El exministro de Economía Hernán Lacunza dio definiciones sobre el respaldo financiero de Estados Unidos a la Argentina, el rumbo del dólar y las reformas estructurales que el país necesita encarar después de las elecciones. En diálogo con LA NACION durante el Coloquio de IDEA en Mar del Plata, sostuvo que la ayuda norteamericana le da aire al Gobierno para transitar la coyuntura, pero advirtió que la Argentina no puede vivir "cada seis meses pidiendo un tubo de oxígeno prestado"."Llegamos acá por necesidad, no por virtud", planteó Lacunza al referirse al potencial refuerzo de asistencia que duplicaría de US$20.000 millones a US$40.000 millones el apoyo estadounidense. Según explicó, el salvataje fue clave para estabilizar el mercado cambiario tras meses de tensiones financieras. "La principal economía del mundo te está poniendo no ya un tanque, sino un barco de oxígeno en el puerto, y eso te da soporte para sopesar esta transición electoral", afirmó.Sin embargo, advirtió que el país no puede depender indefinidamente de ese tipo de auxilios. "No se puede vivir cada seis meses yendo a buscar un tubo de oxígeno prestado. Hay que sacar la cabeza del agua", insistió. En ese sentido, señaló que el actual régimen cambiario "ya dio sus frutos" y debería ser reemplazado por un sistema de flotación más libre y previsible.IDEA 2025 LACUNZA"Este es un momento propicio para normalizar el mercado de cambios", afirmó. Según el economista, la combinación de apoyo internacional y mayor estabilidad fiscal brinda una oportunidad para avanzar hacia una flotación "más limpia", levantando gradualmente el cepo para las empresas. "Eso podría sentar las bases de una recuperación de la actividad en los últimos dos años de gobierno", agregó.Respecto del escenario electoral, Lacunza sostuvo que los resultados serán determinantes para definir la velocidad y profundidad de las reformas. "Un triunfo oficialista actúa como centro de gravedad: atrae opositores y genera una red política que facilita aprobar reformas estructurales, como la laboral o la impositiva", explicó. En ese caso, agregó, el tipo de cambio de equilibrio podría estabilizarse sin necesidad de una fuerte devaluación, "porque se ganaría competitividad vía reformas".Por el contrario, un resultado adverso para el Gobierno "podría derivar en un reacomodamiento más desordenado", con menor capacidad legislativa y un dólar de equilibrio más alto. "Uno puede hacer las cosas por las buenas, vía reformas, o por las malas, vía precios. La competitividad es sistémica o cambiaria, pero de algún modo se ajusta", resumió.En relación con la inflación, Lacunza destacó un cambio positivo: "El traslado a precios de los movimientos cambiarios hoy es mucho menor que hace dos años". Según precisó, en los últimos tres meses la devaluación fue de 7,5% y la inflación de 2,2% mensual, lo que implica un pass-through menor al 40%. Atribuyó esa desaceleración a la disciplina fiscal: "Cuando no hay maquinita encendida, los precios no reaccionan automáticamente".No obstante, advirtió que la baja del consumo también contribuye a esa contención de precios y que el efecto no debería prolongarse. "Con el consumo frío tampoco vamos a ningún lado", señaló. Para Lacunza, es posible acomodar el tipo de cambio sin un shock inflacionario, aunque podría implicar una suba transitoria de uno o dos puntos en los meses posteriores a las elecciones."Ha habido algunos goles iniciales, sobre todo en el control de la inflación, pero en los últimos 20 minutos aparecieron dudas y tensiones financieras. Es momento de ir al vestuario, reflexionar y no volver con más de lo mismo", sostuvo al comparar la situación actual del país con un partido de fútbol."El entretiempo es una buena oportunidad para cambiar el planteo: lo que nos trajo hasta acá no nos va a llevar hasta allá", concluyó Lacunza.
"Aquel nivel de vida de confort no era sostenible: era plan platita", dice el exminsitro de economía. "Podemos mejorar 3% anual como un país normal, pero si tenemos expectativas imposibles, siempre vamos a estar frustrados". sostuvo. Leer más
El economista Hernán Lacunza analizó este domingo el escenario cambiario que enfrenta el Gobierno de Javier Milei y enumeró cuatro opciones que el equipo económico podría aplicar para contener el dólar. Pero también hizo una advertencia: "No es gratis".Durante su paso por Comunidad de Negocios (LN+), programa conducido por José Del Rio, Lacunza dijo que el Gobierno "se metió solo en un callejón" por la "imprudencia" de no haber comprado reservas cuando debía. "Eso motivo la tensión cambiaria. Y hoy no hay opción gratis. Tenes más demanda que oferta en dólares", remarcó.Consideró entonces que, con miras a contenerlo, el ministro de Economía, Luis Caputo, o el propio jefe de Estado cuentan con cuatro herramientas, cada una de ellas con consecuencias particulares. "Podrían vender las reservas que les quedan. Pero los bonistas se preguntarían '¿con qué me vas a pagar a mí?'", planteó en primera instancia. "Pueden subir la tasa en pesos para que la gente se quede en pesos y no se pase a los dólares. Pero el crédito a las Pymes, la producción y el consumo se derrumbarían", sumó.Para el economista, "también podrían poner arena en las ruedas de la demanda, como si fueran pequeños 'cepitos'. No digo volver a como estaba en marzo, pero usar medidas graduales". A ello, sin embargo, objetó: "Pero también tiene un costo, que es la ampliación de la brecha cambiaria, algo que quieren acortar".Por último, se refirió a "deslizar y racionar por precio". Pero señaló: "Eso lleva a que crezca la inflación".A modo de resumen, Lacunza entonces insistió: "Hay un problema cambiario. La salida, en el mes electoral, no es nada fácil. No se puede salir sin costo. Hay que minimizar el costo, asumirlo, pararse delante de la población y decir ' no está todo bien. Hay un problema delicado'. No se puede salir y cancherear".Noticia en desarrollo.
"Si se relaja la conducta del equilibrio fiscal, los riesgos de esta crisis serían superiores", sostiene. "Lo escuchaba a Axel Kicillof esta semana: ponía en duda este punto. Pero sin eso, estamos hablando de volver a inflaciones de tres dígitos anuales", plantea. "Si un plan económico es robusto sólo si se gana una elección, no sirve: ya lo vivimos", advierte. "El riesgo no es sólo riesgo kuka. También hay inconsistencias del régimen macroeconómico", alerta. "El dólar llegó al techo y encuentra el Banco Central sin reservas", precisa. "Se tenía una visión muy romántica o muy dogmática, con esa idea de que si vamos a flotar, no hacen falta reservas", desarrolla. "Es muy popular bajar el dólar porque la inflación baja más rápido, porque nos sentimos más ricos", dice. "Cuando el salario en dólares se duplica en un año, hay que sospechar que hay algo mal porque la productividad no sube a ese ritmo", señala. "La opinión de los inversores está convergiendo en esta idea: que después de las elecciones, hay un cambio de régimen", anticipa. "Si ponés algún tipo de cepo, es brecha; si ponés tasa, afecta el consumo; si reservas, es riesgo país, y si pones tipo de cambio, es inflación. Todo tiene un costo. Si no tuviera un costo, se haría", explica. "En el presupuesto 2026, el gasto público crece lo mismo que el PBI: no hay más motosierra. Y empieza a tallar más fino", sigue. "La inflación de 2026 puede ser del 15 o 20 por ciento. Es hora del bisturí y ya no de la motosierra", grafica. "El equilibrio fiscal es una meta operativa. Pone en una hoja de decisiones de administración pública un bien político superior, el acuerdo que tenemos como sociedad", explica. "El Gobierno no construye consenso social, por eso el equilibrio fiscal está todo el tiempo desafiado. La Ley de Presupuesto hace operativo ese contrato social", sigue. "El presupuesto de Milei es más realista que el de Massa", afirma. "Tanto desde el punto de vista económico como político, estoy en lo que yo llamo "Pro disidente", un Pro no acuerdista con el Gobierno libertario", aclara. "Si el Gobierno pierde la elección, la salida es más desordenada. Pero si gana, no va a poder evitar el service, la sintonía fina porque algo tiene que cambiar", concluye.El respetado economista Hernán Lacunza estuvo en La Repregunta. Lacunza es director de Empiria Consultores. Fue el último ministro de Economía de la presidencia de Mauricio Macri y ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires en la gobernación de María Eugenia Vidal. Es un economista clave dentro de Pro.La Argentina de Milei y crisis, ¿por dónde está la salida? Camino a octubre, ¿qué herramientas tiene el Gobierno? Manta corta vs. presupuesto 2026, ¿sigue la motosierra o llegó la hora del bisturí? Dólar en alza, ¿más inflación? Ancla fiscal, ¿amuleto anti inflación o no tanto? Kicillof y macro, ¿evoluciona o al contrario? "Pro disidente" y economía, ¿en qué se diferencian de Milei y Caputo? Lacunza hizo su análisis. Aquí, la entrevista completa.Presupuesto 2026. ¿Por qué es más "razonable" que el último de Massa?-El presidente Javier Milei presentó su presupuesto. Su consultora lo analizó muy en detalle. ¿Cuál es la Argentina que toma forma en ese presupuesto después de dos años de gestión del Gobierno?-Primero, está la dimensión institucional. Presentar el proyecto de presupuesto en tiempo y forma implica una visión institucional que se podría dar por descontada en una república bien consolidada, pero no siempre ha pasado, así que hay que destacarlo. Hace dos años que no tenemos presupuesto. La administración pública está funcionando sin la llamada "ley de leyes". Sin la ley madre de la administración pública, se da espacio a más discrecionalidad. Y lo hemos visto en estos últimos meses, y también la semana que pasó: surgen iniciativas legislativas, tema universidades, la discapacidad, las jubilaciones. Eso es por falta de presupuesto porque si hubiera una ley marco, no harían falta. Si se aprobara, este presupuesto vendría a terminar con esa dinámica medio anárquica, vendría a setear el escenario para 2026, que no es poco.-Sin embargo, en su informe, usted plantea que el presupuesto es un poco o es muy "optimista". -Sí. -¿No lo son todos los presupuestos que se presentan, que no se cumplen al año siguiente?-Claro. Es muy difícil que un presupuesto presentado por un Ejecutivo no tenga un sesgo optimista, porque gobernar es generar expectativas. Ningún gobierno diría: vamos a tener una recesión. Eso es irrealista. El presupuesto presentado tiene un sesgo optimista, pero razonable. Tiene el crecimiento un poco exagerado, la inflación un poco más baja de lo que creo que va a ser. Indudablemente tiene un desvío muy significativo en el tipo de cambio esperado. Dice que a fin de año, dentro de un mes y medio, va a tener un tipo de cambio de 1423. -¿Podría estar en la cabeza del Gobierno que con esta idea del mercado de cambios entre bandas, se pueda contener esos rebotes del dólar contra el techo? ¿Entonces, eventualmente, de acuerdo con esa lógica que plantea el Gobierno, el dólar podría bajar? -Eso tiene probabilidad cero. El crecimiento podría ser esa o un poco más bajo; la inflación, podría ser ésa o un poco más alta, pero el tipo de cambio no va a ser ése.-Nunca va a llegar al piso, como pretendía el Gobierno en su momento.-No, porque además esa banda es móvil. Y además, estamos en un régimen de transición cambiario y monetario pre-electoral. Podríamos presumir que va a cambiar después de las elecciones para ir hacia algo más normal. Lo que sí no va a suceder es que el tipo de cambio sea de 1423 a fin de 2026. Poniéndome en esos zapatos, porque esto es más fácil decirlo por teleâ?¦-Como consultorâ?¦-Sí, es más fácil que estar sentado ahí. Si el Gobierno, el Ministerio de Economía, dijera que el tipo de cambio a fin de año va a ser algo más realista, invento, 1800, enseguida el mercado reaccionaría. En economías con alta nominalidad, o sea, con inflaciones todavía altas, con tipo de cambio que se mueve, hay una restricción de mercado que dice: no puedo sincerar todo. Con esas restricciones económicas y políticas, el presupuesto es una propuesta muy razonable. Dejame calificarlo así, muy razonable, puede setear el escenario, que es el objetivo del presupuesto. El fin del presupuesto no es que estén contentos el oficialismo, la oposición, el Congreso, los gobernadores. Lo más importante de un presupuesto es darle la señal al sector privado, que es el que mueve la economía, el que invierte, consume y ahorra. Es decirles: tomá tus decisiones de familia y empresas con estos parámetros de inflación esperada, de consumo esperado, de tipo de cambio, con las salvedades que acabamos de hacer, y a partir de ahí, decidí y poné en marcha tu motor al ritmo que vos decidas, pero con esta pista."Es muy popular bajar el dólar porque la inflación baja más rápido, porque nos sentimos más ricos"-Es como una foto de las restricciones y de los techos que el Gobierno asume.-No como una foto sino película, porque es dinámico: muestra qué ruta, en qué pavimento vamos a andar y a qué velocidad podemos ir.