La recompra de Letras Intransferibles que efectuó el Tesoro a la entidad monetaria por USD 12.000 millones garantiza el cumplimiento de la meta neta exigida por el FMI. Los activos externos podrían aumentar por otras vías
El acuerdo firmado entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sorprendió favorablemente tanto por el monto del programa (US$20.000 millones), como porque el 75% de ese total se recibiría dentro del primer año. Junto con el aporte de otros organismos internacionales eso blinda al techo de la banda cambiaria porque el mercado sabe que el Banco Central (BCRA) tiene munición suficiente para evitar que pase de ese nivel y, dado eso, antes de que toque el techo habrá incentivos para que inversores que apuesten al carry trade ingresen divisas para hacerse de pesos que rendirían más que el 1% de depreciación mensual que pasa a ser relevante en caso de que se llegue a tocar tal techo. Pero la discusión más interesante para los próximos meses es si el tipo de cambio se acercará al piso de la banda. De hecho, el Gobierno ha anunciado que el BCRA sólo comprará divisas si se alcanza ese piso. En los primeros meses de flotación tiene alguna importancia que la misma no termine en una fuerte depreciación del peso. Pero la intención de comprar divisas sólo en el piso de la banda no parece que sea lo que tenían in mente los funcionarios del FMI. En primer lugar, si se lee el punto 24 del reporte 25/95 se destaca que la flexibilización cambiaria le permitiría a la Argentina recomponer reservas en forma decisiva, limitar riesgos de una apreciación y reganar acceso al mercado internacional y luego se menciona que el peso flotará con compras de divisas dentro de la banda consistentes con los objetivos de acumulación de reservas. La meta de acumulación de reservas es exigente. De hecho, se prevé que a finales de 2030 las netas deberán ser de US$79.000 millones lo que supone una mejora de algo más de US$80.000 millones en sólo seis años (ver, por ejemplo, Tabla 2 de la página 47 del reporte).En segundo lugar, y por más que sean proyecciones de los funcionarios del FMI, el tipo de cambio que utilizaron para finales de cada período no es el del piso de la banda sino uno que se ubica algo por encima del medio de la banda. El tipo de cambio utilizado puede inferirse cuando se reporta una misma variable en pesos y dólares como se hace en la tabla 5.a (del reporte del organismo). En tercer lugar, si el tipo de cambio se moviera siempre en el piso de la banda de flotación la apreciación se volvería difícil de sostener. Utilizando la proyección de caída del piso de 1% al mes y la inflación prevista por el FMI en la Tabla 1 de su reporte el tipo de cambio real bilateral de la Argentina perforaría los 400 pesos por dólar de hoy en 2030. Es evidente que los compromisos y, sobre todo, las proyecciones pueden variar, pero de todas maneras el piso de la banda actual no parece ser consistente con el nivel de equilibrio de largo plazo, más allá de que el tipo de cambio pueda ubicarse allí, circunstancialmente, en las próximas semanas. También puede inferirse de las proyecciones de los equipos técnicos del FMI que se prevé una remonetización de la economía en pesos que sería consistente con que se cumpla buena parte de la meta de acumulación de reservas vía compras en el mercado que abastecerían ese aumento en la demanda de pesos. Así se espera que la base monetaria aumente algo más de $ 90.000 miles de millones entre finales de 2024 y finales de 2030 (de 5.1% a 8.3% del PBI).Ello no evita que pueda expandirse el crédito al sector privado, pero gracias a la evolución prevista de los depósitos en pesos del sector privado que se espera aumenten $155.000 miles de millones, una cifra más o menos igual que la expansión prevista en los préstamos en moneda local. Así los depósitos en pesos pasarían de 13.8% a 15.7% del PBI y los créditos en pesos de 11.4% a 14.5% del PBI en esos seis años. En cambio, los depósitos en dólares crecerían sólo un 34% en ese mismo lapso (manteniéndose prácticamente sin cambios, medido como porcentajes del PBI).Se prevé también un "crowding in" a partir de una reducción nominal en los créditos que el sistema financiero tiene con entidades gubernamentales. No es claro el papel que jugaría la reciente transferencia de utilidades del BCRA al Tesoro pero, en la medida en que se deban utilizar, aparecería un efecto monetario que sería equivalente a cancelar deuda doméstica con una parte del señoreaje, en lugar de utilizarlo por completo para acumular divisas. Finalmente, algunos comentarios sobre el tipo de cambio real. Es evidente que una economía más ordenada será más cara en dólares que una con desorden macroeconómico. Pero también es evidente que la oferta de productos transables (exportables y que sustituyan importaciones) tiene alguna sensibilidad al precio que depende, entre otros factores, del tipo de cambio real. Y hay que tener en cuenta el contexto internacional; con proyecciones pesimistas sobre el precio de las commodities para 2025 y 2026 no parece prudente dejar apreciar tanto el tipo de cambio real.En el reportaje que Luciana Vázquez le hizo al profesor Sebastián Edwards se recordó la decisión del gobierno de Chile post crisis de 1981 de evitar una apreciación marcada en el tipo de cambio real para que la oferta de transables creciera más rápido, aun cuando ello hizo más lenta la reducción de la tasa de inflación. No todas las experiencias del pasado pueden extrapolarse al presente, pero vale la pena analizar uno de los ejemplos más exitosos de crecimiento y desinflación.Otro punto a tener en cuenta es la literatura de la enfermedad holandesa y la sugerencia de crear fondos de ahorro. El "problema" aparece cuando se descubre un producto que aumenta en forma importante las exportaciones. La gran entrada de divisas aprecia el tipo de cambio real y ello afecta negativamente al resto de actividades transables. Para morigerar el problema se sugiere crear fondos como el del cobre en Chile o del petróleo en Noruega que ahorran los excedentes que se generan cuando los precios superan a los de largo plazo. Nótese que el objetivo no es evitar una apreciación del tipo de cambio real sino los efectos que la volatilidad de los precios de las commodities puede tener sobre la oferta del resto de transables. Y esto ocurre porque la oferta del resto de exportables o de los sustitutos de importaciones no puede expandirse automáticamente. Por ejemplo, si por costos "altos" se pierde la posibilidad de ampliar una planta de exportación a expensas de las ubicadas en otros países, si luego bajan los costos en dólares puede ser demasiado tarde. Y nuevas actividades transables pueden demorar su lanzamiento si los costos son "demasiado altos" en dólares. La baja de la inflación es un logro de la política económica actual y va a continuar en un escenario de flotación si se mantiene la disciplina fiscal y monetaria, pero evaluar que puede ser conveniente que el BCRA intervenga antes de que se toque el piso de la banda cambiaria (por ejemplo, con volúmenes preanunciados que aumentan a medida que nos acercamos al piso) no parece un retroceso sino más bien una solución pragmática a la necesaria acumulación de reservas que prevé el programa recientemente acordado con el FMI.
