El nuevo centro penitenciario Alligator Alcatraz, inaugurado este martes por el presidente Donald Trump, cuenta con celdas colectivas delimitadas por vallas metálicas. Cada una de ellas contiene varias camas, la mitad dispuestas en literas estilo cucheta, y un baño compartido ubicado en el centro del módulo.Cómo son las camas del centro penitenciario Alligator Alcatraz en FloridaDurante una visita encabezada por el presidente, se revelaron imágenes del nuevo centro penitenciario conocido como Alligator Alcatraz. El recorrido dejó ver extensas filas de literas metálicas industriales vacías, dispuestas dentro de jaulas formadas por vallas de cadena.Se observa que algunas camas están equipadas con una almohada blanca, un colchón de espesor delgado y una funda protectora de color azul. Cada una de estas jaulas contiene aproximadamente 24 camas, distribuidas en dos niveles. La mitad de ellas están organizadas en formato estilo cucheta, lo que duplica el espacio disponible. En el centro de cada celda colectiva se encuentra un baño compartido, equipado con tres inodoros, sin divisiones visibles.Kevin Guthrie, director ejecutivo de la División de Gestión de Emergencias de Florida, indicó a CNN que el centro penitenciario tiene "una capacidad de detenidos de hasta 3000 personas con espacio para capacidad adicional". Sin embargo, detalló que el objetivo es poder albergar hasta 5000 camas.Dónde está ubicado el centro penitenciario Alligator Alcatraz Alligator Alcatraz se construyó en ocho días sobre una antigua pista de aterrizaje del Dade-Collier Training and Transition Airport, una instalación abandonada en plena zona pantanosa de los Everglades. Según explicó James Uthmeier, procurador general de Florida, la elección del sitio permite reducir costos de construcción al reutilizar parte de la infraestructura ya existente."Es una antigua instalación aeroportuaria abandonada situada en medio de los Everglades. Un área de 101 kilómetros cuadrados rodeada por el humedal", afirmó Uthmeier en sus redes sociales.El nuevo centro penitenciario está ubicado en una zona rodeada por 200 mil caimanes, lo que, según advirtió el fiscal, funcionará como una barrera natural que dificultará cualquier intento de fuga. A su criterio, estas condiciones geográficas podrían hacer que las evasiones sean prácticamente imposibles. "Quienes intenten escapar no encontrarán más que caimanes y pitones. No hay adónde ir, ni dónde esconderse", aseguró.Este lunes, en una conferencia de prensa, Karoline Leavitt, la vocera de la Casa Blanca, se refirió a la seguridad del centro penitenciario y afirmó: "Solo hay una ruta de entrada, y la única salida es un vuelo de ida; está aislado y rodeado de una fauna peligrosa y un terreno implacable". "Cuando tienes asesinos, violadores y criminales atroces en una instalación de detención rodeada de caimanes, sí, creo que es disuasorio para que intenten escapar", respondió a una pregunta sobre los caimanes. "Esta es una manera eficiente y de bajo costo para ayudar a llevar a cabo la mayor campaña de deportación masiva en la historia de Estados Unidos", agregó.Trump afirmó que este nuevo centro de detención migratoria podría ser un modelo para futuros proyectos, mientras su administración sostiene como objetivo ampliar la infraestructura necesaria para el aumento de las deportaciones. Los migrantes podrían empezar a llegar poco después de su visita del magnate.
De inspiración californiana y en suelo patagónico: ese fue el espíritu inicial de esta casa de montaña cuando se construyó en 1982. En aquel momento, los arquitectos Teresa Pérez Quesada, Matías Roldán, Marita Vidal y José Vincent la proyectaron como parte de un desarrollo comercial.Después de diferentes etapas, en el 92 fue adquirida por su actual dueña, que la fue renovando a lo largo de los años. Con una familia numerosa, el objetivo siempre fue tener un hogar donde reunirse y compartir momentos, originalmente durante la temporada de esquí en Bariloche, y hoy a lo largo de todo el año."En la actualidad, paso unos seis meses del año acá, en diferentes estaciones. No la pienso como mi segundo lugar, sino como mi casa", nos cuenta su dueña."Vi esta combinación de naranja vibrante con tonos oscuros en una revista, y la quise para mi casa: le da vida y la hace especial".Área social integrada, con desnivelesLa cocina, uno de los espacios más convocantes, se enmarca desde el living gracias a un mueble celeste con una barra, una dupla cromática que se repite en su interior."Es una casa a la vez moderna en cuanto a equipamiento, y tradicional con relación al estilo; una combinación que me gusta mucho y que la hace sumamente acogedora", explica su propietaria. La inspiración originalEl arquitecto estadounidense Charles Willard Moore (en su vertiente residencial, particularmente la de Sea Ranch) resultó una gran inspiración para esta casa: sus ambientes amplios y, sobre todo, altos, fueron una propuesta diferente de lo que se estilaba en aquel momento en Bariloche.En el interior, el aroma a madera es omnipresente, algo que también sucede a nivel visual: pisos, paredes, techos y muebles en ese material le dan a la casa su sello distintivo, complementado con destellos de color que la anima.Cambios voluntarios y accidentalesAl principio, la zona estaba repleta de ñires autóctonos, pero fueron avanzando los pinos, que son especies foráneas. Hoy, están en la misión de reemplazarlos con árboles nativos.Entre los cambios accidentales, hay uno que es directamente inolvidable: hace unos 15 años, una motoniveladora que trabajaba en el jardín arrasó con el cuarto principal. "Después del shock inicial, lo tomamos como la oportunidad para hacerlo a nuevo, esta vez en la planta alta".Para la nueva master suite, siguieron la fórmula general que aplicaron en las grandes superficies: ciprés a la vista y techo a dos aguas. Pero en lugar de agregar destellos de color, se inclinaron por textiles en una paleta de tonos claros y neutros. Playroom multifunciónEl playroom es otro ambiente favorito y uno de los más nuevos; allí, disfrutan desde libros y series hasta trabajo remoto y clases de yoga.
