J.B. Pritzker, gobernador de Illinois, apuntó contra el paquete fiscal de Donald Trump denominado "One Big Beautiful Bill Act" ("Gran y Hermoso Proyecto de Ley", en español) por sus recortes al programa federal médico Medicaid. En ese sentido, incentivó a sus seguidores a "contraatacar" la medida y "alzar la voz". El comunicado oficial de J.B. Pritzker contra Donald TrumpEl gobernador de Illinois mostró su postura sobre los recortes al Medicaid en su cuenta de X. Allí, los calificó como los más grandes en la historia de EE.UU."Los republicanos del Congreso están imponiendo los mayores recortes a Medicaid en la historia de nuestra nación. Es hora de contraatacar y alzar la voz", publicó Pritzker. En el escrito, también advirtió que Donald Trump y los republicanos del Senado se mancharían "las manos de sangre" por la distribución de los recortes de impuestos en la nueva ley."Donald Trump y sus compinches se mancharán las manos de sangre al otorgar recortes de impuestos a quienes no los necesitan en lugar de a las familias trabajadoras", advirtió el gobernador en contra de la reducción de los tributos a ciertos sectores.La reacción de los gobernadores al "One Big Beautiful Bill Act"J.B. Pritzker no fue el único representante que se mostró en contra de las normativas que presenta el proyecto firmado por Trump. Gavin Newsom, gobernador de California, culpó al vicepresidente JD Vance de que 17 millones de estadounidenses perdieran su cobertura de Medicaid. "Guarda esto en tus favoritos. JD Vance es la razón principal por la que 17 millones de estadounidenses perderán su atención médica", sostuvo el integrante del Partido Demócrata en su cuenta de X. Kathy Hochul, gobernadora de Nueva York, también mostró su malestar: a través de un hilo de X, les consultó a los siete diputados republicanos de su estado si les darán la espalda a sus electores."Los siete congresistas republicanos de Nueva York tienen el poder de detener la Ley de la Gran Depresión y evitar que 1.5 millones de neoyorquinos pierdan su cobertura médica. ¿Apoyarán a sus electores o les darán la espalda?", consultó la gobernadora demócrata a los diputados republicanos del Estado Imperial. Cuál es el avance actual del "One Big Beautiful Bill Act"El Senado de Estados Unidos aprobó el "One Big Beautiful Bill Act" el 1.º de julio con el voto de JD Vance como desempate (51-50). Esto permitió que el proyecto regresara a la Cámara de Representantes para ser discutido este 2 de julio. Por el momento, se desconoce cuándo culminará la votación. Sin embargo, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, aseveró que tenía esperanzas de que el proyecto se votara en las próximas horas."Estamos avanzando. Es decir, hemos tenido buenas conversaciones, y creo que podemos [votar el paquete fiscal]. Espero que podamos avanzar esta noche y lograrlo", detalló Johnson en diálogo con NBC News. De aprobarse, el impacto de la ley de Trump en migrantes será muy fuerte: habrá más agentes del ICE, recortes a Medicaid y millones de dólares para el DHS.
Un nuevo libro, The Real Jaws, acaba de arrojar luz sobre una serie de ataques de tiburón tan aterradores como reales que, décadas más tarde, se cree inspiraron una de las historias más emblemáticas del cine y la literatura popular. La autora, Rachel Lee Pérez, trabajó con historiadores locales para reconstruir en detalle los hechos que sembraron el pánico en las playas de Nueva Jersey durante el verano de 1916.La secuencia de cinco ataques en apenas dos semanas dejó un saldo de cuatro personas muertas y un sobreviviente con graves heridas. El caso generó una ola de miedo que recorrió todo Estados Unidos y que, muchos años después, inspiraría, según Pérez, al escritor Peter Benchley a escribir Jaws, la novela de 1974 que luego fue llevada al cine por Steven Spielberg.Las noticias sobre lo ocurrido en 1916 provocaron histeria colectiva: vecinos armados con arpones y escopetas, explosivos arrojados al mar y redes metálicas tendidas en las playas son solo algunas de las escenas que podrían parecer exageradasâ?¦ si no hubieran ocurrido realmente.La ola de terror fue tan profunda que un hombre murió ahogado sin que nadie se atreviera a socorrerlo por miedo a ser atacado también. Todo, a raíz de una serie de ataques de tiburón, o tiburones.A cincuenta años del estreno de la película, la historia detrás del tiburón más famoso del cine vuelve a emerger, no desde la ficción, sino desde el registro histórico.Un verano sangrientoEl primer incidente ocurrió el 1 de julio de 1916 en Beach Haven, una localidad turística al sur de Nueva Jersey. Charles Vansant, un joven de 23 años que había llegado de vacaciones junto a su familia, decidió darse un baño en el mar mientras su perro jugaba en la orilla. Pocos minutos después, comenzó a gritar.Al principio, los testigos creyeron que estaba llamando a su mascota, pero pronto se dieron cuenta de que se trataba de un grito de dolor. Un tiburón lo había atacado y le había arrancado gran parte del muslo izquierdo. Aunque un socorrista logró sacarlo del agua con vida, Vansant murió poco después a causa de la hemorragia.La tragedia, sin embargo, fue rápidamente minimizada por las autoridades y los empresarios del sector turístico, temerosos de que un alto nivel de alarma pública arruinara la temporada. Se mantuvo la idea de que se trataba de un hecho aislado y se alentó a los veraneantes a seguir disfrutando del mar.Pero cinco días después, el 6 de julio, el horror se repitió. Esta vez la víctima fue Charles Bruder, un suizo de 27 años que trabajaba como botones en un hotel de la zona de Spring Lake. Bruder nadaba a más de 100 metros de la orilla cuando fue embestido por un tiburón que le destrozó el abdomen y le arrancó ambas piernas. La sangre tiñó el agua de rojo y los rescatistas que lo llevaron de regreso a la playa no pudieron hacer nada para salvarlo. Varios testigos desmayaron al ver su cuerpo.Aun así, la respuesta oficial fue la negación. Las playas siguieron abiertas y los funcionarios locales insistieron en que no había motivos reales para alarmarse. La economía, como en la ficción de Spielberg, seguía siendo prioridad.La masacre de MatawanEl 12 de julio, el miedo se trasladó tierra adentro, a un lugar que nadie imaginaba vulnerable. Ese día, tres ataques consecutivos ocurrieron en Matawan Creek, un riachuelo angosto cerca del pueblo de Keyport, a varios kilómetros del océano. Lo insólito del escenario acentuó aún más el espanto generalizado.Por la mañana, el capitán Thomas Cottrell, un navegante local, aseguró haber visto un tiburón en las aguas del arroyo. Dio la voz de alarma, pero las autoridades creyeron que estaba exagerando.Horas después, un grupo de chicos jugaba en el arroyo cuando una aleta dorsal apareció en la superficie. En cuestión de segundos, todo se volvió caos. Lester Stillwell, de solo 11 años, fue arrastrado bajo el agua mientras sus amigos huían despavoridos. El empresario local Watson Fisher se lanzó al agua para intentar rescatarlo, pero también fue atacado. Ambos murieron.Treinta minutos más tarde, y a pocos metros de allí, el tiburón volvió a atacar. Joseph Dunn, un adolescente de 14 años, sintió cómo el animal le atrapaba la pierna izquierda. Logró ser rescatado por su hermano y un amigo luego de una pelea desesperada con el tiburón, que finalmente lo soltó. Dunn sobrevivió, aunque con graves lesiones, y más tarde declararía: "Sentí que mi pierna se iba por su garganta. Creo que me habría tragado".Para entonces, el caso había captado la atención de toda la prensa nacional. Los titulares hablaban de un "devorador de hombres" suelto en la costa este, y la cobertura minuto a minuto disparó una ola de pánico. La idea de un asesino invisible acechando bajo el agua se metió en la psiquis colectiva y no tardó en despertar los reflejos más viscerales de autodefensa.Redes explosivos y caceríasA medida que las muertes se acumulaban, la tensión social se transformó en histeria. Se ofrecieron recompensas a quienes capturaran al "asesino del mar", y cuadrillas enteras de vecinos salieron a cazar tiburones armados con rifles, arpones, redes y dinamita. En algunos balnearios se colocaron redes de acero como medida de protección, y se llegaron a detonar explosivos en el agua con la esperanza de exterminar a cualquier depredador cercano.En paralelo, los funcionarios locales seguían reacios a cerrar las playas. Diez intendentes de la región firmaron una declaración conjunta en la que aseguraban que restringir el acceso al mar estaba causando "un daño sin justificación" al negocio turístico.La seguidilla de ataques terminó recién el 14 de julio, cuando el taxidermista Michael Schleisser capturó un tiburón blanco joven mientras pescaba en la bahía de Raritan, cerca de Matawan Creek. El animal medía casi dos metros y medio y pesaba más de 140 kilos. Al abrir su estómago, encontraron restos humanos.Schleisser disecó al tiburón y lo exhibió en la vidriera de una tienda de Broadway, en Manhattan, como si se tratara de un trofeo de guerra. Aunque nunca se pudo probar con certeza que ese fuera el responsable de todos los ataques, la violencia cesó tras su captura.Para su libro The Real Jaws, que acaba de ser publicado por la editorial Pen & Sword, Pérez trabajó con archivos locales y testimonios orales para reconstruir los episodios de 1916.La comparación entre la película, el libro y los hechos de 1916 es difícil de evitar, por más que haya sido negada por el autor del libro. En Jaws, el tiburón mata a cuatro personas, tal como ocurrió en Nueva Jersey. La historia transcurre en un pequeño pueblo costero que vive del turismo y cuyos dirigentes se niegan a alertar al público para no espantar a los visitantes. Tras los ataques, los habitantes organizan una cacería para exterminar al animal. Todo eso, dice Pérez, sucedió exactamente igual en 1916.En sus entrevistas con historiadores locales, la autora recogió incluso testimonios de allegados a Benchley que aseguran que el escritor confesó haberse basado en los ataques de Nueva Jersey para construir la trama de su novela. Sin embargo, en 2001, el mismo autor le había asegurado a The New York Times que no."El caso de 1916 sentó las bases de una percepción distorsionada â??y todavía vigenteâ?? del tiburón como un monstruo malvado y devorador de hombres", concluye la autora.La película, que se convirtió en un fenómeno global y ganó tres premios Oscar, dejó una marca indeleble en el imaginario popular.
