¿Dónde nace la atrevida idea de Trump de anexar Groenlandia? El autor bucea en los orígenes de EE.UU. y sus compras y anexiones de territorios. Las diferencias históricas y el peligro de unir la política con ideas religiosas.
Jo Fidgen y Katy TakatsukiBBC Outlook*El día en el que Tété-Michel Kpomassie se enteró de que en Groenlandia no había serpientes o lagartos fue el día en el que decidió dejar su natal Togo para irse a vivir al ártico.En 1958, y con apenas 16 años de edad, Tété-Michel había aprendido de primera mano que, aunque no ocurriera una mordedura, cualquier encuentro con una serpiente podía resultar mortal: una tarde, mientras comía coco en lo más alto de una palmera, se había topado con una serpiente de frente y, al intentar evadirla, tuvo una aparatosa caída desde casi 10 metros de altura.El joven pasó los siguientes tres días sin poder dormir debido a que sus sueños se convirtieron en pesadillas llenas de serpientes. Su padre, un electricista y curandero ocupado con las responsabilidades que conlleva tener 8 esposas y 26 hijos, resolvió que la única manera de ayudarlo sería llevándolo a ver a la sacerdotisa experta en el culto de la pitón."Esa noche, me hicieron un baño de purificación", le contó Teté-Michel Kpomassie al programa Outlook de la BBC, ya con 80 años de edad, "y la sacerdotisa le dijo a mi padre que yo debía convertirme en un sacerdote del culto de las serpientes".Su padre, honrado, aceptó, pero para Tété-Michel, la idea de dedicar su vida a adorar serpientes, más que un honor, sonaba a una condena de muerte.Durante las semanas siguientes, Tété-Michel se excusó con su padre diciendo que debía recuperar fuerzas después de la caída y se refugió en la vieja biblioteca de los misioneros franceses que estaba cerca al mar. Fue allí donde hizo el descubrimiento que le daría un vuelco absoluto a su vida."Había un libro -que todavía tengo por aquí- que se llamaba 'Los esquimales de Groenlandia y de Alaska'", recuerda Tété-Michel.Ese libro le inspiró para emprender una titánica travesía de 8 años a través de África y Europa, antes de finalmente alcanzar la isla congelada de sus sueños; y de paso, convertirse en la primera persona del continente africano de la que se tenga registro en pisar Groenlandia.Años después, Tété-Michel publicaría un libro relatando sus aventuras titulado "Un Africano en Groenlandia".Pero de vuelta a sus años de juventud, cuando todavía estaba sentado en la vieja librería de los misioneros y aún soñaba con los helados paisajes con los que lo tentaba el libro que tenía en las manos, a Tété-Michel todavía le quedaba una importante pregunta por responder si quería llegar a la tierra de los inuit: "¿dónde quedaba ese paraíso?".Un lugar frío y sin serpientesAl día siguiente de descubrir que existía un lugar helado llamado Groenlandia, Tété-Michel volvió a la librería para comprar un mapa que le ayudara a trazar los pasos a seguir."Me di cuenta de que Groenlandia estaba muy cerca a América, y muy lejos de África", le contó a Outlook. "Así que empecé a concretar mi plan de escape"."Usé el dinero que había ahorrado para llegar a la estación de buses y pregunté si un conductor podía llevarme a Ghana. No pensé en ninguna otra dificultad".Lo que Tété-Michel no sabía aún era que le iba a tomar 8 años lograr atravesar África y Europa antes de poder alcanzar Dinamarca, el reino al que pertenece Groenlandia.Cuando finalmente llegó a Copenhague, dice que habló con un asistente consular y que éste había tratado de hacerle entender lo difícil que sería lograr su cometido."En Copenhague me preguntaron: '¿Qué vas a hacer en Groenlandia?'. Yo respondí: 'Voy porque leí que no tienen serpientes'. Me preguntaron por la temperatura de mi país, yo dije: 'No sé, unos 30 grados centígrados'. Ellos me respondieron: 'En Groenlandia las temperaturas alcanzan los -40 grados. Es una diferencia demasiado grande como para que sobrevivas'"."Pero estaba convencido y compré mi boleto. El bote se dirigía a Julianehaab, también llamado Qaqortoq en groenlandés, en el sur de Groenlandia".Tornasuk o QivittoqEn el camino de siete días en barco hacia Qaqortoq, Tété-Michel empezó a ver con sus propios ojos algunas de las maravillas que su libro le había prometido."Fue cuando vi que en verano no hay noche realmente. Además, fue la primera vez que vi témpanos: al principio eran como pequeños trozos de hielo que parecían cisnes, pero se hacían inmensos, hasta convertirse en imponentes montañas de hielo"."A veces, el interior del bote se ponía tan frío que me dolía respirar".Quizá ninguna imagen fue tan impactante como la de su llegada a Qaqortoq.Hacia las 8 de una mañana de junio de 1967, el barco en el que viajaba Tété-Michel llegó a Groenlandia. y, esperándolo, se encontraban todas las personas que vivían en el pueblo. No sabían que esa mañana, iba a ser la primera vez que iban a ver a un hombre negro."Miré por la ventana del barco y vi a toda la población reunida en la orilla. Y fue cuando me pregunté cómo reaccionarían cuando vieran a un hombre negro, porque todos los demás a bordo eran blancos".Tété-Michel dice que para su descenso del barco, se tuvo que preparar