"Me mandaron un email donde me suspendieron el turno, pero también llegaron otros dos para recordarme la cita. Te confunden. Si no quieren que vengas, ¿para qué mandan los otros recordándote que tenés que venir? Deberían ser más claros, yo soy grande. Además, todo esto es injusto. Mirá mi caso: tengo dos hijas mellizas, una obtuvo la ciudadanía y la otra no porque no había conseguido turno. Es más injusto aún si pensás que mi hija tiene la ciudadanía por mi bisabuelo y yo no", dice Viviana, de 71 años, quien prefirió no dar el nombre para no complicar su situación.Pero Viviana no es la única que este lunes por la mañana estaba frente al consulado italiano llena de dudas e incertidumbre. Eran varios los argentinos que manifestaron su angustia, tristeza y bronca porque ven esfumarse la posibilidad de contar con la ciudadanía de sus antepasados italianos.Es que el viernes pasado el gobierno italiano aprobó un drástico cambio de la ley de ciudadanía que limita el "ius sanguinis" â??derecho por sangreâ?? a los descendientes de italianos de primera o segunda generación. Además, ya no se podrá tramitar en los consulados, sino en una oficina especial de cancillería.Es que el decreto ley que aprobó el consejo de ministros y entró en vigor el sábado establece que solo quien tiene padres o abuelos nativos italianos podrá obtener automáticamente la ciudadanía italiana.A partir de ese anuncio el Consulado de Italia en Buenos Aires suspendió todos los turnos para tramitar la ciudadanía. Los consulados ya no serán las oficinas encargadas de otorgar la ciudadanía si no que se realizará por medio de una tramitación directa en una unidad especializada que se conformará en el Ministerio de Relaciones Exteriores o Cancillería, que tendrían un plazo de 48 meses para expedirse.Otro de los cambios que establece el decreto es que para adquirir la ciudadanía por matrimonio se exigiría una permanencia estable de dos años en Italia. Hasta esta nueva medida del gobierno de Giorgia Meloni, solo era necesario que los cónyuges aprobaran un examen de idioma italiano. Por último, un dato no menor: se incrementó el costo del trámite. La tarifa para tramitar la ciudadanía pasó de 640 euros a 700 euros.Correo electrónico, la única vía de comunicación"Tienen que mandar un email a la dirección que aparece en esos carteles", comentaban los empleados del Consulado Italiano en Buenos Aires a quien se le acercaba a preguntar por su situación.Aunque había una fila ordenada con gente que tenía turnos y toda su documentación en la mano, unos pasos más adelante, cerca de los carteles donde estaban impresas las líneas de contacto del consulado había un grupo de seis o siete personas que charlaban compartiendo su angustia.Todos opinaban y narraban sus historias, pero preferían no dar sus apellidos cuando tratábamos de entrevistarlos. "Si no escribís mi apellido ni mi nombre te cuento. Tengo miedo de complicar las cosas", decían casi al unísono."Lo más importante es que esto no es constitucional", comentó una mujer de unos 60 años, mientras se retiraba con su esposo.Ángel, por su parte, accedió a dar la entrevista y contó que hace cuatro años que está intentando sacar un turno. "Una vez que lo logro, hay esta modificación en la ley... Me suspendieron el turno momentáneamente, según me dijeron en el consulado. Pensá que muchos sacamos este turno hace ocho o seis meses, cuando este decreto no existía. Cambiaron todo sobre la marcha, sin ningún respeto por el turno", señala.El hombre, de 57 años, explica que su hermano ya pudo presentar la carpeta con la documentación, mientras que su turno era para el 8 de abril. "Tardé casi dos años y medio para armar toda la documentación y está todo en este consulado. Volver a armar la carpeta es un dolor de cabeza y una fortuna. Hoy una traducción en italiano cuesta alrededor de $50.000. Además de esto se suman los apostillados, la documentación que tenés que solicitar en Italia y el derecho del consulado que hay que pagar acá", detalló.https://www.lanacion.com.ar/sociedad/cuales-son-los-nuevos-requisitos-para-tramitar-la-ciudadania-italiana-en-la-argentina-nid31032025/Aunque Ángel puede recibir la ciudadanía porque su abuelo nació en Italia se lamenta porque su objetivo era que sus hijos también pudieran sacarla. "Estaba haciendo este trámite con el objetivo de darle la identidad italiana a mi familia. Mi abuelo y mi abuela eran italianos. ¿Por qué me niegan la posibilidad de pasarle la identidad italiana a mis hijos? Tampoco entiendo por qué cancelaron los turnos a todos. A mí, por ejemplo, no deberían haberme cancelado el turno porque soy nieto de un nativo italiano. Ni siquiera miraron cada caso. Cancelaron a todos. Por otro lado, dicen que no se van a hacer más acá en el consulado. Eso es otro tema porque tengo la carpeta que ya ingresó mi hermano en este consulado. Hay un montón de cosas que van a tener que evaluar", agregó, enojado.Otras preguntas que se hacían aquellos que estaban en la puerta del consulado era qué iba a pasar con el dinero que ya pagaron, cómo se los devolverían.La hija de Viviana asintió con la cabeza mientras escuchaba esta pregunta y agregó: "Nos cancelaron el turno, pero no nos dijeron nada sobre el pago que hicimos".Ángel se sumó a esta duda y contó que no sabe bien si abonar o no. "Hoy tenía que transferir el dinero, pero no lo hice porque no sé si después me lo van a devolver. Tengo miedo de que salga otro decreto y se queden con esa suma de dinero, que para mí es un montón de plata", destacó.Más de dos años para obtener un turnoSofía, de 48 años, debería estar feliz porque es ciudadana italiana desde hace 10 días, sin embargo su felicidad se empañó porque Delfina, su hija de 25 años, no llegó a conseguirla."Nosotros empezamos a armar la carpeta, junto con mi hermano, en 2021. La ciudadanía la heredamos de mi tatarabuelo por parte de mi madre, de apellido Sika. Hacia final de 2022, mi hermano consiguió turno para él y para mi mamá. Yo no conseguí y después de intentarlo lo obtuve a mediados del año pasado. Lamentablemente no conseguí para mi hija Delfina, que es mayor de edad y tenía que sacar uno propio. Pero no me preocupé porque decidí sacar la ciudadanía de Joaquín, mi hijo menor, y la mía. El plan era que luego ella la recibía de forma directa a través mío. Me presenté con toda la documentación en enero y hace 10 días me confirmaron que era ciudadana. Pero Delfi lamentablemente perdió la posibilidad de sacarla con este cambio en la legislación, porque yo no nací en Italia. De todas maneras, estamos viendo si surgen novedades al respecto para que ella también pueda sacarla", dijo con tristeza.Ella aclaró que la situación que está viviendo en su casa es angustiante porque solo quedó sin ciudadanía su hija mayor. "Fue realmente muy complicado sacar el turno. Teníamos la carpeta lista en 2022 y estuvimos más de dos años para conseguir la cita. Luego el trámite fue muy rápido porque nos sumamos a la carpeta de mi hermano, quien ya es ciudadano italiano y tiene su pasaporte. Pero no nos queremos quedar sin hacer nada, estamos evaluando asesorarnos para mandar una carta documento al consulado italiano por discriminación", agregó Sofía.Guerra contra los italianos nacidos en el exteriorDesde el Partito Democrático (PD), principal opositor del gobierno de Giorgia Meloni, dijeron a LA NACION que la "restricción del reconocimiento de la nacionalidad a las italianos e italianos nacidos en el exterior son una declaración de guerra contra estos"."Estas decisiones fueron anunciadas con poco respeto por el Parlamento y aún menos por el sistema de representación de los italianos en el exterior. En asuntos tan delicados no se puede intervenir de forma urgente y precipitada. EL PD en el parlamento seguirá los pasos necesarios para intervenir de forma seria y adecuada y modificar el decreto-ley, con el respeto por los italianos en el exterior que nos caracteriza y que evidentemente falta en este Gobierno", destacó Fabio Porta, diputado del PD en representación de los italianos de América del Sur.Por su parte, Gabriel Puricelli, Vicesecretario del Partito Democratico de Italia en Argentina, agregó: "La medida es inaceptable porque limita el derecho de sangre que consagra la legislación. La reforma que sigue siendo necesaria es agregar al ius sanguinis el ius culturae que otorgue ciudadanía a quienes residen en Italia desde pequeños y han obtenido títulos educativos en el país. El derecho a la ciudadanía debe ser ampliado y no restringido. Reclamaremos enérgicamente que no se demore la respuesta consular a quienes han iniciado trámites antes del 28 de marzo y llamamos a todos los italianos nacidos en el exterior a acompañar el esfuerzo que hará el PD en el parlamento para que Meloni dé marcha atrás".De todas maneras, tanto abogados como políticos que se oponen a este decreto sostienen que aún no está dicha la última palabra. Es que el Parlamento tiene como máximo 60 días para aprobarlo así como está; hacer cambios y sancionar una nueva ley de ciudadanía; o rechazarlo y que la legislación quede como era antes de este decreto ley.Eso sí, aunque cada vez más voces se levantan en contra de esta medida muchos, por lo bajo, reconocen que tiene grandes chances de ser aprobada.
