganaderas.En la resolución, el juez en lo penal Sergio Carraro, designó a Jorge Eduardo Anzorreguy, albacea testamentario, como depositario judicial del establecimiento.Además del desalojo, por cese del estado antijurídico reclamado por el querellante de la sucesión de Carlos Roque Saavedra Lamas, hijo del Premio Nobel, el abogado santafecino Néstor Oroño, el juez dispuso comunicar su decisión a las autoridades del Banco Galicia, disponiendo la inmovilización de sumas de dinero existentes al presente en la cuenta identificada a nombre del Fideicomiso Estancia El Carmen.Pero también ordenó trabar embargo sobre el ganado existente en el lugar, con marca de Hugo Aníbal Gómez, y sobre los restantes bienes muebles que fueran constatados en el momento del allanamiento (que se realizó semanas atrás), entre ellos tractores y otros implementos.Fueron imputados por usurpación, defraudación, estafas y abigeato. Según la acusación, arrendaron fracciones del campo a distintos productores agropecuarios y habrían dispuesto de casi 1400 cabezas de vacunos de la raza Aberdeen Angus que eran criados en el fundo. Y también se les imputó ser integrantes de una asociación ilícita que estaría encabezada por el abogado Freyre Iturraspe.Finalmente, el juez Carraro decidió no dejar detenidos a los involucrados, aunque les impuso la obligación de constituir domicilio a todos los efectos legales debiendo informar en caso de ausencia del mismo por un término mayor a 72 horas, la obligación de comparecer en forma personal cada treinta días ante las autoridades del Ministerio Público de la Acusación (MPA) o dependencia policial más próxima al domicilio que se denuncie, todo ello más la prohibición de salida del país, debiendo, en su caso, comunicar en forma previa para evaluar la pertinente autorización.La litisComo publicó oportunamente LA NACION, lo dispuesto en el testamento de Carlos Roque Saavedra Sáenz, hijo del Nobel, en favor de la Fundación Vida Silvestre, no pudo concretarse debido a que el encargado del campo, Hugo Aníbal Gómez, reclamó ante la Justicia que se reconocieran sus derechos posesorios.Gómez adujo, por medio de su abogado, Raúl Freyre Iturraspe, que le daba la razón el artículo 4015 del Código Civil, que "reconoce los derechos de adquisición de la propiedad para aquellas personas que tengan la posesión veinteañal".En cambio, Vida Silvestre aseguró que cuando se iba a efectivizar la venta de la propiedad, por gestión de un albacea, esta no pudo concretarse debido a que Gómez lo impidió de manera violenta, manifestando ser el dueño.Según informes a los que accedió LA NACION, la Fundación Vida Silvestre tiene en su poder, entre otros documentos, copias de recibos de sueldo firmados por el propio Gómez, que demuestran que trabajó para Saavedra.Sin embargo, el abogado Freyre Iturraspe consideró que el campo fue abandonado y que Gómez y su familia "continuaron con el cuidado y la explotación de la tierra". Incluso, Claudia Olmos, esposa de Gómez, solicitó una medida cautelar para que se reconozca la posesión a través de la figura de usucapión. La respuesta de Vida Silvestre no se hizo esperar y presentó "una acción penal para hacer valer lo que considera son sus derechos".En tanto, vecinos de la zona indicaron que además del valor monetario de la propiedad hay en el lugar una parte mobiliaria de valor histórico, como una biblioteca con numerosos volúmenes que perteneció a Saavedra Lamas, además de otros objetos y reliquias.La investigación estuvo a cargo de las fiscales Bárbara Ilera, Mariela Jiménez y María Laura Urquiza (MPA). La historia tiene un mojón inicial el 2 de octubre de 2013, cuando Olmos y Gómez le impidieron a Roberto Elissalde, albaceas de la sucesión de Saavedra Sáenz -que murió el 24 de marzo de 2011 sin dejar herederos naturales- ingresar en la estancia, de la que pretendía tomar posesión porque tenía un comprador firme. Fue voluntad en vida de Saavedra Sáenz que Vida Silvestre recibiera el 65% del producto de la venta de la finca y la fundación Félix de Azara, el 35% restante. Desde entonces, las acusaciones cruzadas no cesaron. Mientras la sucesión tramitaba en la Capital Federal, Freyre Iturraspe presentó en favor de aquella pareja de peones una serie de demandas civiles y laborales contra los administradores del millonario legado.Mientras estuvo trabada la litis, y una medida de no innovar cristalizaba un statu quo con respecto a la titularidad de la estancia, Olmos y Gómez arrendaron sucesivamente sectores parciales del establecimiento rural en su provecho. Por eso están acusados de estafa procesal y estelionato. También se los acusó de haberse apoderado de 1387 vacunos que eran criados en El Carmen "alterando y suprimiendo mediante remarcación, las marcas y señales grabadas sobre el ganado por Carlos Saavedra Lamas".El 26 de diciembre pasado, el juez Carraro dispuso el cese del estado antijurídico. En consecuencia, ordenó el desalojo del predio Estancia El Carmen, que se concretó el 8 de abril pasado.El albaceas Anzorreguy celebró la resolución del extenso litigio. "La concreción de la medida representa un importante avance en la causa judicial en la que se investigan graves y numerosos delitos cometidos por el grupo de personas que usurparan y explotaran de manera ilegítima dicho predio. Hechos que en el desarrollo de la investigación han quedado plenamente evidenciados, al igual que la responsabilidad de quienes idearon los mismos, valiéndose para su ejecución de humildes personas y bajo la artificiosa invocación de inexistentes derechos", sostuvo en una misiva enviada a LA NACION.Anzorreguy manifestó su "especial reconocimiento por la comprometida labor de los integrantes del equipo de la fiscalía de Delitos Complejos del MPA, a cargo de las doctoras Bárbara Ilera y Laura Urquiza; a la Policía de la provincia de Santa Fe por la profesionalidad demostrada en la ejecución de la medida; a los magistrados y funcionarios del Poder Judicial de Santa Fe en cuanto dispusieron y ejecutaron esta importante medida; al querellante, doctor Néstor Oroño, y a todos quienes han posibilitado el cumplimiento de la misma en miras de plasmar la verdadera e inequívoca voluntad del causante sobre el bien objeto del legado".
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En un bar de la calle Menéndez Pelayo, el joven escritor peruano comenzó a dar forma a 'La ciudad y los perros'
La partida del autor de "Conversación en La Catedral" se reflejó con tributos en las portadas de los principales diarios del país. El Gobierno decretó Duelo Nacional y su familia anunció que lo despedirá en privado
Este 13 de abril falleció a los 88 años el reconocido escritor arequipeño, ganador del Premio Nobel de Literatura. Recordemos, su incursión en la televisión con el programa 'La torre de Babel', donde reveló otra faceta de su pasión por la cultura
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El escritor peruano murió este domingo a los 89 años, en Lima.Cómo se consagró con el máximo honor a la Literatura contemporánea y una trayectoria plagada de galardones y pleitesía a su narrativa.