Arqueólogos creen haber descubierto una asombrosa ciudad secreta construida hace 5000 años que estaba oculta en un desierto de Dubai, en Emiratos Árabes Unidos, gracias una nueva tecnología satelital. A partir de este hallazgo, los investigadores sostienen que se trata de "la Atlántida de las arenas" porque era imperceptible a simple vista. Los avances en la ciencia y la tecnología están permitiendo a los científicos realizar nuevos descubrimientos en la vasta extensión del planeta y estos hallazgos posiblemente permitan reinterpretar la historia de la humanidad, ya que son develados datos de civilizaciones que hasta el momento se desconocían. Investigadores de la Universidad Khalifa en Abu Dhabi utilizaron tecnología de Radar de Apertura Sintética (SAR) para explorar debajo de la superficie del desierto de Rub' al Khali sin perturbar las extensas dunas que se ciñen sobre ese territorio. Los pulsos de energía emitidos pudieron revelar lo que hay bajo tierra al rebotar hacia la superficie.Los arqueólogos creen que han encontrado rastros de una asombrosa ciudad secreta y aseguraron que se trata de un "descubrimiento único en la vida" porque podrían desenterrar lo que fue la capital de una antigua civilización más de 20 años después de que comenzaran los primeros trabajos en el sitio.Según Daily Mail, fue el jeque Mohammed bin Rashid al Maktoum, actual primer ministro de Dubai, quien sospechó sobre que podría haber algo más en ese desierto conocido en el país como el "cuarto vacío". A simple vista no podía determinarse nada raro en la arena, aunque después de sobrevolarlo en 2002 notaron formaciones de dunas inusuales y un gran depósito negro.A tan solo 3 metros bajo la arena, encontraron señales claras de estructuras metálicas, artefactos y capas de huesos de animales, que los arqueólogos describen como depósitos de desechos. Los datos del radar también indicaron signos de actividad humana antigua.Según los científicos, con el clima y el hecho de que gran parte del país sea desierto, era logísticamente muy difícil realizar una prospección terrestre del área, por eso las imágenes satelitales fueron cruciales para que pudieran mirar bajo la arena.La historia de la "Atlántida de las arenas" la inició el militar y arqueólogo británico T. E. Lawrence, conocido como Lawrence de Arabia, que a mediados de siglo XX describió a una supuesta ciudad llamada Ubar que estaba enterrada y que tenía una "riqueza inconmensurable, destruida por Dios por su soberbia y tragada para siempre por las arenas del desierto de Rub' al-Khali".Se dice que numerosas caravanas de comerciantes que se adentraron demasiado en el Rub' al-Khali desaparecieron sin dejar rastro. Algunas leyendas hablan de vientos embrujados o dioses del desierto que se llevan a los viajeros insolentes o codiciosos.Aunque aún queda mucho trabajo por hacer y la ciencia no suele ir de la mano con el mito, los avances tecnológicos podrían estar acercando a los arqueólogos a la posible confirmación de la existencia de una ciudad antigua como Ubar. Los científicos advirtieron que todavía es imposible saber con certeza qué se esconde allí, pero esta leyenda transmitida por generaciones puede estar por demostrarse.