-Por lo menos es lo que pretende lograr el Gobierno. -Sí, lo que pretende el Gobierno. En otras épocas, el Gobierno pasado hacía un dibujo disparatado, entonces no servía para nada. -¿Se refiere a Alberto Fernández -Sí. Este presupuesto es bastante más razonable. -Comparado con el último presupuesto de Massa, donde ni la proyección del dólar ni la de inflación se cumplió para nada al año siguiente, ¿esto no es ese dibujo?-No. El presupuesto de Milei es más realista. Aquel de Massa realmente no servía para nada: tenía enfrente todo el terreno árido y te decía vamos a ir por autopista. Era mentira y nadie lo tomaba en cuenta. Éste es un parámetro. Después, podrá tener desvíos, la pista más ancha, algo de banquina, pero está bien. Pero lo que no resuelve, porque no lo podría resolver el presupuesto, no le pidamos a una máquina de cortar pasto que toque música, es la transición hacia ese escenario de 2026. Este momento que estamos viviendo hoy en día: es la transición cambiaria y financiera, la deuda, el riesgo país preelectoral y post electoral. Pero el presupuesto no está para resolver eso. Milei vs. Congreso. ¿Se pudo haber prevenido la "anarquía legislativa"? Presupuesto, ¿herramienta política?-Si hubiera existido un presupuesto 2025 aprobado en el Congreso el año pasado, ¿la utilidad de tenerlo aprobado sería política, por ejemplo, contener estas demandas muy justificadas de emergencia universitaria, tema Garrahan y emergencia pediátrica o jubilaciones porque, por lo menos, habría un parámetro y un carril dentro del cual el Gobierno podría explicar sus decisiones? ¿De qué habría servido ese presupuesto 2025? -Habría servido como argumento político. No sé si tanto como argumento legal porque una ley se modifica: puede haber un presupuesto y siempre puede venir un nuevo proyecto y modificarlo. Pero desde el punto de vista político, con un presupuesto aprobado, el Gobierno podría plantear: hay un presupuesto que aprobó el Congreso, entonces tiene un consenso de la mayoría legislativa.-Es un argumento importante. -Sí, permite decir: no me vengas a correr ahora los márgenes de la banquina porque ya lo acordamos; me inventás un gasto, ¿cómo lo vas a financiar? En el debate público que precede a cualquier modificación legislativa, tendría utilidad política.-¿Habría prevenido lo que está sucediendo en el Congreso? -Sí, porque habría dado un sendero. Y si alguien quiere cambio de sendero, lo tiene que explicar. Con presupuesto aprobado, no habría tanto margen político como para que venga cualquiera a decir: las universidades, tanto; las jubilaciones, tanto o la salud del Garrahan, tanto. Puede estar justificada o no, pero al no haber ese sendero preestablecido porque no hay presupuesto, y tampoco lo hubo en 2024, hay una libertad de iniciativa propia. -Nadie siente la presión de su voto anterior porque no lo hubo.-Sí, exactamente, y aun cuando no lo hubiera votado, una mayoría lo habría votado. Por eso hay una Cámara de Representantes.2026. ¿Cuál es la Argentina que Milei tiene en la cabeza? ¿Se terminó la motosierra?-En relación a la Argentina que se delinea en ese presupuesto, en su informe, usted señala que en relación al resultado fiscal primario, el presupuesto fija 1,5 por ciento del PBI igual al de 2025, pero muy por debajo del 2,2 por ciento planteado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). ¿Qué significa? ¿Que el Gobierno mileísta de la motosierra se encuentra por primera vez con un límite social a la motosierra y acusa recibo en el presupuesto?-Sí. Fijate, Luciana, que el Gobierno hizo un ajuste fiscal, como todos sabemos, muy severo en 2024, sobre todo: 5 puntos del PBI. La verdad, muy severo. Era muy difícil a priori. Se hizo medio con motosierra, con hacha y con licuadora. Ya pasó. En 2025 más o menos, lo mantuvo. Y lo que está diciendo ahora es: no hay más de eso. El gasto público crece lo mismo que el PBI. No hay más recortes. Y empieza a tallar más fino: explicita, por ejemplo, que va a aumentar el gasto en salud, en educación y en jubilaciones si se verifica la inflación que prevé. Si no se verifica, tenemos que volver a hablar. Lo que no explicita es dónde están los recortes para que esos gastos se puedan hacer sin afectar el equilibrio fiscal. Pero en relación a tu pregunta, mantiene el equilibrio, el superávit primario, o sea, sin intereses, en 1,5 por ciento del PBI. No hay más motosierra. -No está haciendo un esfuerzo adicional para cumplir con el 2,2 por ciento de superávit primario que había acordado con el FMI. -Como bien señalás, el acuerdo con el Fondo Monetario fijaba 2,2 por ciento. ¿Y por qué dice 2,2? Porque en el acuerdo con el FMI está implícito que los intereses de deuda van creciendo. El Gobierno está haciendo una cosa medio polémica: subregistra algunos intereses porque los capitaliza al final. No me quiero poner demasiado técnico.-Algunos dicen que en realidad hay déficit financiero. ¿Estoy entendiendo bien?-Sí, estás entendiendo muy bien. Al fin y al cabo, lo que importa es que la deuda no crezca, porque si la deuda no crece, es más pagable. Después se puede registrar o no equilibrio, pero lo importante es que la deuda no crezca.-¿Que la deuda no crezca o que el ratio deuda PBI no crezca?-El ratio deuda PBI. Pero para eso tenés que tener superávit. Y si tenésque pagar cada vez más interesesâ?¦ En el acuerdo con el FMI, el FMI le dice: en relación a los intereses, hay algunos que no están bien registrados, tenés que tener más superávit primario. Es como si una familia no estuviera pagando los intereses del préstamo hipotecario o de la tarjeta."El equilibrio fiscal es una meta operativa. Pone en una hoja de decisiones de administración pública un bien político superior, el acuerdo que tenemos como sociedad"-Hay costos ocultos.-Sí. Entonces, en los futuros períodos, esa familia tiene que ahorrar más porque en la cuenta de la tarjeta, los intereses van a venir y los del banco o del FMI, también, entonces tenés que tener un ahorro mayor. En el presupuesto, el Gobierno dice que va a tener el mismo superávit. Por ahora, el Fondo Monetario no se expresó públicamente, pero estamos reescribiendo lo que firmamos. -De todas formas, en el presupuesto, el Gobierno promete un superávit financiero del 0,3 por ciento, muy poquito, pero ocultando esos intereses.-Sí, ocultando esos intereses. Se van a ofender si digo "ocultando". No es ilegal, pero están sub registrando o pateando el registro de los intereses. ¿Por qué sube el riesgo país? ¿Riesgo kuka o riesgo Toto?-En medio de este contexto que entrecruza la visión de la Argentina 2026 que plantea Milei a través del presupuesto, la crisis actual y la dificultad de atravesar esta crisis y llegar a 2026, el riesgo país superó largamente los 1.200 puntos. ¿Dónde está el problema? ¿Cuál es el análisis de los inversores, de los mercados, de la política, en relación al problema que enfrenta Milei? ¿Es un problema de visión del equipo económico o es un problema más político?-Primero, quiero destacar lo cuidadoso que estoy siendo en el análisis. Viste que dije que en el Gobierno se van a ofender con ciertas palabras. No quiero caer en la discusión semántica, que me aburre. Yendo a tu pregunta, la dinámica de los últimos meses ha sido negativa para el Gobierno. Esperaban un riesgo país de 650, 700 y está arriba de 1.100. El riesgo país refleja las dudas sobre la posibilidad de pagar la deuda en tiempo y forma, el valor de los bonos. Y sobre esa evolución negativa, el Gobierno dice que es todo política: lo que llama, un poco irrespetuosamente con la oposición, el riesgo kuka. Hay un riesgo político, claro: si del otro lado hay una propuesta totalmente inconsistente, que plantea no pagar la deuda, que no vamos a pagar los intereses y vamos a desconocer el acuerdo con el Fondo, nadie le quiere prestar a un país donde esa posibilidad no sea cero. Pero no es nada más que eso. El Gobierno cometió un error táctico: decir que el riesgo corresponde todo a ese factorâ?¦ y después pierde la elección de la Provincia de Buenos Aires. Entonces la probabilidad de eso es mayor, o sea, el Gobierno se pegó un tiro en el pie. Pero no era cierto, el riesgo no es sólo riesgo kuka. También hay inconsistencias del régimen macroeconómico. ¿A dónde voy? El dólar está en el techo de la banda y el Gobierno decía que iba a ir al piso. Y salió con todos sus predicadores no oficiales, no me refiero a los funcionarios a los que puede entender. -Se refiere a voceros oficiosos.-Sí, voceros oficiosos que salen a dar argumentos que estaban todos mal. Evidentemente, el dólar estaba atrasado. Y ahora se está sincerando, está en el techo. Por eso decía que el presupuesto no va a resolver esto: el dólar llegó al techo y encuentra el Banco Central sin reservas. ¿Por qué no se compraron reservas en la época de auge, que fue desde abril a junio? Porque se tenía una visión muy romántica o muy dogmática, con esa idea de que si vamos a flotar, no hacen falta reservas. Sabés lo que va a ser la adrenalina de esa montaña rusa de flotar si vamos a flotar sin reservas. Tenés que pagar la deuda en dólares. A este tipo de cambio, hay más demanda que oferta de dólares. O sea, el tipo de cambio bajo, artificialmente bajo porque no era cierto que el Gobierno no intervenía porque vende futuros. Además interviene con la palabra, con la expectativa, que es todo genuino.Pero no es cierto que el tipo de cambio es libre. Entonces, como todo precio, cuando lo ponés artificialmente bajoâ?¦ Antes era con el crawling peg al 1 por ciento de deslizamiento. Es muy popular bajar el dólar.-Es el control de precios que hubo en este Gobierno.-Sí, obvio. Porque con el dólar bajo, la inflación baja más rápido, porque nos sentimos más ricos, entonces el salario en dólares pasó de 500 a 1000 y decimos qué bárbaro. Cuando el salario en dólares se duplica en un año, hay que sospechar que hay algo mal porque la productividad no sube a ese ritmo. Los problemas actuales no se incubaron la semana pasada; se incubaron en los últimos doce meses. Y ahora lo encuentra al Gobierno con un riesgo electoral genuino porque los programas económicos que sólo son viables si ganás la elección, no son democráticos. En democracia, vale ganar o perder. Si un plan es robusto sólo si se gana una elección, no sirve. -Si descontás que ganás, tu plan económico tiene un problema, porque podés perder.-Obvio. Ya pasó en 2019: no tengo que explicar eso. El Gobierno llega a esta situación con fragilidades financieras y cambiarias, con el tipo de cambio bajo, la llegada al techo y sin reserva porque no fue preventivo. A eso se le suma el ingrediente político democrático. Y se produce esta transición muy estresada, tanteando el techo, con una expectativa de tipo de cambio más alto, con una expectativa negativa y no de un analista sino del mercado, que somos todos. En el mercado del dólar futuro, los valores de los contratos que hoy se negocian están por arriba del techo de la banda después de octubre. La opinión de los inversores está convergiendo en esta idea: que después de las elecciones, hay un cambio de régimen.-¿De régimen cambiario?-De régimen cambiario. -¿Quiere decir devaluación o qué quiere decir? ¿Liberación total del mercado cambiario?-El Gobierno definirá cómo reacciona a eso. Primero, el Gobierno tiene que decidir qué hacer en esta transición de cinco o seis semanas que quedan hasta las elecciones de octubre. Podría decir: que se deslice el tipo de cambio, pero tiene costo inflacionario y de estabilidad. Si decide vender dólares, tiene costo de reservas: cómo pagar la deuda en enero.-El acuerdo con el Fondo permite la venta de dólares llegado el techo.-Nada de esto es ilegal.-Todo sólo es legal sino que el acuerdo con el Fondo contempla esa posibilidad.-Si. En la caja de herramientas, el Gobierno tiene cuatro herramientas. Que suba el dólar en riesgo, o sea, dejarlo que suba: tiene riesgo en el changuito de supermercado. Segundo, usar reservas: tiene el riesgo de ¿quién la va a pagar la deuda en dos meses? Terceroâ?¦-Las tasas, y ya vimos lo que pasa.-Sí, las tasas y el riesgo es menos crédito, menos consumo está en camino. -Estancamiento económico, y tampoco frenó al dólar. -Sí, a un determinado nivel, la tasa deja de ser efectiva porque ya no hay tasa que pague el riesgo. Cuarto, restricciones cambiarias tipo cepos, no como la que teníamos en marzo. El cepo no es una cuestión binaria, blanco o negro. -Medidas como la del fin del rulo de hace una semana. -Sí. El cepo se puede desgranar en cincuenta medidas distintas, algunas más o menos sofisticadas, que afectan a los ahorristas, a los importadores, pagadores de deuda, privados y públicos. Hay para hacer ahí. Pero nada de esto es deseable porque si pones algún tipo de cepo, es brecha; si ponés tasa, es consumo; si ponés reservas, es riesgo país, y si pones tipo de cambio, es inflación. Todo tiene un costo. Si no tuviera un costo, se haría. Ésa es la transición de acá a fin de octubre con la que está batallando el Gobierno para mantener este status quo lo mejor posible hasta final de 2025: bajo la presunción de que es todo riesgo kuka, para mí equivocada. Si el Gobierno pierde la elección, la salida es más desordenada. Pero si gana, no va a poder evitar el service, la sintonía fina porque algo tiene que cambiar.Ancla fiscal. ¿El talismán para resistir las crisis o el principio de su límite?