Apenas dos semanas antes, había celebrado su cumpleaños rodeado de familiares y amigos. Su repentina muerte tomó por sorpresa incluso a sus allegados. Aunque el abogado señaló la causa de su fallecimiento, se espera el parte médico oficial
Por qué la teoría del sistema 1 y el sistema 2 puede ayudar a rediseñar las prácticas docentes
Los jefes (Roca, 1959)"Desde entonces nos veíamos poco y cuando Mañuco se casó le envió parte de matrimonio sin invitación, y él no fue a la despedida y cuando Chingolo regresó de Estados Unidos casado con una gringa bonita y con dos hijos que apenitas chapurreaban español, Cuéllar ya se había ido a la montaña, a Pingo María, a sembrar café, decían, y cuando venía a Lima y lo encontraban en la calle, apenas nos saludábamos, qué hay cholo, cómo estás Pichulita, qué te cuentas viejo, ahí vamos, chau, y ya había vuelto a Miraflores, más loco que nunca, y ya se había matado, yendo al Norte, ¿cómo?, en un choque, ¿dónde?, en las traicioneras curvas de Pasamayo, pobre, decíamos en el entierro, cuánto sufrió, qué vida tuvo, pero este final es un hecho que se lo buscó".La ciudad y los perros (Seix Barral, 1963)"Ha olvidado los hechos minúsculos, idénticos, que constituían su vida, esos días que siguieron al descubrimiento de que tampoco podía confiar en su madre, pero no ha olvidado el desánimo, la amargura, el rencor, el miedo que reinaban en su corazón y ocupaban sus noches. Lo peor era simular. Antes, aguardaba para levantarse que él hubiera salido. Pero una mañana alguien retiró las sábanas de su cama cuando aún dormía; sintió frío, la luz clara del amanecer le obligó a abrir los ojos. Su corazón se detuvo: su padre estaba a su lado y tenía las pupilas incendiadas, igual que aquella noche. Oyó:-¿Qué edad tienes?-Diez años- dijo.-¿Eres un hombre?"."Novela primitiva de creación" (Marcha, 1969)Durante tres siglos la novela fue, en América Latina, un género maldito. España prohibió que se enviaran novelas a sus colonias, pues los inquisidores juzgaron que libros, como "el Amadís e otros de esta calidad" eran subversivos y podían apartar a los indios de Dios. Estos optimistas suponían, por lo visto, que los indios sabían leer. Pero es indudable que gracias a su celo fanático la Inquisición tuvo un instante de genialidad literaria: adivinó antes que ningún crítico el carácter esencialmente laico de la novela, su naturaleza refractaria a lo sagrado (no existe una novela mística memorable), su inclinación a preferir los asuntos humanos a los divinos y a tratar estos asuntos subversivamente".Conversación en la catedral (Seix Barral, 1969)"Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú?"Prologo de Pantaleón y las visitadoras (Santillana, 1973)"Algunos años después de publicado el libro â??con un éxito de público que no tuve antes ni he vuelto a tenerâ?? recibí una llamada misteriosa, en Lima: «Yo soy el capitán Pantaleón Pantoja», me dijo la enérgica voz. «Veámonos para que me explique cómo conoció mi historia.» Me negué a verlo, fiel a mi creencia de que los personajes de la ficción no deben entrometerse en la vida real".La orgía perpetua (Bruguera, 1975)"Un puñado de personajes literarios han marcado mi vida de manera más durable que buena parte de los seres de carne y hueso que he conocido. Aunque es verdad que cuando personajes de ficción y seres humanos son presente, contacto directo, la realidad de estos últimos prevalece sobre la de aquéllos â??nada tiene tanta vida como el cuerpo que se puede ver, palparâ??, la diferencia desaparece cuando ambos tornan a ser pasado, recuerdo, y con ventaja considerable para los primeros sobre los segundos, cuya delicuescencia en la memoria es sin remedio, en tanto que el personaje literario puede ser resucitado indefinidamente, con el mínimo esfuerzo de abrir las páginas del libro y detenerse en las líneas adecuadas. En ese círculo heterogéneo y cosmopolita, pandilla de fantasmas amigos que se renueva según las épocas y el humor â??hoy mencionaría, de prisa, a: d'Artagnan, David Copperfield, Jean Valjean, el príncipe Pierre Bezukhov, Fabrizio del Dongo, a los terroristas Cheng y The Professor, a Lena Grove y al penado altoâ??, ninguno más persistente y con el cual haya tenido una relación más claramente pasional que Emma Bovary".La guerra del fin del mundo (Debolsillo, 1981)"Lo siguieron con las almas sobrecogidas de emoción, no tanto por lo que les había dicho, sino por la blandura de su voz, que era siempre severa e impersonal. A algunos les costaba trabajo no quedar rezagados por sus trancos de ave zancuda, en la inverosímil ruta por la que los llevaba esta vez, una ruta que no era trocha de acémilas ni sendero de cangaceiros, sino desierto salvaje, de cactos, favela y pedruscos".Discurso de aceptación del Premio Príncipe de Asturias (1986)"Españoles e hispanoamericanos vivimos trescientos años de historia común y, en esos tres siglos, la tierra a la que llegó Colón, desapareció y fue reemplazada por otra, sustancialmente distinta. Una tierra que, enriquecida por los fermentos de su entraña pre-histórica y por los aportes de otras regiones del planeta -el África, principalmente-, piensa, cree, se organiza, habla y sueña dentro de los valores y esquemas culturales que son los mismos de Europa. Quien se niega a verlo así tiene una visión insuficiente de América o de lo que es el horizonte cultural de Occidente".La verdad de las mentiras (Seix Barral, 1990)"Para conquistar su soberanía, una novela debe emanciparse de la realidad real, imponerse al lector como una realidad distinta, dotada de unas leyes, un tiempo, unos mitos u otras características propias e intransferibles. Aquello que imprime a una novela su originalidad â??su diferencia con el mundo realâ?? es el elemento añadido, suma o resta que la fantasía y el arte del creador lleva a cabo en la experiencia objetiva e histórica â??es decir, en lo reconocible por cualquiera a través de su propia vivenciaâ?? al transmutarla en ficción. El elemento añadido no es nunca sólo una anécdota, un estilo, un orden temporal, un punto de vista; es, siempre, una compleja combinación de factores que inciden tanto en la forma como en la anécdota y los personajes de una historia para dotarla de autonomía. Sólo las ficciones fracasadas reproducen lo real; las logradas lo aniquilan y transfiguran".Discurso de aceptación del Premio Cervantes (1994)"La ficción es testimonio y fuente de inconformidad, desacato del mundo tal como es, prueba irrefutable de que la realidad real, la vida vivida, están hechas apenas a la medida de lo que somos, no de lo que quisiéramos ser, y por eso debemos inventar unas distintas. Esa vida ficticia, superpuesta a la otra, sobre todo cuando ella es sobresaliente, como en los tiempos en que Cervantes escribió su epopeya, no es un síntoma de felicidad social, más bien de lo contrario. ¿Para qué necesitaría una sociedad procrear en su seno esas vidas paralelas, esas mentiras, si la que tiene le bastara, si las verdades de la existencia la colmaran? La aparición de una gran novela es siempre indicio de una rebeldía vital, articulada en la configuración de un mundo ficticio, que, guardando el semblante del mundo real, en verdad rechaza a éste y lo cuestiona".Discurso de ingreso en la Real Academia Española (1996)"Desde que, hace ya treinta y cinco años, gracias a un grupo de médicos de Barcelona aficionados a los cuentos, tuve la alegría de ver publicado mi primer libro, estoy agradeciéndole algo a España. Mi deuda se ha ido acrecentando desde entonces hasta alcanzar dimensiones tercermundistas. Premios literarios y distinciones académicas, una segunda nacionalidad, el interés de editores y críticos y el generoso aliento de los lectores. ¿Alimentos para la miserable vanidad? Seguramente. Pero, también, un estímulo constante contra el desfallecimiento que acompaña como su sombra al trabajo creativo: aquella secreta esperanza (que destraba nuestra fantasía y fortalece nuestra voluntad en los períodos difíciles) de que lo que escribimos no sea en vano, de que llegue al lector".La fiesta del Chivo (Alfaguara, 2000)"No lo entiendes, Urania. Hay muchas cosas de la Era que has llegado a entender; algunas, al principio, te parecían inextricables, pero, a fuerza de leer, escuchar, cotejar y pensar, has llegado a comprender que tantos millones de personas, machacadas por la propaganda, por la falta de información, embrutecidas por el adoctrinamiento, el aislamiento, despojadas de libre albedrío, de voluntad y hasta de curiosidad por el miedo y la práctica del servilismo y la obsecuencia, llegaran a divinizar a Trujillo. No sólo a temerlo, sino a quererlo, como llegan a querer los hijos a los padres autoritarios, a convencerse de que azotes y castigos son por su bien. Lo que nunca has llegado a entender es que los dominicanos más preparados, las cabezas del país, abogados, médicos, ingenieros, salidos a veces de muy buenas universidades de Estados Unidos o de Europa, sensibles, cultos, con experiencia, lecturas, ideas, presumiblemente un desarrollado sentido del ridículo, sentimientos, pruritos, aceptaran ser vejados de manera tan salvaje (lo fueron todos alguna vez) como esa noche, en Barahona, don Froilán Arala".Discurso aceptación del Premio Nobel (2010)"Algunas veces me pregunté si en países como el mío, con escasos lectores y tantos pobres, analfabetos e injusticias, donde la cultura era privilegio de tan pocos, escribir no era un lujo solipsista. Pero estas dudas nunca asfixiaron mi vocación y seguí siempre escribiendo, incluso en aquellos períodos en que los trabajos alimenticios absorbían casi todo mi tiempo. Creo que hice lo justo, pues, si para que la literatura florezca en una sociedad fuera requisito alcanzar primero la alta cultura, la libertad, la prosperidad y la justicia, ella no hubiera existido nunca".Discurso aceptación del Premio Nobel de Literatura (2010)"Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión. Quienes dudan de que la literatura, además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los escritores independientes".La civilización del espectáculo (Alfaguara, 2012)"La posmodernidad ha destruido el mito de que las humanidades humanizan. No es cierto lo que creyeron tantos educadores y filósofos optimistas, que una educación liberal, al alcance de todos, garantizaría un futuro de progreso, de paz, de libertad, de igualdad de oportunidades, en las democracias modernas (â?¦). En un individuo, al igual que en la sociedad, llegan a veces a coexistir la alta cultura, la sensibilidad, la inteligencia y el fanatismo del torturador y el asesino".La civilización del espectáculo (Alfaguara, 2012)En algún momento, en la segunda mitad del siglo XX, el periodismo de las sociedades abiertas de Occidente empezó a relegar discretamente a un segundo plano las que habían sido sus funciones principales -informar, opinar y criticar- para privilegiar otra que hasta entonces había sido secundaria: divertir. Nadie lo planeó y ningún órgano de prensa imaginó que esta sutil alteración de las prioridades del periodismo entrañaría cambios tan profundos en todo el ámbito cultural y ético. Lo que ocurría en el mundo de la información era reflejo de un proceso que abarcaba casi todos los aspectos de la vida social".Conversaciones en Princeton, con Rubén Gallo (Alfaguara, 2017)"Un periodista no puede darse el lujo de ser original a la hora de escribir: está obligado a deshacerse de su personalidad, a disolverla dentro de ese lenguaje funcional que es el de los diario".La llamada de la tribu (Alfaguara, 2018)Descubrí la política a mis doce años, en octubre de 1948, cuando el golpe militar en el Perú del general Manuel Apolinario Odría derrocó al presidente José Luis Bustamante y Rivero, pariente de mi familia materna. Creo que durante el ochenio odriísta nació en mí el odio a los dictadores de cualquier género, una de las pocas constantes invariables de mi conducta política.Medio siglo con Borges (Alfaguara, 2020)"Si tuviera que nombrar a un escritor de lengua española de nuestro tiempo cuya obra vaya a perdurar, a dejar una huella profunda en la literatura, citaría a ese poeta, cuentista y ensayista argentino que le prestó su apellido a Graciela Borges, a Jorge Luis Borges. El puñado de libros que ha escrito, libros siempre breves, perfectos como un anillo, donde uno tiene la impresión que nada falta ni sobra, han tenido y tienen una enorme influencia en quienes escriben en español. Sus historias fantásticas, que suceden en la Pampa, en Buenos Aires, en China, en Londres, en cualquier lugar de la realidad o la irrealidad, muestran la misma imaginación poderosa y la misma formidable cultura que sus ensayos sobre el tiempo, el idioma de los vikingos... Pero la erudición no es nunca en Borges algo denso, académico, es siempre algo insólito, brillante, entretenido, una aventura del espíritu de la que los lectores salimos siempre sorprendidos y enriquecidos.La mirada quieta (Peréz Galdos) (Alfaguara, 2022)"El mérito de Pérez Galdós no es sólo haber documentado con novelas todo este período, sino cómo lo hizo: con objetividad y un espíritu comprensivo y generoso, sin parti pris ideológico, poniendo la moral por encima de la política, tratando de distinguir entre lo tolerable y lo intolerable, el fanatismo y el idealismo de los adversarios. Eso es lo más llama la atención al leer sus novelas, sus dramas y sus Episodios: un escritor que se esfuerza por ser imparcial. Su actitud da la impresión de congelar a la España de entonces en una mirada quieta y objetiva, que inmoviliza aquello que quiere narrar para dar una visión más fidedigna de lo narrado".
