Lo anunció la Ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Ricardes junto al Director General del Teatro Colón, Gerado Grieco. Leer más
Comienza la Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino con 150 fotografías seleccionadas. La Noche del Diseño llena de arte Distrito Arenales. El clásico de diseño de interiores, Casa FOA, continúa en Puerto Madero. Leer más
Hay una escena icónica en la película Match Point, de Woody Allen, en la que una pelota de tenis golpea la red y queda suspendida en el aire, mientras una voz en off dice: "La gente tiene miedo de reconocer que una gran parte de la vida depende de la suerte". Durante esa reflexión, suena un aria de la ópera El elixir de amor, de Gaetano Donizetti: Una furtiva lágrima. Eso fue lo que escuchó Nicolás Romero, cuando tenía 22 años, y sintió que su corazón se aceleraba. Algo en aquella voz lo conmovió tanto que necesitó saber quién cantaba. Con su hermana buscaron información: se trataba de Luciano Pavarotti. Aunque por entonces él no sabía de ópera, comprendió que era eso lo que quería hacer por el resto de su vida.Había nacido en San Fernando del Valle de Catamarca, tierra de zambas y chacareras. Escuchaba a muchos cantantes de folklore pero a ninguno de ópera catamarqueño. En el año 2009, ese punto de inflexión le mostró un camino posible. Pero para eso había que prepararse. El barrio, la música, la infanciaLa Chacarita es un barrio de los más antiguos de Catamarca. Ahí, las casas comparten espacio con negocios y canchas de fútbol que rodean al centro de la ciudad, en el departamento de Capital. Quienes vivieron la tranquilidad de los años 90, recuerdan que los chicos solían jugar en las calles, plazas, o en patios con árboles frutales. Algo de eso se le viene a la memoria a Nicolás, sus padres todavía jóvenes y saludables, el patio y los interminables partidos de fútbol con sus primos, imágenes que se le vienen cuando escucha Herida Azul, de Raly Barrionuevo. Su madre, que tuvo un salón de belleza, en la adolescencia había estudiado canto. En su casa siempre sonaban Los cantores del Alba o Los Chalchaleros. "Todas esas canciones que cuando ella las escucha, a pesar de tener Alzheimer, imposta la voz como soprano y canta". De su padre, que fue en su infancia y juventud un gran músico bandoneonista y en su adultez cantante de tango, heredó la proyección natural. "Después se fue a vivir a Buenos Aires cuando tenía 20 años y se hizo muy amigo de los tangueros famosos". A su regreso, formó una familia.No fue tan extraño que pronto descubriera que él estaba determinado por la música. Siguió los pasos familiares, estudió canto y hasta fue elogiada su voz por algún ícono catamarqueño del folklore, pero aunque todavía era pronto para decidir su futuro, tenía un deseo recurrente: soñaba con un trabajo donde tuviera que vestirse de traje. Sus padres les dieron libertad a él y a su hermana, para decidir a qué se querían dedicar. La música era un destino incierto, pero el más verdadero. Al Colón y más alláApenas egresado del colegio, trabajó en un comercio y en atención al público. Al descubrir la ópera, empezó a estudiar con el tenor Silvio Arias. "La voz se iba madurando, cada semana, mostrando su naturaleza". Llegaron a organizar algunos conciertos en la provincia, con invitados internacionales y pronto sintió que podía producir sus propios conciertos. Con el dinero que ganó, estudió dos años en Buenos Aires con Horacio Mauri, quien fuera maestro del tenor José Cura. Así, en 2015, se sintió preparado para rendir el ingreso al Teatro Colón. "El último día que yo rindo la cuarta prueba del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, fue un 18 de diciembre, el cumpleaños de mi hermana. Me paré ahí, en semejante escenario, el teatro vacío, con los profesores y un piano de cola que sonaba impresionante; con mi traje y los zapatitos viejos." Se sentía pequeño ante semejante inmensidad, pero cantó lo mejor que pudo, dos arias de ópera, una en italiano, la otra en francés. Y aunque no quedó conforme, le alcanzó para demostrar que tenía lo necesario para ser un elegido. Fue el primer catamarqueño en ingresar a ese espacio privilegiado. Entonces pudo decir: "Mami, entré", y compartir semejante logro con su familia. Hoy afirma que hubiera sido muy difícil sin su apoyo. El paso por el instituto significó aprender a buscar la excelencia en el trabajo diario vocal. "Para mí fue la apertura mental, realmente era muy exigente. De aquella época guarda en su memoria un lugar especial para su profesora rusa, Rozita, con la que siguió en contacto aun después de estudiar en el exterior. El Teatro Colón le abrió la cabeza y a su vez, muchas puertas. Su nombre, su prestigio, son reconocidos en todo el mundo. En aquel primer año ganó un concurso y lo llevaron a cantar tres conciertos en Nueva York: "Nunca había salido de viaje internacionalmente, fue mi primera vez. Llegamos al aeropuerto JFK y nos buscaron tres camionetas negras". No estaba acostumbrada al trato de una estrella. De un barrio popular de Catamarca a cantar en pleno Manhattan. Entre los personajes de la farándula internacional, aquella noche asistieron Carolina Herrera y el nieto del magnate Rockefeller. Tenía las puertas abiertas para proyectar su carrera. Invitado por un alemán que producía cenas de ópera, (Opera Dinners) en todo el mundo, volvió a cantar, esta vez en el penthouse del Olympic Tower, en la Quinta Avenida. Un par de audiciones y masters le sumaron experiencia. Y hasta probó suerte en America 's Got Talent en Los Ángeles: aunque pasó tres pruebas y podría haber continuado, tuvo que volver a la Argentina por la salud de su papá. Para Nicolás Romero, no fue una decisión fácil buscar el equilibrio entre los sueños propios y las necesidades ajenas, sobre todo cuando sus padres precisaron más atención, y se tuvieron que repartir el cuidado con su hermana. Al siguiente año volvió a Nueva York, una ciudad que puede resultar gélida, más si te ves obligado a manejarte solo, con un inglés básico. Para él fue un doble desafío, comprender todo lo que era posible alcanzar con sus cuerdas vocales, al mismo tiempo que viajaba y se presentaba en diferentes audiciones.Como todo cantante apasionado, dedicaba horas al entrenamiento vocal. Tomaba clases todas las semanas con el maestro siciliano Jack Li Vigni, y con el pianista y director de orquesta Kamal Khan. "También me iba a Filadelfia en colectivo. Hacía frío, estábamos en invierno, y a las dos de la tarde, ya estaba todo oscuro. Y bueno, me daba melancolía tener a la familia tan lejos, pero seguía buscando mi sueño". En una de sus últimas presentaciones, Nicolás estuvo en un hotel de la Quinta Avenida, en el mismo salón en el que se filmó la película Perfume de mujer. Había visto esa película con su padre, amante del tango, y recordaba aquella escena en la que Al Pacino bailaba Por una cabeza. El evento se llamaba La noche argentina y fue el artista que cerró el show, ante varias celebridades. Jamás hubiera imaginado que tendría la chance de cantar â??con el acompañamiento de su amigo pianista, Matías Chapiroâ??, el clásico inmortalizado por Carlos Gardel.Lo que el arte le regaló, los