Luego de la victoria en las elecciones legislativas, Javier Milei enfrenta un dilema: tejer alianzas para encontrar una especie de "ancla política" o profundizar la confrontación. ¿Podrá inclinarse por el pragmatismo o ganará su inclinación rupturista? Leer más
Durante un Consejo de Ministros televisado, el presidente cambió la agenda inicial con su gabinete para responder de forma directa a sus críticos en Estados Unidos por su política antidrogas
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tuvo un inesperado cruce con un joven mientras recorría una zona afectada por inundaciones que se volvió viral. El muchacho reclamaba información por estudiantes desaparecidos a causa del temporal y ella respondió en conferencia de prensa, que "no se ocultará nada". En el video se ve como varios ciudadanos de esa localidad mexicana se acercan a Sheinbaum a los gritos. Entre ellos un joven levanta su celular con aparente fotos de estudiantes desaparecidos y exclama: "Mire la foto, no me mire a mí. ¿Dónde están?", le pregunta.La confrontación, que se viralizó rápidamente, tuvo lugar mientras Sheinbaum realizaba un recorrido por Poza Rica, una de las ciudades mexicanas más afectadas por las recientes inundaciones e intensas tormentas que causaron la muerte de al menos 64 personas y la desaparición de varias.En una conferencia de prensa, la mandataria se refirió al cruce, que había sido captado en video. Señaló que el hombre el joven le preguntaba por el gran número de personas por el paradero de estudiante desaparecidos en el violento temporal. "El me estaba interpelando sobre las personas desaparecidas y diciéndome 'escúchame, escúchame', contó Sheinbaum. Y, en ese sentido, mencionó cuál fue su respuesta. "No vamos a ocultar absolutamente nada. Permíteme tener toda la información y vamos a darla a conocer. Eso fue lo que planteamos", indicó. No obstante, no dejó de mostrar su asombro. "Pero bueno, no sabemos, pues cuál era el motivo o la información que él tenía de dónde venía su información", indicó. Sheinbaum afirmó que solicitó a las autoridades universitarias de Veracruz una revisión de la situación y reportó que hay dos jóvenes confirmados como fallecidos. Querétaro, Puebla e Hida fueron otros estados azotados por la tormenta.Intensas tormentasClaudia Sheinbaum viajó a algunos de los estados anegados y aseguró días atrás que el gobierno comenzará un censo entre las personas afectadas para distribuir ayuda. La cifra de muertos podría seguir en aumento. En la Ciudad de México se registró la caída de agua más intensa en 73 años. En los estados de Veracruz y Puebla, cientos de efectivos del Ejército, policías y bomberos llevaron a cabo operaciones de rescate y establecieron albergues temporales donde los residentes recibieron atención médica. Miles mexicanos continúan lidiando con la falta de agua corriente y electricidad.
Un episodio reciente estuvo marcado por un enfrentamiento entre el participante y la chef, quienes protagonizaron un intercambio de opiniones que terminó en un inesperado gesto de acercamiento
El presidente colombiano aseguró que existen supuestos comportamientos excluyentes que generan odio en Colombia
La advertencia la hizo la presidenta ejecutiva de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, que subrayó la importancia de la alianza comercial entre el país y los Estados Unidos
Autor de "Subjetividad Argentina, la dimensión psicológica del proceso sociohistórico", el doctor en Psicología plasmó en la publicación el resultado de tres décadas de investigación social y psicológica. "Estamos en el peor momento de los últimos cuarenta años. Es un momento horroroso que solo puede diferenciarse de la dictadura por lo evidente", afirma sobre el presente.
Ante las cámaras de la CNN, el jefe del Ejecutivo ha recordado que entre los tripulantes se encuentran "representantes de 45 países", entre ellos "miembros de diferentes parlamentos nacionales"
Este es un texto político. Pretendo discutir con los lectores cuestiones que afectan intensamente nuestro presente como argentinos, y para eso, apenas para eso, traigo a escena dos episodios políticos de gran envergadura, completamente distintos, de desenlace y fortuna muy diversos. Lo haré deliberadamente apelando apenas a mi memoria y de modo estilizado y hasta idealizado, pecados por los que pido disculpas sin propósito de enmienda, ya que sería imposible escribir sobre lo que deseo de un modo académico. Entre ambos episodios transcurre casi un siglo y medio, y tuvieron epicentros geopolíticos diferentes; sin embargo, están unidos a una lógica común (invisible, si juzgo por la nula atención que se concede a los aspectos que querré aquí señalar), que les da el sentido profundo que este texto, como narración política, debería poder destacar.El primero comienza con un hecho militar, que metaforiza un triunfo y su correspondiente derrota, y no un "consenso nacional", seamos realistas. Se trata de la formación del Ejército Grande, a finales de 1851, con el general Justo José de Urquiza a la cabeza. Como es archiconocido, esta formación militar no contaba exclusivamente con "tropas argentinas" (estrictamente no existía tal cosa); las había asimismo brasileñas y uruguayas. Asuntos estos -la solución militar, la alianza con "el extranjero"- que a nadie pareció importarle demasiado a la sazón, un momento nacional en que las Provincias Unidas no lo estaban más que por la extraordinaria capacidad de combinar astucia y fuerza en base a la potencia de la economía primaria de la provincia de Buenos Aires por parte de Juan Manuel de Rosas. Pero la de Rosas era ya una fuerza que acababa de perder consentimiento, agotada. En 1838, Urquiza seguramente había leído la carta de la Hacienda de Figueroa que Rosas había cursado a un Quiroga cuya vida pendía -sin que él lo ignorara- apenas de un hilo, y que sería rescatada, manchada de su sangre, de la acribillada galera en Barranca Yaco. Urquiza no se puso a conversar con Rosas para convencerlo de que se precisaba la reconciliación de todos los argentinos y un régimen constitucionalSuele hablarse de esta muy mencionada y muy poco leída misiva como de un amontonamiento de lugares comunes y excusas que giran en torno a la obcecación rosista sobre la inmadurez de la confederación y sus pueblos para darse un gobierno constitucional. Pero no. Aunque no sea convincente para un lector de hoy -de hecho, no lo es para mí- se trata de un texto político muy argumentado y del más alto nivel. Pero, más allá de otras consideraciones, se puede conjeturar que, transcurridos casi tres lustros, en los albores de la década de 1950, podía Urquiza entrever que las condiciones de soberanía y orden interior en las provincias argentinas habían cambiado lo suficiente como para darse a sí mismas una constitución nacional que pudieran acatar. Y ya basta. Urquiza no se puso a conversar con Rosas para convencerlo de que se precisaba la reconciliación de todos los argentinos y un régimen constitucional. Enunció que el establecimiento de ese orden legal era imperioso, venció a Rosas en Caseros y atravesó la ciudad de Buenos Aires con la divisa rojo punzó en el pecho. Para escándalo de los balcones porteños. Y así debía ser. El vencedor era federal (Sarmiento se enojó, sobre todo de que Urquiza no entendiera nada y no le diera a él el protagonismo que merecía; y se fue). Urquiza sabía que no disponía de mucho tiempo; a la sombra de las anarquías pasadas, su gobierno fue mesurado (en general), pero vertiginoso. Apenas cuatro meses después de Caseros, el Acuerdo de San Nicolás estaba firmado por los gobernadores (31 de mayo de 1852). A mi juicio, el vértigo no expresa tanto la diligencia de los jefes ejecutivos locales, algunos parsimoniosos, otros muy desconfiados, otros inseguros (expuestos a divisiones internas), como la enérgica voluntad de Urquiza que, en varios casos, organizó la cooperación de los remisos, mezclando coerción con negociación. Urquiza mal que bien, a capa y espada (a veces literalmente), mantuvo la coalición política que culminó en un logro fundamental para el futuro argentino: la constitución liberal de 1853. Destaco la palabra liberal porque importa: fue el primer paso en firme del liberalismo por necesidad que dimos, a contragusto de la mayoría en todas las clases, los argentinos. Por supuesto, no fue tanto un acuerdo para evitar una disgregación como para constituir una unión. Es en estos casos cuando se hacen más concesiones; y se hicieron: ahí estaba la igualdad de los desiguales en el número de representantes por provincia. Si se trata de crear las condiciones favorables a grandes reformas, no se precisa tanto de un gran ganador como de un gran perdedorEra inevitable que Buenos Aires, que había sido la base del pétreo orden rosista tanto como el semillero principal de los emigrados liberales, quedara en el camino de una organización nacional que pretendía pasarle una cuenta considerada exorbitante. Y bueno. Los que adoptaban el liberalismo por necesidad, por acomodación de intereses y valores, no estaban necesariamente rodeados por talibanes liberales (como los que se ven a veces ahora), sino por grandes pensadores con cabeza más o menos dura pero política, como Juan Bautista Alberdi.La principal lección que yo saco de esto es: si se trata de crear las condiciones favorables a grandes reformas, no se precisa tanto de un gran ganador como de un gran perdedor. Pero eso impone a los ganadores la mayor responsabilidad y ciertas obligaciones cruciales. Entre ellas, no hacerse ilusiones ni incurrir en ingenuidades en relación a grandes acuerdos, y ser magnánimos, luego de la victoria, con los derrotados. Otra vez, si se trata de crear las condiciones favorables a grandes reformas, no se precisa tanto premiar a los ganadores como premiar a los perdedores. Para un gran político que procura establecer cambios de largo plazo, no es tan importante organizar la cooperación de los vencedores como organizar la cooperación de los derrotados. Urquiza no consiguió todo: consiguió una constitución federal, algo que Buenos Aires percibió siempre con sentimientos encontrados; consiguió la navegación de los ríos, que ni hablar, y la igualdad representativa de quienes no eran iguales. No consiguió todo: la aduana no estuvo en discusión y aun así hubo secesión porteña. Y la secesión finalizó al alto precio de una batalla definitivamente dudosa.Volver a la hegemonía despótica de Buenos Aires era inadmisible. Argentina sin Buenos Aires no lo era menos; pero era la hora de ensayar el predomino de Buenos Aires bajo una constitución, gravitación representativa ponderada de las provincias, ríos libremente navegablesâ?¦ Al triunfo militar de Cepeda siguió la "derrota", la fatiga moral de Urquiza, en Pavón. Mitre no perdió el tiempo, pero una coalición cívico-militar improvisada tampoco: impuso tras el sexenio mitrista al "loco" Sarmiento, provinciano en Buenos Aires, porteño en las provincias y argentino en todas partes. El chiste le costó al entrerriano Urquiza la vida, pero creo que murió leal con el proyecto político en el que se había embarcado innovadoramente. Resumiendo, Urquiza le puso letra al conflicto (¿de prestado? Obvio, pero qué importa, si definió el sentido de la acción política), confrontó, no procuró el "consenso", organizó (en base a su triunfo) la cooperación inclusiva (y hasta la cooperación mafiosa, se sobreentiende) y sobre la base del marco institucional que tuvo concreción bajo su égida, negoció y confrontó nuevamente, y hasta fue capaz de comprometer, compensar a los perdedores. Lo pagó muy caro, porque nunca se perdona del todo a los que abandonan el espíritu faccioso al que se referiría en 1937 un joven José Luis Romero. Pero en perspectiva, a tantos se atribuye con menos fundamento el haber dado la vida por la patriaâ?¦Cierro este episodio con la que se me antoja es una metáfora: ¿qué habría acontecido con la suerte política de Bernardo de Irigoyen, que tantos servicios prestó a los argentinos hasta su muerte a principios del siglo XX, si esa suerte hubiera dependido de Salvador María del Carril? El lector puede tener su respuesta.Un siglo y medio despuésEl segundo episodio transcurrió casi un siglo y medio después y mi narración impone resumir veinte años en unos pocos renglones. Raúl Alfonsín (que, durante la guerra de Malvinas, se había destacado como un crítico acérrimo a la ocupación militar) le puso letra genuinamente propia a la confrontación en ciernes y, en lugar de guitarrear un consenso, lo que fue fundamental, sacó de los carriles más previsibles y rutinarios la recuperación democrática y la contienda electoral. En la Presidencia, organizó la confrontación (ley sindical, Beagle, etc.) a la par que procuró, y logró en parte, apuntalar una cooperación inclusiva: la Renovación Peronista fue su cría política, pero rebelde, díscola, y como no podía ser de otro modo a don Raúl se le fue de las manos. El vástago más rutilante de la Renovación, Carlos Menem, hizo lo necesario para aniquilar, si no a Alfonsín, a su presidencia, a la sombra de la hiperinflación. Aplastó en las urnas al radicalismo, lanzó en los tramos más tormentosos de su gobierno un programa de reformas muy vasto y logró un punto de equilibrio en apariencia sólido gracias a la Convertibilidad y a una renovada capacidad de endeudamiento. La economía (estabilidad y unos años de rápido crecimiento) cimentó su popularidad, pero la política fue sin duda un refuerzo decisivo a tal efecto, en parte proveniente de la elasticidad de su liderazgo, y en parte de la generosidad a la que estaba obligado. Precisaba, como sabemos, reformar la Constitución para competir nuevamente por la Presidencia. Fue este, que culminó en la reforma de 1994, un juego de confrontación y cooperación inclusiva hábilmente combinadas que no abordaré aquí, porque deseo ir al núcleo de mi segundo episodio. Precisamente el Pacto de Olivos entre Menem y Alfonsín fue el punto de quiebre porque fue vivido como una defección del radicalismo en lo que se refiere a sus compromisos liberal-democráticos. Una masa de votantes y nuevos activistas resultaron atraídos por el discurso progresista y no carente de originalidad del líder, Chacho Álvarez, de una fuerza pequeña, desprendimiento antimenemista del peronismo que había abrigado expectativas lógicas, pero al cabo erradas, de conquistar terreno entre los peronistas descontentos, no entre los radicales. La solidez del gobierno menemista -recuperada tras el sacudón del efecto Tequila-, la crisis del radicalismo y la pujanza del Frepaso, aceleraron la mutación de la escena política, en la que se hacía cada vez más visible que el peronismo podía seguir en el gobierno frente a una oposición dividida, pero también que el malestar contra la corrupción oficial hacía al menemismo muy vulnerable. Así las cosas, cobró realidad la hipótesis de que el Frepaso era ya un actor de primer orden del juego político. A la sazón, Chacho Álvarez, sin afectar su perfil crítico frente al menemismo, se manifestó "arrepentido de no haber votado la [ley de] Convertibilidad". En los hechos, y sin encrespar a sus simpatizantes, la nueva fuerza se manifestaba menos opositora a la política económica del gobierno que la maltrecha Unión Cívica Radical. Al tiempo que eran convergentes sus agendas institucionales. El resultado no era consecuencia de la buena voluntad de nadie y menos de comenzar por "el consenso", sino de una combinación de sucesivos juegos de confrontación y cooperaciónAl calor de una perceptible demanda de, sobre todo, los sectores más politizados de las clases medias urbanas, ambas formaciones políticas resolvieron conformar una alianza electoral, que entendieron posible, ya que sus orientaciones no eran incompatibles, y necesaria, para cerrar el paso a una nueva victoria electoral peronista. Se produjo entonces lo que parecía ser una transición virtuosa de gobierno en el marco de un régimen democrático: una alianza política que contenía un fuerte componente de renovación crítica, pero definía su talante opositor como una combinación de continuidad y ruptura que confería estabilidad a gran parte de las políticas macroeconómicas dejándolas fuera del juego de la competencia político electoral. Esto, en tesis, operaría sobre la confianza de los agentes económicos en la solidez futura de los lineamientos