Toallas, gasas y trapos viejos se transforman en dura metáfora sobre la degradación física en la exposición La vigilia de los harapos.
Disney suspendió a más de 40 trabajadores de sus parques de Florida a través de un correo electrónico. Esta decisión fue emitida luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos fallara a favor de dar autoridad a Donald Trump para eliminar el permiso legal de miles de ciudadanos venezolanos. Incluso podrían ser despedidos.¿Qué dice el comunicado de Disney para los trabajadores venezolanos?Según Bloomberg, la compañía de Walt Disney envió una notificación a 45 empleados de Florida que tienen origen venezolano. Este mensaje informó de una licencia sin goce de sueldo de 30 días desde el 20 de mayo.El comunicado se envió el martes, luego de que el lunes 19 de mayo la Corte Suprema emitiera un fallo que otorga la autoridad a la administración de Estados Unidos, liderada por Donald Trump, para revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) de 350 mil inmigrantes de esta nacionalidad.Si no regularizan su situación antes del 20 de junio, cuando se cumple el plazo establecido por la licencia, serán despedidos de su trabajo. "Mientras resolvemos las complejidades de esta situación, hemos otorgado a los empleados afectados licencia con beneficios para garantizar que no infrinjan la ley", señaló el mensaje citado por el medio.Y añadió: "Nos comprometemos a proteger la salud, la seguridad y el bienestar de todos nuestros empleados y sus familias, y nuestros equipos de recursos humanos y legales asisten a los trabajadores que puedan estar abordando las cambiantes políticas de inmigración y cómo estas podrían afectarles a ellos o a sus familias".¿Qué dictaminó la Corte Suprema sobre los permisos de TPS para venezolanos en Estados Unidos?En la actualidad, alrededor de 600 mil ciudadanos de origen venezolano se encuentran bajo la protección de deportación por el permiso TPS. Tras su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump implementó una serie de políticas inmigratorias destinadas a realizar expulsiones masivas de personas sin documentación.En este contexto, el máximo tribunal falló a favor de que la administración republicana tenga la autoridad para no extender la validez de este permiso migratorio. Los titulares de TPS tienen permitido trabajar y residir en el país de forma legal con una duración máxima de 18 meses.¿Qué pueden hacer los venezolanos que pierdan su protección bajo el TPS?Si su permiso de estatus de protección temporal es revocado o vencido, los ciudadanos venezolanos pueden acceder a otra serie de opciones a través de la solicitud en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS, por sus siglas en inglés). Entre ellas, se encuentran la petición de asilo, dadas las condiciones de su país natal bajo el régimen de Nicolás Maduro.Por otra parte, aquellos que cumplan con los requisitos establecidos pueden solicitar una green card o tarjeta de residencia permanente, el proceso de naturalización para adquirir la ciudadanía estadounidense, o aplicar para la visa U, destinada a los extranjeros que son o fueron víctimas de algún tipo de acto criminal. En tanto, expertos en inmigración recomiendan que también soliciten la libertad condicional para evitar su expulsión inmediata de EE.UU.
Nicholas Hoult trae a la vida una versión del icónico villano más astuta y calculadora. La nueva cinta de Superman promete una batalla intelectual sin precedentes.
La jornada en esta región del norte peruano promete cielos despejados, temperaturas hasta 30â?¯°C y condiciones ideales para actividades al aire libre según el último reporte del Senamhi
Sin saberlo, los automovilistas serán testigos desde la semana próxima de un episodio histórico en la Argentina: se comenzarán a ver las primeras chapas patentes fabricadas por una empresa privada después de varios años en que ese negocio estuvo a cargo del Estado.Serán 303.675 dominios que ya se están haciendo mediante una sociedad entre empresarios locales y extranjeros en la explanta impresora de Ámbito Financiero, al lado de la cancha de Boca. Empezarán a calmar los ánimos de miles de dueños de vehículos que circulan con un papel pegado al vidrio como único comprobante visible de su propiedad.La historia envuelve un anticipo de lo que podría ser el país del futuro y una venganza poética contra episodios relacionados con hechos de corrupción durante el kirchnerismo.Desde fines del año pasado, con mayor asiduidad, los vehículos nuevos salen de la agencia sin patentes, porque no hay. Primero, debido a las dificultades para importar ciertos materiales, y ahora, por la ruinosa situación de Casa De Moneda, la empresa pública que las fabricaba y el gobierno de Javier Milei espera liquidar. La compañía Tönnjes Sudamericana ganó la licitación para proveer las chapas. La novedad más importante, sin embargo, llega cuando se corrobora quiénes integran esa sociedad, casi desconocida hasta ahora para el público local. De acuerdo con documentos oficiales, esta empresa es una asociación entre la firma alemana Tönnjes M.O.V.E.R.S. International GMBH y Boldt, mucho más conocida en el mercado doméstico, porque es dueña de varios casinos, entre ellos, Trillenium, ubicado en el partido de Tigre.Antonio Eduardo Tabanelli, uno de los accionistas de Boldt, es el presidente de la compañía creada en la Argentina para producir las patentes de los autos. El modelo remite, en parte, a las privatizaciones de los años 90, cuando las empresas públicas pasaban a manos de holdings formados por inversores extranjeros y socios locales.El desembarco de Boldt al negocio de las patentes encierra una revancha comercial relacionada con la corrupción kirchnerista. Más que una llegada, es un regreso.Boldt estaba a cargo de la provisión de patentes para los autos hasta noviembre del año 2012, cuando estos trabajos pasaron a Casa de Moneda. La familia Tabanelli cometió un "error" involuntario: había alquilado la planta Ciccone, en Don Torcuato, sin saber que el exvicepresidente Amado Boudou pretendía hacer negocios con ella para beneficiarse con la impresión de billetes.La conducción de Boldt rechazó el intento de los testaferros de Boudou de quedarse con Ciccone. En ese contexto, perdió el negocio de provisión de chapas meses después de abandonar la planta. Sus dueños ven una relación directa entre un hecho y el otro.La revancha comercial puede ser aún mayor. Casa de Moneda también se encargaba de la fabricación de billetes y de estampillas para la AFIP. Boldt, en tanto, nació hace 90 años como una imprenta, algo que tras la última adjudicación alimenta la versión que circula en el mercado: la empresa de los Tabanelli es la gran candidata a quedarse con más negocios que hasta ahora hacía la centenaria empresa pública.Hay un espíritu que guía estas decisiones. La sociedad de Boldt ofreció un precio bajo en una compulsa organizada por los concesionarios (Acara) a pedido del Ministerio de Justicia, que maneja Mariano Cúneo Libarona. Se quedó con el trabajo, al igual que la China Banknote Printing and Minting Corporation (CBPMC), una imprenta gigante que fabrica la moneda de ese país, se convirtió en el principal proveedor de billetes de la Argentina con valores llamativos mientras se desmantela imprenta pública que se creó en 1875, durante la administración de Nicolás Avellaneda.La conducción de las empresas del Estado depende en última instancia del asesor Santiago Caputo. Su idea es acelerar la retirada del sector público. No sólo para avanzar en una nueva etapa del ajuste, sino también para evitarse algunos trabajos engorrosos. Hay ejemplos betúnicos.El pasado 8 de abril Vialidad Nacional tomó la concesión de Caminos del Río Uruguay, que tenía las estratégicas rutas 12 y 14. Como se demoró la licitación para pasarlas a manos privadas, ahora el Estado debe hacerse cargo de ellas.Desde el primer minuto del cambio de mando, el organismo público levantó las barreras del peaje (es decir, dejó de recibir un ingreso), ordenó el corte de 3000 hectáreas de pastizales y puso en marcha la compra de 4624 toneladas de mezcla asfáltica en caliente para reparar baches. El caso de las rutas obligará al gobierno liberal a asumir, al menos temporalmente, el rol en la obra pública que busca evitar. Nada hay más lejano a los planes del PresidenteLa Argentina ideal que está en la cabeza de Javier Milei involucra un Estado Nacional más chico, que ceda a las provincias funciones como el mantenimiento de rutas, incluso si eso implica desprenderse de ingresos que hoy administra la Casa Rosada. Quienes con frecuencia hablan de estos temas con el Presidente deslizan, incluso, que estaría dispuesto a cambiar la ley de Coparticipación. No para alterar los porcentajes de distribución que figuran en la norma, algo que podría derivar en peleas políticas interminables, sino para crear un modelo nuevo en el que los gobernadores tengan más responsabilidades recaudatorias para hacer frente a sus propios gastos.El Gobierno mantiene presente el cimiento del plan pese a cierto sosiego derivado de la estabilidad cambiaria, algunos números positivos en materia de actividad y el acompañamiento explícito de Estados Unidos para soterrar los fantasmas del frente externo.La segunda etapa del ajuste involucra detalles. Varios funcionarios tuvieron que dejar Casa Rosada en el primer trimestre del año. No fueron expulsados del Gobierno, sino que se armó una discusión por el uso de las oficinas. Una explicación que