Este domingo, murió en Lima el Nobel de Literatura 2010, el peruano Mario Vargas Llosa, que acababa de cumplir 89 años. Había nacido el 28 de marzo de 1936 en Arequipa. "Me gustaría que la muerte me hallara escribiendo, como un accidente. [...] Si viviéramos siempre, la vida sería enormemente aburrida y mecánica", había dicho en una entrevista con la BBC que se puede ver en YouTube. "Los intelectuales son muy necesarios allí donde la libertad se restringe", destacó. Era el último Nobel de Literatura de América Latina que seguía con vida.Sus hijos Álvaro y Morgana compartieron en X el mismo comunicado (en español y en inglés) con la firma de los tres hijos del autor, incluido Gonzalo Vargas Llosa. "Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz -se lee-. Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera, y deja atrás una obra que lo sobrevivirá. Procederemos en las próximas horas y días de acuerdo con sus instrucciones. No tendrá lugar ninguna ceremonia pública. Nuestra madre, nuestros hijos y nosotros mismos confiamos en tener el espacio y la privacidad para despedirlo en familia y en compañía de amigos cercanos. Sus restos, como era su voluntad, serán incinerados". Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz. @morganavll pic.twitter.com/mkFEanxEjA— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) April 14, 2025Las repercusiones por la muerte del autor del autor de Conversación en La Catedral no se hicieron esperar en redes sociales. "Lamento profundamente la muerte de Mario Vargas Llosa. Un grande, un escritor de enorme calado que ejerció y ejerce una profunda huella en mi obra. Gocé de la oportunidad de convivir con él en varias ocasiones. Un privilegio. Un abrazo a los suyos", posteó el escritor mexicano Guillermo Arriaga. "La obra de Mario iluminará la historia, mientras la historia exista", remarcó el historiador y ensayista mexicano Enrique Krauze. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, así como la Universidad Nacional Autónoma de México, también emitieron comunicados en redes.La Secretaría de Cultura del Gobierno de México lamenta el sensible fallecimiento del novelista, cuentista, ensayista y político peruano Mario Vargas Llosa. Autor de obras seminales de la literatura latinoamericana del siglo XX como "Conversación en la Catedral", "La casa verde",â?¦ pic.twitter.com/E5lBlH44Gq— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) April 14, 2025"Vargas Llosa dejó su impronta en muchos aspectos de la vida, siendo siempre fiel a sí mismo. En lo personal disfruté de su generosidad en todo momento. Saludos a su familia y amigos. Gracias Mario. QEPD", lo homenajeó el expresidenten uruguayo Luis Lacalle Pou.Lamento profundamente el fallecimiento de Mario Vargas Llosa, un enorme defensor de la libertad. Deja una huella imborrable en la historia de nuestro tiempo. Mis condolencias a su familia y amigos. pic.twitter.com/Nan0IJNl1a— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) April 14, 2025En la Argentina, la muerte de Vargas Llosa causó consternación. "Sagaz, con una ácida mirada y un claro entendimiento de la realidad de nuestro país. Referente indiscutido de la literatura latinoamericana. Una pérdida enorme para la cultura. Que descanse en paz", escribió en X el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli. Y el exministro de Cultura Pablo Avelluto sostuvo: "Con Vargas Llosa se va el último protagonista del Boom latinoamericano de los '60. Un tipo de intelectual que supo nadar contra la corriente en una y en otra dirección, un liberal culto y refinado, siempre generoso en la conversación, desde que lo conocí hace más de 30 años". Adiós al genio de Mario Vargas Llosa. Amaba Buenos Aires. En 2011 los "intelectuales" de Carta Abierta movieron todo el aparato K para "vetarlo" de la Feria del Libro de Bs As. Poco después fue Premio Nobel. Un poco de memoria.— Nik (@Nikgaturro) April 14, 2025La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, escribió en su cuenta de X: "Lamento profundamente el fallecimiento de Mario Vargas Llosa, un enorme defensor de la libertad. Deja una huella imborrable en la historia de nuestro tiempo. Mis condolencias a su familia y amigos". El dibujante e historietista Nik recordó que, en 2011, durante la presidencia de Cristina Kirchner, los intelectuales de Carta Abierta, con Horacio González a la cabeza, habían querido "vetar" el discurso del Nobel en la Feria del Libro porteña.Murió Vargas Llosa! Estoy llorando! Estuve con él varias veces, una de ellas en nuestra Biblioteca Cané y en el bar Margot, en 2008. Un grande! pic.twitter.com/O4EG8Hv9M3— Lady Macbeth (@lady_josedemail) April 14, 2025"Murió Vargas Llosa! Estoy llorando! Estuve con él varias veces, una de ellas en nuestra Biblioteca Cané y en el bar Margot, en 2008. Un grande!", afirmó la escritora Josefina Delgado. "Un escritor descomunal y un intelectual en toda la línea", definió el escritor y letrado Marcelo Gioffré, que publicó una foto del Nobel con la política española Cayetana Álvarez de Toledo y él, en La Biela (donde tuvo lugar la reconciliación de Vargas Llosa con Juan José Sebreli, tras la "histórica" pelea por Julio Cortázar). "No tengo consuelo. Entró en el Gran Mar, a los 89 años, MARIO VARGAS LLOSA. El último del Boom. Ya no queda nadieâ?¦ Q.E.P.D.", lamentó la escritora Alina Diaconú en Facebook.Luto estético y conmoción moral. Partió Mario Vargas Llosa. Queda el placer de releer Conversación en La Catedral, La fiesta del chivo, La guerra del fin del mundo o el eterno Los Cachorros. Fue el mejor de todos. A celebrarlo en silencio.— Jorge Asis (@AsisOberdan) April 14, 2025"Luto estético y conmoción moral. Partió Mario Vargas Llosa. Queda el placer de releer Conversación en La Catedral, La fiesta del chivo, La guerra del fin del mundo o el eterno Los Cachorros. Fue el mejor de todos. A celebrarlo en silencio", recomendó el escritor Jorge Asís.La Fundación Gabo lamenta la muerte de Mario Vargas Llosa, maestro de la narrativa en español y figura clave de la literatura latinoamericana. Acompañamos en el duelo a su familia, amigos y lectores. pic.twitter.com/ieozT2IHjU— Fundación Gabo (@FundacionGabo) April 14, 2025La periodista Clara Mariño despidió al autor de La guerra del fin del mundo. "Adiós a Mario Vargas Llosa. Tuve oportunidad de entrevistarlo. Elegante en la palabra y el gesto. Un placer escucharlo", sostuvo. "El más grande de una generación de grandes. Gracias por la literatura, maestro", lo despidió el escritor Enzo Maqueira."Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida." Mario Vargas Llosa. (Le pedí a Grok que haga su magia) pic.twitter.com/tZt2HhcSO9— Cristina Perez (@Cris_noticias) April 14, 2025La periodista y escritora Cristina Pérez le rindió tributo con una imagen creada por inteligencia artificial, donde se ve a Vargas Llosa con Borges. "'Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida.' Mario Vargas Llosa. (Le pedí a Grok que haga su magia)". Inolvidable momento en que Mario Vargas Llosa HUMILLÓ al Axel Kaiser por su intento de que el premio Nobel dijera que había dictaduras mejores que otras. pic.twitter.com/svbZfM1VDA— Historia de Chile (@fotohistoriacl) April 14, 2025Su colega Daniel Molina optó por recordar una irónica anécdota borgeana. "Cuando Vargas Llosa visitó a Borges vio el modesto departamento en el que vivía. Le dijo que le llamaba la atención tanta austeridad. Borges luego comentó así la visita de Vargas Llosa: 'Me vino a ver un peruano que dice ser escritor, pero yo creo que era agente inmobiliario'". Molina recomendó los primeros títulos del autor peruano.Lamentamos el fallecimiento de uno de los máximos referentes de la literatura universal, un incansable defensor de las ideas de la libertad y uno de los mejores y más entrañables amigos de nuestra institución. Hasta siempre, Mario Vargas Llosa (1936-2025). pic.twitter.com/nFckG9nItN— Fundación Libertad (@FundLibertadRos) April 14, 2025"Se ha ido el Nobel Mario Vargas Llosa, egregio novelista, ensayista, pensador, dramaturgo, demócrata liberal y amigo de Chile. Nuestras condolencias a su familia, al Perú y España. Se fue un gigante, pero su magna obra sigue con nosotros. ¡Gracias, Mario, por tu amistad!", lo despidió el escritor, excanciller y exministro de Cultura de Chile, el chileno Roberto Ampuero.
