coreanas

Fuente: La Nación
14/06/2025 06:36

Reconversión o estancamiento: las empresas coreanas quieren volver a dar pelea a nivel global

Los surcoreanos preferirían olvidar la mayor parte de los últimos doce meses. Miles de médicos y maestros salieron a las calles para manifestar sus reclamos. Inundaciones catastróficas durante el verano arrasaron grandes zonas del país. El presidente intentó un golpe de Estado, fracasó, fue destituido y, tras una cierta confusión constitucional, removido del cargo. La banda BTS siguió sin tocar mientras sus ídolos del K-pop cumplen con el servicio militar obligatorio. Los inversores en empresas coreanas tampoco han tenido muchos motivos para celebrar últimamente. Incluso antes de que Donald Trump liberara al mundo de una política comercial sensata el 2 de abril, el índice de referencia Kospi 200 â??que agrupa a las grandes compañías del paísâ?? había caído un 3% en comparación con principios de 2024, mientras las bolsas rivales asiáticas subían. El Nikkei 225 de Japón aumentó un 7%, el CSI 300 de China continental un 16%, y el Hang Seng de Hong Kong y el TWSE Taiwan 50 de Taipéi se dispararon casi un 40%. Entre mediados de julio de 2024 y principios de abril de 2025, los accionistas de Samsung Electronics, la estrella corporativa coreana, vieron evaporarse un tercio de su valor de mercado, unos US$160.000 millones.Por qué Walmart le está ganando por paliza a AmazonSin embargo, a medida que se acerca el verano boreal, el ánimo nacional empieza a mejorar, tanto en las calles como en las salas de directorio. Los médicos y maestros han vuelto al trabajo. Una elección presidencial anticipada el 3 de junio promete traer un mínimo de estabilidad política. Mejor aún: más adelante ese mismo mes, BTS planea reunirse tras completar el servicio militar. Banqueros y analistas de bolsa ya están tarareando uno de los grandes éxitos del grupo: "Go Go".A simple vista, este optimismo corporativo podría parecer injustificado. En comparación con sus utilidades previstas y con el valor contable de sus activos, las acciones de las empresas coreanas siguen rezagadas respecto de sus pares en el resto del mundo desarrollado, y muchas veces por un margen considerable. Las acciones de más de la mitad de las 178 empresas no financieras del Kospi â??y del índice en su conjuntoâ?? cotizan por debajo de su valor contable. Eso incluye a Samsung Electronics, a otras dos de las ocho empresas cotizantes del conglomerado al que pertenece, y a seis subsidiarias de Lotte, el chaebol (grupo empresarial) más atribulado del país.Aun así, los optimistas podrían tener razón. Por un lado, muchas de las grandes empresas coreanas están concentradas en sectores alineados con las grandes tendencias del siglo XXI. Samsung Electronics y SK Hynix, los dos mayores integrantes del Kospi, fabrican chips de memoria de alto ancho de banda (HBM), fundamentales para la revolución de la inteligencia artificial. Samsung Biologics, tercera en valor, es una potencia en biotecnología. LG Energy Solution, cuarta, produce baterías para la transición energética. Dos de las diez principales (Hyundai y Kia) fabrican vehículos eléctricos para consumidores conscientes del clima, y otras dos (Hanwha Aerospace y HD Hyundai Heavy Industries) construyen armamento para gobiernos preocupados por la seguridad.A todo motor: cómo los autos chinos están copando el sur globalA su favor, las empresas coreanas enfrentan poca competencia en muchas