DUBÁI.- Roxana Saberi volvió a sentir que estaba tras las rejas en Teherán. Mientras observaba el bombardeo de Israel contra el ignominioso centro de detención de Evin, corazón de la represión política del régimen iraní, Roxana se estremeció al recordar sus 100 días de encarcelamiento en 2009, donde sufrió confinamiento en solitario, interminables interrogatorios, acusaciones fraguadas de espionaje y una farsa de juicio.Al igual que muchos iraníes en la diáspora o en su propio país, Saberi se siente tironeada entre su sueño de una caída del régimen que libere el inmenso potencial de Irán y su preocupación por su familia y amigos, en medio del creciente número de víctimas civiles. Sus ansias de liberación y su deseo de un alto el fuego competían entre sí."Por un momento llegué a imaginar que volvería a pisar Irán en el transcurso de mi vida", dice Roxana, escritora y periodista de 48 años, que tiene doble ciudadanía iraní y estadounidense. "Y también pensé en la ridiculez de la república islámica, que se pasó décadas acusando de espías a las defensoras de los derechos femeninos y a los disidentes, mientras que no lograban detectar a los verdaderos espías".Esos espías, básicamente del Mossad, el servicio de inteligencia exterior israelí, infiltraron las más altas esferas políticas y militares de Irán. La pregunta ahora es qué hará la república islámica, sacudida por una grave crisis económica, con lo que el presidente iraní, Masud Pezeshkian, un moderado, ha calificado como "una oportunidad de oro para el cambio". Se trata también de un momento de riesgo extremo, incluso existencial, para Irán, desencadenado por la guerra de 12 días entre Irán e Israel de la que participó brevemente Estados Unidos.La campaña militar coqueteó con la idea de derrocar la autocracia clerical que hizo del enriquecimiento de uranio un símbolo del orgullo nacional iraní, pero no llegó a asesinar al líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei, de 86 años, a pesar de que el premier israelí, Benjamin Netanyahu, había declarado que su muerte "pondría fin al conflicto". Renga y todo, la república islámica, con sus 46 años de historia, sigue adelante.Y sigue adelante a pesar del colapso de su "eje de resistencia" -formado mediante el costosísimo financiamiento de milicias delegadas antioccidentales desde el Líbano hasta Yemen-, a pesar del devastador bombardeo de sus igualmente faraónicas instalaciones nucleares, que nunca produjeron una bomba y apenas si lograron encender una lamparita, y a pesar de la humillación de entregarles el espacio aéreo iraní a sus enemigos.Sin embargo, en su rol de guardián de la revolución teocrática antioccidental que triunfó en 1979, Khamenei se considera el vencedor. "La república islámica ganó", aseguró en un video transmitido el jueves pasado desde un lugar secreto, desmintiendo así los rumores sobre su fallecimiento. Pero su estrategia de supervivencia con dosis de prudencia hoy enfrenta el mayor desafío a sus 36 años en el poder."Para entender a Irán, a Khamenei y a quienes lo rodean hay que comprender que para la república islámica su mera supervivencia siempre será de por sí una victoria", apunta Sanam Vakil, director del programa de Medio Oriente y África del Norte del centro de estudios londinense Chatham House.Las tensiones sobre cómo abordar la crisis provocada por la guerra ya son evidentes en el seno del régimen. Pezeshkian parece inclinarse por una reforma liberalizadora, que recomponga las relaciones con Occidente mediante un posible acuerdo nuclear. En los últimos días, habló de "una oportunidad para cambiar nuestra visión sobre la gestión de gobierno". No queda claro qué quiso decir, pero en Irán muchos están a favor de fortalecer las instituciones de cargos electivos y convertir al líder supremo en una figura simbólica, más que en la máxima autoridad del país. Aspiran a una república islámica que, justamente, se parezca más a una república, donde las mujeres tengan poder y los