Este año, los derechos de exportación [DEX] y el Impuesto PAIS fueron cruciales para sostener el superávit fiscal en medio de la recomposición de la economía que buscó el gobierno de Javier Milei. Ahora, de cara a la promesa de bajar las retenciones que hizo el jefe de Estado, la estrategia dependerá de una expansión económica que aumente la recaudación fiscal y permita la eliminación o reducción progresiva de los DEX de los productos del agro que más tributan. De acuerdo con los economistas y, según los anuncios del Presidente, se podría comenzar por aquellos que tienen un menor impacto dentro de la recaudación fiscal, como el trigo y maíz. En tanto, sobre la soja se podría hacer una reducción gradual, ya que tiene mayor incidencia para la recaudación del Estado: el objetivo sería al 2026.Economistas consultados por LA NACION aclararon que el campo no debe esperar una eliminación abrupta en el corto plazo. No obstante, para 2026 se visualiza un escenario con derechos de exportación reducidos o inexistentes en cereales de menor impacto, lo que podrían aliviar al sector agropecuario y mejorar su competitividad. Este enfoque posibilitaría mantener la solidez fiscal mientras se dinamiza el mercado interno.Accedé a toda la información sobre los remates ganaderos El economista Salvador Vitelli precisó que las retenciones y el Impuesto PAIS le permitieron al Gobierno mostrar una consolidación. En tanto, en 2025, a través de la expansión de la actividad y el crecimiento de la recaudación, le permitirá tener mayor espacio para ir bajando gradualmente los derechos de exportación. "No lo veo bajándolos de un hondazo, como se dice en la calle. Va a ser algo más gradual, yendo por las categorías que tienen menos incidencia. Entre el trigo y el maíz es poco lo que se recauda por derechos de exportación, mientras que el resto es soja. Se podría pensar que bajo la estructura que ha hecho el gobierno de ir eliminando los derechos de exportación de partidas que son marginales, se podría pensar que en 2025 pueden seguir con esa tónica", sostuvo.Según mencionó, las condiciones que deberían darse es mostrar o ir hacia un camino de mayor solidez en la recaudación en los ingresos fiscales para poder dar espacio a que bajen los derechos de exportación. "En la foto de 2024 era prácticamente imposible mostrar la consolidación fiscal sin la presencia, por ejemplo, del Impuesto PAIS y los derechos de exportación", recordó. Está proyectado que para 2025 el Impuesto PAIS no continúe."En el corto plazo, por lo menos para lo que se va a cosechar en esta campaña, no veo que vaya a haber una baja abrupta de los derechos de exportación. Va a ser algo más paulatino, pensándolo para el 2026, ya debería estar entonces en un escenario de derechos de exportación prácticamente inexistentes o por lo menos muy bajos que le permite al sector generar esa rentabilidad que hoy está faltando", lanzó.Tal como explicó el ministro de Economía, Luis Caputo, ayer en la Rural, el Gobierno lo que plantea no es devaluar, sino ganar competitividad vía baja de impuestos. "Si miramos a uno de los sectores más competitivos en la economía argentina, que es el agro, que hoy te esté diciendo que los márgenes dan negativos y gran parte de ese problema viene por los derechos de exportación, es que hay mucha tela para cortar. Mantener este esquema tributario para 2026 me parece que sería terminar de ahogar a un sector que ha sido un gran aportante, no solamente de divisas, sino también de ingresos al fisco en los últimos 22 años desde que están estos tributos", expresó Vitelli. Para la campaña 2025/26 anticipó puede haber una eliminación o cuasi eliminación. "Se tiene que dar un escenario donde se bajen impuestos, pero que se mantenga el superávit", dijo.En este contexto, el economista Ernesto Ambrosetti agregó que un cronograma de reducción de las retenciones va a ser esencial para encarar a las siguientes campañas. Según sostuvo, al menos en los próximos dos años no habrá un escenario despejado."Con la consolidación del superávit fiscal y la profundización de la reducción del gasto público del año que viene, que va a continuar, para el inicio de la campaña 2025/26, es decir, a partir de junio 2025, el Gobierno estaría en condiciones de presentar un programa de eliminación progresiva de los derechos de exportación, hasta su eliminación total", señaló. Según mencionó, esto podría llevar de dos a tres años, pero el programa de eliminación va a ser importante anunciarlo. Esto sería para impulsar las inversiones del sector agropecuario y mejorar la productividad en las próximas campañas.Ambrosetti recordó que el aporte del campo a la economía argentina desde el 2002, cuando se volvió a aplicar el esquema de retenciones y hasta la actualidad ronda los US$190.000 millones. Este monto equivale casi a seis veces las reservas brutas del Banco Central de la Argentina (BCRA). "Esta pérdida de ingresos por parte del complejo agroindustrial ha estancado la producción", puntualizó.Aldo Abram, director ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso, señaló que "las posibilidades de eliminar las retenciones son muy altas, claramente, porque este Gobierno ha definido que todo el aumento de la recaudación se va a generar por la recuperación económica que empezó en el tercer trimestre. Seguramente en algún momento del año que viene no solamente se va a consolidar, sino que se va a transformar en crecimiento".Señaló que la recuperación de la recaudación va a ser fuerte, y en la medida que se recupere la recaudación, este Gobierno ya ha dicho que se van a destinar a bajar impuestos. "Después del Impuesto PAIS uno de los impuestos más distorsivos y dañinos que quedan en la economía son justamente las retenciones y ahí van a apuntar", precisó.
Al menos siete corredoras chinas prevén que el objetivo de déficit fiscal del próximo año podría alcanzar el 4% del producto interno bruto, el más amplio desde una importante reforma fiscal en 1994. Leer más
Esta corriente económica nació en 2013 y busca impulsar la economía a partir de la cultura, las artes y la innovación.
La "curva de Laffer" es una de las teorías económicas que más repiten los tributaristas y abogados especializados en la Argentina. Sobre todo, porque una de sus premisas afirma que una mayor cantidad de impuestos no necesariamente implica una mayor recaudación para el Estado. Remata diciendo que, en cierto punto, los contribuyentes tienden a evadir. El autor de esta teoría, Arthur Laffer, visitó esta semana el país y se mostró optimista sobre la economía local, aunque advirtió que, para que lleguen inversiones, deberán eliminarse los controles de cambio, aconsejó "desconfiar" del Fondo Monetario Internacional (FMI) y planteó, claro, la necesidad de reformar el sistema impositivo.La última vez que había tocado suelo argentino fue en los 90, cuando Carlos Menem estaba en la Casa Rosada y la economía se regía por el uno a uno de la Convertibilidad. En aquel entonces, conoció de cerca a Domingo Cavallo y a Carlos Rodríguez. Treinta años más tarde, el economista volvió y se reunió con el presidente Javier Milei; el ministro de Economía, Luis Caputo; el de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; y el jefe de gabinete, Guillermo Francos, para conversar sobre los planes económicos de la actual gestión de gobierno.Cambios en Economía: Juan Pazo se va a Cancillería y asume un nuevo secretario de Comercio"No sé si irán a una dolarización o hacia una canasta de monedas. Pero anticipo que tendrán precios más estables, una inflación que se desacelerará, tasas de interés más bajas y espero que en una próxima etapa haya eliminación de los controles de capitales. Porque cuando veo cepo cambiario me pregunto, ¿por qué pondría mi dinero en un país si no me dejan sacarlo de ahí? Es importante que los controles de capital se eliminemos y la Argentina se abra. Los flujos de capitales netos requieren que se pueda sacar el dinero, si no nadie va a invertir. No estoy calificado para entender los detalles de cómo llegamos de acá hasta allá, si usan préstamo del FMI o cómo. Pero creo que van en el camino correcto", dijo Laffer, quien fue asesor de líderes conservadores como Ronald Reagan y Margaret Thatcher.El rol del FMI también fue tema durante la charla del economista con periodistas, luego de que el analista mencionara que vio al organismo internacional "destruir países" y "chupar sangre". Aunque agregó que en esta etapa la Argentina lo necesita, sobre todo cuando se rumorea sobre un nuevo desembolso, advirtió que las recomendaciones que hacen desde el organismo van en la dirección opuesta a lo que necesita el país. Según Laffer, piden elevar los impuestos, buscan que se suba el gasto público y que haya menos libre comercio, enumeró."No creo que el FMI es donde haya que buscar la esperanza. Sé que es un préstamo necesario para la Argentina, pero mi visión personal es que tengan mucho cuidado con el Fondo Monetario Internacional", advirtió. Más adelante, entre risas, agregó que "tampoco confíen demasiado en el gobierno de Estados Unidos". Incluso aunque Laffer es defensor del rumbo político que tomó el país del Norte en el último mes y considera que habrá una gran alianza entre ambos países porque Donald Trump "tiene a Milei en un lugar muy importante en su corazón".Sin embargo, la visión del economista sobre la Argentina es de "prosperidad". Señaló que el mercado de valores en el país viene de un rally alcista, que "dice lo que piensa la gente", porque los inversores están apostando su dinero y sus fortunas en la Argentina. También auguró que aquellas dos millones de personas que emigraron en la última década "van a regresar" y que "ese es el verdadero indicador de uso". Pero planteó la necesidad de hacer una reforma impositiva.Flybondi multiplicó sus problemas en noviembre y el Gobierno la intimó a presentar un "plan correctivo""¿Cuántos argentinos ricos dejaron la Argentina en los últimos años para evitar pagar tantos impuestos? Los ricos tienen los medios para contratar abogados, contadores, cambiar fechas de vencimiento, modifican el domicilio. Pero los pobres que están debajo del umbral, que están en una economía oscura, van a tratar de esconder todo el dinero que puedan. No tienen suficientes agentes de AFIP para atraparlos a todos. El impuesto a las ganancias es más divertido con alícuotas bajas. No tienen que respetar los códigos impositivos [vigentes] cuando tienen el consentimiento de todos los argentinos de que es necesario tener un código fiscal adecuado, de base amplia y alícuota baja", alentó.Para Laffer, si se ponen más impuestos a quienes trabajan y se les da subsidios a los desempleados, lo único que se genera es desalentar la producción y la inversión. "Cada revolución en el mundo que quiso cambiar la distribución de ingresos fracasó. Vean a Venezuela, a Cuba. ¿Les parece que funcionó?", añadió. Por eso, dijo que "los ricos no son los enemigos" y explicó que, a mayor cantidad de impuestos y alícuotas, más incentivos hay para evadir.El lujo de poder tener una clase gratuita de historia económica con Arthur Laffer. Sumado a una enorme cantidad de anécdotas que contribuyen a entender su forma de pensar y sentir la economía. Muchas gracias Arthur por tus palabras, tus consejos, y por la cálida dedicatoria deâ?¦ pic.twitter.com/cWZcpnyJHT— totocaputo (@LuisCaputoAR) December 3, 2024También mencionó que una carga impositiva alta en industrias que se quieren desincentivar, como las tabacaleras o de venta de armas, genera que el Gobierno pierda el "control del mercado" y que se fomente el contrabando. Para ejemplificar, contó que en Irlanda subieron los impuestos al tabaco y la gente fumaba igual, pero con productos de peor calidad traídos desde otros puntos del mundo. O que en Suecia empezaron a consumir tabaco vía oral. "La gente es ingeniosa", acotó."La Argentina ha tenido un entorno político volátil en su historia. En 1890 creo que tuvieron el PBI más alto que cualquier otro país del mundo, eran extraordinariamente prósperos. No sé qué causo toda esta caída, que la prosperidad de Menem se destruyera, pero estoy entusiasmado por el cambio que vamos a tener ahora en la Argentina y en los Estados Unidos. Esta vez, manténgalo. Está bueno ser rico, es divertido hacer dinero, que baje la tasa de desempleo, que los pobres tengan buenos ingresos. Hay que nivelar para arriba, nunca para abajo. Los enemigos no son los ricos. Ellos son quienes emplean", cerró.