La ruta desanda ondulantes campos que se ven de arriba y al rato se atraviesan por el centro, formando barrancas a sus lados. Colinas y cuchillas, valles y cañadas, se suceden en un paisaje agrícola, interrumpido cada tanto por puestos de madera con ovejas y la imagen distópica de unos enormes molinos eólicos. Es la antesala de Minas de Corrales, el curioso pueblo uruguayo ubicado a 90 kilómetros de Rivera, una de las fronteras elegidas por tantos argentinos con destino a Brasil. La calle principal, de unas seis cuadras, no parece desmesurada. "Ahâ?¦, pero fofoca (chisme, en portugués) tenemos, y de la buena", asegura Edelweiss Oliver, en la puerta de la Posada del Minero, un hospedaje -el único- que resume la historia lugareña y recientemente fue galardonado como PyME uruguaya del año.¿Minas de oro?De manera intuitiva, uno podría decir "fútbol, asado, candombe" para hablar de Uruguay, pero nunca minería. "Sí, suena raro. Pero fue muy intensa hasta hace unos años. Incluso hoy hay rumores de una posible reapertura", cuenta Mercedes Viana, esposa y socia de Oliver en un sitio que tuvo tantas desventuras como el pueblo, y que, como éste, se sobrepuso ganando varios premios a la innovación. "Estás en el único sitio del país con categoría de minero, que vivió del oro, y en parte del campo, hasta hoy", cuentan. Según ellas, el propio ADN de los pobladores es minero y se expresa en gestos parcos e mucha introspección, pero también en la fuerza, en la tenacidad para resistir. "Corrales surge hacia fines de 1800 sobre las propias minas, sin planificación, ni plaza, ni orden urbano alguno. Se trabajaba abajo, y arriba se armaban calles, negocios y viviendas. Todo muy: aquí y ahora", explican. El impulso inglés y luego francés, algunos personajes heroicos como la familia Davison, y la gran cantidad de niños y jóvenes que llenan la inmensa escuela estatal, pueblan sus intrincadas y desprolijas veredas. "Ojo, pese a lo que parece, Corrales tiene 3.600 habitantes, que en este país es un montón. Son los vestigios del crecimiento minero. Incluso, en la década pasada registrábamos los ingresos más altos de Uruguay, lo que explica de algún modo la parsimonia para encarar otra cosa que no sea la minería", sostiene Oliver. Pero es una esperanza algo engañosa, que tiene a un lado el brillo del oro, todavía aferrado a las piedras y escondido en los arenales. Pero al otro, el letargo de la espera. Una posada temática Abierta en 1887, la posada tuvo varios dueños y nombres emblemáticos como Hotel Artigas, en honor a los títulos originales de propiedad que estaban a nombre del hermano de José Gervasio, recibidos por donación real de Pedro II. En 1930 llegó a manos de los Viana, tras décadas de auge y declive minero. "Nosotras lo tomamos en 2011 cuando el padre de Mercedes se enfermó y ya no podía sostenerlo. Hicimos varios cambios, como acordar con proveedores de las mineras para alquilar permanente, y así darle otro enfoque, otro nombre y expansión. Fue un desafío en muchos aspectos, porque vivíamos en São Paulo, una ciudad con 18 millones de personas, y al rato estábamos acá", agrega Oliver, cuyo oficio principal no es la hotelería, sino la programación informática. En ese tiempo pasaron de cinco a 22 habitaciones, hoy distribuidas en galerías que rodean un amplio parque en forma de herradura. En ellas se sostiene la temática minera, desde los respaldos de camas antiguas y las luminarias de los túneles, a las viejas maletas apiladas formando un escritorio. Tras la fachada antigua en madera y piedra está el salón donde se organizan peñas y espectáculos musicales. Es una suerte de viejo bodegón, con una importante cava y varios juegos de mesa e ingenio como "La Conspiración", un desafío que suele involucrar a toda la familia en la búsqueda de pistas para conocer la vida del minero Arnoldo. Al lado está su restaurante, que gana prestigio con una carta discreta pero muy buena, con platos caseros que homenajean la cultura minera, como su chivito de pan negro activado con carbón y chispas de oro. En medio del parque se impone una gran piscina, con una tina a un lado y un hidromasaje al otro. El quincho, la parrilla, la mesa de ping-pong, los sillones y las hamacas. "La frontera siempre fue un tema acá. Al punto que en un momento no se sabía si estabas en Brasil o en Uruguay. Aún hoy, para muchos uruguayos, todo lo que queda al otro lado del río Negro es algo más indefinido que lejano. Basta recordar, como dicen los lugareños, que a la región de Artigas se la vendió para pagar un faro en el sur", recuerdan. Lo que sí hubo con certeza fue, hacia mediados de siglo XIX, el Tratado de Permuta, que contemplaba un intercambio de territorios: Brasil se haría con la zona de la actual ciudad de Rivera a cambio del Rincón de Maneco. Finalmente, el congreso uruguayo no ratificó el acuerdo, pero Brasil ocupó igual el territorio, que luego renegoció. Sin embrago, aún hoy el Rincón de Artigas (o Rincão de Artigas), una porción de 257 km2 lindante a Rivera, sigue figurando como límite "contestado", lo que implica que ambos países aún no se han puesto de acuerdo en su demarcación. La fiebre del oroSegún algunos documentos, el proceso minero lo inició el brasileño José Soares, que apilaba frascos con arena y piedritas brillantes ante la mirada desconcertada de sus vecinos. Así empezaron a llegar de manera desordenada otros brasileños, y después europeos, como Clemente Barrial Posada, un ingeniero asturiano que vino por encargo de la corona española. También él, sin buscarlo, despabiló al gobierno local cuando pidió un permiso de explotación en territorio donde nadie