amigos de la músicaLa vida del cantante de ópera, puede dar muchas satisfacciones. Experiencias inolvidables en lugares increíbles que de otra manera no conocería. "En Berlín cantamos en dos o tres conciertos, en el Apollosaal de la Staatsoper Unter den Linden y otros conciertos de Alemania". Además se presentó en Madrid, Barcelona, Roma y París. Ahí, en la ciudad francesa, fue parte de un concierto en un palacio sobre la avenida Champs-Élysées, donde había gente de todo el mundo en una de las prestigiosas Opera Dinners. Fue el único tenor que compartió escenario aquella noche con una soprano y un bajo. "Canté un repertorio, desde Nessun Dorma, hasta canzonetas como O'Sole Mio. Fue muy emocionante". Tal vez si tuviera que elegir un lugar en el que se siente como en casa, sería Roma, con su arquitectura imponente y su gente cálida, parecida a la de Buenos Aires. Así se relacionó con Delfo Paone, un tenor romano con el que cantó en una iglesia antigua que usan para conciertos, con una acústica extraordinaria. "La música ha hecho que tenga amigos en todas partes del mundo, muchos de mis compañeros del Instituto del Teatro Colón se fueron a vivir afuera". Una mención especial merece su vínculo con el tenor Duilio Smiriglia, "él ha sido parte de mi vida musical y hasta el día de hoy es un gran amigo. También he tomado muchas clases con él, me ha enseñado mucho". Compartieron tanto conciertos pequeños como multitudinarios, varios con fines benéficos para hospitales públicos; en Catamarca y Buenos Aires. Y estuvieron juntos en el Congreso de la Nación, en el programa Música de mi patria. "Ahí hice un pequeño homenaje a Catamarca, con dos zambas. Canté el Ave María y cerramos con Yo vengo a ofrecer mi corazón y Parla Più Piano, la canción de la película El padrino".Con una fe inquebrantable y devoto de la Virgen del Valle, siempre la visita cuando está en su provincia. Y cada vez que se acercó al Vaticano, fue a ver al Papa Francisco; la última, el miércoles 26 de octubre del 2024, cuando su salud ya estaba muy deteriorada. Gracias al monseñor Guillermo Karcker Argentino, pudieron hablar con él. "Cuando pasó lo saludamos, le pedimos una bendición para Catamarca, y nada, fue muy emocionante porque para mí Francisco fue algo único y eso lo charlamos siempre con mis amigos. Me emocionó mucho verlo ahí, realmente fue un referente en lo humano". Nicolás Romero ha cantado con gran cantidad de artistas reconocidos, no solo del ámbito lírico. Con varios de ellos organizó conciertos en su provincia. En los primeros años invitó a La Orquesta Sinfónica del Teatro San Martín de Tucumán y la de la Universidad de San Juan. "En esos tiempos, pudimos hacer muchas cosas culturales y estoy muy agradecido por el apoyo que tuvimos".En formato de "Tres tenores", o como solista, ha compartido escenario con Patricia Sosa, Manuel Wirtz, Lito Vitale, Peteco Carabajal o Julia Zenko. La presencia de Matías Chapiro â??diceâ??, es indispensable no solo como pianista, también como maestro. "Un chico joven pero talentoso que nos ha enseñado, nos exige mucho para que estemos a la altura, levantemos la vara, un talentoso musical. Matías es una orquesta tocando un piano. Y haciendo arreglos y demás". Por su intermedio, tuvo la posibilidad de dar conciertos con Elena Roger. "Llevé a su familia a El Rodeo, realmente son amores de personas". En la misma localidad turística produjo, en 2022, un espectáculo con Nahuel Pennissi, ante 15 mil personas. "Tiene una historia muy linda de superación y lo que transmite en el escenario, es un talento único que tenemos en Argentina, una persona maravillosa". Como cantante de ópera le interesa trascender cualquier tipo de fronteras, no solo de estilos, también de públicos. "La música es un solo idioma", asegura.(Video: Bella Ciao. Elena Roger, Florencia Benitez, Nicolás Romero, Juan Feico)Por eso visita las escuelas con el mismo entusiasmo de ver un teatro repleto, como en Carachi, al norte de Belén, a 3600 msnm. "No existen caminos, tuvimos que ir en 4x4 con mi amigo Jorge Sola. Llevaba comida, colchones. La segunda vez que fui, tuve la posibilidad de cantarles a los chicos". Otra experiencia inolvidable fue brindar su tiempo y su don en un hogar de ancianos. De los conciertos más recientes, rememora el que compartió con Darío Volonté y Duilio Smiriglia, a beneficio de los pacientes oncológicos en Cuidados Paliativos del Hospital Roffo. "Saber por qué uno hace eso, para qué, es muy emocionante, fue algo como espiritual, algo que me llenó el alma". El viernes 18 de julio Nicolás Romero tuvo la oportunidad de cantar el Himno Nacional Argentino en la inauguración de la Fiesta Internacional del Poncho. "Estoy muy contento, feliz de poder estar en mi provincia". Durante la pandemia lo había hecho, pero en un teatro para la transmisión en vivo, sin público. Por eso era importante para él volver a estar presente.El cantante continúa con sus proyectos a gran escala y con su carrera en el exterior. Reconoce que Argentina tiene todo lo que lo constituye como persona. "Estoy en la producción de mis propias canciones. Quiero seguir creciendo en mi carrera, me quedan muchos sueños por cumplir".La exigencia, los afectos y la distanciaEn 2020, cuando la pandemia frenó las presentaciones, Nicolás â??siempre emprendedorâ?? puso un local al público. "Me vi en diferentes roles y entendí que puedo hacer muchas cosas porque me he preparado para ello, sin darme cuenta".Aunque sabe que el arte es lo suyo y lo sienta a flor de piel, a lo largo de su carrera las exigencias tuvieron su peso. "Y eso lleva a que muchas veces uno se estrese, aumente la ansiedad, que no está mal, pero hay que saberla controlar. La vida siempre me regala sorpresas gratas". Educar la voz es un trabajo de por vida; más allá del talento, se necesita mantener el órgano fonador en las mejores condiciones. Nicolás Romero invierte en estudio y disciplina. Todos los días entrena. Pone atención al diafragma, la respiración, el oído. "Estudio, con mi piano vocalizo, canto. Me estoy preparando constantemente para las presentaciones". Además estudia inglés, italiano y fonética. "En la parte física tengo un compañero de caminatas", con él recorren con frecuencia varios kilómetros por los alrededores de la ciudad catamarqueña. Y, por supuesto, descansa y cuida su corazón. "Tratamos de mantenerlo bien, comiendo mucho asado. Sin grasa, sin grasa", ríe. El tenor, entre su tierra y los viajes, admite que le encantaría llevar a las personas que quiere para que vivan lo que siente cuando está arriba del escenario. Como artista sensible, considera que lo negativo es haber dejado mucho tiempo a su familia. En 2013 conoció a quien hoy es su esposa. "Formamos una familia. Nos elegimos todos los días". Su vida dedicada a ofrecer su don tiene un sentido. "Uno descubre que cuando canta y a la otra persona le eriza la piel, es ahí donde uno resume todo lo que hizo, todo el trabajo, porque realmente dice, bueno, nací para esto. Y eso es lo que uno busca, por ahí, en el aplauso. Nos recarga mucha energía para seguir adelante. Entregar lo que Dios nos prestó, para después devolvérselo en estos pequeños actos. Es lo que yo siento".