El presidente Javier Milei se encamina a su primer año de gestión, que se cumplirá el martes 10. Para entonces ya tiene decidido que emitirá un mensaje en cadena nacional. Será a las 21 y el discurso incluirá un balance de gestión, así como también referencias a las condiciones que encontró al llegar al Gobierno.También la explicación de "qué fue lo que hicimos para evitar la bomba que nos dejaron", resumen cerca del jefe de Estado. Desde allí también se habla de lo que "se hará para adelante".Antes y después de esa cadena, el jefe de Estado mantendrá, entre ese 10 y el miércoles 11, una serie de cuatro encuentros con cinco economistas de relieve mundial: el ganador del premio Nobel de Economía en 2011 y cuatro argentinos reconocidos internacionalmente.Además de la cadena nacional, en Casa Rosada mencionan que podría haber fuertes movimientos en redes, una de las arenas en las que se manejan con fuerza los libertarios. Aunque de momento no hay demasiadas precisiones sobre ese tema, prácticamente se descuenta que se incluirán videos y mensajes con resúmenes de lo sucedido desde el 10 de diciembre de 2023.En el Gobierno están convencidos de que "hay mucho para celebrar" entre los "logros del primer año de gestión", en el que no sólo mencionan que lograron evitar la hiperinflación, sino también que pudieron domar la variable inflacionaria con una baja significativa a lo largo del año y que luego de meses difíciles se comienzan a ver síntomas de reactivación.El propio Milei le habló a su equipo del tema en la última reunión de gabinete, en la que se fotografiaron con una motosierra sobre la mesa, respecto de los números de este primer año. "Hizo un racconto de números y encuestas. Y llamó a no dormirse en los laureles, a redoblar esfuerzos. A seguir todos con la motosierra", dijo una fuente al tanto del mensaje que bajó el líder libertario esa jornada."Primero nos decían que no llegábamos a marzo, después a junio y acá estamos a un año, con mucho para mencionar", enumeran en medio de un fuerte optimismo en la sede de Gobierno. "¿Dónde está el que esperaba abril con los pochoclos?", ironizó un funcionario en referencia al exsecretario de Medios kirchnerista Enrique "Pepe" Albistur, quien en el verano, a través de un video en la playa, pronosticó problemas para el gobierno en el tercer o cuarto mes del año.Cuatro encuentros en agenda del mandatarioEn paralelo a lo que se haga a nivel comunicacional para conmemorar el primer aniversario de gestión, el mandatario tendrá una serie de encuentros con economistas de alto nivel internacional. Inscriptos en la agenda presidencial desde hace días, las reuniones comenzarán el mediodía del martes 10, cuando Milei reciba a Guillermo Calvo y Sara Guerschanik Calvo, matrimonio de economistas argentinos respetados mundialmente.Residentes en Estados Unidos, ambos gozan del total respeto del mandatario quien incluso consideró a Calvo, en su libro, "El camino del libertario" uno de los cinco mejores economistas "de la historia argentina". El año pasado Calvo, profesor e investigador de la Universidad de Columbia, fue distinguido por la American Economic Association (AEA), la prestigiosa asociación académica no partidista y sin fines de lucro dedicada a la discusión y publicación de investigaciones económicas. Se trata de un honor que se otorga cada año a un grupo muy selecto.Guerschanik Calvo hizo la licenciatura en Química en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y después realizó un master en Ciencias de la Educación en la Universidad de Nueva York. La economía se cruzó en su camino cuando conoció a su actual marido y se decidió por hacer el doctorado en Columbia, donde desde 2007, al igual que su esposo, es investigadora y profesora. En su extenso currículum se inscribe, entre otros, su trabajo durante 18 años, en el Banco Mundial.Ese mismo día, pero por la tarde, Milei recibirá a Juan Pablo Nicolini, otro de los economistas argentinos que se destaca en el exterior. Exrector de la Universidad Torcuato Di Tella, Nicolini es investigador en The Federal Reserve Bank of Minneapolis, dio clases en la Universidad de Chicago, en la London School of Economics y la Universitat Pompeu Fabra. Su área de trabajo está focalizada fundamentalmente en el campo de la macroeconomía y de la teoría monetaria.Al día siguiente, a las 9 de la mañana, el mandatario recibirá a Tom Sargent, quien ganó el premio Nobel de Economía en 2011 junto a su par Christopher Sims, por sus investigaciones sobre las relaciones causa-efecto en el funcionamiento de la economía.Fue el propio Sargent quien, cuentan en Casa Rosada, pidió verse con Milei en persona y llegó al país para estudiar el caso local. Considerado uno de los mayores investigadores del tema inflacionario y de los referentes de las "teoría de las expectativas racionales", a lo largo de su carrera estudió las hiperinflaciones europeas. En ese sentido fue un paso más allá de Milton Friedman, el maestro de la Escuela de Chicago y uno de los grandes referentes del mandatario, para explicar las causas de la inflación. Su pedido de ver al mandatario fue muy celebrado por el propio Milei y su entorno. Sargent, además, también fue muy escuchado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, durante su campaña a presidenta en 2023.A las 11 será el encuentro con Fernando Álvarez, especialista en macroeconomía, con eje en precios de activos, economía laboral y economía monetaria. Álvarez suma pasos por casas de altos estudios como la Universidad de Minnesota. Es Saieh Family Professor en el Kenneth C. Griffin Department of Economics, University of Chicago, entre otras instituciones internacionales.La serie de encuentros del mandatario se suma a los guiños de otros economistas que lo enorgullecen y que en los últimos días tuvo la reunión entre su ministro Federico Sturzenegger con Robert Barro en Harvard; el libro que le dedicó Edmund Phelps, otro Nobel de Economía, que se lo hizo llegar desde Estados Unidos y de ser tapa de la publicación The Economist, a nivel global, con el título: "Mi desprecio por el Estado es infinito. Lo que Javier Milei puede enseñar a Donald Trump".
Economía de No Ficción. En sociedades con empleos e ingresos cada vez más polarizados los análisis convencionales muestran desafíos a la hora de pronosticar. El fenómeno Donald Trump y los economistas.
Minutos pasadas las 9 de la mañana, José Luis Daza, secretario de Política Económica, entró al salón del piso 19 de la Torre Madero, la sede de la embajada de la India. Unos segundos antes, había hecho lo mismo el economista Ricardo Arriazu, el analista con más afinidad al equipo económico, que también fue invitado a la presentación del lanzamiento en español de la Revista de Cooperación para el Desarrollo, del Research and Information System for Developing Countries (RIS), un instituto basado en Nueva Delhi.Apenas se vieron las caras, se acercaron para conversar, mientras se servían unas tostadas con huevo revuelto, servidas en las mesas de recepción de la embajada. Daza -nacido en la Argentina, pero criado y con nacionalidad chilena- y Arriazu se conocieron hace más de 30 años en Estados Unidos, donde ambos completaron sus estudios universitarios y trabajaron en organismos multilaterales. "Siempre fui un seguidor de él y ahora por suerte lo están siguiendo varios", dijo Daza, sobre Arriazu.El virtual viceministro de Economía evitó hacer cualquier otro comentario. "No puedo hablar", respondió ante las pregunta de la prensa, que quería saber sobre el estado de las conversaciones con el FMI.Arriazu, por su parte, indicó que seguía viendo positivo el panorama económico. El economista fue uno de los pocos -o prácticamente el único- que acertó con la compra de reservas del Banco Central (BCRA) a esta altura del año. Ayudado por la liquidez que generó el blanqueo y que permitió que haya un contexto favorable para que las empresas emitan obligaciones negociables, la entidad monetaria compró US$937 millones en lo que va de noviembre.Aun así, las reservas del BCRA siguen estando negativas en torno a los US$3000 millones y todavía persiste la duda acerca del nivel actual del tipo de cambio para la situación económica argentina, que tiene déficit de infraestructura logística, alta presión impositiva y trabas burocráticas y laborales."Todavía quedan dudas más que razonables sobre el nivel del tipo de cambio, porque en el pasado, siempre que tuvimos un tipo de cambio real tan bajo, la cosa terminó mal. Y los stocks de pesos medidos al CCL no paran de crecer. Dicho esto, con Vaca Muerta proveyendo cada vez más divisas y con el blanqueo como 'puente' para la balanza de pagos durante los próximos 12 meses, hay razones para asignarle chances al menos interesantes al 'esta vez es diferente'", dijo la consultora 1816, en su informe semanal.De hecho, Demian Reidel, jefe de Gabinete del Consejo de Asesores del Presidente de la Nación, explicó en menos de dos minutos "por qué esta vez es diferente" frente a los invitados de la embajada de la India. "Hay un viejo dicho de finanzas que dice que cuando alguien les anuncia This time is different [esta vez es distinto], lo primero que saben es que This time is not different [esta vez no es diferente]. Pero lo primero que les quiero decir es que This time is different, but different this time", empezó el físico, matemático y economista."Miren, no hace falta leer mucho más de lo que está pasando hoy en Mar-a-Lago -el exclusivo club privado de Donald Trump en Florida-. Solo cuatro personas hablaron: Donald Trump, J. D. Vance [el vicepresidente electo] Elon Musk y el presidente Milei. La transformación de esta administración ha sido algo simplemente épico. Los gobiernos populistas se terminan cuando se acaba la plata de los demás. Los gobiernos no populistas también se terminan cuando se acaba la plata de los demás", dijo Reidel.Y explicó: "Lo primero que hizo el Gobierno, que es diferente a la gestión de Macri o de Menem, que son los más parecidos a este, fue tomar el toro por las astas y atacar el problema fiscal del día uno. Lo conozco al presidente Milei hace muchos años, sabía que lo quería hacer, y aún sí me sorprendió. Esa es la gran diferencia. Cuando vos tenés las cosas fiscales y la macro en orden, y ponés un maraco regulatorio razonable para inversiones, ¿saben qué? Esta vez es diferente", señaló.Entre el público lo escuchaba el viceministro de Economía durante el gobierno anterior, Gabriel Rubinstein, quien también se mostró optimista sobre la situación económica. "Están aplicando el programa económico que había propuesto yo. ¿Cómo no voy a ser optimista?", dijo.También estaban la directora del Cippec, Gala Díaz Langou, el analista político Rosendo Fraga y los economistas Gerry della Paolera y Vicente Donato, acompañados por el anfitrión de la casa, el embajador de la India en la Argentina, Dinesh Bhatia, quien ratificó el interés de su país en la compra de gas natural licuado (GNL).Para la presentación de la revista, estuvieron Milindo Chakrabarti y Pratyush Sharma del Research and Information System for Developing Countries (RIS), y Mario Pezzini, exdirector del Centro de Desarrollo de la OCDE.