-En la cadena nacional en la que presentó el presupuesto, Milei volvió a plantear con absoluta convicción esa relación causal entre ajuste y equilibrio fiscal o superávit fiscal, no emisión y no endeudamiento para sostener un déficit fiscal. Uno de los argumentos del Gobierno es que el ancla fiscal, mantener el equilibrio o superávit es casi un talismán, un amuleto contra males que puedan acarrear los cimbronazos económicos: es una de las teorías del Gobierno. ¿Usted cree que, efectivamente, a pesar de toda esta crisis que está atravesando el Gobierno hasta octubre y eventualmente lo que venga después de octubre, tener un equilibrio fiscal es un buen escudo para soportarla? ¿Sin eso, sería peor?-Sí, por supuesto. Si no hubiera o se relajara la conducta del equilibrio fiscal, los riesgos serían superiores. Hoy estamos hablando de riesgo de sintonía fina, movimientos cambiarios, algo de inflación transitoria, pero no estamos hablando ni de hiperinflación, ni de corralito, ni de devaluación brusca.-Esos serían los riesgos si no existiera el equilibrio o superávit fiscal.-Sí, exacto. La viga maestra del programa de estabilizaciónes el equilibrio fiscal. Sin eso, no hay nada. Lo escuchaba a Axel Kicillof esta semana: ponía en duda eso. Pero sin eso, estamos hablando de volver a inflaciones de tres dígitos anuales. Entonces, sí, la conducta de equilibrio fiscal es un activo económico muy importante. Y también un activo político porque lo encarna directamente el Presidente. A mí me tocó ser ministro de Economía tanto en mi gestión provincial como nacional, y tuve esa suerte. Tanto Mauricio (Macri) como María Eugenia (Vidal) tenían esa conducta fiscal. Eso facilita las cosas a un equipo económico porque no tiene que ir a lidiar con un Presidente o una autoridad política que quiere gastar más de lo que ingresa. Es un gran activo.-Es un gran activo que acarrea efectos colaterales positivos. -Todos. -Ese convencimiento sigue operando porque se está instalando esta idea: que hay ajuste y bajó la inflación pero la Argentina no crece, está todo mal, crisis total. Usted plantea otra cosa. -Sí, estoy diciendo que los riesgos son acotados porque está ese pilar. Ahora el Congreso lo desafía. Como no hay presupuesto, como hablábamos al principio, aprueba leyes que cuestan más de un punto del PBI. El Gobierno tiene razón: ¿cómo se va a pagar? Inventamos recursosâ?¦Manta corta vs. equilibrio fiscal. ¿Llegó la hora de atender demandas sociales? Motosierra v bisturí-Ahí sigue una pregunta central, que tiene que ver con la pregunta de qué país se delinea en el presupuesto. El proceso de shock del ajuste y de ajuste sostenido tiene sus límites sociales. Los docentes universitarios ganan 30 por ciento menos respecto de diciembre de 2023 el Garrahan y la emergencia pediátrica, reclamos muy atendibles; los jubilados o discapacidad, también. El Gobierno puso algunos números en el presupuesto, que habrá que ver cómo funcionan efectivamente. Después de dos años de ajustes, ¿cuántos de los reclamos de una sociedad en relación a sectores sensibles que están muy rezagados deben ser atendidos, aun dentro una concepción macroeconómica que pone como eje central el equilibrio o el superávit fiscal?-Gran, gran punto porque en definitiva, el equilibrio fiscal es una meta operativa. Pone en una hoja de decisiones de administración pública un bien político superior, que es el contrato social en el cual queremos vivir, el acuerdo que tenemos como sociedad. Es decir: qué queremos que haga el Estado, qué queremos que hagan los particulares. El Gobierno no construye ese consenso social. Entonces el equilibrio fiscal está todo el tiempo desafiado. La Ley de Presupuesto viene a hacer operativo ese acuerdo político, el contrato social. El presupuesto presentado quiere dejar claro que no se puede gastar más de lo que ingresa, o tenemos que tener un superávit de 1,5 puntos del PBI para pagar los intereses. Ahora, dentro del presupuesto, las partidas presupuestarias son decenas de miles. Está la Universidad de Buenos Aires, la de Córdoba, el Garrahan, la discapacidadâ?¦ ¿Qué dice el Gobierno para 2026? El gasto en salud va a aumentar en términos reales, por arriba de la inflación en un 18 por ciento.-Respecto de la inflación de 2026, del 10 por ciento.-Sí, Salud va a aumentar un 18 por ciento por encima del 10 por ciento: entra todo el Ministerio de Salud, los programas y también el Garrahan. En educación, el aumento va a ser de 8 por ciento. Jubilaciones, 5 por cientoâ?¦-El gasto jubilatorio pero no la percepción por cada jubilado. -Sí, de acuerdo, pero si la cantidad de jubilados es la misma y no hay moratoria... Esto está sujeto a que la inflación de verdad sea de 10 por ciento porque si no, tenemos que volver a hablar. -¿La inflación es la variable que el Gobierno confía más en controlar vía equilibrio fiscal? -Sí, pero si hay una tensión cambiaria y hay un cambio de régimen, y el techo no es el techo, todo eso trae una inflación transitoria, un fogonazo inflacionario durante el verano o fin de año, que bueno, entonces cambia.-En ese caso, hay que ir a otra teoría del Gobiernoâ?¦ Le faltó decir algo, adelante.-En el presupuesto, el Gobierno dice qué va a aumentar. No dice bien qué va a bajar para que esto pueda aumentar sin poner en riesgo el equilibrio. El único indicio que se puede deducir del proyecto de presupuesto es que van a aumentar las tarifas porque dice que los subsidios van a bajar de 1 por ciento del PBI al 0,8 por ciento, no importa cuánto. No digo que sea un nuevo tarifazo, pero sí que la cobertura de tarifas del gasto en energía de las familias aumenta. ¿Qué tiene de bueno eso? Si se aprueba el presupuesto este año, el 15 de diciembre, porque no creo que se trate mucho antes por las elecciones, por el cambio en las Cámaras, el Gobierno va a tener más músculo político después del 15 de diciembreâ?¦-Más allá de cómo le vaya, va a sumar legisladores.-Aunque le vaya mal, va a sumar. El Gobierno tiene incentivos para pasar la discusión parlamentaria del presupuesto para después del 15 de diciembre. Ahí ya vamos a saber cuánto le toca al Garrahan. Se va a discutir en el Parlamento y va a salir con mayoría, aunque no con unanimidad, pero con mayoría.-Usted está planteando que el achicamiento total del Estado que proponía el Gobierno empezó a encontrar un límite. Y el Gobierno lo está registrando. -Sí. Siempre se dice el chamuyo de que las cuentas cierran con la gente adentro: es chamuyo porque la gente de afuera cuando las cuentas no cierran. Ahora, después, la decisión puede ser tener equilibrio fiscal sin obra pública. ¿Puede ser? Sí, dos años; más no porque después no podés andar por la ruta. ¿Podría tener equilibrio fiscal sin hospitales? Una semana. Cuando la inflación es de 200 por ciento, la discusión se diluye en esa confusión de que la inflación es de 200. Cuando la inflación es del 20 o 15 por ciento, como creo que puede ser en 2026, es hora del bisturí y ya no de la motosierra. El bisturí empieza a decir: más acá, menos acá.Suba del dólar. ¿Puede pasar a precios y generar inflación? ¿El pass-through se frena o avanza?-Pass through: sube el dólar, suben los precios. Pero el gobierno de Milei, el ministro Caputo y distintos economistas plantean que el dólar es un precio más de la economía. Y que la teoría argentina de que es el dólar el que tira de los precios no se cumple. Efectivamente, no se ha cumplido en las últimas semanas: aumentó el dólar y los precios no acompañaron. ¿Qué piensas de eso?-En los últimos dos o tres meses, aumentó el dólar cerca de un 20 por ciento, calculo, y los precios aumentaron 5 por ciento, o sea, el pass through, el traslado del dólar a precios ha sido menor que otras veces. Cuando lo hizo Massa en 2023, duró un mes y medio. Ahora van dos o tres meses y es bastante acotado. Bien, buena cosa. ¿A qué se debe? Primero, a que hay orden fiscal, entonces nadie está descontando que viene la maquinita de la emisión, preventivamente no hay que aumentar precios. Segundo, hay más apertura: cuando un empresario se quiera hacer el vivo aumentando los precios de los productos comercializables, viene un importador y le pone un techo. Son cosas sanas. Orden fiscal, competenciaâ?¦-Es decir, hay algo sistémico. No es que solamente el dólar, mágicamente, no traslada su precio a los precios.-Tercera cosa. Mala fuente: el consumo está frío. Si el peluquero quiere cobrar 10 dólares el corte, y aumenta el dólar, se le vacía la peluquería. La economía está peor que estancada; ya está empezando a caer. -Eso es un factor negativo.-Sí, es transitorio aunque negativo. Ayuda a evitar el pass through. Dicho eso, el traslado ha sido menor pero no nos confiemos en que va a ser cero. Primero, porque no puede ser cero. Si es cero, algo funcionó mal porque se corrige el tipo de cambio para que los transables, los que son comercializables, suban sus precios frente a los servicios. Por ejemplo, para que tenga sentido en la industria. -Deberían subir los precios.-Sí, claro. Salvo que se dé la casualidad de que todos los precios a los que les toque subir se compensen con todos los que les toca bajar, que en realidad nunca bajan nominalmente, nunca es cero. Entonces, si es cero, no nos compremos que va a seguir porque es transitorio. Creo que va a haber un traslado inevitable a precios, aunque no del 100 por ciento en dos meses como cuando todo es un desorden. Pero tampoco será cero. En realidad el tipo de cambio, el precio del dólar es un precio más que no lo decide nadie más que la escasez o el mercado. ¿Qué quiero decir? Se suele escuchar que bueno, el tipo de cambio de equilibrio, que es una variable no observable muy difícil de determinar, tiene riesgo kuka: sí, porque tiene eso incorporado. Y siguen con que entonces es más altoâ?¦ O que tiene el riesgo de que baje el precio de la soja. Sí, es más alto porque incluye ese riesgo. Pero tiene el beneficio de que podemos hacer reformas estructurales: en ese caso, sería más bajo. Pero no tenemos certeza de poder hacerlas porque depende del resultado electoral. -Esos riesgos están incluidos en los precios, en el mercado: no son riesgos políticos que el Gobierno y el equipo económico puedan descartar. -Obvio. Están incluidos en el valor del dólar. Y pretender que se puede fijar el valor del dólar con el crawl, antes, o con un deslizamiento es poner el carro delante de los caballos. Va a ser lo que tenga que ser. Al fin y al cabo, es la inversa de la competitividad. Si se hace la reforma estructural, mejora la infraestructura, se hace la reforma laboral, saco, ingreso bruto, ese tipo de cambio es más bajo y somos más ricos en dólares. Pero eso es una consecuencia; no una imposición. Salario y crisis. ¿Inflación a la baja pero menos changuitos? ¿Por qué la gente duda del plan?-Usted señaló que una de las variables que influyen en que el dólar no se traslade a los precios es una variable negativa: el consumo ralentizado, depresión económica. Tengo esta duda: el INDEC del 13 de agosto dice que el índice de salarios se incrementó 3 por ciento mensual y 60 por ciento interanual. Según el INDEC, el salario acumula una suba de 20,7 por ciento con respecto a diciembre de 2024. Tuvo un crecimiento mensual de 1,7 por ciento en los salarios del sector privado registrado, de 1,3 en el sector público y de 8,9 en el sector privado no registrado. ¿Por qué está instalada la percepción y la vivencia de que el bolsillo no alcanza y está agujereado? ¿Por qué en la elección de la Provincia de Buenos Aires, la variable económica influyó cuando los salarios del sector no registrado aumentaron 8.9 por ciento?-Esos números son estrictamente ciertos. Pero la información pública es suficientemente confusa. Por ejemplo, comparan con diciembre de 2024, a un año de asumido el Gobierno. Pero antes había caído más. Respecto a noviembre de 2023, el último del Gobierno anterior, hoy está más bajo. El salario hizo una raíz cuadrada: el poder adquisitivo cayó mucho, recuperó bastante bien hasta fines de 2024 y de ahí, se amecetó. Como la figurita de la raíz cuadrada de cuando fuimos al colegio: la V muy clara y después, chato. -Eso explica la percepción de la gente de que su bolsillo se achicó.-Sí. Y además, la recuperación quedó en un nivel más bajo que el punto de partida: 7 por ciento más abajo. ¿Qué estoy diciendo? -Desde diciembre de 2023, en todo el recorrido hasta hoy, ¿hay un 7 por ciento promedio de caída del salario?