En las últimas horas, una decisión del gobierno de Giorgia Meloni, en Italia, impactó de lleno en la Argentina por la estrecha relación histórica entre ambos países. Se presentó un proyecto que busca reformar los trámites y requisitos para obtener la ciudadanía italiana. "Existe un problema estrictamente administrativo en el que no dan abasto los consultados, como en la Argentina [por la cantidad de solicitudes]", explicó el titular del partido oficialista Fratelli d'Italia, Vito De Palma.Y prosiguió, para explicar el motivo por el cual se tomó esta decisión. "Entonces, cuando creas un cuello de botella aparecen los posibles casos de corrupción. También, había muchos estudios, intermediarios, gestores, que ofrecían turnos, facilidades [para obtener la ciudadanía]", marcó y agregó: "No puede ser una mercancía", agregó. Según De Palma, el ministro de Relaciones Exteriores del país europeo accionó, en este caso, "con una motosierra". En diálogo con el canal TN, el representante del partido de Meloni en la Argentina dijo que este decreto tiene que ser ratificado por ambas cámaras en el Congreso italiano para ser aprobado y puesto en marcha. "La ley italiana era, hasta ahora, la más amplia del mundo. Alcanzaba tener un bisabuelo que hubiera nacido en ese país europeo desde cuando Italia fue reconocido como país. Bastaba que los descendientes pudiera probar la línea de sangre", se explayó De Palma.Según el funcionario, se comprobó que a lo largo de los últimos años alrededor del 90% de quienes pedían la ciudadanía italiana no iban a Italia, como si, dijo De Palma, "no hubiera una voluntad real de ser italiano, sino la comodidad de tener un pasaporte que te permitiera viajar o vivir en cualquier país de la Unión Europea (UE)". "Eso me parece que está bien que se corrija", reflexionó.Reconoció entonces que la medida provocó "un avispero entre las fuerzas políticas italianas". "Porque están los que creen que hay que estudiar caso por caso, que no estarían en desacuerdo con que haya un examen", planteó y añadió: "Reducir ahora solo a dos generaciones crea grandes inconvenientes". Si el Parlamento italiano aprobara el proyecto - situación que el funcionario de Meloni consideró que posiblemente ocurra aunque, tal vez, con ciertas enmiendas-, los solicitantes de la ciudadanía de ese país deberán tener un abuelo que haya nacido en Italia.El nuevo decreto de Meloni, impulsado por el vicepremier y canciller Antonio Tajani, de Forza Italia, echó por tierra una ley de 1992 según la cual, gracias a un "ius sanguinis" que alcanzaba a cinco generaciones, demostrando la existencia también de un tatarabuelo -fallecido después de 1861, la fecha de la unidad de Italia-, podía llegar a accederse al pasaporte italiano.Este giro drástico hizo crujir internamente al gobierno de Meloni: legisladores de la Liga, el partido de extrema derecha del vicepremier Matteo Salvini, aliado de la coalición de derecha, salieron a criticar con fuerza este cambio y a reclamar una "corrección".
ROMA.- El límite a la obtención "fácil" de ciudadanía italiana decretado el viernes por el gobierno de derecha de Giorgia Meloni -que implica que de ahora en más puedan acceder a la ciudadanía (y al pasaporte) solamente quienes tienen un padre o un abuelo italiano-, si bien causó shock en países como la Argentina y Brasil, tierras de emigración de millones de italianos hace más de un siglo, también hizo ruido en Italia.Este giro drástico, en efecto, también hizo crujir internamente al gobierno de Meloni: legisladores de la Liga, el partido de extrema derecha del vicerpremier Matteo Salvini, aliado de la coalición de derecha, salieron a criticar con fuerza este cambio y a reclamar una "corrección"."Es extraño que alguien en el gobierno haya decidido ponerle un freno a los descendientes de quienes emigraron al extranjero, en gran parte de origen veneciano, lombardo, piamontés o friulano, y por tanto de cultura católica, pero luego piense en regalarle la ciudadanía a jóvenes inmigrantes, a menudo islámicos", protestó el diputado veneciano Dimitri Coin. "Es increíble que nos preocupemos más de nuestros bisabuelos: serán necesarias medidas correctivas en la cámara", advirtió.Coincidió otro diputado de la Liga, Graziano Pizzimenti, que también aseguró que iba a dar batalla y que "esta propuesta" será discutida y modificada en el Parlamento.El nuevo decreto de Meloni, impulsado por el vicerpremier y canciller Antonio Tajani, de Forza Italia, echó por tierra una ley de 1992 según la cual, gracias a un "ius sanguinis" que implicaba a cinco generaciones, demostrando la existencia también de un tatarabuelo -fallecido después de 1861, la fecha de la unidad de Italia-, podía llegar a accederse al pasaporte italiano. Un documento con el que uno accede sin problemas no sólo a la Unión Europea (UE), sino también, con menos dificultades, a Estados Unidos y otros países.Las nuevas normas prevén que los descendientes de ciudadanos italianos, nacidos en el extranjero, serán automáticamente ciudadanos sólo durante dos generaciones: sólo aquellos que tengan al menos un padre o abuelo nacido en Italia serán ciudadanos desde el nacimiento. Los hijos de italianos adquirirán automáticamente la ciudadanía si nacen en Italia o si, antes de su nacimiento, uno de sus padres ciudadanos ha residido en Italia durante al menos dos años continuos.El nuevo decreto, que quiso ponerle un freno a los abusos y a la multiplicación de agencias o "fábricas" de pasaportes italianos, también implica que de ahora en más cualquier trámite de ese tipo no se hará más en los consulados, sino en una oficina especial de la Farnesina, como llaman aquí la cancillería."Se termina la caza al bisabuelo", celebró Andrea Di Giuseppe, diputado electo en la circunscripción de Norte y Centro América. Igual de satisfechos se manifestaron diversos alcaldes de pueblos del Véneto cuyas oficinas en los últimos años se vieron literalmente sobrepasadas por una avalancha de pedidos de ciudadanía de brasileños de origen italiano.Según la Farnesina, en los últimos diez años los italianos residentes en el exterior aumentaron en un 40% y se estima que hay más de 60.000 procedimientos judiciales pendientes para la verificación de la ciudadanía. De estos, más de 18.000 fueron depositados entre 2022 y 2024 en el tribunal de Venecia.Colapsado por solicitudes de descendientes brasileños en busca de pasaporte, Camillo de Pellegrin, alcalde de la localidad de Val di Zoldo, un pueblo de 2700 habitantes en el corazón de las Dolomitas, para llamar la atención hace años había puesto una bandera brasileña en el frente de la sede municipal. Allí en los últimos años lograron la ciudadanía 800 brasileños descendientes de italianos que jamás pusieron un pie en el pueblo.Ahora "contentísimo" y "emocionado" con la reforma que limita a dos generaciones el acceso a la ciudadanía, reclamado desde hace años por él y otros alcaldes, en declaraciones al Corriere della Sera Pellegrin denunció el "negocio de 600 millones de euros al año" que significaba el tema, debido a la existencia de agencias especializadas que se ocupaban de los trámites en los consulados y en las municipalidades, poniendo en marcha incluso acciones judiciales.Pese a ser oriunda del Véneto, la eurodiputada Elena Donazzan, de Hermanos de Italia (el partido de Meloni) se manifestó totalmente en contra de la reforma. "Creo que este es un error cultural de la centroderecha, los descendientes tienen sangre italiana, mientras otros nos invaden. Tenemos que ser muy duros con la comercialización de los pasaportes, pero si hay un certificado de descendencia, esa persona debe tener las puertas abiertas", aseguró, en una entrevista al Corriere Veneto.Donazzan destacó la falta de mano de obra que hay en Italia -un país cada vez más viejo y de bajísima natalidad-, que justamente los descendientes de italianos podrían suplir. "Es una convicción mía desde hace tiempo: nuestra demografía y la necesidad de mano de obra van de la mano. ¿Y quién puede ser más formado y similar a nosotros?", se preguntó.Como no podía ser de otra manera, el reclamo de una corrección de parte de la Liga removió el avispero político interno. "Es sorprendente que los diputados de la Liga digan cosas diferentes a las que votaron sus propios ministros en el consejo de ministros. Todo se puede mejorar en el proceso de conversión en el Parlamento, pero esto me parece una norma sacrosanta y urgente también para poner fin a las estafas y a las violaciones flagrantes de la legislación sobre ciudadanía, que debe ser merecida y no regalada", reaccionó Raffaele Nevi, vocero de Forza Italia, en declaraciones a ANSA.Pero lo cierto es que la Liga no fue la única en salir a decir que el texto del decreto ley debe ser cambiado.Maurizio Lupi, diputado de Noi Moderati, pequeño partido que también sostiene la coalición de Meloni, se sumó al coro de críticas. "El texto debe ser absolutamente mejorado, debe ser cambiado. No hay que tener prejuicios hacia nuestras comunidades en el exterior. Hay que hacer una reflexión más amplia, siempre