Los economistas Daniel Artana (FIEL) y Juan Carlos de Pablo hablaron frente a un público de abogados especializados en economía y coincidieron en que la situación económica es mucho mejor a la esperada un año atrás, sobre todo teniendo en cuenta la fragilidad política con la que había arrancado el Gobierno. También coincidieron en que el año próximo será mucho mejor al actual, pero nombraron al pasar dos preocupaciones que ve cada uno acerca de la situación económica.De Pablo dijo que el nivel de actividad dejó de caer en mayo o junio y que luego rebotó. "Todos los datos numéricos están diciendo que mejoró. Estamos entrando ahora a una segunda etapa, donde va a aparecer con más relevancia la figura de Federico Sturzenegger [ministro de Desregulación], que todos los días limpia alguna cosa", dijo el profesor de la Universidad del CEMA.Sin embargo, dijo que la quita de regulaciones no se está "sincronizando" como le gustaría. "No me gusta como se están sincronizando las cosas que facilitan la importación versus las cosas que facilitan la producción local. No tengo ningún problema que se funda la empresa porque tiene que fundirse, pero que se funda la empresa por la presión impositiva, por los camiones de Pablo Moyano o porque un juez diga cómo se le canta una bonificación por despido, es una barbarie", indicó de Pablo.Acerca del nivel de tipo de cambio, en el cual la mayoría de los analistas advierte que quedó muy barato (apreciado) muy rápido, el economista dijo las empresas deben tomar sus decisiones pensando que no habrá un salto devaluatorio. "Si hay, te jodes, pero si las tomas pensando que habrá devaluación y no hay, también te jodes. Este Gobierno podría aumentar el ritmo devaluatorio sin pedirle permiso a nadie, no es la tablita de Martínez de Hoz. Pero Santiago Bausili [presidente del Banco Central] está comprando reservas, ¿qué apuro tiene de hacer un salto devaluatorio?", se preguntó."Cada vez que hablo con productores, les digo que tienen que identificar las cosas que les molestan en materia de regulación e ir a verlo a Sturzenegger. Esto no se soluciona devaluando o puteando. Vayan a pedirle que les saquen cosas", agregó.Artana, por su parte, si bien también dijo que al Gobierno le ha ido "bastante mejor de lo que uno podría esperar, teniendo en cuenta que tenía una gran fragilidad política", advirtió acerca del nivel de reservas del Banco Central, donde todavía se mantienen en nivel negativo. "Eso no me saca el sueño, hemos vivido muchos años con reservas negativas, pero así como en materia fiscal y monetaria cumplieron sus objetivos con el FMI, y en inflación les fue muy bien, en tema de reservas no cumplieron su objetivo", indicó.El economista de FIEL explicó que las reservas son el colchón que hacen los países de la región por si les toca una mala noticia. "Tuvimos una sequía en 2012, en 2018 y el año pasado. Las tres tuvieron consecuencias económicas. Si no tenemos reservas, ajustamos por cantidades y eso genera una recesión. Eso está relacionado con el nivel del tipo de cambio. Hubiera sido más fácil acumular reservas con otro tipo de cambio más alto, pero también el Gobierno tiene una urgencia electoral de mostrar como gran activo la baja de la inflación", dijo.Ante esa reflexión, De Pablo lo interrumpió: "¿Para qué queremos reservas? Imagino que para alguna eventualidad, pero la historia argentina muestra que nunca se guardaron reservas para las eventualidades. Este es un país de machos. Cuando vino el Covid, los otros países cayeron 3% del PBI y acá caímos 10%. Después todos recuperaron 3% y nosotros 10%. Alberto Fernández decía, 'soy Tarzán'".En cambio, el economista dijo que la Argentina podría enfrentar el problema de la "enfermedad holandesa" en los próximos años, si llega una gran entrada de dólares por las exportaciones y eso genera un tipo de cambio tan barato que afecta la actividad industria. "La preocupación puede ser al revés, porque el exceso de confianza también tiene problemas. Si la Argentina duplica sus exportaciones el año que viene, podemos sufrir la enfermedad holandesa. Por este tipo de cosas es que no hay tanto apuro por salir del cepo", dijo de Pablo.Artana, en cambio, dijo que hay técnicas para resolver el problema de la "enfermedad holandesa", como hizo Chile con el fondo anticíclico de cobre. Cuando de Pablo lo quiso volver a interrumpir, Artana lo frenó y lo chicaneó en términos futboleros: "Los hinchas de Vélez son todos iguales, como no ganan siempre, cuando lo hacen ya se entusiasman. Eso es una cosa que habrá que hacer en algún momento, pero no para ahora".El economista de FIEL también dijo que hay un cambio en el sector privado, que hasta el 10 de diciembre de 2023, "hacía plata con el capitalismo prebendario y ahora tienen que moverse en una regla de capitalismo de mercado".Sin embargo, dejó la siguiente reflexión: "El problema es que le pedimos al sector privado argentino que haga este viraje en un momento muy corto, y donde las reformas de Sturzenegger operan a una velocidad distinta a la que se apreció el tipo de cambio. Por ahora no veo baja de impuestos y la parte laboral es lo más tibio que hizo el gobierno de Milei. Le están pidiendo al sector privado una transformación en un año, que en otros lados se hace en cinco".El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, más temprano había admitido que "por necesidad y por convicción" tuvieron que ir a una velocidad muy rápida. "No todo es un lecho de rosas, no van a ser todos ganadores, ni van a ser todos perdedores, pero sí vamos a tener las condiciones para que sea un lugar donde se pueda proyectar y donde se pueda competir. Es raro esto para la Argentina. Nosotros por necesidad y por convicción hemos ido a una velocidad muy rápida. Es difícil y también entendible que diferentes agentes económicos tengan una incomodidad y tengan una situación de, primero, escepticismo. Pero esto es de verdad, entonces ahora tienen que adaptar su mindset para hacer negocios de una manera diferente", dijo.
Destacaron la baja de la inflación y el rebote de la economía.Y que hay una oportunidad única para levantar el cepo.Pero también ven riesgos si no hay cambios.
El Relevamiento de Expectativas de Mercados del Banco Central anticipa 3% en el índice de octubre.Para los próximos 12 meses pronostican un registro del 35%.
Desde la Fundación Mediterránea propusieron un esquema que reduce derechos de exportación cuidando el equilibrio fiscal. La rentabilidad neta de las empresas aumentaría con impuestos menos distorsivos.
El periodista Ernesto Tenembaum y el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno mantuvieron un breve pero intenso entredicho este miércoles por la mañana mientras debatían sobre la mirada que los economistas tienen respecto de las políticas que impulsa el gobierno de Javier Milei. Así, el exfuncionario kirchnerista le reprochó al conductor radial invitar a su programa a "economistas progresistas". Los calificó de "bestias" que "no saben nada" y le cuestionó que no lo convoque seguido para charlar. "Es que sos insoportable, inaguantable", retrucó el entrevistador.Tras conversar unos 20 minutos, Tenembaum destacó que la exposición de Moreno se había "entendido bien". "Con eso me quedo tranquilo. La próxima vez tenemos que hacer un seminario", respondió jocoso el dirigente peronista, que luego se puso serio: "Terminala con esos economistas progresistas que no saben de economía igual. Terminala porque le haces mucho daño a la Argentina vos también". Se refería en específico a Emmanuel Álvarez Agis, exviceministro de Economía de la Nación, por haber dicho que el que más hizo por la pobreza en el país fue el CEO y fundador de Mercado Libre, Marcos Galperin."Álvarez Agis, además de ser un muy buen economista, es un gran amigo mío. Vos podés decir lo que quieras. Yo hablo con todos", le contestó el periodista. "Sí, pero de economía no sabe. Podés hablar con todos. Pero lo que te estoy diciendo es que te dejes de joder nada más con invitar a economistas progresistas", reafirmó el exfuncionario durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. "Pero te acabo de invitar a vos para hablar 15 minutos en el horario central", retrucó Tenembaum. "¿Cuánto hace que no hablamos?", le preguntó Moreno, que recibió la siguiente contestación: "No te invitamos por es que sos insoportable, inaguantable".Luego de aquel cruce, Moreno recordó que Elisa Carrió también lo tildaba de insoportable y terminó por destacar que por lo menos Tenembaum aprendía de economía cuando lo sacaba al aire. "Gracias por el llamado. Te mando un abrazo", se despidió Moreno tras el comentario. "Te mando un abrazo", coronó Tenembaum.Antes de comenzar la entrevista, el conductor de Radio con Vos había aclarado: "Se me ocurrió hablar unos minutos con Guillermo Moreno. Es alguien que está muy convencido de que [el gobierno de Javier Milei] termina mal. Voy a hablar con él con la condición de que -no sé si la va a poder cumplir pero me dicen que se comprometió- no sea pendenciero. Poder charlar como dos seres humanos en un mar donde yo lo escuche y no me rompa las pelotas".Durante la entrevista, Moreno habló sobre cómo entendían los políticos el bimonetarismo antes, durante y después de la "década ganada". Analizó también la opinión de los economistas respecto de la gestión de Milei -destacó, entre otros, el pensamiento de Ricardo Arriazu-. Sostuvo que la Argentina "va a explotar" si el Ejecutivo continúa priorizando el orden fiscal por sobre el nivel de actividad. "Cuando el guiso termine de espesar, esto puede terminar volcándose a la calle. ¿Cómo evitarlo? Lo que tiene que hacer el Congreso es, a esta bestia, a este chapita [Javier Milei] sacarlo por la vía del juicio político", arengó Moreno.