circuló tiene que ver con el ahorro. El Estado paga $2.583 millones por mes en alquileres al sector privado, más allá de los inmuebles que son de su propiedad. El ARCA (exAFIP, que maneja Juan Paso) y la Anses (Fernando Bearzi) enfrentan la factura más alta, posiblemente porque su prestación implica una extendida presencia geográfica. Los reacomodamientos que se vieron en los últimos meses se profundizarán en los próximos. Nicolás Pakgojz, el titular del AABE, tiene entre sus tareas reducir el gasto en alquileres mediante la relocalización de oficinas en inmuebles que ya son del Estado. Está revisando contratos de alquiler, identificando propiedades sin uso y planificando los traslados. En lo que va del año, el organismo que maneja Pakgojz le dio de baja a 21 contratos y se ahorró $30 millones.Es una época estoica para ser funcionario. Quizás lo sepa mejor que nadie, un grupo de personas que integran los directorios de las empresas más importantes del país y ven cómo se les escurren de su cuenta bancaria sumas cuantiosas de dinero por decisiones oficiales.Cristina Kirchner estatizó las administradoras de fondos de pensiones (AFJP) en 2008. Eso le permitió al Estado ingresar al capital accionario de las firmas estrella del mercado argentino de valores, como Banco Macro, Aluar, Ternium y Edenor, entre otras.Hay directores del Estado en esas compañías para representar la voluntad del Gobierno. Reciben un sueldo interesante. En algunos casos, esa remuneración llega a los $4,2 millones, como ocurrió en febrero pasado con Guido Gallino, que está en el Banco Macro.El problema para Gallino, como para muchos otros, es que nunca recibirá ese dinero. Una disposición que pasó desapercibida obliga a los directores de la ANSES que ya tengan un cargo en el Estado a ceder todos sus honorarios al FGS, el fondo de garantía del organismo que administra las jubilaciones. Entraron a su caja $67 millones este año por la donación obligada de los directores.La marcha subterránea del ajuste más fino se apoya en la nueva primavera que se fabricó el Gobierno tras la salida del cepo cambiario. Tanto en público como en reuniones a puertas cerradas, los funcionarios liderados por el ministro de Economía, Luis Caputo, transitaron Washington esta semana con la prestancia de quien recorre la vuelta de honor tras haber ganado una carrera difícil. Dos ejemplos son sintomáticos: la titular del organismo, Kristalina Georgieva, reiteró los elogios al país a tal punto que debió hacer aclaraciones, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, admitió públicamente que Estados Unidos podría prestarle aún más dinero al gobierno de Milei si es que lo necesita porque, a su juicio, está haciendo bien las cosas.Son escudos suficientes para que el Presidente, apalancado también en sus decisiones para revalorizar el peso, vaya a la pelea contra los que quieren un dólar más alto con una acción coordinada desde varios frentes. No solo porque ya dijo que quiere un tipo de cambio a $1000, sino porque cada vez más agentes del mercado le creen. Prueba de eso es que varias empresas dieron marcha atrás con las remarcaciones que aplicaron el día después de la salida del cepo, y el campo empezó a liquidar soja por temor a perder aún más con la baja del tipo de cambio.Distintos especialistas advierten sobre posibles problemas relacionados con un dólar barato. En su intento por bajar la inflación, el Gobierno pondrá a prueba a la producción nacional, que tendrá más dificultades para competir con las importaciones y para colocar productos afuera. Es muy probable que la Argentina tenga la oportunidad de ver qué pasa: Milei y su equipo económico están decididos a seguir la obsesión de su deseo cambiario y cuentan con los dólares suficientes para sostener esa estrategia.
Debbie Allen tuvo su máxima notoriedad con el inolvidable papel de Lydia Grant en Fama.Cómo vive ahora y sus proyectos.
Esta semana, en El ejército de la mañana (Bondi Live) afirmaron que Zaira Nara y Facundo Pieres estaban separados, y que la decisión habría sido de ella, que no estaba dispuesta a ceder ante las peticiones de su novio de viajar más seguido por el mundo para acompañarlo en sus compromisos como polista. Como era de esperarse, enseguida las miradas se posaron sobre Paula Chaves, quien rompió su amistad con la modelo cuando comenzó su relación con el deportista, que también había sido su pareja entre 2008 y 2010."¿Qué te pareció la separación de Zaira?", le consultó el cronista de Intrusos (América) sobre quien fuera, además, la madrina de su hija menor, Filipa. "No, ni idea, no voy a poder a opinar. Tampoco voy a hacer un repaso de todos los temas que no me importan, la verdad", sentenció la conductora. Paula Chaves hablo de la separacion de Zaira Nara y Facundo Pieres"Parece que el tema de los viajes le estarían incomodando a Zaira porque ella prioriza la familia, su trabajo, y como que se habría cansado", insistió el cronista al enumerar los motivos que habrían llevado a Nara a romper su noviazgo de más de dos años. "No lo sé, no podría opinar", reiteró Chaves. "Y aparte tampoco puedo estar opinando de cosas que no son temas míos. De mí te opino lo que quieras, pero del resto no puedo. Ya opiné mucho y dije mucho y ya la verdad que ni idea", concluyó, sin intenciones de ahondar en el tema. El miércoles, Pepe Ochoa planteó un enigmático en su ciclo de streaming para hablar de la separación de una pareja de famosos, que luego reveló se trataba de Nara y Pieres. "Fue de ella. No quería viajar tanto, él está más metido que ella. Hay una distancia y un reclamo de 'viajá más seguido, te pago todo, te pongo en business'. Y ella qué dice 'pará, tengo mis proyectos, mi familia, mi laburo y así estoy bien'". A esa información se sumó Santiago Riva Roy, quien agregó: "Él está más a fondo. 'Casa juntos, tengamos un baby'. Y ella más 'pará, yo ya tengo mis babys, yo así estoy bien'".En cuanto a la fecha de ruptura, Riva Roy indicó: "El viernes se separaron. Esta fuente me dijo 'andá a fondo, quizás te lo niegan porque se deben una charla en estos días, pero están separados'. Si en septiembre él regresa de su gira internacional y vuelven, es otro tema".El amor que rompió con la amistadEn agosto de 2023, después de meses de evasivas y situaciones incómodas, Paula Chaves confirmó a través de sus historias de Instagram que no había vuelta atrás en su relación con Zaira Nara, quien había sido su íntima amiga hasta la reaparición de Facundo Pieres en sus vidas. "¿Nunca más se hablaron con Zaira? Es la madrina de Filipa", le preguntó entonces un seguidor de esa red social. Sin rodeos, la modelo y conductora admitió: "La vida misma. Las relaciones cambian. Y ningún título debe atarte a ninguna persona. Está todo bien, pero nuestros caminos no están más en la misma sintonía".En su respuesta, la hermana de Wanda disintió con Paula, a quien todavía consideraba su gran amiga. "Para mí son mi familia. Filipa es mi ahijada y dudo que por una circunstancia deje de serlo y nunca más la vea. Más allá de que seamos vecinas y compartamos un montón de momentos parecidos, y hoy no, yo lo entiendo pero me parece que hay cosas que traspasan eso. Hoy lo tomo como que es un momento de su vida en el que quizás no se siente a la par mía, pero ojalá que eso con el tiempo lo pueda cambiar. A mí no me importa en qué situación o en qué momento están mis amigas, si es parecido o no. Es muy difícil que las amistades todo el tiempo estén pasando por la misma sintonía. Desde mi lugar siguen siendo mi familia. A Pedro lo amo, a Paula la amo con toda mi alma, a los chicos ni hablar. Pero también entiendo que si hay alguien que se siente molesto con la situación se aleje".En ese entonces, Zaira había terminado su relación Pieres, según ella misma dijo, con la intención de preservar su amistad con Chaves, que en un principio le había dado luz verde para salir con el polista. "Ella tiene una familia recontra constituida, y si yo en algún momento de mi vida empecé a conocer a una persona que hace trece años había estado con una amiga, a la primera y a la única que le pregunté fue a ella. Tengo ciertos códigos, si una amiga me dice 'cero, dale para adelante', yo le doy para adelante, y si me dice 'para ahí no mires', yo no miro (...) Y si hoy no estoy saliendo es porque noté que había una situación que quizás no era tan como me habían dicho que iba a ser. A mí me importan mucho mis amistades".Pero la amistad se enfrió, no hubo punto de retorno y la modelo se dio una nueva oportunidad para el amor con el deportista. "Estamos en un momento en que no hay vínculo. No voy a mentir. No hay vínculo, no hay relación", reconoció Nara meses después, en enero de 2024.Fue entonces que Paula Chaves decidió profundizar en su propia versión de la historia y desmintió a su examiga, alegando que el distanciamiento había venido de parte de ella. "Yo siempre dije que era algo nuestro, privado. Esto es algo que nosotras dos sabemos, un vínculo que llevó muchos años donde pasaron muchas cosas previas, donde yo me sentí incómoda. Ella en un momento se empezó a alejar de mí y yo no me sentí cómoda. Y dije 'la verdad es que no voy a estar mendigando y remando una amistad cuando del otro lado tal vez siento un freno'. Yo intenté un montón de tiempo, y después decidí dar un paso al costado. Yo superé todo lo que tenía que superar. Donde no me siento cómoda, me alejo, pero lo hablo primero", concluyó la mujer de Pedro Alfonso, intentando darle un punto final a la situación.