jóvenes ya no se sientan oprimidos por una gerontocracia teológica.Khamenei insistió en que los ataques de Israel y Estados Unidos contra las instalaciones nucleares no habían logrado "nada significativo". Sin embargo, el canciller iraní, Abbas Araghchi, pareció cuestionar esa opinión, y el jueves declaró que las instalaciones nucleares del país habían sufrido "daños graves y significativos".Señal de peligroLos de línea dura ven cualquier corrimiento del discurso oficial del régimen como una señal de peligro: están convencidos de que las concesiones presagian un colapso. La caída de la Unión Soviética en 1991, 69 años después de su formación, y las "revoluciones de colores" que llevaron la democracia occidental a los estados postsoviéticos dejaron una profunda marca en Khamenei y su séquito.Ellos descreen de cualquier acuerdo nuclear y se mantienen firmes en la idea de que Irán debe tener derecho a enriquecer uranio en su territorio, una condición que Israel y Estados Unidos consideran inaceptable. Y la línea dura también está fuertemente representada en la institución más poderosa del país: la Guardia Revolucionaria. La Guardia está compuesta por entre 150.000 y 190.000 miembros, según Vakil, de Chatham House, y como controla amplios sectores de la economía, tiene un profundo interés en la supervivencia del régimen. La Guardia es ese gran colchón institucional que no tenía el presidente sirio Bashar al-Assad, antes de su caída el año pasado.Ahora Irán ya está haciendo lo mismo que hizo en 2009, cuando un levantamiento a gran escala amenazó con derrocar a la república islámica: ha lanzado una ofensiva represiva con cientos de arrestos, tres ejecuciones y el despliegue de la Guardia y las temibles milicias Basij en zonas kurdas y otras zonas calientes.Más "palizas"Los iraníes ya vieron esta película y algunos se preguntan para qué sirvió la guerra si ahora les toca recibir otra paliza. "Los iraníes quieren saber quién es el culpable de las múltiples derrotas, pero no tienen un líder que se enfrente al régimen", dice Abdulkhaleq Abdullah, politólogo de los Emiratos Árabes Unidos. "Debilitada, la república islámica podría resistir otros cuatro o cinco años".Y esa debilidad parece profunda. La "victoria" que proclama Khamenei no logra esconder el hecho de que Irán, ahora, es un país con una capacidad de disuasión casi nula. "Allá en lo profundo de su búnker, me imagino que hoy la prioridad de Khamenei debe ser cómo reconstruir su poder de disuasión en base al programa nuclear, el programa de misiles y las milicias delegadas, todas cosas que hoy quedaron devastadas", apunta Jeffrey Feltman, investigador de la Brookings Institution, uno de los pocos norteamericanos que conocieron al líder supremo, en su condición de subsecretario de Asuntos Políticos de la ONU, en 2012."A Khamenei lo obsesionaban la mendacidad y la beligerancia de Estados Unidos", recuerda Feltman. "Su mirada era benévola, pero el tono tranquilo de sus palabras, monocorde y apagado, era todo menos benévolo".Para Roxana Saberi, mirar por televisión los bombardeos desde la casa de sus padres en Dakota del Norte fue como una montaña rusa de emociones. En contra de lo que le indicaba su instinto, se descubrió desenterrando su pasaporte iraní y hasta consideró renovarlo. Hace 16 años, desde que la liberaron, que no ha vuelto a Irán, y sabe que volver "sería un viaje sin retorno", como ella lo dice. Pero el anhelo de su segundo hogar, Irán, donde vivió durante seis años, sigue ahí."Llevamos a Irán en el corazón, lo llevamos en la sangre. Irán es un lugar único en el mundo y conozco a muchos iraníes en la diáspora dispuestos a volver y a poner el hombro si el régimen cae", dice Roxana.Traducción de Jaime Arrambide
Este episodio afectará principalmente a partir del sábado y podría prolongarse hasta mediados de la próxima semana
El vuelo que nunca llegó a ningún lado. El que sepultó, entre fuego y escombros, los sueños de una familia. El que destrozó 280 vidas.