de estas áreas. Dado que la producción de chips HBM requiere inversiones colosales, Samsung y SKHynix compiten principalmente entre sí. Y aliados europeos que desconfían de la fiabilidad de Estados Unidos bajo Trump buscan proveedores alternativos de material bélico. En marzo, Polonia anunció la compra de otros 180 tanques K2 a Hyundai Rotem por US$6000 millones, duplicando su flota de ese modelo.La "Corea Inc" también se beneficia del creciente distanciamiento geopolítico entre Occidente y China. Las firmas coreanas pueden tener dificultades para competir directamente con las chinas â??como BYD en autos eléctricos, CATL en baterías, CSSC en astilleros o WuXi Biologics en manufactura farmacéuticaâ?? en precio o calidad, o ambas. Pero, debido a la creciente incomodidad en Occidente respecto a seguir impulsando el ascenso chino, no necesitan hacerlo. Además, los competidores no chinos son débiles (caso de las automotrices y fabricantes de baterías de Estados Unidos y Europa), escasos (constructores navales y bateristas japoneses) o directamente inexistentes (en servicios farmacéuticos de terceros).Existe además una razón menos halagadora para tener esperanzas en el futuro de Corea Inc: el panorama era tan desalentador que las autoridades políticas y empresariales del país ya no pudieron seguir ignorándolo, y finalmente actuaron.Hace un año, el gobierno lanzó el programa "Value-Up" de reforma corporativa. Está inspirado en una iniciativa similar lanzada a comienzos de la década de 2010 en Japón para revitalizar su sector empresarial. En ese momento, el Nikkei parecía tan agotado como el Kospi ahora. Apenas 85 de sus más de 200 acciones no financieras cotizaban por encima de su valor contable. Una empresa típica tenía una deuda neta elevada â??1,7 veces su ganancia operativa (antes de depreciaciones y amortizaciones)â?? y un flujo de caja libre equivalente a solo el 1,7% de sus ingresos, cifras similares a las que hoy muestra el Kospi.Luego, una combinación de normas y leyes impulsó a las firmas japonesas a divulgar más información, establecer metas de desempeño, reducir operaciones entre partes relacionadas, desarmar participaciones cruzadas, sumar directores independientes y mostrarse menos hostiles frente a inversores activistas. Hoy, la relación precio/valor contable del Nikkei promedia 1,5; sus empresas tienen un tercio menos de deuda y generan un flujo de caja libre 1,5 veces mayor que en 2012. En febrero de 2024, el índice finalmente superó su máximo histórico de diciembre de 1989. Warren Buffett, nada menos, es uno de sus admiradores.Permiso para bailarLos ejecutivos coreanos están captando el mensaje. Aunque el 75% de la capitalización bursátil del índice sigue en manos de chaebols, los líderes actuales de esos grupos están más abiertos al cambio y menos apegados al pasado que la generación fundadora de sus abuelos. El 22 de mayo, Samsung Biologics anunció que escindirá su unidad de desarrollo de fármacos para concentrarse en su negocio principal de manufactura.Las empresas han comenzado a pagar dividendos más altos y a recomprar más acciones. Hasta ahora, 120 compañías del Kospi han publicado informes "Value-Up", algunos incluso en inglés. En 2024, los equipos directivos enfrentaron 137 propuestas de accionistas, un tercio de ellas provenientes de los llamados "activist investors" -es los inversores activos-, una proporción sin precedentes. Un récord del 24% fue aprobado. "Go go" sin dudas.