"La mejor explicación de lo que ocurrió está en conocimientos de economía y finanzas", afirmó el viceministro de Economía, José Luis Daza, al referirse a los economistas que argumentan desde la astrología los resultados del plan que lleva adelante el Gobierno. Leer más
Tras dar cierre con su discurso a la primera jornada del 60° Coloquio de IDEA, que se celebró el miércoles en Mar del Plata, el ministro de Economía, Luis Caputo, mantuvo un mano a mano con el periodista José Del Rio, secretario general de redacción y director de contenidos de LA NACION. Durante la charla de aproximadamente 14 minutos, el titular del Palacio de Hacienda destacó los logros económicos obtenidos hasta la fecha, habló de oportunismo político y de la intención opositora de "disparar al corazón del modelo" que promueve el Ejecutivo y analizó las opiniones, tanto a favor como en contra, de economistas sobre las políticas de Javier Milei. El funcionario insistió en que la salida del cepo ocurrirá cuando las condiciones lo permitan, vaticinó un boom energético en la Argentina y le dejó un mensaje a los empresarios.- Sobre el final de su presentación, se puso de pie y pidió el micrófono. ¿Qué anunció?Anunciéâ?¦ Me había olvidado, era un anuncio muy importante. Olvidé decir que en septiembre cerramos con un superávit financiero de $466 millones, que lleva a un acumulado en el año de aproximadamente de $2.5 billones, que en términos de producto es 0,4. Y un superávit primario de $816 millones, que llevaba un acumulado en el año de $9.5 billones. Era un mes muy importante septiembre. Habíamos bajado el impuesto PAIS, había muchas dudas sobre si íbamos a tener déficit. Nosotros estábamos confiados en que íbamos a tener superávit. Lo que aclaré también es que todo este superávit acumulado un poco se va a diluir en los últimos dos meses del año, donde estacionalmente hay que pagar muchos intereses y además aguinaldos. Vamos a terminar el año en el equilibrio fiscal prometido y comprometido por el Presidente.- ¿Qué significa eso para la economía de la gente?Es muy importante, es vital. Lo que se llama el ancla fiscal es el corazón del modelo. Por eso la oposición intenta quebrarlo. Intenta pasar leyes que generen gastos sin pasar ninguna contrapartida de financiamiento, como han hecho en el caso de las universidades. Claramente, está destinado a disparar al corazón del modelo, que es lo que genera el equilibrio macro y los resultados que estamos viendo. Reflejan que el rumbo es el correcto. La inflación para abajo. Estamos eliminando ese flagelo que es para la gente. La inflación es el impuesto más regresivo y el que más impacta en el que menos tiene, que no se puede cubrir. La economía se está recuperando. El dólar, como siempre dijimos, se encuentra estable. Se empiezan a ver los frutos de las políticas que hemos tomado. Con el paso del tiempo, cada vez dejamos más atrás las pésima política monetaria del gobierno anterior y empiezan a prevalecer más nuestras políticas. Estamos muy confiados.- Hace dos semanas, el exministro Hernán Lacunza dijo que si se le da un aumento el lunes a los pilotos, el martes a los jubilados y el miércoles a los universitarios, el jueves hay que emitir más deuda y el viernes inflación. Lacunza y Ricardo Arriazu hoy son dos economistas que están un poco a contramano de la tendencia. ¿Qué opina?Estoy en total sintonía con eso. Es difícil. Me cuesta entender a la gente que pueda estar en contra de lo que estamos haciendo. No hay hada más tonto que ir en contra de la evidencia empírica. Yo arranqué esta charla pidiéndole a la gente que cerrara los ojos, se ubicara en noviembre de 2023 y luego los abriera para darse cuenta que se encontraba en octubre de 2024. Les conté que no había déficit fiscal ni déficit cuasifiscal, no había emisión monetaria en la Argentina, había superávit comercial, de cuenta corriente y energético, no había piquetes, se desregularon cosas y denunciaron abusos, vicios y curros. ¿Quién podría haber imaginado que esta iba a ser la situación diez meses después? Que hoy realmente alguien pueda criticar lo que se hizo, como mínimo suena sesgado. No voy a decir nada más que eso. Yo veo que la reacción de Ricardo y Hernán es razonable, dado de que ver dónde estábamos y a lo que llegamosâ?¦ La comparación de nuestros números con los que han sido los programas de estabilización de cualquier país del mundo desde el año '80, son números de Argentina son más impactantes.- Hoy volvió a ratificar una frase que viene diciendo: "Ya basta con la pregunta de cuándo salimos del cepo y de qué manera". ¿La teoría del Gobierno es que de una manera paulatina se va terminar saliendo de hecho?No solo se va a ir saliendo de hecho. Lo más importante de entender es que el paso del tiempo nos juega a favor y no en contra. Vuelvo a la evidencia empírica. Hoy estamos en octubre. Estamos en el mínimo de brecha y riesgo país, con la economía recuperando, la inflación mayorista corriendo al 2% y la minorista en 3%. En algún momento de estos diez meses, ¿hemos estado en mejores condiciones para salir del cepo que hoy? No. Con el paso del tiempo estamos cada vez mejor. Ese proceso se va a seguir dando. Cada vez vamos a estar en mejores condiciones para salir. El objetivo nuestro es salir sin que haya ningún sacudón para nadie. Que sea una cosa normal. Cuando estén dadas esas condiciones, lo vamos hacer. Mientras tanto, las cosas van a mejorar. Podemos esperar.- Habló del oportunismo de la política, de muchos que quieren que le vaya mal al Gobierno de manera explícita. ¿Cree que de esta manera ustedes evitan eso en términos financieros? ¿Es una decisión política?Obvio. La oposición busca temas sensibles para instalar cuestiones que no son ciertas. Por ejemplo, que estamos en contra de la universidad pública. Eso no es cierto. O que queremos arancelarla. Lo único que nosotros estamos diciendo es que sabemos que hay despilfarros, por no decir curros, entonces los queremos auditar. Es la plata de la gente, no es nuestra. El sentido común dice que hay que auditarlo. Y es también nuestra obligación. Por otro lado les pedimos de mínima que, si son legisladores, den el ejemplo y cumplan la ley. La ley dice que no se puede presentar ninguna partida que no esté en el presupuesto sin un financiamiento asociado a eso. No es lo que hicieron los legisladores. La excusa de que es un 0,14 del producto es una excusa sonsa. No tiene nada que ver. Con el mismo criterio, mañana ponen otro que es 0,16, pasado otro de 0,40 y en un mes tenemos un un punto y medio más de gasto que no sabemos cómo financiarlo. No es así.- ¿Por qué cree que los empresarios siguen poniendo al tipo de cambio como la meta en términos de plan?Es una gran pregunta. Creo que, en parte, es porque Argentina tiene una historia atrás que le juega muy en contra. Y en otra parte porque no hay tanto entendimiento de la situación. Por eso yo en las charlas hago mucho enfoque en el tema de la casualidad y la causalidad. Les digo "muchachos, a la Argentina no le fue mal por 100 años de casualidad. A la Argentina le fue mal porque hizo las cosas mal". Ahora las está haciendo bien. Pasó de ser el peor alumno a ser el mejor. Hay que entender, para combatir ese escepticismo, que ahora no hay razón para que te vaya mal porque estás haciendo las cosas bien. No es una casualidad antes y no es una casualidad ahora. La parte que nosotros explicamos el plan y por qué las cosas pasan es justamente para combatir ese escepticismo que después de tantos años tenemos los argentinos. Cuántas veces habrás escuchado 'esta es la Argentina, ya la vi'. No, esta no la viste. No la vio nadie. Argentina nunca tuvo un presidente con la convicción de ir a un orden macro por decisión política. No me digan que la vieron porque no pasó nunca. Yo tengo 60 años y nunca la vi.- ¿Cuáles son los sectores de la nueva Argentina que ustedes ven con mayor potencial para el desarrollo?Depende de la iniciativa de cada sector. Hay un montón de sectores que nos pueden dar sorpresas como la inteligencia artificial. El sector automotriz está creciendo a dígitos elevadísimos. El último mes 15% de crecimiento, 42% con respecto al año anterior. Por supuesto, el agro siempre va a ser un motor. Pero creo que principalmente, entre lo nuevo, todo lo relacionado con energía y minería va a ser un boom. Va a haber un boom energético en la Argentina de acá a unos cuatro años sin duda.- Blanqueo y RIGI. Expectativa vs. realidad...El blanqueo viene mejor de lo que se esperaba. Ha duplicado en el cash el blanqueo que hizo Mauricio Macri. Creo que eso va a dar también un impulso a la economía. El objetivo del blanqueo no es recaudatorio, sino que reactive la economía, de que esos dólares salgan a la calle y la gente los use. Aprovecho para decirle a los comerciantes que ya pueden facturar en dólares tranquilamente. La gente puede sacar sus dólares y empezar a usarlos. El RIGI viene espectacular. El Presidente es un semáforo de atracción de las inversiones. Hay casi U$S 50.000 millones en inversiones y lo único que hacemos es ver inversiones de la economía real. Estamos en un cambio histórico, no tengo la más mínima duda. Ojalá todos, en particular los locales, así lo vean y lo puedan aprovechar.