con moderación hablando de moderados, pero en este caso debo decir que estamos de acuerdo también con la Liga", aseguró.Como era de esperar, también salió a reclamar una revisión urgente el médico cordobés Mario Borghese, quien ya fue dos veces diputado por el Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE) y en las últimas elecciones fue electo senador por la circunscripción de América del Sur. "Todos sabemos que había que hacer una reforma de la ciudadanía, pero no este caos que ha hecho el canciller Tajani, que es un desastre", denunció Borghese, en diálogo con LA NACION.Borghese se mostró especialmente sorprendido por la rapidez con la que el decreto ley fue aprobado por el consejo de ministros e, incluso, firmado por el presidente Sergio Mattarella y publicado en el boletín oficial. "Hay algo raro, no sabemos por qué Tajani se salió con esto de un día para el otro, salteando al Parlamento y provocando un caos porque ahora los consulados no saben qué hacer. No saben si recibir actas de nacimiento de hijos menores nacidos de italianos en el exterior, si pueden proceder con la ciudadanía por matrimonio, no saben nada", lamentó. "Lo que han hecho es de una desprolijidad bárbara", agregó, al destacar que cualquiera de origen italiano que se encuentra en este momento en alguna comuna de la península haciendo el trámite "tampoco lo puede hacer porque desde la medianoche del viernes cambió todo".Combativo, Borghese aseguró que a través del MAIE impulsará cambios "profundos" en el Parlamento durante el proceso de conversión del decreto. De no prosperar esto, recurrirá a la Corte Constitucional, "para defender los derechos de los italianos en el exterior, en cuyo favor siempre ha luchado el MAIE"."Estamos seguros de que podemos ganar la batalla para corregir algunas disposiciones inaceptables del decreto y garantizamos el máximo compromiso en este sentido", concluyó.
La nueva regulación niega la nacionalidad italiana a quienes sean tataranietos de italianos residentes en el exterior. Sólo podrán tramitarla los hijos y nietos de italianos. Leer más
La reforma limita la transmisión de la nacionalidad por ius sanguinis a aquellos que tengan padre o abuelo nacido en Italia. Más de 30.000 argentinos obtuvieron la ciudadanía en 2024.
ROMA.- No más tatarabuelos sino, máximo, abuelos. En una muy mala noticia para miles de argentinos que intentan conseguir pasaporte italiano para luego mudarse a Europa, el gobierno de derecha de Giorgia Meloni aprobó este viernes un decreto que le puso fin a la obtención "fácil" de la ciudadanía para los descendientes de italianos. Hasta ahora una ley de 1992 permitía que, por "ius sanguinis" -derecho por sangre-, obtuvieran el pasaporte italiano los descendientes de tercera o cuarta generación de italianos, es decir, con un tatarabuelo.Esto dio lugar en las últimas décadas, marcadas por crisis económicas en países tradicionalmente con mucha inmigración italiana, como la Argentina o Brasil, a una multiplicación de italianos residentes allí que no hablan el idioma ni conocen la historia de la península, así como a abusos de todo tipo. Entre ellos, grandes negocios para agilizar trámites para la obtención del pasaporte italiano a decenas de futbolistas famosos.De ahora en más, y en una drástica vuelta de tuerca, en la práctica sólo quien tiene padres o abuelos italianos, es decir, sólo los descendientes de primera o segunda generación, podrán obtener automáticamente la ciudadanía italiana, según aprobó este viernes un consejo de ministros."A partir de la medianoche ya no se podrá pedir la ciudadanía con las viejas reglas, sino sólo si se tienen hasta a abuelos italianos", explicó el vicepremier y canciller, Antonio Tajani, impulsor de la reforma, que por supuesto provocó polémicas y rechazo en la oposición.El drástico giro implicará que los trámites ya no se podrán hacer en los consulados italianos en el exterior, sino directamente en la Farnesina, como aquí es llamada la cancillería.Tajani aclaró que seguirá vigente el "ius sanguinis" y muchos descendientes de inmigrantes podrán aun obtener la ciudadanía italiana, "pero se pondrán límites precisos, sobre todo para evitar abusos o fenómenos de comercialización de pasaportes italianos".Según cálculos del Ministerio de Relaciones Exteriores italiano, desde fines de 2014 a fines de 2024, los ciudadanos italianos residentes en el exterior aumentaron de cerca de 4,6 millones a 6,4 millones: un aumento del 40% en diez años. La Argentina, por ejemplo, pasó de un reconocimiento de unas 20.000 ciudadanías italianas en 2023, a 30.000 al año siguiente. Brasil pasó de más de 14.000 en 2022 a 20.000 el año pasado.Se estima que actualmente, con la ley vigente hasta ahora, los potenciales solicitantes de ciudadanía podrían ser entre 60 y 80 millones de personas. De ahí, la necesidad urgente de ponerle un freno, según el gobierno de Meloni."La reforma liberará recursos para hacer que los servicios consulares sean más eficientes, en la medida que podrán dedicarse en vía exclusiva a quien tiene una necesidad real y una relación concreta con Italia", explicaron. Además, evitará repercusiones sobre la eficiencia de las oficinas administrativas o judiciales italianas, puestas bajo presión por quienes viajan a Italia sólo para intentar acelerar el trámite de reconocimiento de ciudadanía, alimentando fraudes o prácticas incorrectas, destacaron.El Corriere della Sera recordó el "llamativo" caso de la ciudadanía italiana de Leo Messi. "Es italiano en virtud de que su tatarabuelo dejó Recanati (pueblo de las Marcas) rumbo a la Argentina a finales del siglo XIX. Gracias a la ley del 92 consiguió obtener la ciudadanía rápidamente (y es residente en Recanati) y registrarse en Barcelona como deportista comunitario. Sin embargo, en una entrevista confesó que no sabía dónde estaba Recanati ni había oído hablar nunca de su más ilustre conciudadano, Giacomo Leopardi", subrayó, al aludir a uno de los grandes poetas y filósofos de la península.El diario evocó, por otro lado, el caso "paradójico" de los municipios de Val di Zoldo, en la zona de Belluno -al nordeste-, que se encontraron examinando más de 3000 solicitudes de ciudadanía italiana de supuestos bisnietos de venecianos que emigraron a Brasil hace más de un siglo. Detrás de esa nostalgia por la tierra de origen se escondía un negocio impulsado por agencias que "evadían el papeleo" por 3000 euros. El objetivo de estas solicitudes, según destacó el Corriere, no era ciertamente volver a vivir en las montañas Dolomitas sino obtener un documento que garantizara el derecho a entrar en Europa y permanecer allí.Para implementar esta reforma -por la cual sólo quien es hijo o nieto de italiano emigrado al exterior podrá solicitar la ciudadanía italiana a partir de su nacimiento-, habrá dos fases. Algunas normas entrarán en vigor de inmediato con el decreto ley aprobado este viernes. En una segunda fase, se sumarán modificaciones sustanciales a la ley de ciudadanía, que implicarán, ante todo, que los ciudadanos nacidos y residentes en el exterior mantengan en el tiempo "vínculos reales" con Italia, ejerciendo los derechos y deberes del ciudadano al menos una vez cada 25 años.Además, se revisarán los procedimientos y trámites para obtener la ciudadanía: los residentes en el exterior ya no deberán acudir a los consulados, sino a una oficina especial centralizada de la cancillería italiana. Al respecto, habrá un período transitorio de un año para que se organice esa oficina. El objetivo es que los trámites sean más eficientes y que los consulados se concentren en la erogación de servicios para quienes son ya ciudadanos y ya no más en "crear" nuevos ciudadanos.Como no podía ser de otra manera, el decreto sobre ciudadanía fue aplaudido por el oficialismo y criticado por la oposición de centroizquierda, que denunció que semejante reforma "trata de delincuentes" a los descendientes de italianos, como disparó Luciano Vecchi, del Partido Democrático, el principal, que además acusó que semejante reforma fue aprobada sin que interviniera el Parlamento."Tajani habla de seriedad, pero hace menos de dos meses el gobierno le dio la ciudadanía al presidente argentino [Javier] Milei, alguien que en Italia no vivió nunca, que no tiene ningún interés de volverse italiano y que no se siente italiano. Sin embargo, utilizando la ley que el gobierno hoy quiere reformar, pudo volverse italiano gracias a algún antepasado que partió a principios de 1900, con ceremonia de Palacio Chigi y todo", denunció Riccardo Magi, del partido +Europa."La esquizofrenia del gobierno sobre este tema es evidente, así como es evidente que al gobierno no le interesan para nada todas esas personas que nacen acá, estudian acá, trabajan acá, pagan los impuestos acá, pero que tienen miles de dificultades para volverse italianos debido a una ley de hace treinta años", agregó. Se refirió, así, al irresuelto problema de miles de niños nacidos en Italia de padres extranjeros que, por el mismo problema del "ius sanguinis", durante años no pueden obtener la ciudadanía.