casi como si fuera un actor. Y luego, dio su primer paso en Groenlandia."En el momento en que me vieron, todos dejaron de hablar".Luego de unos segundos de silencio intenso, Tété-Michel empezó a acercarse a la sorprendida multitud y se dio cuenta de que algunos niños estaban llorando, y que se referían a él con nombres en el idioma local."Me acerqué lentamente a ellos y la multitud se abrió paso para dejarme pasar. Oí que los niños me llamaban Tornasuk o Qivittoq. Ésos eran los nombres de los espíritus en sus leyendas: gigantes negros que vivían en las montañas".Pero como el miedo y la curiosidad muchas veces van juntos, fueron los niños de Qaqortoq los que primero se enamoraron de este "gigante africano": lo apodaron así por sus 1,80mts de estatura, que lo hacían verse como una maciza estatua de ébano cuando se paraba al lado de los locales, quienes apenas alcanzaban los 1,60 metros de altura."Después de que me separé de la multitud en el puerto, todos los niños me siguieron y la policía de Qaqortoq tuvo que conducir detrás de nosotros. Les preocupaba que los niños me abrumaran. Me escoltaron hasta la casa donde iba a vivir", recuerda Tété-Michel."Pero los niños no se fueron, rodearon la casa y se quedaron allí durante horas. Cada vez que me veían en la ventana, gritaban: '¡Una, una, una!', es decir: "¡Mira, mira, mira!".La vida en QaqortoqLa aceptación de los niños del pueblo empezó a extenderse por todo el pueblo, recuerda el hombre."Los adultos eran tímidos y reservados. Se me acercaban, pero sus reacciones eran más comprensivas una vez que los niños me aceptaban. Siempre que salía, los niños me seguían. Me preguntaban mi nombre y querían estrecharme la mano. Se convirtieron en mis amigos, en mis mejores amigos, en realidad".Recuerda que empezó a recibir invitaciones de los habitantes locales a todo tipo de planes: lo invitaban a una cerveza o a degustar platos más tradicionales de la zona."Cuando llegué a una casa donde me recibieron y mi anfitriona -que se llamaba Paulina- me ofreció algo y me dijo: "Tikilluarit, eres bienvenido", y sacó mattak, que es piel de ballena blanca. Es cruda y se mastica como chicle. Se sirve con grasa de foca. Y yo al principio temí por mi estómago".Tété-Michel, además, empezó a comparar el estilo de vida que tenían estas personas de este sitio remoto en el sur de Groenlandia, con el de su vida anterior en Togo."En África, la jerarquía es muy estricta, pero en Groenlandia no hay nada parecido. Era una sociedad que nunca antes hubiera imaginado. Podía ver el contraste con mi propia cultura", recuerda Tété-Michel."Pero lo que realmente me encantó de Groenlandia fue su animismo, que me recordó a África. Creen que cada objeto tiene alma: las focas, las ballenas, los renos salvajes; todos los animales tienen un espíritu, al igual que los humanos. Eso refleja nuestras propias creencias en Togo".Más al norteLuego de unos meses en Qaqortoq, Tété-Michel empezó a darse cuenta de que la experiencia allí era muy similar a la de Dinamarca, y que, para poder acercarse a sus sueños de ir en trineo con huskies y cazar focas en el hielo, tendría que continuar su travesía hacia el norte."Pasé el invierno en un pueblo muy pequeño: 29 casas, 170 personas y 600 perros", recuerda. Y fue allí donde aprendió a andar en trineo."Un trineo tirado por perros es un vehículo muy bajo, a tan solo 20 centímetros del suelo", dice Tété-Michel. "Cuando te sientas en él, sientes que el hielo está tan cerca que crees que te vas a caer. Pero cuando los perros empiezan a tirar, la sensación es extraña porque estás tan bajo que no sientes que se esté moviendo"."Observas a los huskies que van delante y levantan ráfagas de nieve y hielo que te golpean la cara. Cada cinco minutos más o menos, tienes que pararte y correr al lado del trineo, y luego volver a subirte para calentarte. Te abres el anorak para sentir el calor de tu propio cuerpo en la cara. Es una sensación maravillosa"."Si te tumbas en el trineo y miras al cielo, oyes los latidos de tu propio corazón. Como todo está tan silencioso, hace bum, bum, bum. Tienes la impresión de que tu corazón late como el corazón de todo el universo. ¿Qué más necesitas en la Tierra?".Además, fue en esa parte del mundo donde realmente aprendió a dominar el frío."Aprendí a cazar. A veces, hay que quedarse parado en un mismo sitio durante horas. Cuando se cazan focas en el hielo, hay que esperar a que la foca salga a respirar. Se necesita mucha paciencia, hay que simplemente sentarse en un bloque de hielo"."Incluso a -30°C estaba sufriendo pero estaba feliz. Sentía que había conquistado mi libertad. Esa felicidad hacía que el frío fuera más soportable. Seguía a mis anfitriones todos los días en sus actividades y todo ese movimiento me mantenía caliente".De una manera contraintuitiva, Tété-Michel empezó a apreciar las cosas más difíciles de Groenlandia, incluído el invierno."En verano admiraba el sol brillando sobre los icebergs, pero en invierno admiraba la luz de la luna sobre esos mismos icebergs, y llegué a preferir la noche. Una vez que el mar se congela, los inuit se convierten en los reyes de su país. Con sus trineos tirados por perros, pueden ir a cualquier lugar que quieran. En verano, si no tienes un barco, realmente no puedes viajar. Pero en invierno, todo el Ártico se convierte en tu hogar, en tu reino".El regresoTété-Michel confiesa que durante su travesía, jamás pensó en volver a África. Pero cuanto más aprendía sobre Groenlandia, sus culturas y el mundo en general, una idea se le metió en la cabeza."