El Ensamble Sinfónico 21 deleitó a los invitados con su música. El objetivo fue recaudar fondos para la renovación del equipamiento
A los cinco años, Marianela Núñez ya sabía que quería ser bailarina de ballet. Todo su esfuerzo y su talento la llevaron a cruzar el Océano Atlántico en plena adolescencia, donde terminó convirtiéndose en la primera bailarina del Royal Ballet de Londres, además de una de las figuras más destacadas de la danza a nivel mundial. Onegin la trae de regreso a la Argentina y al escenario del teatro Colón, su primera casa. De este largo recorrido cargado de satisfacciones, reconocimientos, añoranzas y agradecimientos charló con Mariana Arias, en una nueva entrega del ciclo Conversaciones.- Julio Bocca te define cercana, apasionada, humilde. ¿Vos te sentís así?- Pues si lo dice Julio, esto es un regalazo. Recibir estas palabras de una de las personas que más admiro y que ha marcado la danza en la Argentina de una manera única. La admiración que le tengo es infinita. Yo no me puedo describir a mí misma, pero obviamente acepto estas palabras como un regalo muy especial.- Para vos [Julio] es un referente, como seguramente lo es para muchos de la danza. ¿Por qué sentís que conectás con él? - Julio es un talento único, cuando uno lo veía bailar quedaba hipnotizado. Más allá del talento físico que tiene, es su carisma, es una estrella. Es ese tipo de personas de la que podés decir: "Cómo bailaba, cómo saltaba", pero va más allá de eso. Y también por lo que logró y dónde logró ubicar al ballet en la Argentina. O sea, todo el mundo conoce a Julio Bocca. Él lo popularizó. Nadie logró lo que logró Julio. - Te formaste en el Colón, pero tu contacto con la danza empezó de muy chiquita. ¿Te acordás de eso? - Sí, claro. Vengo de una familia hermosa, con tres hermanos más grandes; soy la única mujer, la más chica. Como digo siempre, mi mamá ya estaba re cansada del fútbol y de los chicos (risas)â?¦ Entonces, cuando llegó la nena, literalmente me vistió de rosa y me llevó a tomar clases de danza, sin esperarse que iba a pasar todo lo que sucedió. Desde muy temprana edad, creo que tendría cinco años -hacía clases de danza, pero no solo de ballet, era un poco de todo en un estudio muy chiquito cerca de mi casa en San Martín-, le dije que el resto no me importaba, que lo único que quería era hacer ballet. Así que me llevó a otro estudio, mi maestra Adriana Stork me vio mucho talento y dijo: "Tiene todo para que ingrese a la escuela del Colón". Y ahí empezó todo. - La danza es una disciplina, un arte que busca mucho la perfección, pero también necesita de la emoción. ¿Cómo se conjugan estas dos cosas cuando te conectás con un rol? - Por eso me enamoré de lo que hago porque, justamente, me permite entregarme a esa búsqueda a diario. Obviamente, uno tiene que cuidar su cuerpo, nuestro lenguaje es mediante la técnica clásica, que es muy difícil, por eso lleva tanto trabajo. Pero es un arte, no es algo solo físico. Ahí es donde todos empezamos a jugar con las emociones, con los sentimientos, con toda la parte artística, que es lo que me vuela la cabeza en realidad. Onegin, que estoy representando ahora, es una de las obras que he bailado muchísimo; es uno de los roles con el cual me identifico muchísimo, y es como hacer una obra de teatro. - ¿Cómo es el rol?- Es una mujer fantástica, como todas las cualidades que tiene este personajeâ?¦ Es una historia de amor, es un drama tremendo, es tragedia. La obra realmente es bellísima, es muy profunda y, justamente, es eso: es la búsqueda artística y acercar al público para que se sientan identificados con lo que están viendo esa noche. Para lograr eso, el cuerpo tiene que estar al 100%, porque si uno está luchando con el cuerpo no te podés entregar emocionalmente y viceversa. Las dos cosas tienen que estar al 100%. - Imagino que el bailarín debe pasar por muchos momentos distintos. ¿Cómo viviste tu recorrido?- Yo viví mi vida desde muy chiquita guiada por mi vocación, y ese es uno de los regalos más bellos que uno puede recibir en esta vida, creo yo. Cuando uno tiene una vocación que es muy fuerte, y la mía es fuertísima, hasta yo misma me sorprendo. Todo se hace más fácil, no lo pensás. No es que es fácil, porque no lo; yo me doy cuenta de toda la entrega, de todo el trabajo, pero es tan fuerte esa vocación que te hace hacer cosas que no te das cuenta. La vocación, las ganas pueden más que todo, ese mi oxígeno, como digo siempre. - ¿Qué te dio el Royal Ballet de Londres? - Todo. Llegué de muy chica, a los 15 años, en medio de la adolescencia. Yo estaba acostumbrada a tener a mi familia alrededor las 24 horas del día, sobre todo a mi mamá que me llevaba y me traía, una contención enormeâ?¦ Y de repente, llegar a Londres en el año 1997, que no es la Londres de ahora. Extrañaba mucho a mi familia, fue toda una adaptación, pero ¿qué pasó? Llegué al lugar indicado, llegué al lugar de mis sueños. Yo sabía de muy chiquita que el Royal Ballet era la compañía de mis sueños. Llegué, me adoptaron como si fuese una de ellos, por eso siempre digo que es mi familia, que el teatro, el Royal Opera House es mi casa. Me dieron todo, me dieron la posibilidad de construir la carrera de mis sueños y más. Lo que me brindaron es increíble y es una compañía donde encaran la danza, justamente, de esa manera que decíamos al principio de la conversación, con todo lo que es lo artístico, no es solo lo físico. Para mí es todo. - ¿Cómo fue cambiando tu manera de encarar cada rol? - Esa es una de las cosas más bellas que también te ofrece la danza, que es la búsqueda constante; el producto nunca está terminado. Y mucho depende de uno, de superarse. Más que superarse, diría profundizarse, profundizar en todos los aspectos de una obra que uno tome en sus manos. Mucho viene del trabajo de uno, mucho viene también de los maestros que tiene en frente, de los directores que tiene en frente, de los partenaires, porque bailando la misma obra con distintos bailarines va a traer diferentes ingredientes. Pero más allá de todo eso, la vida. La vida que pasa, con las cosas buenas y las no tan buenas; uno va creciendo, uno va recolectando emociones, situaciones, y eso lo puede entregar en el escenario y volcarlo a todos los personajes que va encarando. - ¿Un bailarín se entrega totalmente a la danza y queda poco tiempo para lo demás en la vida?