-Sí. Hace unos diez meses que el ingreso está planchadito. En el INDEC, el ingreso del sector privado registrado tiene unos seis meses de rezago: no sé porque el INDEC hace eso; limpiemos la información. Si hace casi dos años, una familia tipo compraba diez changuitos en el supermercado por mes con su ingreso, ahora compra 9.3 por el valor, 7 puntos menos. Y dentro del changuito también cambia la composición: compra menos changuito pero mete la misma cantidad de sachet de leche pero para compensar, mete menos botella de cerveza. Depende en qué sector estés, algunos está en cero, o sea, sigue con diez leches, diez lácteos y otro está menos 20. La crisis económica no es una sensación; es una realidad. También depende de en qué escala de ingreso estás. Si estás en el ingreso más bajo, tu ingreso ya no está 7 por ciento abajo sino 12 por ciento abajo. Estás mejor que hace un año pero está peor que hace dos años. Por eso las personas dicen: entonces el plan no funciona. En realidad, el plan de hace dos años era mentira porque era todo ficción, porque no pagábamos la luz y el gas. Teníamos más dinero disponible para ir al supermercado o al shopping, pero era mentira. El problema es que la gente no sabe que era mentira. Escucha sobre "el plan platita" y los subsidiosâ?¦-Pero empieza a decirse: pero podía comprar más. -Sí. ¿Valora que el changuito del supermercado vale más o menos lo mismo? La inflación es de 2 por ciento mensual; es mucho mejor que antes cuando la inflación era de 10 por ciento mensual. ¿Entonces, valora la estabilidad? Sí, pero ahora compra nueve changuitos en lugar de diez. Y ve que su ingreso salarial no mejora, y que además hay más riesgo de desempleo porque la economía empezó ya no a estancarse sino a caer: este trimestre, la tasa está alta. Escucha que su primo perdió el laburo o las changas o las horas extras. Hay un cambio de la prioridad. Axel Kicillof. ¿Evoluciona en lo macroeconómico o se equivoca en el diagnóstico? Déficit y dólar -Los indicadores no transparentan del todo la situación que vive la gente. Pero la gente está viviendo la situación real: entiendo. En distintos medios, Axel Kicillof volvió a plantear sus ideas económicas. En Clarín, dijo: "La inflación es un gran problema, pero abordarlo con las medidas del paquete económico de ajuste convencional genera como resultado esto que vemos hoy". También dijo esto: "Trataron de sostener un dólar barato, los salarios reprimidos. Esto se hizo veinte veces en la Argentina". Para Kicillof y para otros economistas del kirchnerismo, el problema es la falta de dólares, la deuda y la restricción externa. -No sé ni por dónde empezar. No me gustan las falacias ad hominem, pero el que más atrasó el dólar fue Kicillof en 2015: dejó el cepo y el dólar oficial en 9 y el paralelo, en 16. Atrasar el dólar es muy popular porque nos hace más ricos en dólares. ¿El equilibrio fiscal es condición para la estabilidad? Sí. Kicillof contesta cualquier cosa. Sin eso, en el Gobierno anterior, la inflación terminó en 200 por ciento.-¿Si no cuidás el equilibrio y toqueteás el mercado de tipo de cambio, igual vas a tener un problema?-No hay maquinita de la felicidad: si tenés agujero fiscal financiado por emisión, va a haber inflación. Ahí el Gobierno tiene razón y lo tiene claro, a dios gracias. No hay ninguna discusión posible en ese punto, salvo en el kirchnerismo, que tiene una teoría monetaria extravagante. Segundo, el problema es la falta de dólaresâ?¦ Pero no, viejo: la restricción externa no es externa, es interna. Ahora dicen: va a estar Vaca Muerta en 2030, el litio, la minería, el offshore, el agro sin retenciónâ?¦-La balanza energética positivaâ?¦-Sí, exacto. Mirá, Luciana, podemos tener tres pampas húmedas, dos Vaca Muerta y tres Cordillera de los Andes de litio y cobre, y nunca va a alcanzar nada porque se va a ir todo en viajes y chucherías y si no generamos incentivos a que esos dólares se queden en el paísâ?¦ ¿A qué me refiero? A que salga el barco de petróleo de YPF o de cualquier empresa privada y esa empresa tenga los incentivos para usar los dólares para perforar otro pozo. Y lo mismo con la soja o el litio. Si no generamos incentivos, no va a alcanzar ninguna fuente de dólares porque la restricción no es externa. No faltan dólares porque hay una maldición divina que nos condena. No, la restricción es interna porque la mal llamada "fuga" se da porque generamos condiciones para que el que captura un dólar huya. -O lo pone en el colchón. -Es lo mismo: lo saca el sistema tanto si lo saca del país o va al colchón. Así nunca va alcanzar nada. No es una restricción externa. Estoy en las antípodas de ese diagnóstico."Pro disidente" y visión económica. ¿En qué se diferencian de Milei y Caputo? -Última pregunta. Usted es una figura muy relevante en términos políticos y central en términos económicos dentro de Pro. Hace unos meses, el expresidente Mauricio Macri le propuso al Gobierno hacer una mesa de diálogo que lo incluía a usted, entre otros. ¿Cuál es su lugar en Pro y cuál es su visión de la alianza de Pro con La Libertad Avanza y de lo que puede sumar en términos de visión económica?-Tanto desde el punto de vista económico como político, estoy en lo que yo llamo "Pro disidente", un Pro no acuerdista con el Gobierno libertario. -Lo entiendo en términos políticos. Y en términos económicos, ¿por qué?-En términos económicos, podemos estar de acuerdo con los tres vértices del triángulo de este esquema económico: economía abierta, equilibrio fiscal y que no existe la maquinita de la felicidad. Estoy de acuerdo con esos tres vértices. Esa plataforma es todo lo opuesto al triángulo kirchnerista que era: vivir con lo nuestro, la emisión no genera inflación y más Estado ante cualquier cosa. Estamos de este lado en relación a eso. Ahora, si atrasás es el tipo de cambio y vas acortando plazos de la deuda, que es lo que está pasando ahora, no estoy de acuerdo: lo que te trajo hasta acá no te lleva hasta allá. No es tan importante como el triángulo, pero tengo diferencias ahí. Desde el punto de vista político, Luciana, nos pasamos dos años reclamando institucionalidad y después, lo voy a decir como con lenguaje vulgar, ante la primera curva, nos subimos al bondi.-¿Qué bondi sería?-El de La Libertad Avanza, el del Gobierno. Estoy hablando desde Pro: no estoy de acuerdo. Se lo expresé al presidente Macri, lo hablé con María Eugenia. Es mi posición, no tienen por qué darme bola. Al país le conviene que haya una alternativa liberal que crea en este triángulo económico, pero con otra impronta institucional, que es muy importante. El tema de la justicia es muy importante, por ejemplo. No soy experto, pero no estoy de acuerdo con las iniciativas en materia de justicia. Y sin justiciaâ?¦ Te puedo asegurar que más que el RIGI, lo que miran los inversores es la Corte Suprema. Van a invertir por cuarenta años y se plantean: cuando este Gobierno no esté, ¿quién va a defender mis derechos de propiedad? Por eso creo que al país le conviene tener una alternativa liberalrepublicana que sirva para parecernos más a los vecinos de Latinoamérica, a Uruguay y Chile: pasa de Lacalle Pou a Orsi o de Bachelet a Piñeraâ?¦ -Funcionan más como cambios marginalesâ?¦ -Sí, no refundan la patria si cambia un gobierno. Boric no rompió el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Le sirve al país y al Gobierno. Confrontar con el riesgo kuka puede ser muy redituable en la táctica política de polarización de ahora, pero estratégicamente no sirve porque el inversor que tiene que invertir a cuarenta años dice "ché, ¿pero si la alternativa es Kicillof? Ahora, si la alternativa es el Pro, es otra cosa.
En medio de las nuevas medidas del Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, con el objetivo de contener el dólar dentro de la banda, el economista Hernán Lacunza apuntó contra el plan económico actual y le sugirió al gobierno de Javier Milei cuatro opciones para "aguantar" hasta las elecciones nacionales del 26 de octubre. Debido al revés en el Congreso por el rechazo a los vetos de emergencia pediátrica y el financiamiento universitario, y la derrota por 13 puntos ante el kirchnerismo en las legislativas bonaerenses el pasado 7 de septiembre, el Gobierno se enfrenta a la caída de los bonos y acciones argentinas y a la suba del tipo de cambio, que obligó a la administración libertaria a vender dólares. En ese marco, el exfuncionario de Mauricio Macri aseguró que Milei se "encerró solo en un callejón". Ante esto, consideró que hay algunos caminos -o una combinación de ellos- que puede tomar el Ejecutivo para contener el mercado hasta las elecciones. "Llegamos acá con el sendero mucho más estrecho para enfrentar esta situación en medio de elecciones. Nada es gratuito, todas las opciones tienen daños colaterales", advirtió primero. Tras ello, continuó: "Una opción es vender reservas. Ayer [el Banco Central] vendió US$379 millones. No puede haber cuatro o cinco días como el de ayer. Y la consecuencia directa es el aumento del riesgo país". Luego consideró que la segunda opción es "subir la tasa [de interés] en pesos para que compita con el dólar y aguantar a fin de octubre". Y sumó: "El tema es que ya hicieron eso, entonces ya te agarra con tasa alta". Noticia en desarrollo
El exministro de Economía, Hernán Lacunza, analizó el proyecto de Presupuesto 2026 que el presidente Javier Milei presentó este lunes. A través de un informe de su consultora Empiria, el exfuncionario calificó las previsiones oficiales como "optimistas" e "irreales" y advirtió sobre el "fin de la motosierra" y los desafíos en el horizonte financiero del país.Qué dijo Hernán Lacunza sobre el dólar, el PBI y el pago de la deudaEl informe de la consultora Empiria califica las estimaciones del equipo del ministro Luis Caputo como "ilusionismo macroeconómico". El análisis detalla que las previsiones para el cierre de 2025 ya son optimistas. Mientras que el oficialismo postula un crecimiento del 5,4%, Empiria proyecta solo un 3,7%. El Gobierno también prevé una inflación punta a punta del 40,3% y un tipo de cambio de $1325 para diciembre, cifras que contrastan con las estimaciones privadas de 33% y $1674, respectivamente.Para 2026, la proyección oficial indica que el Producto Bruto Interno (PBI) crecería un 5%. La consultora de Lacunza considera este pronóstico optimista y lo sitúa en 3,4%. El Gobierno motoriza su cálculo en un alza del 4,9% del consumo privado y del 10,6% de las exportaciones.En las variables nominales, el Presupuesto 2026 postula una inflación promedio del 13,9%. Proyecta un tipo de cambio de $1423 para el final del período. La estimación de Empiria es de $1836. "No va a pasar", sentenció el documento sobre la previsión oficial del valor del dólar.El principal desafío, según el análisis, se concentra en la capacidad del Gobierno para atender las obligaciones de capital e intereses. Para 2026, los vencimientos en dólares suman unos US$18.000 millones, de los cuales US$10.000 millones corresponden a acreedores privados. El primer pago importante, de US$4500 millones, vence en enero. En pesos, la cifra asciende a 128 billones, equivalente al 11,2% del PBI.¿El fin de la motosierra?El documento de Empiria sugiere que el proyecto de ley presagia el "fin de la motosierra". Para 2026, se prevé un resultado fiscal primario del 1,5% del PBI y un superávit financiero del 0,3%. Estos números implican un crecimiento real de los ingresos de la Administración Nacional del 6%. Los tributos con mayor crecimiento real serían Combustibles (+51%), Derechos de Importación (+13%) y Ganancias (+9%). "Las proyecciones de recursos sugieren que el Gobierno no proyecta un recorte de impuestos para 2026â?³, señala la consultora.Con mayores ingresos, el gasto total del sector público nacional aumentaría unos 0,2 puntos porcentuales. El gasto corriente subiría 0,1 puntos y el de capital, otros 0,1 puntos. El gasto en seguridad social aumenta un 5% en términos reales y pasa del 6,4% al 6,5% del PBI. Las transferencias a universidades se estiman constantes en torno al 0,5% del PBI. El gasto en Salud crece un 17% en términos reales y el de Educación un 8% real.Negociación política y fuentes de financiamientoEl proyecto de Presupuesto 2026, el primero en dos años, ingresa al Congreso en un clima de "plena tensión política y financiera preelectoral". La oposición y los gobernadores desafiaron el equilibrio fiscal con leyes que obligaron a vetos presidenciales. El informe de Empiria prevé que el Ejecutivo podría mostrarse "más flexible y pragmático en la negociación política" para darle mayor consenso al marco fiscal. Los especialistas de la consultora creen que es "difícil que avance antes de las elecciones, e inclusive hasta el cambio de las cámaras el próximo 10 de diciembre".Respecto al financiamiento, el Gobierno prevé un aporte neto de 0,3% del Fondo Monetario Internacional y otros organismos. La principal estrategia, según el análisis de la firma de Lacunza, será utilizar como principal fuente de financiamiento a la deuda interna en pesos capitalizable. Esta representa un 5,2% del PBI, unos $57 billones. Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA a partir de un artículo firmado por Francisco Jueguen.