establecidos, que se reforzaba también en razón de que las ideas dominantes en los años 90 en materia internacional (alianzas, Consenso de Washington, Mercosur, etc.) tampoco eran puestas en cuestión por la nueva Alianza. Afloraban, así, a la superficie de la política, cadenas de acontecimientos que parecían encarnar, de modo sorprendente, las nociones de consenso y políticas de largo plazo, cosas estas tan indispensables como elusivas para la economía argentina y la formación de expectativas futuras de los agentes económicos. El resultado no era consecuencia de la buena voluntad de nadie (por mucho que esta pudiera estar) y menos de comenzar por "el consenso", sino de una combinación de sucesivos juegos de confrontación y cooperación. Pero lo que no se puede negar es que, más allá de la fortuna, los actores principales tenían características que propiciaban el tránsito por un camino virtuoso.Las tres partes tenían bastante para ganar y para perder escogieran lo que escogieran. Los mixed feelings del gobierno menemista provenían de que las perspectivas de una transición ordenada lo alejaban de una crisis de confianza económica, pero mejoraban las chances electorales de su oponente. La UCR temía que el Frepaso creciera demasiado a sus expensas, y este parecía preocupado por el borramiento de su perfil distintivo. Pero la sustitución de elencos gobernantes sin total sustitución de políticas se concretó. Una hazaña. Finalmente, todo salió mal, básicamente por la trampa fatal de la Convertibilidad: era imposible mantenerse en ella y era imposible salir de ella. ***Hubo un tiempo en que se había puesto de moda -no sin ironía- la expresión "Argentina está condenada al éxito", que el presidente Eduardo Duhalde había tomado de Helio Jaguaribe. Ahora, se da por descontado que Argentina está condenada al fracaso, se explica elegantemente por qué y se introduce una discusión a mi juicio inconducente: "¿Cuándo se jodió Argentina"? (¡como si hubiera un acontecimiento, una variable causal y un tiempo precisos!). El hecho de que las experiencias virtuosas discutidas en estos episodios no hayan salido del todo bien (la primera) o trágicamente mal (la segunda), no quiere decir que la Argentina esté condenada al infierno, sea confesional, sea laico. Dejan claro lo difícil que es salir del pantano, no que no se lo pueda conseguir. Y lo fácil que es, en cambio, seguir la grieta en el disco rayado. Pero no adelanta mucho rasgarse las vestiduras, sea en español, inglés o italiano. Yo prefiero mantener las mías enteras para la acción en los años que me queden de vida.Ninguno de los episodios narrados tuvo que ver con la noción de consensos como marco indispensable de la acción política. En ambos, a mi juicio, es patente que el primer paso, el que fue capaz de crear un marco, fue confrontativo. Pero la confrontación es necesaria para vencer y estar en condiciones de organizar la cooperación en el marco creado, no para reproducir indefinidamente la radicalización que torna la cooperación imposible. El episodio que nos es tan contemporáneo, el segundo, evidencia que si un líder quiere apuntalar, conferir sostenibilidad, alargar los tiempos de las políticas, es preciso en algún punto que la radicalización dé paso a la competencia en el centro, a la aceptación crítica de reformas que la oposición haga en parte suyas y en parte le permitan diferenciarse críticamente. En formas tanto como en contenidos, Milei enfila por un sendero completamente diferente, con la inestimable colaboración del kirchnerismo. Pero salir de esta trampa es apenas difícil, no imposible.Vicente Palermo es sociólogo, historiador y fundador del Club Político Argentino
Preocupado por los números de las encuestas de cara al domingo, ensalzan la violencia que impulsan los opositores duros. El mensaje de Milei en el cierre de campaña y sus repetidas advertencias sobre supuestos intentos de asesinarlo
El titular del Minjus se mostró en desacuerdo con la gestión de Santivañez durante su etapa como ministro del Interior. Además, dijo que Dina Boluarte era "madrina" del abogado
Luego de que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) dio a conocer un supuesto acuerdo con México, la presidenta de aquel país, Claudia Sheinbaum, dio un volantazo a la política que había mantenido frente al gobierno de Donald Trump. "No hay ningún acuerdo con la DEA": Sheinbaum desmiente a la agencia estadounidenseEn la conferencia de prensa que ofreció la mandataria el pasado 19 de agosto, desmintió el acuerdo de seguridad con la agencia estadounidense y señaló que no saben con qué base o porque se emitió el comunicado en el que se habla de una "colaboración entre Estados Unidos y México en la lucha contra los cárteles".De acuerdo con la agencia, ambas naciones trabajan en el "Proyecto Portero", una iniciativa bilateral para desmantelar y combatir el tráfico de drogas. Pero la mandataria fue clara: "No hay ningún acuerdo con la DEA"La presidenta de México indicó que en materia de seguridad, lo único que hay con el gobierno de Trump, es un acuerdo que lleva varios meses de trabajo, con el Departamento de Estado de EE.UU., y que estaría por firmarse próximamente.Sheinbaum explicó que lo único que pide su gobierno es respeto. "Si va a informar algo relativo con México, que es parte del tema de seguridad, lo que pedimos es que sea en el marco de la colaboración que tenemos, y no información que no es exacta".Destacó el acuerdo que sí está por firmarse que se "basa fundamentalmente en la soberanía; la confianza mutua; el respeto territorial, es decir, que cada quien opera en su territorio; y la coordinación sin subordinación. Esos son los cuatro principios".La contradicción de la política de México frente a EE.UU.Con lo dicho por la presidenta, podría contradecir la política de mantener "la cabeza fría" que ella misma manifestó desde los primeros días de gobierno del republicano. "A cada momento hay que actuar con responsabilidad, con cabeza fría, para poder establecer las relaciones que tengamos que establecer; porque nuestra prioridad es la no confrontación, la defensa de nuestra soberanía de las y los mexicanos".Además de desmentir el acuerdo citado por la DEA, Sheinbaum se lanzó en contra de la posibilidad de que autoridades de Estados Unidos negocien con Ismael "El Mayo" Zambada, líder del cartel de Sinaloa. "Ellos llaman 'grupos terroristas' a la delincuencia organizada, ellos decidieron nombrarlos así. Es una decisión unilateral tomada por ellos a la entrada del presidente Trump al gobierno de los Estados Unidos. (...) Están tomando acuerdos con estos miembros".Añadió: "¿Cómo explican que entonces 'no negocian con terroristas'? Así, dicho llanamente".El volantazo de Sheinbaum: qué significa, según expertosCNN entrevistó a diversos expertos acerca del volantazo en la política de mantener la "cabeza fría" que habría indicado Sheinbaum. Xóchitl Pimienta, profesora de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, consideró que las recientes declaraciones de la presidenta revelan que subió la tensión entre ambos países. "Esta postura de Sheinbaum, que es más bien contundente y pública, revive tensiones similares. (...) Estas declaraciones abren una fisura visible en el entendimiento", agregó.Por su parte, Carlos Bravo Regidor, especialista en la relación bilateral, señaló que, si bien la mandataria tiene razones para estar inconforme, lo dicho se dirige hacia audiencias mexicanas para consolidar apoyo para su gobierno, pero no busca influir en públicos estadounidenses. "La inmensa mayoría de las declaraciones que hace Sheinbaum me parece que están dirigidas para su tribuna. Ella tiene que ser vista como que está enojada y está reclamando, pero eso no quiere decir que cuando está hablando con Donald Trump ese sea el tono que ella tiene. No sabemos", comentó.Eduardo Higuera, profesor de la Universidad Anáhuac, recordó que no es la primera vez que la presidenta sube el tono con Estados Unidos. "A mí me parece que las declaraciones de Sheinbaum no son un giro. El discurso de Sheinbaum ha sido más bien ondulante. Si tú ves una onda, ves que tiene picos y tiene valles. Así ha sido el discurso", dijo.