sabía que había oro. "La gobernación le paga un favor al militar José Gregorio Suárez y le entrega la zona que hoy es Minas de Corrales, y donde se inicia la mina San Gregorio bajo dirección inglesa. Por eso, en todo el perímetro del pueblo, incluso en las barrancas del arroyo que lo atraviesa, se ven bocaminas con túneles que se cruzan y forman galerías subterráneas", cuentan las propietarias de la posada. Poco después, el desembarco fue de los franceses, el otro imperio que sustentaba su moneda en oro. Son quienes compraron la otra gran mina a Barreal Posadas, y fundaron Santa Ernestina, el pueblo vecino que hoy está deshabitado, pero llegó a tener 3000 habitantes en 1880. Amos y señores, los galos montaron la primera represa hidroeléctrica de América del Sur, con generación de energía hidromecánica para mover una moderna planta de procesamiento de oro que incluía un aerocarril. "Fue la época de mayor riqueza, con empresas de 500 empleados y minas dando oro por décadas. Si miras campo adentro aún se ven las torres del aerocarril que atraviesan 12 kilómetros por el aire para transformar rocas en lingotes", amplían. Pero ese esplendor tenía su contracara, y no sólo en el mal pago o las largas jornadas laborales. Basta citar una huelga reprimida de manera brutal, con más de 200 muertos que luego fueron declarados como resultado de un suicidio masivo según el documento oficial. Hacia afuera, sin embargo, ambas minas ofrecían un panorama brillante a la zona: era la más desarrollada del norte uruguayo, con tres hoteles (uno de ellos la actual Posada del Minero), operaciones quirúrgicas programadas con la luz de la represa, y hasta una sucursal de la coqueta confitería La Giralda. En 1918, al concluir la Primera Guerra Mundial, las inversiones francesas se retiraron. Quedaron laboreos en minas menores, cerraron los otros dos hoteles y Santa Ernestina sufrió un gran éxodo. La vitivinicultura y el ganado retuvieron a unos pocos, apadrinados por el Dr. Davinson y su esposa -enfermera y partera local- que arman un trapiche gratuito y de uso social. Así comenzó a organizarse el actual pueblo, que vive del campo hasta 1996. "Y entonces llegan los inversionistas canadienses, que curiosamente se retiran en 2018, 100 años después que los franceses. Y que dejan, como entonces, boquiabierto a todo el pueblo", concluyen. GarimpeirosLa luz del oro iluminaba la mente y el alma, y para la alquimia -practicada hasta el siglo XVIII- era clave de la piedra filosofal, un elixir que prolongaba la vida. Sir Rawson seguramente no creyera en nada de eso, pero negocios eran negocios. En la antigua Londres, una empresa le aseguraba que, en aquel rincón errante podría hacerse de grandes tesoros. "El tipo vendió todo, sacó el pasaje y se quedó con tres monedas de oro en el bolsillo. Al llegar con sus orgullosos papeles de propietario, se encontró con una explotación inexistente. Entonces, ni lerdo ni perezoso, compró el pasaje de vuelta a Europa, pero antes de embarcar fundió las monedas sobrantes como pepitas. Allá, consiguió un comprador al que además de títulos y una amplia descripción del paisaje americano del 1800, le entregó irrefutables pruebas", cuenta Javier Carreira, y sentencia: "La ironía es que el oro sí estaba". Montevideano de origen, con estudios en geología e historia, Carreira recaló en Corrales hace unos 15 años, escapando del bullicio citadino y fascinado por el halo misterioso del pago. Compró un establecimiento rural y dio rienda a su oficio de guitarrero, mientras merodeaba las quebradas con viejos buscadores. Así se hizo garimpeiro, o buscador artesanal de oro. "A las chicas de la posada las conocí por la música, y al rato andábamos hurgando ríos y armando salidas con los turistas, a los que les gusta el recitado y la guitarra, pero más el oro", bromea. Según él, si se aplica algo de física, geología y sentido común, nada puede fallar. "No es cuento: a los garimpeiros los arroyos nos dan recompensa. Y para muchos significa una entrada real: si le metés unas cinco horas podés juntar medio gramo, que debe rondar los 40 dólares, un buen complemento de otras changas". El territorio alberga, según dice, restos minerales de dos etapas, una de 14 millones de años, y otra más reciente, de cuatro. "Para simplificar, al arrancar el magma y fundirse la arena y formarse el cuarzo, se le entrevera hierro y oro, y el tiempo lleva todo eso a la superficie, por los movimientos de placas de la zona. Luego la lluvia va lavando los campos, arrastrando todo hacia las cañadas. Por eso en un radio de 50 kilómetros encontrás cuarzo, partículas de arena, hierro, y claroâ?¦ oro", dice. Valorado desde los confines del tiempo por ser un metal escaso en la naturaleza, asociarse a la prosperidad y contar con propiedades físicas ideales para la joyería (dúctil, brillante, estable), siempre se lo encuentra en estado puro. Esto ocurre, según varias teorías, gracias a su origen: las condiciones extremas en el núcleo colapsante de las supernovas. Es decir, entonces, que todo el oro de la Tierra simplemente vendría de otro planeta. "Pero basta de verso: vamos por el nuestro", propone. Toma su pala y comienza a volcar arenisca del lecho de un arroyito sobre una zaranda de plástico verde. Le coloca agua y la mece como un bebé, y cada tanto, la hunde para que ingrese otro pequeño chorro. La gira con la derecha y salpica un poco más con la izquierda. De a poco, las piedritas más grandes se caen, la arena se lava y unos finos hilos dorados empiezan a brillar. Sí, el oro está allí, ante nosotros. La reconversión al turismoEl parque y el jardín de la posada están impecables. El responsable es Julio Silva, encargado del mantenimiento. Es minero, como lo fue su padre y su abuelo. Llegó aquí cuando la empresa canadiense, la última, se retiró. No muy veloz, pero sí decidido, logra abrir un paquete de yerba brasileña y vuelca un polvo verde flúor algo intimidante. Hecha el agua en la inmensa calabaza, y ofrece. Por la seriedad de la escena no parece adecuado negarse al inmenso chimarrão, el mate gaucho típico de Rio Grande do Sul que aquí también es rey. "Hay rumores de una posible vuelta a la mina. El pueblo está esperanzado, pero también paralizado, aguardando". Y remata: "Lo peor es la esperaâ?