En un comunicado conjunto, Álvaro, Morgana y Gonzalo confirmaron el deceso del escritor a los 89 años y anunciaron que sus restos serán incinerados, como fue su voluntad
La muerte del aclamado escritor ha dejado una profunda conmoción en los círculos culturales globales, que lamentan la pérdida de uno de los más grandes exponentes de la literatura contemporánea
Desde trabajar fichando cadáveres en su juventud hasta un error en un artículo que ocasionó su distanciamiento con Jorge Luis Borges. El escritor nacional, a lo largo de los años, ha narrado no solo historias desde la ficción, sino también experiencias que marcaron su vida
A lo largo de todo el mundo, escritores, políticos y lectores expresan su homenaje a quien en vida fue un gigante en la historia literaria contemporánea
Mario Vargas Llosa, Premios Nobel de Literatura, falleció este domingo 14 de abril. Foto: EFE/ Francisco Guasco.
La noticia fue confirmada por su hijo Álvaro Vargas Llosa en sus redes sociales. Leer más
Aunque tuvo múltiples facetas, fue en la narrativa donde alcanzó la cumbre de su virtuosismo. El escritor peruano falleció este domingo a los 89 años, en Lima.
Aprendí a leer a los cinco años, en la clase del hermano Justiniano, en el Colegio de la Salle, en Cochabamba (Bolivia). Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida. Casi setenta años después recuerdo con nitidez cómo esa magia, traducir las palabras de los libros en imágenes, enriqueció mi vida, rompiendo las barreras del tiempo y del espacio y permitiéndome viajar con el capitán Nemo veinte mil leguas de viaje submarino, luchar junto a d'Artagnan, Athos, Portos y Aramís contra las intrigas que amenazan a la Reina en los tiempos del sinuoso Richelieu, o arrastrarme por las entrañas de París, convertido en Jean Valjean, con el cuerpo inerte de Marius a cuestas.La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el universo de la literatura. Mi madre me contó que las primeras cosas que escribí fueron continuaciones de las historias que leía pues me apenaba que se terminaran o quería enmendarles el final. Y acaso sea eso lo que me he pasado la vida haciendo sin saberlo: prolongando en el tiempo, mientras crecía, maduraba y envejecía, las historias que llenaron mi infancia de exaltación y de aventuras.Me gustaría que mi madre estuviera aquí, ella que solía emocionarse y llorar leyendo los poemas de Amado Nervo y de Pablo Neruda, y también el abuelo Pedro, de gran nariz y calva reluciente, que celebraba mis versos, y el tío Lucho que tanto me animó a volcarme en cuerpo y alma a escribir aunque la literatura, en aquel tiempo y lugar, alimentara tan mal a sus cultores. Toda la vida he tenido a mi lado gentes así, que me querían y alentaban, y me contagiaban su fe cuando dudaba. Gracias a ellos y, sin duda, también, a mi terquedad y algo de suerte, he podido dedicar buena parte de mi tiempo a esta pasión, vicio y maravilla que es escribir, crear una vida paralela donde refugiarnos contra la adversidad, que vuelve natural lo extraordinario y extraordinario lo natural, disipa el caos, embellece lo feo, eterniza el instante y torna la muerte un espectáculo pasajero.No era fácil escribir historias. Al volverse palabras, los proyectos se marchitaban en el papel y las ideas e imágenes desfallecían. ¿Cómo reanimarlos? Por fortuna, allí estaban los maestros para aprender de ellos y seguir su ejemplo. Flaubert me enseñó que el talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia. Faulkner, que es la forma -la escritura y la estructura- lo que engrandece o empobrece los temas. Martorell, Cervantes, Dickens, Balzac, Tolstoi, Conrad, Thomas Mann, que el número y la ambición son tan importantes en una novela como la destreza estilística y la estrategia narrativa. Sartre, que las palabras son actos y que una novela, una obra de teatro, un ensayo, comprometidos con la actualidad y las mejores opciones, pueden cambiar el curso de la historia. Camus y Orwell, que una literatura desprovista de moral es inhumana y Malraux que el heroísmo y la épica cabían en la actualidad tanto como en el tiempo de los argonautas, la Odisea y la Ilíada.Si convocara en este discurso a todos los escritores a los que debo algo o mucho sus sombras nos sumirían en la oscuridad. Son innumerables. Además de revelarme los secretos del oficio de contar, me hicieron explorar los abismos de lo humano, admirar sus hazañas y horrorizarme con sus desvaríos. Fueron los amigos más serviciales, los animadores de mi vocación, en cuyos libros descubrí que, aun en las peores circunstancias, hay esperanzas y que vale la pena vivir, aunque fuera sólo porque sin la vida no podríamos leer ni fantasear historias.Algunas veces me pregunté si en países como el mío, con escasos lectores y tantos pobres, analfabetos e injusticias, donde la cultura era privilegio de tan pocos, escribir no era un lujo solipsista. Pero estas dudas nunca asfixiaron mi vocación y seguí siempre escribiendo, incluso en aquellos períodos en que los trabajos alimenticios absorbían casi todo mi tiempo. Creo que hice lo justo, pues, si para que la literatura florezca en una sociedad fuera requisito alcanzar primero la alta cultura, la libertad, la prosperidad y la justicia, ella no hubiera existido nunca. Por el contrario, gracias a la literatura, a las conciencias que formó, a los deseos y anhelos que inspiró, al desencanto de lo real con que volvemos del viaje a una bella fantasía, la civilización es ahora menos cruel que cuando los contadores de cuentos comenzaron a humanizar la vida con sus fábulas. Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos inquietos e insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría. Igual que escribir, leer es protestar contra las insuficiencias de la vida. Quien busca en la ficción lo que no tiene, dice, sin necesidad de decirlo, ni siquiera saberlo, que la vida tal como es no nos basta para colmar nuestra sed de absoluto, fundamento de la condición humana, y que debería ser mejor. Inventamos las ficciones para poder vivir de alguna manera las muchas vidas que quisiéramos tener cuando apenas disponemos de una sola.Sin las ficciones seríamos menos conscientes de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible y del infierno en que se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión. Quienes dudan de que la literatura, además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los escritores independientes. Lo hacen porque saben el riesgo que corren dejando que la imaginación discurra por los libros, lo sediciosas que se vuelven las ficciones cuando el lector coteja la libertad que las hace posibles y que en ellas se ejerce, con el oscurantismo y el miedo que lo acechan en el mundo real. Lo quieran o no, lo sepan o no, los fabuladores, al inventar historias, propagan la insatisfacción, mostrando que el mundo está mal hecho, que la vida de la fantasía es más rica que la de la rutina cotidiana. Esa comprobación, si echa raíces en la sensibilidad y la conciencia, vuelve a los ciudadanos más difíciles de manipular, de aceptar las mentiras de quienes quisieran hacerles creer que, entre barrotes, inquisidores y carceleros viven más seguros y mejor.Flaubert me enseñó que el talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia (...). Cervantes, Dickens, Balzac, Tolstoi, Conrad, Thomas Mann, que el número y la ambición son tan importantes en una novela como la destreza estilística y la estrategia narrativa. Sartre, que las palabras son actos. Camus y Orwell, que una literatura desprovista de moral es inhumana y Malraux que el heroísmo y la épica cabían en la actualidad tanto como en el tiempo de los argonautas, la Odisea y la Ilíada.La buena literatura tiende puentes entre gentes distintas y, haciéndonos gozar, sufrir o sorprendernos, nos une por debajo de las lenguas, creencias, usos, costumbres y prejuicios que nos separan. Cuando la gran ballena blanca sepulta al capitán Ahab en el mar, se encoge el corazón de los lectores idénticamente en Tokio, Lima o Tombuctú. Cuando Emma Bovary se traga el arsénico, Anna Karenina se arroja al tren y Julián Sorel sube al patíbulo, y cuando, en "El Sur", el urbano doctor Juan Dahlmann sale de aquella pulpería de la pampa a enfrentarse al cuchillo de un matón, o advertimos que todos los pobladores de Comala, el pueblo de Pedro Páramo, están muertos, el estremecimiento es semejante en el lector que adora a Buda, Confucio, Cristo, Alá o es un agnóstico, vista saco y corbata, chilaba, kimono o bombachas. La literatura crea una fraternidad dentro de la diversidad humana y eclipsa las fronteras que erigen entre hombres y mujeres la ignorancia, las ideologías, las religiones, los idiomas y la estupidez.Como todas las épocas han tenido sus espantos, la nuestra es la de los fanáticos, la de los terroristas suicidas, antigua especie convencida de que matando se gana el paraíso, que la sangre de los inocentes lava las afrentas colectivas, corrige las injusticias e impone la verdad sobre las falsas creencias. Innumerables víctimas son inmoladas cada día en diversos lugares del mundo por quienes se sienten poseedores de verdades absolutas. Creíamos que, con el desplome de los imperios totalitarios, la convivencia, la paz, el pluralismo, los derechos humanos, se impondrían y el mundo dejaría atrás los holocaustos, genocidios, invasiones y guerras de exterminio. Nada de eso ha ocurrido. Nuevas formas de barbarie proliferan atizadas por el fanatismo y, con la multiplicación de armas de destrucción masiva, no se puede excluir que cualquier grupúsculo de enloquecidos redentores provoque un día un cataclismo nuclear. Hay que salirles al paso, enfrentarlos y derrotarlos. No son muchos, aunque el estruendo de sus crímenes retumbe por todo el