Desde infalibles sagas hasta héroes inesperados, Disney+ se fortalece en el género de la acción con títulos icónicos.
El australiano puso al McLaren delante del resto en la clasificación.Russell compartirá la primera fila con el Mercedes, mientras que su compañero Antonelli saldrá desde la segunda con Leclerc.Gran remontada de Alpine, con un Gasly que largará desde el quinto lugar y un Doohan que estuvo a 17 milésimas de avanzar a su primera Q3.
Fue 33-24 para los del Pacífico Sur, que irán por el título ante Kenia. Argentina, en tanto, peleará por el tercer puesto con España.
Pese a que el actor confesó que no tenía mucha fe en el proyecto, protagonizó la franquicia de acción desde 2008 hasta 2015
Rescate implacable (A working man, Estados Unidos/2025) Dirección: David Ayer. Guion: Sylvester Stallone y David Ayer sobre el libro Levon's trade de Chuck Dixon. Fotografía: Shawn White. Edición: Fred Raskin. Música: Jared Michael Fry. Elenco: Jason Statham, Jason Flemyng, Merab Ninidze, Maximilian Osinski, Cokey Falkow, Michael Peña y David Harbour. Calificación: solo apta para mayores de 16 años. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 117 minutos. Nuestra opinión: regular.Con guion de Sylvester Stallone y del propio realizador, Rescate implacable resulta un curioso viaje en el tiempo. Su estructura narrativa, el relato mismo, y las características propias de la construcción del personaje protagónico no tienen nada que envidiarle a aquellas producciones de los años ochenta que hicieron famosos a Steven Seagal, Jean-Claude Van Damme e incluso al propio Stallone, con personajes tendientes al heroísmo que resuelven los conflictos que se presentan con el crimen organizado mediante maratónicas escenas de acrobática violencia. Varios de estos personajes han presentado además a veteranos de guerra con problemas para adaptarse a la vida civil que deberán volver a sus antiguas técnicas de supervivencia en pos de un ideal.Eso sucede también cuando Levon Cade, que tuvo una carrera militar de enorme compromiso y varios terribles recuerdos que busca dejar atrás dedicándose como capataz en una empresa de construcción, se enfrenta a una cruel disyuntiva al enterarse de que Jeny, la hija del jefe de la empresa, es raptada por una banda de narcotraficantes de la extendida mafia rusa. Levon jura ante los angustiados padres que traerá de regreso a la chica a casa y aquí muta su rol de comprometido trabajador a abnegado héroe comenzando una trama que lo adentrará en la peligrosa bratva rusa -donde uno de sus poderosos tentáculos se dedica al tráfico de personas para satisfacer la perversión de un poderoso- y a los espectadores les brindará un in crescendo de dosis de pirotécnica violencia.Y aquí es donde se produce la disyuntiva entre el fanático del género y el resto de los espectadores porque para aquellos que transitaron la calle Lavalle de otro tiempo buscando en los cines Electric o Select Lavalle la oferta de dos películas de este tipo al precio de una, una propuesta como Rescate implacable le traerá infinitas añoranzas mezclado con el sentimiento de que "todo tiempo pasado fue mejor", ante una película que no actualiza su propuesta narrativa y parece ya filmada y vista demasiadas veces. Para el que no, la violencia implícita de todo el Rescate Implacable en la lente de David Ayer terminará resultándole abyecta porque, aunque buena parte del cine ya no sea como en los sesenta "una cuestión moral", la humanidad salvaje que presenta el relato de este tipo de películas crea una violencia alucinatoria en la cual para que se recuerde la unicidad del relato debe remarcarse el acontecimiento trágico que le dio origen. Sino un hecho de sangre tapa al siguiente porque, en definitiva, el disparador de todo el asunto es contundente pero la búsqueda es el entretenimiento violento tamizado en los ropajes del héroe justo que lucha por la restitución de la normalidad.Rescate implacable es una película escrita por Stallone como una emulación tardía de sus grandes personajes como Rambo o Cobra. Es la película perfecta para los seguidores de un siempre esforzado y rudo Jason Statham que, como el mejor heredero de Bruce Willis, lucha superando los límites de lo natural; y es la película que se encuadraría en nuestro medio para esos recordados Sábados de súper acción, como un viaje a décadas pasadas para la formulación de una propuesta con muchos más vicios que virtudes. El tiempo ha pasado y salvo la búsqueda concreta de este tipo de caricaturas violentas, para el común los marines y otros escuadrones especiales ya no resultarán tan buenos y los mafiosos no serán tan evidentes porque el público, en definitiva, ya no es tan inocente.
Científicos evidencian la conexión entre una especie invasora y la presión adicional sobre polinizadores vitales para la agricultura regional
El actor y humorista se mostró muy crítico con el influencer por sus polémicos dichos sobre Lali Espósito."Si el padre o el novio de esa chica te van a buscar, te tenes que bancar el cachetazo", sentenció.