Los depósitos a la vista en moneda local y extranjera aceleraron el aumento desde mediados de abril. Subieron el consumo de bienes durables y las liquidaciones del agro
Federico Furiase precisó cómo se articula el actual régimen cambiario con los objetivos de política monetaria y la estrategia para enfrentar vencimientos
La comparación entre los esquemas de 2018 y 2025 revela avances en disciplina fiscal, credibilidad y sostenibilidad política, pero persisten riesgos estructurales
Problemas climáticos y bajos precios provocaron una caída en la producción de leche del 6% interanual en 2024. El problema comenzó en la primavera de 2023 y determinó que al final del año pasado quedaran en el camino 600 tambos, según datos de Dairylando. Esa reducción de la producción obligó a las usinas a aumentar los precios para conseguir leche en 2025, con valores que llegaron a más de 40 centavos de dólar por litro, muy por encima de los registros históricos. "Mejor a los últimos años": se aceleran las compras de insumos para el trigo y en las empresas del sector hay optimismoSin embargo, luego se empezaron a deteriorar mes a mes al correr detrás de la inflación y en abril se ubicaron por debajo del promedio histórico, aunque todavía permiten desarrollar el negocio. En tanto, los recientes anuncios de flotación del tipo de cambio no provocaron modificaciones en la ecuación económica de los productores. En 2025, la actividad enfrenta amenazas. Una de ellas son los elevados alquileres que se deben pagar. "Si no bajan y se mantienen en quintales de soja, se habrán visto encarecidos respecto de un año atrás en el tambo porque se redujeron los derechos de exportación", advirtió Diego Curat, director de la consultora AZ-Group."Adecuarse". El Gobierno estableció un nuevo método para fijar los precios FOB de las exportaciones agrícolas: qué dice la resolución"Tranqueras afuera la exportación está complicada y debió reducirse en volumen por un tipo de cambio oficial no competitivo, combinado con menor demanda de China y simultánea devaluación de la moneda en Brasil para favorecer sus embarques", añadió.Decisiones empresarias muy pensadasEn este contexto, con números finales más ajustados que a principios de año, habrá trabajar sobre la productividad y revisar la estructura de costos de cada empresa, sobre todo de los gastos directos que impactan sobre aquella. También se deberán analizar las relaciones insumo/producto y aprovechar los costos que han aumentado menos que la inflación. Por ejemplo, se muestran relaciones insumo/producto desfavorables para la actividad, como leche/gasoil y leche/salario. Así, por ejemplo, los datos indican que en marzo de este año se necesitaban 1696 litros de leche para pagar un salario rural versus 1567 del promedio histórico.Se presenta la situación contraria con relaciones favorables entre la leche y la siembra de pasturas, y entre la leche y la compra de urea. Por ejemplo, en marzo de 2025 se necesitaban 714 litros de leche para sembrar una hectárea de pastura versus 810 de la serie histórica. Para comprar urea la situación era aún más favorable: en marzo se podía adquirir una tonelada del fertilizante con 1246 litros de leche versus 1902 del promedio de los últimos años.En otro orden, Curat resaltó que "será preciso analizar cómo hacer más competitivas las producciones de cada empresa lechera con equipos profesionalizados, procesos estudiados y conocimiento de clientes y proveedores". Para hacer más eficientes y competitivas las producciones se requerirán mayores inversiones en implementación de tecnología -selección de animales por mayor eficiencia de conversión de alimento en leche, incorporación de collares, manejo de la robótica, etc.- y prepararse para un cliente externo que requerirá cada vez más cuidados en el ambiente y en los animales para elegirnos.Hacia adelante"A lo largo de los años, los tamberos argentinos han sabido producir bien y generar rentabilidad en sus empresas. No tenemos dudas que en este escenario seguirá ese proceso, con un sector acostumbrado a trabajar diariamente en la generación de eficiencia", proyectó el directivo.Según Curat, la perspectiva para el año es que en el otoño e invierno es un momento del año donde tiene más fuerza la producción que la industria, lo que impide bajas importantes de precios. Pero, al acercarse la primavera, es previsible que la mayor producción cambie las relaciones de poder y los precios se debiliten, porque va a sobrar leche y la exportación continuará enfrentando problemas para sostener su actividad.En el contexto descripto, para lo inmediato, con la perspectiva de precios de la leche que pierden valor gradualmente en términos constantes, las decisiones deberían apuntar a la reducción de costos y a la compra de insumos que han aumentado menos que el precio de la leche, con una búsqueda de la eficiencia en todos los ítems del sistema, para aumentar la productividad. Más allá de la coyuntura, la actividad tiene por delante perspectivas alentadoras, en función de que la leche en polvo cotiza internacionalmente por encima de los 4300US$/t, de que la demanda por lácteos es creciente en el mundo, de que de que se eliminaron los Derechos de Exportación (DEX) y de que se prevé una recuperación del consumo interno a medida que se mejore el poder adquisitivo de los salarios.Entonces, con ese marco, se justifican inversiones en tecnologías que tornen más competitivas a la producción y a las empresas, cualquiera sea el sistema de producción elegido (pastoril, semiintensivo, estabulado, etc.).
"En Chile, el equipo inicial de los Chicago boys tuvo una obsesión por llegar a un dígito muy rápido y se produjo un atraso cambiario bestial que terminó en una crisis muy profunda en 1982", dice. "El nuevo equipo de Chicago boys no tuvo la obsesión de la inflación de un dígito. Prefirió que no hubiera atraso cambiario y estuvo dispuesto a convivir con una inflación del 20 o 25 por ciento por año siempre que la economía creciera al 6 o 7 por ciento por año", detalla. "En Chile, la flotación entre bandas demoró unos 10 años en bajar la inflación a dos dígitos, y otros 10 años para bajarla a un dígito", desarrolla. "Con Allende, la inflación era del mil por ciento. A fines de los 70, la pobreza en Chile era del 60 por ciento y la inflación, del 400 por ciento. En la segunda o tercera década del siglo XXI, Chile llega a tener inflación de 4 o 5 por ciento por año y niveles de pobreza de 6 por ciento por año: ése es el gran avance de Chile", subraya. "Si este programa resulta y la Argentina tiene éxito, va a ser imparable", enfatiza y agrega. "Eso va a poner presión sobre el dólar hacia abajo y se va a apreciar el peso. Hay que empezar a pensar cómo manejar ese momento. Si entra todo el dinero de golpe, el peso se aprecia de golpe y muchos emprendimientos de exportación quiebran. Eso es lo que Chile logró manejar con mucho éxito", compara. "La Argentina tiene una larga historia de discusión y de análisis muy profundo sobre el tema del atraso cambiario. Están los trabajos de Roque Fernández, de Carlos Alfredo Rodríguez, de un joven Pablo Guidotti, de Pedro Pou, Mario Blejer: toda gente de primerísimo nivel. O la gente de Fiel", señala e insiste: "Hay que tomar ese acervo de conocimiento para poder pensar qué hacer en los próximos meses". Con Allende, la inflación era del mil por ciento. A fines de los 70, la pobreza en Chile era del 60 por ciento y la inflación, del 400 por ciento. En la segunda o tercera década del siglo XXI, Chile llega a tener inflación de 4 o 5 por ciento por año y niveles de pobreza de 6 por ciento por año: ése es el gran avance de Chile"Cuando la banda es vulnerable hacia arriba, lo que tiene que hacer el Banco Central es vender dólares, pero no tiene dólares infinitos", alerta. "Por eso hay dos cosas muy importantes que ha hecho el gobierno argentino. Primero, déficit cero, es decir, superávit fiscal. En segundo lugar, un préstamo de un programa con el Fondo que está muy bien diseñado, muy bien negociado", señala. "Para evitar la apreciación del peso junto con el dólar, Chile definió la banda con una canasta de monedas", compara. "Dentro del libre mercado, Chile y Perú posiblemente tienen las políticas más