La ministra presidenta aseguró que habrá una transferencia ordenada de recursos a sus sucesores
El congresista señaló que la política de Gustavo Petro fracasó por la falta de voluntad de los grupos armados de adelantar conversaciones con el Estado colombiano
La entidad eleva el tono de sus críticas al Gobierno, en medio de una profunda crisis de costos y consumo que ahoga al sector. El próximo 2 de septiembre celebrará en Córdoba su Día de la Industria. Leer más
El influencer y la actriz tuvieron un cruce de palabras tras la prueba física
El jefe de la diplomacia de la nación asiática instó a crear mecanismos de diálogo, promover una visión "objetiva, racional y pragmática" y garantizar un clima favorable para los negocios, tras finalizar otra ronda de negociaciones comerciales
Santiago Caputo fue este jueves a la exposición anual de La Rural, en el histórico predio de Palermo. Allí, el asesor presidencial hizo culto de su habitual bajo perfil y las miradas se posaron en él cuando fue saludado en uno de los restaurantes del lugar por su tío segundo, el titular del Palacio de Hacienda, Luis "Toto" Caputo, como contó LA NACION. En la jornada de este jueves, el asesor también se reunió con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el hombre más dialoguista del Gobierno. Casi como evita las cámaras, el joven Caputo también pareció evitar la confrontación en las últimas horas. "Él está para servir al Presidente", dijeron muy cerca suyo, al tiempo que eludieron cualquier definición sobre lo sucedido en los últimos días y horas respecto al armado de las listas libertarias. La aparición pública del asesor presidencial, de habitual bajo perfil, fue en "el día después" del tweet de Karina Milei que fue un cimbronazo en las filas libertarias y que se enmarcó en medio de las fuertes diferencias entre el sector que responde al asesor y el que encabeza la funcionaria, representada por Martín Menem y Eduardo "Lule" Menem, de su extrema confianza. La interna entre "celestiales" y "territoriales", como se conoce al sector que encabeza el armador Sebastián Pareja y los primos Menem, había ido creciendo a lo largo de las últimas semanas por diferencias de criterio político en el momento de cerrar las listas en diferentes puntos del país. La disputa se profundizó con las definiciones en la provincia de Buenos Aires: a excepción de un solo lugar, las "fuerzas del cielo" quedaron completamente relegadas. Eso derivó en ataques en redes que fueron in crescendo en los últimos días, hasta que operó la intervención del orden impuesto por la secretaria general de la Presidencia con su mensaje en X y los comentarios comenzaron a sosegarse. "Acá no se viene a especular. Se viene a defender con uñas y dientes las ideas del Presidente. Y en esa batalla, la lealtad no es una opción: es una condición. Quien cuestione a quienes llevan esa bandera no está criticando un armado; está cuestionando al Presidente mismo y a la causa que nos trajo hasta acá", señalaba un párrafo considerado esencial por fuentes cercanas a la funcionaria.La estrategiaIncluso, en las últimas horas hubo un principio de encolumnamiento generalizado, tendiente a dejar las críticas internas atrás y apuntar a la polarización con el kirchnerismo, una de las directivas claras que dejó la secretaria general de la Presidencia en su extenso mensaje en X. En las filas "celestiales" buscaban bajar el tenor de las diferencias y juraban que "la dinámica está intacta" entre ambos, así como con el Presidente."Javier los necesita a ambos y ambos son complementarios", completaban. "Karina es el armado, Santiago la estrategia", distinguían en el primer piso de la Casa Rosada donde cada uno de ellos tres tiene su despacho. En esa misma línea, aseguraban que "no hubo reclamos formales con ellos, cara a cara, de ningún tipo" y enseguida insistían en que las diferencias de Caputo, son con "los Menem y con [el armador, Sebastián] Pareja, a quien Santiago considera un empleado de los primos. Con ellos está todo podrido hace tiempo". Los Menem y Pareja integran el equipo de Karina Milei en el armado y son de su más extrema confianza. "Ordenar el malestar"En las filas de Caputo señalaron que "con su tuit, Karina buscó ordenar el malestar que se plasmó en las redes de la militancia más pura, con los cuestionamientos de las candidaturas. Porque no es que Santiago ordenó a nadie que saliera a criticar los elegidos, fueron los militantes los que salieron a llamar la atención por lo que pasó". En esa línea suscribían los dichos desde fuentes cercanas al Presidente, que apuntaban a bajar los decibeles de lo sucedido en la interna libertaria y negaban que el tuit haya ido en dirección a Caputo. En fuentes cercanas al Presidente, poco después de la publicación del tuit de Karina Milei, dejaron trascender que la irrupción vía redes sociales de la funcionaria fue para ordenar "los electrones libres", en referencia a los libertarios "paladar negro", que no son de las filas del Salón de los Próceres, donde está el equipo digital comandado por Caputo. "De los nuestros no salió nada", juraban los celestiales. "Fue de abajo hacia arriba y eso es también lo que nos preocupa, porque son los votantes más puros los que están enojados. Eso es lo más preocupante", apuntaban. "Es la militancia defraudada", insistieron. Esa diferencia entre los digitales orgánicos y los que son afines, pero no reportan directamente a la Casa Rosada, ni tienen espacio en el Salón de los Próceres es clave para el entramado "celestial". Los apuntados son "los electrones libres", como llamaron cerca del Presidente a aquellas cuentas que en las últimas horas siguieron adelante con los cuestionamientos a los cierres de listas.En el campamento de Caputo se mostraban convencidos de que "el armado en la provincia está complicado para ganar". Al mismo tiempo, sostienen que "nos van a buscar "para profesionalizar" la campaña. También, sobre todo, para lo que será conseguir los votos para blindar el veto presidencial al aumento jubilatorio. "Quedan ocho días hábiles y nos van a necesitar", confían."Santiago va a quedar reivindicado", apostaron en las filas celestiales. Muy cerca del asesor presidencial buscan tomar distancia de cualquier polémica y juran: "Santiago sirve a los intereses del Presidente".
Ante temas incómodos, aparece la gente conflictiva y la que los evita. La psicología explica qué pasa por la mente de quienes prefieren el silencio.