En solo tres temporadas, la creación de Mike White mantiene intacto su carácter corrosivo. Una exégesis directa a la elite del poder y el dinero en los Estados Unidos podría ser un buen tagline para quienes quieren asomarse a ese mundillo desde afuera y ver cómo sus entrañas se consumen en magníficos desastres naturales y crisis sociales autoinfligidas. Pero White hace algo más: las filiales de su hotel exclusivo situadas en distintas locaciones paradisíacas -Hawái, Taormina, y ahora Tailandia-, reciben cada nueva temporada a un grupo de turistas millonarios que anhelan un refugio del mundo, una escapatoria a sus "obligaciones", un tiempo de relax o disfrute, para verse confrontados con sus miedos y ansiedades, para estrellarse con un entorno que creían ajeno y que resulta pegajoso y cercano, y para ver la más estridente y divertida colisión con la realidad que ocultaban sus máscaras ante la atenta mirada de los espectadores. Esos somos nosotros, a los que la serie incluye como voyeurs del caos más desesperado, aquel en el que los privilegiados ven escurrirse sus seguridades sin remedio, con la carcajada perfecta para cada explosión.Como suele ocurrir en todas las series contemporáneas, un hecho inesperado y un salto temporal instalan la intriga y el misterio. Una sesión de meditación en las puertas de un templo budista es interrumpida por lejanos disparos y un ataque sorpresivo. Maestra y alumno se escabullen para evitar el desastre y un rezo angustiado pide a la imagen del buda una respuesta que nunca llega. Paraíso y silencio. "Una semana antesâ?¦", y así comienza la tercera temporada de la serie de antología The White Lotus, con nuevo elenco y nuevos escenarios. Un barco llega a un espléndido hotel destinado al descanso y la meditación, con una agenda nutrida de terapias antiestrés y sesiones de masajes, cercano al corazón de la cultura budista y alejado del centro urbano de Bangkok. En ese paraíso del bienestar no hay wifi, cada grupo turístico tiene su guía de salud y bienestar, y corre el champagne tanto como abunda la ropa blanca y los sombreros de ala ancha. El descanso los espera, aunque aguarde alguna que otra sorpresa.Distintas líneas narrativasComo en las temporadas anteriores, son tres los grupos que arriban y tres las líneas narrativas que se van a ir enredando a lo largo del relato. El primero está integrado por la familia Ratliff: Timothy (Jason Isaacs) es un empresario exitoso, incapaz de dejar unos minutos el celular, preocupado por una investigación sobre fraude impositivo que será eje de una publicación inminente de un prestigioso diario en los Estados Unidos; Victoria (Parker Posey), una señora sureña orgullosa del garbo de su familia, envuelta en los presagios de sus sueños y en los efectos de los somníferos en el desayuno; y sus tres hijos, el mayor Saxon (Patrick Schwarzenegger), un crypto bro afecto a los batidos de proteínas y a una soberbia pegajosa, la joven Piper (Sarah Catherine Hook), ocupada en su tesis sobre budismo y promotora de incursionar en la espiritualidad tailandesa, y el todavía adolescente Lochlan (Sam Nivola), tímido y concentrado en una sexualidad abierta a nuevos estímulos.En el mismo barco, y con algún que otro altercado de por medio, llegan la extraña pareja que forman Rick Hatchett (Walton Goggins) y la joven Chelsea (Aimee Lou Wood). Él, ya maduro y desmejorado, absorto en los cigarrillos y las cervezas, parece perseguir algún secreto del pasado de Sritala Hollinger (Patravadi Mejudhon), una de las dueñas del hotel y antigua beldad de la canción tailandesa. Ella, con su acento de Manchester y su entusiasmo agotador, no tarda en hacer migas con una escort de la región, compañía de un hombre calvo y adinerado, como parece moneda corriente en las afueras de Bangkok. El panorama de los recién llegados lo completan tres amigas que hace tiempo no se ven y han decidido pasar juntas unas vacaciones y ponerse al día con chismes, envidias y rencores pendientes. Son Jaclyn (Michelle Monaghan), una estrella de la televisión, recién casada con un hombre más joven; Kate (Leslie Bibb), ama de casa de Austin, votante de Trump, dedicada a la vida texana y a sus vaivenes sociales; y Laurie (Carrie Coon), abogada exitosa que lidia con un divorcio controvertido y una hija rebelde. Copas, sonrisas y una fachada de complacencia que parece desmoronarse a medida que el calor derrite bondades y pudores.Lo que vuelve a traer esta tercera incursión de White en el formato upstairs-downstairs de los resorts vacacionales son las intrigas entre ese grupito selecto que parece vivir en su burbuja de manjares y masajes, y el personal que habita en el lugar, integrado esta vez por los guías del bienestar, los guardias de seguridad, el gerente con aspiraciones de artista, y la misteriosa Sritala, dividida entre el hotel y la ciudad, donde parece esperarla su marido enfermo. Las tensiones se escalonan y delinean un escenario premonitorio: primero un robo en la joyería del hotel, luego la persistente amenaza de la periferia, con sonidos de animales que parecen insinuar un desequilibrio inminente y la presencia de Belinda (Natasha Rotwell), personaje que marca la continuidad entre las temporadas y que junto con su entrenamiento en terapias locales y asesoramiento espiritual, también asomará como termómetro de una tensión sexual que atraviesa a locales y visitantes.El interrogante que recorre esta tercera temporada, más allá del que mueve la intriga sembrada con el disparo del comienzo (¿De dónde provienen los disparos? ¿Son maleantes? ¿Terroristas? ¿Algún empleado cansado del maltrato y la explotación?) es el que yace detrás de la promesa del bienestar y la paz interior al elevado precio de un resort de lujo. La pregunta parece trasladarse a la esfinge del buda en la primera escena. ¿Qué expresa esa vacía mirada de piedra y silencio? La presencia de la naturaleza en su dimensión amenazante es uno de los mejores ejes que trabaja Mike White, quien además de autor de los filosos diálogos, cargados de creciente envidia y subterráneo desprecio entre los recién llegados, es el director de todos los episodios, dispuesto a concentrar en la exuberancia visual del paisaje una carga siniestra que se va haciendo medular. Los contornos de la imagen se pueblan de sombras, los sonidos reverberan con cierta agónica anticipación, el sol se ensombrece en cada noche, cuando corre el champagne y los secretos salen a la luz.El peso del budismo como elemento novedoso de esta temporada permite expandir la exploración de ese anhelo de encontrar salud, armonía y bienestar por una buena suma de dinero. Hasta ahora los resorts de las temporadas anteriores eran espacios paradisíacos que se convertían en trampas para los desprevenidos turistas: un escenario de enfrentamiento con aquel mundo que pretendían dejar atrás y, al mismo tiempo, una sátira impiadosa de la vacuidad de esa búsqueda, que siempre apuntaba a la superficie y nunca a la profundidad. Ahora esa lógica se hace evidente en tanto el disparador es el anhelo no solo de contacto con la naturaleza y alejamiento del mundo conocido, sino el acceso a una sabiduría esquiva, concentrada en aquel lugar remoto y justamente en el despojo de lo material. El personaje de Piper es el eslabón de conexión, aquel que ha arrastrado a su familia a Tailandia con el propósito de conocer y estudiar la religión budista. Pero lo que ocasiona esa convivencia forzada es la crisis de sus propias convicciones, y la revelación del absurdo de esas pretensiones. "¿Por qué no estudia su propia religión?", se pregunta su madre mientras intenta dormir pese a los sueños y el Lorazepan.Las amigas de la infancia que buscan allí la verdad de su vínculo no encuentran conversación posible que no sea el chisme y el secreto a espaldas de las otras. Son los quirúrgicos planos de White los que develan su soledad existencial, aquella que exudan sus perfectas fachadas, los llantos a escondidas, los vidrios que intervienen cualquier conexión. Y lo mismo ocurre con el sinuoso comportamiento de Rick, ataviado con un pesar que será el tic-tac definitivo para la explosión final. Son los pequeños detalles los que entretejen la mirada de White, aquellos que destilan un precario equilibrio entre quererlo todo y destruirlo en el intento. Más allá del espíritu antológico que atraviesa a la serie -cuyo eje es el camino inevitable hacia el pandemónium-, persiste un pulso karmático que une sus temporadas, volviendo a traer a Belinda al centro de la escena, y descubriendo al misterioso Greg (ahora devenido Gary e interpretado por Jon Gries) entre la "fauna" del lugar. Aquel personaje, asociado a la muerte de Tanya (la genial Jennifer Coolidge, un emblema de la serie en sus primeras dos temporadas), resurge para cerrar el círculo de su destino. ¿Será también para pagar sus culpas?Con grandes actuaciones (el esperado regreso de Parker Posey, la inesperada performance de Christian Friedel, el actor de La zona de interés, acá como un ansioso gerente de hotel, la siempre impecable Carrie Coon y la revelación de Aime Lou Wood, que había sorprendido en Sex Education), una puesta efectiva y cuidada por parte de la dirección de Mike White y el ingenio satírico de sus diálogos, The White Lotus muestra su mejor forma, un retrato impiadoso de las ilusiones de nuestro presente, de la mercantilización de la espiritualidad y del creciente vacío que define a los vínculos afectivos. Un disparo certero que atraviesa toda forma de previsión y seguridad.