¿Qué diría mi gente de este mundo, de estas auroras boreales que nadie ha visto jamás, del hielo marino sobre el que nadie de mi familia ha caminado jamás, de los meses sin luz de día y de los meses sin noche?", recuerda."De repente, sentí que tenía que regresar. Por eso dejé Groenlandia y regresé a casa".El joven de 16 años que había dejado Togo, buscando escaparse de un destino adorando serpientes, ahora volvería a su país como un hombre con 28 años de edad y un mundo de historias para compartir con sus allegados. Una de ellas, la historia de la nieve."Para explicarle la nieve a mi abuelo, le dije: 'Atahi, respetado abuelo, imagina que todos los pájaros blancos del cielo de repente perdieran sus plumas'"."Al día siguiente, el abuelo hizo reír a toda la familia al decir que se había soñado con copos de nieve tan espesos que tapaban el sol, y uno de mis tíos le había preguntado: '¿Y qué pasó con esos pájaros que perdieron todas sus plumas? Sin alas, ¿cómo van a poder volar?'"."Por primera vez, la nieve se convirtió en parte de una conversación de nuestra comunidad".Además, gracias a sus experiencias, Tété-Michel se ganó el respeto de sus mayores."Cuando regresé, mi abuelo, mi padre, mis tíos y tías me escuchaban. Me di cuenta de que ellos me habían dado la vida, pero Groenlandia me había convertido en un hombre. Me convertí en una especie de sabio, alguien a quien todos prestaban atención".Al año de volver, Tété-Michel decidió compartir su experiencia con el resto del continente, y se dedicó a hacer un tour por África, en el que contaría lo que había visto en sus viajes al paraíso congelado de Groenlandia.Luego, se mudó a Francia y publicó "Un Africano en Groenlandia", libro que se popularizó y lo lanzó a la fama."Nunca fui a la universidad, pero hoy en día las universidades me invitan a dar charlas. Recibo correos electrónicos de antropólogos y cartas de etnólogos. Mi libro se ha convertido en un modelo para ellos.""He construido un puente entre África y Groenlandia. Hablo de Groenlandia todos los días, es como si nunca me hubiera ido de allí".
COPENHAGE.- "¿Sabes qué necesita Dinamarca? Más sol, palmeras y patines", dice una pelicular petición que circula en internet entre daneses. Se trata de un sitio web satírico que quiere alcanzar medio millón de firmas para, supuestamente, "comprarle" California a Estados Unidos en respuesta a las intenciones del presidente Donald Trump de tomar el control de Groenlandia, territorio semiautónomo que forma parte del Reino de de Dinamarca.El sitio web denmarkification.com describe en su interfaz que su supuesto objetivo es recolectar un billón de dólares. "Eso son solo 200.000 coronas (unos 27.800 dólares) de cada danés"."¡Compremos California a Donald Trump! Sí, has oído bien. California podría ser nuestra y necesitamos tu ayuda para que esto suceda", se lee en broma en la página de inicio.Hasta el momento han sumado más de 210.000 firmas, aunque no está claro cuánto tiempo lleva activa la supuesta petición y quiénes están detrás del sitio web que causa furor en el país europeo."Seamos honestos: Trump no es precisamente el mayor admirador de California. Ha dicho que es 'el estado más arruinado de la Unión' y lleva años enemistado con sus líderes. Estamos bastante seguros de que estaría dispuesto a desprenderse de él por el precio justo".Cuando un usuario firma la petición satírica le aparece un letrero que dice: "¡Genial! Dinamarca está un paso más cerca de comprar California. Para multiplicar tu impacto, comparte a lo largo y ancho para asegurarte de que todo el mundo vea esta campaña".."Es de interés nacional promover el extraordinario patrimonio de nuestra nación, de modo que California se convierta en la Nueva Dinamarca. ¿Los Ángeles? Más bien, Løs Ã?ngeles", afirma la petición que hace referencia a las letras Ã? y Ã?, dos de las tres letras adicionales el abecedario danés del alfabeto latín.Aunque 'Løs Ã?ngeles' es una broma, sí existe una ciudad muy danesa en el condado de Santa Bárbara, en el sur del estado de California. Conocida como "la capital danesa de Estados Unidos", Solvang fue fundada en 1911 por tres inmigrantes daneses que huían de los inviernos gélidos del norte de Europa. La ciudad está totalmente edificada al estilo de dicho país europeo, incluyendo algunos restaurantes, cervecerías y panaderíasLa ciudad es popular entre los turistas, que acuden en masa por sus pasteles Ã?bleskiver, sus molinos de viento escandinavos, su calle principal llamada Copenhagen Drive y, por supuesto, el Museo Hans Christian Andersen en honor al famoso autor danés de cuentos de hadas. La realeza danesa la ha visitado varias veces a lo largo de las décadas.Las intenciones de Trump sobre GroenlandiaEl presidente de Estados Unidos inició su segundo