Este proyecto recorriendo más de 25.000 kilómetros ha popularizado a Fabio Belnome (@volatadipeluca) en redes sociales, donde cuenta con más de un millón de seguidores
Además de reflexionar sobre la naturaleza efímera del reconocimiento en la industria, habló de la inesperada reacción de su mamá al comunicarle que estudiaría teatro
Los principales organismos descentralizados vienen sufriendo serios recortes de la administración nacional. Entre otros, la empresa de aguas, AYSA; la de rutas y autopistas, Corredores Viales; el Correo Argentino; Enarsa, la Nucleoeléctrica (NASA) y Yacimientos de Río Turbio son solo algunos de los casos emblemáticos. Datos y números oficiales que marcan que de los $ 4,4 billones presupuestados para este año solo se invirtieron $ 363.251 millones. Leer más
Los analistas plantean dos escenarios ante la guerra arancelaria: que el BCE recorte los tipos de interés para impulsar la economía de la eurozona o que los suba para frenar una escalada de precios
La creadora de contenido paisa contó a Infobae Colombia cómo fue trabajar junto a su novio en la segunda temporada del 'reality' de comedia de Prime Video, en la que hicieron lo impensado: "Me tocó controlarlo"
La participación de los jefes de los espías locales fue repudiada por la oposición. Afirman que están violando la ley de Inteligencia
Cuando la paralisis del gobierno federal era inminente, votos demócratas fueron cruciales para que Trump tenga su texto presupuestario, en medio del "efecto motosierra" que impusieron varios recortes de Elon Musk. Leer más
En 2014 la compañía también estrenó una película de acción real protagonizada por Tom Cruise y Emily Blunt
Cuando un grupo de investigadores le pidió a la inteligencia artificial que asignara género a 53 puestos de trabajo en el ámbito contable, el resultado fue revelador: los cargos de mayor jerarquía y mejor remunerados fueron etiquetados como masculinos, mientras que las posiciones inferiores y con salarios más bajos quedaron asociadas a las mujeres. Este patrón no es casual, sino el reflejo de un problema estructural que persiste en los grandes modelos de lenguaje: los inevitables sesgos de género.El corazón de los sistemas de inteligencia artificial son los datos con los que se entrena la tecnología. Ese conjunto de datos â??su diversidad, credibilidad y variedadâ?? definirá el potencial de las respuestas que luego los bots conversacionales como ChatGPT logran delinear ante nuestros pedidos. En una ecuación simple: si hay "buenos datos", hay "buenas respuestas".El problema es que, en esa fórmula, gran parte de la información que se usó para alimentar los sistemas actuales arrastra consigo cientos de años en los que la mujer ocupaba un rol diferente, muchas veces marginado o invisibilizado. "Como los materiales de entrenamiento son del pasado, hay una visión y una cultura que probablemente, como sociedad, tengamos intención de modificar", explicó para La Nación Beatriz Busaniche, directora de la Fundación Vía Libre, una iniciativa que trabaja en los derechos humanos en entornos mediados por las tecnologías.Esto se puede evidenciar si, por ejemplo, le pedimos a una máquina que tome decisiones de contratación con base en ejemplos del pasado. Probablemente sugiera a las mujeres en puestos de menor jerarquía, como enfermeras, y a los hombres en posiciones de poder, como científicos. "La tecnología no resuelve problemas sociales. En el caso particular de la inteligencia artificial, recupera aspectos del pasado y los trae al presente", aseguró Busaniche. "Los sistemas, entonces, operan como formas conservadoras de restauración de cosas antiguas", continuó.En esta línea, Caroline Criado Pérez, periodista feminista y autora británica del libro La mujer invisible: descubre cómo los datos configuran