"Construyo frases agresivas incluso cuando estoy elogiando. Alguien siempre debe quedar herido en alguna parte, aunque todo transcurra en la animada paz de un diálogo y no de un debate donde se gana o se pierde". Así es como Beatriz Sarlo (Buenos Aires, 1942-2024) define su estilo como intelectual en No entender, las memorias que acaban de publicarse a dos meses de su muerte y en las que había trabajado entre 2017 y comienzos del año pasado. Pero si sus palabras intimidan o suscitan alguna temerosa aprensión entre los desprevenidos, no es porque Sarlo fuera particularmente cruel al elaborar sus juicios críticos.En realidad, la cautela impuesta sobre casi toda discusión, y en particular sobre las de orden intelectual, a las que desde hace un buen tiempo se presupone inertes, es parte de un largo y conocido proceso de reblandecimiento de la cultura y del carácter general de quienes habitan en ella. Pero Sarlo, en cuya obra también se pensaron novedades tan contemporáneas y diversas como los shoppings o las redes sociales, lo entendía bien. Y por eso, a diferencia de tantos otros y otras, rechazaba el deber hipócrita de agradar. "El elogio no es una dimensión retórica y emocional independiente, sino una dimensión subordinada o unida al juicio cultural adverso o al desprecio moral hacia otro sujeto. Por eso no creo en los elogios y creo en las agresiones, que me parecen un signo más confiable de reconocimiento y, sobre todo, de sinceridad", escribe en No entender.Esta entrada a la inteligencia crítica de Sarlo, que en esencia subraya la libertad de no engañarse ni prestarse a engañar, puede complementarse con otra cuya resonancia también se opone a los usos actuales más extendidos: "Siempre conservé un reflejo de cautela ante la posibilidad de usar la primera persona, aun cuando la ofreciera o autorizara un editor. ¿Quién soy yo para decir 'yo'?". En directo contraste con un clima saturado de egolatría, para Sarlo "hay que ganarse el derecho a la primera persona". Por lo pronto, es comprensible que tanto su madre como sus maestras, en respuesta a esa "reacción negativa espontánea a cualquier orden, sugerencia u oferta", y sin contemplación por las futuras perspectivas de género, amenazaran a la joven Beatriz, todavía en edad escolar, con "bajarle el copete poniéndola a lavar pisos".Divididas en cinco capítulos breves que pendulan entre recuerdos de la infancia, la adolescencia y la adultez y un ancla permanente en el presente, "punto de no retorno" y paulatino prolegómeno de la muerte, la particularidad de estas memorias es que nunca se enfocan en el trabajo como crítica literaria o cultural de la autora en la academia, ni tampoco en su vida privada y pública alrededor de la política. "Quienes no me conocen de los años anteriores a esas intervenciones", advierte Sarlo a propósito de su faceta más célebre como analista política en distintos medios, "pueden pensar que soy una improvisada, y no vale la pena desmentirlos. Solo lo que escribí y lo que seguiré escribiendo podría obrar ese milagro transformador. Pero no creo en milagros".Lo que No entender sí retrata, por otro lado, son los primeros anhelos de relevancia y figuración todavía mezclados con el misterioso poder de la palabra escrita, una formación literaria intuitiva y la reluctancia familiar casi unánime. Y aunque el tono predominante impone una parquedad excesiva, derivada de la reserva y de una excesiva precaución al exhibicionismo, como si Sarlo no terminara de aceptar algunas convenciones inevitables del género autobiográfico, el resultado llega hasta donde pretende.Serán un tío peronista, alguna tía permisiva y sobre todo un padre alcohólico y frustrado, aunque sensible a la necesidad de su hija de algo más que los buenos modales de la Belgrano Girl's School, quienes marquen el hito fundacional del trabajo intelectual.Desde este plano, toda masculinidad, incluida la de aquellos con los que Sarlo mantuvo un trato íntimo, queda recortada a la silueta de meros maestros circunstanciales de tal o cual saber, mientras que su propia femineidad no significa para ella nada en particular. Casi disculpándose por no darle al feminismo mayor trascendencia, Sarlo jamás le atribuye sus derrotas al propio sexo, "sino a mi ignorancia, mi torpeza o mi apresuramiento".Al hablar de maestros, y considerando que en No entender tampoco proliferan los nombres propios, vale la pena destacar el encuentro con la crítica literaria y profesora Susana Zanetti, a la que conoció a finales de los años sesenta en Eudeba.Lo que Beatriz Sarlo aportó a la crítica argentina puede leerse en Escritos sobre literatura argentina o Una modernidad periférica. Pero solo en No entender se permite aclarar que, aunque pudo hacer su carrera en el extranjero, optó por no terminar definiéndose "como un tipo que hoy conozco bien: la latinoamericana que hace carrera en el Norte". Es esta nota la que permite trazar un paralelo fugaz con otro libro con una sintonía semejante: Aquí América latina (2010), de otra gran crítica literaria argentina y emérita de la Universidad de Yale, Josefina Ludmer (1939-2016).Autora de un ensayo excepcional sobre el género policial, El cuerpo del delito, Ludmer, cuya carrera terminó de forjarse durante más de una década en las aulas estadounidenses, pensó la literatura y el rol del intelectual con métodos opuestos a los de Sarlo. Parte de esas perspectivas antagónicas se trasluce en Aquí América latina, donde Ludmer, ya reinstalada en una Buenos Aires derruida por la crisis de 2001, también exploraba lo autobiográfico, pero en forma de diario. "Para entrar en la imaginación pública necesitaba más tiempo subjetivizado y me fui directamente a la literatura, a las ficciones que leía de noche, que eran algunas de las novelas que aparecieron en la Argentina entre marzo y noviembre del 2000â?³, escribe entre lúcidas intuiciones críticas y el conocido drama del desarraigo.Lo curioso es que, como No entender, tampoco Aquí América latina, de repente disgregado en un exceso de academicismos que licúan la lógica personal del diario, logra transmitir un brillo a la exacta altura de su autora. Por supuesto, sería un error confundir estas similitudes y diferencias con un simple conflicto de egos o limitaciones del talento. De lo que se trata es de visiones diferentes del mundo, plasmadas en sus respectivas representaciones. Todos los buenos ensayistas son escritores, solía explicar Sarlo. Y en lo demasiado incierto de este tipo de memorias, por lo tanto, se perfecciona el retrato escrito a través de todos los otros libros.No entenderBeatriz SarloSiglo Veintiuno Editores205 págs.
Interpreta a un matón que empieza a perder la memoria.Y se propone recomponer relaciones con su hija. Lo acompaña Ron Perlman.
Implacable (Absolution, Estados Unidos/2024). Dirección: Hans Petter Moland. Guion: Tony Gayton. Fotografía: Philip Remy Ogaard. Música: Kaspar Kaae. Edición: Dino Jonsäter. Elenco: Liam Neeson, Daniel Diemer, Javier Molina, Jimmy Gonzales, Ron Perlman, Brian A. White, William Xifaras, John Duddy, Ryan Caraway, Yolonda Ross. Duración: 112 minutos. Calificación: solo apta para mayores de 16 años. Distribuidora: Imagem Films Argentina. Nuestra opinión: buena.El gremio de "los duros" de Hollywood está de capa caída. Schwarzenegger se entretiene fumando habanos, Stallone está irreconocible y Bruce Willis forzosamente retirado. Encima, el recambio nunca llegó: porque los rápidos y furiosos se quedaron sin nafta y Jason Statham -que tenía todos los números para heredero del trono- no sabe si parodiarse a sí mismo o cuidar abejas. En este panorama desolador se asoma Liam Neeson, que llegó tarde al reparto de la acción, pero se ganó muy bien su lugar. Claro que los años no vienen solos y hasta a su impertérrita figura le llegó el turno de dar las hurras.Implacable -traducción más entusiasta que el original, Absolution- es un policial crepuscular sobre un veterano en el arte de matar, que comienza a ver cómo su trabajo de matón se ve afectado por los primeros síntomas de una enfermedad. Salvando la mucha distancia, el tono es de despedida, como el de Clint Eastwood en Los imperdonables o Gran Torino, dato que confirma lo que sospechábamos desde hace rato: Neeson siempre quiso ser Eastwood, y finalmente lo logró. La transformación está completa.Thug (Neeson) es un exboxeador devenido en matón por encargo, con experiencia y lealtad de brazo ejecutor de un mafioso. Es lo único que sabe hacer y cada vez le cuesta más, tanto que su recurrente pérdida de memoria lo obliga a llevar una libretita en la que anota información básica para cuando se queda en blanco. Tantos golpes, arriba y abajo del ring, redundaron en una enfermedad neurodegenerativa intratable. El diagnóstico que le augura, como mucho, dos años de lucidez decreciente, lleva a Thug a una última lucha con su mortalidad, intentando dejar las cosas en orden, retomar la relación con su hija, conocer a su nieto; y, por supuesto, lidiar con los avatares de su trabajo y con el hecho de quedar permanentemente en la línea de fuego.Aunque no lo parezca, en Implacable la melancolía le gana a la violencia. No faltan en la película de Hans Petter Moland un puñado de escenas de acción (algunas más creíbles que otras), pero es en el drama de este hombre gris cuya vida comienza a escurrírsele de las manos, donde está el eje y lo más atractivo de la película. Y para que esto suceda, se necesita a un actor como Liam Neeson, que pueda calzarse la historia al hombro y salir airoso.Porque, a decir verdad, no hay en el film nada que no se haya visto anteriormente. Si el relato funciona, es gracias a su protagonista, que se puede mantener impertérrito y a pesar de ello, dotar a su personaje de una sensibilidad que conecta directamente al espectador con su drama. Angustia, bronca, dolor, arrepentimiento, todas emociones que atraviesa Thug a lo largo del relato, casi sin decir palabra.Entre los momentos más inspirados del guion está su relación con una mujer a quien conoce de manera fortuita (Yolonda Ross), pero cuya presencia se entrecruza con la suya, al punto de ser determinante en las acciones que tome. Entre las olvidables, una secuencia onírica que marca la conflictiva y nula relación con su padre, que se repite incomprensiblemente sin aportarle a la trama nada más que tedio.Como le pasaba al Bill Munny de Eastwood, o incluso al Rocky de Stallone, al personaje de Neeson lo tratan como una antigüedad; como un símbolo de otra época, vintage y prescindible. Sin embargo, él está dispuesto a dar batalla hasta el final. Por lo visto, tanto en la ficción como en la realidad, ya que el actor ha hecho saber su deseo de abandonar los papeles de héroe de acción.De ser cierto, Implacable quedará como última reverencia a un género que ha quedado huérfano de figuras. Y probablemente también, a la luz de lo poco interesante que se produce actualmente, tan anacrónico como el pobre Thug.
La ciudad norteña tendrá un martes soleado, con temperaturas que alcanzarán los 34 °C, sin probabilidades de lluvia y con vientos moderados que refrescarán el ambiente.