mandato en la Casa Blanca con una declaración en la que no descartó "comprar" Groenlandia o el uso de las fuerzas militares para tomar el control de la isla. Los dichos del mandatario no cayeron bien en el gobierno del gigante ártico: "Groenlandia es para el pueblo groenlandés. No queremos ser daneses, no queremos ser estadounidenses. Queremos ser groenlandeses," dijo el primer ministro Mute Bourup Egede, en una conferencia de prensa junto a Frederiksen el mes pasado en Copenhague.El hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., visitó Groenlandia el mes pasado y dijo a los ciudadanos que "los vamos a tratar bien."En 2019, durante el primer gobierno de Trump, el republicano canceló un viaje a Dinamarca porque la primera ministra, Mette Frederiksen, hizo una declaración "desagradable" al rechazar su idea de comprar Groenlandia en su primer mandato como algo absurdo.Los organizadores de la curiosa petición incluso bromearon con planes para Disneyland, en el sur de California : "Lo llamaremos Hans Christian Andersenland", como el escritor danés autor de los famosos cuestos infantiles El Patito Feo y La Sirenita . "¿Mickey Mouse con un casco vikingo? Sí, por favor".La petición señala que Trump no es un gran admirador del Estado Dorado. El año pasado, lo llamó "Paraíso Perdido" y regularmente se burla del gobernador Gavin Newsom con el apodo de "Newscum".Al final de la petición se lee un descargo de responsabilidad: "Esta campaña es 100% realâ?¦ en nuestros sueños".Agencia AP
La obsesión del presidente de Estados Unidos de adquirir la isla, un territorio autónomo danés, podría chocar con su acelerado deshielo reportado recientemente por científicos británicos. Leer más
Mette Frederiksen sostuvo que "todo el mundo tiene que respetar la soberanía de todos los Estados nacionales".Se mostró dispuesta a que los Estados Unidos tenga una mayor presencia militar en la zona.
Un tema que el flamante presidente de EE.UU. planteó entre sus objetivos.
WASHINGTON.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó anoche en una entrevista que el deseo del presidente Donald Trump de adquirir Groenlandia y retomar el control del Canal de Panamá está impulsado por "legítimos" intereses de seguridad nacional, derivados de la creciente preocupación sobre la actividad e influencia de China en el Ártico y en América Latina.Antes de un viaje a América Central que comenzará en Panamá este fin de semana, Rubio dijo el jueves que no podía predecir si Trump lograría comprar Groenlandia a Dinamarca o restaurar la autoridad estadounidense sobre el Canal de Panamá mientras esté en el cargo. Sin embargo, aseguró que la atención que Trump dará a ambos temas tendrá un impacto.Secretary of State @MarcoRubio on Buying Greenland, His Trip to Panama, and How to End the Russia-Ukraine WarWATCH: pic.twitter.com/dXQT962dm6— Megyn Kelly (@megynkelly) January 31, 2025"Lo que creo que pueden dar por seguro es que, dentro de cuatro años, nuestro interés en el Ártico estará más protegido; nuestro interés en el Canal de Panamá estará más protegido", afirmó Rubio en una entrevista con la presentadora de SiriusXM, Megyn Kelly.Rubio llegará a Panamá el sábado en su primer viaje oficial al extranjero en su calidad de jefe de la diplomacia de Estados Unidos, lo que deja ver la importancia que él y Trump le dan a asegurar el control del canal. Aunque la inmigración será uno de los principales temas de conversación en Panamá y en sus otras escalas, Rubio señaló que el asunto del canal es una prioridad.Las inversiones chinas en puertos, y en otras infraestructuras y facilidades en los extremos del canal en el Pacífico y el Caribe, son motivo de gran preocupación, lo cual deja a Panamá y a la crucial ruta marítima vulnerables a China, advirtió."Ellas se encuentran por todo Panamá", indicó Rubio sobre las compañías chinas, que muchos expertos creen están en deuda con el gobierno en Pekín y ejecutarían órdenes de cortar o limitar el tráfico por el canal en caso de un conflicto con Taiwán o una ruptura no relacionada en las relaciones con Washington."Si durante un conflicto el gobierno de China les dice que cierren el Canal de Panamá, tendrán que hacerlo", observó. "No tengo ninguna duda de que tienen planificación de contingencia para hacerlo, lo cual es una amenaza directa".Thank you to @MegynKellyShow for visiting the @StateDept today. I enjoyed our discussion on what an America First foreign policy will look like, and how the Trump Administration is already achieving goals on behalf of the American people. https://t.co/kKi9bEaka2— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) January 31, 2025Rubio agregó que "si China quisiera obstruir el tráfico en el Canal de Panamá, podría hacerlo", y que eso sería una violación del tratado de 1977 firmado por el expresidente Jimmy Carter, bajo el cual Estados Unidos cedió a Panamá el control del canal en 1999, el cual fue construido por estadounidenses.Hizo eco también de la queja de Trump de que a los barcos estadounidenses se les está cobrando excesivamente por usar el canal, lo que también sería una violación del tratado."No deberíamos estar en una