- El que lo ve de afuera, posiblemente lo ve así. Si uno es honesto, sí, consume mucho tiempo, pero no necesariamente tiene que ser así. No, hay tiempo para la vida; uno se tiene que dar tiempo porque eso es lo que te hace una artista más completa.- ¿Poner la vulnerabilidad al servicio de cada rol, de los momentos artísticos y emocionales, juega a favor? - De más jovencita lo luchaba y después me di cuenta que es una de las cosas más lindas que uno puede tener, aceptarla y abrazarla. Lo viví y me di cuenta que, en los momentos más vulnerables en mi vida o en mi carrera, posiblemente, fue cuando sucedieron las cosas más lindas porque fueron reales; me dejé llevar por lo que era y estaba haciendo. Es verdadero lo que le pasa a uno.- Tu versión de Don Quijote fue la que, en ese momento, te promovió a primera bailarina del Royal Ballet. ¿Por qué ese rol fue tan importante en tu vida artística? - Lo bailaba desde muy chiquitita, como que lo tenía en la sangre. Es un personaje que también me va muy bien, hay mucho de mí en ese personaje. Primero es el disfrute, es una obra que, de principio a fin, en el personaje de ella uno puede llegar a ver el goce y el disfrute mediante la danza. El personaje es fuerte, es apasionada, es un pococheeky (fresco), como decimos en inglés. Me queda bien, no me tengo que esconder mucho, hay mucho de mí ahí.Es un rol que no solo que me dio mi promoción a primera bailarina. Después, Carlos Acosta, que es una superestrella en el mundo de la danza, creó su versión sobre mí. La he hecho en todos los lugares del mundo y me acompañó siempre, la siento muy cercana. - ¿Qué significa hacer Tatiana en el Colón, después de tantos años, y que Julio te convoque para estar arriba del escenario?- Que Julio me haya invitado es increíble. Como decimos acá, es un montón. Justamente, Onegin estuvo en la temporada del Royal, la hice en enero y la hice en junio. O sea, la acabo de hacer, la tengo en el cuerpo y la bailé muchísimo en los últimos 10 años. La bailé en la Scala de Milán con Roberto Bolle, en el Royal, acá en Argentina. Está conmigo y es una obra que amo desde chiquita.- Volver al Colón, que fue tu primera casa, también debe despertar muchas emocionesâ?¦ - Pisar ese escenario esâ?¦ la verdad, nunca encuentro las palabras para describir exactamente lo que se siente, es de una magnitud enorme, es una montaña de emociones y por eso, para mí, es importantísimo volver una o dos veces por año o todas las veces que pueda, porque es volver a casa. - ¿Tu familia vive acá? - Mi familia está toda acá. - ¿Extrañas?- Los extraño muchísimo y extraño la Argentina. Tengo dos casas increíbles, es buenísimo. Dos familias, dos casas y las amo a las dos profundamente de la misma manera. Las dos me has brindado cosas increíbles, es un privilegio tener estos dos lugares que me han dado todo. - Este año recibiste una condecoración del rey Carlos III. ¿De qué se trata? - Es un reconocimiento a mi trayectoria, 27 años que le entregué todo a la danza en el Reino Unido, y es algo que lo valoro muchísimo. No pensé que me iba a pasar, y el día que aconteció mis papás me acompañaron y una de mis mejores amigas estuvo conmigo. Ir al castillo, tenerlo ahí enfrente, que me entreguen eso, tener a mis papás detrás, fue algo inolvidable.- ¿Cuál es tu virtud más preciada?- Me cuesta responder ese tipo de cosas. Lo que sí podría decir es que una de las cosas más preciadas que tengo es mi vocación. Porque gracias a ella, no solo puedo hacer lo que amo, sino que me ha abierto las puertas para conocer a toda la gente que ahora forma parte de mi vida y que me han ayudado. Gracias a mi vocación he crecido como persona, pero también como artista, y es algo que lo tengo guardado en el corazón y que realmente vale todo.- ¿Pensás en hacer otra cosa, en enseñar, en dirigir, en dar clases?- Creo que la danza va a estar conmigo siempre y, obviamente, el día que no baile más va a decantar de otra forma, se va a transformar en algo más. Amo la danza, me importa mucho la danza, quiero lo mejor para la danza; que siga creciendo, que se la cuide. Entonces, si llego a tener un lugar, cualquiera que fuere, para protegerla y seguir ayudando a que siga floreciendo, voy a estar ahí siempre. - ¿Qué parte de tu infancia volverías a vivir y por qué?- Creo que los primeros años que empecé con todo este mundo de la danza, tuve a mi familia muy, muy cerca. Mis abuelos, mis papás, mis hermanos que se aguantaban que mi mamá vaya de un lado para el otro conmigo; toda mi familia se adaptó para que pudiera lograr que mi sueño se cumpliera y tengo los mejores recuerdos: mi abuela haciéndome los trajes o haciéndome el almuerzo para que me lo llevara en una vianda, mi mamá iba y venía, y mi papá después me llevaba a la noche al estudio, mis hermanos esperando en casa. Creo que fueron momentos que me marcaron mucho y que me dieron la seguridad. Son momentos muy importantes para cualquier persona, es un momento de la infancia, y mi familia me dio todo para que tenga esa fortaleza y esa seguridad para que después, a los 15 años, cruzara el océano y pudiera seguir creciendo. - ¿Qué cosas te dan bronca?- A veces, me preocupa mucho cómo está el mundo en general y dónde está yendo el ser humano, y cómo estamos manejando las cosas. Tengo el privilegio de trabajar de algo que me conecta mucho con todo lo humano y vivo en teatros, es un privilegio. Y cuando salgo de esa burbujaâ?¦ me da bronca, no puede ser que el mundo esté pasando por todas estas cosas, me da bronca, me da miedo. - ¿Cómo ves tu futuro?- En los últimos tiempos tuve muchísimos cambios y me parece que estoy en un momento de mi vida donde, suena súper cliché, no me quedó otra que vivir el presente. Estoy acá, así que no estoy pensando mucho en el futuro. No, es lo que está sucediendo acá.