La leyenda cuenta que fue escrito en papel de cigarros y transportado a la península escondido en un pollo asado
La primera ministra italiana ha fracasado en ser el puente entre Washington y Bruselas y ahora debe jugar con equilibrismos para no caer en fuera de juego. En clave nacional, deberá contener a sus socios de gobierno, que piden posiciones contrarias
ROMA.- El día de la famosa discusión en la Casa Blanca entre Donald Trump, J. D. Vance y Volodimir Zelensky, el 28 de febrero, los principales líderes europeos salieron a apoyar al presidente ucraniano, pero Giorgia Meloni guardó silencio. La primera ministra italiana, líder del partido ultraderechista Hermanos de Italia, ya había hecho lo mismo tras el polémico discurso de Vance en Múnich, el 14 de febrero, en el que criticó los valores europeos. Entonces Meloni también se calló, y en esas semanas convulsas en que Trump empezó a volar los puentes con Europa y Ucrania permaneció siempre en silencio.Sin embargo, días después, el 22 de febrero, la líder italiana participó en videoconferencia en la convención del partido republicano en Washington y entonces elogió las palabras de Vance en Múnich, poniéndose de su lado. Dijo que "las élites" se habían indignado porque un norteamericano fue a darles lecciones, pero "si hubieran mostrado el mismo orgullo cuando Europa perdió la autonomía estratégica, ligando su economía a regímenes autocráticos, o cuando las fronteras europeas y nuestro estilo de vida fueron amenazados por la inmigración clandestina masiva, ahora viviríamos en una Europa más fuerte". Grandes aplausos. Jordan Bardella, presidente de la formación de la ultraderecha francesa, Reagrupación Nacional (RN), canceló su participación en el evento después de que Steve Bannon, uno de los ideólogos de Trump, hiciera allí un saludo nazi, pero ella no tuvo problemas. Para ella mantener el hilo con Trump, y también con Elon Musk, con quien tiene una amistad personal, es prioritario.Grazie a Donald Trump per le sue parole. Italia, Stati Uniti ed Europa condividono valori e responsabilità comuni. Lavoreremo insieme per affrontare le sfide globali con determinazione e visione. pic.twitter.com/TLYpSonMjM— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) February 24, 2025Este es el patrón de conducta de Meloni estas semanas, ante la conmoción mundial por el giro de la política exterior de la Casa Blanca: desmarque en Europa de las críticas, guiños cómplices a Estados Unidos. Siempre buscando un papel de interlocutora privilegiada de Trump en la UE, de puente con Washington, pues es la líder europea más afín al magnate, sin ser Viktor Orbán, visto directamente en Bruselas por muchos casi como un infiltrado de Putin y Trump. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, aprecia a Meloni, ha repetido que "trabaja bien" con ella y en estos dos años se ha ganado un respeto en esa zona gris que ha logrado crearse con un pie a cada lado del cordón sanitario, donde empieza la ultraderecha populista europea. Y ahora pretende hacer lo mismo en la tormentosa relación que se ha establecido con Trump, con un pie a cada lado del Atlántico.En estos equilibrios, la hora de la verdad puede llegar pronto, con la guerra comercial recién iniciada con Estados Unidos, de momento solo con los aranceles que ha impuesto al acero y el aluminio procedente de otros países (y la respuesta europea con una represalia por valor de 26.000 millones de euros). Italia es el país europeo más expuesto, después de Alemania, y tendrá la difícil tarea de defender a Trump en casa. El 22,2% de sus exportaciones fuera de la UE van al mercado estadounidense y se calcula que el golpe costará entre 4000 y 7000 millones de euros a las empresas italianas. Principalmente en los sectores de vino, prosecco y sidra; aceite de oliva; automóviles, yates y motos; medicinas; moda y lujo; y maquinaria industrial. Meloni también está pensando en evitar esto.Ella lo presenta como pura diplomacia, al margen de ideologías. Cuando por fin habló de la discusión en el Despacho Oval, dos días después, al llegar a la cumbre europea con Reino Unido celebrada en Londres el 2 de marzo, hizo gala del más británico autocontrol, aunque ella sea famosa por su temperamento. "No podemos caer en el error de dividir o de favorecer una división de Occidente", diagnosticó. ¿Cómo? "Trabajando con frialdad, no dejándose arrastrar por la emotividad , y razonando de manera estratégica", explicó. Llamó a no dejarse llevar por las "tifoserie", símil futbolístico en referencia a la hinchada de cada equipo. "Todo lo que pueda hacer para mantener Occidente unido, lo haré", concluyó.Traducido, considera errónea cualquier iniciativa que no cuente con Trump. Obviamente, en este contexto, en Roma causó fastidio la visita a Washington del presidente francés, Emmanuel Macron, el 24 de febrero. No solo por su continuo protagonismo, sino por la autonomía que reivindica. Ya fue elocuente el gesto de Meloni en la cumbre que Macron convocó una semana antes en París, con los principales países europeos: la líder italiana llegó una hora tarde y se saltó la foto de grupo, no quería aparecer en la imagen de un frente anti-Trump. Un desmarque también visual, no solo hecho de silencios.Meloni, la única jefa de gobierno europea que asistió a la toma de posesión de Trump en enero, trabaja para cerrar un viaje a Washington en breve, también propuso una cumbre entre Estados Unidos y la UE, y no duda en hacer gestos de equidistancia. El 24 de febrero, tercer aniversario del ataque ruso a Ucrania, nadie del gobierno italiano acudió a los actos de apoyo de la UE en Kiev. Tampoco a la reunión del G-7 que se celebró allí, para evitar posicionarse en un choque directo con la Casa Blanca, y aunque la primera ministra pensó no participar, alegando problemas de agenda, al final se conectó por videoconferencia.En el Consejo Europeo del pasado jueves, que acordó el gran plan de rearme de la UE, Meloni intervino para invitar a todos, de nuevo, a dejar las emociones a un lado, según reflejó la prensa italiana, e intentar introducir en las conclusiones un reconocimiento explícito a Trump por sus esfuerzos por detener la guerra en Ucrania. Lo más probable es que no acuda el próximo sábado a Londres a la cumbre convocada por Keir Starmer para sacar adelante la "coalición de voluntarios" europea que impulsan Reino Unido y Francia.La líder ultraderechista italiana también tiene un ojo en Italia, claro está. Su gobierno, coalición de tres partidos, suele tener tres posiciones distintas en lo referente a Ucrania â??aunque es cierto que también la oposiciónâ?? y se ha vuelto a ver este miércoles en el Parlamento Europeo en la votación del plan de rearme. Forza Italia, del Partido Popular Europeo, a favor; la Liga de Matteo Salvini, filorruso y fan de Trump, en contra; Hermanos de Italia, el partido de Meloni, en medio, con dudas y negociando matices, aunque al final votó a favor.En casa, Meloni es consciente de la inquietud que produce una carrera de armamento y tiene en su gobierno el incordio constante de la Liga, que le somete a un acoso diario para pasar por el auténtico partido de ultraderecha y ahora es muy pacifista. Su grupo europeo, Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), también pidió aplazar el voto de la resolución de apoyo a Ucrania tras el acuerdo de alto el fuego del martes entre EE UU y Zelensky, porque "puede desencadenar el odio a Trump" y molestar al presidente norteamericano. No lo consiguió y al final se abstuvo.