La tensión política entre Javier Milei y los gobernadores debilita la estrategia económica, complica la meta de inflación y mantiene restricciones en el mercado cambiario, mientras se demoran las reformas estructurales
WASHINGTON.- Casi seis meses después de su asunción, cuando el presidente Donald Trump prometió que mediría el éxito de su mandato en función de "las guerras a las que pusimos fin y las guerras en las que nunca entramos", el mandatario norteamericano ha adoptado una postura hacia Rusia que en la superficie se parece bastante a la de Biden, su predecesor: darles armas a los ucranianos para que repelan la invasión.Pero Trump dio muchas vueltas para llegar a este punto, y lo ocurrido en los últimos meses habilita a pensar que las seguirá dandoâ?¦El presidente es un converso tardío y reticente a la estrategia de confrontar y aislar a Putin.Durante la campaña presidencial del año pasado, Trump prometió una rápida resolución de la guerra, afirmando que solo él tenía la autoridad para lidiar con el mandatario ruso. Ni bien asumió el cargo, culpó a los propios ucranianos de la invasión rusa, y a continuación tuvo un increíble cruce con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en el Salón Oval. También eximió a Rusia de sus aranceles, elogió la fortaleza de Putin y le aseguró que Ucrania jamás ingresaría a la OTAN.Gran parte de eso parece haberse revertido, al menos por ahora.La semana pasada, el presidente dijo que estaba considerando "muy seriamente" respaldar un proyecto de ley de sanciones que impulsan senadores de ambos partidos y que le permitiría, pero no obligaría, a imponerle aranceles del 500% a cualquier país que compre petróleo o gas ruso.Trump también levantó la breve pausa en el suministro de armas a Ucrania. El plan elaborado en junio en la cumbre de la OTAN para armar a los ucranianos mediante la venta de armas norteamericanas a los europeos, quienes a su vez las cederían a las asediadas fuerzas de Ucrania, ha empezado a tomar forma. El domingo, en declaraciones a la prensa, Trump dijo que planeaba darle a Ucrania más misiles Patriot, enfatizando que esas armas serían pagadas y que los ucranianos las necesitaban desesperadamente."Porque realmente Putin ha sorprendido a mucha gente", dijo Trump. "Te endulza el oído y después por la noche bombardea a todo el mundo. Pero ahí tiene un problemita, porque a mí eso no me gusta".El presidente, quien ante varios allegados ha dicho sentirse engañado por Putin, hace unos días declaró que "Putin no para de mentirnos". Es exactamente lo que los asesores de política exterior del expresidente Joe Biden dicen haberle explicado repetidamente al equipo entrante de Trump.Anna Kelly, vocera de la Casa Blanca, se negó a responder si ahora la postura de Trump se asemejaba a la de Biden y tampoco quiso referirse a la frustración de Trump con su par ruso.A través de un comunicado, Kelly culpó a Biden de no haber podido detener la invasión. "A diferencia de Biden, el presidente Trump está centrado en detener la matanza, y gracias a su liderazgo, Rusia y Ucrania están en conversaciones directas por primera vez en años", señaló la vocera presidencial.El enfoque de Biden hacia Ucrania partía de la convicción de que la invasión era ilegal y moralmente ofensiva, y que en el siglo XXI los países no violan las fronteras de otros Estados. Biden declaró repetidamente que impedir que Rusia se apoderara de Ucrania era crucial para disuadir una futura incursión rusa en Europa. Para Biden, detener la agresión que ha desembocado en la mayor guerra de Europa desde la derrota de la Alemania nazi era esencial para preservar el orden de la Segunda Posguerra.Pero a Trump nunca le interesaron demasiado ni esas alianzas ni el orden mundial que establecieron durante los últimos 80 años, y tampoco condenó a Putin con la misma ferocidad que Biden. En 2017, cuando en una entrevista con Trump el presentador de Fox News, Bill O'Reilly, calificó sin rodeos a Putin de "asesino", el entonces flamante presidente norteamericano respondió con relativismo moral: "Asesinos hay muchos", dijo Trump. "¿O se creen que nuestro país es tan inocente?".Trump tampoco calificó de ilegal la invasión de 2022. Por el contrario, al principio elogió a Putin por su "inteligente" aunque violenta apropiación de tierras, y ha abordado las escasas y esporádicas negociaciones sobre un alto el fuego y un posible acuerdo de paz como si se tratara de una transacción inmobiliaria en la que Putin conservaría las tierras que ahora controla en el sur y el este de Ucrania, o incluso más. En los Departamentos de Justicia y de Estado, Trump ha desmantelado gran parte de las dependencias que recopilan pruebas para potenciales procesamientos por crímenes de guerra contra funcionarios rusos.Pero ahora el presidente parece estar actuando movido por un resentimiento personal, y quizás por el descubrimiento de que su relación con el líder ruso no es la que imaginaba. Como parte de su historial de elogios a líderes autoritarios, Trump ha manifestado su admiración por la firmeza de Putin. Parecía creer que el sentimiento era mutuoâ?¦En el pasado, Trump ya había expresado su escepticismo sobre seguir apoyando militarmente a Ucrania, lo que implicaba un giro en la estrategia norteamericana y una postura que tuvo arrastre no solo entre sus más fervientes partidarios, sino también entre el electorado en general, que había llegado a considerar la defensa de Ucrania como otro largo enredo de Estados Unidos en el extranjero.Y desde que reasumió su cargo, Trump habló con Putin media docena de veces, aunque, según él, cada vez con menos resultado. Hasta despachó Steve Witkoff, a visitar a Putin en el Kremlin, pero su enviado especial salió de esas conversaciones con muy poco que mostrar, ya que se llevaron a cabo sin otros funcionarios norteamericanos presentes, salvo por un traductor. Aunque Trump ha dicho que no habrá avances en Ucrania hasta que Putin y él no se reúnan personalmente, tampoco hay un encuentro en agenda. La única reunión presencial de Biden con el líder ruso fue en junio de 2021 en Ginebra, y en gran medida estuvo motivada por un grave ciberataque ruso contra un proveedor norteamericano de gasoductos y oleoductos.La conversación telefónica entre Trump y Putin de principios de este mes fue seguida, en cuestión de horas, por un masivo ataque ruso con misiles y drones contra Kiev y otras importantes ciudades ucranianas, una de las embestidas más extensas contra Ucrania desde el inicio de la guerra. Eso dejó a Trump en la posición que más detesta: sentirse avergonzado, o peor aún, que parezca que está pintado.El nuevo enfoque de Trump parece diseñado para mantenerlo a al menos un paso del conflicto directo. Al permitir que los europeos paguen y canalicen las armas, Trump puede aspirar a no ser considerado un participante directo en la guerra. Pero Estados Unidos, por supuesto, está participando de manera directa: de hecho, su centro de inteligencia en Alemania es utilizado diariamente por oficiales militares británicos, norteamericanos y ucranianos para clasifican objetivos militares rusos.Pero Trump no ha respaldado el nuevo paquete de asistencia de seguridad del Congreso, que sabe que inflamaría a su base electoral y entraría en contradicción con sus demandas â??que a menuda transmite el vicepresidente J. D. Vanceâ?? de poner fin al ciclo de apoyo directo de Estados Unidos. Tampoco ha presionado a Europa para que confisque los 300.000 millones de dólares en activos rusos que Moscú tenía en instituciones financieras occidentales cuando lanzó la invasión en 2022.Y aunque parece apoyar vagamente el proyecto de ley que se encuentra en el Senado â??respaldado por 85 senadores de ambos partidos, según el último recuentoâ??, que exigiría sanciones contra los países que compran energía rusa, incluidos China y la India, Trump no ha aclarado si realmente haría efectivas esas sanciones."Trump ya tiene la autoridad legal necesaria para aplicar todo lo estipulado en ese nuevo proyecto de ley", señaló hace unos días en las redes sociales Marshall Billingslea, que durante el primer mandato de Trump se desempeñó como negociador para el control armamentístico y ocupó otros cargos diplomáticos. Pero Trump parece querer que el Congreso actúe primero: prefiere estar cubierto.Traducción de Jaime Arrambide