La pintura roja afectó principalmente la mitad izquierda del cuadro, que se encuentra a la entrada y forma parte de la exposición permanente. Al momento, las dos mujeres fueron retenidas por un funcionario hasta la llegada de la Policía Nacional, que procedió a interrogarlas. Leer más
La cuenta oficial de Casa Rosada en la red social X compartió este domingo por la mañana un video para conmemorar el Día del Respeto por la Diversidad Cultural, fecha que tiene por objeto reconocer las distintas tradiciones, valores y costumbres de los pueblos originarios del país."Este 12 de octubre conmemoramos la llegada de Colón a América como símbolo de progreso y civilización para la humanidad", sintetiza el posteo, en el que se adjuntó un pequeño spot que generó controversia y el rechazo de algunos historiadores.Durante los primeros segundos, en el video se narra: "El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón llegó a América dando inicio a una de las gestas más trascendentales de la historia: el comienzo de un proceso de civilización, orden y progreso que marcaría para siempre el destino del continente".Este 12 de octubre, conmemoramos la llegada de Cristóbal Colón a América como símbolo de progreso y civilización para la humanidad. pic.twitter.com/tnAT2jMiS1— Casa Rosada (@CasaRosada) October 12, 2025Luego se describen las dificultades del viaje marítimo y se resalta el liderazgo de Colón: "Navegó durante semanas enfrentando tormentas violentas, la incertidumbre de lo desconocido y el temor de sus propios hombres". Su liderazgo mantuvo firme la expedición frente al riesgo constante de naufragio".En otro pasaje, el narrador del video plantea un contraste entre el mundo previo y la llegada europea: "Al arribar, encontró pueblos enfrentados y costumbres que incluían rituales sangrientos, señales de un mundo sumido en la barbarie. Colón estableció estructuras sociales y políticas fundamentadas en el derecho, la fe cristiana y los valores occidentales, promoviendo el orden y sentando las bases del progreso".Hacia el final, el mensaje resalta que "la civilización prevaleció sobre el salvajismo y el orden sobre el caos". Y se concluye con un llamado a valorar ese legado: "No solo recordamos un hecho histórico. Conmemoramos el inicio de algo mucho más grande que cada uno de nosotros: la civilización occidental. Porque sin raíces no hay futuro. Hoy, más que nunca, honremos este legado que tanto costó construir"."Trata a los argentinos como estúpidos o niños"El video dividió. Mientras que cuentas que simpatizan con el Gobierno consideraron que el enfoque era el adecuado, figuras como la del historiador argentino Roy Hora realizaron planteos críticos sobre el abordaje elegido: "Es la segunda vez que la Casa Rosada trata a los argentinos como estúpidos o como niños de jardín de infantes. Lo hizo en 2024 y no recibió más que burlas e insultos. El PE [Poder Ejecutivo] insiste en exhibir su tosquedad intelectual, para vergüenza de todos los argentinos".Hora compartió entonces el spot difundido por la administración Milei hace un año -que se expresa con términos idénticos como "progreso"- y sentenció: "Acá mensaje del Día de Respeto a la Diversidad Cultural (tal su nombre oficial, hoy vigente) de 2024. Tanta pobreza de ideas, exhibida impunemente, nos debería llevar a revisar la idea de que estamos ante una 'batalla cultural'".Es la segunda vez que la @CasaRosada trata a los argentinos como estúpidos o como niños de jardín de infantes. Lo hizo en 2024 y no recibió más que burlas e insultos. El PE insiste en exhibir su tosquedad intelectual, para vergüenza de todos los argentinos. 1/2 https://t.co/d2MCagB6Uq— Roy Hora (@RoyHora) October 12, 2025De "Día de la Raza" a "Diversidad Cultural"En 1917, el presidente Hipólito Yrigoyen decretó feriado nacional el 12 de octubre para recordar la llegada de Colón a América. Durante décadas se lo denominó "Día de la Raza", una expresión que buscaba exaltar el legado hispano, pero que con el tiempo fue cuestionada por invisibilizar a los pueblos originarios. Frente a estas críticas, distintos países comenzaron a reformular el sentido de la fecha. En la Argentina, en 2010, bajo el Decreto 1584/2010 â??firmado por Cristina Fernández de Kirchnerâ?? se reemplazó el "Día de la Raza" por el "Día del Respeto a la Diversidad Cultural", con el objetivo de reconocer la existencia previa de los pueblos originarios y promover el valor de sus historias y tradiciones.Si bien el nombre oficial se mantiene, la actual administración nacional volvió a utilizar públicamente la expresión "Día de la Raza", lo que abrió el debate sobre una posible marcha atrás con el decreto vigente.En el resto de América Latina, la fecha también adoptó otras denominaciones: en Perú se celebra el "Día de los Pueblos Originarios y el Diálogo Intercultural"; en Venezuela, el "Día de la Resistencia Indígena"; Bolivia lo reconoce como "Día de la Descolonización" y México lo denomina "Día de la Nación Pluricultural".
Se trata de la pintura "Primer homenaje a Cristóbal Colón", que cuelga en en el Museo Naval de la capital española.Los atacantes pertenecen al movimiento de desobediencia civil no violenta Futuro Vegetal.Javier Milei opinó sobre el incidente.
En el marco del Día del Respeto por la Diversidad Cultural, la Casa Rosada publicó una pieza audiovisual que exalta la figura del navegante genovés y califica el desembarco europeo como el inicio de un proceso de "orden y progreso". El mensaje generó fuertes críticas en redes sociales y entre sectores que promueven los derechos de los pueblos originarios. Leer más
El suceso ocurrió en la costa mexicana, debido a un problema técnico.La historia de este famoso barco, hecho a imagen y semejanza de la icónica nave que llegó a América en 1492.