planeta y nos abrumen de horror las pesadillas que provocan. No debemos dejarnos intimidar por quienes quisieran arrebatarnos la libertad que hemos ido conquistando en la larga hazaña de la civilización. Defendamos la democracia liberal, que, con todas sus limitaciones, sigue significando el pluralismo político, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos, el respeto a la crítica, la legalidad, las elecciones libres, la alternancia en el poder, todo aquello que nos ha ido sacando de la vida feral y acercándonos -aunque nunca llegaremos a alcanzarla- a la hermosa y perfecta vida que finge la literatura, aquella que sólo inventándola, escribiéndola y leyéndola podemos merecer. Enfrentándonos a los fanáticos homicidas defendemos nuestro derecho a soñar y a hacer nuestros sueños realidad.En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista y creí que el socialismo sería el remedio para la explotación y las injusticias sociales que arreciaban en mi país, América Latina y el resto del Tercer Mundo. Mi decepción del estatismo y el colectivismo y mi tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy -que trato de ser- fue largo, difícil, y se llevó a cabo despacio y a raíz de episodios como la conversión de la Revolución Cubana, que me había entusiasmado al principio, al modelo autoritario y vertical de la Unión Soviética, el testimonio de los disidentes que conseguía escurrirse entre las alambradas del Gulag, la invasión de Checoeslovaquia por los países del Pacto de Varsovia, y gracias a pensadores como Raymond Aron, Jean-François Revel, Isaiah Berlin y Karl Popper, a quienes debo mi revalorización de la cultura democrática y de las sociedades abiertas. Esos maestros fueron un ejemplo de lucidez y gallardía cuando la intelligentsia de Occidente parecía, por frivolidad u oportunismo, haber sucumbido al hechizo del socialismo soviético, o, peor todavía, al aquelarre sanguinario de la revolución cultural china.De niño soñaba con llegar algún día a París porque, deslumbrado con la literatura francesa, creía que vivir allí y respirar el aire que respiraron Balzac, Stendhal, Baudelaire, Proust, me ayudaría a convertirme en un verdadero escritor, que si no salía del Perú sólo sería un seudo escritor de días domingos y feriados. Y la verdad es que debo a Francia, a la cultura francesa, enseñanzas inolvidables, como que la literatura es tanto una vocación como una disciplina, un trabajo y una terquedad. Viví allí cuando Sartre y Camus estaban vivos y escribiendo, en los años de Ionesco, Beckett, Bataille y Cioran, del descubrimiento del teatro de Brecht y el cine de Ingmar Bergman, el TNP de Jean Vilar y el Odéon de Jean Louis Barrault, de la Nouvelle Vague y le Nouveau Roman y los discursos, bellísimas piezas literarias, de André Malraux, y, tal vez, el espectáculo más teatral de la Europa de aquel tiempo, las conferencias de prensa y los truenos olímpicos del general de Gaulle. Pero, acaso, lo que más le agradezco a Francia sea el descubrimiento de América Latina. Allí aprendí que el Perú era parte de una vasta comunidad a la que hermanaban la historia, la geografía, la problemática social y política, una cierta manera de ser y la sabrosa lengua en que hablaba y escribía. Y que en esos mismos años producía una literatura novedosa y pujante. Allí leí a Borges, a Octavio Paz, Cortázar, García Márquez, Fuentes, Cabrera Infante, Rulfo, Onetti, Carpentier, Edwards, Donoso y muchos otros, cuyos escritos estaban revolucionando la narrativa en lengua española y gracias a los cuales Europa y buena parte del mundo descubrían que América Latina no era sólo el continente de los golpes de Estado, los caudillos de opereta, los guerrilleros barbudos y las maracas del mambo y el chachachá, sino también ideas, formas artísticas y fantasías literarias que trascendían lo pintoresco y hablaban un lenguaje universal.De entonces a esta época, no sin tropiezos y resbalones, América Latina ha ido progresando, aunque, como decía el verso de César Vallejo, todavía Hay, hermanos, muchísimo que hacer. Padecemos menos dictaduras que antaño, sólo Cuba y su candidata a secundarla, Venezuela, y algunas seudodemocracias populistas y payasas, como las de Bolivia y Nicaragua. Pero en el resto del continente, mal que mal, la democracia está funcionando, apoyada en amplios consensos populares, y, por primera vez en nuestra historia, tenemos una izquierda y una derecha que, como en Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, República Dominicana, México y casi todo Centroamérica, respetan la legalidad, la libertad de crítica, las elecciones y la renovación en el poder. Ése es el buen camino y, si persevera en él, combate la insidiosa corrupción y sigue integrándose al mundo, América Latina dejará por fin de ser el continente del futuro y pasará a serlo del presente.Nunca me he sentido un extranjero en Europa, ni, en verdad, en ninguna parte. En todos los lugares donde he vivido, en París, en Londres, en Barcelona, en Madrid, en Berlín, en Washington, Nueva York, Brasil o la República Dominicana, me sentí en mi casa. Siempre he hallado una querencia donde podía vivir en paz y trabajando, aprender cosas, alentar ilusiones, encontrar amigos, buenas lecturas y temas para escribir. No me parece que haberme convertido, sin proponérmelo, en un ciudadano del mundo, haya debilitado eso que llaman "las raíces", mis vínculos con mi propio país -lo que tampoco tendría mucha importancia-, porque, si así fuera, las experiencias peruanas no seguirían alimentándome como escritor y no asomarían siempre en mis historias, aun cuando éstas parezcan ocurrir muy lejos del Perú. Creo que vivir tanto tiempo fuera del país donde nací ha fortalecido más bien aquellos vínculos, añadiéndoles una perspectiva más lúcida, y la nostalgia, que sabe diferenciar lo adjetivo y lo sustancial y mantiene reverberando los recuerdos. El amor al país en que uno nació no puede ser obligatorio, sino, al igual que cualquier otro amor, un movimiento espontáneo del corazón, como el que une a los amantes, a padres e hijos, a los amigos entre sí.Al Perú yo lo llevo en las entrañas porque en él nací, crecí, me formé, y viví aquellas experiencias de niñez y juventud que modelaron mi personalidad, fraguaron mi vocación, y porque allí amé, odié, gocé, sufrí y soñé. Lo que en él ocurre me afecta más, me conmueve y exaspera más que lo que sucede en otras partes. No lo he buscado ni me lo he impuesto, simplemente es así. Algunos compatriotas me acusaron de traidor y estuve a punto de perder la ciudadanía cuando, durante la última dictadura, pedí a los gobiernos democráticos del mundo que penalizaran al régimen con sanciones diplomáticas y económicas, como lo he hecho siempre con todas las dictaduras, de cualquier índole, la de Pinochet, la de Fidel Castro, la de los talibanes en Afganistán, la de los imanes de Irán, la del apartheid de Africa del Sur, la de los sátrapas uniformados de Birmania (hoy Myanmar). Y lo volvería a hacer mañana si -el destino no lo quiera y los peruanos no lo permitan- el Perú fuera víctima una vez más de un golpe de estado que aniquilara nuestra frágil democracia. Aquella no fue la acción precipitada y pasional de un resentido, como escribieron algunos polígrafos acostumbrados a juzgar a los demás desde su propia pequeñez. Fue un acto coherente con mi convicción de que una dictadura representa el mal absoluto para un país, una fuente de brutalidad y corrupción y de heridas profundas que tardan mucho en cerrar, envenenan su futuro y crean hábitos y prácticas malsanas que se prolongan a lo largo de las generaciones demorando la reconstrucción democrática. Por eso, las dictaduras deben ser combatidas sin contemplaciones, por todos los medios a nuestro alcance, incluidas las sanciones económicas. Es lamentable que los gobiernos democráticos, en vez de dar el ejemplo, solidarizándose con quienes, como las Damas de Blanco en Cuba, los resistentes venezolanos, o Aung San Suu Kyi y Liu Xiaobo, que se enfrentan con temeridad a las dictaduras que sufren, se muestren a menudo complacientes no con ellos sino con sus verdugos. Aquellos valientes, luchando por su libertad, también luchan por la nuestra.Un compatriota mío, José María Arguedas, llamó al Perú el país de "todas las sangres". No creo que haya fórmula que lo defina mejor. Eso somos y eso llevamos dentro todos los peruanos, nos guste o no: una suma de tradiciones, razas, creencias y culturas procedentes de los cuatro puntos cardinales. A mí me enorgullece sentirme heredero de las culturas prehispánicas que fabricaron los tejidos y mantos de plumas de Nazca y Paracas y los ceramios mochicas o incas que se exhiben en los mejores museos del mundo, de los constructores de Machu Picchu, el Gran Chimú, Chan Chan, Kuelap, Sipán, las huacas de La Bruja y del Sol y de la Luna, y de los españoles que, con sus alforjas, espadas y caballos, trajeron al Perú a Grecia, Roma, la tradición judeo-cristiana, el Renacimiento, Cervantes, Quevedo y Góngora, y la lengua recia de Castilla que los Andes dulcificaron. Y de que con España llegara también el África con su reciedumbre, su música y su efervescente imaginación a enriquecer la heterogeneidad peruana. Si escarbamos un poco descubrimos que el Perú, como el Aleph de Borges, es en pequeño formato el mundo entero. ¡Qué extraordinario privilegio el de un país que no tiene una identidad porque las tiene todas!La conquista de América fue cruel y violenta, como todas las conquistas, desde luego, y debemos criticarla, pero sin olvidar, al hacerlo, que quienes cometieron aquellos despojos y crímenes fueron, en gran número, nuestros bisabuelos y tatarabuelos, los españoles que fueron a América y allí se acriollaron, no los que se quedaron en su tierra. Aquellas críticas, para ser justas, deben ser una autocrítica. Porque, al independizarnos de España, hace doscientos años, quienes asumieron el poder en las antiguas colonias, en vez de redimir al indio y hacerle justicia por los antiguos agravios, siguieron explotándolo con tanta codicia y ferocidad como los conquistadores, y, en algunos países, diezmándolo y exterminándolo. Digámoslo con toda claridad: desde hace dos siglos la emancipación de los indígenas es una responsabilidad exclusivamente nuestra y la hemos incumplido. Ella sigue siendo una asignatura pendiente en toda América Latina. No hay una sola excepción a este oprobio y vergüenza.Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le tengo. Si no hubiera sido por España jamás hubiera llegado a esta tribuna, ni a ser un escritor conocido, y tal vez, como tantos colegas desafortunados, andaría en el limbo de los escribidores sin suerte, sin editores, ni premios, ni lectores, cuyo talento acaso -triste consuelo- descubriría algún día la posteridad. En España se publicaron todos mis libros, recibí reconocimientos exagerados, amigos como Carlos Barral y Carmen Balcells y tantos otros se desvivieron porque mis historias tuvieran lectores. Y España me concedió una segunda nacionalidad cuando podía perder la mía. Jamás he sentido la menor incompatibilidad entre ser peruano y tener un pasaporte español porque siempre he sentido que España y el Perú son el anverso y el reverso de una misma cosa, y no sólo en mi pequeña persona, también en realidades esenciales como la historia, la lengua y la cultura.De todos los años que he vivido en suelo español, recuerdo con fulgor los cinco que pasé en la querida Barcelona a comienzos de los años setenta. La dictadura de Franco estaba todavía en pie y aún fusilaba, pero era ya un fósil en hilachas, y, sobre todo en el campo de la cultura, incapaz de mantener los controles de antaño. Se abrían rendijas y resquicios que la censura no alcanzaba a parchar y por ellas la sociedad española absorbía nuevas ideas, libros, corrientes de pensamiento y valores y formas artísticas hasta entonces prohibidos por subversivos. Ninguna ciudad aprovechó tanto y mejor que Barcelona este comienzo de apertura ni vivió una efervescencia semejante en todos los campos de las ideas y la creación. Se convirtió en la capital cultural de España, el lugar donde había que estar para respirar el anticipo de la libertad que se vendría. Y, en cierto modo, fue también la capital cultural de América Latina por la cantidad de pintores, escritores, editores y artistas procedentes de los países latinoamericanos que allí se instalaron, o iban y venían a Barcelona, porque era donde había que estar si uno quería ser un poeta, novelista, pintor o compositor de nuestro tiempo. Para mí, aquellos fueron unos años inolvidables de compañerismo, amistad, conspiraciones y fecundo trabajo intelectual. Igual que antes París, Barcelona fue una Torre de Babel, una ciudad cosmopolita y universal, donde era estimulante vivir y trabajar, y donde, por primera vez desde los tiempos de la guerra civil, escritores españoles y latinoamericanos se mezclaron y fraternizaron, reconociéndose dueños de una misma tradición y aliados en una empresa común y una certeza: que el final de la dictadura era inminente y que en la España democrática la cultura sería la protagonista principal.Aunque no ocurrió así exactamente, la transición española de la dictadura a la democracia ha sido una de las mejores historias de los tiempos modernos, un ejemplo de como, cuando la sensatez y la racionalidad prevalecen y los adversarios políticos aparcan el sectarismo en favor del bien común, pueden ocurrir hechos tan prodigiosos como los de las novelas del realismo mágico. La transición española del autoritarismo a la libertad, del subdesarrollo a la prosperidad, de una sociedad de contrastes económicos y desigualdades tercermundistas a un país de clases medias, su integración a Europa y su adopción en pocos años de una cultura democrática, ha admirado al mundo entero y disparado la modernización de España. Ha sido para mí una experiencia emocionante y aleccionadora vivirla de muy cerca y a ratos desde dentro. Ojalá que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también de España, no estropeen esta historia feliz.Detesto toda forma de nacionalismo, ideología -o, más bien, religión- provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento. Junto con la religión, el nacionalismo ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia, como las de las dos guerras mundiales y la sangría actual del Medio Oriente. Nada ha contribuido tanto como el nacionalismo a que América Latina se haya balcanizado, ensangrentado en insensatas contiendas y litigios y derrochado astronómicos recursos en comprar armas en vez de construir escuelas, bibliotecas y hospitales.No hay que confundir el nacionalismo de orejeras y su rechazo del "otro", siempre semilla de violencia, con el patriotismo, sentimiento sano y generoso, de amor a la tierra donde uno vio la luz, donde vivieron sus ancestros y se forjaron los primeros sueños, paisaje familiar de geografías, seres queridos y ocurrencias que se convierten en hitos de la memoria y escudos contra la soledad. La patria no son las banderas ni los himnos, ni los discursos apodícticos sobre los héroes emblemáticos, sino un puñado de lugares y personas que pueblan nuestros recuerdos y los tiñen de melancolía, la sensación cálida de que, no importa donde estemos, existe un hogar al que podemos volver.El Perú es para mí una Arequipa donde nací pero nunca viví, una ciudad que mi madre, mis abuelos y mis tíos me enseñaron a conocer a través de sus recuerdos y añoranzas, porque toda mi tribu familiar, como suelen hacer los arequipeños, se llevó siempre a la Ciudad Blanca con ella en su andariega existencia. Es la Piura del desierto, el algarrobo y el sufrido burrito, al que los piuranos de mi juventud llamaban "el pie ajeno" -lindo y triste apelativo-, donde descubrí que no eran las cigüeñas las que traían los bebes al mundo sino que los fabricaban las parejas haciendo unas barbaridades que eran pecado mortal. Es el Colegio San Miguel y el Teatro Variedades donde por primera vez vi subir al escenario una obrita escrita por mí. Es la esquina de Diego Ferré y Colón, en el Miraflores limeño -la llamábamos el Barrio Alegre-, donde cambié el pantalón corto por el largo, fumé mi primer cigarrillo, aprendí a bailar, a enamorar y a declararme a las chicas. Es la polvorienta y temblorosa redacción del diario La Crónica donde, a mis dieciséis años, velé mis primeras armas de periodista, oficio que, con la literatura, ha ocupado casi toda mi vida y me ha hecho, como los libros, vivir más, conocer mejor el mundo y frecuentar a gente de todas partes y de todos los registros, gente excelente, buena, mala y execrable. Es el Colegio Militar Leoncio Prado, donde aprendí que el Perú no era el pequeño reducto de clase media en el que yo había vivido hasta entonces confinado y protegido, sino un país grande, antiguo, enconado, desigual y sacudido por toda clase de tormentas sociales. Son las células clandestinas de Cahuide en las que con un puñado de sanmarquinos preparábamos la revolución mundial. Y el Perú son mis amigos y amigas del Movimiento Libertad con los que por tres años, entre las bombas, apagones y asesinatos del terrorismo, trabajamos en defensa de la democracia y la cultura de la libertad.El Perú es Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años y que todavía soporta las manías, neurosis y rabietas que me ayudan a escribir. Sin ella mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo, Morgana ni los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia. Ella hace todo y todo lo hace bien. Resuelve los problemas, administra la economía, pone orden en el caos, mantiene a raya a los periodistas y a los intrusos, defiende mi tiempo, decide las citas y los viajes, hace y deshace las maletas, y es tan generosa que, hasta cuando cree que me riñe, me hace el mejor de los elogios: "Mario, para lo único que tú sirves es para escribir".Volvamos a la literatura. El paraíso de la infancia no es para mí un mito literario sino una realidad que viví y gocé en la gran casa familiar de tres patios, en Cochabamba, donde con mis primas y compañeros de colegio podíamos reproducir las historias de Tarzán y de Salgari, y en la Prefectura de Piura, en cuyos entretechos anidaban los murciélagos, sombras silentes que llenaban de misterio las noches estrelladas de esa tierra caliente. En esos años, escribir fue jugar un juego que me celebraba la familia, una gracia que me merecía aplausos, a mí, el nieto, el sobrino, el hijo sin papá, porque mi padre había muerto y estaba en el cielo. Era un señor alto y buen mozo, de uniforme de marino, cuya foto engalanaba mi velador y a la que yo rezaba y besaba antes de dormir. Una mañana piurana, de la que todavía no creo haberme recobrado, mi madre me reveló que aquel caballero, en verdad, estaba vivo. Y que ese mismo día nos iríamos a vivir con él, a Lima. Yo tenía once años y, desde entonces, todo cambió. Perdí la inocencia y descubrí la soledad, la autoridad, la vida adulta y el miedo. Mi salvación fue leer, leer los buenos libros, refugiarme en esos mundos donde vivir era exaltante, intenso, una aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz. Y fue escribir, a escondidas, como quien se entrega a un vicio inconfensable, a una pasión prohibida. La literatura dejó de ser un juego. Se volvió una manera de resistir la adversidad, de protestar, de rebelarme, de escapar a lo intolerable, mi razón de vivir. Desde entonces y hasta ahora, en todas las circunstancias en que me he sentido abatido o