La semana fue explosiva, y ella pura dinamita. Sin hablar en público ni dar entrevistas, demostró en un puñado de días, y a partir de una secuencia de hechos sin antecedentes, que ostenta un poder único dentro del aparato del Gobierno.El martes arrancó con la ofensiva final contra Eduardo Serenellini, un viejo objetivo cuya deriva en la gestión la fastidiaba particularmente. El miércoles fue el turno de la expulsión de Ramiro Marra, otro irredento con el que estaba enfrentada desde el principio de la gestión. Ese mismo día, había protagonizado junto con Patricia Bullrich la ruptura del bloque Pro en la Legislatura porteña, con el pase de tres representantes a LLA. El jueves dispuso una inusual custodia en el pasillo de la Casa Rosada donde los periodistas habitualmente suelen interrumpir el paso de Santiago Caputo para tratar de obtener información del Gobierno. Mientras ocurría esto, trascendía que por una indicación suya el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, era corrido de su oficina en la Casa Rosada, señalado como fuente de algunas filtraciones de reuniones de ministros y como vestigio arqueológico de lo que alguna vez fue el imperio de Nicolás Posse. En la caída, arrastró al viceministro de Interior, Lisandro Catalán: ambos funcionarios fueron excluidos esta semana de la primera reunión de gabinete del año y eliminados del chat de ministros. Ya era viernes cuando ella bajó la orden de no aplicar el protocolo antipiquetes para la marcha de ayer (decisión que dejó muy incómoda a Bullrich) y en alguna reunión informal admitió que la postulación de José Luis Espert en la provincia de Buenos Aires no la termina de convencer, razón por la cual el diputado tiene por ahora poca visibilidad en las actividades partidarias.La implacable demostración de poder que hizo en estos días Karina Milei, "el Jefe", cobra más relieve porque fue en detrimento de las principales figuras libertarias. Serenellini y Marra son dos amigos del propio Presidente desde mucho antes de que desembarcara en el gobierno. El primero llegó a albergarlo en su casa para las fiestas de fin de año, sensibilizado por la soledad de quien entonces era apenas un economista excéntrico. El segundo fue cofundador del partido y quien introdujo a Santiago Caputo al entorno de los Milei. El corrimiento de ambos demuestra los límites políticos que tienen los vínculos afectivos con el Presidente.Rolandi y Catalán son los hombres de confianza de Guillermo Francos y estaban destinados a ser cuasi ministros cuando se resolvió fusionar la Jefatura de Gabinete e Interior. Santiago Caputo y Patricia Bullrich son espadas clave de la gestión. Todos ellos fueron testigos de cuan impiadosa puede ser la hermana cuando se propone algo. Lo que no tiene de experiencia lo suple con una frontalidad sin rubores. La sutileza no es lo suyo y quizás por eso nunca pudo sumarse al lote de funcionarios con mejor imagen. Es esencialmente verticalista.Pesa en estos movimientos el desinterés y muchas veces el agotamiento que le produce a Javier Milei la ejecución diaria de la gestión en temas no económicos, y ni hablar de los preámbulos electorales. "Hablen con mi hermana", es una frase que escuchan muy a menudo los interlocutores del Presidente. La pregunta de fondo sería: ¿Karina doblega a Javier, o en realidad Javier piensa lo mismo y Karina le sirve de escudo?Él exhibe alivio en esa delegación de tareas ingratas, no lo asume como una devaluación de su poder. Siente que él y su hermana son parte de la misma esencia, aun cuando también tienen sus discusiones. Sobre todo en los últimos tiempos, por la relación con Mauricio Macri. Él dice sentir un gran afecto por su antecesor; para ella, es un exponente del pasado que fracasó.Cuando Karina Milei avanza y dispone, el triángulo de hierro se convierte por un rato en una línea recta, que se inicia con Javier, sigue con su hermana y termina en Santiago Caputo. La geometría del poder es flexible. El asesor es un hábil intérprete de los Milei y sabe que en esa sociedad de gobierno es un gerente general, no un accionista.Tiene un área de influencia verdaderamente sorprendente y muchas veces ejerce como un virtual jefe de Gabinete. Se encarga del "lado oscuro de la fuerza": controla la SIDE con Sergio Neiffert y Diego Kravetz; gobierna sobre la ARCA con Andrés Vázquez; se ocupó del relevo en la UIF con Paul Starc; maneja la trastienda de Salud donde ubicó al padre de su amigo, Mario Lugones; administra el Ministerio de Justicia a través de Sebastián Amerio, además de ser el estratega detrás de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, y de haber empujado a Rodolfo Barra y convencido a Milei de optar por Santiago Castro Videla para la Procuración del Tesoro. En estos ámbitos, obra con un grado de autonomía sorprendente.Pero está teniendo algunas incipientes tensiones con Karina, especialmente cuando incursiona en el plano electoral, un territorio que ella busca concentrar junto con sus operadores principales, los Menem y Sebastián Pareja. Ocurrió por ejemplo cuando Caputo quiso llevar su buena relación con el intendente marplatense, Guillermo Montenegro, a una conversación por las listas seccionales. Ahí recibió una advertencia. El armado es de Karina, la dueña de LLA.Ayer la secretaria General de la Presidencia encabezó una jornada de afiliación en la ciudad de Buenos Aires, donde es la cara visible de la embestida contra Jorge Macri. Está determinada a tener candidatos propios y a evitar un acuerdo con Pro, especialmente después del desdoblamiento electoral. Allí impuso su criterio sin encontrar resistencias internas. Habrá que ver si también puede determinar la estrategia nacional de la fuerza y eludir un entendimiento con el primo Mauricio. De lograr su objetivo, se habrá transformado en la diseñadora real del aparato del poder, para la segunda mitad del gobierno.La rebelión silenciosa de los intendentesLa provincia de Buenos Aires se asoma a una transformación electoral de enorme profundidad, que hasta ahora aparece subestimada en los análisis pero que no pasó desapercibida para los intendentes. Lo que ocurrirá en los hechos es que, más allá de si se desdoblan los comicios provinciales, habrá dos elecciones distintas: una para diputados nacionales con boleta única de papel y otra para legisladores provinciales y concejales con el viejo modelo sábana. Si son el mismo día, habrá que montar dos dispositivos distintos (mesas y biombos separados, o votar en escuelas diferenciadas). También habrá una supervisión judicial dividida, una por la justicia electoral nacional y otra por la provincial. El desconcierto que provocó en 2023 la elección concurrente en la ciudad de Buenos Aires puede ser un anticipo del caos operativo que podría generarse a la hora de organizar esta duplicación electoral en el conurbano hondo.Pero más allá de los aspectos instrumentales, hay un cambio político muy significativo: el fin del concepto de arrastre electoral, el principio por el cual quienes encabezaban la lista en la parte principal (en este caso los candidatos a diputados nacionales) prevalecían en la voluntad del votante y traccionaban a los postulantes de los otros tramos electorales. Esto establecía una supremacía del ordenamiento nacional por sobre la estructura provincial a la hora de definir las listas. Quienes más se beneficiaron, y también quienes más lo padecieron, fueron los intendentes peronistas, históricamente obedientes al dominio kirchnerista.Esta dinámica será quebrada por primera vez porque habrá dos elecciones muy distintas. El segmento nacional con boleta única tendrá una lógica más individual que partidaria, donde lo importante serán las figuras que estén al frente de la lista. Pesará mucho más su nivel de conocimiento que su filiación; será el ámbito ideal para postulantes mediáticos y activos en redes digitales. Mientras tanto, el tramo provincial será profundamente territorial y estará dividido en ocho listas seccionales con cabezas de listas propias; será una compulsa donde pesarán en forma especial los viejos aparatos partidarios; una disputa con espíritu analógico."Los intendentes peronistas se van a liberar de los condicionamientos de Cristina Kirchner y de La Cámpora, porque ya no los pueden condicionar con sus boletas. Los intendentes van a trabajar para garantizarse sus legisladores y concejales y no estarán más forzados a militar la boleta de Cristina, más allá de que en algunos distritos les convenga. Y si además se desdobla la fecha, es un quiebre definitivo. El kirchnerismo siempre manejó la superestructura concentrada del partido, pero no el territorio", señala Emilio Monzó, un auténtico baquiano bonaerense.Esta rebelión silenciosa es la que está detrás de la presión de los intendentes sobre Axel Kicillof para que desdoble las elecciones, porque sería el corolario de su intento emancipador. El gobernador espera que se suspendan las PASO nacionales para avanzar (están enlazadas con las primarias provinciales por una ley que impulsó Néstor Kirchner justamente para evitar gestas independentistas). Sería el quiebre final con Cristina.La reunión del martes en Villa Gesell, donde inesperadamente concurrieron 37 alcaldes, fue una demostración del interés generado por estas novedades. En ese vasto y heterogéneo contingente hay quienes ven en el gobernador al futuro líder del peronismo y candidato a presidente, a la espera de que el