libertarias. Y ahora la Argentina está moviéndose en esa dirección, o quizás incluso, la está superando", observa. "Chile pasó de tener un coeficiente GINI muy alto, 0.50, a uno de 0.43 o menos: mientras más alto, más desigual. Se redujo la desigualdad pero sigue siendo el segundo país más desigual de los países de la OCDE", advierte. "En Chile, los Chicago boys descuidaron completamente el tema de la desigualdad", cuestiona. "Pensaban que si la pobreza desaparece, no es importante cuál sea la desigualdad. Pero esa idea es un gran error. Cuando la economía se desacelera, la desigualdad empieza a notarse", analiza. "El equipo económico de la democracia estaba liderado por un economista extraordinario, Alejandro Foxley, que durante la dictadura había sido un líder de la oposición a los Chicago boys", cuenta. "Pero Foxley entendió que el modelo de los Chicago boys tenía éxito y la economía estaba creciendo hacía tres o cuatro años al 6 o 7 por ciento. En vez de seguir oponiéndose al modelo de los Chicago boys, Foxley lo adopta con ciertos cambios en la política social", concluye. El respetado economista chileno Sebastián Edwards estuvo en La Repregunta desde Estados Unidos, donde vive hace cuarenta años. Edwards es doctor en Economía por la Universidad de Chicago. Es profesor titular de la cátedra Henry Ford de Economía Internacional en la Universidad de California, en Los Ángeles. El foco de su trabajo es macroeconomía, economía internacional y desarrollo económico. Fue economista jefe para América Latina del Banco Mundial y asesor económico del exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, junto a Milton Friedman. Es autor de El proyecto Chile. La historia de los Chicago Boys y el futuro del neoliberalismo, entre otros. Flotación entre bandas, ¿el camino para bajar la inflación? El doble miedo, devaluación vs atraso cambiario. Un problema futuro: ¿cómo puede afectar la entrada de dólares de golpe y en cantidad? Los Chicago boys y el modelo chileno. ¿Friedman vs. Pinochet? El vínculo entre libre mercado y democracia. Logros y deuda del libre mercado chileno. Desigualdad versus pobreza: cómo Chile bajó la desigualdad pero todavía no alcanza. Libertarios y desigualdad. Libre mercado, ¿la nueva hegemonía en América Latina? Lecciones para la Argentina de Milei. Edwards hizo su análisis. Aquí, la entrevista completa.Flotación entre bandas, ¿cómo funcionaron en Chile y qué lecciones deja para la Argentina?-El tema es la flotación entre bandas, una flotación con un cierto acotamiento de la libertad en el precio del dólar. Se implementó en Chile en la década del '80 y '90, y hay economistas argentinos que comparan al actual proceso argentino con aquel proceso chileno. ¿Podría describir en qué contexto se tomó esa decisión y qué problemas tenía Chile en su macroeconomía en aquel momento? -Sí, Chile tuvo esa experiencia. No fue el primer país del mundo. Antes de adoptar el euro, la Unión Europea tuvo unas bandas que se llamaban "la serpiente", dentro de la cual se movían los tipos de cambio. Pero eran unas bandas muy estrechas. Chile tiene una historia muy parecida a la de la Argentina hasta cierto punto. En los años '70s la inflación era muy alta. Ahí se adoptó la estrategia de la tablita, muy similar a la de Martínez de Hoz en la Argentina. Y eso resultó en un tremendo fracaso, con una mega devaluación a principios de los '80, en 1982, y con un período de penuria muy grande y un aumento de la inflación. Ahí se dio un cambio de equipo económico: de un equipo de Chicago boys tradicionales y ortodoxos por Chicago Boys también, con la misma visión pro mercado, pero jóvenes, que fueron mucho más pragmáticos. Ellos lograron que la economía chilena se mantuviera con una inflación en torno al 20 o 25 por ciento cuando termina la dictadura. -¿A cuánto llegaba esa inflación alta de Chile a fines de los '70 y principios de los '80, y a qué niveles de pobreza?-Cuando termina el gobierno del doctor Salvador Allende, que es derrocado en un golpe de Estado muy cruento en septiembre del año 73, la inflación superaba el 1000 por ciento por año. Anualizada en un período de seis meses, era como de 1500 por ciento. Además, había mercados negros generalizados y era muy difícil encontrar muchos productos. Si uno tomaba los precios del mercado negro donde había transacciones, la inflación era casi de 2 mil por ciento por año. Una vez que empieza la dictadura, baja un poco la inflación, pero queda estancada en torno a 400 por ciento por año. Es ahí donde se adopta la tablita. -¿Y los niveles de pobreza? -En esa época, no se medía la pobreza como se mide ahora. Pero el cálculo es de una pobreza del 60 por ciento en ese momento. Saltamos adelante, en la segunda o tercera década del siglo XXI, Chile llega a tener inflación de 4 o 5 por ciento por año y niveles de pobreza de 6 por ciento por año: ése es el gran avance de Chile. Entremedio, se recurrió a una banda cambiaria que tuvo mucho éxito. Fue bien administrada. Pero hay que entender que fue adoptada en una situación diferente a la Argentina. Y no hay que olvidarlo.-¿Cuál es esa situación diferente? -Sigo a la Argentina con mucho interés. La preocupación de muchos analistas argentinos, al menos inicialmente, es que la banda argentina que se acaba de implementar pueda ser vulnerada hacia arriba, que se deprecie el peso y sobrepase el límite superior. Cuando Chile adopta la banda, la preocupación era que se vulnerara la banda hacia abajo, que el peso se fortaleciera demasiado y por tanto, hiciera que las exportaciones dejaran de ser competitivas en un país que había apostado a cambiar de modelo hacia un modelo exportador. La gran preocupación era evitar esta vulneración de la banda hacia abajo. Ahora, las bandas son asimétricas. Evitar que se vulnere hacia abajo es mucho más fácil que evitar que se vulnere hacia arriba. ¿Por qué? Porque si se va a vulnerar hacia abajo, lo que tiene que hacer el Banco Central es comprar dólares, lo cual puede hacer emitiendo pesos. Después puede decidir si esteriliza o no esteriliza los pesos, pero emitiendo puede comprar cantidades enormes de dólares. Cuando la banda o el mercado cambiario es vulnerable hacia arriba, lo que tiene que hacer el Banco Central es vender dólares, pero no tiene dólares infinitos. Por eso hay dos cosas muy importantes que ha hecho el gobierno argentino. Primero, déficit cero, es decir, superávit fiscal. En segundo lugar, un préstamo de un programa con el Fondo que está muy bien diseñado, muy bien negociado y es récord en la historia del Fondo en relación a cuánto se pone a disposición del país en forma inicial. Y en tercer lugar, la declaración del Secretario del Tesoro Scott Bessent en relación a que Estados Unidos estaría dispuesto a usar el Fondo de Estabilización Cambiaria que fue establecido en el año 34. Fue usado en la crisis mexicana de los zapatistas en el año '92. Van a poner a disposición ese fondo si acaso hubiese algún ataque especulativo y no justificado, sobre el peso. Argentina, entre el miedo a la devaluación y el miedo al "atraso" cambiario. ¿Cómo lo resolvió Chile?