posición de tener que pagar más que otros países. De hecho, deberíamos recibir un descuento o quizás gratis, porque nosotros pagamos por eso (su construcción)", declaró.Horas antes el jueves, el presidente panameño José Raúl Mulino dijo que no habrá negociación con Estados Unidos sobre la propiedad del Canal de Panamá, y que espera que la visita de Rubio se centre en cambio en intereses compartidos como la migración y el combate al narcotráfico.Cuando a Mulino se le preguntó sobre devolver el canal al control de Washington, respondió que es "imposible de negociar", y añadió: "eso está sellado. El canal es de Panamá".Pero Rubio dijo que se hablaría de ello. "Vamos a abordar ese tema", señaló. "El presidente [Trump] ha sido bastante claro de que él quiere administrar el canal de nuevo. Obviamente, a los panameños no les entusiasma esa idea. Ese mensaje ha sido transmitido muy claro".GroenlandiaSobre Groenlandia, dijo que Dinamarca, de la cual Groenlandia forma parte, no tiene la capacidad de defender a Groenlandia de China mientras el país asiático intenta ganar presencia en el Ártico para aprovechar rutas de transporte. Y que dado que Groenlandia ya está cubierta por el pacto de defensa mutua de la OTAN debido a su relación con Dinamarca, tiene sentido que Estados Unidos tenga una mayor presencia y autoridad allí."Si ya estamos comprometidos por tener que hacer eso, bien podríamos tener más control sobre lo que sucede allí. Sé que es un tema delicado para Dinamarca, pero nuevamente es un asunto de interés nacional para Estados Unidos", declaró Rubio.Mientras tanto, la firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos YouGov publicó este viernes una encuesta, que compartió exclusivamente con The Guardian, que encontró que casi la mitad de los daneses ahora considera a Estados Unidos como una amenaza considerable para su país, y que el 78% se opone a la venta de Groenlandia.La encuesta, realizada a poco más de 1000 personas en Dinamarca entre el 15 y el 22 de enero, encontró que el 46% consideraba a Estados Unidos como "una amenaza muy grande" o "una amenaza bastante grande" para Dinamarca. Este porcentaje es superior al de quienes consideraban una amenaza a Corea del Norte o Irán, con un 44% y un 40%, respectivamente. Sin embargo, la percepción de amenaza por parte de Rusia sigue siendo significativamente mayor, ya que el 86% de los encuestados afirmó que considera a Moscú una amenaza.Entre los encuestados, el 78% dijo oponerse a la venta de Groenlandia a Estados Unidos, aunque el 72% afirmó que la decisión final debería ser de Groenlandia y no de Dinamarca.Los resultados de la encuesta se dan en una semana en la que la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, realizó una gira por Berlín, París y Bruselas para reforzar el apoyo frente a las amenazas de Trump sobre Groenlandia, luego de una llamada con el presidente estadounidense que, según informes, fue "horrenda".Frederiksen afirmó que Europa debe unirse ante el cambio en las relaciones con Estados Unidos. "Quiero asegurarme de que toda Europa se mantenga unida. No solo en relación con el reino de Dinamarca, sino también de manera más amplia", declaró."Todos en Europa pueden ver que la colaboración con EE.UU. será diferente ahora", añadió.Con información de AP
WASHINGTON.- Cuando el presidente Donald Trump mencionó por primera vez la posibilidad de adquirir Groenlandia en 2019, parecía una broma. La idea fue rechazada por Dinamarca, a la que la isla autónoma todavía pertenece. En ese momento, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, calificó las aspiraciones de Trump de comprar el territorio como "absurdas", una reacción que el presidente estadounidense consideró "desagradable" y que lo llevó a cancelar una visita planificada a Copenhague. Su quijotesca búsqueda desapareció del ciclo de noticias en cuestión de semanas, convirtiéndose en otro episodio curioso dentro del tumultuoso primer mandato de Trump.Pero el anhelo de Trump por Groenlandia volvió a la agenda ahora que comenzó su segundo mandato. Y esta vez, no parece dispuesto a abandonar sus ambiciones con facilidad.Trump insistió en que Estados Unidos debería ejercer control sobre el territorio, tanto por su posición estratégica en un Ártico en deshielo, donde China y Rusia también tienen intereses crecientes, como por la riqueza de recursos naturales que se cree que yacen bajo los lechos marinos y los terrenos helados de Groenlandia. Cuando Donald Trump Jr. apareció este mes en Groenlandia en un acto publicitario, su padre prometió en una publicación en redes sociales "Hacer Groenlandia grande de nuevo". Desde entonces, Trump ha presentado la "compra" estadounidense de Groenlandia como "una necesidad absoluta" para la seguridad de Occidente y, el sábado, en una charla con periodistas, afirmó: "Creo que la vamos a tener".Antes de su investidura, Trump y Frederiksen sostuvieron una extensa conversación telefónica que sorprendió a los diplomáticos en Copenhague. Según informes, Trump pareció desestimar las ofertas de su homóloga danesa sobre una mayor cooperación en seguridad y economía. "Fue horrible", dijo un alto funcionario