¦". La contaminación de las rocas que quedan tras las extracciones a gran escala, en contraste con la generación de empleos, son argumentos fuertes y atendibles a ambos lados de las mesas del restaurante. "A mí, hay cosas que me duelen más que otras. Sobre todo, cuando cae un ingeniero o empresario al hotel y se le acercan los vecinos. Quieren saber qué sabe, si va a haber trabajo", dice Oliver haciendo una larga mueca, y sonríe: "Estamos acostumbradas igual a los desplantes. Cada tanto nos acordamos ese día de 2017, como que te diga un lunes, cuando vino el responsable de la empresa que nos alquilaba casi todas las habitaciones y nos dijo: No hay más plata, el miércoles nos vamos. Fue como pestañar, y pasar del 100% de ocupación al 10%. Pero nos reconvertimos al turismo: incorporamos salidas y juegos temáticos en el salón, armamos shows, mejoramos el restaurante, sacamos promos para contingentes escolares y nos pateamos la vida para que la posada se conozca. Y acá estamos".Datos útilesPosada del Minero
Martin consideraba "She's Leaving Home" como una obra maestra -asegura Far Out-, ubicándola como una de las composiciones más complejas y emocionalmente maduras de la banda, más allá de su producción técnica
El monumento que hoy se alza en un cerro de Chorrillos no es el original. La primera cruz fue edificada con estructuras provenientes de las torres derribadas por terroristas, pero tuvo que ser demolida por el riesgo que representaba para los vecinos
Juan Miguel Dominguín compró el siglo pasado 'Villa Paz', una finca valorada en 200.000 euros que a día de hoy pertenece al cantante Miguel Bosé
En un sector del distrito, ubicado en la zona centro-oeste de la ciudad, se construyó un cementerio que fue clausurado en la década de 1950 debido al hacinamiento de los entierros. Hoy en día, en ese mismo lugar se encuentran casas y calles asfaltadas
Fuego, agua y elementos naturales se combinan en una obra contemporánea que redefine la vida de lujo de una imponente mansión en Bel-Air, Los Ángeles. Inspirada en la naturaleza, pero sin perder de vista la importancia de la arquitectura, Villa Siena, ubicada en la calle 607 Siena Way, fue construida por Ardie Tavangarian, el arquitecto que creó la mansión que aparece en el primer episodio de la serie Succession en Pacific Palisades.La propiedad de 3251 m², emplazada en un terreno de 5000 m², se vende en US$177 millones y entre sus amenidades más destacadas se encuentran: una suite principal con techo retráctil, un spa inspirado en el bosque y una escalera flotante de cuatro pisos.Lanzan un crédito que cubre hasta el 100% del valor de la propiedadSe vende una de las casas más caras de Los Ángeles¿Cómo es la casa por dentro?Dicen que lo primero que uno juzga de un libro es la portada, y esto también sucede en esta vivienda. Su fachada llama la atención de quien pase por allí: como el resto de la casa, está inspirada en la naturaleza y decorada con teca y piedra natural, integrándose a la perfección con su entorno.Para ingresar, se deben atravesar unas impactantes puertas de antigüedad y nueve metros de altura que facilitan la integración entre el interior y el exterior, y llenan de luz natural los espacios. A su vez, cuando se entra, una escalera suspendida de cuatro pisos con acabado de bronce impacta en los ojos de sus visitantes, que lleva a un estanque reflectante en su base.Cada detalle fue meticulosamente seleccionado para hacer única a la propiedad: desde las puertas de 200 años que llevan a la bodega, hasta las pantallas LED del spa que proyectan escenas tropicales.De cantera abandonada a lujo subterráneo: cómo es el hotel que fue construido bajo tierraPor su parte, una de las habitaciones más características de la propiedad es la suite principal: tiene un techo retráctil que permite observar las estrellas desde la cama. Pero, toda la propiedad es vidriada, por lo que la posibilidad de ver el exterior se puede disfrutar desde cualquier rincón.Además, tiene opciones de entretenimiento muy particulares: una sala de cine de última generación tiene su habitación propia en la mansión, pero también cuenta con una galería en la cual se puede exhibir los más lujosos autos, con capacidad para seis vehículos.El lujo como característica del barrioLa mansión está ubicada en uno de los barrios más prestigiosos de Los Ángeles: en Bel-Air. Allí, se ofrecen boutiques de lujo y restaurantes de alta cocina, así como centros de entretenimiento de Hollywood.Muchas celebridades han vivido en Bel-Air, entre ellas Jennifer Aniston, Mariah Carey, Kim Kardashian, Lady Gaga, Shakira, Thalía, Taylor Swift y Will Smith.Como se destaca en California Real Estate , la revista Luxury Houses contactó al actual propietario para conocer la historia de Villa Siena, pero los detalles se mantienen confidenciales. Sin embargo, fuentes confirman que la casa salió al mercado el 20 de febrero de 2025 por US$177 millones, lo que la convierte en una de las propiedades más exclusivas de Los Ángeles.