-Volvamos a esos dos miedos que se dan en el contexto de una flotación entre bandas. Hoy en la Argentina están funcionando los dos miedos al mismo tiempo. Hay un miedo histórico, que es que el dólar se dispare y se deprecie la moneda y que el Banco Central no cuente con reservas suficientes como para intentar frenar esa corrida vendiendo dólares. Y también está el miedo contrario, como usted explicaba: que el peso se aprecie y eso impacte en otras variables de la economía, por ejemplo, en un proyecto exportador. En relación a ese punto de un dólar que baja y llega al piso de la banda, el miedo más desconocido para los argentinos, usted plantea que los gobiernos y los bancos centrales tienen un arma que es la emisión de pesos para comprar dólares. Sin embargo, este Gobierno se ha puesto un objetivo que es superávit y emisión cero. ¿Ese objetivo vuelve más remota la posibilidad de intervenir en el mercado para comprar dólares? Y en tal caso, si es así, ¿qué impacto tiene? -Sí y no. El proyecto de emisión cero pone una restricción adicional, pero no significa que no pueda comprar nada porque la emisión cero es neta. Esto es algo que hemos visto en la historia económica global muchas veces. El caso más profundo y más conocido es el caso de China. Durante años, los chinos tuvieron demasiados dólares porque tenían un superávit de exportaciones. Compraban esos dólares para mantener primero el tipo de cambio 8,21 yuan y después, un poquito más apreciado. Pero después esterilizaban emitiendo notas o letras del propio banco de China. Eso es algo que el Banco Central argentino está acostumbrado a hacer, emitir para poder neutralizar. Hay una situación restrictiva porque tampoco quieres que el Banco Central emita demasiada letra ni para para esterilizar, pero se puede hacer. Volviendo a la historia de Chile, para evitar que se aprecie el peso en aquel momento, Chile puso restricciones o controles de capital a la entrada de dólares. En la Argentina, esa situación aún no ha surgido. En los últimos años, los controles y el cepo eran para que no salga dinero. En Chile ya había salido. Luego, se estabiliza la situación, vuelve la democracia, es derrotada la dictadura. El país está creciendo al 6 o 7 por ciento. Hay mucha inversión extranjera y el dinero entra a Chile pero entra demasiado rápido. Entonces, se hacen dos cosas. Una está lejos de la Argentina. La otra es interesante. Se hacen controles a la entrada muy creativos, y luego muchos países los copian. Pero además, la banda de flotación se establece con respecto a una canasta de monedas y no sólo con respecto al dólar. Durante la convertibilidad, uno de los problemas de la Argentina es que Mingo (NdelE: Domingo Cavallo) fija 1 a 1 con el dólar. Pero el dólar empieza a apreciarse en el mercado internacional con respecto al franco suizo, al euro, la libra esterlina, etcétera. Entonces, el peso, que estaba fijo con el dólar, empieza a apreciarse junto con el dólar. Para evitar ese efecto, Chile definió la banda con una canasta de monedas. Si este programa resulta y la Argentina tiene éxito, va a ser imparable. Va a ser lo que siempre debió ser, una potencia mundial imparable. Hay cálculos de cuánto dinero los argentinos y la Argentina tienen en el exterior. Mucho de ese dinero va a querer volver a la Argentina. Eso va a poner presión sobre el dólar hacia abajo y se va a apreciar el peso. Eso todavía no ha sucedido, pero si la Argentina avanza con mucho éxito, no se puede descartar. Por tanto, hay que empezar a pensar cómo manejar ese momento. El tema es que no entre el dinero todo de golpe. Si entra todo de golpe, el peso se aprecia demasiado y de golpe y muchos emprendimientos de exportación quiebran. Se produce un gran problema económico. Eso es lo que Chile logró manejar con mucho éxito. Pero es adelantarnos un poco a la historia de la Argentina. Yo estoy muy optimista en relación a la Argentina, esa es la verdad. Dentro del libre mercado, Chile y Perú posiblemente tienen las políticas más libertarias. Y ahora la Argentina está moviéndose en esa dirección, o quizás incluso, la está superando-Las objeciones de algunos economistas y también de parte de la oposición es que en este esquema de bandas, cuando el dólar está cerca del piso, está "atrasado". Antes, era por la intervención del Gobierno que lo mantenía pisado. Esta flotación entre bandas, ¿es una transición con una libertad de mercado cambiario limitada que justifica sostener que hay cierto poder de intervención del Estado en ese precio?-Sí. Por definición, la banda tiene dos instancias de intervención clave: en el techo, cuando hay que vender dólares, y en el piso, cuando hay que comprar dólares. Y no hay que sorprenderse: ésa es la definición de la banda. Es una decisión transitoria deliberada que han usado los países para poder transitar una situación compleja: la salida de una crisis profunda hacia una situación de normalidad, cuando se deja que el mercado funcione en forma libre. La Argentina tiene una larga historia de discusión y de análisis muy profundo sobre el tema del atraso cambiario. Si uno va hacia atrás varias décadas, están los trabajos de Roque Fernández, de Carlos Alfredo Rodríguez, de un joven Pablo Guidotti, de Pedro Pou, Mario Blejer: toda gente de primerísimo nivel. O la gente de Fiel. Todos han estudiado el tema con mucha seriedad con mucho interés y con mucha mucha seriedad. Hay que tomar ese acervo de conocimiento para poder pensar qué hacer en los próximos meses.Chile y los Chicago boys. ¿Cuánto tardaron en bajar la inflación? ¿Por qué la obsesión por llegar a un dígito muy rápido no funcionó? -¿Qué efecto tuvo ese nuevo programa económico chileno con la flotación cambiaria entre bandas que arranca a mediados de los '80? ¿En cuánto tiempo logró llevar la inflación anual a un número razonable? ¿Y cuál es ese número?-El número razonable es una inflación en torno del 3 por ciento. Es la meta del Banco Central de Chile. Hoy está por encima de eso. Y siguen trabajando para reducir a ese nivel. -¿Pero cuánto tardó en bajar de una inflación de 400 por ciento a dos dígitos anuales, al menos? -El programa con flotación entre bandas demoró cerca de diez años en bajar la inflación a dos dígitos, y otros diez años para bajarla a un dígito. Lo que sucedió fue lo siguiente: el equipo inicial de los Chicago Boys tuvo una obsesión por llegar a un dígito muy rápido. Y ahí es cuando usaron la tablita y después, el tipo de cambio fijo, algo equivalente a la convertibilidad argentina con la diferencia de que no era 1 peso chileno igual a 1 dólar sino que 39 pesos chilenos igual a 1 dólar. Y ahí se produjo un atraso cambiario bestial que terminó en una crisis muy profunda en 1982. El nuevo equipo no tuvo la obsesión de la inflación de un dígito. Preferían que el tipo de cambio no estuviera atrasado, que no hubiera atraso cambiario. Estaban dispuestos a convivir con una inflación del orden del 20 o 25 por ciento por año siempre que la economía creciera al 6 o 7 por ciento por año. Eso dura hasta la llegada de la democracia, en 1990, cuando se derrota la dictadura. El plan sigue adelante y lentamente empieza a caer la inflación todavía más. Con el éxito económico y el éxito político de una transición a la democracia, entran muchos capitales. Ahí se empieza a apreciar el tipo de cambio pero le ponen un piso: controlan un poco la entrada de dólares para que no vayan tan rápido hacia el piso. Y la inflación converge a mediados o fines de los '90, cuando se adopta un sistema de metas de inflación que ancla a la inflación chilena en el orden del 3 por ciento, y que ha tenido bastante éxito. -¿La flotación pasa a ser libre y se sacan las bandas?-Sí, las bandas primero empiezan a abrirse y se van haciendo todo tipo de cosas para introducirle más flexibilidad, incluyendo lo que te comentaba: definirlas en torno a una canasta de monedas en vez de solamente en relación al dólar. Chile, al igual que la Argentina, tiene sus exportaciones muy diversificadas. En el caso de Chile, un tercio de las exportaciones van a China; otro tercio, a los Estados Unidos y al resto, el otro tercio. Se van abriendo las bandas hasta que se sacan completamente, aunque ha habido períodos de intervención, pero son intervenciones muy anunciadas y muy claras. Por ejemplo, se anuncia que se van a comprar 20 millones de dólares por día o se van a vender no más de 25 millones de dólares por día por tres meses. -¿Cuando cuando cambia el proceso de bandas más fijas a una libre flotación? -A fines de los '90, ya hay libre flotación.¿Milton Friedman vs. Pinochet? ¿Por qué siguió el plan económico de los Chicago boys con el regreso de la democracia?-Es muy interesante el proceso chileno y el rol de los Chicago Boys. Uno de los próceres económicos de Javier Milei es Milton Friedman. La historia de los Chicago Boys está muy unida a Friedman: hay un vínculo entre ese gran profesor de la Universidad de Chicago y estas generaciones de economistas. El cambio de gestión económica que se dio de la dictadura de Pinochet a la llegada de la democracia en Chile en 1990, con los gobiernos de la Concertación de centroizquierda, ¿produjo una disrupción del modelo económico de esa segunda generación de Chicago Boys, que se suele tachar de "neoliberal" como si fuera un estigma? ¿Hay una ruptura y un abandono de ese modelo en democracia o hay una continuidad?