Fuente: Página 12
30/05/2025 15:14

K-dramas en Netflix: las series coreanas que marcan tendencia global

Netflix se consolida como el principal escaparate global de los k-dramas, ofreciendo una amplia variedad de historias que van desde el romance histórico hasta la fantasía sobrenatural. La diversidad temática y el arraigo cultural de estas series explican su creciente impacto internacional.

Fuente: Perfil
25/05/2025 17:00

Las Haenyeo: las legendarias buceadoras coreanas cuya genética podría revolucionar la medicina

Las legendarias buceadoras que se sumergen a pulmón libre desde hace siglos, hoy se convierten en objeto de estudio científico. Su genética única podría ser clave para tratar enfermedades como la hipertensión y la hipotermia. Leer más

Fuente: La Nación
25/05/2025 03:00

Haenyeo, las legendarias buceadoras coreanas con una ventaja genética que puede ayudar a tratar enfermedades

En las frías aguas del mar del Este (mar de Japón) que bañan la isla surcoreana de Jeju, unas buceadoras desafían los límites del cuerpo humano.Armadas con un cuchillo y la fuerza de sus pulmones, las haenyeo ("mujeres del mar" en coreano) se sumergen hasta 15 metros de profundidad en busca de moluscos y otras criaturas marinas.La mayoría heredaron de sus madres este oficio preservado durante generaciones cuyas primeras referencias documentadas se remontan al siglo XVII.Además de ser un símbolo de identidad y resistencia reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial, las haenyeo hoy aportan algo a la ciencia.Investigadores descubrieron que su estilo de vida extremo podría haber influido en su evolución genética, lo que podría ayudar a tratar enfermedades crónicas como la hipertensión o los accidentes cerebrovasculares.La historia de las haenyeoEn la década de 1960, las haenyeo de la isla de Jeju superaban las 30.000.Hoy quedan menos de 3.000 en activo y más del 80% tienen más de 60 años.El relevo generacional se ha detenido casi por completo y cada año decenas se retiran o mueren sin que apenas haya aprendices dispuestas a reemplazarlas, por lo que esta práctica ancestral está en riesgo de desaparecer.La tradición de bucear en Jeju para recolectar moluscos -desde abulones hasta pulpos-, erizos, pepinos de mar y algas tiene más de cuatro siglos de historia documentada, que se remonta a escritos como "La topografía de Jeju", de 1629.Aunque originalmente el buceo era una actividad masculina, durante el siglo XVII las mujeres asumieron este papel por necesidad.Con los hombres ausentes debido a guerras, migraciones o faenas de pesca en alta mar, fueron ellas quienes se encargaron de sostener la economía familiar sumergiéndose en el océano para recabar el sustento diario.Así nacieron las haenyeo, que moldearon no solo el modo de vida de la isla, sino también su estructura social: en Jeju surgió una sociedad matriarcal única en Corea.Las mujeres eran el sostén del hogar, y en algunas comunidades insulares los hombres se encargaban del cuidado de los hijos o del mercado.Tradiciones como el pago de la dote por parte del novio o la celebración del nacimiento de niñas por encima del de niños reflejan ese orden social invertido a lo tradicional, en el que el trabajo submarino de las haenyeo confería respeto y autonomía.En paralelo, su labor es dura y peligrosa: las jornadas pueden durar entre cinco y siete horas, incluso en invierno, y las inmersiones alcanzan hasta 15 o 20 metros de profundidad.Antes se zambullían con trajes de algodón y hoy, aunque usan neopreno, máscaras y aletas, siguen expuestas a riesgos extremos, desde la descompresión o quedar atrapadas en redes de pesca hasta encuentros con tiburones.Algunas han perdido parcial o totalmente su capacidad auditiva por los cambios de presión.Su genética especialDurante generaciones, las haenyeo han entrenado sus cuerpos para resistir condiciones extremas al sumergirse a más de 15 metros sin oxígeno, soportar temperaturas bajo cero en invierno y mantener la respiración durante minutos.Ahora, un equipo internacional de científicos descubrieron que esa capacidad no solo responde a años de entrenamiento. El mar moldeó también su ADN.Diana Aguilar Gómez, experta en genética poblacional formada en la Universidad de California en Berkeley, lideró el análisis genético de un estudio que comenzó en 2019 y que reveló adaptaciones fisiológicas y genéticas únicas en esta comunidad.Su trabajo, explica a BBC Mundo, consistió en analizar secuencias de ADN buscando genes asociados a características físicas específicas en la población de las haenyeo.El proyecto, realizado en colaboración con investigadores de la Universidad de Utah, la Universidad Nacional de Seúl y la Universidad de Copenhague, comparó tres grupos: haenyeo activas de Jeju, mujeres no buceadoras de la isla y mujeres de otros lugares.Se analizaron rasgos fisiológicos como ritmo cardíaco, presión arterial o tamaño del bazo, y se llevaron a cabo experimentos conocidos como "inmersiones simuladas" para replicar las condiciones del buceo sin exponer a riesgo a las participantes externas, muchas de ellas mayores."Colocábamos a las mujeres frente a un bol con agua fría donde sumergían la cabeza por un minuto, y luego medíamos cómo reaccionaba su cuerpo", detalla Aguilar.Estos experimentos permitieron observar cómo el reflejo de inmersión, que reduce el ritmo cardíaco para conservar oxígeno, se activaba