europeo al Financial Times. Otra fuente anónima citada por el periódico británico agregó: "Fue muy firme. Fue un balde de agua fría. Antes era difícil tomarlo en serio. Pero ahora sí creo que es serio, y potencialmente muy peligroso".Frederiksen ya no trata la retórica de Trump como una broma. "Nunca en mi vida nos encontramos en un momento tan difícil como ahora", afirmó, según medios daneses, refiriéndose tanto a la coyuntura en Europa debido a la guerra de Rusia en Ucrania como al regreso disruptivo de Trump. "Solo hay una manera de salir adelante, y es con una cooperación europea cada vez más estrecha y fuerte".Esta semana, Dinamarca anunció un paquete de gasto militar de poco más de 2000 millones de dólares para sus territorios del norte, incluyendo Groenlandia y las Islas Feroe, que contempla, entre otras cosas, tres nuevos barcos árticos y más drones de largo alcance. Y el martes, Frederiksen emprendió una gira relámpago por las capitales europeas, reuniéndose con los líderes de Francia, Alemania y la OTAN en un intento por reforzar el apoyo político. Las declaraciones resultantes de estas reuniones evitaron cuidadosamente mencionar a Trump o el estatus recién disputado de Groenlandia, pero el mensaje subyacente era evidente."Este es un mensaje muy, muy claroâ?¦ que, por supuesto, debe haber respeto por el territorio y la soberanía de los Estados", declaró Frederiksen tras reunirse con el presidente francés Emmanuel Macron. "Este es un pilar fundamental de la comunidad internacional, la comunidad que hemos construido juntos desde la Segunda Guerra Mundial".El canciller alemán Olaf Scholz, quien se reunió con Frederiksen el mismo martes, lamentó ante los periodistas que "los tiempos en los que vivimos son desafiantes" y advirtió que "las fronteras no deben moverse por la fuerza". Para subrayar el punto, añadió en inglés: "To whom it may concern" (A quien corresponda).Denmark and Germany are close friends and work together closely. Along with our NATO partners we are strengthening the security of the Baltic Sea and our critical infrastructure. Dear Mette, it's good to have such partners - mange tak! @Statsmin pic.twitter.com/V8zAWOPDWL— Bundeskanzler Olaf Scholz (@Bundeskanzler) January 28, 2025Trump y sus aliados no contemplan una invasión de Groenlandia. Estados Unidos ya mantiene una importante base aérea en la isla y espera fortalecer su presencia militar allí, en paralelo con los gobiernos europeos aliados, mientras Rusia y China expanden su influencia en el Ártico. En cambio, Trump busca la aquiescencia de Copenhague en algún tipo de acuerdo, presentando la adquisición del territorio por parte de EE.UU. como un acto de generosidad para liberar a Dinamarca de la carga de administrarlo.No sería la primera vezExisten numerosos precedentes históricos. Los políticos estadounidenses han puesto la mira en Groenlandia durante más de un siglo y medio. William Seward, el secretario de Estado de EE.UU. que compró Alaska en 1867, estuvo cerca de concretar un acuerdo similar para Groenlandia, pero sus rivales políticos en el Congreso frustraron la operación. Con ambos territorios del norte incorporados a Estados Unidos, Seward sugirió que esta nación continental "flanqueará a la América británica por miles de millasâ?¦ y aumentará enormemente sus incentivos, de manera pacífica y alegre, para convertirse en parte de la Unión Americana". Es decir, consideraba que comprar Groenlandia sería un paso previo para absorber Canadá, una visión que Trump tampoco ha descartado del todo.En 1917, bajo la presidencia de Woodrow Wilson, Estados Unidos compró lo que entonces eran las Indias Occidentales Danesas (actuales Islas Vírgenes de EE.UU.) a Dinamarca. La decisión estuvo impulsada por preocupaciones geopolíticas: Washington quería consolidar su control sobre el acceso al recién inaugurado Canal de Panamá y evitar una posible expansión alemana en el Caribe en caso de que Dinamarca fuera anexada por el vecino Imperio del Káiser.En sus relaciones tanto con adversarios como con aliados, Trump parece decidido a revivir el espíritu de aquella era de política imperialista y de grandes potencias, sin importar las normas establecidas tras la Segunda Guerra Mundial ni las alianzas transatlánticas construidas en el último siglo. Ya ha amenazado a una creciente lista de países â??desde Taiwán hasta Colombia y muchos otrosâ?? con aranceles punitivos en un intento por obtener concesiones."Este es un ejercicio agresivo del poder económico de EE.UU. como no se había visto en mucho tiempo, al menos no en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial", dijo John Creamer, exdiplomático con más de 35 años de experiencia y exsubsecretario adjunto de Estado, a mis colegas.Referéndum de independenciaEl caso de Dinamarca no se ve favorecido por la ambivalencia de los groenlandeses. Aunque una reciente encuesta reveló que el 85 % de los habitantes de Groenlandia se oponen a unirse a Estados Unidos, gran parte de la clase política del territorio no está conforme con el statu quo y favorece una independencia total. En su discurso de Año Nuevo, el primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, denunció "las cadenas de la era colonial", en referencia a la población de la isla, de menos de 60.000 habitantes, compuesta en su mayoría por inuit indígenas que durante décadas han ocupado una posición incómoda en la periferia de Copenhague.Greenland's Prime Minister Múte Egede reacts to Trump: We want to be clear that we don't want to be Americans. We don't want to be a part of the U.S. But we want a strong cooperation together with U.S. pic.twitter.com/RhehjhPsTk— Republicans against Trump (@RpsAgainstTrump) January 17, 2025Las autoridades danesas, incluida la primera ministra, han insistido en que "Groenlandia es para los groenlandeses", pero Egede podría impulsar un referéndum de independencia en los próximos meses. Trump podría estar calculando que una Groenlandia independiente estaría más inclinada a alinearse con Estados Unidos."Depende de hasta dónde quiera llevarlo Trump", dijo Jorgen Boassen, un conocido seguidor groenlandés del expresidente, a mi colega William Booth este mes, mientras decenas de periodistas occidentales recorrían la remota capital de la isla, Nuuk. Boassen sugirió que Groenlandia podría obtener la independencia "y luego hacer nuestro propio trato".En Washington, algunos aliados de Trump están adoptando la idea con entusiasmo. El representante Andrew Ogles (republicano de Tennessee) presentó este mes la ley "Hacer Groenlandia grande de nuevo", que instaría al Congreso a respaldar las negociaciones de Trump para adquirir el territorio.Adelantándose a los acontecimientos, la conservadora Heritage Foundation sugirió que Groenlandia podría obtener un estatus similar al de otros territorios cuasicoloniales como Guam o Puerto Rico, o convertirse en un "estado libre asociado" como la república archipelágica de Palaos, que depende de Estados Unidos para su defensa y vota en sintonía con Washington en las Naciones Unidas.Lo que Groenlandia no debería recibir de Estados Unidos, advirtieron los académicos del think tank Hans von Spakovsky y Victoria Coates, es la condición de estado. Eso "garantizaría la adición de dos demócratas al Senado y al menos un demócrata a la Cámara, y casi con certeza serían socialistas al estilo europeo", escribieron. Trump y su círculo pueden valorar Groenlandia, pero no están tan seguros de querer a sus votantes.
La población de Groenlandia se opone abrumadoramente a abandonar el reino danés y pasar a ser estadounidenses, un golpe a la insistencia del presidente Donald Trump de que la isla esté dispuesta a anexionarse. Leer más
COPENHAGUE.- La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, se reunió con líderes europeos con el fin de unificar la política de la Unión Europea (UE) en temas de defensa, frente al interés de Donald Trump de anexar Groenlandia, pero sin confrontar abiertamente con el presidente estadounidense. Asimismo, el gobierno danés aprobó inversiones con el fin de reforzar la seguridad de Groenlandia y las Islas Feroe."No tengo motivos para creer que exista una amenaza militar contra Groenlandia o Dinamarca", afirmó Frederiksen a los medios, al margen de una reunión en Bruselas con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Ambos acordaron que los aliados deben centrarse en reforzar las defensas en el Ártico, dijo una fuente conocedora de las conversaciones.En declaraciones recientes, Trump había expresado su interés de anexar Groenlandia a Estados Unidos, al afirmar que no descartaba el uso de la fuerza militar o la aplicación de aranceles para tomar la isla ártica, cuya política exterior y defensa está a cargo de Dinamarca. Uno de los hijos del presidente estadounidense, Donald Trump Jr, viajó a Groenlandia el 7 de enero con una comitiva, aunque se informó que era un viaje privado.In herausfordernden Zeiten sind enge Allianzen & echte Freundschaften noch wichtiger. Gut, dass wir von beidem so viele haben!Abendessen bei ð??©ð??° @Statsmin Mette Frederiksen zuhause mit nordischen Kollegen ð??«ð??® @alexstubb, ð??³ð??´ @jonasgahrstore & ð??¸ð??ª @SwedishPM Ulf Kristersson. pic.twitter.com/nKf9Pn1c1W— Dänische Botschaft in Deutschland (@Daenemark_in_DE) January 27, 2025El domingo por la noche, Frederiksen compartió una foto en las redes sociales mientras cenaba con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre; el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, y el presidente finlandés, Alexander Stubb, en una muestra de unidad de los países nórdicos.Luego, la primera ministra emprendió una gira por varias ciudades europeas, en preparación para la cumbre de líderes de la UE que se realizará el próximo lunes con el fin de discutir la defensa del bloque, incluyendo su financiamiento y las nuevas capacidades militares.En paralelo, el gobierno danés anunció el lunes por la noche un acuerdo de alrededor de casi 2000 millones de dólares para "mejorar las capacidades de vigilancia y mantenimiento de la soberanía en la región", lo cual beneficiaría a Groenlandia y a las Islas Feroe, que tienen el mismo estatus. Las inversiones anunciadas incluirán tres nuevos barcos para el Ártico que pueden transportar helicópteros y drones, dos drones de largo alcance que