En Nueva Morococha, se encuentran más de mil viviendas de 105 metros cuadrados, que pertenecen a los antiguos pobladores de Morococha. Muchos de ellos han ampliado sus hogares y han inaugurado negocios en diversos rubros
En medio de la inmensidad de la llanura pampeana se alza una capilla de estilo urbano que sorprende por su remota ubicación. Rodeada por 3.000 hectáreas de campo despoblado, es incluso mayor que la propia iglesia de su ciudad más cercana. En su interior se encuentra un llamativo ataúd de cristal con la imagen de Santa Inés, quien da nombre al templo. La brisa del campo entra por las aberturas y el silencio es impactante, interrumpido solo por algún que otro pájaro o insecto. Esto lo convierte en el lugar ideal para aquellos fieles que buscan una introspección profunda.Pero su interior reluciente y fachada de sobrio e impoluto color marfil son un hecho reciente: hace tan sólo algunos años, Santa Inés estaba rodeada por yuyos que llegaban al metro ochenta de altura y sus paredes se descascaraban con cualquier inclemencia climática. Tras décadas de abandono, los vecinos decidieron reconstruir ese lugar que tanto apreciaban. Algunos habían pasado su infancia en la escuela de la capilla, donde estudiaban todos los niños de la zona. Otros, querían vivir en primera persona los recuerdos que les contaban sus padres y abuelos. Todos se unieron con el mismo propósito, retornar la construcción a sus años mejores."Al principio nos decían que éramos un grupito de locos, que era imposible recuperarla. Pero cuando empezaron a ver que, poco a poco, hacíamos algunos arreglos, la gente nos apoyó incondicionalmente. Para nosotros Santa Inés es todo: fe, amistad, momentos compartidos y comunidad. Hoy disfrutamos ese espacio sabiendo que nos costó mucho recuperarlo, pero que nos enorgullece haberlo hecho", afirma Silvia Pascual, habitante de la zona y parte de la comunidad que reconstruyó la capilla.El templo fue construido a unos 15 kilómetros de Carlos Tejedor, por la dueña de uno de los campos más importantes de la provincia de Buenos Aires como promesa a Santa Inés. Sirvió de escuela para más de 60 alumnos y un poblado creció a su alrededor. Cuando el tren dejó de llegar, fue abandonada. Estuvo prácticamente en ruinas durante años, hasta que sus vecinos decidieron reacondicionarla. Hoy es un punto de encuentro clave para los lugareños y se organiza, en cada aniversario, una peregrinación en su honor.Una promesa hecha realidadLa capilla fue construida en 1917 por María Inés Nazar Anchorena, una mujer de la alta sociedad argentina y dueña de una gran cantidad de tierras. Devota de su santa tocaya, Inés decidió levantar la capilla cumpliendo una promesa que le había realizado. Poco y nada se sabe sobre el motivo en sí, ya que la fundadora no compartió su motivación, pero sin lugar a dudas fue algo que la marcó para siempre.El campo donde se realizó la construcción era parte de una vasta extensión de tierras fértiles que habían sido arrendadas a chacareros que trabajaban la tierra. La construcción del templo no fue un acto aislado: junto a la capilla, Inés Nazar mandó a edificar una escuela con capacidad para alojar a unos cien alumnos, incluyendo dependencias para maestros, caseros y el sacerdote a cargo. Este conjunto no sólo atendía las necesidades espirituales de la comunidad, sino que también se convirtió en el centro educativo y social del paraje."Yo cursé mis estudios en la escuela de la capilla, donde éramos 54 chicos en un mismo grado hasta que se pudieron traer maestras de Lincoln y empezar a dividirnos en distintas aulas. Algunos veníamos en carruaje, otros en sulky o hasta caminando a las clases. Funcionó hasta que se decidió hacer una nueva escuela en el centro, frente a la estación", recuerda Raúl Alonzo, exalumno del colegio rural e histórico habitante de la zona.El colegio siguió activo hasta 1967, formando por cinco décadas a varias generaciones de niños locales. La vida cotidiana para los lugareños giraba en torno a la capilla y la escuela, donde los hijos de los trabajadores rurales recibían educación y formación en la fe. Inés Nazar donó la capilla, la escuela y las 3.000 hectáreas de campo a la Diócesis de Mercedes, que en aquel entonces tenía jurisdicción sobre la zona. Con la venta de los campos a quienes trabajaban las tierras en 1960, la capilla pasó a depender de la Diócesis de 9 de Julio.El silencio de las ruinasCon el paso de las décadas, varios factores llevaron a un abandono absoluto