-Hay una disrupción pero diferente a la que uno hubiese pensado. Es el tema que trato en mi último libro. Hay tres o cuatro puntos para analizar. Lo primero es que no hay nada más seductor que el éxito. Y cuando llega la democracia, el equipo económico de la democracia es un equipo muy pragmático, de alto nivel profesional. Estaba liderado por un economista extraordinario llamado Alejandro Foxley, que durante la dictadura había sido un líder de la oposición a los Chicago boys. Pero Foxley entiende que el modelo de los Chicago boys finalmente tenía éxito, que la economía estaba creciendo hacía tres o cuatro años al 6 o 7 por ciento. En vez de seguir oponiéndose al modelo de los Chicago boys, Foxley lo adopta con ciertos cambios en la política social. Por ejemplo, se permite mayor rol de los sindicatos, que habían estado muy restringidos durante la dictadura, y se da mayor red de apoyo social. Pero se adopta el modelo y no se vuelve atrás con ninguno de los proyectos importantes de la dictadura: el éxito de ese modelo económico seduce a estos economistas. La segunda cosa es que Friedman, que era muy libertario en la parte económica, también era muy libertario en lo que a democracia se refería. En mi libro, rescato de los archivos una carta que Friedman le escribe a Pinochet exigiéndole la liberación de presos políticos de la dictadura y le dice: "yo me reuní con usted para hablar de libertad económica, pero la libertad económica no existe si no hay libertad política. Y usted tiene preso al señor Fernando Flores, ex ministro de Hacienda de Allende, sin debido proceso. Le exijo que lo libere". Entonces, hay una continuidad del modelo económico que se enfoca bien con la democracia y con el regreso al sistema más democrático.En Chile, los Chicago boys descuidaron completamente el tema de la desigualdad. Pensaban que si la pobreza desaparece, no es importante cuál sea la desigualdad. Pero esa idea es un gran error. Cuando la economía se desacelera, la desigualdad empieza a notarse-Es importante esa aclaración que hace sobre Friedman, porque siempre se le reprochó la visita que hizo en 1975 a Chile y el encuentro con Pinochet. Recibió muchos cuestionamientos por eso. Se consolidó una asociación muy directa entre dictadura chilena y el plan económico de los Chicago boys, como si hubiera una relación necesaria entre una y otra cosa.-Eso se ha dicho mucho. Yo fui colega de Friedman en el consejo de Arnold Schwarzenegger, cuando el actor era gobernador de California. Hablé muchas veces con él sobre su viaje a Chile. Para Friedman, fue una espina que tuvo que soportar hasta el final de su vida. Pero la verdad es que él fue muy duro con el aspecto de violación de derechos humanos y de retraso en el regreso a la democracia de parte de Pinochet. Y en los archivos está esa carta donde exige que Pinochet libere a Fernando Flores, que termina en Estados Unidos siendo profesor en la Universidad de Berkeley.Libertad de mercado, ¿el nuevo paradigma hegemónico en América Latina? De Chile a la Argentina de Milei-Desde la Argentina, Chile es vista como una democracia que desde 1990 a la actualidad ha logrado una macroeconomía saneada, una racionalidad macroeconómica con una voluntad de sostener el equilibrio fiscal y el crecimiento no importa quién está en el poder, desde la Concertación de centro izquierda hasta la derecha de Sebastián Piñera y la izquierda, como en el caso del gobierno de Boric. ¿Cuál es el resultado después de cuarenta años de aplicación de ese modelo? ¿Y dónde presenta desafíos hoy?-La inflación baja es un logro muy importante. La gente lo exige y está acostumbrada a la inflación baja. Cuando le digo a los jóvenes en Chile que yo estaba vivo cuando la inflación era de 1000 por ciento, algo que los argentinos pueden imaginar pero los chilenos ya no, no me creen. Para ellos, es tan inverosímil como decirles que yo también viví cuando no había teléfonos celulares y no había Google. No pueden imaginar la vida de esa manera. La estabilidad y la baja inflación es un logro muy importante. Y hay un compromiso total con un sistema en que la economía funciona en base a las exportaciones. En ese sentido, la política tarifaria de Trump es muy traumática para Chile. Ven que el mundo está volviéndose en contra de esta vocación que el país ha tomado. No tengo esperanza en que esta locura de las tarifas se solucione pronto y en que volvamos a un nuevo normal que sea normal y que no sea más normal que nuevo.-Esta concepción macroeconómica que se identificó en Chile con los Chicago boys, ¿permeó en América Latina? Se puede ver otra economía que logró salir de la encerrona de las hiperinflaciones, como la economía peruana, que también logró una estabilidad muy envidiable para los argentinos. O aún la economía de Boric, de izquierda. ¿Usted diría que en esos países como Perú o en el Chile que continúa hasta la actualidad y también en otras en otros países como Brasil o como Uruguay, las ideas básicas de libertad de mercado, de autonomía del Banco Central, de apertura económica, que definen al modelo "neoliberal" de los Chicago Boys en realidad es un modelo que ha funcionado en otros países que no necesariamente se identificaron con esa generación de economistas?-Soy un gran convencido de que para organizar la manera de pensar, uno puede armar cestas y poner las ideas o incluso las personas en distintos canastos. En economía o política económica, hoy día toda América Latina está en un gran canasto que es mercados, apertura y estabilidad financiera, con ciertas variantes. Las excepciones son Venezuela y Nicaragua. Pero el resto, todos los países entran en esas cestas o canastas, incluso AMLO, que mantuvo esas bases. Hay que recordar que hace no mucho tiempo, veinticinco años atrás, se pensaba que la inflación del 40 por ciento era perfectamente buena para América Latina: esa era la grasa que iba a permitir que el motor económico funcionara bien. Hoy no hay ningún país, con las excepciones de Nicaragua y Venezuela, que piense que es aceptable una inflación del 40 por ciento. No hay ningún país que piense que 10 por ciento de inflación anual es aceptable. En términos de apertura, nadie está hablando de las grandes siderúrgicas, de las grandes protecciones del doctor (Raúl) Prebisch. Nadie está hablando de producir a un costo exorbitante. Es cierto que en la Argentina todavía hay gente que tiene esa nostalgia. También en Colombia. Pero son ideas muy minoritarias. Ahora bien, dentro de esta cesta de libre mercado, hay cestas más pequeñas: Chile y Perú posiblemente tienen las políticas más libertarias. Y ahora la Argentina está moviéndose en esa dirección, o quizás incluso, la está superando. Yo soy muy optimista ahora con la Argentina. Si les va bien, que les está yendo bien, si siguen por el camino y tienen suerte porque, la suerte es muy importante, la Argentina va a ser en economía similar a lo que es la Argentina para el fútbol. Es decir, el mejor e imparable. Cuando digo esto, mis amigos brasileros se molestan mucho.Chicago boys, del crecimiento a la baja de la pobreza. ¿Y la desigualdad? ¿Qué pasó en Chile?-La crisis de 2019 en Chile puso el dedo en la llaga de las deudas sociales en un país que tenía resuelta su estabilidad macroeconómica y su crecimiento. ¿Cuánto de diagnóstico acertado había en esas demandas? ¿O en realidad encierran algún tipo de opacamiento de otros logros? Porque en Chile, se dio una mejora salarial de los sectores más vulnerables y una reducción de la desigualdad, aunque la desigualdad todavía es un tema.