"Jodan todo lo que quieran, los espero el 11 de diciembre". Las declaraciones que hizo Javier Milei hoy en El Observador, en las que eligió desafiar abiertamente al pleno de los gobernadores, denotan que el Presidente, enojado, optó por acelerar en un camino de confrontación, que no contemple ni siquiera la contención de los aliados. Es, en definitiva, un cambio de fondo en la estrategia oficial: hasta ahora, el Gobierno decía "no hay plata", pero buscaba evitar sobresaltos en la gobernabilidad. Hoy, la decisión es ir al choque en todos los frentes. Milei acusó a los gobernadores, sin distinción, de querer "destruir" a su Gobierno.Lo que dijo tiene un fuerte impacto en el seno del Gobierno: el Presidente bajó el martillo a favor de la línea dura, que, sin abrir la billetera para los gobernadores (por indicación del ministro de Economía, Luis Caputo) tampoco prevé gestos en materia electoral. Es el ala que hoy encarnan el titular de Diputados, Martín Menem, y el brazo político de Karina Milei, Eduardo "Lule" Menem. Así, la Nación no cede ante los reclamos de fondos que hicieron los mandatarios provinciales, pero tampoco muestra generosidad en las negociaciones electorales que se están dando en los distritos de cara a octubre, en los que La Libertad Avanza (LLA) quiere imponer el poder de la lapicera.Javier Milei En El ObservadorSegún pudo reconstruir LA NACION de altas fuentes de la Casa Rosada, en los últimos días, el Presidente había dado la orden de promover acuerdos provinciales que apuntaran a "cuidar lo nacional", en detrimento -si era necesario- de las aspiraciones de LLA a nivel provincial. Pero el vacío que hicieron los gobernadores por el acto del 9 de Julio que iba a celebrarse ayer en Tucumán -y que se suspendió con la excusa de las dificultades climáticas- enardeció al Presidente. "Las fuerzas del cielo mandaron la neblina, pero Milei quedó caliente, cree que los gobernadores quieren complicar al Gobierno", dijo una alta fuente oficial. En rigor, la Casa Rosada solo hizo una invitación vía mail a los mandatarios provinciales, que se vienen sintiendo completamente destratados. Ala "acuerdista"En este clima de hostilidad, en el Senado la oposición podría forzar este jueves el tratamiento del proyecto de jubilaciones, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. El dictamen de esas iniciativas están objetadas, por lo que el oficialismo dice que deberían reunir el aval de los dos tercios de los presentes para habilitar su debate en el recinto. También están en carpeta los dos proyectos promovidos por los 24 gobernadores para coparticipar el impuesto a los combustibles líquidos y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN)."Voy a demostrar acá que no va a pasar nada. Todo lo que puedan hacer de daño va a tener un impacto transitorio porque después de que los aplastemos en las elecciones vuelvo a poner las cuentas en orden a la brevedad. Va a tener un impacto negativo transitorio pero la política de equilibrio fiscal es permanente. Jodan todo lo que quieran, los espero el 11 de diciembre. Va a ser un efecto negativo transitorio. Estamos absolutamente tranquilos de que no va a pasar nada", desafió hoy el jefe del Estado. La actitud beligerante de Milei complicó así al sector "acuerdista" que encarnan el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo. En el caso del ministro coordinador, los dichos del Presidente, emperoraon las chances (escasas) de contar con el favor de los aliados en la sesión del jueves, en la que puede tratarse una batería de temas con impacto fiscal. A principios de junio una comitiva de 24 gobernadores le reclamó al Gobierno que coparticipe el impuesto a los combustibles líquidos y los ATN. Por entonces, Francos consideró que el planteo era razonable. Pero luego, el tema pasó a ser analizado por el Ministerio de Economía, que rechazó de plano la propuesta e hizo una contraoferta con gusto a poco. Para el Gobierno, el pedido de los gobernadores puede poner en jaque la meta de superávit fiscal pautada con el Fondo Monetario Nacional (FMI). Ahora el Senado se apresta a tratar la idea de los gobernadores con formato de proyecto de ley. Santiago Caputo, que mantiene una interna con los Menem, es de los que venía pugnando para que el gobierno compensara con política aquello que no podía contener con plata. Era el que, en las reuniones de cúpula, venía alertando por los problemas de gobernabilidad que se le pueden detonar al Gobierno si no hace una contención de tipo electoral, que permita contener la situación hasta el recambio de las Cámaras y tener mejor musculatura en el Congreso a partir de diciembre. Eso implicaría no inmiscuirse en los comicios provinciales que más interesan a los gobernadores (que LLA no corra en determinadas provincias) a cambio de sumar más manos en el Congreso para poder hacer reformas de fondo en la segunda mitad del mandato. Pero esa postura más proclive a cuidar la gobernabilidad, con los dichos de Milei, hoy quedó eclipsada. El lunes hubo una reunión de mesa política para analizar el panorama adverso que le espera al Gobierno esta semana en el Congreso y, a diferencia de otras oportunidades, Caputo -que ya tiene una enemistad abierta con los Menem- no estuvo."Hoy ya trabajamos con la idea de que una victoria en octubre va a ser lo que ordene", reconoció una alta fuente oficial. Se impone así la mirada del karinismo, que considera que en temporada electoral, no tiene sentido buscar acuerdos con los aliados o darse una estrategia para evitar una catarata de derrotas en el Congreso. Y que en cambio conviene exponer a la oposición -aliada o no- como obstruyendo el devenir del Gobierno. En esa línea, Milei dijo: "Habría que ver si la oposición que tiene cierta afinidad con el Gobierno está dispuesta a avalar un programa populista dedicado a romper el equilibrio macroeconómico para volver al poder". El Presidente también depositó en la vicepresidenta Victoria Villarruel, con quien está profundamente peleado, la suerte de la sesión de este jueves. "Veremos qué hace [la vice]. Esperemos que defienda los porotos como corresponde, los pingos se ven en la cancha", soltó.
El actor describió su incómodo reencuentro con Gibson, quien hizo comentarios antisemitas en 2006 tras ser arrestado por conducir en ebriedad
El senador y dirigente priista reiteró que su partido solicitó desde hace meses la renuncia del presidente del Senado
En el siglo XXI, el liderazgo internacional no se define solo por la fuerza, sino por la inteligencia estratégica para comprender que la apertura no es una amenaza, sino una oportunidad.
Para el exministro, la respuesta inicial del Gobierno y los sectores políticos no ha estado a la altura de la amenaza que implica el ataque contra el senador Miguel Uribe
El presidente Juan Jesús Vivas solicita al Gobierno español un plan integral en educación y una reforma migratoria para Ceuta, enfatizando la necesidad de colaboración institucional y recursos adecuados
En los últimos días emergieron nuevas disputas entre la ex presidenta y el gobernador. Cruces por los resultados en la Ciudad.