Sacar al dólar de las pantallas, con el costo de menor actividad y empleo hacia adelante. Así sintetiza el exministro Hernán Lacunza al dilema y las consecuencias del esquema monetario y cambiario que implementó el Gobierno en las últimas semanas. Según el titular de Empiria, el plan de conseguir "estabilidad nominal" acumula desequilibrios en cuanto a la acumulación de reservas y la consistencia externa. A su vez, advierte por la 'opacidad' del registro de los intereses de los instrumentos de deuda en pesos y los "límites" de la política fiscal: "Traigamos una ley de presupuesto integral y vemos ahí cuáles son las prioridades y cómo las financiamos. Pero si vos querés definir todo discrecionalmente y, si no te doy la razón te quiero voltear, no resiste el menor análisis".-¿Tiene impacto este escenario de volatilidad de tasas de interés sobre la economía real?-Seguro que ya está teniendo y va a tener. Obviamente impacta en el crédito, porque una cosa es tomar un préstamo a una tasa más o menos previsible y otra es ir totalmente volátil como ahora. Eso merma la voluntad de crédito, hay mucha más incertidumbre y eso baja la inversión y el consumo, seguramente. Tiene un impacto negativo sobre la actividad, sin duda, y obviamente, cuanto más largo, peor. Yo presumo que el Gobierno va a estar trabajando en bajar aunque sea la volatilidad. El nivel va a ser más difícil, porque hay una causa más profunda que es la competencia con la dolarización de las carteras. Pero al menos en las próximas semanas debería ser capaz de contener esa volatilidad. Hernán Lacunza: "La cuestión fiscal sigue siendo un diez, pero la metodología encuentra un límite"-¿Cuál es esa causa?-Evidentemente la prioridad del Gobierno de este trimestre preelectoral está en la estabilización nominal, que no haya sorpresas inflacionarias. Y eso exige tener un tipo de cambio oficial, que está claro que está en torno a $1300. Y si bien no interviene directamente comprando o vendiendo, sí lo hace indirectamente a través del mercado de futuros, donde hay una tasa implícita, y a través del mercado de pesos, donde también hay una tasa, en este caso muy elevada, para competir con la dolarización. Entonces necesita premiar más quedarse en pesos, en este caso una tasa del 70%, que tiene costo en la actividad. Elige una esquina que es la estabilidad nominal, que la entiendo por el objetivo político, de sacar de la pantalla el dólar y el changuito del supermercado en este bimestre, a costa de una mayor tasa y menor actividad y empleo en el mediano plazo. -¿Qué análisis hace sobre la gestión cambiaria? Inicialmente el plan fue llevar al dólar al piso de la banda, no funcionó, y cuando se acercó al techo a fin de julio, la reacción fue bajarlo.-Primero, por suerte no fue al piso, esa era una idea un poco pedestre. Imaginate si estuviera hoy en $1000 la presión cambiaria que habría en ese mercado y cuál sería la tasa de interés para sostener ese desvío tan pronunciado. A $1300 es difícil, imagínate a $1000. El estrés competitivo que habría y la competencia entre productos locales o importados sería realmente muy difícil de sostener. La intervención oficial con la palabra de que iba a ir a $1000 nunca la entendí. Solo entendería la intención en ese primer trimestre post-cepo de alinear expectativas de no se vaya al techo. Pero no es gratuito, porque también vos mismo lo planteás en tu pregunta. La expectativa alimentada oficialmente no se corrobora. Entonces para la próxima vez que digas algo, te van a creer menos. Puede ser un objetivo a corto plazo, pero nocivo para la credibilidad de la palabra oficial en el mediano plazo, que siempre es muy importante, sobre todo cuando los caminos se angostan, como está pasando. La política económica depende de la palabra oficial, no solo de las medidas que se toman. Y malgastarla con expectativas incumplibles no me parece una buena idea a mediano plazo.Por qué es necesario que el país acumule reservas, según Hernán Lacunza-¿Y cómo ve el nivel del dólar?-Creo que el dólar estaba atrasado. Hubo todo un largo año discutiendo el sexo de los ángeles, donde el Gobierno decía 'Nadie sabe cuál es el tipo de cambio de equilibrio', y lo que no decía es que el Gobierno tampoco. Ahora está cómodamente instalado en $1300. Hizo una corrección parcial. Más o menos el tipo de cambio real en estos dos meses subió un 15%, y por mérito del programa no hubo gran traslado a precios inmediatos, el famoso pass through, por condiciones que podamos revisar. Esa mejora del 15% real es importante. Hoy la economía está mejor que hace 60 días porque tiene un tipo de cambio más acorde a la competitividad de la producción argentina, pero seguramente insuficiente, porque a nivel también hay más voluntad de demanda que de oferta. Y por eso la tasa tiene que estar tan alta. Entonces, la intervención oficial es, y vuelvo a la pregunta uno, situarse en la esquina de la estabilidad nominal, inflacionaria y de tipo de cambio, a costa de una actividad más baja, que ya está estancada desde hace un trimestre, por lo menos, y cuyos daños colaterales se ven más adelante.-¿Y en cuanto a las reservas?-El acuerdo con el FMI tiene varias metas fiscales, que están sobrecumplidas y esa es la viga maestra del plan; las monetarias, y también de acumulación de reservas. Los países que flotan en el mundo tienen reservas más o menos por 15 puntos del PBI. La visión más dogmática dice: 'En la libre flotación no hacen faltan reservas'. Pero, ¿sabés la montaña rusa que sería un régimen de libre flotación sin reservas? Sería insoportable esa volatilidad y más aún en la Argentina. Por algo los flotadores tienen 15% de su PBI, que en el caso de Argentina serían US$90.000 millones, que no vamos a tener en un año o dos. Una cosa es que vos lo vayas construyendo paulatinamente y muestres un flujo donde hay una posibilidad de acumulación, y otra es que digas que no te preocupa. Entonces, los bonistas se van a empezar a preguntar '¿Cómo me van a pagar?'. Y si además de la voluntad de pago, que está fuera de toda discusión, no tenés capacidad de pago, el riesgo país no baja. Hay una correlación inversa: a más reservas, menos riesgo país. Impacto De La Suba De Tasas Y El Ajuste Monetario-¿Cuán relevante es el factor político?-A veces también el Gobierno dice "Es un riesgo exógeno al plan, el riesgo kuka", sobre el riesgo político o electoral. Hay un montón de riesgos externos también: que no llueva y la cosecha sea mala, que Brasil devalúe o que Trump cambie las tasas. Todo eso es externo. También hay riesgos internos, como no tener reservas. Ahora, ponele que el Gobierno salga primero en las elecciones, que hoy parece lo más esperable de acuerdo a las encuestas, aunque todavía faltan dos meses, el riesgo político va a estar mermado. Punto a favor. Pero igual no vamos a tener reservas. Entonces, no es que todo depende de esa variable externa. No hará falta un dólar de $2000, porque es un dólar de crisis, pero evidentemente a $1300 hay más demanda que oferta. Y por supuesto que todo lo otro que se hizo, el equilibrio fiscal, no es indiferente, porque si no tendríamos brecha y demás. Pero, ¿de dónde sale que el tipo de cambio en $1300 está bien porque hay equilibrio fiscal? Ese va a ser un desafío postelectoral.-¿Qué análisis hace del movimiento del dólar y los precios?-Quizás lo mejor de estos últimos dos meses es ese bajo traslado a precios, que no es gracias a Dios, es gracias al programa. Como hay equilibrio fiscal, no hay expectativa de convalidación monetaria de cualquier movimiento del tipo de cambio en emisión, que es todo lo contrario a lo que pasaba en 2023. Eso es el mérito de la consistencia fiscal y de la capacidad de recuperar política monetaria. Es muy importante. Te diría que hoy estamos mejor desde el punto de vista del tipo de cambio, y también desde el punto de vista regulatorio, porque tenemos medio cepo: las personas hacen lo que quieren, las empresas todavía no. Estamos en el camino correcto. Ahora, tampoco cantaría victoria prematuramente por rezagos. Presumo que la inflación del próximo bimestre va a ser más alta que la del bimestre pasado, no exageradamente mayor, que obviamente del punto de vista político es un costo electoral, pero nada dramático. Pero no es cierto que el pass through es cero, porque si fuera así, no hace falta el techo de la banda e intervenir indirectamente para ponerle un techo. A veces hay inconsistencia entre lo que se dice y lo que se hace, y es mejor lo que se hace que lo que se dice, y no es gratis, porque tu palabra vale menos.-Hace tiempo había calificado con 10 a la política fiscal del Gobierno. ¿Cómo ve ese punto? Por un lado, por la discusión en torno a los intereses capitalizados y por el debate en el Congreso.-La cuestión fiscal sigue mereciendo un diez. Haber pasado de un déficit de 3% a un suepravit de 1,5% es muy meritorio. Y hay dos puntos. Los intereses que no aparecen en las cuentas públicas, creo que a esta altura el Gobierno se haría un favor a sí mismo y a todos los argentinos si eso lo transparenta, porque está opaco eso, y genera desconfianza. Al fin y al cabo, lo que importa es lo que te queda de gasto y de intereses y si la deuda crece o no crece. Pero la pregunta tiene una parte más profunda, de si no llegamos a un límite de esta metodología. El acuerdo con el FMI dice que este año el superávit es 1,6%, el año que viene 2,2% y el siguiente 2,6%. Están teniendo en cuenta que los intereses van a ser mayores y vas a tener que tener un esfuerzo fiscal adicional. Y ahí uno puede decir: "Bueno, si la economía crece, con no aumentar el gasto se puede conseguir", que sería el círculo virtuoso, pero también está empezando a haber límites, que se ven en las discusiones de gasto, jubilaciones, del Garrahan. La motosierra ya no funciona, tenés que empezar a usar un bisturí. ¿Y tiene sentido político dar la pelea del Garrahan? Porque en realidad no hiciste la micro dentro del hospital: si hay ñoquis, resolvelo, no le bajes a todos. Eso en todas las esferas. Y en el Congreso no construiste consensos, estás dos años sin presupuesto y cada cosa es una ley específica, porque no tenés la ley madre. Entonces, esa forma de hacer política fiscal, que es la discrecionalidad del Ejecutivo, evidentemente llega a un límite. Y además encuentra límites políticos, porque no tenés mayorías en el Congreso y no las vas a tener aún con una buena elección presunta en octubre. Le doy la razón al Gobierno en que la discusión presupuestaria a veces no es civilizada y no es altruista. Ahora, ponerse en la opuesta, de que todo el que no me da la razón quiere destruir el país, eso es medio maniqueo, Traigamos una ley de presupuesto integral y vemos cuáles son las prioridades y cómo las financiamos. Pero si vos querés definir todo discrecionalmente, y si no te doy la razón te quiero voltear no resiste el menor análisis. -¿Qué perspectivas económicas ve para después de las elecciones?-Supongamos un escenario en que se supera con alguna tensión cambiaria, pero nada explosivo, y una presunta corroboración en las urnas del apoyo popular al Gobierno. Después de eso hay un reseteo del programa, tampoco podés tener con la economía planchada mucho tiempo entonces, y a este tipo de cambio está visto que hay más demanda que oferta. Hay una parte de la demanda que será del periodo electoral, que será transitoria, y tiene sentido no convalidarla, y otra que no, porque hay un montón de sectores que no están siendo competitivos. A veces el discurso oficial de 'Vaca Muerta en 2030... Sí, puede ser, pero depende de los precios internacionales, osea, cosas que no controlamos, pero además, para llegar al 2030 hay que ganar tres elecciones, 25, 27 y 29, y si en el Conurbano el desempleo es 15%, no vas a no vas a poder consolidar democráticamente tu programa. Entonces esa ancla de largo plazo también hay que traerla acá; en la transición tiene que haber empleo, no con el futuro soñado dentro de seis años.-¿Qué posibilidades hay?-Creo que va a haber oportunidad para replantear las prioridades. Si este tipo de cambio no es suficiente para acumular reservas, también será una oportunidad para terminar de liberar el mercado de cambios. No creo que pase nada difícil, puede haber alguna pancita en la curva inflacionaria, pero nada explosivo, y van a ser dos años para la próxima elección. Y va a haber también una oportunidad, si hubo apoyo popular, para hacer las llamadas reformas estructurales. En orden de importancia, te diría: laboral, impositiva, provincias, o sea, impositiva que incluya lo subnacional. Y la menos urgente, pero no menos necesaria a largo plazo, es la previsional. Y el tema del reseteo de la macro es muy importante, porque si hay atraso cambiario y expectativa de devaluación, las inversiones no van a venir porque nadie va a perder 10% o 15% de entrada, sea argentino o no residente. Y además de esto, reglas del juego más previsibles, más estables, más atractivas para invertir, hacer negocios y tener rentabilidad.-¿Cómo puede crecer?-Tenemos un techo no de cristal, sino de concreto, hace quince años, donde la economía baja y sube de acuerdo a un año electoral, al precio de la soja y si hay sequía o llueve. Siempre chocamos contra el mismo techo, que es más o menos al que estamos llegando ahora. Y para poder superarlo, hay que terminar de liberar el mercado de cambios y hacer las reformas estructurales, para lo cual el Gobierno solo no va a poder. Va a tener que construir mayorías en el Congreso.-¿Qué incluiría en una reforma tributaria?-Impuestos al trabajo. Si podés bajar uno solo, mirá eso, porque lo que más que tenemos que generar es empleo privado. Lo segundo son todos los impuestos a la producción, desde los nacionales, de retenciones a cheque, que son mundos distintos pero son muy distorsivos. Y el más relevante es ingresos brutos, en las provincias. Y eso no va a pasar por generación espontánea, porque 24 gobernadores o legislaturas provinciales se les ocurra "Che, vamos a hacer esto coordinadamente". Eso lo tiene que coordinar el Gobierno central. Me imagino algo como el pacto fiscal de 2017, donde haya incentivos a bajar ingresos brutos, sobre todo en los sectores productivos primario y secundario, o sea, industria, agro y minería, por ejemplo, que lleve a radicar ese tipo de actividades en las provincias y donde no sigamos con esta lógica de coparticipación y los ATP, donde la lógica es tironear del mantel a ver quién se lleva más. -¿Qué es más difícil, la gestión pública o ser vicepresidente de Racing?-Sin duda el fútbol. Es más fácil ser ministro (risas).
El economista habló de las inconsistencias en las medidas recientes del Gobierno y sugirió "una sintonía fina" en lugar de mantener "una narrativa inalterable". Alertó sobre el costo de la tasa de interés y la presión sobre el tipo de cambio. Leer más
"Quizás reconocer que 'no todo marcha acorde al plan' sea más estabilizador que insistir en lo contrario", planteó el exministro Hernán Lacunza, en un análisis de los aciertos y los problemas que, en su visión, tiene el programa económico desplegado por el Gobierno.Fue en un mensaje compartido en su cuenta de X (ex-Twitter), donde el exministro de Economía (2019) advirtió por el impacto de la política monetaria y cambiaria y la suba en la tasa de interés."Un diagnóstico público certero despertará expectativas de medidas correctivas y bajará la tensión. Pues está claro que la tasa en 70% no será gratuita en términos de producción, consumo y empleo", escribió Lacunza, sobre el escenario financiero de las últimas semanas.Su comentario hace referencia a los vaivenes en las decisiones del Gobierno, a las que calificó como "un camino aleatorio, mix de medidas expansivas y contractivas, algo desconcertante". Se refiere a la sucesión de anuncios que incluyeron subas de encajes, licitaciones de títulos públicos fuera de cronograma, regreso de los pases activos y pasivos, la intervención del BCRA en los futuros del dólar, la compra de dólares 'en block' por parte del Tesoro y otras medidas de las últimas semanas.En su planteo, Lacunza se muestra crítico de la premisa del Gobierno, sintetizada en la frase 'El dólar flota, no hay emisión, la tasa es endógena, no hay traslado del dólar a inflación', aunque minimiza los inconvenientes y propone "una sintonía fina" en el plan. "Nada grave, no habrá ninguna explosión. Respecto del desquicio heredado, apenas una sintonía fina", escribió.El foco del exministro, que actualmente es vicepresidente de Racing Club, tiene que ver con el objetivo del Gobierno de bajar el tipo de cambio, y la consecuente suba en la tasa de interés que se generó con sus últimas medidas para "absorber excedente de pesos" y controlar la "liquidez" en el sistema.En su mensaje, Lacunza plantea que sería "estabilizador" un cambio discursivo en el equipo económico, que debería "explicitar" su esquema, al que calificó como "un poco extravagante".Eso incluye, plantea Lacunza, reconocer que "la flotación del dólar es administrada (aun dentro de la banda)", que "la autoridad monetaria provee tasas de referencia (como casi todos los bancos centrales del mundo)" y que "la emisión no es cero porque la demanda de dinero sube por la estabilización (y la "base monetaria amplia" irrelevante").Por último, Lacunza advierte por el efecto del tipo de cambio sobre la inflación, y advierte que "el traslado a precios de una devaluación es menor, pero no nulo (pues en caso contrario el techo de la banda cambiaria sería innecesario)"."El problema de la coyuntura se resume a no convalidar una suba adicional del tipo de cambio (que sí estaba atrasado) que se traslade a precios. Nada grave, no habrá ninguna explosión. Respecto al desquicio heredado, apenas una sintonía fina", concluyó el economista, titular de Empiria.