"A aquellos que sean retornados por la fuerza se les prohibirá la entrada. Y seremos más estrictos con aquellos que representen un riesgo para la seguridad", dijo ayer Von der Leyen
El ECR, liderado por Hermanos de Italia, admite a Nora Junco y Diego Solier, mientras deja fuera a Luis 'Alvise' Pérez, pendiente de investigación por financiación irregular
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, defiende la condecoración a Giorgia Meloni como un gesto de cortesía entre gobiernos europeos, a pesar de las críticas por la relación con la extrema derecha
El gobierno italiano de Giorgia Meloni aprobó un proyecto de ley que incorpora por primera vez en ese país la definición legal de femicidio y establece además la pena de cadena perpetua.La iniciativa fue anunciada en la víspera del Día internacional de la mujer, que se conmemora el 8 de marzo y que visibiliza los delitos de género, los asesinatos, los abusos y demás crímenes que suceden tanto en Italia como alrededor del mundo.La propuesta, que fue acordada el viernes por la noche y todavía necesita pasar por ambas cámaras del Parlamento, tiene el firme aval de la premier Meloni, quien declaró: "Este es un proyecto de ley extremadamente importante, que integra el delito de femicidio en nuestro sistema legal como un delito autónomo, castigándolo con cadena perpetua"."Introduce circunstancias agravantes y aumenta las penas por delitos que incluyen maltrato personal, acoso, violencia sexual y pornografía de venganza", agregó en un comunicado.Si bien necesita ser aprobado por ambas cámaras del Parlamento, fue bien recibido por la centroizquierda, que se mostró dispuesta a apoyar. A pesar de ello, presentaron reparos respecto de que la medida aborda el tema exclusivamente desde un enfoque penal, dejando de lado aspectos sociales como divisiones económicas y culturales.El femicidio resurgió recientemente como un tema prioritario en la agenda italiana y vinculado a una cultura patriarcal arraigada, luego de que recrudecieran hechos de violencia contra la mujer en los últimos años.En particular, conmovió a la sociedad el asesinato de Giulia Cecchettin, una estudiante de 22 años asesinada por su exnovio Filippo Turetta, quien en noviembre del 2023 la apuñaló. El pasado diciembre el agresor fue condenado a cadena perpetua.Estudios recientes señalan que aunque los homicidios disminuyeron en el país, la tasa de femicidios tiende a mantenerse estable o a disminuir muy levemente. Según datos oficiales del Ministerio del Interior italiano, en 2024 se registraron 113 femicidios, de los cuales 99 fueron cometidos por familiares, parejas o exparejas.Con información de AP
Giorgia Meloni y Javier Milei se reúnen en Roma para fortalecer la cooperación judicial, el comercio y la lucha contra la criminalidad organizada, mientras Milei recibe el Premio Internacional Milton Friedman 2024
El Gobierno español otorga la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a Giorgia Meloni y la Cruz de Carlos III a Sergio Mattarella durante la visita de los reyes a Italia
Giorgia Meloni y Sergio Mattarella reciben condecoraciones en el marco de la visita de Estado de los Reyes de España a Italia, destacando las relaciones bilaterales entre ambos países
Giorgia Meloni visitó este miércoles al pontífice en el Policlínico Gemelli, donde se encuentra internado desde el viernes pasado en un estado "complejo" debido a una neumonía bilateral. Leer más
ROMA.- En un fiel reflejo de la buena relación que siempre tuvieron, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, fue este miércoles a visitar al papa Francisco, que se encuentra internado desde el viernes pasado en un estado "complejo", diagnosticado con una neumonía bilateral.Meloni, de 48 años, fue a visitarlo en su suite del décimo piso del Policlínico Gemelli, donde se encuentra aislado y bajo estrictos tratamientos, "para expresarle los augurios de pronta recuperación, en nombre del gobierno y de la nación entera", anunció un comunicado de Palazzo Chigi, sede del gobierno."Estoy muy contenta de haberlo encontrado alerta y receptivo", dijo Meloni, que contó que "hemos hecho bromas como siempre" y que "no ha perdido su proverbial sentido del humor".Noticia en desarrollo
La gobernante italiana comenzó un proceso legal en contra del cantante por insultarla durante un concierto en Turín.
MADRID.- El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación español, José Manuel Albares, aseguró que existe una "Internacional reaccionaria" formada por el presidente Javier Milei, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, lo que implicaría una articulación de los ideales y proyectos de las extremas derechas a nivel global.Asimismo -en una entrevista con el medio elDiario.es recogida este domingo por la agencia Europa Press-, el funcionario aseguró que estas alianzas "no ayudan en nada al día a día de los intereses de los europeos" e incluso pueden representar un peligro. "Un indicador muy claro para los españoles y para los ciudadanos europeos tiene que ser que es extraño que alguien que es extraeuropeo se fije tanto en lo que es bueno para los europeos o no: eso lo decidiremos nosotros mismos entre nosotros", determinó.Y añadió: "Van en contra de los intereses europeos". En sus declaraciones, el ministro evaluó que la política internacional se encuentra en un momento "similar a cuando se produjo la caída del Muro de Berlín" y cree que llegó el momento de decidir hacia dónde va Europa en las próximas décadas. "Hasta ahora, hasta la agresión rusa a Ucrania, vivimos mejor o peor con eso que en la jerga diplomática llamamos un orden mundial que arranca con la caída del Muro de Berlín. Eso ahora está agotado porque hay potencias que llamamos emergentes, pero hace mucho tiempo que ya son emergidas", indicó.En este sentido, defendió que esas potencias "emergidas" quieran su lugar "en la mesa" y ensalzó que España sea un actor activo en la política exterior "con identidad propia e influyendo en todos los escenarios". "No hay un cambio de paradigma, pero sí hay un diseño, y tenemos que ser actores, tenemos que ser valientes, tenemos que ser propositivos y poner los intereses de los españoles y de los europeos por delante de todo", aseveró."No nos olvidemos de que Europa nos dio las mayores décadas de paz y de prosperidad, de crecimiento económico y de tranquilidad a los europeos. Y Europa no es neutral en cuanto a sus valores. Se construye sobre unos valores que son los valores democráticos, de rechazar la guerra como forma de resolver conflictos, de tolerancia y de pluralismo", defendió el ministro.En otro tramo de la entrevista, Albares abordó la situación de las guerras entre Rusia-Ucrania y la tregua entre Israel y Hamas, al mismo tiempo que se refirió a las nuevas autoridades de Siria. "Ahora se abre esa ventana de esperanza para una población que sufrió tanto, y también fuimos para decirle que ese apoyo que estábamos dispuestos a dar al pueblo sirio tenía unas líneas rojas. Una de ellas es que el diálogo nacional dé lugar a una Constitución en la que todos los sirios y sirias tengan los mismos derechos", explicó en el marco de su reciente visita al país de Medio Oriente.En el caso del conflicto ruso y ucraniano, el ministro reiteró que se trata de una guerra "injusta" que no puede terminar con una paz "injusta". Por ello, España comprometió 10 millones de euros de ayuda humanitaria extra, que son ya casi 100 millones en total. "Vi un país decidido y determinado a que no se coarte su libertad, y a proteger a toda su población. Y trasladé ese apoyo político y diplomático también en la protección de los civiles", comentó.Finalmente, sobre la tregua entre Israel y el grupo terrorista, Albares destacó que España tiene una política exterior con "identidad propia y coherente". "España tiene una política exterior que dice lo mismo por los mismos motivos y por los mismos principios en Ucrania y en Gaza: trabajar por la paz, proteger a los civiles, defender a las Naciones Unidas y al derecho internacional. Y eso nos lo reconocen todos, también nuestros socios europeos y, en la mesa de Bruselas, España es el país que más hizo por esa coherencia en la voz europea", sentenció.Agencia DPA