golpeado, a orillas de la desesperación, entregarme en cuerpo y alma a mi trabajo de fabulador ha sido la luz que señala la salida del túnel, la tabla de salvación que lleva al náufrago a la playa.Aunque me cuesta mucho trabajo y me hace sudar la gota gorda, y, como todo escritor, siento a veces la amenaza de la parálisis, de la sequía de la imaginación, nada me ha hecho gozar en la vida tanto como pasarme los meses y los años construyendo una historia, desde su incierto despuntar, esa imagen que la memoria almacenó de alguna experiencia vivida, que se volvió un desasosiego, un entusiasmo, un fantaseo que germinó luego en un proyecto y en la decisión de intentar convertir esa niebla agitada de fantasmas en una historia. "Escribir es una manera de vivir", dijo Flaubert. Sí, muy cierto, una manera de vivir con ilusión y alegría y un fuego chisporroteante en la cabeza, peleando con las palabras díscolas hasta amaestrarlas, explorando el ancho mundo como un cazador en pos de presas codiciables para alimentar la ficción en ciernes y aplacar ese apetito voraz de toda historia que al crecer quisiera tragarse todas las historias. Llegar a sentir el vértigo al que nos conduce una novela en gestación, cuando toma forma y parece empezar a vivir por cuenta propia, con personajes que se mueven, actúan, piensan, sienten y exigen respeto y consideración, a los que ya no es posible imponer arbitrariamente una conducta, ni privarlos de su libre albedrío sin matarlos, sin que la historia pierda poder de persuasión, es una experiencia que me sigue hechizando como la primera vez, tan plena y vertiginosa como hacer el amor con la mujer amada días, semanas y meses, sin cesar.Al hablar de la ficción, he hablado mucho de la novela y poco del teatro, otra de sus formas excelsas. Una gran injusticia, desde luego. El teatro fue mi primer amor, desde que, adolescente, vi en el Teatro Segura, de Lima, La muerte de un viajante, de Arthur Miller, espectáculo que me dejó traspasado de emoción y me precipitó a escribir un drama con incas. Si en la Lima de los cincuenta hubiera habido un movimiento teatral habría sido dramaturgo antes que novelista. No lo había y eso debió orientarme cada vez más hacia la narrativa. Pero mi amor por el teatro nunca cesó, dormitó acurrucado a la sombra de las novelas, como una tentación y una nostalgia, sobre todo cuando veía alguna pieza subyugante. A fines de los setenta, el recuerdo pertinaz de una tía abuela centenaria, la Mamaé, que, en los últimos años de su vida, cortó con la realidad circundante para refugiarse en los recuerdos y la ficción, me sugirió una historia. Y sentí, de manera fatídica, que aquella era una historia para el teatro, que sólo sobre un escenario cobraría la animación y el esplendor de las ficciones logradas. La escribí con el temblor excitado del principiante y gocé tanto viéndola en escena, con Norma Aleandro en el papel de la heroína, que, desde entonces, entre novela y novela, ensayo y ensayo, he reincidido varias veces. Eso sí, nunca imaginé que, a mis setenta años, me subiría (debería decir mejor me arrastraría) a un escenario a actuar. Esa temeraria aventura me hizo vivir por primera vez en carne y hueso el milagro que es, para alguien que se ha pasado la vida escribiendo ficciones, encarnar por unas horas a un personaje de la fantasía, vivir la ficción delante de un público. Nunca podré agradecer bastante a mis queridos amigos, el director Joan Ollé y la actriz Aitana Sánchez Gijón, haberme animado a compartir con ellos esa fantástica experiencia (pese al pánico que la acompañó).La literatura es una representación falaz de la vida que, sin embargo, nos ayuda a entenderla mejor, a orientarnos por el laberinto en el que nacimos, transcurrimos y morimos. Ella nos desagravia de los reveses y frustraciones que nos inflige la vida verdadera y gracias a ella desciframos, al menos parcialmente, el jeroglífico que suele ser la existencia para la gran mayoría de los seres humanos, principalmente aquellos que alentamos más dudas que certezas, y confesamos nuestra perplejidad ante temas como la trascendencia, el destino individual y colectivo, el alma, el sentido o el sinsentido de la historia, el más acá y el más allá del conocimiento racional.Siempre me ha fascinado imaginar aquella incierta circunstancia en que nuestros antepasados, apenas diferentes todavía del animal, recién nacido el lenguaje que les permitía comunicarse, empezaron, en las cavernas, en torno a las hogueras, en noches hirvientes de amenazas -rayos, truenos, gruñidos de las fieras-, a inventar historias y a contárselas. Aquel fue el momento crucial de nuestro destino, porque, en esas rondas de seres primitivos suspensos por la voz y la fantasía del contador, comenzó la civilización, el largo transcurrir que poco a poco nos humanizaría y nos llevaría a inventar al individuo soberano y a desgajarlo de la tribu, la ciencia, las artes, el derecho, la libertad, a escrutar las entrañas de la naturaleza, del cuerpo humano, del espacio y a viajar a las estrellas. Aquellos cuentos, fábulas, mitos, leyendas, que resonaron por primera vez como una música nueva ante auditorios intimidados por los misterios y peligros de un mundo donde todo era desconocido y peligroso, debieron ser un baño refrescante, un remanso para esos espíritus siempre en el quién vive, para los que existir quería decir apenas comer, guarecerse de los elementos, matar y fornicar. Desde que empezaron a soñar en colectividad, a compartir los sueños, incitados por los contadores de cuentos, dejaron de estar atados a la noria de la supervivencia, un remolino de quehaceres embrutecedores, y su vida se volvió sueño, goce, fantasía y un designio revolucionario: romper aquel confinamiento y cambiar y mejorar, una lucha para aplacar aquellos deseos y ambiciones que en ellos azuzaban las vidas figuradas, y la curiosidad por despejar las incógnitas de que estaba constelado su entorno.Ese proceso nunca interrumpido se enriqueció cuando nació la escritura y las historias, además de escucharse, pudieron leerse y alcanzaron la permanencia que les confiere la literatura. Por eso, hay que repetirlo sin tregua hasta convencer de ello a las nuevas generaciones: la ficción es más que un entretenimiento, más que un ejercicio intelectual que aguza la sensibilidad y despierta el espíritu crítico. Es una necesidad imprescindible para que la civilización siga existiendo, renovándose y conservando en nosotros lo mejor de lo humano. Para que no retrocedamos a la barbarie de la incomunicación y la vida no se reduzca al pragmatismo de los especialistas que ven las cosas en profundidad pero ignoran lo que las rodea, precede y continúa. Para que no pasemos de servirnos de las máquinas que inventamos a ser sus sirvientes y esclavos. Y porque un mundo sin literatura sería un mundo sin deseos ni ideales ni desacatos, un mundo de autómatas privados de lo que hace que el ser humano sea de veras humano: la capacidad de salir de sí mismo y mudarse en otro, en otros, modelados con la arcilla de nuestros sueños.De la caverna al rascacielos, del garrote a las armas de destrucción masiva, de la vida tautológica de la tribu a la era de la globalización, las ficciones de la literatura han multiplicado las experiencias humanas, impidiendo que hombres y mujeres sucumbamos al letargo, al ensimismamiento, a la resignación. Nada ha sembrado tanto la inquietud, removido tanto la imaginación y los deseos, como esa vida de mentiras que añadimos a la que tenemos gracias a la literatura para protagonizar las grandes aventuras, las grandes pasiones, que la vida verdadera nunca nos dará. Las mentiras de la literatura se vuelven verdades a través de nosotros, los lectores transformados, contaminados de anhelos y, por culpa de la ficción, en permanente entredicho con la mediocre realidad. Hechicería que, al ilusionarnos con tener lo que no tenemos, ser lo que no somos, acceder a esa imposible existencia donde, como dioses paganos, nos sentimos terrenales y eternos a la vez, la literatura introduce en nuestros espíritus la inconformidad y la rebeldía, que están detrás de todas las hazañas que han contribuido a disminuir la violencia en las relaciones humanas. A disminuir la violencia, no a acabar con ella. Porque la nuestra será siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo y de convertir en posible lo imposible.Estocolmo, 7 de diciembre de 2010Copyright © The Nobel Foundation 2010
En su discurso al recibir el Premio Nobel, el escritor peruano reflexionó sobre el poder liberador de la literatura. Hoy, su voz se apaga, pero su legado trasciende generaciones
A lo largo de todo el mundo, escritores, políticos y lectores expresan su homenaje a quien en vida fue un gigante en la historia literaria contemporánea
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El escritor peruano calificó a México como una dictadura perfecta y en años recientes consideró que López Obrador era una deriva al autoritarismo
El escritor peruano será recordado por sus decenas de novelas, algunas incluso llegaron a las salas de proyección. Aquí te mostramos cuáles inspiraron a cineastas peruanos y extranjeros
A través de un comunicado, sus hijos confirmaron que el aclamado escritor, quien deja una extensa y prodigiosa obra literaria, falleció a los 89 años en Lima, rodeado de su familia y en paz
Así lo confirmó su hijo, Álvaro Vargas Llosa.El escritor falleció en Lima, rodeado de su familia.La familia adelantó que no habrá ceremonia pública y pidieron "privacidad para despedirlo".
Economía de No Ficción. El proceso de toma de decisiones del Presidente de Estados Unidos impactó en la distribución de la información. Qué es la información asimétrica y por qué representa un riesgo para los mercados.