El calendario señala las fechas más relevantes en la historia de la humanidad, estas son las de hoy
La cuenta de Casa Rosada en X compartió una pieza audiovisual donde exalta el "proceso de civilización" iniciado en 1492 con la llegada a "un mundo sumido en la barbarie"
La protesta coincide con la Fiesta Nacional y denuncia el neocolonialismo extractivista y la opresión histórica de los pueblos originarios
Las escenas de la película de Ridley Scott muestran omisiones y alteraciones cruciales sobre el primer viaje de Cristóbal Colón, lo que marca profundas diferencias entre la versión cinematográfica y los hechos documentados en crónicas y archivos históricos
La vida de Carlos Enrique Pellegrini puede resumirse en la de desocupado estatal que tuvo la habilidad de reinventarse y transformarse en una persona exitosa, formarse de una posición y de una familia, y uno de sus hijos llegaría a ser presidente. Las peripecias de un inmigrante europeo en los tiempos de Rivadavia y Rosas
Luego de años de iconoclasia y falsas acusaciones de genocidio, la restitución como día festivo en los Estados Unidos de la fecha de la llegada de los españoles a América es un gesto fuerte contra la tergiversación de la historia para un uso sectario
La gran bailarina hizo la primera de sus dos funciones de "Onegin" con el Ballet Estable.La última función será el 14 de octubre.
Tras generar un fervor popular con sus presentaciones de Don Quijote en el Teatro Colón, en agosto pasado, la bailarina argentina del Royal Ballet de Londres Marianela Núñez regresó al país para protagonizar Onegin, una de sus obras favoritas, el viernes 10 y el domingo 12 de octubre, con Jakob Feyferlik (primer bailarín del Munich Ballet) como partenaire. Antes de su esperada primera presentación, la bailarina estuvo en el programa de Mario Pergolini, Otro día perdido (eltrece), donde habló de los inicios de su carrera en Londres, protagonizó algunos pases de comedia con el conductor y hasta se animó a bromear sobre su vida privada."Por fin no te matan en esta obra", comenzó el ex CQC su entrevista, para romper el hielo. "Cómo mueren las bailarinas, ¿no?", agregó. "Y, nos gusta, lo hacemos con placer. Nosotras, felices con el drama", replicó Núñez en tono distendido.Acerca de la trama de Onegin (la bailarina corrigió al conductor su pronunciación del título de la obra), Pergolini resumió: "Él te engaña un poco, quiere volver, vos le decís 'andate'". "Y, ya he hecho eso bastantes veces, o quizás no suficientes en la vida real", contestó ella, entre risas. "Opa, ¿querés contarnos algo?", indagó el presentador, sorprendido por la acotación de su invitada. "No, lo dejamos acá", replicó ella en tono cómplice, a lo que él añadió que, quizás, luego de una copa de whisky su interlocutora se animaría a contar las desavenencias de su vida sentimental.Para cambiar de tema, el conductor le propuso recordar su historia de vida y cómo llegó a Londres a temprana edad para cumplir su sueño. "Hace 28 años que vivo en Inglaterra. Me fui sola, a los 14 [luego se corrigió y aclaró que se fue a los 15], mi familia quedó acá y crucé el charco a seguir mis sueños", contó."Había audicionado para el Royal Ballet, que era la compañía de mis sueños desde chiquita. Audicioné a esa edad, me ofrecieron el contrato, pero como era menor de edad no podía trabajar en Europa, entonces me dijeron que tenía que pasar un año por la escuela, y cuando cumplí los 16 ingresé a la compañía", detalló.Según relató luego la bailarina, el primer año en Europa vivió en el internado escolar junto con otras alumnas de distintas partes del mundo: japonesas, australianas, latinas. Sin embargo, cuando comenzó en la compañía tuvo que mudarse por su cuenta. "Vivo sola desde que tengo 16 años", destacó.En ese sentido, Núñez se refirió a las dificultades que tuvo que afrontar al encontrarse sola por primera vez, lejos de su familia y en otro país: "Tuve que crecer y madurar de golpe. Llegué allá y tenía que abrirme una cuenta bancaria, buscar casa para alquilar, que no es fácil, no hablaba nada de inglés, cero". "¿Y qué hiciste?", quiso saber Pergolini. "Lloré mucho. 'Don't Cry for Me Argentina'", se sinceró ella sin perder el sentido del humor. "Esto fue antes de internet, yo me comunicaba con mis papás por teléfono público, ponía las moneditas y me duraban dos segundos. Llamaba llorando y 'pum', se cortaba la llamada", recordó. "Después, me regalaron un fax machine, yo estaba feliz con eso, pero me costó un montón. Además, vengo de una familia bastante grande, los tenía siempre a todos alrededor, y de repente estaba lejos". Según explicó, cuando estaba en la escuela de ballet venía de visita cada cuatro meses, pero una vez que empezó a trabajar en la compañía, cuya temporada se extiende de septiembre a julio, pasaba casi un año sin ver a su familia."Femme Fatale"En otro tramo de la entrevista, Pergolini le preguntó a Núñez cómo son los tiempos de ensayo para estas participaciones especiales, como la que vino a hacer al Colón. "Una obra como esta es muy compleja. La parte física es muy compleja, de repente estoy en el aire por minutos, son levantadas complicadas. La parte dramática lleva mucho laburo psicológico. Es una obra que lleva mucho tiempo trabajarla, pero este año la hice en enero y junio", explicó. View this post on Instagram A post shared by Marianela Nuñez OBE (@marianelanunezofficial)"¿Con este mismo bailarín?", quiso saber el conductor en referencia a Jakob Feyferlik. "No, con otros dos", dijo la bailarina e inmediatamente se rió y le guiñó el ojo a Pergolini, recordando el inicio de la entrevista sobre su vida privada. "Viste que hay una fama de que las bailarinas son un poco femmes fatale", acotó él, buscando que su invitada revelara algún detalle de su intimidad. "¿Te parece?, ¿doy look de eso?", le respondió ella y luego remató con un pícaro: "Bueno, lo acepto". "Es medio el rol de las primeras bailarinas, son estrellas", continuó el conductor. "Me da vergüenza, no sé qué responderte ahora. Es momento de tomar un poco de agua", dijo una Núñez risueña, para salir de ese entuerto.A lo largo de la charla, la bailarina hizo gala de su humor con pícaras acotaciones y mensajes con doble sentido, se animó a bailar cumbia, le propuso a Pergolini que la alzara en el aire y hasta le confesó su fanatismo desde su época de CQC.También hubo lugar para un emotivo homenaje a Núñez con un video en el que pequeñas bailarinas y docentes del Barrio Padre Mugica contaron cómo se sienten inspiradas por la figura argentina del Royal Ballet. "Marianela es pura inspiración, la veo y me siguen dando ganas de dar clases, me motiva", dijo la profesora Analía Contreras. "Me gusta cómo baila, su actitud, no tiene miedo a nada", comentó una niña de esa misma escuela.Emocionada por el reconocimiento, del que también participó su primera maestra de danza, Adriana Stork, Núñez aseguró que es hermoso poder despertar eso en las próximas generaciones o ayudar a que alguien descubra su vocación a través de su danza. Finalmente, las niñas se hicieron presente en el programa y tuvieron la oportunidad de conocer y posar junto a la primera bailarina, que es un orgullo para el país.