sábado próximo, en el acto que hará en Mar del Plata, plante la semilla de la autodeterminación. Pero también están quienes sólo lo visualizan como un instrumento para correrse del control camporista, un escudo para protegerse de la ráfaga de Cristina. En todos los movimientos prevalece la desconfianza y la pregunta inevitable: ¿qué pasará cuando la jefa del partido retome funciones esta semana? Los intendentes, que muchas veces se muestran dispuestos a la arremetida brava y otras tantas lucen elegantes para el retroceso, temen una interna sangrienta. Ya hubo demasiadas revoluciones abortadas en la provincia con sólo un tuit.Pero ahora parece que el desgaste de Cristina empieza a permear el olfato del peronismo profundo, que la nota más preocupada en proteger políticamente a su hijo que en ejercer como una líder nacional. Lo acaba de comprobar frente a lo que será la primera disputa electoral del año: la convencional constituyente de Santa Fe. Hoy cierran las alianzas y el domingo próximo las listas. La elección será el 13 de abril. Allí el peronismo quedó dividido. La figura más convocante del distrito, el senador Marcelo Lewandoski, decidió abrirse y armar una lista propia, ante la falta de conexión con la conducción partidaria que ejercen Agustín Rossi, y los camporistas Marcos Cleri y Florencia Carignano. Cristina intervino esta semana para saldar las diferencias, pero no lo logró. Lewandoski le dijo que no tenía un problema con ella, pero que era una cuestión santafesina y que él no se sentía representado por sus delegados. Se percibe que a la vecchia signora se le aflojó el látigo.Frente a ese poder menguante algunos piensan en Kicillof como un relevo. Por primera vez el gobernador da señales de convicción. En su entorno hablan abiertamente de "trabajar por un peronismo renovado" y de buscar "una nueva identidad", terminología que genera urticaria en el Instituto Patria. Pero falta una eternidad para que se transforme en el nuevo líder y nadie descarta que al final un llamado de Cristina neutralice el proceso emancipador.La otra opción es la atomización. Frente a un poder declinante, y sin que se haya consolidado un líder alternativo, los intendentes parecen dispuestos a regresar a la vieja era de los feudos, que habían montado en la época de Eduardo Duhalde. Su gran karma es la ley que limita la reelección y que le pondría fin a la mayoría de ellos en 2027. Se lo plantearon a Kicillof el martes y el gobernador les dijo que avancen, pero que se hagan cargo ellos mismos de impulsarlo en la Legislatura, que controla el kirchnerismo. Es una toma doble mortal: Kicillof tiene la espada del desdoblamiento; Cristina y Sergio Massa, el cuchillo de la reelección.No digas la palabra "acuerdo"El dilema de la boleta única también impacta en el resto de las fuerzas. Los estrategas libertarios reconocen que están complicados para armar desde abajo hacia arriba las listas provinciales porque tienen menos territorialidad que el peronismo. Allí aparece la esperanzas de los referentes de Pro y de la UCR, que han compartido estructura desde Cambiemos. Esta semana hubo una reunión en la Casa Rosada con el fin de transparentar un manual de procedimientos para administrar los pases desde otros partidos. En primer término, el aspirante a libertario debe aportar un caudal de votos adicional, inaccesible para las "fuerzas del cielo". En segundo lugar, no debe desembarcar con condiciones. Y finalmente, debe garantizar lealtad y obediencia al comando de campaña de LLA y a los lineamientos generales que emanan del Gobierno. Este menú es ofrecido a los intendentes amarillos y radicales que otean el horizonte.Ante un posible desbande en el territorio Diego Santilli visitó esta semana a Lule Menem y le propuso una "integración" entre LLA y Pro, para evitar el término "acuerdo", que les genera sarpullido a los libertarios. El funcionario fue escueto: "Dejame ver", respondió. El diputado piensa que hay un margen para consensuar algún esquema en la provincia, aunque haya disputa en la ciudad, basado en antecedentes como los de 2013, cuando Macri acompañó a Massa en un pacto provincial contra Cristina, o el de 2017, cuando hubo competencia en la Capital Federal con el radicalismo. Jorge Macri es escéptico de que ese plan prospere, quizás porque en ese caso quedaría como el único que rivaliza abiertamente con el Gobierno.En la reunión de la cúpula de Pro del martes Mauricio Macri bajó un mensaje: dijo que la oferta para hacer una mesa con el oficialismo destinada a coordinar estrategias regirá un mes más. Si no hay respuesta, se prepararán para competir, incluso con la posibilidad de que él mismo sea candidato. Quiere dejar en claro que si no hay entendimiento será por la intransigencia libertaria. A Karina, la otra presidenta, no le acompleja demasiado ese reproche. Observa el presente, y no siente necesidad de corresponder. No se desvela por lo que el futuro le puede deparar.
El actor continúa demostrando su destreza en el género de acción, y esta vez lo hace con una película que está arrasando en las plataformas de streaming.
Jannik Sinner tiene 23 años y en su carrera ya suma 19 títulos, de los cuales 17 los consiguió en canchas duras: un especialista en las superficies rápidas, con un récord global de 195 triunfos y 49 derrotas en su carrera; un 80 por ciento de efectividad. De esas 19 coronas, nueve las obtuvo en los últimos 13 meses. Todos torneos importantes: tres títulos de Grand Slam (dos en el Australian Open, otro en el US Open), el ATP Finals, los Masters 1000 de Miami, Cincinnati y Shanghai, y dos torneos de la serie 500, Rotterdam y Halle, éste último el primero en pasto. Además, fue vital para que Italia alzara una vez más la Copa Davis. Acumula 22 triunfos seguidos y ganó 37 de sus últimos 38 partidos. Para encontrar su último tropiezo hay que retroceder hasta el 2 de octubre pasado, en la final del ATP 500 de Pekín, contra Carlos Alcaraz. Por mucha diferencia, Sinner es el líder del circuito en este momento; lo será por varias semanas más. Su estilo encaja con los prototipos históricos de cracks poco expresivos, como si fuera inmune a la presión de ser el número 1 y el defensor del título, como un jugador de póquer. Sin desahogos, no se arrojó de espaldas, tampoco besó el piso, mucho menos dejó escapar lágrimas. Apenas se permitió alzar los brazos y mirar al cielo en su celebración. Pareció más preocupado en abrazar y consolar a Zverev, derrumbado tras perder otra final grande sin atenuantes. Fue, acaso, el momento en el que se mostró más humano, después de semejarse a una máquina durante las 2 horas y 42 minutos que duró un duelo decisivo al que le faltó esa pizca de imprevisibilidad que tuvo la final femenina. Demasiado superior Sinner, que en casi tres horas de juego no concedió ni un solo punto de quiebre; un progreso inmenso respecto de lo sucedido hace un año, cuando remontó dos sets ante Daniil Medvedev para ganar en el Melbourne Park su primer título mayor, después de despachar a Novak Djokovic en las semifinales. Sinner, en los últimos meses, empezó a tomar distancia en el mano a mano contra Alcaraz, que disminuyó su rendimiento tras perder la final olímpica. Más consistente que el español, el italiano sacó ventaja con sus numerosas victorias en canchas rápidas. Lejos de conformarse, avisó que apunta al polvo de ladrillo de Roland Garros y al césped de Wimbledon. "Necesito mejorar en esas dos superficies y voy a dedicarle mucho tiempo y esfuerzo para hacer las cosas mejor allí. Soy joven todavía, tengo que adaptarme, en especial en el césped, donde nunca jugué cuando era un junior. Pero esto es lo que me gusta. Las dificultades son una oportunidad para mejorar. Quiero ser un jugador más completo", consideró después de su consagración. En el polvo parisino perdió la semifinal en 2024 en una batalla de cinco sets contra Alcaraz; también está cerca en el All England, con semifinales en 2023 y cuartos de final el año pasado. "He aprendido muchas cosas en los últimos meses. No hablo de resultados, sino de cómo soy personalmente y cómo puedo manejar las situaciones en la cancha", señaló el italiano, que parece tomar impulso para ir en busca de objetivos más grandes. Zverev admitió sentirse desbordado, algo que sólo le sucedía cuando se enfrentaba con Djokovic en su mejor momento. "Apenas fallan. Te hacen pensar que tienes que aprovechar la única oportunidad que te dan y es muy difícil ganarles un punto desde el fondo de la cancha", evaluó el alemán. Hay algunos rasgos del serbio en el juego de Sinner, en cuanto a la excelente facilidad en los desplazamientos, la capacidad de lectura del juego rival, y la soltura en los tiros desde la base. A diferencia de Nole, el italiano casi no expresa emociones, y eso descorazona aún más a rivales que en vano intentan hallar un rasgo de debilidad, algo de qué aferrarse. ¿Es el surgimiento de una nueva era? Es tentador pensar en esa posibilidad, pero sólo el tiempo determinará cuán lejos puede llegar Sinner. A corto plazo, lo acecha la sombra por los dos positivos de clostebol del año pasado, por los que fue exonerado por la ATP, pero la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) apeló la medida, y el TAS resolverá a mediados de abril. Dependiendo de ese fallo, puede haber un punto de inflexión o no para el nacido en San Candido, que hoy conduce el tour masculino con pulso firme, implacable como una máquina.