con mucha más intensidad en las haenyeo."Vimos que su frecuencia cardíaca se desaceleraba mucho más que en las mujeres no entrenadas. Eso es una adaptación adquirida, producto del entrenamiento", indica.Sin embargo, la sorpresa llegó al analizar el ADN: "Encontramos una región reguladora de un gen que creemos que disminuye la presión arterial", señala Aguilar.Este hallazgo es especialmente relevante porque las haenyeo, incluso embarazadas, no dejaban de bucear."El buceo puede aumentar la presión arterial, lo que eleva el riesgo de preeclampsia. Creemos que esta variante genética puede tener un efecto protector en esos casos", revela.Además, el equipo identificó una segunda mutación relacionada con la resistencia al frío, que podría proteger contra la hipotermia."Estas mujeres históricamente buceaban con trajes de algodón, todo el año, incluso en invierno. Esta variante genética puede haber sido seleccionada porque ayudó a sobrevivir en esas condiciones", explica la investigadora.Según Aguilar, esta adaptación podría haberse consolidado hace más de mil años."Imagina dos mujeres embarazadas en una comunidad de buceadoras. Una tiene la variante genética protectora y la otra no. A lo largo de generaciones, es probable que sobrevivan más las que tienen esa mutación, y eso queda reflejado en el ADN colectivo de la población", ilustra.Más allá del interés antropológico, la investigadora asegura que los hallazgos tienen un potencial médico global: "Estas variantes se encuentran en diferentes frecuencias en poblaciones del mundo. Pueden ser relevantes para personas con hipertensión o problemas vasculares, no solo para buceadoras o mujeres embarazadas".El conocimiento de estos genes podría, en el futuro, servir como base para el desarrollo de tratamientos.Aguilar cree que "podrían convertirse en objetivos terapéuticos. No sabemos aún cómo se aplicará, pero sí que podría salir de aquí algo útil".El trabajo del equipo se publicó tras años de colaboración internacional y, para la investigadora, plasmar todo ese esfuerzo en una revista científica es solo el primer paso:"La ciencia funciona como un sistema de legos. Nosotros ponemos las piezas y otros construirán encima. Pero lo que es seguro es que las haenyeo, además de ser un patrimonio cultural, ahora también aportan pistas valiosas para la medicina del futuro", sentencia.En peligro de extinciónDurante décadas su oficio fue considerado de clase baja y muchas haenyeo crecieron sin acceso a educación formal, vendiendo desde niñas su pesca en los mercados.Esto cambió en los últimos años, en los que ganaron reconocimiento institucional y social, especialmente desde la inclusión en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.Además, el gobierno surcoreano les concede ayudas económicas, derechos exclusivos de pesca y promovió la creación de museos y escuelas para conservar la tradición.Pero el impacto de estas medidas es limitado: pocas jóvenes están dispuestas al sacrificio, el riesgo constante y el aislamiento de una vida dedicada al mar, por lo que apenas unas pocas decenas de nuevas buceadoras se incorporan cada año, y muchas lo hacen de forma esporádica o parcial.Son muchas menos de las que se retiran o mueren, por lo que el oficio está en peligro de extinción.Esto se explica, en parte, por la transformación económica que Jeju experimentó en las últimas décadas.La isla, que durante siglos vivió de la pesca y la agricultura, se volcó al turismo masivo y a los servicios, brindando oportunidades laborales más cómodas y mejor remuneradas que las inmersiones.Como resultado, cada vez menos hijas siguen los pasos de sus madres haenyeo, y el conocimiento tradicional que antes se transmitía de generación en generación corre el riesgo de perderse.Algunas, no obstante, encontraron nuevas formas de mantener vivo el espíritu de las mujeres del mar.Un ejemplo es el restaurante Pyeongdae Sunggae Guksu, en la costa noreste de Jeju, fundado por dos buceadoras, que sirve platos tradicionales elaborados exclusivamente con productos pescados por ellas mismas, como los codiciados erizos de mar.El local se convirtió en un pequeño santuario gastronómico que celebra la cultura de las haenyeo y, al mismo tiempo, financia su subsistencia fuera del agua.Otro rayo de esperanza está fuera de Jeju, en la isla de Geoje, al sur del país.Sohee Jin, de 32 años, dejó la bulliciosa ciudad de Busan para convertirse en buceadora y, tras un año de aprendizaje sin remuneración, se sumergió literalmente en esta actividad ancestral. View this post on Instagram A post shared by í?´ë??ì??í?¬ (@haenyeo_sohee)Hoy Sohee no solo pesca abulones y erizos: también gestiona pedidos por redes sociales, aparece en programas de televisión, actuó en una película y se convirtió en una influencer que documenta su vida marina en las redes sociales.Junto a su compañera Jungmin Woo, también buceadora, lidera un pequeño colectivo de jóvenes haenyeo decididas a conservar la tradición adaptándola al siglo XXI.Saben que no eligieron un camino fácil: lidian con redes de pesca abandonadas, riesgos físicos, pescadores furtivos y los efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos.Aun así, bucean todo el año, están orgullosas de su oficio y encuentran en el mar una libertad que, aseguran, no cambiarían por la tediosa rutina de un despacho.




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