Opciones variadas para disfrutar esta semana en la Ciudad de Buenos Aires. Propuestas para todos. Leer más
Desmontamos 10 mitos sobre el navegante genovés, desde la Tierra plana hasta sus viajes fallidos. Historia real vs. leyenda. Leer más
"Un edificio ecléctico que conjuga el Renacimiento italiano con rasgos clásicos de la arquitectura alemana y francesa, colocándose a la altura de los principales teatros líricos del mundo" dice el autor. Cómo se logró su clima de suntuosa intimidad. Leer más
La célebre obra del gran coreógrafo británico John Cranko se estrenó el viernes 3 y seguirá hasta el 14 de octubre.Excelente desempeño del Ballet del Teatro Colón.
Con una trayectoria de más de tres décadas como corista y colaborador esencial de los Rolling Stones, Bernard Fowler se ha ganado un lugar de respeto en la historia del rock. Dueño de una versatilidad única, supo equilibrar su trabajo con la banda más grande del mundo con una carrera solista cargada de personalidad. Este miércoles, a las 20, en el teatro Broadway, Corrientes 1155, se presenta en Buenos Aires para celebrar 35 años de música y amistad. Antes de su show, conversamos con él sobre su camino, su vínculo con la Argentina, su relación con Charly García y su pasión por el tango. -¿Qué significa para vos celebrar tus más de tres décadas con los Rolling Stones en Buenos Aires, una ciudad con tanta tradición rockera? -Para serte sincero más que una celebración lo que más me mueve es venir a tocar para la gente de Argentina, donde además tengo tantos buenos amigos. Aquí la energía es bastante intensa. Creo que es la energía de la gente la que me hace volver, me hace querer venir a tocar aquí. Porque la gente de Argentina aprecia realmente el buen blues y rock and roll. Y, para ser sincero, creo que nunca conocí a otro público con la misma energía intensa. Nunca antes. -¿Qué puede esperar el público porteño de este show en particular?-Ciertamente habrá algunas sorpresas, pero no solo serán canciones de los Rolling Stones y creo que habrá un par de invitados especiales. Pero no puedo decirte las canciones ni los invitados especiales, o no sería una sorpresa (risas). -¿Cómo fue tu llegada a la familia de los Rolling Stones y qué aprendiste en lo personal y en lo artístico de trabajar codo a codo con Mick Jagger, Keith Richards y el resto de la banda durante tres décadas? -Bueno, como sabés me convertí en parte de la familia de los Rolling Stones durante la grabación de Steel Wheels. Esa fue mi primera vez que trabajé con ellos durante el proceso de composición y grabación de un disco. Si hay algo que aprendí sobre trabajar con ellos es... diría que es... No te apresures. Tomate tu tiempo y probá cosas diferentes. Muchas de las canciones de los Rolling Stones que escuchás ahora no empezaron así. Empezaron de forma diferente en su concepción original. Y, como se tomaron su tiempo, en ese tiempo se transformaron en algo diferente. -¿Sé que ya antes de ingresar eras fan de los Stones y que es muy difícil elegir un tema, pero, ¿tenés alguna canción preferida de ellos? -Bueno, tengo muchas favoritas, pero si tuviera que elegir una, probablemente sería una versión en vivo de "Midnight Rambler".-Tu disco solista, Inside Out sorprendió con versiones recitadas de clásicos de los Stones. ¿Cómo nació esa idea? -Siempre busco hacer cosas diferentes. Quería hacer algo diferente, y fue algo que se me ocurrió. Crecí en los años 60 y 70, en Nueva York, durante la época de los Panteras Negras y los Young Lords. En Nueva York oí lo que llaman palabra hablada. Ya sabés, cosas como The Last Poets y Gil Scott-Heron, eso forma parte de mi formación musical. Así que, de nuevo, quería probar algo diferente y simplemente me surgió algo. Intentar interpretar canciones de los Rolling Stones en forma hablada. Era una idea que tenía desde hacía mucho tiempo. Creo que la tuve unos dos años antes de empezar a grabarla y durante una prueba de sonido con los Rolling Stones, Mick me oyó hacer eso y me dijo: "Bernard, eso es muy interesante porque he escuchado canciones de los Rolling Stones de muchas maneras diferentes, pero nunca lo había escuchado así antes." Y le dije: "Bueno, voy a grabar esto después de la gira" y me respondió que era una buena idea. Y lo hice en ese álbum. -Algo para terminar con el tema Rolling Stones más allá del escenario. ¿Cómo es la vida con ellos durante giras tan largas? -Bueno, ha cambiado con los años. Creo que al principio nos divertíamos mucho más. Después de un concierto no era raro volver a salir, ir a un club. O después de nuestro concierto, íbamos a ver otro concierto a algún sitio, ¿sabés? Todos éramos mucho más jóvenes y hacíamos muchas cosas para jóvenes, si me entendés (risas). Todavía podemos ir a clubes y esas cosas, pero creo que la gente se acuesta un poco más temprano ahora. ¿Estás trabajando en nuevo material propio que puedas adelantarle al público argentino? -Sí, siempre estoy tramando algo. Tengo un proyecto en el que trabajaré pronto con algunos nuevos amigos músicos de Nueva York. Warren McCray, que tocó el bajo con Joe Cocker y Tina Turner, y Eddie Martínez, guitarrista también de Nueva York. Pasó mucho tiempo con Robert Palmer y Will Calhoun, el baterista de Living Colour. También estuve trabajando en un proyecto muy especial para mí: un disco de tango.-¿Cómo descubriste ese género y qué lugar ocupa hoy el tango en tu vida musical? -Es muy gracioso. Lo descubrí de niño. La primera vez que escuché tango fue a través de la animación, de los dibujos animados de la Warner Bros. Es muy extraño. Y en los dibujos animados, siempre había una Torre Eiffel de fondo. De niño pensaba que el tango era de Francia, porque en los dibujitos que veía, ¡bailaban tango con una camisa a rayas blanca y negra, con la típica boina francesa! Y bueno, años después, me enteré que no era francés, que el tango se llevó a Francia desde Argentina. Empecé a escuchar y a apreciar el tango cuando llegué aquí con los Rolling Stones por primera vez. Recuerdo ir a La Boca a ver a la gente bailar en la calle. Y luego fui a Uruguay con Charly García y escuché más tango. Y luego empecé a oír historias de que el tango también estaba presente en Uruguay. -Sí, por supuesto es un fenómeno rioplatense con raíces africanas... -Y eso me interesó muchísimo, me hizo empezar a leer de dónde venían la milonga y el candombe, esa influencia africana del tango, de la que no sabía nada. Y creo que ahí nació mi interés. Y fui a Uruguay a grabar a Rubén Rada y Lobo Núñez, y mientras estaba en Montevideo, caminando y pensando en lo que haría después, me surgió la idea de grabar un disco de tango. Al sumergirme en el tango descubrí que había raíces africanas y con mi amigo Pilo Gómez, que es músico, fuimos descubriendo realmente al adaptarlo a nuestro estilo, cuánta influencia tenían las raíces africanas en el tango. Y él sugirió que tal vez podríamos hacer un documental sobre ello.