"Suspendé la operación", leyó en la notificación de Signal el managing partner de un importante fondo familiar basado en Miami, con inversiones en los principales mercados de América Latina. Hacía meses que venía evaluando comprar activos en una provincia petrolera y aun había considerado abrir una oficina en Buenos Aires para controlar de cerca esa eventual operación y analizar otras oportunidades. Tenía una valoración muy positiva de la vocación reformista del Gobierno y, luego de haberse reunido con funcionarios del equipo económico tanto en Washington como en Nueva York, no dudaba de su determinación para avanzar en la agenda de transformaciones estructurales, tal como estipula el acuerdo con el FMI. Pero el accionista principal de ese fondo se tomó el tiempo para ver por streaming la presentación de Javier Milei en el 42º Congreso Anual del IAEF, realizado en el Centro de Convenciones de esta ciudad. Y hubo algo en la forma y el contenido de su discurso que le hizo ruido. "Entiendo que sea un año electoral y que en su anterior campaña haya tenido éxito con esta metodologíaâ?¦ pero ahora es el presidente de un país como la Argentina. Me genera desconfianza". Curiosamente, Luis "Toto" Caputo le había atribuido la todavía alta tasa de riesgo país al miedo que el mercado tiene de que regrese el kirchnerismo. Puede que las razones por las cuales la Argentina sigue sin acceder al crédito voluntario y no logra recibir volúmenes significativos de inversión sean bastante más complejas.El propio Gobierno se convirtió, desde comienzos de año en un generador de problemas, suplantando lo que en general uno espera de la oposición. En un país tan raro como la Argentina, casi todas las fuerzas no oficialistas y la enorme mayoría de los actores sociales están dispuestos a colaborar en materia de gobernabilidad, pero el oficialismo, a fuerza de errores no forzados (el discurso de Davos, el caso $LIBRA, las agresiones por doquier, el fracaso de ficha limpia), causó una erosión en la opinión pública, como refleja la última edición del Monitor de Humor Social de D'Alessio-IROL/Berensztein. Es cierto que ningún dirigente o espacio opositor capitalizó ese desgaste, pero aparece un fantasma que puede convertirse en un problema serio: las suspicacias y los costos que generan el estilo, las exageraciones y los exabruptos cotidianos de Milei.Existe una creciente preocupación en un importante segmento de la sociedad argentina, incluidos ámbitos académicos, culturales y jurídicos, en torno a las continuas agresiones, a menudo con un lenguaje vulgar, del Presidente hacia distintos referentes, en especial economistas, profesionales de prensa y medios de comunicación. Para algunos, se trata de una manera condenable e improcedente de expresar una opinión personal por parte de quien desempeña la máxima magistratura de la república, sobre todo cuando incluye componentes típicos de un discurso de odio. Para otros, representa una respuesta adecuada y proporcional de alguien que defiende su buen nombre y honor, luego de recibir críticas supuestamente injustas y de haber sido objeto de todo tipo de ataques y noticias falsas. Hasta figuras moderadas y sensatas del oficialismo, como el jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos, declaró hace pocos días en Cadena 3 Rosario que comprende la frustración del Presidente frente a las "arbitrarias embestidas de los medios". Al margen de la opinión personal que uno pueda tener, existen frondosos precedentes, remotos y recientes, de comportamientos parecidos que, aunque no hayan sido tan violentos, remiten a una tipología característica de la cultura de liderazgo imperante en la política doméstica: la de los presidentes peleadores, combativos, ásperos e intransigentes. Podemos caracterizar el fenómeno como "presidencialismo de colisión": líderes que buscan el conflicto, se sienten cómodos confrontando, creen que el poder está hecho para ejercerlo y necesitan mantener en tensión casi permanente a la sociedad, aunque se trate de peleas absurdas, inconducentes y reputacionalmente negativas. Es como si se hubiera eliminado el principio alberdiano de "gobernar es poblar", modernizado por Fernando H. Cardoso cuando afirmó: "Gobernar es explicar", para reducirlo a "gobernar es gritar" o, peor aún, "humillar": para algunos, se construye autoridad "subiendo al ring" a, y polemizando con, diferentes exponentes de la sociedad y de la política. Tanto en la región como en el país vimos muchos casos de presidentes que alcanzan el poder encabezando una coalición electoral heterogénea y plural. Es cierto que no se trata de un mecanismo ideal para un sistema presidencialista: a diferencia del parlamentarismo, donde los gobiernos dependen de pactos explícitos y dinámicos entre fuerzas políticas, este supone un liderazgo fuerte, respaldado por un partido con estructura nacional y presencia territorial sólida y extendida. Pero como estrategia de adaptación frente al debilitamiento o "desconfiguración" (un concepto de Marcelo Cavarozzi) del orden político-partidario preexistente, el presidencialismo de coalición constituye un mecanismo útil y extendido. Así, las experiencias de la Alianza (1999-2001), Cambiemos (2015-2019) y el Frente de Todos (2019-2023) son casos típicos de este fenómeno. Pero los intentos de colaboración, cooptación y absorción de otras fuerzas políticas fueron variados (Alfonsín y el Partido Federal; Menem y la Ucedé; De la Rúa y Acción para la República; el primer Macri y el Frente Renovador, para cerrar con el peronismo federal de Pichetto; ahora Milei y Pro). Ejemplos como los de Brasil, Chile, Uruguay y en algún sentido Colombia ponen de manifiesto que es un mecanismo habitual de esta última ola de democratización en toda la región.La cultura de la confrontación está arraigada en la política argentina desde siempre. En el siglo XIX explica las dificultades para armar un acuerdo político (indispensable al respecto el último libro de Julio Saguir, Una Argentina a medias, de Eudeba), y casi todos los conflictos que derivaron en crisis profundas, como la de 1890. Luego, Hipólito Yrigoyen intentó -y logró- desmantelar el poder del Partido Conservador mediante intervenciones federales, algunas avaladas por el Congreso y muchas otras por decreto. Juan Perón multiplicó enfrentamientos con entidades empresariales, partidos opositores, la Iglesia, los medios y agrupaciones de estudiantes, entre otros, con su estilo decisionista, vertical y disciplinador. Con el retorno de la democracia en 1983, Raúl Alfonsín confrontó con corporaciones económicas, sindicales y parte de las Fuerzas Armadas. "Ramal que para, ramal que cierra", inmortalizó un Menem que recordamos por su flexibilidad y pragmatismo. Néstor Kirchner diseñó una estrategia explícita de acumulación basada en el conflicto, comenzando por quienes más lo habían apoyado (el caudillo santiagueño Juárez y el mismísimo Duhalde), para luego continuar con Roberto Lavagna, empresarios, el campo, los medios y cualquiera que se interpusiera en sus ambiciosos objetivos políticos y de negocios. La cultura del presidente fuerte, que ejerce el poder con dureza, no es solo tolerada: suele ser celebrada. Del "a vos no te va mal, gordito" de Alfonsín a los exabruptos escatológicos de Milei hay un cambio de forma, pero también una paradójica continuidad en el modo de ejercer la autoridad presidencial. La "casta" política argentina lo hizo desde siempre. Ojalá que, aunque sea solo por esa razón, Milei revise su cuestionable actitud.
El Gobierno Vasco exige un enfoque serio y responsable ante el debate sobre el reparto de menores migrantes no acompañados, tras la falta de acuerdos en la reciente reunión de la Conferencia Sectorial
Para realizar la película, se adaptó el guion de una obra de teatro al cine lo que le valió una nominación al Oscar
España mantiene su compromiso con Estados Unidos como "socio fiable", enfatizando la importancia de una relación estratégica y la participación en la OTAN durante la nueva administración de Trump
"Es la mejor salida del cepo de la historia", alardeaban alfiles del Presidente mientras seguían la evolución de los mercados y el dólar.Críticas a la oposición y a los críticos del plan económico.