de Santa Inés. Con la venta de tierras y construcción de la nueva escuela frente a la estación de tren en 1968, gran parte de su actividad se fue apagando. Por otro lado, una reestructuración de las rutas ferroviarias de la región y el cierre del ramal que conectaba a Santa Inés con otras localidades, provocaron un éxodo de familias hacia zonas más prósperas.Durante más de cuatro décadas, la estructura permaneció en ruinas. Las plantas crecían entre sus muros, el sol se filtraba por los huecos donde antes había ventanales, y el silencio se apoderó del lugar. Desaparecieron algunas aberturas del colegio y hasta bancos de la capilla, mientras que el interior se llenó de excremento de vacas y palomas. El Padre Juan Carlos Maturana, precursor de la restauración, recuerda: "Cuando arranqué como párroco de Carlos Tejedor, los cardos eran prácticamente de un metro ochenta. El panorama era muy desolador".La restauración: el renacimiento de un símboloDurante el 2006, un grupo de vecinos, muchos de ellos descendientes de los primeros pobladores, decidió emprender la ardua tarea de restaurar la capilla. Con recursos limitados pero una determinación inquebrantable, lograron devolverle al edificio parte de su antigua gloria. Hoy, la capilla Santa Inés ha retomado parte de su papel como centro espiritual y social. Cada 21 de enero, en honor a la festividad, se realiza una peregrinación que congrega a fieles de diversas localidades."Aunque nadie lo creía posible, yo consideraba que la restauración debía realizarse para ser sede de la peregrinación anual. Hablé con el intendente y mandamos una cuadrilla a limpiar el piso, los bomberos manguerearon todo con el conducto para incendios. Las mujeres de la zona también ayudaron a limpiar. Poco a poco se fue sumando gente, hasta ser un equipo enorme", relata el Padre Maturana."Todavía no se pudo terminar, se necesita mucho dinero. Los arreglos se van haciendo por etapas, aunque cada vez más distantes entre ellas por el costo que significa cada parte de la obra. Para financiar la reconstrucción se agotó todo recurso posible: fiestas criollas, bonos contribución, algunas donaciones y recepción de materiales del Municipio de Carlos Tejedor. Siempre ponemos la mano de obra y en la etapa inicial lo pagamos todo nosotros. Por suerte, la gente nos ayudó y sigue ayudando mucho", narra Silvia Pascual.La Municipalidad de Carlos Tejedor declara oficialmente que "en el año 2006, gracias a la convicción de un grupo de vecinos y la colaboración de la comunidad, se inició la ardua tarea de restaurar el templo totalmente abandonado y destruido, logrando nuevamente que la capilla emerja del medio del campo derramando el esplendor de su estructura".La capilla Santa Inés representa para muchos un símbolo de la fe y la perseverancia de una comunidad que, a lo largo de los años, ha luchado por preservar su legado. Hoy, cada cuarto domingo del mes, a las 16 horas, se celebra una misa en su interior, donde la imagen de Santa Inés, custodiada por un ataúd de cristal, sigue inspirando a quienes la visitan.El diácono Tomás Penacino fue quien comenzó con la tradición de realizar una peregrinación al templo todos los años, en un comienzo todos los 8 de diciembre, por el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Con el tiempo se decidió trasladarla al 21 de enero (o el domingo cercano a esa fecha) para celebrar a Santa Inés, a quien se le encomendaban numerosos pedidos y agradecimientos durante las celebraciones."Actualmente hay misa cada cuarto domingo del mes y viene gente caminando, en bicicleta y hasta a caballo. Llegan desde otras localidades como Carlos Tejedor, Colonia Seré, Tres Algarrobos, Pehuajó, Rivadavia, General Villegas, Lincoln y Juan Josè Paso. Incluso vienen biciperegrinos desde General Pico", afirma Pascual. Los locales también explican que compartir estas celebraciones genera un fuerte lazo de amistad, uniendo a la comunidad de la zona y afianzando los vínculos existentesSanta Inés es un destino ideal para quienes buscan turismo rural y conocer comunidades con historia. Se encuentra a unos 450 km de Buenos Aires y se tarda aproximadamente 6 horas por la Ruta Nacional 5 hasta Pehuajó, Ruta 86 hasta Carlos Tejedor y luego un camino rural de 20 km. Se recomienda un vehículo alto o camioneta, ya que los últimos kilómetros son de tierra y se puede dificultar el acceso en días de lluvia. La visita puede complementarse con gastronomía criolla y recorridos por estancias de la zona.