un mundo hecho por y para los hombres, explicó que es importante entender que los sesgos que encontramos en los conjuntos de datos no son premeditados ni deliberados. De hecho, es todo lo contrario. "Es simplemente el producto de una manera de pensar que estuvo presente por todo un milenio. Es, en definitiva, una manera de no pensar", escribió en sus ensayos.Aunque es evidente que todos los conjuntos de datos elegidos tendrán algún sesgo, las decisiones que toman los desarrolladores al diseñar el algoritmo también pueden influir en el resultado final. Según Busaniche, la forma en que se prioriza, clasifica o jerarquiza la información dentro del sistema determina por qué una respuesta aparece antes que otra. Por lo tanto, la responsabilidad del sesgo no es solamente de los datos, sino también del enfoque humano aplicado durante la creación y optimización del algoritmo.Este último punto se entrelaza con el hecho de que las mentes detrás de los diseños y los desarrollos son en su mayoría hombres. Según un informe elaborado por Interface, una organización independiente de expertos en tecnologías de la información y políticas públicas, la brecha de género está mucho más pronunciada en la inteligencia artificial que en cualquier otro campo de trabajo. En detalle, las mujeres representan apenas el 22% del talento global en inteligencia artificial. Este porcentaje se reduce aún más cuando se analizan cargos de mayor relevancia, donde las mujeres ocupan únicamente el 15% de las posiciones.La única manera de amortiguar este problema es incentivando a las mujeres a optar por formaciones técnicas y darles espacios de educación para que puedan sumergirse en el área de especialización. Al contrario del imaginario colectivo, no es que haya falta de interés en las cuestiones de tecnología, sino que muchas veces las mujeres sienten que hay falta de accesibilidad, de referentes, el peso de los estigmas y la arbitrariedad de los mandatos sociales."La brecha de género en la inteligencia artificial es un desafío importante, pero también una oportunidad para transformar la industria hacia una mayor equidad", dijo para LA NACION Soledad Agüero, directora digital y BI Big Data en Movistar-Telefónica. "Incorporar talento diverso y aprovechar tecnologías de inteligencia cognitiva y lenguaje natural puede ayudarnos a desarrollar sistemas más reflexivos y adaptativos, que respeten y valoren el talento diverso", aseguró.En paralelo, Busaniche propone que, para darle lugar a la inclusión, también hay que cambiar la mirada y descentralizar la conversación sobre el desarrollo de la inteligencia artificial, que hoy está exclusivamente a cargo de las grandes empresas de tecnología como Google, Microsoft u OpenAI. "Se pueden hacer sistemas más pequeños, y es ahí donde muchas mujeres hoy ya están trabajando, aunque esté invisibilizado", reflexionó.Además, conceder un espacio a la interdisciplinariedad es una forma de ayudar a que mujeres de otras carreras también sean parte. "Existen múltiples carreras que pueden reorientarse hacia el desarrollo de la IA y las nuevas tecnologías que están surgiendo", concluyó Agüero. "Esta diversidad de antecedentes y experiencias no solo enriquece la creatividad y la innovación, sino que también aporta diferentes enfoques para abordar los desafíos tecnológicos", finalizó.Pero lo más urgente es que no permitamos que la IA se vuelva una fuente de verdad absoluta. Mientras los sesgos sigan ocultos bajo capas de algoritmos, debemos exigir transparencia, análisis crítico y diversidad real en los equipos que los desarrollan. "No hay que dejar que estas tecnologías tomen decisiones en la vida de las personas", terminó Busaniche. Y mucho menos que definan el futuro de las mujeres hasta que la equidad deje de ser una promesa pendiente.