Mientras Ricardo Arriazu pidió cautela e "ir de a poco" para sacar restricciones cambiarias, el ex vicepresidente del Central, Gustavo Cañonero sugirió acelerar las liberaciones
En medio de una de las mejores semanas financieras desde que inició la gestión Javier Milei, el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, brindó hoy el discurso de apertura de las Jornadas Monetarias y Bancarias 2024, que organiza la entidad cada año. El economista destacó como uno de los logros del programa económico de los últimos 10 meses el hecho de haber anclado las expectativas respecto a la performance fiscal del Gobierno. "En el primer trimestre se debatía la sostenibilidad del balance fiscal y hoy sería una sorpresa que no se cumpla con la meta fiscal. Esto, a su vez, ayudó a anclar las expectativas inflacionarias", dijo.Su comentario fue para introducir el evento que organiza el BCRA, en el cual se destacó el panel que compartieron los economistas Ricardo Arriazu, socio fundador de Arriazu Macroanalistas; Gustavo Cañonero, presidente de CMF Asset Management y exvicepresidente del BCRA durante la gestión de Mauricio Macri, y Rafael Di Tella, profesor de Harvard University y de la Universidad Di Tella.Los tres economistas expusieron sentados al lado del vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, y del director del BCRA Federico Fuariase, y defendieron la decisión del Gobierno de mantener el cepo cambiario, aunque recomendaron sacar algunas restricciones."Uno no puede pensar en un programa económico en el lado de la economía sin ver las consecuencias políticas y sociales", dijo Arriazu. Y luego justificó la política cambiaria del Gobierno: "Soy enemigo de los controles del dólar, pero soy mucho más enemigo del colapso social. En ese contexto, ¿cuál es mi posición? Hay que ir abriendo el cepo de a poco. Ya acortaron de cuatro a dos meses los plazos para pagar importaciones y cada vez es más chica la diferencia entre importaciones devengadas y pagadas. Poco a poco se está bajando el cepo".En ese sentido, el economista se refirió al dólar como una unidad más de cuenta de la economía, que se utiliza para hacer transacciones. Señaló que recién cuando la divisa estadounidense deje de ser una unidad de cuenta, como sucede en Brasil, podrá fluctuar libremente. Mientras tanto, cada salto del dólar se traslada a los precios domésticos y genera inflación, según sus proyecciones. "Soy partidario de un tipo de cambio único, con total libertad de acceso. Pero mientras el dólar sea unidad de cuenta... Cuando deje de serlo, no me importa lo que le pase al dólar", dijo.En este sentido, aconsejó que el Gobierno siga quitando el cepo de a poco y, "en algún momento del año que viene, van a poder liberar completamente los controles", si la confianza se mantiene.Cañonero coincidió en que su expectativa es que el Gobierno quite el cepo recién luego de las elecciones legislativas del año próximo, aunque recomendó que se vayan sacando restricciones más rápido. "Coincido en que la credibilidad se construye con un convencimiento de cambio de régimen y para eso hay que evitar sobre saltos. Para eso hay que ir gradualmente, para tener una mejor precisión de cuánto es la demandas relativa del riesgo. Una posibilidad de levantar el cepo gradualmente me parece válida", dijo.En este sentido, recomendó, "para conocer la verdadera demanda por circulante [dinero]", eliminar el tipo de cambio blend para exportadores, el cual se compone de un mix de 80% de liquidación al tipo de cambio oficial y 20% al CCL. Esto permitiría, también, mejorar la acumulación de reservas, indicó.A su vez, recomendó también liberar el cepo para los individuos o sectores de la economía, porque tiene "poco poder de fuego". Y agregó: "Todo esfuerzo de descubrimiento de precios es muy valioso. Ese esfuerzo es clave mientras seguimos haciendo el esfuerzo más fundamental de convencer a la sociedad de que todos estamos mejor, ajustando el fisco, eliminado las necesidades de financiamiento que tuvimos en el pasado y acomodando las preferencias de los individuos", dijo.Di Tella, por su parte, apoyó la idea de sacar gradualmente las múltiples restricciones, aunque mencionó el caso de Chile que, en los 80 creció con cepo y tuvo una transición ordenada. "Hay que pensar el programa económico como un programa político, teniendo en cuenta qué es el éxito y cuáles son los componentes que están asociados a eso. Por supuesto que mi preferencia personal es terminar con el cepo, pero para llegar al otro lado del río, es clave evitar los sobresaltos y entiendo perfectamente estas elecciones", indicó.
En uno de las mesas en el marco de la Jornadas Bancarias y Monetarias organizadas por el BCRA Arriazu, Cañonero y Di Tella desaconsejaron devaluar ante lo que dicen que "hay retraso" del dólar.
Luego de cuatro meses consecutivos en torno al 4%, la inflación registró un 3,5% en septiembre, el valor mensual más bajo desde noviembre de 2021. Hacia adelante, las primeras estimaciones de los economistas privados para octubre tienden a inclinarse por la continuidad de la desaceleración. Según el relevamiento realizado por LA NACION, las proyecciones de consultoras y analistas calculan que el dato se ubicará en el intervalo de entre "3,5% y 3%".Ese es el caso del economista Gabriel Caamaño, de Outlier, quien describió una tendencia de inflación de octubre "parecida o más baja" que la de septiembre. Por su parte, el director asociado de EcoGo, Sebastián Menescaldi, expresó que la dinámica inflacionaria "va desacelerando", con una estimación preliminar de 3,1% para este mes. En tanto, Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores, indicó que sus proyecciones ubican al IPC "cerca de 3%", mientras que el exsecretario de Finanzas Miguel Kiguel, titular de Econviews, también observó que el dato de octubre será "parecido" al anterior."Hay muchos productos que no suben", describió Menescaldi. El relevamiento de precios de mercado que realiza EcoGo estimó una inflación en alimentos del 0,6% para la primera semana de octubre. En su informe, la firma destacó que es un "aumento relativamente bajo para comienzos de mes". La última semana de septiembre había marcado 1%, según sus números. Pero si se comparara con la primera semana de septiembre, cuando el alza fue del 0,4%, el contraste no sería tan favorable.Nuestro relevamiento de precios arroja una variación de +0.8% promedio en la primera semana de octubre, para una canasta de alimentos, perfumería y limpieza.Entre categorías destacan Verdulería con +3.3% y Carnes con +1.3%. @kiguel @mj_pamela pic.twitter.com/Ir36pgnbsC— Econviews (@econviews) October 4, 2024Las mediciones de Econviews muestran cifras similares. Para la primera semana del mes, en la consultora relevaron un 0,8% de inflación en una canasta de alimentos, perfumería y limpieza. Es el mismo número que midieron en la primera semana de septiembre.A propósito del ítem "alimentos y bebidas no alcohólicas", el componente de mayor peso en la canasta ponderada que usa el Indec para medir al inflación, desde el sector industrial explicaron que en septiembre no se tradujo al 100% el impacto de la baja de la alícuota del impuesto PAIS para las importaciones (el Gobierno revirtió la suba inicial y la redujo del 17,5% al 7,5% desde septiembre), por una cuestión de stocks que habían sido adquiridos bajo el viejo esquema tributario. Por lo tanto, aguardan que en octubre también tenga "algo de influencia"."El dólar controlado es clave", comentó Tiscornia, en referencia a la brecha cambiaria. En lo que va de octubre, el dólar blue bajó 4,8%, el contado con liquidación (CCL), 5,3%, y el MEP (dólar Bolsa), 6,6%.En ese escenario favorable en términos finacieros, Caamaño identificó que también "juega a favor" la caída del precio internacional de los commodities. A su vez, señaló que otra ayuda es la baja del precio estacional del gas. En ese sentido, los números de EcoGo estiman que la baja de esta tarifa redondea un 4,5%, mientras que la del combustible también cedió 1% en el caso de YPF."Lo importante es que esa reducción (de la inflación de septiembre) no se produjo con congelamiento de precios ni ningún dibujo", comentó hoy Juan Carlos De Pablo, uno de los economistas más cercanos al presidente.En cuanto a otros servicios regulados, en octubre el agua y la luz tuvieron movimientos diferentes. El Gobierno aplicó aumentos en los tres componentes de la factura de electricidad (generación, distribución y transporte), lo que impactará en un incremento final promedio del 3% en la boleta. En paralelo, el servicio de agua en de AySA subió 4,9%.Pese a que aún los servicios públicos no terminaron de corregir sus atrasos, Caamaño comentó que "lo que te juega en contra son los bienes no transables". El economista explicó que la desaceleración inflacionaria de septiembre estuvo, en parte, apoyada por una mayor caída en los servicios que entre los bienes. Según el Indec, la suba en servicios fue de 4,6%, mientras que el de bienes 3%. En agosto habían marcado 6,5% y 3,2%, respectivamente.
El organismo iniciará el debate sobre la reforma en su política de cargos y sobrecargos, algo que podría beneficiar a la Argentina en unos u$s12.000 millones.