-Escribo intensamente de eso en mi último libro. Hubo un descuido muy importante en relación a la distribución del ingreso, y ése es un descuido deliberado o casi deliberado de parte de algunas personas de la Universidad de Chicago: pensaban que si la pobreza desaparecía, no es importante cuál sea la desigualdad. Recuerda que en Chile se pasa del 60 por ciento de pobreza al 6 por ciento, es decir, se reduce a 1 décimo. Minimizar la desigualdad es un gran error. Cuando la economía se desacelera y pasa de crecer al 5 o 6 por ciento por año para crecer sólo al 2,5 por ciento, la desigualdad empieza a notarse más porque ahora no todos los botes están subiendo tan rápido. Y además, la desigualdad en Chile es diferente a la desigualdad en la Argentina en algunos aspectos: en Chile también hay una desigualdad que yo llamo "desigualdad horizontal o de trato". Chile es un país bastante más clasista y racista que la Argentina. Por tanto, hay esta desigualdad de trato que se ve en que, seamos sinceros, la gente de tez más blanca no trata bien a los morenos. En parte, la rebelión fue por esta desigualdad vertical muy alta entre los que más ganan y los que ganan menos, que es muy alta en Chile como también lo es en la Argentina y en toda América. Además, el Estado no soluciona eso. Chile es uno de los países en la OCDE donde antes de impuestos y después de impuestos la desigualdad es prácticamente la misma. Antes de impuestos, Chile es como Gran Bretaña en desigualdad. Pero después de impuestos, Gran Bretaña es mucho más igualitaria, y en Chile sigue siendo igual de desigual. Hay esta desigualdad de ingreso y desigualdad de trato, con clases medias emergentes que sienten que son tratados sin dignidad. Por algo en Chile, durante la revuelta, a la Gran Plaza la llamaron Plaza de la Dignidad. -Los libertarios sostienen que no es importante la desigualdad sino la pobreza. En la medida en que todos salgan de la pobreza, la desigualdad entre los sectores del nivel socioeconómico más bajo y los de más arriba no es tan relevante, porque, en definitiva, los sectores más vulnerables están en niveles mejor consolidados de estándar de vida. ¿Qué piensa sobre eso? -Se puede pensar que eso es lo ideal o que tiene que tiene relación con ciertas posturas de filosofía moral. Pero ahora que tenemos que recordar a ese gran argentino, el Papa Francisco, hay debilidad y la envidia es una falta o un pecado y la realidad es que aunque los libertarios no crean que no es importante, la desigualdad sí es importante. Si la descuidas, te puede pasar lo que pasó en Chile, tener una revuelta de ese tipo. Se puede sostener que mientras todos suban y dejen de ser pobres, debiéramos estar todos felices. Debiéramos, pero la verdad de las cosas es que la envidia existe, la desigualdad se nota y es importante. Y debiéramos introducirla y considerarla en el diseño de nuestra política. Es una de las fallas que tuvieron los Chicago boys en Chile: descuidar completamente el tema de la desigualdad.-Hay un trabajo de Rodrigo Valdés, el economista chileno que fue también ministro de Hacienda en Chile durante el gobierno de Bachelet.-Entiendo que es un adversario del presidente Milei. -Sí, Valdés está en el Fondo Monetario Internacional (NdelE: es el director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI) y tuvo que hacerse a un costado porque había mucha tensión en ese vínculo. Valdés tiene un trabajo de hace unos años donde muestra que desde 1990 hasta 2015, aproximadamente, los ingresos de los sectores más altos de Chile habían crecido significativamente, un 220 por ciento, pero los ingresos de los deciles más bajos había aumentado 480 por ciento. ¿Eso demuestra que en Chile hubo crecimiento y la desigualdad también se fue reduciendo, aunque permanece?-Para mediar desigualdad, los economistas usamos una métrica que es bien complicada de interpretar, el coeficiente de Gini. Y Chile pasó de tener un coeficiente muy alto, 0.50, a uno de 0.43 o menos: mientras más alto, más desigual. Significa que se redujo la desigualdad. Pero si uno mira Gran Bretaña o Canadá, o los países de Europa, sin llegar a los nórdicos, países como Francia, ese coeficiente es de 0.32 o 0.31. Es decir, Chile sigue siendo el segundo país más desigual de los países de la OCDE. El primero más desigual es Colombia o México. Sí ha mejorado ese tema pero sigue habiendo gran desigualdad y cuando el crecimiento se estanca o pasa de 6 a 2,5 por ciento, se nota más y las familias empiezan a vivir en una situación de más estrechez. Y eso es parte de lo que sucedió en Chile.
El titular del BCRA defendió las medidas impulsadas por el presidente Javier Milei y contó en qué consiste la Fase 3 del plan económico.
Para el economista y exdirector del Banco Nación, si el Gobierno nacional obtiene buenos resultados en las elecciones legislativas, avanzarán con las reformas previsional y laboral acordadas con el FMI.
WASHINGTON.- El presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, se presentó este miércoles a sala llena en un panel en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que expuso sobre el plan de estabilización macroeconómica del Gobierno, los riesgos que enfrentaron para su aplicación y la marcha de las bandas en las que se mueve la cotización del dólar."¿Cuándo se aplicará la flotación libre? Llegará con el tiempo. No hay una fase posterior en términos de libre flotación. La idea es que algún día habrá una libre flotación del dólar", señaló Bausili, en referencia a la fluctuación dentro de una banda móvil entre 1000 y 1400 pesos. Su presentación se produjo en momentos en que los dólares financieros registran el valor real más bajo desde abril de 2017 tras la salida parcial del cepo cambiario, gracias al nuevo acuerdo de 20.000 millones de dólares con el FMI anunciado el 11 de abril pasado."Estamos atravesando diferentes fases de camino. Y ese camino tiene que ver con el punto de partida y el punto final, y qué capas de control de restricciones y regulaciones podemos eliminar para finalmente llegar a la meta", ahondó."Y a medida que avanzamos y pudimos eliminar algunas de estas capas, esos desajustes comienzan a eliminarse y hay convergencia en términos de los diferentes precios para un solo activo. Así que ahora mismo nos alejamos del crawling peg a un tipo de cambio flotante dentro de bandas", dijo.El moderador del panel "Argentina: desafíos y lecciones de la estabilización macroeconómica" fue Rodrigo Valdés, director para el Hemisferio Occidental del FMI y que hasta septiembre pasado estuvo al frente de la negociación con el Gobierno, en medio de tironeos con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente Javier Milei por el nuevo programa del organismo. En primera fila escucharon a Bausili el representante de la Argentina ante el FMI, Leonardo Madcur, y el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, Luis Cubeddu."Teníamos cero credibilidad, la Argentina no tenía credibilidad. No importaba quién estuviera al frente del gobierno. Y la credibilidad es una herramienta política muy poderosa que muchos gobiernos tienen, pero nosotros no teníamos ese beneficio", dijo."Entonces, si no tenés credibilidad, solo debes dar un paso hacia adelante cuando se tiene la confianza absoluta, aunque haya riesgos", señaló Bausili, que resaltó las amenazas de hiperinflación que había cuando la gestión libertaria asumió, en 2023."La mayoría del tiempo, cuando tomamos pasos hacia adelante para este plan de estabilización, lo hicimos cuando teníamos cierto grado de confianza que dar un paso hacia adelante no significaría luego dar pasos hacia atrás", reforzó el presidente del BCRA, que destacó que los argentinos usan los dólares como unidad de cuenta para comprar inmuebles o autos. "Decidimos no luchar en contra de eso. No intentamos cambiar la forma de pensar" sobre el dólar, indicó. Por fuera del panel de Bausili, miembros de la delegación argentina mostraron su entusiasmo por el renovado respaldo explícito hacia el Gobierno del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, que este miércoles señaló que "no todos los países merecen el apoyo del FMI como la Argentina".La declaración de Bessent se da justo en el día en que el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunirá con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, para abordar la marcha del plan del Gobierno acordado con el organismo.Ayer Bessent había vuelto a respaldar a la Casa Rosada al afirmar que la administración del presidente Donald Trump estaría dispuesta a ofrecerle al Gobierno una línea de crédito específica mediante el Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF, por sus siglas en inglés) si un shock global pusiera en peligro la recuperación económica argentina.Caputo y Bausili, además, participarán en un evento ante inversionistas organizado por el JP Morgan en un hotel del centro de Washington esta tarde.