El economista Hernán Lacunza realizó un extenso análisis sobre la inflación de junio y el rumbo económico durante su paso por LN+ este martes. Aunque aseguró que "no hay chance" que el dólar suba a $2000, advirtió al Gobierno que debería prestar atención a las "luces amarillas" que se presentan. "Pisar el dólar con la palabra o intervención es artificial, entonces dura poco", expresó.Ayer por la tarde se dio a conocer el índice de precios del mes pasado, que fue de 1,6%, apenas por encima de mayo, pero inferior a lo que el mercado esperaba. Se notó, además, una desaceleración significativa de los precios. En el primer semestre, la inflación acumuló un alza de 15,1%, mientras que en doce meses sumó 39,4%, según el Indec. Lacunza consideró que "es un buen dato" aunque continúe siendo "altísima en términos internacionales". Aseguró que le preocupa un crecimiento muy veloz. "Ese 2% mensual tiene un componente inercial muy alto. Lo que a mí me parece nocivo en esa performance es que a veces es mejor ir más lento, pero a paso seguro", explicó.Y agregó: "Lo que pierde mucha credibilidad es que baje 4%, 3%, 2%, 1% y después otra vez 2% o 3%. Es más consistente ir desinflando lentamente que con reversiones transitorias. Porque si julio da más que junio, vamos a tener que borrar todo lo que dijimos en junio".El exministro de Economía de Mauricio Macri contempló los elementos claves a mirar hacia adelante y remarcó la importancia del sector externo. "El Gobierno y muchos voceros paraoficiales dicen que ya se salió del cepo y se corrigió el tipo de cambio en tres meses, pero, en particular, en las últimas dos semanas, y que no se trasladó a precios. Prematuro. No seamos exitistas porque ya lo fuimos muchas veces. Esta inflación de junio no está captando el mini rally cambiario que hubo en las últimas dos semanas. Seamos realistas. Porque si julio da un poco superior, ¿qué vamos a decir? El exitismo es un falso consejero, dura poco", sostuvo.Ayer el dólar blue se despegó del resto de las cotizaciones y se vendió a $1340, una suba de $40 frente al cierre del viernes (3%). Es el valor nominal más alto desde medidos de abril, cuando el Gobierno levantó las restricciones sobre el mercado de cambios y el informal cerró a $1375."El precio del dólar es la inversa de la competitividad. Cuantos más competitivos seamos -menos regulaciones, mejores rutas, puertos, leyes laborales y ley de coparticipación e impuestos más bajos-, más bajo se podrá sostener el dólar y más ricos somos en dólares. Pero si no hacemos todo eso, pisar el dólar con la palabra o intervención es artificial, entonces dura poco", explicó.Sin embargo, aclaró que "no hay chance de un dólar a $2000â?³. Según el economista, el programa tiene "buena consistencia en lo fiscal con acompañamiento en lo monetario" y "con un examen en lo cambiario que se está desarrollando". "Tuvo un primer trimestre aprobado; no acumuló reservas, desaprobado; el acuerdo con el fondo, desaprobado. Está como el tanque pinchado. Las reservas que entran, se van", detalló.Empleo y producciónLacunza hizo referencia al crecimiento de los sectores productivos, pero que generan la menor cantidad de empleo. Según el economista, la producción se viene "desacelerando" y "amesetando". "Tenemos el dólar bajo y la competitividad no resulta. Bueno, las importaciones crecen ocho veces más rápido que el producto. Está bien abrir el mercado, pero cuando tenés una señal amarilla en el tablero... Vos me decís 'el plan es consistente' y, mirá: la luz verde del combustible y el agua están bien, pero la caja de cambio te está empezando a fallar. Luz amarilla. Sector externo, prestá atención. Y la producción también se empezó a desacelerar y no se crea empleo privado", afirmó.Y añadió: "El auto está regulando a menos revoluciones. Hay que corregirlo a tiempo, antes que la luz se vuelva roja". El economista señaló que no ver las señales genera desconfianza. "En un plan de desarrollo, hay ganadores y perdedores. Si los ganadores son energía, minería y agro, que les cuesta generar empleo, y los perdedores son el conurbano, industria textil y metalúrgico, los que destruyen esto, esto no reemplaza al mismo ritmo. Hasta que Vaca Muerta y el litio te dé empleo y divisas tenés que competir en cuatro elecciones en el conurbano bonaerense. Y no van a migrar los trabajadores", concluyó.
Aunque rechazó los dichos de Cristina Kirchner, el exministro de Economía advirtió que el futuro del gobierno de Javier Milei depende "críticamente" la acumulación de reservas propias y la disminución del riesgo país. Leer más
En otra de sus consideraciones críticas hacia la administración libertaria, el economista Hernán Lacunza, advirtió este jueves que las metas del gobierno de Javier Milei con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año "no se van a cumplir" y que "va a haber que pedir perdón". El también exministro de Finanzas consideró que el "principal éxito" del plan económico nacional es la baja de la inflación pero hizo reparos sobre la acumulación de reservas y las tarifas.En el marco del acuerdo por US$20.000 millones con el FMI alcanzado en abril con el objetivo de que ingresen dólares y se levante el cepo cambiario, Lacunza explicó los principales puntos del último informe de la Fundación Pensar, el think tank de Pro que preside. "A veces se ponderan mucho más las diferencias que las concordancias con un oficialismo que suele ser muy sensible a esas cosas. Nos pareció que era una buena oportunidad hacer un balance a un año de la Ley Bases, qué se hizo, qué no se hizo en materia de desregulación, de privatizaciones y de normalización y dónde estamos hoy. El Gobierno empezó con una agenda fiscal inexorable y muy agresiva, ese fue el primer paso del primer semestre del año pasado. La consecuencia de eso fue dejar de darle a la maquinita [emisión] y luego levantar el cepo hace dos meses", sostuvo el economista.Esta nueva edición de Pensar Argentina presenta una carta editorial sobre la condena a la expresidenta; el balance a un año de la Ley Bases; y el análisis de los expertos sobre los principales desafíos de nuestro país.Suscribite acá: https://t.co/pNTbLYitQp pic.twitter.com/STu0pKx9Om— Fundación Pensar (@fpensar) June 17, 2025En diálogo con Radio Rivadavia, Lacunza consideró que el desafío de la normalización cambiaria "salió bien" porque con una "agenda ambiciosa y audaz se evitó una oscilación brusca" del tipo de cambio, que flota dentro de una banda de entre $1000 y $1400. "Si el objetivo era que no haya una volatilidad excesiva, creo que está aprobado ese primer test, y [el dólar] está cerca del medio de la banda, que es algo bastante razonable", expresó. Tras ello, habló de un "segundo examen" que el Gobierno "no va a aprobar" y que es cumplir con las metas con el FMI respecto a la acumulación de reservas. La semana pasada, el Ministerio de Economía, que comanda Luis Caputo, se comprometió a incrementar las reservas del Banco Central en unos US$4400 millones antes de la primera revisión por parte del organismo, mientras que la meta es de US$4500 millones. "Es cumplir las metas con los argentinos, porque eso es un acuerdo internacional con otra contraparte que es el Fondo, pero el primer receptor de esos acuerdos es la ciudadanía argentina, que es acumular reservas con un determinado ritmo, con una determinada cadencia. Estamos lejos de eso, como a US$5000 millones de reservas de incumplimiento. Se va a tener que pedir un perdón. Se va a dar ese perdón, no va a pasar gran cosa, pero ese segundo test no va a ser aprobado", advirtió Lacunza. Por otro lado, un "tercer examen", según el exfuncionario, es la deuda pública. "El test va a ser que podamos renovar deuda con un riesgo país bajo y que no sea un desafío cada vez que hay un vencimiento. Para eso hay que bajar el riesgo país, y para que baje hay acumular reservas propias, algo que hasta acá no se pudo hacer. Las reservas prestadas son como puentes, pero reservas propias son tierra firme. Es ir construyendo esa tierra firme. Creo que ese es el desafío del segundo semestre", marcó.Además, el exministro de Finanzas de Mauricio Macri habló sobre cómo cree que va a continuar el esquema de tarifas y subsidios. En ese contexto, dijo que el objetivo del Gobierno es "que la inflación siga su tendencia bajista", pero puso reparos. "En invierno el costo de producción de la energía aumenta porque hay más demanda y eso se debería trasladar a las tarifas. No creo que pase porque tendrían que aumentar como 40% durante el invierno", sostuvo y siguió: "Como la tarifa va a aumentar menos que el costo, va a haber un aumento de subsidio, así que va a aliviar las tarifas transitoriamente, pero va a ser un desafío para las cuentas públicas".En otro tramo de la entrevista, Lacunza criticó la falta de búsqueda de consensos por parte del Gobierno en el ámbito legislativo. El economista consideró que en lugar de pactar acuerdos políticos de corto plazo, hace "contratos de adhesión". "No es muy adepto o preocupado por los consensos, sino más bien son contratos de adhesión los que suele proponer, tanto políticos como económicos, no de conversación entre diferentes. No hay diálogo de manera institucional o informal, y el que tiene que invitar a la mesa siempre es el oficialismo de turno, porque es el que tiene la botonera a cargo", expresó. Fue tras ello que dijo que existe riesgo de que las reformas "se desarmen en un día" en caso de un cambio de signo político a nivel nacional. "De nada sirven esas reformas que son transitorias. Consenso no es unanimidad, pero [se necesita] que una mayoría de la clase política diga que no empecemos de cero, que no revirtamos todo. Ese es el riesgo del fantasma del kirchnerismo, que suele tener una agenda muy disruptiva. La experiencia internacional ha demostrado que las cosas que son por consenso son mucho más perdurables que las que son por la impronta de un gobierno en particular", cerró Lacunza.
Después de convertirse en un verdadero acontecimiento social en la Argentina y abrir múltiples espacios de debate e interpretación de alcance global que están lejos de agotarse, se conocieron en las últimas horas las primeras cifras del impacto económico que hasta el momento produjo en nuestro país El Eternauta. De acuerdo con un estudio realizado por Empiria Consultores a pedido de Netflix, la serie hizo un aporte de más de 41.000 millones de pesos (unos 33 millones de dólares) a la economía argentina este año. Esta cifra equivale al 1,5 por ciento del total aportado por la industria cultural al PBI de nuestro país en lo que va de 2025. "Estamos ante un emprendimiento privado, tan válido para la economía de un país como la instalación de un supermercado o una explotación minera, que en este caso aporta valor, recursos y pone en marcha un circuito, el de la industria cultural, que no está pasando en la actualidad por su mejor momento", señaló a LA NACION el exministro de Economía Hernán Lacunza, director de Empiria. El economista Federico González Rouco, responsable del estudio, agregó que no es la primera vez que Netflix lleva adelante este tipo de análisis dirigido a conocer cuál es el impacto económico de una inversión como la que llevó adelante para la realización de una producción de alto perfil. Hace unos meses, un trabajo similar realizado por una consultora colombiana determinó que Cien años de soledad dejó unos 52 millones de dólares en el PBI de ese país. Lacunza recordó que en la cadena de producción de una serie como El Eternauta hay muchos eslabones que se tuvieron en cuenta para establecer el modelo de insumo-producto utilizado para el estudio. "Hacia atrás tenemos las locaciones, la provisión de materiales y los recursos técnicos y humanos. Hacia adelante nos encontramos con temas como la distribución, la publicidad y otros. Para obtener estos números necesitábamos medir toda la extensión de esa cadena", señaló. "Imaginemos que con 60 Eternautas tendríamos la totalidad de la producción cultural del año", sintetizó el exministro. El estudio se realizó en abril, a lo largo de dos semanas. "La última vez que usamos una matriz de este tipo fue en 1997, en otro contexto estructural. Más allá de los resultados, lo importante fue comprobar al mismo tiempo que la economía argentina cambió también en los aspectos culturales", agregó González Rouco. Más cifrasAdemás de las cifras de impacto económico, Netflix difundió en las últimas horas otros números relacionados con la producción de la serie, en la que trabajaron 2900 personas, entre miembros del elenco y extras. Se utilizaron 50 locaciones en distintos lugares de Buenos Aires a lo largo de 148 días de rodaje, a los que se sumó casi un año y medio de post-producción. El equipo de producción estuvo integrado por unas 400 personas, de los cuales 25 artistas se encargaron de crear los 35 escenarios virtuales. Los personajes dispusieron de unas 500 máscaras especiales. La segunda temporada de El Eternauta ya está confirmada y se encuentra en proceso de escritura y elaboración. Sus productores, según pudo saber LA NACION, prevén su rodaje para 2026, aunque sin confirmar hasta ahora el momento del año en que se pondrá en marcha. Tanto ellos como su protagonista, Ricardo Darín, dijeron que la idea con la que vienen trabajando desde el comienzo es cerrar la historia en la segunda temporada. "Podemos sostenerla para una segunda temporada, pero no más. Creemos que artísticamente es el ciclo que necesitamos para mantener la mística y la aventura de crear la serie", señaló uno de los productores, Matías Mosteirín, al sitio de noticias de Hollywood Deadline. Francisco Ramos, responsable máximo de la programación de Netflix para América latina, señaló al mismo medio que la segunda temporada "va a profundizar en algunos conceptos que empezamos a señalar en la primera y se desarrollarán allí a fondo". Dijo que muy probablemente la historia se va a cerrar "de manera espectacular" con una segunda temporada de ocho episodios, dos más que la primera.
El exministro de Economía de Mauricio Macri reconoció que se trata de "una especulación financiera que no es nueva"."Es legítimo como un puente financiero, como para estirar los plazos, pero es un puente movedizo", advirtió.