ROMA.- "No soy chantajeable y nadie me va a intimidar". Con estas palabras, la primera ministra Giorgia Meloni, anunció este martes a través de un video en sus redes sociales "la noticia" de que está siendo imputada por la fiscalía de Roma por haber liberado y repatriado la semana pasada a un general libio, Osama Njeem Almasri. Comandante de la prisión líbica de Mittiga, Almasri es acusado por la Corte Penal Internacional de la Haya (CPI) de crímenes contra la humanidad y tras ser arrestado en Turín el 19 de enero pasado, pese a un mandato de arresto internacional, por supuestas cuestiones técnico-jurídicas incomprensibles no sólo fue excarcelado dos días más tarde, sino que fue devuelto a Libia en un vuelo de Estado italiano, algo que creó grandes polémicas. Todos los diarios italianos, en efecto, publicaron la foto del comandante más que sonriente bajando del pequeño jet italiano que lo llevó de regreso a Trípoli, Libia, donde fue recibido como un héroe.Vale oggi quello che valeva ieri: non sono ricattabile e non mi faccio intimidire. Avanti a testa alta! pic.twitter.com/Urg0QOis9V— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) January 28, 2025Tal como anunció Meloni en un video en el que se presentó como una víctima de jueces de izquierda que buscan ponerle palos en las ruedas a su gobierno de derecha, fue el fiscal Francesco Lo Voi -"el mismo que fracasó al intentar procesar" a su vicepremier, Matteo Salvini, por secuestro de persona cuando era ministro del Interior e impidió a decenas de migrantes desembarcar en Italia durante días-, quien la acusa por los delitos de complicidad y peculado. Junto a ella también se encuentran indagados los ministros de Justicia, Carlo Nordio, del Interior, Matteo Piantedosi y el subsecretario Alfredo Mantovano.Meloni aseguró que el origen de todo es la denuncia presentada en su contra por el abogado Luigi Li Gotti, que definió un "expolítico de izquierda, muy cercano a Romano Prodi (exprimer ministro, excomisario europeo y figura de referencia de la centroizquierda), conocido por haber defendido a arrepentidos del calibre de Buscetta (Tommaso), Brusca (Giovanni) y otros mafiosos".Según la reconstrucción de Meloni, la CPI internacional "después de meses de reflexión, emitió un mandato de captura internacional" contra Almasri, jefe de la policía de Trípoli, Libia, "curiosamente" cuando se encontraba en territorio italiano y "después de haber pasado al menos 12 días en otros tres Estados europeos". "El pedido no fue transmitido al ministerio italiano de Justicia y por eso la Corte de apelaciones de Roma decidió no proceder" a convalidar su arresto. "A este punto, con este sujeto libre en el territorio italiano, antes que dejarlo libre, nosotros decidimos expulsarlo y repatriarlo de inmediato, por motivos de seguridad, con un vuelo especial, como ocurre en casos parecidos", siguió. "Es esta la razón por la que la fiscalía me investiga a mí, al subsecretario Mantovano y a dos ministros", explicó.Y, combativa, pasó al contraataque: "pienso que vale hoy lo que valía ayer: no soy chantajeable, no me dejo intimidar, es posible que por esto sea odiada por quienes no quieren que Italia cambie y mejore, pero también y sobre todo por esto, pienso seguir adelante por mi camino, para defender a los italianos sobre todo cuando está en juego la seguridad de la nación", afirmó. "Con la cabeza en alto y sin miedo", concluyó, fiel a su estilo.Todo el mundo recuerda que Meloni había advertido que ella no era "chantajeable" cuando su viejo aliado, el difunto expremier y magnate, Silvio Berlusconi, después de la apabullante victoria de Hermanos de Italia en las elecciones de fines de 2022, intentó presionarla a la hora del reparto de sillones en el incipiente gobierno de derecha.Ahora las cosas son distintas. La notificación de la imputación llegó justó en vísperas de una sesión prevista mañana en el Senado de los ministros de Justicia y del Interior justamente sobre el caso del arresto, la excarcelación y la repatriación de Almasri.Días atrás, según recordó el Corriere della Sera, la Asociación Nacional de Magistrados acusó a Nordio por no haber contestado a los pedidos de la Corte de Apelaciones de Roma, permitiendo, de este modo, la liberación del comandante libio.Como era de esperar y justo en momentos en que se debate una profunda reforma judicial, la noticia de la imputación creó gran revuelo político. Y el oficialismo, compacto, salió a respaldar a Meloni y expresarle toda su solidaridad. "El uso político de la justicia ha parido el enésimo monstruo con las notificaciones de imputación a la premier, los ministros y el subsecretario. Es la enésima página negra de la justicia que ofende a quien cree en una magistratura imparcial e independiente. Es para justamente evitar esas ofensas que la centroderecha en el gobierno está reformando la justicia", denunció el vicepresidente de la cámara de Diputados y diputado de Forza Italia, Giorgio Mulé."Vergüenza, vergüenza, vergüenza", clamó por su parte el vicepremier y ministro de Infraestructura, Matteo Salvini, líder de la Liga, que por X recordó, como hizo antes Meloni, que el fiscal que la denunció es el mismo que lo acusó en Palermo -donde finalmente fue absuelto-, "y que ahora intenta nuevamente con el gobierno de centroderecha". "Reforma de la justicia ¡ya!", sumó.Giorgia Meloni indagata per il rimpatrio del libico Almasri, avvisi di garanzia per il sottosegretario Alfredo Mantovano e i ministri Matteo Piantedosi e Carlo Nordio. Vergogna, vergogna, vergogna.Lo stesso procuratore che mi accusò a Palermo ora ci riprova a Roma con ilâ?¦— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) January 28, 2025La oposición, en cambio, se posicionó en defensa de la magistratura. "Meloni debe dejar de hacerse la víctima, invocando una vez más enemigos imaginarios útiles solamente para alimentar la propaganda: el gobierno ha violado la ley. Y a ella, que dice que no es chantajeable, le respondo que es chantajeable por los libios: la decisión del gobierno de liberar y repatriar al criminal Almasri, conocido torturador, violador también de niños, asesino y traficante de seres humanos, sin consultación alguna con la CPI y sin las acciones necesarias para entregarlo a La Haya, es una violación del Estatuto y de la ley nacional", sentenció Angelo Bonelli, diputado de Alianza Verdes Izquierda, que fue más allá. "La premier Meloni tiene el debe de explicarle a los italianos por qué Almasri, violador de niños, asesino y torturador, ha sido liberado por una querida omisión del gobierno", añadió.El Partido Democrático, el principal de la oposición de centroizquierda, fue más cauto. "No nos toca a nosotros evaluar si hay hipótesis de delito, pero son evidentes las responsabilidades políticas del gobierno y de la premier Meloni. Por eso no esperamos que mañana aclaren en el aula todos los aspectos de este asunto", dijo Debora Serracchiani. Su jefa, Elly Schlein, opinó parecido y directamente exigió que sea Meloni la que vaya a dar las explicaciones.La ricetta di Meloni e soci è sempre la stessa: complottismo e vittimismo, dai treni ai migranti. Non lasciatevi distrarre: lo fanno per non parlare dei loro errori e dei problemi reali dei cittadini, dei tagli sulle buste paga, delle zero-soluzioni su carovita e crisiâ?¦ pic.twitter.com/rkvM8NCAdR— Giuseppe Conte (@GiuseppeConteIT) January 28, 2025El ex premier Giuseppe Conte, del Movimiento Cinco Estrellas, finalmente, además de acusar a la premier "de la misma receta" de hacerse la víctima para de no hablar de los errores de su gobierno y de los verdaderos problemas de los ciudadanos, aseguró que, en el caso del criminal libio lo único cierto es que "el gobierno cometió un grave desastre político, sumando mentiras y diversas versiones, sin explicarnos seriamente por qué han embarcado con nuestro dinero y con todos los honores de un vuelo de Estado a un criminal libio, en lugar de entregarlo a la CPI".
El jefe de la policía judicial libia, Osama al Masri, está acusado de crímenes de guerra en Libia desde 2015.Había sido arrestado en Turín y las autoridades de Italia lo liberaron hace diez días.