Idea para el título de un disco con canciones de ABBA reversionadas por la aplicación Suno: "Mamma M(IA)". Literatura fantástica para chicos y adolescentes con personajes creados por ChatGPT: "Crónicas de Narn (IA)". Gracias a los LLMs, un programa ómnibus icónico de los 80 vuelve con temáticas actuales: "Bad(IA) y Compañ(IA)".Prepárense para ver en lo que queda del año decenas de iniciativas de empresas, del Estado y de otros organismos con alguna palabra que contenga la "I" y la "A". A pesar de la baja en los mercados de algunos activos tecnológicos, el boom de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) no afloja, y los gigantes del sector entraron en una suerte de "carrera armamentista" de inversiones multimillonarias y muchos incentivos empezaron a pisar el acelerador a fondo.Como sucedió con la estrella de la gimnasia Simone Biles en los Juegos Olímpicos de París, de quien se dice que nunca en ningún deporte hubo tanta distancia con la segunda competidora, la IAG sigue mostrando una "dominancia" absoluta como agente de transformación en 2024.Entre los economistas, el punto focal no es la excepción. En lo que va del año se alimentó un debate muy interesante entre tecno-optimistas y tecno-escépticos, que hoy está al rojo vivo. Y, siguiendo con la metáfora de los Juegos Olímpicos, quien tomó la antorcha que durante mucho tiempo llevó Robert Gordon como desconfiado del verdadero aporte de las tecnologías digitales al crecimiento, fue el profesor del MIT Daron Acemoglu.Acemoglu nació en Estambul, Turquía, pero reside desde hace décadas en Estados Unidos. Es uno de los diez economistas más citados del mundo, ganó en su momento la medalla John Bates Clark (que premia a los economistas jóvenes brillantes y, para muchos, es una distinción más prestigiosa que el Nobel) y escribió varios libros, entre ellos el best seller Por qué fracasan los países, en 2011."Aunque hay quienes creen que las máquinas pronto harán todo lo que los humanos son capaces de hacer, con lo que comenzará una nueva era de prosperidad ilimitada, otras predicciones tienen, al menos, los pies un poco más sobre la tierra", sostuvo el profesor del MIT en una columna reciente.Acemoglu es particularmente crítico de la visión de Goldman Sacks (que prevé un 7% de crecimiento del PBI global adicional en la próxima década, gracias a la IA), de la estimación de McKinsey (3-4 puntos adicionales anuales, de aquí a 2040) y de la proyección de The Economist (donde un editorial anticipó que la IA traerá "bonanza para los obreros").Para Acemoglu, "las perspectivas son mucho más inciertas de lo que la mayoría de las conjeturas y pronósticos sugieren".¿Su proyección? Toma en cuenta el teorema de Hulten, por el cual los efectos agregados de la "productividad total de los factores" (PTF) equivalen al producto de la participación de las tareas automatizadas por el ahorro promedio en los costos.En su cálculo, la proporción de tareas impactadas por la IA no supera el 4,6% del total, por lo cual cree que la IA solo sumara un 0,66% en los próximos diez años, o el 0,06% al año. "La teoría económica y los datos disponibles justifican una perspectiva más modesta y realista para la IA", sostuvo el economista días antrás, en una muy buena entrevista que le hizo Soumaya Keynes para "The Economics Show", un podcast del Financial Times.El tono de Acemoglu es el mismo que durante décadas sostuvo el profesor de Northwestern Robert Gordon, en su caso con desconfianza respecto del verdadero aporte al crecimiento de la revolución digital (no tanto de la inteligencia artificial). "La expansión de los celulares y de las redes sociales en los últimos 20 años trajo un enorme excedente del consumidor en la vida cotidiana, pero esto no se vio reflejado en la productividad ni en el PBI, ni en la manera fundamental de hacer negocios", sostuvo Gordon en una entrevista.Gordon es un discípulo de Roberto Solow, quien en 1987 dijo su famosa frase de que "hay computadoras por todos lados, menos en las estadísticas de productividad".Medida de ignorancia"El debate está el rojo vivo y hay muchos economistas contestándole a Acemoglu", cuenta, en diálogo con LA NACION, Tomás Castagnino, economista jefe de Accenture, quien sigue esta agenda de cerca y participa en varios foros globales (como el WEF) en los capítulos de economía del cambio.La respuesta más contundente surgió en junio, de un paper de los economistas Philippe Aghion y Simon Bunel. En IA y crecimiento: dónde estamos parados, Aghion y Bunel critican los parámetros y supuestos de base de las estimaciones de Acemoglu, a los que juzgan como "muy convenientes" para llevar agua al molino tecno-pesimista."En este debate, lo que está en juego hoy es un punto de crecimiento anual de la productividad gracias a la IA, en este rango se mueven las estimaciones -dice Castagnino-; en la profesión se suele decir que la productividad total de los factores, como todo residuo que se calcula, es una medida de nuestra ignorancia".Para Castagnino, la IAG tiene hoy la posibilidad de mover la frontera de la innovación. "Siempre vimos a la productividad como una forma de hacer lo mismo con menos recursos, o más con lo mismo, pero ahora con las 'tareas aumentadas' y la reinvención de procesos de trabajos que permite la IAG estamos ante la posibilidad de hacer las cosas mejor con menos recursos", explica.Hasta dónde se llegará¿Hasta dónde llegará esta curva? En los últimos días ganó también volumen una discusión interesante sobre los límites de la tecnología estrella de 2024, en tanto depende fuertemente del "músculo computacional". Puede haber exponencialidad en su crecimiento, pero también en sus costos: para 2027 se estima que entrenar un solo sistema de algoritmos de IAG de última generación ya costará cerca de 100.000 millones de dólares, una cifra que equivale a más del PBI que tienen (por separado) dos tercios de los países del planeta.La cantidad de poder computacional requerido para entrenadores de LLMs está creciendo en la actualidad a 4X-5X al año. Y los sueldos de programadores de este sector vuelan: en su último reporte a inversores, OpenIA hizo una previsión salarios para 2024 equivalentes a un millón de dólares de compensación anual por empleado, en promedio. Si se calcula que los activos bajo gestión en el planeta suman unos 100 billones de dólares, estamos a tres órdenes de magnitud de llegar ahí. Y el límite llegará mucho antes, cuando las tecnológicas evalúen si inversiones de este tamaño tienen repago en el mercado.¿Quién se equivocará más con los pronósticos en esta área? Difícil saberlo, pero hay un título tentativo para quien acepte el error y quiera pedir disculpas: "Mala M(IA)".
El Gobierno estima una disminución más pronunciada que el consenso de las consultoras privadas. Los factores que pueden presionar al alza de los precios
Estas modificaciones en la composición de la junta directiva buscan, precisamente, alinear los objetivos del Gobierno con las decisiones de la entidad
CÓRDOBA.- Ricardo Arriazu reiteró su frase de que si el Gobierno "devalúa, explota todo. Chau Milei porque Milei está basado en una esperanza, que es que baje la inflación y mejore el nivel de vida".El economista estimó una suba de precios del 20% para 2025, "siempre y cuando se mantenga la política cambiaria. Lo que importa es lo que crea el mercado y si el mercado le puede doblar la mano. El tipo de cambio real lo maneja el mercado".El Gobierno defendió el asado en Olivos y negó "falta de empatía" con los jubiladosArriazu abrió las 57ª Jornadas Internacionales de Finanzas Públicas organizadas por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba. Eligió como título de su disertación "Perspectivas económicas. Estabilización y crecimiento. La importancia del equilibrio fiscal".Sobre la evolución del consumo, previó que la tasa interanual seguirá siendo negativa hasta octubre o noviembre. "La clase media pagó el aumento de tarifas dejando de lado lo imprescindible -añadió-. Están haciendo crecer la economía el fin de la sequía, la mejora del salario real, el crédito. Si no hay una crisis política, todos los factores indican una reactivación". Para 2025, espera -igual que el presupuesto- un crecimiento del PBI del 5,2%.Al arranque de su exposición, repitió que se viene presentando como "el Gallego que va de la mano por Libertador" porque tiene una posición diferente a la de sus colegas. "Al Presidente no lo conozco", subrayó en respuesta a quienes dicen que Javier Milei sigue sus consejos. La referencia es porque desde hace unos meses se lo ubica como uno de los economistas que más cita Milei, básicamente porque apoya el crawling peg del 2% anual y la decisión de no salir del cepo.Sobre los vencimientos de deuda en dólares, Arriazu sostuvo que "ni de broma se defaulteará" por los US$1.100 millones de este año, aunque indicó que "hay que ver de dónde saldrán" los US$11.000 millones de 2025. Entiende que las exportaciones crecerán US$8.000 millones con respecto a este año y las importaciones, 30%: "No me dan para pagar los US$11.000 millones, pero sí los intereses. Para el resto, hay que mirar la política cambiaria y monetaria".Reiteró "el error garrafal" cometido por el Gobierno al "bajar demasiado rápido la tasa de interés y dejó demasiada plata suelta. Después cambiaron. Pusieron el programa en peligro por obsesión, ahora están en la dirección correcta".Con respecto a los impuestos, Arriazu entiende que en diciembre, con la eliminación del impuesto PAIS, "algo van a hacer con turismo". A su entender queda "un poquito para bajar retenciones, que es lo que creo que hay que hacer, pero en el presupuesto aparecen subiéndolas".Inflación"Con la inflación no se convive, hay que matarla", definió en su repaso de la historia argentina "en la que permanentemente estamos entre un grupo que quiere gastar y un grupo que hace el ajuste". Planteó que el programa económico de corto plazo de Milei viene "mejor de lo esperado" después de la mega devaluación y el ajuste de seis puntos del PBI. "¿Cómo quieren que estemos? La devaluación es un impuesto y cuando cambia precios relativos es a costa del salario", detalló.Baja de tasas: por qué la decisión de la Fed puede cambiar el humor del mercado argentino"La Argentina es un país bimonetario y jamás vamos a estabilizar si no estabilizamos peso y dólares. Para el peso no emito; para el dólar no hay otra alternativa que intervenir, pero si no están las condiciones macro, a la larga explota. La base es eliminar el déficit fiscal", sostuvo. En ese contexto, elogió a Milei por defender el superávit fiscal y ratificó que la inflación convergirá al 2% del crawling peg.Al hablar de inflación, calculó que de la actualización de tarifas "debe faltar alrededor del 10%". Rechazó que la inflación mayorista anticipe la minorista, "tiene menos ítems, es otra cosa". Ayer Milei festejó el 2,1% del dato de agosto.