De 196 naciones, casi la mitad tiene tipo de cambio fijo o crawlY un tercio, esquemas de flotaciónLa flotación "sucia" predomina en la región, pero en países con baja inflación
El A3500 subió 8,8% a $1.172,8 desde $1.078,4 el viernes 11/04. El salto fue escueto (en parte por los anuncios de flexibilizaciones a las inversiones de no residentes), lo que sugiere que el pass through a precios sería acotado. En tanto, el MEP recortó 12,6% a $1.166 y el CCL 11,6% a $1.180. Así, la brecha cambiaria entre el CCL y el dólar oficial cayó de 23,8% el viernes 10 a 0,6%, marcando un mínimo en la gestión Milei. Era esperable que la brecha comprimiera cerca de cero, dado los incentivos que tienen los inversores minoristas a arbitrar.El mercado celebró el nuevo esquemaFue una semana soñada para los activos locales. Los Globales saltaron entre 4% y 9,6% semanal, con el tramo largo de la curva a la cabeza. En el mundo pesos, los instrumentos a tasa fija fueron los grandes ganadores (subas de hasta 13,3%) ante un contexto propicio para el carry trade, mientras que los que ajustan por CER también fueron favorecidos (avances de hasta 8,5%) producto de la comprensión en las tasas reales de largo plazo y una inflación transitoriamente más elevada. En tanto, el Merval escaló 10,5% a US$1.861. Primer desembolso del FMIIngresó el primer desembolso del nuevo programa con el FMI por US$12.000 millones (60% del monto total). Las reservas netas que se utilizan para medir la meta del FMI (no contempla como pasivo de corto plazo los depósitos del Tesoro en el BCRA por US$1.878 millones y los pagos de Bopreal a 12 meses por U$2.667 millones) mejoraron de -US$7.580 millones a US$4.029 millones. En tanto, las reservas líquidas, que miden el poder de fuego del BCRA, saltaron de un estimado de US$6.628 millones a US$18.806 millones.Más flexibilizaciones y un nuevo BoprealEl BCRA autorizó a los inversores no residentes a acceder al MULC para repatriar las nuevas inversiones de portafolio tras un plazo de estadía mínimo de seis meses. Esto tendría como objetivo sumar oferta para orientar al dólar oficial al piso de la banda y aumentar la demanda de instrumentos en pesos, incentivando el carry trade. A su vez, el BCRA anunció la emisión de un nuevo Bopreal a tres años por US$3.000 millones. Contribuirá a ordenar los pagos de los stocks de dividendos (hasta 2024), deuda comercial e intercompany (previa al 12/12/23).La autora es economista de PPI
El nuevo esquema cambiario que puso en marcha el Gobierno finalizó la semana con estabilidad en los mercados. Analistas destacan el impacto del acuerdo con el Fondo y anticipan un tipo de cambio más previsible, con oportunidades para los instrumentos en pesos
El departamento de economía de la Universidad de Chicago es tan pero tan grande que formaron parte de su claustro un premio Nobel de economía que recomendó que el tipo de cambio fuera flotante y otro que prefería que fuera fijo. Me refiero a Milton Friedman y a Robert Alexander Mundell, respectivamente. Interesante dato para quienes coleccionan ejemplos de que "la mitad de la biblioteca dice una cosa y la otra mitad, lo contrario".Las decisiones son siempre prospectivas, de manera que ya pertenece a la historia económica de nuestro país si el régimen cambiario debe ser de tipo de cambio flotante o fijo. El viernes pasado, a través de la comunicación BCRA A 8226, y los anuncios presidencial y ministerial, se conocieron las condiciones en las cuales, a partir del lunes 14 de este mes, las personas físicas y las empresas, pueden operar en el mercado "único" de cambios.En estas líneas me quiero concentrar en estos últimos anuncios. El precio del dólar en el segmento blanco del mercado de cambios se ubicará dentro de una banda, cuyo nivel inferior es inicialmente de $1000 y cuyo techo es de $1400, magnitudes ambas que aumentarán 1% por mes.Los anuncios son anuncios, más allá de que el actual Poder Ejecutivo Nacional se caracteriza por cumplirlos. Pero destaco que, llevado por las circunstancias, podría reemplazarlos por otros anuncios; y no está que así fuera, insisto, no por capricho sino en función de las circunstancias.Pero por el momento el régimen cambiario relevante es el de la flotación; ni sucia, ni administrada, etc. Es decir, el ser humano que quiera comprar dólares con pesos tiene que encontrar otro que quiera comprar pesos con dólares y ponerse de acuerdo en el precio.Los argentinos no estamos acostumbrados a vivir con un tipo de cambio oficial flotante, y por consiguiente, se han planteado innumerable cantidad de posibles inconvenientes. Al respecto agrego que la certeza es mejor que la incertidumbre, pero que la pretensión de certeza es peor que la incertidumbre. En la Argentina 2025 me hubiera preocupado, y mucho, que la comunicación A8226 hubiera sido complementada con el compromiso formal por parte del Banco Central de vender dólares para entregar en octubre de 2025 a un precio cierto en pesos.El núcleo de la política económica es "no hay plata más Federico Sturzenegger"; el régimen cambiario es un derivado del núcleo.
Tras el primer día del dólar sin cepo en casi seis años, el economista y docente Ramiro Tosi analizó las implicancias de su liberación y qué sucederá en el futuro inmediato con la inflación, el "blue", la "bicicleta financiera" y la liquidación de la cosecha. Leer más
El economista denunció una devaluación encubierta y criticó el intento del Gobierno de disimularla bajo eufemismos técnicos. Leer más
Es el techo de la banda, y el precio a partir del cuál el Banco Central se vería obligado a vender reservas.Las razones que sostienen el optimismo del mercado.Esperan los dólares de la soja y menor demanda de importadores.
Caputo y Bausili anunciaron la liberalización de las restricciones para la compra de dólares y el fin del crawling peg de 1% mensual. Apoyos y críticas a las nuevas medidas tomadas el mismo día que se conocí el 3.7% de inflación y se confirmó el préstamo del FMI. Leer más
Luego de los anuncios del gobierno nacional, que además del levantamiento del cepo incluyeron la derogación del Programa de Incremento Exportador, cuyo esquema de liquidación hasta ahora era del 80% al tipo de cambio oficial y 20% al contado con liqui, también conocido como el dólar blend, el sector de la exportación valoró el nuevo sistema cambiario de flotación del dólar con bandas. Si bien reconoció un "golpe inicial" por la eliminación del esquema, subrayó que la medida podría generar una "mejora natural del tipo de cambio", con impacto directo en la competitividad del sector agroexportador y en los precios que reciben los productores. Destacó que el nuevo régimen facilitará las importaciones de insumos agropecuarios y permitirá el giro sin restricciones de utilidades por parte de las empresas exportadoras.Dura medida: México suspendió las exportaciones de 10 frigoríficos argentinos por un incumplimiento sanitarioEste viernes, tras una conferencia de prensa del ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, se anunció que en esta nueva etapa del programa económico la cotización del dólar en el Mercado Libre de Cambios (MLC) podrá fluctuar dentro de una banda móvil entre $1000 y $1400, cuyos límites se ampliarán a un ritmo del 1% mensual. En ese contexto, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), señaló: "El anuncio del ministro de Economía y del detalle que presentó el programa del Banco Central son una indicación muy clara de un nuevo sistema cambiario que va en la dirección correcta al eliminar el cepo, al menos para personas físicas, y permitir una flotación cambiaria a un tipo de cambio con bandas hasta $1400", repasó. Idígoras observó que la eliminación del dólar exportador, "si bien es un golpe inicial", el tipo de cambio puede naturalmente estar en valores superiores en el mercado, por lo tanto, sostuvo que es necesario "alentar una mayor competitividad exportadora".En el Banco Central aclararon que los plazos de ingreso de divisas al MLC por exportación de bienes y servicios no se verán modificados. También observaron que se prevé que esta simplificación del mercado cambiario spot facilitará el desarrollo y la liquidez de los mercados a término, tanto para el tipo de cambio como para las materias primas, relevantes para amplios sectores de la economía.El objetivo del Gobierno, agregaron, es "reducir la inflación", y a su vez, "la eliminación de restricciones cambiarias impulsará la actividad, el empleo, la inversión y la productividad de la economía argentina, con el refuerzo de la recuperación del ahorro doméstico y el crédito al sector privado en curso". De esta manera, dijeron, y junto a la liberación del cepo cambiario, quedan sentadas las bases para establecer un equilibrio económico duradero. A partir de esto, el presidente de Ciara-CEC subrayó que los impactos del programa que va a tener este nuevo programa monetario y cambiario, en materia de importaciones de insumos agropecuarios, va a facilitar la operatoria. "Van a poder realizarse pagos automáticos, cuando se hacen las solicitudes de ingreso de importaciones. Eso va a facilitar mucho: va a permitir un flujo rápido de insumos agropecuarios. En materia exportadora, la banda cambiaria tendría un techo de $1400, dependiendo de cómo quede el tipo de cambio que se vaya moviendo día tras día, podría implicar una mejora del tipo de cambio actual que estaba en $1130 el dólar exportador", subrayó.Es decir, si esa mejora se produce, naturalmente, va a generar mayor competitividad para las exportaciones de todos los complejos agroindustriales. "En el caso puntual de los cereales y oleaginosas, cualquier mejora que supere esos $1130 y que vaya en la senda hacia $1400 va a generar una mejora de precios rápidamente al productor, que está vendiendo maíz y soja en este momento", observó Idígoras.Según explicó, también se está comercializando el stock de la cosecha vieja de trigo, por lo que una suba del tipo de cambio por encima de los $1130 â??valor vigente hasta ahora con el esquema del dólar exportadorâ?? impactaría positivamente en los precios que recibe el productor. "Los distintos levantamientos de las restricciones del cepo son una señal muy importante para fomentar inversiones, y especialmente para permitir que, a partir del 1 de enero de este año, las utilidades y dividendos generados por las empresas exportadoras puedan ser girados sin ningún tipo de restricción", observó.