pueden adquirir imágenes detalladas a largas distancias y una "capacidad satelital" mejorada para monitorear el Ártico y el Atlántico norte. Los anuncios también incluyen un plan para combatir el racismo contra los groenlandeses en Dinamarca.En su anuncio sobre la región del Ártico y el Atlántico Norte, el Ministerio de Defensa danés indicó que las partes acordaron negociar un segundo pacto en la primera mitad de este año, que se centrará en fortalecer la disuasión y la defensa. "Debemos enfrentar el hecho de que hay desafíos graves respecto a la seguridad y la defensa en el Ártico y el Atlántico Norte", apuntó el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen. "Por esta razón, debemos fortalecer nuestra presencia en la región", añadió.El ministerio apuntó que garantizar que las inversiones apoyen los empleos locales y las empresas en Groenlandia e Islas Feroe será "un punto focal". Vivian Motzfeldt, ministra de Estado y Asuntos Exteriores de Groenlandia, dijo que estaba "contenta con los pasos que estamos dando hacia una mayor seguridad en y alrededor de Groenlandia" con el acuerdo. El gobierno de Groenlandia ha insistido en que el territorio no está en venta, pero que está abierto a la cooperación.Reunión en BerlínLuego de reunirse en Berlín con su par alemán, Frederiksen participó de una conferencia de prensa conjunta con el canciller Olaf Scholz, quien afirmó que "las fronteras no deben ser movidas por la fuerza". Después de hablar sobre la invasión rusa de Ucrania en 2022 y cómo "la inviolabilidad de las fronteras es un principio fundamental del derecho internacional", Scholz afirmó: "El principio debe aplicarse a todos. Lo dejé claro este punto que ya remarque hace unos días. Las fronteras no deben moverse por la fuerza". Y al cambiar al idioma inglés, agregó: "To whom it may concern", lo que se traduciría como "A quien corresponda", en alusión a Trump, aunque sin nombrarlo.Frederiksen dijo que Europa se enfrenta actualmente a una "realidad más incierta" que requiere una mayor cooperación: "Necesitamos una Europa más fuerte y más resuelta que se mantenga cada vez más por sí misma, capaz de defender y promover Europa y los intereses europeos. Quiero asegurarme de que toda Europa se mantenga unida. No solo en relación con el reino de Dinamarca, sino también en un sentido más amplio"."Tenemos que asumir más responsabilidad por nuestra propia seguridad", dijo la premier danesa, al responder al pedido de Trump de que Europa contribuya más a la defensa regional.Reunión en ParísLa primera ministra danesa también hoy viajó a París donde se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron. Tras la reunión Frederiksen dijo que "los líderes políticos de Europa, y de fuera de ella, han dado su pleno respaldo al mantenimiento del respeto de las fronteras internacionales. El mensaje claro de los amigos de los países nórdicos y de Europa, y también de fuera de Europa, es que, por supuesto, debe haber respeto por los territorios y la soberanía de los Estados. Esto es crucial para la comunidad internacional que hemos construido juntos desde la Segunda Guerra Mundial".Cumbre de líderes de la UELa cumbre de líderes de la UE que se llevará a cabo el próximo lunes, donde se discutirá fundamentalmente el tema de defensa del bloque, se dará en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania y del retorno de Trump a la Casa Blanca, quien desde su campaña presidencial viene argumentando que los estados que integran la OTAN deben contribuir más. Los países miembro deben aportar al menos el 2% del PBI en defensa, un compromiso que muchos no cumplen. Incluso Trump llegó a decir que Rusia puede "hacer lo que diablos quiera" a los países de la OTAN que no gastan lo suficiente en su propia defensa.La estrategia deliberada de la UE, y de Dinamarca, es unificar su posición y su discurso, pero sin confrontar directamente con Trump para no escalar el enfrentamiento. Según el diario inglés The Guardian, funcionarios de la UE han informado que la idea es evitar nombrar a Trump y a Groenlandia, y no caer en la retaliación. "Uno de los desafíos de la nueva administración será la respuesta unificada [de la UE], pero también saber cuándo responder", añadió la fuente citada por el diario.Agencias AP y Reuters
El presidente de Estados Unidos continúa con su ambición imperialista de anexar el territorio autónomo danés. El "susto" de los isleños y la advertencia de la Unión Europea. Leer más
Fuentes del gobierno danés dijeron al diario Financial Times que ambos líderes se cruzaron en una llamada "acalorada".El trasfondo de una idea que parece extravagante pero inquieta a varios países de Europa.
La isla de América del Norte fue descubierta a partir de expediciones, y su autonomía continúa siendo un deseo para todos sus habitantes.
La creciente militarización de Rusia y China en el Ártico preocupa a Estados Unidos, que busca consolidar su influencia mediante una eventual compra del territorio
Su visita, tuvo lugar días después de que el presidente electo se negó a descartar el uso de acciones militares o económicas para tomar el control del territorio danés semiautónomo. Leer más