Sus estudios pioneros sobre el rol de la hipófisis en la regulación del azúcar en sangre lo convirtieron en el primer ganador latinoamericano del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1947, tras haberle sido otorgado el Premio Nacional de Ciencias en 1922. Leer más
Durante un seminario organizado por el Banco Mundial, el profesor del MIT ofreció una clase magistral sobre la erosión que sufren las instituciones democráticas cuando la corrupción impacta en su credibilidad pública. "Las democracias pierden apoyo, cuando tienen alta corrupción", sintetizó Acemoglu
Durante el programa "Desde el canil", emitido a las 18 por la pantalla de Bravo TV, el periodista Franco Lindner enumeró las "distinciones" que el presidente de la Nación ha recibido durante el pasado reciente. Leer más
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Desde trabajar fichando cadáveres en su juventud hasta un error en un artículo que ocasionó su distanciamiento con Jorge Luis Borges. El escritor nacional, a lo largo de los años, ha narrado no solo historias desde la ficción, sino también experiencias que marcaron su vida
Una mezcla improvisada en un almuerzo cambió para siempre la gastronomía argentina.Su creador, Luis Federico Leloir, pasó a la historia no solo por esta invención, sino también por ganar un Premio Nobel de Química.
"No está inventada la pólvora para resolver el problema de la noche a la mañana. Mi sensación es que el Gobierno tomó el atajo muy rápido", sostuvo la economista. Leer más
La economista analizó en Infobae en Vivo el impacto del alza del dólar blue y los desafíos económicos que enfrenta Argentina en un contexto de incertidumbre cambiaria y negociaciones con el FMI
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En su discurso de investidura, el presidente Trump dijo que su "legado más orgulloso será el de pacificador y unificador". Pero los críticos lo han acusado de ponerse del lado del agresor cuando se trata de Rusia y Ucrania.
Su descubrimiento revolucionó la comprensión sobre el envejecimiento celular y el cáncer, abriendo nuevas posibilidades en la biomedicina y dejando una huella imborrable en la ciencia mundial, según detalló National Geographic
Aunque la mayoría de economistas han defendido la compra como una buena inversión y la opción más rentable a largo plazo, para algunas personas el alquiler puede ser una mejor alternativa
Gabo intentó descifrar en sus palabras a la estrella colombiana a la cual admiraba, tanto así que la intérprete de 'Ojos así' a la que conoció en 1999 fue su musa de inspiración: "Idealiza el amor, pero ninguno ha estado a su altura", expresó el escritor
Pedro Cateriano y Alonso Cueto repasan la vida del hombre que será recordado como autor de aclamadas novelas y excandidato presidencial
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Analizamos si Valeria, Lola, Carmen y Nerea pueden permitirse los pisos en los que viven en la serie de Netflix 'Valeria', basada en las novelas de Elísabet Benavent
Frederick Grant Banting murió el 21 de febrero de 1941 al estrellarse el avión que lo llevaba de Canadá a Gran Bretaña para probar el uso bélico de su último descubrimiento que nada tenía que ver con su mayor logro: descubrir un tratamiento para la diabetes que salvó millones de vidas. Sus experimentos con perros, las pruebas en humanos y la feroz pelea con el hombre que había sido su benefactor
El presidente Javier Milei realizó una publicación en su cuenta de X, donde promocionó a un token llamado $LIBRA, que registró cotizaciones muy altas y luego se desplomó. El arco político reaccionó al posteo y el primer comentario llegó de parte de la diputada Lilia Lemoine, quien despejó dudas sobre el tuit y aclaró que no se trató de un hackeo.Desde la oposición cuestionaron el mensaje del mandatario y alertaron sobre posibles estafas vinculadas al link que compartió. Uno de ellos fue Juan Grabois, quien le escribió: "Señor presidente, promover una empresa privada -que además pinta [Esquema] Ponzi- desde el Sillón de Rivadavia es una falta ética grave y probablemente un delito reprimido por el artículo 265 del código penal. Teléfono, fiscales". El artículo mencionado por el dirigente social establece penas de prisión a funcionarios públicos que "se interesen en miras de un beneficio propio o de un tercero en cualquier contrato u operación en que intervenga en razón de su cargo".Señor presidente promover una empresa privada -que además pinta ponzi- desde el sillón de Rivadavia es una falta ética grave y probablemente un delito reprimido por el artículo 265 del código penal. Teléfono fiscales.— Juan Grabois (@JuanGrabois) February 15, 2025El diputado Santiago Cafiero hizo una publicación en la que adjuntó capturas de pantalla de los movimientos registrados en la criptomoneda y expresó, en referencia a la abrupta caída que sufrió: "Algunas ballenas ganaron unos cuantos palos verdes. ¿Quiénes serán? ¿Funcionarios públicos? ¿El mismo presidente?". En esta línea, Itai Hagman, otro opositor en la Cámara baja, criticó: "¿Un presidente dando recomendaciones de inversiones cripto de dudosa procedencia? Hay tongo y estafa de acá a la china. Lo hizo como candidato con CoinX y su titular terminó en cana. Ahora lo hace como mandatario. ¿Algún fiscal o juez va a hacer algo?".Algunas ballenas ganaron unos cuantos palos verdesâ?¦ quienes serán ? Funcionarios públicos ? El mismo presidente? pic.twitter.com/IDW1yo5MWd— Santiago Cafiero (@SantiagoCafiero) February 15, 2025Noticia en desarrollo.
La bióloga del CONICET fue distinguida, junto al investigador brasilero Eduardo Brondizio, por sus estudios sobre la relación entre humanidad y la biodiversidad y habló sobre la amenaza del cambio climático y la situación "crítica" de la comunidad científica argentina. Leer más
La ecóloga fue distinguida, junto a al investigador brasilero-estadounidense Eduardo Brondízio, por sus estudios sobre el entrelazamiento entre los seres humanos y la naturaleza. Se trata de los primeros sudamericanos en obtener el prestigioso galardón.
Recibió el reconocimiento junto al investigador brasilero Eduardo Brondízio por sus estudios sobre el entrelazamiento entre la biodiversidad y los seres humanos.
La ecóloga cordobesa obtuvo el galardón al Logro Ambiental, junto con un científico brasileño-estadounidense.Cuánto dinero se llevó y sus principales definiciones sobre cambio climático y negacionismo.
CÓRDOBA.- Sandra Díaz, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), fue distinguida con el Premio Tyler al "Logro Ambiental", uno de los reconocimientos más importantes en el área, que se conoce como el Nobel del Medio Ambiente.Lo comparte con el antropólogo brasileño-estadounidense Eduardo Brondízio y así se convirtieron en los dos primeros sudamericanos en recibirlo. El comité los caratuló como dos "poderosas voces del sur global" en materia de ecología.El comité ejecutivo resolvió la premiación por el compromiso de ambos con el abordaje de la pérdida de biodiversidad y su impacto en las sociedades humanas. "El trabajo de Sandra Díaz ha sido fundamental para redefinir cómo se conceptualiza y valora la biodiversidad en el mundo", afirmó Julia Marton-Lefèvre, presidenta del cuerpo.Tanto Díaz como Brondízio, que recibieron US$250.000, buscan captar la atención sobre el entrelazamiento de la humanidad con la naturaleza, y llaman a reconocer las responsabilidades compartidas en la trama de la vida. "La justicia socioambiental y el respeto por nuestras conexiones con otras formas de vida en la Tierra deben dejar de ser conceptos abstractos", afirmaron los ganadores en un comunicado conjunto.Díaz y Brondízio trabajaron juntos en el informe de Evaluación Global de la Plataforma Intergubernamental Científico-Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), publicado en 2019, así como en la Convención de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad.En 2019 Díaz fue designada miembro ("fellow member") de la Royal Society, una de las sociedades científicas más antiguas del mundo con 360 años de existencia y sede en Londres. Tres crisis, una misma raízDíaz nació en Bell Ville, a 210 kilómetros al sureste de la capital de Córdoba. Egresada de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba, donde sigue enseñando, es investigadora superior del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal. También integra las academias de ciencias de Estados Unidos y de Francia; recibió el premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2019; y la medalla de la Sociedad Linneana de Londres (Linnean Society). En 2018 fue mencionada por la revista Nature como uno de los cinco científicos "to watch" (para mirar) ese año.En la conferencia de prensa que anunció su premiación, Díaz destacó cómo los seres humanos están "profundamente entrelazados con el tejido de la vida en la Tierra", una idea que desafía la visión tradicional que separa a la humanidad de la naturaleza. Y enfatizó que la biodiversidad no solo debe medirse por la cantidad de especies, sino también por su funcionalidad dentro de los ecosistemas.También se refirió al negacionismo climático y la indiferencia de algunos líderes políticos globales a la importancia de cuidar la naturaleza. "La creciente narrativa de que el beneficio privado debe tener prioridad sobre el bien común es extremadamente peligroso para nuestro futuro compartido. Si estas narrativas se afianzan y se expanden, corremos un grave riesgo de perder la oportunidad de asegurar un futuro mejor".La cordobesa planteó que la crisis de la naturaleza, la crisis climática y la crisis de desigualdades sociales inaceptables tienen una misma raíz. "La simple y antigua codicia a una escala masiva. Este modelo de relación con el planeta ve a otras formas de vida e incluso a otros seres humanos como meros objetos a explotar para obtener el máximo beneficio", enfatizó.El premio es administrado por la Universidad del Sur de California y fue establecido por John y Alice Tyler en 1973.
"La vegetariana", de la última ganadora en Suecia, la surcoreana Hang Kang, es una historial colosal y abrumadora. En "Memory Lane", Patrick Modiano recupera la tradición del libro ilustrado de alta calidad.
En su conferencia de prensa anual, el empresario se refierió a sus negocios y su evolución a través de los años
Recordó a Lorenzo Servitje al asegurar que los estudiosos de la economía "nunca han pagado una nómina"
Aunque no fue un político activo, su vinculación con la Institución Libre de Enseñanza y su compromiso con la justicia y el progreso lo hicieron estar en la órbita del republicanismo
Con "El misterio de la fe", es escritor noruego relata su alcoholismo y el "suicidio prolongado" que estaba gestando y cómo salió de él. Leer más