ROMA.- En el pasado, cuando estaba en la oposición, Giorgia Meloni, la líder del entonces pequeño partido de derecha posfascista, Hermanos de Italia -hoy en el gobierno-, denostaba a Arabia Saudita. Para ella era un "Estado fundamentalista" y su actual líder, el príncipe heredero y primer ministro, Mohammed ben Salman -popularmente llamado MBS-, "el mandante según la CIA del homicidio del periodista Jamal Khashoggi".Pero el pragmatismo y los negocios a veces logran cambios. Y la primera ministra italiana selló el domingo con su par saudita una serie de acuerdos estratégico-comerciales de nada menos que un valor estimado en 10.000 millones de euros. Todo esto, en medio de una escenografía de película: ella y él, sentados con las piernas cruzadas sobre bellísimas alfombras y entre almohadones y kilims de una imponente carpa levantada en medio del desierto de Al-Ula, sitio arqueológico símbolo de Arabia Saudita, patrimonio de la Unesco.El pacto firmado por Meloni y MBS involucra a unas 20 grandes empresas italianas. Entre ellas, están Leonardo, como se llama lo que era Finmeccanica, uno de los mayores grupos industriales de la península, activo en el sector de defensa, seguridad y aeroespacio, cuyo accionista mayoritario es el Estado; Sace, grupo de seguros también en parte público; Pirelli, de neumáticos; y Fincantieri, coloso de la construcción naval."Hoy se abre una fase completamente nueva, una nueva era de nuestras relaciones, en la que nuestra asociación se vuelve algo distinto, estratégico en el sentido que no haremos solo negocios, sino que pensaremos y colaboraremos como naciones líderes de un Mediterráneo ampliado", anunció Meloni, que destacó la puesta en marcha de una relación bilateral más estrecha y de nivel superior. Como algunos notaron en redes sociales, la premier estuvo con el pelo descubierto y a la hora de los saludos y le dio la mano sin ningún resquemor a su par saudita, un musulmán sunita.Feliz lunes, ahí la tienen espléndida, Georgia Meloni el feminismo que nos representa, lo único que muestra es su inteligencia, reunión con el príncipe heredero de Arabia Saudi, nada cubre su cabello, nadie se niega a darle la mano, ¿por que? Porque ella se hace respetar. ð???ð???ð??? pic.twitter.com/r0eWvsiBhr— Rosa Maria Pantin (@rosapantin1301) January 27, 2025Rebautizada "Giorgia de Arabia" por el diario La Stampa y en medio de durísimas críticas de la oposición, la premier italiana también anunció que, en Riad, la capital del reino, pronto se creará un museo dedicado al diseño con la colaboración de Italia. El administrador delegado de Leonardo, Roberto Cingolani, que la acompañó en la visita, en tanto, confirmó que los sauditas podrían sumarse al consorcio para la construcción del GCAP, un avión caza militar de sexta generación que integran Italia, Japón y el Reino Unido. Marco Tronchetti Provera, vicepresidente de Pirelli y también en la delegación, por su parte, adelantó la apertura de una fábrica de neumáticos cuyo 75% estará en manos del Pif (Public Investment Fund), el famoso fondo soberano saudita con potencial de inversiones del orden de los 900.000 millones de dólares. Según se acordó, por otro lado, el Pif desarrollará junto a empresas italianas proyectos en África en el marco del Plan Mattei, con el que Meloni apunta a ayudar a países de ese continente para frenar a quienes quieren emigrar desde allí por situaciones económicas desastrosas.Pero hay más. En sus tres horas a solas en la impactante carpa en medio del desierto, Meloni y MBS también hablaron de la crisis de Medio Oriente, del Líbano, de la reconstrucción de Gaza, la estabilización de Siria y de Ucrania, según trascendió.Arabia Saudita es uno de los principales aliados en el área de Estados Unidos en clave anti-iraní. Para Donald Trump, que espera revitalizar los Acuerdos de Abraham en Medio Oriente para resolver con la ayuda de Riad el rompecabezas israelí-palestino, el príncipe heredero es tan importante que confesó que estaba aún indeciso y no sabía si hacer su primer viaje como presidente a Gran Bretaña -como es tradición, vista la especial relación-, o a Arabia Saudita.RepercusionesMás allá de la geopolítica y de los miles de millones en juego con los acuerdos sellados, el pragmatismo de Meloni no fue digerido por la oposición de centroizquierda, que prefirió ir a machacar con sus posiciones tan distintas antes de llegar a Palazzo Chigi."Con bombos y platillos el gobierno ha firmado acuerdos con ese régimen que Meloni denunciaba porque decía que 'tenía pena de muerte por apostasía, por adulterio y por homosexualidad y cero derechos para las mujeres'. ¿Imagino que todo eso ha sido resuelto antes de su visita, no es cierto, primera ministra Meloni?", preguntó Angelo Bonelli, de Alianza Verdes Izquierda, publicando un video de 2019 en el que la ahora premier clamaba que "¡para mí pueden poner miles de millones, pero no pasan!"."Per me, possono metterci i miliardi: non passano." Così, nel 2019, Meloni tuonava contro l'Arabia Saudita. Oggi firma accordi da 10 mld. Prima di siglare i contratti, ha chiesto a Bin Salman spiegazioni su pena di morte per apostasia o sulle condanne per fustigazione alle donne? pic.twitter.com/xV0CBKrEQZ— Angelo Bonelli (@AngeloBonelli1) January 27, 2025Le hizo eco el Partido Democrático (PD), el principal de la oposición, que acusó a Meloni de "no dejar pasar un día sin desmentirse a sí misma". Chiara Appendino, del Movimiento Cinco Estrellas (M5E), habló del "triunfo de la incoherencia" y Riccardo Magi, de +Europa, del "castillo de mentiras que la premier ha contado".El expremier Matteo Renzi, senador de Italia Viva y que en 2020 fue duramente atacado por Meloni por su relación con Arabia Saudita, fue el único que se salió del coro, ya que felicitó a la premier por "haber cambiado de idea" sobre ese país, como también hizo con el euro y otros temas. "Giorgia no es mala, el tema es que llega tarde", disparó. "Yo estoy muy contento: desde hace años que digo que Arabia Saudita está cambiando, que ese mercado es fundamental para nuestras empresas y que ese liderazgo es fundamental para la paz en Tierra Santa y en todo el mundo", escribió Renzi en sus redes sociales.Sull'Arabia Saudita, Meloni ci è arrivata con 5 anni di ritardo. Meglio essere criticato per dire le cose prima che stare nel gregge di chi arriva tardi. Io dico quello che penso, anche a costo di essere impopolare. Meglio impopolare che populista. L'Enews https://t.co/18iILjOElZ— Matteo Renzi (@matteorenzi) January 27, 2025"Con sólo cinco años de retraso, Giorgia Meloni también llegó. Estoy feliz por las empresas italianas. Trabajemos juntos para seguir desarrollando ese mercado y otros mercados porque más negocios hacen nuestras empresas en el exterior, más crece la riqueza del país", siguió. "En cuanto a mí, prefiero ser acusado por tener el coraje de decir antes lo que le sirve a Italia, que estar en la grey de quien nunca se atreve a nada y viaja con años de retraso. Soy así, digo lo que pienso. Y si tengo que ser impopular porque digo las cosas demasiado temprano, prefiero ser impopular que populista", cerró, con un dardo a la premier.
Europa discute cómo abordar las relaciones con EEUU, entre acelerar la autonomía estratégica o frenarla, a la espera de que el republicano dé el primer paso
Durante su fuerte discurso contra las ideologías woke y de género, el mandatario argentino se tomó un minuto para destacar a sus "compañeros en la pelea por las ideas de la libertad".Todas las novedades de la gira oficial y de la agenda política en una cobertura minuto a minuto.
El jefe estado y el líder republicano tuvieron un encuentro casual antes de la jura en el Capitolio, adonde fue ubicado por el protocolo oficial junto a la premier italiana y el vicepresidente de China, Han Zheng, que representó a Xi Jinping en Washington y es una figura protocolar en el regimen comunista
El mandatario argentino estuvo en la misa y la ceremonia de jura del nuevo inquilino de la Casa Blanca.El protagonismo de su hermana Karina y los gestos de cercanía con la jefa de gobierno de Italia.