Hasta 2024 se consideró a las pirámides de Egipto como las más antiguas del mundo, en particular la escalonada de Djoser, que se erigió en el 2630 a.C. Sin embargo, un estudio reciente del Instituto de Ciencias de Indonesia reveló que en el interior de la selva de ese país existe una estructura piramidal que se construyó en el año 25.000 a.C. La principal hipótesis es que no la habrían hecho los seres humanos.El informe se enfocó en la pirámide de Gunung Padang, un edificio religioso del que ahora solo quedan pocos restos de lo que fue su estructura original. Según el artículo que publicó el científico Danny Hilman Natawidjaja en la revista Archaeological Prospection, la construcción se formó por lava andesítica masiva que más tarde fue "meticulosamente esculpida".A diferencia de sus primas lejanas en Egipto o en México, la pirámide indonesia surgió a partir de una catástrofe natural y tiempo después las comunidades nativas la moldearon con una forma particular, a la cual le dieron un sentido religioso.En la publicación científica, los expertos señalaron: "Este estudio arroja luz sobre las habilidades avanzadas de albañilería que se remontan al último período glacial. Este hallazgo desafía la creencia convencional de que la civilización humana y el desarrollo de técnicas de construcción avanzadas surgieron solo con el advenimiento de la agricultura hace aproximadamente 11.000 años".Lo cierto es que después de aquella publicación se abrió un debate internacional entre arqueólogos de diferentes instituciones que desmintieron y desacreditaron la investigación. En particular, Bill Farley, de la Southern Connecticut State University, que indicó que de momento "no hay pruebas fehacientes de que esa elevación en el terreno haya sido moldeada por humanos", sino que todo fue obra de la naturaleza.A pesar del ida y vuelta que surgió en torno al dilema de cómo y cuándo apareció la pirámide de Gunung Padang, hay algo de seguro en esta historia. Y es que se descartó la incidencia de seres intergalácticos, como sugieren algunas teorías conspirativas sobre la existencia, de las pirámides de Giza.
Un estudio citado por New Scientist revela que cada vez más personas ven a la IA como un ente confiable, aunque la falta de transparencia sobre sus limitaciones podría generar falsas expectativas
La pintoresca ciudad de Alto Paraíso de Goiás, en Brasil, se presenta como una pequeña joya natural que encanta a quienes buscan sumergirse en un entorno salvaje. Estratégicamente ubicada a escasos kilómetros del majestuoso Parque Nacional da Chapada dos Veadeiros, Alto Paraíso se erige como un punto neurálgico que facilita el acceso a numerosas cascadas, exuberantes bosques y cautivadores senderos, convirtiéndose en un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la aventura.Dentro de esta ciudad, se encuentra Eldorado, un barrio con esencia selvática que se encuentra abrazado por la vegetación autóctona. En este entorno peculiar, en medio de los árboles, emerge una residencia particular que logra fusionar de la modernidad con la naturaleza circundante.Compró el departamento con vista al Teatro Colón, lo reformó y lo alquila por nocheSu nombre evocador "Casa Monóculo" se debe a su ingenioso diseño de formas, que recuerda a los antiguos monóculos trapezoidales utilizados para visualizar imágenes cromadas a contraluz, marcando un homenaje a la historia de la fotografía.Esta excepcional estructura desafía la gravedad al suspenderse sobre el suelo. Descansa sobre 12 imponentes pilares metálicos en una altitud de 5 metros. La casa, a pesar de sus dimensiones modestas, exagera sus proporciones, con una superficie interior de 40m² y una superficie de cubierta de 38m².La concepción de esta casa única, con la intención de destinar su alquiler a Airbnb, fue ideada por el arquitecto Alan Chu, quien tenía como premisa principal no perturbar la naturaleza existente ni talar los árboles de la zona. En consecuencia, cada pilar en la estructura no solo cumple una función artística, sino que se crea una vivienda integrada de manera armoniosa al entorno natural.La entrada a esta estructura única se realiza a través de una escalera de caracol que se eleva por encima del bosque hasta la plataforma de acceso a 4,5 metros. Una vez dentro, con techos que superan los 3 metros de altura, se descubre un espacio acogedor donde los huéspedes pueden guardar sus pertenencias, un baño completo a la derecha y una pequeña cocina a la izquierda.La pieza central de la casa, con una pared de cristal, ofrece vistas impresionantes del entorno natural. Sin embargo, lo más asombroso de esta residencia es una gran apertura de 6,5 por 4,30 metros que no solo enmarca las vistas panorámicas, sino que también permite que el paisaje se funda con el espacio interior, creando una experiencia visual única y sin precedentes.Desde la habitación central, las puertas de cristal se abren a una espaciosa terraza de madera en las copas de los árboles. Aquí, los afortunados huéspedes que alquilen la residencia por US$141 la noche tienen la oportunidad de relajarse en un jacuzzi, disfrutando de la tranquilidad y la belleza natural que ofrece este rincón especial de Alto Paraíso de Goiás.