Una obra pintada completamente a mano por Banksy, perteneciente a Mark Hoppus (bajista y cofundador de la banda de rock Blink 182), será subastada en Sotheby's de Londres el 4 de marzo.El cuadro, titulado Crude Oil (Vettriano) y realizado en 2005, tiene una estimación máxima de 5 millones de libras (aproximadamente 6,3 millones de dólares) y será la pieza central del remate de arte moderno y contemporáneo en la reconocida casa de subastas. En un comunicado, Sotheby's afirmó que se trata de "una de las obras más reconocibles y audaces dentro del provocador repertorio de Banksy". La venta también incluirá obras de Pablo Picasso, Roy Lichtenstein, Antony Gormley y Yoshitomo Nara.Arquitectura colosal: "El Brutalista" recupera la esencia de un movimiento que dejó su impronta en el paísHoppus, quien adquirió la pintura en 2011, anunció que donará parte de los fondos recaudados a la California Fire Foundation, en apoyo a las zonas afectadas por los incendios forestales, y a dos organizaciones médicas de Los Ángeles: el Child Life Program del Children's Hospital Los Angeles y el programa de investigación en hematología y oncología de Cedars-Sinai."Amamos esta pintura desde el momento en que la vimos", dijo Hoppus en el anuncio de la subasta, en su cuenta de Instagram. "Es inconfundiblemente Banksy, pero diferente. La compramos porque nos encantó. Ha sido testigo de nuestra vida familiar durante estos últimos doce años. Colgó sobre la mesa en Londres donde desayunábamos y donde nuestro hijo hacía su tarea. Estuvo en nuestro living en Los Ángeles. Ha visto risas y lágrimas, fiestas y discusiones". View this post on Instagram A post shared by Sotheby's (@sothebys)Crude Oil (Vettriano) formó parte de la primera exposición de Banksy en una galería convencional, titulada Crude Oils: A Gallery of Re-mixed Masterpieces, Vandalism, and Vermin, realizada en Notting Hill en 2005. En la exposición, estuvo colgada junto a versiones de Banksy de Los girasoles de Van Gogh, Nighthawks de Edward Hopper y las pinturas de Monet sobre su jardín en Giverny.Fotos íntimas: el álbum personal de Beatriz Sarlo, de niña obediente a modelo de campaña y mujer reflexivaLa obra de Banksy es una reinterpretación de The Singing Butler (1992), del artista escocés Jack Vettriano, que muestra a una pareja bailando descalza en la playa mientras un mayordomo y una criada sostienen unos paraguas. El cuadro alcanzó un récord en 2004 al venderse en una subasta por 744.500 libras, convirtiéndose en la pintura escocesa más cara hasta ese momento.Banksy tomó esa imagen icónica y la transformó en un comentario mordaz sobre el mundo contemporáneo. "Al reformular a los elegantes bailarines de Vettriano en un escenario de devastación ambiental, Banksy sustituye la nostalgia refinada del original por una visión distópica que refleja las ansiedades contemporáneas. La popular pintura de Vettriano ha sido meticulosamente reinventada por Banksy, ahora con un petrolero hundiéndose y dos hombres en trajes de materiales peligrosos transportando un barril de desechos tóxicos", explica Sotheby's en un comunicado."Con su característico humor e ironía, Banksy lanza una crítica mordaz al mundo del arte, estableciendo un complejo diálogo sobre problemáticas urgentes de nuestro tiempo, como el medioambiente, la contaminación y el capitalismo. En este acto de disrupción visual, Crude Oil (Vettriano) encarna los principios fundamentales de la obra de Banksy: un desafío irreverente pero profundamente calculado a las estructuras de poder, al gusto y a la autoridad que rigen tanto el arte como el mundo más allá de él. Al apropiarse de The Singing Butler y subvertir su imaginería idílica, Crude Oil (Vettriano) funciona como un comentario mordaz tanto sobre la sanitización de la cultura popular como sobre la validación selectiva de la legitimidad artística"."Esta no es solo una obra icónica de Banksy, es una que ha sido atesorada por una leyenda de la música, Mark Hoppus, quien se enamoró de ella por su espíritu rebelde, su filo crudo y su expresión sin filtros, los mismos fundamentos que moldearon el mundo de Mark: la cultura punk", afirmó Oliver Barker, presidente de Sotheby's Europa."El arte callejero y el punk rock comparten el mismo vocabulario: hablan a los marginados, a los rebeldes y a los que han sido pasados por alto. Ambos movimientos nacieron en los márgenes. Desafían la autoridad y reescriben las reglas, un rasgo fundamental compartido por Mark y Banksy. Ahora, al compartir Crude Oil (Vettriano) con el mundo, Mark permitirá que otros vean el verdadero poder del arte: generar conversación y desafiar la forma en que percibimos el mundo que nos rodea".