Tras el estancamiento alrededor del 4% en la inflación minorista, el Gobierno pudo volver a festejar con otro dato relacionado con los precios. "Gran señal!!", celebró en redes sociales el ministro de Economía, Luis Caputo. El comentario de uno de los funcionarios más valorados por el presidente, Javier Milei, llegó luego de que el Indec diera a conocer el número de inflación mayorista para el mes de agosto, que marcó 2,1%. La página oficial del Palacio de Hacienda destacó: "Se trata del registro más bajo desde mayo 2020 e indica la tendencia a la baja que refleja la inflación de precios mayoristas".2,1 inflación mayorista en Agosto. Gran señal! ð??¦ð??·ð??¦ð??·ð??¦ð??· pic.twitter.com/HhEW3zn6Sz— totocaputo (@LuisCaputoAR) September 17, 2024El director de Econviews y exsubsecretario de Financiamiento del Ministerio de Economía, Miguel Kiguel, analizó que es un "buen número". Asimismo, sostuvo que "un tema a tener en cuenta es que la [inflación] mayorista incluye bienes, no incluye servicios, y el fuerte de la inflación [minorista] lo tenés en este momento en servicios". Por esta razón, expresó reparos sobre el poder de anticipación de este dato, aunque sí manifestó que puede mostrar "tendencias"."Es un muy buen dato", opinó el economista de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia. Además, indicó que el hecho de que haya marcado 2,1%, "parecido al ritmo de aumento del tipo de cambio mensual (crawling peg del 2%), está mostrando que los precios se están empezando a acomodar a ese ritmo".Por su parte, su colega Gabriel Caamaño señaló que "es lógico" que la inflación mayorista haya sido de 2,1% porque la canasta de este índice está compuesta por bienes transables en la que "juegan casi directamente los precios internacionales de las commodities, que en julio y agosto sufrieron bastante". Lo dijo en referencia a la baja de precios.Un dato relevante del informe del Indec es que el precio de las importaciones mayoristas se movió apenas 0,2% en agosto en comparación con julio. Este número se desempeña en coincidencia con los esfuerzos desreguladores de la Secretaría de Comercio, a cargo de Pablo Lavigne, aunque también hay actores del sector privado que esgrimieron que pudo deberse a cierta "quietud" a la espera de la baja de la alícuota del impuesto PAIS implementada a partir de septiembre.En cuanto a la curva descendente que muestra la inflación mayorista, el director del BICE y streamer del Ministerio de Economía, Felipe Nuñez, fue el primero en destacarla: "La inflación mayorista bajó del 54% mensual al 2,1% y ya viaja en torno al crawling peg".La inflación mayorista bajó del 54% mensual al 2,1% y ya viaja entorno al crawling peg. El plan de estabilización con sus 3 anclas: fiscal, monetaria y cambiaria (fruto de las otras dos); permitió que la desinflacion avance en medio de una corrección de precios relativos. https://t.co/NMFr3Ghs95— Felipe Núñez ð?¦? (@Felii_N) September 17, 2024En este sentido, la inflación mayorista refleja una desaceleración ya que del 54% en diciembre, bajó a 18% en enero, 10,2% en febrero, 5,4% en marzo y 3,4% en abril. En mayo se aceleró un poco, al registrar 3,5%, pero luego volvió a desacelerar en junio con un dato de 2,7%. Los vaivenes volvieron en julio, cuando el Indec midió 3,1% y en agosto arrojó el 2,1% celebrado por el Gobierno.Estas idas y vueltas también se observan en el derrotero de la inflación minorista, relevada por el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Desde el pico de 25,5% de diciembre hasta mayo inclusive, cuando registró 4,2%, se desaceleró mes a mes pero luego en junio volvió a exhibir una leve aceleración al marcar 4,6%. En julio bajó a 4% y en agosto regresó el 4,2%.¿Cómo es la relación en lo que va del año entre la inflación mayorista y la minorista? La acumulada mayorista trepa a 58,4% mientras que el IPC ya alcanza al 94,8%.Más allá de los paralelismos, el informe del Indec correspondiente a la inflación mayorista contabilizó que el tabaco, el papel y los productos de papel, los productos de caucho y plástico, y los muebles son los ítems cuyos precios bajaron entre julio y agosto.
Dudas acerca de si el Presidente conseguirá el apoyo político para su aprobación. Empresarios, entre el respaldo y los reclamos.
CÓRDOBA.- En el proyecto de presupuesto 2025 presentado por el presidente Javier Milei se estima que el ingreso por retenciones se duplicará. El campo aporta más del 80% del total de lo recaudado por esa vía. Los analistas consultados por LA NACION entienden que la meta es difícil de cumplir, salvo que el tipo de cambio sea más alto que el de $1207 previsto en la iniciativa. El punto es que no se proyectan una cosecha récord ni precios internacionales significativamente más altos el año próximo.El economista Fausto Spotorno plantea que sin esos dos factores "ni una devaluación importante", es "rarísimo" el cálculo oficial. Advierte que la alternativa es que en el equipo económico "estén esperando un tipo de cambio más alto $1207, que es más bajo que el que tenemos hoy"."Con los números del REM de inflación y del tipo de cambio podría ser que se duplique esa recaudación -señala-. Internamente la decisión pareciera no querer da señales de cuándo ni cómo se sale del cepo, a la vez que se insiste en que los dólares libres convergirán con el oficial. Se quedaron con ese rango y ahí es donde la cifra no da". El último REM estima un tipo de cambio de $1515 para diciembre del año que viene y una inflación de 38,5%.Discurso de Milei: en el campo destacaron el compromiso de bajar impuestos pese a que en 2025 seguirán las retencionesEn los mercados internacionales no se espera una disparada de los precios -puede haber "alguna" mejora en maíz y trigo, pero no en soja- y, además, la próxima cosecha en la Argentina no pareciera ser récord. "Se espera una 'mini Niña' y eso complicaría la situación", sostiene Spotorno.Según los números de DataMiazzo, el campo aportó 81,4% del total de la recaudación por retenciones en 2020; 87,1% en 2021; 85,8% en 2022 y 82,3% en 2023. El economista, que preside la consultora, David Miazzo, hizo un análisis considerando proyecciones de producción y precios. Con las estimaciones de cosecha y los precios actuales, las retenciones aportarían entre US$6500 millones y US$7000 millones, con un tipo de cambio promedio de $1114 (es decir, $7,5 billones). "Como el agro en promedio aporta 85% de la recaudación total de las DEX, serían $8,8 billones, lo que implicaría una variación del 65% respecto a este año. Sí, un poco lejos del 100% previsto en el presupuesto".Miazzo ratifica que este año la recaudación por esa vía es "excepcionalmente baja para el nivel de cosecha por los precios internacionales bajos en el primer semestre y por el adelanto de registración de exportaciones a fines de 2023, antes de la devaluación de diciembre". Anoche, tras el discurso de Milei, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, habló en LN+ y esto dijo tras ser consultado sobre los derechos de exportación: "No estamos en principio apurando la decisión de la baja". Y, respecto del aumento previsto en la recaudación por retenciones, el secretario de Hacienda explicó: "Hay una expectativa de precios de commodities mejores a los de este año. Esperamos una mejora en la soja. Ahora estamos pasando una etapa de precios de commodities muy malos. La expectativa es que mejore mucho. Va a empezar a moverse la exportación de otros sectores que van más allá de lo agrícola. Eso nos va a dar mejores resultados".Teo Zorroaquin, socio gerente de Zorraquín+Meneses, subraya que la "mala noticia es que no se habla de bajar" retenciones. Insiste en que para que se cumpla la proyección deberían aumentar la alícuota de las retenciones, que haya un fuerte incremento de los precios de los granos o un salto importante de los rendimientos y las retenciones se apliquen sobre un volumen más grande.Tomas Allán, investigador de Recursos Naturales del think thank Fundar, señala: "Hay, a priori, inconsistencias no solo en eso sino en el capítulo de comercio exterior. Podría pensarse en una disparada del volumen, pero en cantidades la estimación es del 9%, con lo que la duplicación de la recaudación no puede venir por allí. Y tampoco por el tipo de cambio, porque prevén 18% de incremento. Lo que queda es que las retenciones se extiendan a más productos o sectores productivos, o las que ya están gravadas pasen a pagar más. Pero desde el Gobierno aseguran que no será así".Precios internacionalesTomás Lucero, economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, repasa que los precios internacionales de las principales commodities agrícolas argentinas ingresaron en un tobogán descendente a mediados del 2022, tendencia que se mantuvo hasta lo que va de este año. Como referencia, la soja en el mercado de Chicago pasó de US$613 la tonelada en promedio durante el 2022 a US$428. "La mayor preocupación es que no está aún claro si los precios alcanzaron su piso o sí, por el contrario, puede haber más malas noticias en lo que resta del 2024 y el año próximo", advierte.Por el momento, y según las operaciones de futuros realizadas en la primera semana de setiembre en Chicago, los precios se estarían ubicando en un promedio de US$371 la tonelada en el último cuatrimestre del año, 13% por debajo de los dos primeros cuatrimestres. En cuanto al 2025, las operaciones a futuro promedian los US$382 la tonelada "con algunas señales de recuperación o de piso, pero por ahora débiles".Para tener perspectiva, los valores que se están manejando en el mercado de la soja para el próximo año se ubican bastante por debajo del promedio de últimos 25 años (US$480 la tonelada) en poder de compra constante y hay que volver hasta el 2006 para encontrar un mercado con precios tan deprimidos.En cuanto al aporte de divisas que puede generar el sector agroexportador en 2025, Lucero apunta que, si bien falta mucho y dependerá no sólo de los precios sino también de las cosechas (va a ser muy importante que el clima acompañe), un primer escenario de trabajo estima exportaciones por US$31.600millones, casi US$500 millones por debajo de las exportaciones que se lograrían este año (-1,5%).