El economista enumeró los pros y contras de llevar al billete al piso de la banda cambiaria fijada por el acuerdo con el FMI.
Tras la flexibilización del cepo cambiario, el Gobierno insiste en su política de llevar al dólar al piso de la banda de no intervención. Mejores rendimientos para las inversiones en pesos, regulaciones que habilitan el ingreso de fondos del exterior al menos 180 días (y estimulan el 'carry trade') y las advertencias por suba de retenciones en el segundo semestre son algunos de los factores que explican la apreciación cambiaria de las últimas jornadas.En ese contexto, el exministro de Economía Hernán Lacunza advirtió por los "beneficios" y los "costos" que implica este esquema en la dinámica de la inflación, la economía real, el flujo de dólares por el comercio exterior y la discusión política.Según el economista, "inducir la cotización al piso de $1000 (con declaraciones públicas y acciones como recordar transitoriedad de baja retenciones y habilitar no residentes a carry)" tiene como "beneficios inmediatos" en cuanto al nivel cambiario la posibilidad de "mantener la inflación mensual cercana a la inercia previa".Así lo indicó en un mensaje compartido en su cuenta de X (ex-Twitter), donde también consignó como "beneficio" a una "liquidación anticipada de exportaciones y dilación de importaciones (mientras $1000 sea una expectativa y no un hecho)".En cuanto a los costos de este nivel cambiario, Lacunza se refirió al "desbalance externo" por mayores importaciones y menos exportaciones ("viajar al exterior es más barato que antes, por ejemplo") y advirtió por el impacto sobre la producción y el empleo "sobre todo, industrial", ante el impacto que un peso argentino apreciado tiene sobre la competitividad de la producción local y el abaratamiento relativo de los bienes fabricados en el exterior.En cuanto a los "beneficios de volatilidad", Lacunza indicó que la decisión del Gobierno de "inducir" un dólar hacia $1000 tiene "menor riesgo de carry trade (más riesgoso) (SIC)", mientras que los "costos" de esa volatilidad son "mayor tasa de interés, menor inversión y consumo".Es que para hacer más atractivo el esquema de mantener inversiones en instrumentos en moneda local, el Gobierno apela a tasas de interés más altas, que encarecen también los costos de financiamiento (crédito).Por último, Lacunza analizó las consecuencias "políticas" del esquema cambiario en marcha y la búsqueda del Gobierno por llevar el tipo de cambio a $1000. "El beneficio político inmediato es 'Tener razón'. Y el riesgo político mediato es 'No haber tenido razón'".Días atrás, el exfuncionario de Mauricio Macri (fue ministro de Economía en 2019) había elogiado la decisión del Gobierno de flexibilizar el cepo y calificó ese paso como una "buena decisión". "Había una materia pendiente. Como el Gobierno decía 'aprobé la materia fiscal y monetaria, pero me había quedado una previa, que era la cambiaria, que era normalizar el mercado de cambios'. Para ser precisos, no se terminó de rendir. Se empieza a rendir mañana con la remoción inicial del cepo. Pero no quita, insistió, que sea una buena noticia terminar de normalizar una economía que estaba muy patas para arriba del gobierno anterior".
El exministro de Economía Hernán Lacunza respondió este jueves a los cuestionamientos recibidos por parte del presidente Javier Milei y de Luis Caputo, titular del Palacio de Hacienda, quienes criticaron en duros términos sus dichos en LN+ respecto a que el Gobierno podría haber levantado antes el cepo cambiario. Lo que pareció ser un gesto conciliador por parte del exfuncionario, terminó despertando una vez más la ira del mandatario. "Si querés debatir conmigo primero tenés que cumplir cinco condiciones: Superávit fiscal; Pagar la deuda; Levantar el cepo; no mentir; no operar para generar crisis", provocó Milei en respuesta a un aporte de Lacunza, en donde recordó su experiencia en 2019 y alertó sobre riesgos a la hora de buscar estabilizar la economía. "Cuando el sábado comenzaron a levantar el cepo, me alegré", comenzó Lacunza, quien dijo haber sentido la necesidad de compartir públicamente los dilemas que enfrentó su equipo económico en el final del gobierno de Mauricio Macri cuando debió instaurarlo nuevamente. Su objetivo, aclaró, no era polemizar sino aportar. Lacunza recordó que en el período electoral de 2019, el país enfrentaba vencimientos de deuda en pesos equivalentes al 30% de la base monetaria, en un contexto de fuga del peso, inflación descontrolada y un clima político de alta incertidumbre. Frente a ese escenario, explicó que había dos caminos posibles: reperfilar los pagos o financiarse con emisión monetaria masiva."La alternativa al reperfilamiento era asaltar al Banco Central, echar a su presidente y emitir pesos sin respaldo, en medio de una corrida cambiaria", explicó. Según planteó, esa decisión podría haber disparado la inflación a niveles de hiperinflación y la pobreza al 50%. Finalmente, la inflación cerró ese año en 54% y la pobreza en 35%, cifras muy altas pero lejos del peor escenario.Estimado Presidente @JMileiEl sábado, cuando empezaron a levantar el cepo, me puse contento y se me ocurrió que podía ser útil contar en un tuit los dilemas que teníamos cuando nos tocó reponerlo en 2019, con el objetivo de que nunca más llegáramos a esa situación.Mencionaâ?¦ https://t.co/09DwsBaXs4— Hernán Lacunza (@hernanlacunza) April 17, 2025En su mensaje, Lacunza también sostuvo que el cepo puede ser una buena herramienta para contener la fuga de capitales, en conjunto con el reperfilamiento. "Hay tres activos básicos en la economía: pesos, dólares y bienes. Si se derrumba la demanda de uno, se disparan los otros dos", graficó.Por último, pidió que sus palabras no sean tomadas como una crítica, sino como una contribución al debate público: "Tome por favor este comentario como un aporte, no como un desafío, menos como una insolencia", cerró.A pesar de ello, Milei volvió a descalificarlo. "Podría decirte que sos un liberticida que decidió joderle la vida a los argentinos para cobrar más impuesto inflacionario (en el fondo eso es poner el CEPO) y perjudicar a los que ahorraron al defaultear la deuda en PESOS para controlar la cantidad de dinero, todo para tapar con el sol las consecuencias del déficit fiscal. En el fondo, decidiste reventarle la LIBERTAD a la gente y así cubrir a la política", escribió el Presidente.E ironizó: "A vos que te gusta poner notas, en todas las materias has reprobado y en materia de LIBERTAD te merecés una estadía en la Siberia de la URSS"..@hernanlacunza si querés debatir conmigo primero tenés que cumplir cinco condiciones:1. Superávit fiscal;2. Pagar la deuda;3. Levantar el CEPO;4. No mentir;5. No operar para generar crisis.También podría decirte que sos un liberticida que decidió joderle la vida a losâ?¦ https://t.co/mjfcCr6rmC— Javier Milei (@JMilei) April 17, 2025Lacunza dijo el domingo en diálogo con José Del Rio por LN+ que el Gobierno podría haber levantado las restricciones mucho antes. "Lo podría haber hecho el año pasado. Pero cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, el Gobierno estaba en un rincón de confort que le daba el cepo. Supongamos que es un ring. Estaba en la esquina de la estabilidad, sin volatilidad, el dólar fuera de las pantallas de la tele y con la inflación en baja. Esa estrategia le rindió 15 meses y hace más de 30 días que comenzó a flaquear", había planteado. Tras ello, recibió duras respuestas por parte del Gobierno. Según expresaron ambos funcionarios a través de X, las declaraciones de Lacunza no reflejaron lo sucedido durante el proceso de negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la implementación del esquema de bandas cambiarias. "Sos un mentiroso", había escrito Milei en su cuenta de X. Y Caputo expresó: "La salida del cepo iba a ser cuando lográramos acordar los montos". Según dijo, el diseño del régimen de bandas ya estaba acordado desde agosto del año pasado. "Lamento tener que desmentir así a alguien a quien tengo aprecio, pero es lo que corresponde", sumó. Además, en un mensaje con tono crítico, afirmó: "Dejemos las mentiras para los kirchneristas".Este jueves, el exfuncionario de Macri también le envió una respuesta al ministro de Economía. "La violencia ejercida desde el Estado es la más peligrosa", escribió en un primer mensaje que le dirigió a "Toto" Caputo. Y le endilgó: "No hay que confundir ser 'picante' con maleducado. Bardear a ciudadanos desde un cargo público, aunque sea menor, no es valiente ni gracioso".Fue entonces que se refirió puntualmente a las repercusiones de la entrevista. "No mentí ni te desmentí. Opiné distinto. Equivocado o acertado, dije lo mismo que vengo diciendo hace tiempo, que habría sido oportuno empezar a relajar controles a mediados del año pasado, antes del estancamiento de las reservas y en año no electoral. Agregué que era más valiente ahora que más adelante", escribió Lacunza en un extenso y cuidado post en X.Hola Toto @LuisCaputoAr1. Sé que excede a tu estricta responsabilidad, pero como miembro del gabinete aprovecho para decirte que la violencia ejercida desde el Estado es la más peligrosa, peor que la callejera entre pares, por la asimetría en el tamaño de los interlocutores. Enâ?¦ https://t.co/5AUOlPUIWo— Hernán Lacunza (@hernanlacunza) April 17, 2025Además de extender sus felicitaciones por los méritos económicos, el exfuncionario le expresó su aprecio a Caputo y cerró: "Sabés que siempre podrás contar conmigo, aunque no hará falta".Poco después, llegó una nueva respuesta del ministro de Economía, en un tono más conciliador que el visto del domingo pasado. "Te cuento el por qué de nuestra sorpresa", comenzó. Tal como precisó el funcionario, recibieron un recorte de la entrevista completa a Lacunza, que habría provocado el chispazo. "Ahí decís que nuestro plan era salir post elecciones de este año, que cambiamos de idea por la crisis global, y que podíamos haber salido el año pasado tranquilamente. Las tres cosas son falsas, y lo que nos molestó fue que nosotros ya habíamos contado la historia tal cual fue, con lo cual implícitamente estabas diciendo que habíamos mentido. Por eso nos pareció ofensivo y nos sorprendió viniendo de vos. Una vez más, arreglamos el esquema cambiario en agosto del año pasado y nos rompimos el alma por salir antes de fin de año. Solo nosotros sabemos el tiempo y esfuerzo que le dedicamos para cerrarlo antes", expresó Caputo.Y siguió: "Si le hubiéramos pedido 5 mil o 7 mil millones al FMI, tal vez lo hubiéramos logrado. Pero tardamos más, porque queríamos salir sin estrés para la gente (como siempre habíamos prometido), y para eso necesitábamos hacerlo con un nivel de reservas óptimo. Los 20 mil millones y los 12+2 upfront que le pedimos al Fondo fue para ellos un baldazo de agua fría, y eso fue lo que demoró todo hasta marzo. Esto no es opinable, como decís en tu tuit. Fue así y ya. Y creo que a la vista de los resultados de esta semana, aunque preliminares, valió la pena la demora".
El presidente cuestionó que el exministro de Economía de Macri hablara de la demora en levantar el cepo, entre otras cuestiones. "Sos un liberticida que decidió joderle la vida a los argentinos para cobrar más impuesto inflacionario", respondió Milei. Leer más
El economista había sido criticado por el ministro de Economía y otros funcionarios por sus declaraciones sobre la puesta en marcha del nuevo esquema cambiario. "Bardear a ciudadanos desde un cargo público no es valiente ni gracioso", respondió en un extenso descargo. La nueva réplica de Caputo
El exministro de Economía sostuvo que la salida del cepo "no se hace en el mejor momento" y que el gobierno "lo podría haber hecho el año pasado". Leer más
Javier Milei, presidente de la Nación, y Luis Caputo, ministro de Economía, cuestionaron las afirmaciones de Hernán Lacunza sobre la salida del cepo cambiario, tras la publicación de una entrevista realizada al exministro en LN+. Según expresaron ambos funcionarios a través de X, las declaraciones de Lacunza no reflejan lo sucedido durante el proceso de negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la implementación del esquema de bandas cambiarias."Sos un mentiroso", escribió Milei en su cuenta de X. "Igual que como le mentiste al Presidente de una institución diciéndole que tenías info confidencial. Cuando eso se filtró llamaste a MECON para decir que eso era falso. Te cuento, antes que vos había llamado la persona que recibió tu chisme barato", señaló..@hernanlacunza sos un mentiroso, igual que como le mentiste al Pte. de una institución diciéndole que tenías info confidencial.Cuando eso se filtró llamaste a MECON para decir que eso era falso. Te cuento, antes que vos había llamado la persona que recibió tu chisme barato. https://t.co/mHS5zxejWP— Javier Milei (@JMilei) April 14, 2025El economista Hernán Lacunza había realizado un extenso análisis este domingo por la noche, en Comunidad de Negocios (LN+), sobre la decisión del Gobierno de salir del cepo cambiario. El exministro de Economía de Mauricio Macri opinó que el levantamiento de las restricciones ocurre de manera tardía y advirtió por consecuencias a corto plazo que tendrá el anuncio de Luis Caputo.Lacunza empezó la entrevista reconociendo que fue una "buena decisión" por parte del oficialismo abordar este tema que describió como una "materia pendiente". Sin embargo, también señaló los motivos por los que considera que el Ejecutivo debería haber tomado esta decisión mucho antes: "Lo podría haber hecho el año pasado. Pero cuando tuvo la oportunidad de hacerlo... El Gobierno estaba en un rincón de confort que le daba el cepo. Supongamos que es un ring. Estaba en la esquina de la estabilidad, sin volatilidad, el dólar fuera de las pantallas de la tele y con la inflación en baja. Esa estrategia le rindió 15 meses y hace más de 30 días que comenzó a flaquear".En otra parte de la entrevista, Lacunza había puntualizado respecto a cuál considera que será la prueba de fuego que deberá superar el oficialismo a partir de la materialización de la medida. "No importa tanto lo que pase mañana. Lo más importante es el precio [del dólar] dentro del 15 días. Ahora hay que buscar una zona de no volatilidad", remarcó.Ya conté el viernes la historia tal cual fue: el esquema cambiario de bandas ya lo habíamos acordado en Agosto del año pasado y la salida del cepo iba a ser cuando lográramos acordar los montos. Lamento tener que desmentir así a alguien a quien tengo aprecio, pero es lo queâ?¦ https://t.co/dFm8UVjM3u— totocaputo (@LuisCaputoAR) April 14, 2025"La salida del cepo iba a ser cuando lográramos acordar los montos", escribió Caputo en su cuenta oficial, y agregó que el diseño del régimen de bandas ya estaba acordado desde agosto del año pasado. "Lamento tener que desmentir así a alguien a quien tengo aprecio, pero es lo que corresponde", expresó. Además, en un mensaje con tono crítico, afirmó: "Dejemos las mentiras para los kirchneristas".El cruce con Lacunza se produce en el marco de un momento en que el oficialismo intenta fortalecer su relato económico de cara a la apertura de mercados de este lunes, que revelará las primeras impresiones del mercado tras el anuncio de salida del cepo realizado el viernes pasado.