El ministro de Economía Luis Caputo anunció la fase 3 del programa económico que incluye una flexibilización cambiaria y flotación entre bandas.
El director de EcoGo aseguró que el gobierno de Javier Milei deberá implementar una política cambiaria "que juntes reservas" según las exigencias del FMI. Leer más
El Directorio del organismo podría dar luz verde este viernes al nuevo programa por USD 20.000 millones. El desembolso inicial que espera el Gobierno se ajustará a los compromisos asumidos para el esquema cambiario, que será modificado
El periodista económico Daniel Sticco habló sobre las turbulencias en los mercados internacionales y locales, destacando la influencia de factores externos e internos en la economía argentina. Leer más
Prevén un plan en etapasY el abandono gradual del crawling pegOctubre será clave
La política cambiaria es uno de los puntos centrales de la negociación actual entre el Gobierno argentino y el FMI por un nuevo programa. Desde la devaluación de diciembre de 2023, que llevó el tipo de cambio oficial a $800, el equipo económico mantuvo un plan de suba controlada diaria ('crawling-peg') que hoy ajusta al 1% mensual. Pero el nuevo acuerdo podría reemplazar ese esquema. Una de las alternativas que comentó el economista Ricardo Arriazu es la posibilidad de ir a un sistema de bandas de flotación.Para la economía argentina, se trata de un tema central, porque define esencialmente el futuro de corto plazo de la cotización del dólar, una variable que afecta a la inflación, las reservas del Banco Central y el nivel de actividad.El sistema de 'bandas de flotación' define una zona de no intervención para el Banco Central. Dicho de otro modo, establece un piso y un techo para que el tipo de cambio se mueva acorde a la oferta y la demanda en el mercado, y dentro de esas cotizaciones, la autoridad monetaria no podría comprar o vender divisas. En una economía con inflación elevada, como la argentina, esos valores (piso y techo) suelen ser ajustados para acompañar el movimiento de los precios y evitar una apreciación.Es un esquema que, por ejemplo, se aplicó durante el último tramo de la gestión del gobierno de Mauricio Macri. En aquel momento, se definió una banda de no intervención que se ajustaba al 2% mensual, un ritmo que fue reducido luego al 1,75% y luego a cero.Ese programa, que no logró estabilizar las principales variables financieras ni frenó la salida de reservas del BCRA y caducó tras las PASO de agosto, definía la banda de flotación y "reglas de intervención" que incluían ventas de divisas para "contrarrestar condiciones de desorden en el mercado financiero". En aquel momento, se había establecido que si el tipo de cambio superaba los $51,50, el BCRA podría vender hasta US$250 millones diarios, aunque luego también se habilitaron "intervenciones" dentro de la banda.Implementar un esquema de bandas implica habilitar mayores fluctuaciones y libertad al movimiento del tipo de cambio. Es algo que, hasta acá, el Gobierno rechazó y no habilitó: con el 'crawling peg' primero al 2% y luego al 1% actual, estableció un sendero de ajuste del dólar, que fue a la vez su principal herramienta para intentar 'ordenar' al mercado y bajar la inflación. A su vez, sostenía un esquema de 'carry trade' para inversores que buscan aprovechar el rendimiento de instrumentos en pesos que superan ese ritmo mensual de ajuste del dólar.El esquema, sin embargo, generó desde 2024 un encendido debate entre economistas, empresarios e inversores por la apreciación cambiaria y el 'atraso' del dólar, el ancla que empleó el Gobierno para contener los precios. Es que el ritmo de ajuste del tipo de cambio fue inferior al de la inflación, algo que tuvo como consecuencia una apreciación del peso que abarata las importaciones o el turismo al exterior, mientras encarece las exportaciones y el costo de vida en dólares en el país.A lo largo de esta gestión, el Gobierno rechazó los cuestionamientos y mantuvo el esquema de 'crawling peg' como instrumento para intentar construir previsibilidad en el mercado financiero, aun a costa de resignar la compra de más reservas. De hecho, en las últimas semanas debió vender dólares ante una creciente demanda en el mercado oficial (importadores, turismo, servicios, pagos de deuda, entre otros): en seis días, perdió el 30% de las divisas que había comprado en 2025, según consignó LA NACION.Y si bien se fue flexibilizando en algunas operaciones, mantuvo el cepo cambiario y, en consecuencia, la brecha con los tipos de cambio paralelos. Y esta es otra de las fuentes que explican la caída de reservas: el BCRA vende dólares en el mercado financiero a cambio de bonos, para intentar contener las cotizaciones del MEP y el CCL y evitar que crezca la brecha.La mirada del FMI es adversa a este tipo de intervenciones, justamente porque impactan negativamente en la capacidad del BCRA para acumular dólares. De hecho, en el tercer trimestre de 2024 (última instancia del acuerdo firmado en 2022), el Gobierno cumplió sus objetivos fiscales y monetarios, pero no alcanzó el número de acumulación de reservas que establecía el programa con el FMI. Dólar: las claves para la salida del cepo, según el economista Diego Petrecolla
El economista sostuvo que el Gobierno avanzó en estabilizar la macro, pero alertó sobre los desequilibrios del frente externo y la necesidad de impulsar una estrategia que integre a la industria, al agro y a las economías regionales
Los inversores quisieran tener más información sobre el contenido del acuerdo y si habrá o no un nuevo régimen cambiario. Ante la duda, prefieren pasarse al dólar.
El consultor Ricardo Arriazu advirtió sobre la inestabilidad que puede crear un esquema de "bandas cambiarias" como el que hubo en 2018. Para el economista, "el apoyo principal de Milei no son los más ricos sino la clase más pobre"
Aun no se sabe qué dice el acuerdo con el Fondo respecto del tipo de cambio.Es una de las tres dudas que hay sobre las negociaciones con el organismo.
Luis Caputo ya lo aplicó en 2018.La misión del FMI seguiría unos días más en el país.