Menos de 24 horas después de que se presentara el proyecto de Presupuesto para 2025, el texto que ingresó anoche al Congreso ya fue revisado por los analistas económicos, que resaltaron al menos cinco variables de "difícil" cumplimiento en las proyecciones del Gobierno. Las principales se centran en las estimaciones de inflación y de generación de dólares que espera el Ministerio de Economía para los próximos meses, que son consideradas demasiado "optimistas".Luego de un año de no tener presupuesto oficial, ya que el de este 2024 es una extensión del de 2023, ayer antes de la medianoche el Gobierno presentó sus estimaciones sobre variables clave, como la expectativa de crecimiento de la economía para los próximos años, que luego son utilizadas por todos los gobiernos provinciales para armar sus propios presupuestos locales.A continuación, las cinco variables que generan dudas entre economistas:InflaciónEl proyecto de presupuesto estima que este año finalizará con una inflación de 104,4%. Eso significa que, en el último cuatrimestre del año, tiene que haber una tasa de inflación promedio mensual inferior al 1,2%, como marca la consultora Outlier. Es que solo hasta agosto el índice de precios al consumidor (IPC) acumulado fue 94,8%.Para el año próximo, el Gobierno estima una inflación de 18,3%, mientras que, para 2026, la variación promedio de precios sería 11,6%. Además, el Ministerio de Economía estima llegar a un dígito de inflación en su último año de mandato, cuando sería 7,4% anual.Estos datos se contraponen con el relevamiento de mercado (REM) que hace el Banco Central entre consultoras económicas y bancos. Según el último REM, la inflación cerraría el año en 122,9% y en ningún momento se perforaría el piso de 3% mensual. Asimismo, el mercado espera una inflación de 38,4% el año próximo (sería 1,4% mensual) y de 25% en 2026.Tipo de cambioEl Gobierno espera que el tipo de cambio oficial, que actualmente es $961, sea $1020 a fin de año. Es decir, es consistente con la estrategia del Banco Central de mantener la devaluación mensual de 2% hasta el último día de diciembre.Para fin de 2025, el Ministerio de Economía estimó un dólar oficial de $1207; es decir, subiría en línea con la inflación que proyecta el Gobierno de 18,3% para el año próximo."El escenario 2025 solo sería consistente con una unificación cambiaria que logre que el CCL converja al oficial, que no se retrase demasiado en el año y que sea seguida por un régimen con nula o baja flotación. Lo dicho tiene requerimientos de reservas elevados", dijo la consultora Outlier.En el mercado surgen dudas acerca de la capacidad del Gobierno de sostener un tipo de cambio apreciado con reservas netas negativas en torno a los US$5000 millones. Sobre todo, teniendo en cuenta que, al eliminarse la aplicación del impuesto PAIS sobre la compra de dólares a fin de año, a partir de 2025 se abarata el tipo de cambio para transacciones con tarjeta y para las importaciones.Crecimiento económicoEl Gobierno estima que la economía caerá 3,8% este año, en línea con las proyecciones del mercado, pero señala que habrá un rebote de 5% en 2025, más optimista que las estimaciones de crecimiento de 3,5% que creen los analistas privados.Para lograr ese crecimiento, el Gobierno espera un crecimiento de 9,9% de las inversiones, motorizadas por el régimen de incentivos para grandes inversiones (RIGI) y por los dólares que ingresarán del blanqueo; una aumento de 4,5% del consumo privado, derivado de un crecimiento del poder adquisitivo gracias a que los salarios crecerán más que la inflación, y a una suba de 4% del consumo público. Asimismo, cree que el valor de las exportaciones subirán 9% el año próximo y que las importaciones aumentarán 13,4%.Generación de dólaresPese a la fuerte apreciación del tipo de cambio, que permitirá abaratar las compras del exterior, y al rebote de 5% que espera el Gobierno para la actividad económica, el presupuesto del año próximo cree que las importaciones subirán solo 13,4%. Sumado al aumento de las exportaciones, el Ministerio de Economía estima que el año próximo tendrá un superávit comercial de US$20.748 millones, casi levemente menor a los US$21.972 millones que habría este 2024 (acumulado hasta julio hay un superávit comercial de US$12.262 millones)."Las proyecciones de crecimiento no parecen consistentes con las del comercio exterior. Se proyecta una fuerte recuperación de la actividad económica en 2025 (+5% real), después de una caída de 3,8% en 2024. Sin embargo, el saldo de bienes y servicios casi no se resiente, reduciéndose solo en US$1000 millones, con valores exportados desacelerando e importaciones acelerando. La aceleración de las importaciones parece demasiado baja, especialmente si se considera que se proyecta para 2025 una fuerte recuperación de la inversión", dijo la consultora Outlier.RecaudaciónEn el proyecto de presupuesto, el Gobierno ratifica que el impuesto PAIS, que grava la compra de dólares, no se mantendrá en 2025. Este año, el tributo le generó al fisco ingresos por un total de casi $5,4 billones.Para compensar esa baja, el Ministerio de Economía calcula que se duplicarán los ingresos por derechos de exportaciones (retenciones) con relación a este año, los ingresos por impuestos a los combustibles subirán 155% y el cobro por monotributo, 197%.Además, crecerá la recaudación por Seguridad Social, probablemente porque se supone una recuperación de los niveles de empleo y salarios reales, y de Ganancias, como resultado de la incorporación de la cuarta categoría."Hay una expectativa de precios de commodities mejores que este año, como la soja. Ahora estamos pasando una etapa de precios de commodities muy malos. Hay expectativa de que eso mejore mucho, al igual que la producción. También vemos que se van a mover la exportación de otros sectores que va más allá de lo agrícola, como el energético y el complejo petroquímico", explicó ayer Carlos Guberman, secretario de Hacienda, en una nota de LN+.Las estimaciones, sin embargo, no convencieron a los analistas económicos. "La administración de Javier Milei propone al Congreso un proyecto de presupuesto nacional que consagra el déficit fiscal cero para 2025, pero no presenta un plan consistente y creíble sobre cómo lograrlo. Lo único que está abierto a discusión es si el Congreso está dispuesto o no a consagrar ese pilar de la gestión mileísta. No se ofrece un espacio para debatir el plan en sí, es decir, cómo alcanzarlo y sostenerlo. En este sentido, con este conjunto de proyecciones y previsiones inconsistentes, el Gobierno demuestra que no está dispuesto ni interesado en entablar esa discusión, asegurándose así una considerable discrecionalidad en el asunto. Probablemente, al igual que sucedió este año, porque sabe que muchas decisiones las tomará sobre la marcha", concluyó la consultora Outlier.
Después de que el presidente Javier Milei presentara el proyecto de ley de presupuesto con un fuerte énfasis en el blindaje fiscal que propone su Gobierno al considerar al déficit la madre de todos los problemas argentinos de los últimos 100 años, distintos economistas señalaron algunas inconsistencias en las proyecciones, por lo que resaltaron más que nada la férrea voluntad de equilibrio fiscal."Las proyecciones macro no cierran con las proyecciones de ingresos tributarios. Claramente, no hay proyecciones de composición del gasto, con lo cual tenés una declaración política de equilibrio fiscal, venga lo que se venga y cómo se va a lograr eso vaya a saber Dios. Haciendo lo que sea necesario hacer, no mucho más, porque los números que acaban de publicar son inconsistentes", dijo Gabriel Caamaño, socio de la consultora Ledesma.Santiago Caputo vs. Pablo Biró: la pelea de fondo en Aerolíneas en la que solo vale ganar por knock-outEn su cuenta de la red social X, cuestionó, por ejemplo, que no cierra cómo se va a duplicar en pesos la recaudación de derechos de exportación con las proyecciones de crecimiento de valores exportados en dólares (US$104.030 millones) y las proyecciones de tipo de cambio ($1207). "Así hay varias más. La suba de impuesto a los combustibles también es muy fuerte (155,4%). Sin una explicación muy buena no cierran y las explicaciones muy buenas no están", cerró.Alguien que me explique cómo con esas proyecciones macro de crecimiento de valores exportados en usd y con esas proyecciones de tipo de cambio se va a duplicar en pesos la recaudación de derechos de exportación. pic.twitter.com/M5PoBB8bWA— Gabriel Caamaño (@GabCaamano) September 16, 2024En tanto, Amilcar Collante, fundador del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur), coincidió en esta visión y habló de inconsistencia fuerte por el lado de los ingresos fiscales. "Los derechos de exportación ($10.712.570 millones) están sobreestimados si lo ajustamos a las proyecciones del propio documento. Es muy fuerte lo del impuesto a los combustibles. Creo que continúa el ancla fiscal, pero sin claridad sobre el cómo. Algo parecido a 2024â?³, opinó.18% de inflacion punta a punta no encaja con esta proyección de ingresos https://t.co/KTtLDMoRHs— Amilcar Collante (@AmilcarCollante) September 16, 2024"Lo del monotributo con esa suba (según lo presentado la recaudación tendría una variación interanual del 196%) me parece también muy importante siempre considerando una nominalidad que tiene un 18,3% de inflación punta a punta. Por esas inconsistencias, no hay jugo para sacarle a los números. Creo que se apuntala la decisión de que el ancla fiscal no se modificará", continuó.Por su parte, el director de Análisis Macroeconómico de la consultora Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina, también señaló que los supuestos son muy exigentes, ya que ve más movimiento cambiario y más inflación. "La proyección de inflación equivale a una tasa promedio mensual del 1,4% cuando ahora al Gobierno le cuesta mucho bajar del 4% y hay que ver cómo hace para mover muy poco el tipo de cambio oficial en un año electoral. Esa nominalidad indica que el gobierno no solo sigue con el crawling peg del 2% mensual, sino que después tendría que ir moviendo el tipo de cambio al 1% mensual", detalló.Por último, Fernando Marull, socio de FMyA, consideró que lo que se plantea es el mismo superávit fiscal de este año y que es alcanzable. En cuanto a las proyecciones macro dijo que lo que están diciendo es que continúa el crawling peg y que eventualmente la inflación va a ir bajando y ahí bajarán el crawling peg al 1,3% mensual. Por otro lado, agregó que hablan de un superávit comercial muy alto y que eso permite financiar la deuda, así que no van a salir del cepo cambiario.En este sentido, analizó que no habrá mucho impacto en los mercados, salvo por el mensaje de ahorro fiscal que es lo más positivo junto con la eliminación del impuesto PAIS.Reacciones empresariasEntre los empresarios el mensaje de orden en las cuentas públicas fue muy bien recepcionado. "En un país marcado por el déficit fiscal crónico, la defensa a ultranza del equilibrio en las cuentas públicas que lidera el primer mandatario es muy saludable. Y también lo es el objetivo de bajar el gasto y la presión impositiva que tiene en contrapartida, que en las últimas décadas alcanzaron niveles a todas luces excesivos", sostuvo el titular de la Cámara Argentina del Comercio (CAC), Mario Grinman."Apenas asumió en diciembre, Milei encaró un ajuste que sorprendió a muchos, tanto por la velocidad como por la magnitud. Desde luego que varias de las medidas no estuvieron exentas de costos, pero eran imprescindibles para ordenar una macroeconomía insostenible y evitar males mayores", agregó el presidente de la CAC.Por su parte, el presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), Elbio Laucirica, dijo a LA NACION que "si bien no hubo anuncios específicos para el sector, se ratificó un rumbo de gobierno basado en el equilibrio fiscal y en un Estado abocado a sus funciones específicas, evitando gastos innecesarios para mantener la política partidaria y en muchos casos, la corrupción y que el Estado no interfiera en los procesos económicos que no le competen".Por último, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), dijo que el discurso fue "una ratificación de la política fiscal y monetaria de este gobierno" que avalan y apoyan plenamente, si bien falta un tipo de cambio unificado, la eliminación del cepo y de todas las restricciones que aplica el Banco Central que fueron heredadas."Sin superávit fiscal no podemos recuperar la economía, pero ahora tenemos que trabajar en lograr un superávit comercial a través de un fuerte crecimiento exportador con valor agregado", opinó.
En Mendoza, al cerrar la Convención Anual de los ejecutivos de finanzas, el presidente siguió la polémica sobre la política económica y la gestión de gobierno que había iniciado CFK con su documento "Es la economía bimonetaria, estúpido"