En una peculiar ruptura del histórico protocolo, el magnate republicano invitó al presidente argentino y a la primera ministra de Italia. Leer más
WASHINGTON.- Bajo un operativo de seguridad extremo, el presidente Javier Milei se sumó esta mañana desde muy temprano a las ceremonias de asunción del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, fortaleciendo un vínculo que abre una etapa de afinidad inédita en la relación bilateral.Milei y Trump arrancaron el día muy temprano en una misa en la iglesia St. John, apenas a una cuadra de la Casa Blanca. Milei y Karina Milei se sentaron junto con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y la primera dama ecuatoriana, Lavinia Valbonesi. Milei luego fue al Capitolio para la jura, donde se encontró con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y se saludaron entre risas. Ambos siguieron juntos de pie la ceremonia de asunción de Trump en la Rotonda del Congreso, donde hubo alrededor de 800 invitados.La primera ceremonia de la mañana fue la misa. Al finalizar, Trump, de la mano de Melania y seguido por su hijo menor, Barron, salió de la iglesia a las 9.16 a.m. saludando a los invitados, le dio una breve palmadita en el brazo a Milei.La misa, en la misma iglesia donde Trump se tomó su famosa foto sosteniendo una biblia en medio de las protestas contra el racismo durante su primera presidencia, tuvo varios invitados VIP. Además de Milei, quien asistió junto con su hermana, Karina Milei, estaban la familia de Trump, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos y Lauren Sánchez, y el ex primer ministro del Reino Unido Boris Johnson, quienes se sentaron en la misma fila. También fueron Robert F. Kennedy Jr., Tulsi Gabbard, dos futuros integrantes del gabinete de Trump.Washington amaneció congelada y blindada por un monumental operativo de seguridad que aisló varias calles alrededor de la Casa Blanca, el Mall y el Congreso con anillos de vallas.Luego de la misa, Trump fue recibido en la Casa Blanca por el presidente, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, antes de la jura en el Congreso.Trump entró en la iglesia a las 8:46 am, vestido con una camisa blanca, traje y un abrigo oscuro. Estaba acompañado por Melania Trump, que vestía un traje azul y un sombrero de ala ancha con una banda blanca, y Barron Trump. Trump, Melania y Barron tomaron asiento en el primer banco. Justo antes de su llegada, Jared Kushner, marido de Ivanka Trump, también entró en la iglesia.Argentina President Javier Milei is attending Trump's inauguration. pic.twitter.com/apYl6mKu47— Clash Report (@clashreport) January 20, 2025La jura de Trump abre un período inédito en la relación entre la Argentina y Estados Unidos. Trump y el Milei tienen una afinidad singular, nunca vista, que Milei espera capitalizar al máximo con su política de alineamiento total con la primera potencia global.En Washington reina el optimismo respecto del futuro de la relación bilateral. Milei es uno de los pocos jefes de Estado invitados a la asunción de Trump -es la primera que un presidente electo norteamericano invita mandatarios extranjeros a su jura-, y se codeará durante tres días cargados de eventos con todo el universo trumpista en su momento de mayor plenitud, tal como ocurrió en su reciente visita a Mar-a-Lago.
WASHINGTON.- La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, viajó en Washington para participar de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos."Creo que es extremadamente importante para una nación como Italia, que tiene relaciones extremadamente sólidas con Estados Unidos, dar evidencia de la voluntad de continuar y, en todo caso, fortalecer esa relación en un momento en que los desafíos son globales e interconectados", explicó la primera ministra italiana, que la única jefa de Estado europea presente en el evento.Lo dijo antes de participar en el servicio religioso en la iglesia de San Juan, cerca de la Casa Blanca, en donde estuvo Donald Trump antes de la jura.El plan de la premier, según se ha sabido, es participar en la ceremonia de juramentación y partir inmediatamente hacia Roma."La presencia de Giorgia Meloni en la toma de posesión de Trump es la conclusión de un camino que pretende construir una relación privilegiada con el aliado norteamericano en beneficio de Italia y quizás también de Europa, si decide cambiar el ritmo respecto a los últimos años", dijo a ANSA, Carlo Fidanza, jefe de la delegación de Hermanos de Italia, el partido de la premier, en el Parlamento Europeo y uno de los tres vicepresidentes del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).Fidanza también está en Washington para participar en la toma de posesión del presidente electo junto con Antonio Giordano, secretario general de ECR, y al diputado meloniano electo en Estados Unidos Andrea Di Giuseppe (un habitué de la corte de Trump)."No hay ninguna grieta en Europa", afirmó Fidanza cuando se le preguntó sobre las preocupaciones de algunos aliados europeos. "En cambio, es una gran oportunidad incluso para los no invitados. Predigo que muchos intentarán alcanzar y emular a Meloni en los próximos meses", agregó.En cuanto a la presencia de una delegación del ECR, subrayó, "es el resultado de las relaciones históricas entre los republicanos americanos y los conservadores europeos"."Para nosotros es natural estar aquí en este momento histórico", insistió.Meloni será la única Primera Ministra europea que asistirá a la toma de posesión, en la que, según Manlio Messina, diputado de su partido de extrema derecha Hermanos de Italia, "se reitera el papel de Italia en el fortalecimiento de las relaciones entre Europa y Estados Unidos"."La capacidad de Meloni para construir un diálogo privilegiado con la Casa Blanca convierte a nuestro país en un actor central de las principales dinámicas internacionales", agregó.Meloni es partidaria de Trump desde hace tiempo y viajó a algunos de sus mítines políticos antes de que llegara al poder en octubre de 2022. También ha forjado estrechas relaciones con su aliado multimillonario, Elon Musk.La dirigente italiana realizó una visita relámpago al club de golf Mar-a-Lago de Trump en Florida a principios de este mes, durante la cual Trump la describió como "una mujer fantástica" que "está arrasando en Europa".Los observadores han afirmado que los puntos de vista comunes en cuestiones que van desde la inmigración al aborto, junto con los vínculos con Musk, podrían hacer que Meloni se convirtiera en la principal interlocutora de Trump en Europa.Divisiones en la UEEn tanto, desde la Comisión Europea dijeron que hubo "contactos" entre la presidenta de ese organismo, Ursula von der Leyen, y Meloni, antes de su viaje a Estados Unidos para la ceremonia de toma de posesión Trump, pero no en relación con la misión en sí.Así lo indicó el vocero de la Comisión Europea, quien precisó que se trata de "una ceremonia más que una reunión y no era necesario transmitir ningún mensaje a Trump a través de Meloni".Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, afirmó que la presidencia de Donald Trump marcará un auge de la derecha en Europa e impulsará una ofensiva para "ocupar" Bruselas.Orban, aliado de Trump, anticipó una "era dorada" en las relaciones entre Estados Unidos y Hungría, pese a la advertencia del banco central húngaro sobre el impacto negativo de los aranceles propuestos por Trump para la economía húngara. Según Orban, la UE está en crisis por su incapacidad para garantizar prosperidad, seguridad y controlar la migración.El partido Fidesz, liderado por Orban, es parte del grupo Patriotas en el Parlamento Europeo, el tercer bloque más grande con 86 miembros. Orban criticó a Bruselas como una "oligarquía liberal de izquierdas" y aseguró que Hungría representa la oposición a este sistema.En tanto, el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo hoy que es "bastante normal" que Trump no lo haya invitado a su asunción.En la ceremonia de toma de posesión de Trump, la mayoría de los países europeos estarán representados por sus embajadores en Estados Unidos, siguiendo la tradición diplomática. Por ejemplo, España estará representada por su embajadora en Washington, Ángeles Moreno."Es normal que los embajadores representen a países. Así es como se hace en la mayoría de los casos. Pero también está bien que el presidente argentino Javier Milei y la primera ministra italiana Giorgia Meloni hayan sido invitados", expresó en un evento realizado por el diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) en vista de las elecciones.Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné, también se refirió a la presencia de la premier italiana en Washington."Los intereses europeos están estrechamente vinculados desde el punto de vista económico. Por eso distingo entre la presencia simbólica de un cierto número de líderes políticos en la toma de posesión de Trump y nuestros intereses económicos. Francia comercia más con Italia que con Estados Unidos y si hay aranceles a los artículos de lujo también afectarán a los italianos. Por eso tenemos interés en hablar con una sola voz a nivel de la UE; este será el desafío para la Comisión", afirmó Séjourné, en declaraciones a France Inter."Creo que la nueva administración "Trump" quiere mostrar una cierta cantidad de vínculos políticos en Europa. Sin embargo, en el frente comercial todos estamos conectados: los aranceles no serán selectivos y afectarán tanto a Francia como a Italia, así como a Polonia, Hungría, etc.", subrayó el francés.Asimismo, recordó que "el comercio exterior es competencia exclusiva de la Comisión" e insistió en la necesidad de "empujar a todos en la misma dirección"."La nueva administración Trump también habla el lenguaje de la fuerza y la más mínima disonancia en los discursos europeos será vista como debilidad", agregó. "Para ello, debemos prepararnos".Agencias ANSA y AP