El economista Hernán Lacunza hizo un extenso análisis este domingo por la noche sobre la decisión del Gobierno de salir del cepo cambiario, determinación que se hará efectiva a partir del lunes, e implementar un sistema de bandas para contener un dólar que flotará entre los $1000 y $1400. En Comunidad de Negocios (LN+), el exministro de Economía de Mauricio Macri opinó que el levantamiento de las restricciones cambiarias ocurre de manera tardía. Anticipó también las consecuencias a corto plazo que tendrá el anuncio de Luis Caputo.Durante su diálogo con José Del Rio, Lacunza expuso los motivos por los que cree que el Ejecutivo debería haber quitado el cepo mucho antes: "Lo podría haber hecho el año pasado. Pero cuando tuvo la oportunidad de hacerlo... El Gobierno estaba en un rincón de confort que le daba el cepo. Supongamos que es un ring. Estaba en la esquina de la estabilidad, sin volatilidad, el dólar fuera de las pantallas de la tele y con la inflación en baja. Esa estrategia le rindió 15 meses y hace más de 30 días que comenzó a flaquear. Perdió US$2500 millones en tres semanas, la brecha pasó de 15 a 30 y el riesgo país de 600 a 1000, por causas internas y externas".Y aclaró: "No es que lo eligió ahora porque estaba diseñado tácticamente. El plan original era dejar esto para noviembre. Pero a mitad del río se dieron cuenta que no llegaban. Enhorabuena que sea ahora porque en noviembre sería más costoso porque habrían acumulado más atraso cambiario. Pero bueno, también hubo ahí para decir todo lo que me parece que es verdadâ?¦ Así como es audaz pero no temerario es tardío".Más adelante, adelantó que la eliminación de trabas al acceso del mercado cambiario impactará sobre el dólar, inflación y consumo. "El tipo de cambio va a ser más alto y se va a trasladar a los precios. Va a haber además un chispazo inflacionario. Ni siquiera diría un fogonazo. Va a durar un par de meses", sentenció.Noticia en desarrollo
Los economistas se refirieron al anuncio del Gobierno Nacional respecto a la implementación de un nuevo régimen de flotación dentro de bandas, pautado entre $1.000 y $1.400 para el dólar. Leer más
El economista señaló que el tipo de cambio, ajustado por inflación, "cayó a la mitad en los últimos 15 meses", pero el gobierno no puede levantar el cepo porque no está claro cómo equilibrar la oferta y demanda cambiaria. "El gobierno dice que el tipo de cambio está bien porque hay equilibrio fiscal ¿De dónde sale esa cuenta? Nunca entendí ese argumento", lanzó. Leer más
Diez en lo fiscal, 7 a la política monetaria y 4 a la cambiaria. Así definió el exministro Hernán Lacunza a la gestión económica de los primeros 15 meses de gobierno de Javier Milei. Fue en una presentación hoy al mediodía en el Hotel Libertador, donde alertó por el "amesetamiento" del nivel de actividad tras la "V" del segundo semestre de 2025 y por la dinámica del atraso cambiario."Por primera vez en mucho tiempo, la Argentina puede enfrentar un año con números verdes en variables de bienestar. Eso no fue magia", apuntó el exministro de Economía, al elogiar cuestiones como el "equilibrio fiscal" y la "prudencia monetaria" del Gobierno."Eso es tener las raíces mejor formadas. En 2023, para tener números verdes, se desequilibraron todas las raíces", agregó el economista en referencia al "plan platita" y otras iniciativas de estímulo implementadas durante la gestión de Alberto Fernández, con Sergio Massa como ministro y candidato presidencial.Al celebrar la convicción fiscal del Gobierno, Lacunza destacó: "Esto no es tener todo resuelto, pero si no empezamos por ahí, no funciona. Es poco, pero no es obvio para Argentina". Fue en una presentación durante un almuerzo organizado por el Rotary Club, donde insistió: "Hoy se discute menos necesidad de déficit fiscal, la prudencia monetaria y vivir integrados al mundo. Ese es un trípode que no teníamos hace tres años".Lacunza destacó la baja de 5 puntos en el déficit fiscal en 2024 y aseguró: "No sé si nosotros hubiéramos sido capaces de lograrlo". A su vez, sumó una advertencia, en una retrospectiva a la gestión de Cambiemos entre 2015 y 2019: "Es equilibrio fiscal. No sobra nada. No cometamos el error de bajar impuestos sin bajar el gasto porque fue un error que se pagó en 2018â?³.Sin embargo, advirtió por la tendencia a la apreciación del tipo de cambio oficial y remarcó que la "normalización" del mercado cambiario es una de las cuestiones "pendientes" del Gobierno. "A este tipo de cambio, hay más demanda que oferta, por eso no se desarma el cepo. ¿Y por qué pasa eso? Porque hace 15 meses que se está atrasando", planteó Lacunza.Al describir las "señales" que ilustran un contexto de atraso, se refirió a la dinámica en las fronteras: más argentinos comprando en Chile que chilenos en Mendoza, o menos uruguayos cargando nafta en las estaciones de servicio de Entre Ríos. "Esto no es anécdota. Cuando todas las señales son las mismas, no se trata de una anécdota, sino de algo sistémico", concluyó.En ese sentido, recordó que él fue quien reinstauró el cepo, en 2019, pero advirtió: "El cepo es un torniquete, que tiene que durar lo menos posible. No estés cinco años así, porque te agarra trombosis. Cuanto más tardás, no es más barato, es más caro".Si bien reconoció que un contexto de superávit fiscal tiende a apreciar la moneda, agregó: "¿Quién dijo que con equilibrio fiscal el tipo de cambio es de $1070? Como dice el Gobierno, es imposible saber el tipo de cambio de equilibrio: si el que dice 'hay atraso' no sabe, el que dice 'no hay atraso', tampoco". Para avanzar, afirmó que el desarme del cepo debería ser gradual: "Ir probando operaciones que hoy están restringidas, para ver qué valor surge de ahí".Sin hacer referencias concretas a la negociación en curso con el FMI, Lacunza advirtió por la "luz amarilla" que entrega el déficit de cuenta corriente y la dificultad del BCRA para acumular reservas: "Mandan los flujos, no importan tanto los stocks". "Para que esto sea sostenible, hay que generar dólares por la cuenta corriente, por la economía real, por lo que uno exporta, no por deuda. La deuda puede ser un puente", dijo el exministro, y calificó al cepo como una "zona de confort" para la política pública: "El cepo a corto plazo es eficaz para contener el tipo de cambio oficial y bajar la inflación de 25% mensual a 2% mensual".De corto plazo, anticipó que la inversión seguirá "anémica" mientras siga vigente el cepo cambiario, y que el consumo seguirá "parsimonioso". "El ingreso disponible hoy es en promedio 13% menor al de hace 15 meses, pero el de ese momento era mentira por el plan platita. Por eso el consumo rebota, pero no tanto", describió el economista, al analizar el impacto de los ajustes de tarifas y la inflación sobre los ingresos de los hogares argentinos.Al mismo tiempo, describió que es "mejor ir a 60 y no a 100â?³, en referencia a la posibilidad de tener consistencia y lograr crecimiento sostenido en el largo plazo. Es lo que llamó el 'Desafío Colapinto': "Es tan importante ir rápido como no chocar en todas las curvas"."El desafío es que el salario en dólares suba. Pero si sube de US$500 a US$1000 en un año es muy rápido. Y es probable que al año siguiente vuelva a US$500. Los caminos nunca son lineales. Y ojo con el argumento de 'Voy a ser competitivo por las reformas'. Hay que atender al orden. El mercado se equivoca, pasa de largo y pierde, pero el Gobierno tiene 47 millones de pasajeros atrás", aseguró."En el trayecto, el tipo de cambio importa, porque abrir la economía con un tipo de cambio no adecuado ya lo hicimos. Y no va a pasar el cambio de matriz económica: el trabajador textil de Merlo no se va a mudar a Neuquén o a Salta para trabajar en una mina. Eso no pasa. Y para llegar a 2030 y que lleguen los dólares de la minería, hay que ganar tres elecciones. Y si el desempleo crece, eso es más difícil", concluyó.Por último, dejó un mensaje hacia la dirigencia de Pro, el espacio político que integra, hoy en tensión por fugas y una eventual convergencia con La Libertad Avanza: "Me parece bien definir bien quiénes somos. Es mejor ser el rincón liberal republicano".
El economista contempló que la línea del 2% podría quebrarse antes de mayo. Leer más
El corresponsal de medios extranjeros y columnista en elDiarioAR habló con PERFIL y apuntó a la complicidad del Grupo Clarín para editar la entrevista con el Presidente. Además, se refirió a la responsabilidad penal de Milei por la estafa cripto de LIBRA. "Hay 100 millones de dólares que ni Davis ni KIP Protocol ni Tech Forum reclaman", advirtió. Leer más
El exministro de Economía de la Nación Hernán Lacunza dio su opinión como economista de las posibles consecuencias que puede tener el escándalo de la criptomoneda $LIBRA en el que se vio involucrado el presidente Javier Milei y si bien consideró que no cree que tenga repercusión a nivel institucional, a diferencia del pedido de juicio político que motiva parte de la oposición, sí cree que hubo graves errores en el manejo de la comunicación por parte del jefe de Estado y que se trató de un "estafa burda".Entrevistado el lunes por la noche en la señal TN, Lacunza razonó que si bien el Presidente fue "pedagógico" para explicarle a la población que el exceso de emisión depreciaba la moneda, "que es una institución para el desarrollo", ahora debería aprender que "el abuso de Twitter/X (y las redes sociales, en general) devalúa la palabra del Presidente, otra institución para el desarrollo".El titular de Hacienda durante el último tramo del gobierno de Macri apuntó contra el manejo que hace Milei de su cuenta personal de X y dijo que atenta contra la propia intención de generar confianza en los inversores. "No es lo mismo reemplazar instituciones con impulsos si existe un área de comunicación, un área de prensa, una secretaría de comunicación. Participé de gobiernos donde se usaban las redes para comunicar y pasaban 50 filtros profesionales. Claro que se pierde espontaneidad. El rol de un tuitero es anticipar, pero el rol del Gobierno es comunicar fehacientemente con un mecanismo de comunicación masivo como son las redes. Si reemplazamos el criterio institucional por esos impulsos de cualquier funcionario, bueno, nos vamos a comer curvas como la del viernes pasado", analizó.Lacunza observó que "el Gobierno es muy refractario a la crítica y la opinión disonante" y que eso conlleva a echar a diferentes funcionarios. Esto lo calificó como un signo de debilidad puertas adentro que podría jugarle en contra. "Es auto-cercenarse a que alguien te advierta algo. Los obsecuentes te impulsan a comerte la curva. Cuando sumás abuso de una herramienta, falta de control institucional y obsecuentes que dicen lo mismoâ??"el mejor presidente", "el mejor ministro"â??te comés la curva. Temo que esta experiencia, que me parece que no tiene una gravedad institucionalâ??nada que ver con juicio políticoâ??puede quedar encapsulada. Pero lo mejor sería aprender de esto para la gestión".En específico, sobre la operación de $LIBRA y sus creadores consideró que se trata de "una estafa burda". "¿Querés financiar proyectos de inversión a micro PyMEs con un financiamiento volátil? No te resistís los activos y pasivos", ironizó respecto al mensaje con el que Milei había promocionado el proyecto en X y que más tarde borró.Asimismo, resaltó el hecho de la caída de distintos bonos y acciones argentinas y lo relacionó directamente con la falta de credibilidad y confianza que se desprende de la sugerencia de la promoción de la criptomoneda que hizo Milei. "Un inversor se pregunta si la impericia con la que se tomó la decisión es una excepción o una regla. ¿Cómo se toman las decisiones? ¿Rodeados de obsecuentes? ¿Son impulsos? ¿Nadie puede advertir? Se instala la duda", indicó Lacunza, que funge como uno de los economistas principales de Pro."Miran todo los inversores, fundamentalmente los números de la macro, que está mejor que hace un año. Pero es comprobable que sirve la institucionalidad, como se demostró con los últimos premios Nobel. La moneda es una institución vital; la credibilidad presidencial, también. Esto lo afecta. No anula el equilibrio fiscal y la prudencia monetaria, no anula nada; son cosas diferentes, pero no es algo que pase gratis", sostuvo el también exministro de Economía de la provincia de Buenos Aires."Si fuera inversor, querría haber escuchado acerca de los errores y cómo se hará para que no se repita, no salir con lo de 'econochantas' o lo que hizo el kirchnerismo. Mostrar los mecanismos que se adoptarán para que no se repita, cómo se usarán las redes, cómo conformo mi equipo", reflexionó sobre las declaraciones que hizo Milei el lunes por la noche.