Repullo critica a Montero como posible líder del PSOE-A, argumentando que su enfoque opositor perjudica a Andalucía y perpetúa la confrontación contra el Gobierno de Juanma Moreno
El alcalde de Medellín lanzó duras críticas a la gestión del Gobierno nacional a nivel político y social
El exfuncionario del Gobierno Petro advirtió que la consulta popular sobre la reforma laboral propuesta por el primer mandatario podría modificar el proceso electoral de 2026, convirtiéndolo en una contienda de cinco etapas
"Desde el Gobierno, la orden es ir con todo, lo que ha generado un clima de creciente violencia interna", añadió el analista político. Leer más
El senador subió el tono de su voz y cuestionó a la congresista por presuntamente haber amedrentado a su camarógrafo y a otros jóvenes que estaban en el recinto. Tras lo ocurrido, se pronunció afirmando que tanto ella como otros funcionarios actuaron con un talante "mafioso"
Con el adelantamiento de los comicios porteños, se aceleran las negociaciones y armados para la contienda electoral en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras Pro termina de delinear su estrategia para no perder hegemonía frente a la avanzada libertaria en el distrito, el gobierno de Jorge Macri ahora enfrenta un nuevo desafío: el lanzamiento del Horacio Rodríguez Larreta como candidato.El exjefe de Gobierno confirmó anoche en redes sociales que participará de las elecciones legislativas de este año. Aunque aún no definió si irá por una banca en la Legislatura porteña o el Congreso de la Nación, el anuncio tomó por sorpresa al oficialismo local y despertó molestia entre algunos de sus dirigentes que, sin embargo, evitarán iniciar una confrontación directa. Como había adelantado LA NACION, el alcalde porteño tenía intención de integrar a su antecesor en su armado electoral para evitar fugas del ala moderada."No hubo ninguna instancia de diálogo donde Horacio haya comentado en el partido que iba a marcar esta postura diferente. Así que fue una sorpresa encontrarse con esta noticia que, además, es agresiva y virulenta por la forma", explicaron fuentes del Gobierno porteño a LA NACION. En relación a las críticas a la gestión de Jorge Macri, agregaron: "Nos llama la atención la virulencia con que habla de una ciudad sucia, desordenada, mala, fea cuando, hasta hace un año fue jefe de Gobierno y muchos de los ministros que tenemos acá estaban con él".Según confirmaron a LA NACION en la administración y fuentes cercanas al exalcalde, funcionarios y empleados de la gestión anterior continúan desempeñándose en cargos de la segunda o tercera línea del gabinete local. Además, tras ganar las elecciones de 2023, Jorge Macri designó al frente de áreas clave a dirigentes que habían acompañado a Larreta en al menos uno de sus mandatos.Este es el caso del titular de la cartera de Seguridad, Waldo Wolff. En diciembre de 2022, el exjefe de Gobierno porteño decidió convocar al entonces diputado nacional para la conducción de la Secretaría de Asuntos Públicos. Ahora, no solo es uno de los ministros de más alto perfil del gobierno de Macri, sino que es también uno de los nombres que suena como posible candidato de Pro en el distrito, pese a haberse convertido, en las últimas semanas, en el blanco de críticas de la oposición por la fuga de presos de comisarías porteñas.Fernán Quirós es otro de los funcionarios que marcan una continuidad entre ambas gestiones. Hoy en día, mantiene su cargo como ministro de Salud, luego de una frustrada postulación para la jefatura de Gobierno en los comicios de 2023: antes de que se oficializara a Jorge Macri como representante del partido amarillo en el distrito, se había lanzado como precandidato para el Ejecutivo local con el apoyo de Larreta, al igual que Soledad Acuña y Emmanuel Ferrario.También provienen de la gestión anterior Gustavo Arengo (ministro de Hacienda y Finanzas), Gabriel Mraida (ministro de Desarrollo Humano y Hábitat) y Leticia Montile, quien, hasta el 4 de febrero, estuvo al frente de la Secretaría Legal y Técnica. Según informaron fuentes de la administración porteña a LA NACION, muchos de los cuadros técnicos de su área que hoy continúan en funciones también trabajaron en el gobierno del ex precandidato presidencial.La propia cúpula del Poder Ejecutivo local había integrado las filas del gobierno de Rodríguez Larreta. La actual vicejefa Clara Muzzio se desempeñó, entre 2019 y 2023, como ministra de Espacio Público e Higiene Urbana, mientras que Jorge Macri encabezó el ministerio de Gobierno desde diciembre de 2021 hasta su asunción como alcalde porteño.Vuelvo.Todos los días elijo un barrio de la ciudad de Buenos Aires y lo camino durante horas. Después de tantos años, reconozco cada calle, cada cuadra. Sé lo que hicimos en cada lugar. Mi vida y la de Buenos Aires se mezclan. A veces no sé dónde termina una y dónde comienza laâ?¦— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) February 24, 2025A pesar de esta continuidad entre ambas gestiones, al momento de anunciar su postulación, el exjefe de Gobierno porteño no escatimó en críticas que la administración local considera "injustas". "Los grandes logros de nuestra gestión se están diluyendo: la ciudad está sucia, sin mantenimiento, volvieron los baches, no se hacen obras y no hay respuestas a los vecinos. Los presos por delitos federales se escapan de las comisarías, generando inseguridad. Me lo dicen todos", denunció Rodríguez Larreta a través de su cuenta de X (ex-Twitter). "Aquello que fuimos, nuestra razón de ser, hoy parece apenas una sombra".Las críticas llegan a pocos días de que la Legislatura porteña aprobara la suspensión de las PASO -una herramienta electoral que, según algunos de sus defensores, podría ayudar a dirimir disidencias internas- y en medio de la disputa con el Gobierno nacional por la sobrepoblación de detenidos en comisarías porteñas y el avance de La Libertad Avanza en el tradicional bastión de Pro que ya se tradujo, a fines de enero, en el pase de tres legisladores amarillos a las filas de Javier Milei.En este contexto, Jorge Macri apuntaba a cerrar un acuerdo con la Coalición Cívica, el radicalismo y el larretismo en el distrito, pero los recientes cuestionamientos parecen haber echado por tierra la posibilidad de una alianza con este último sector. Así, el riesgo de sufrir fugas desde el ala moderada está latente -allegados al exalcalde aseguraron a LA NACION que múltiples figuras de Pro respaldaron en privado su postulación-, pero en el gobierno porteño desestiman una importante salida de dirigentes.Larreta, tanta bronca me genera leer este tweet. Que un muerto político como vos se de el lujo de criticar al PRO da asco. Te encargaste de destruir el partido por dentro, entre vos y Bullrich generaron una interna sangrienta que nos destruyó. Que casualidad que los dosâ?¦ https://t.co/ugm94IHfqP— JPRO TUITERA (@JPROtwitera) February 25, 2025Por este motivo, y aunque militantes de la juventud del partido amarrillo salieron a cruzar a Rodríguez Larreta por sus críticas, en el gobierno local indicaron a LA NACION que no buscarán abrir una confrontación directa con el ex precandidato presidencial. En esta misma línea se había manifestado la vocera Laura Alonso esta mañana en diálogo con Radio La Red: "Estamos muy ocupados y preocupados en resolver los problemas de todos los días, que son siempre muchos, en pensar una ciudad y planificarla; no estamos para discutir con el señor Larreta".
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