-O sea que la cosa fue creciendo y tomando otra forma...-Yo sólo quería hacer un disco pero él me convenció. Así que de hecho empezamos a filmar un documental con un director sobre la influencia africana del tango. Pero, sí, mi interés por el tango surgió de cuando visité Argentina. Algo que realmente me encanta es la forma en que los argentinos hombres cantan el tango. Es muy diferente a mi forma de cantar. Yo no puedo cantar como ellos, así que con Pilo reescribimos toda la letra. La reimaginamos en inglés. -¿Y que canciones tienen en mente hacer? -Hay clásicos de Gardel como "Por una cabeza" y "El día que me quieras", una versión en tango de "Cuenta conmigo" y otra de "What to do", de Nat King Cole. Pero probablemente lo más destacado sea la versión de tango que creamos para la canción de Charly García "Happy and Real". He estado trabajando en este proyecto durante cuatro años y finalmente puedo ver la luz al final del túnel. -Colaboraste con Charly García en Líneas Paralelas en el Teatro Colón, un espectáculo muy recordado. ¿Qué recuerdos te dejó esa experiencia con él? -Charly es un gran amigo y una persona que quiero y admiro mucho. Fue muy importante y una gran experiencia cantar con él en semejante teatro. Pero, ¿sabés que es lo que más admiro de Charly? Que siempre ha sido la misma persona, desde el primer día que lo conocí. No me dijo: "Soy Charly García, bla, bla, bla, bla, bla". Solo dijo: "Hola, soy Charly". No me dijo quién era, la gente que me vio con él me lo dijo. Y yo respeto mucho eso. -Charlie Watts dijo de vos: "Bernard Fowler es un cantante fantástico, tan bueno como Bobby Womack". Tu colaboración con él cantando jazz es increíble. ¿Tenés algún cantante de jazz favorito? -No creo tener un cantante de jazz favorito en particular. Crecí escuchando a muchos cantantes diferentes. Billy Eckstine, Nat King Cole, Tony Bennett, Frank Sinatra, Mel Tormé, crecí escuchándolos. Así que cuando Charlie me pidió que cantara, esa fue la primera vez que realmente me acerqué al jazz. La primera vez que canté jazz con Charlie fue en el álbum Oda a un pájaro volador. Charlie escribió ese libro infantil sobre Charlie Parker. Así que, durante el concierto, yo leía el libro y Charlie y la banda tocaban. Después de algunos conciertos, Charlie, que era un hombre tan dulce, me dijo: "Bernard, me siento muy mal, ¿sabés? Tenerte sentado en el escenario leyendo el libro. ¿Te importaría cantar un par de canciones?". Yo no podía decirle que no a Charlie, lo amaba, y le dije que sí. Le pregunté qué quería que cantara y terminé cantando "Lover Man" al final de esos conciertos, así fue como empecé. Años después, me llamó, hablamos y me dijo que quería grabar otra vez. Me pidió que fuera a Londres. Volé a Londres, nos sentamos a escuchar algunas canciones, fuimos al estudio y empezamos a grabar. Y eso fue Warm and Tender. Y luego, pasó un tiempo y volvimos al estudio para grabar "Long Ago And Far Away". Antes de que Charlie muriera, habíamos hablado de hacer otro disco. Íbamos a rendirle homenaje a Chet Baker. Pero, por desgracia, Charlie se fue a casa. Esa es la idea que sigo pensando: el homenaje a Chet Baker. He estado hablando con el saxofonista Tim Reese para hacerlo. -Hay otra colaboración tuya con otro Stone, con Ronnie Wood, que es muy especial y destacada, prácticamente un disco en conjunto: Slide On This (1992). Qué recordás de ello? -Ese es un gran disco, recuerdo mucho de esa época porque ese fue el año en que empecé a cantar con Charlie Watts y también fue el año en que nació mi hija. Y en lugar de estar en casa con mi hija, volé a Irlanda escribiendo canciones para ese disco con Ronnie. Pero, después de llegar allí, Ronnie se fue diez días y me dejó solo en esa casa en Irlanda. Sin saber qué hacer en la campiña irlandesa, empecé a escribir canciones, y cuando Ronnie regresó después de diez días yo ya tenía cuatro canciones escritas, y la primera canción que escribí para ese disco, que probablemente sea una de mis favoritas, es "Josephine". -¿Qué queda todavía en tu lista de sueños musicales por cumplir? -Bueno, lo que tengo actualmente en mi lista de deseos es interpretar canciones del álbum de tangos en vivo. Y quiero hacerlo en tres lugares muy especiales: el Lincoln Center, el Carnegie Hall, ambos de Nueva York, y el Teatro Colón de Buenos Aires. Eso está en mi lista de cosas por hacer. Quizás añada algo más adelante. Bernard Fowler no solo ha prestado su voz a una de las bandas más importantes de la historia, también ha sabido construir un universo propio de enorme riqueza artística. Su visita a Buenos Aires promete ser una celebración de ese recorrido, con el rock como punto de partida y con el tango, Charly García y la energía argentina como parte inseparable de su historia. Bernard Fowler. Hoy, a las 20, en el teatro Broadway, Corrientes 1155. Entradas desde 30.000 pesos
La gran bailarina argentina, estrella del Royal Ballet de Londres, protagonizará dos de las diez funciones.Reid Anderson -ex bailarín, ex director del Ballet de Stuttgart y heredero de los derechos de todas las obras del coreógrafo John Cranko- habla sobre la puesta y sobre qué le pide a los bailarines.
La Fundación Favaloro celebró sus bodas de oro en medicina, docencia e investigación con una gala benéfica única en el Teatro Colón. El evento tuvo como objetivo recaudar fondos para la renovación de equipamiento médico para seguir ofreciendo tratamientos de alta complejidad y mantener el estándar de excelencia propio de la institución. Iván de Pineda tuvo a cargo la conducción de una noche marcada por la solidaridad y la música en las voces de Luciano Pereyra, Abel Pintos y Soledad Pastorutti bajo la dirección orquestal de Lito Vitale.
El evento tuvo un fin solidario: recaudar fondos para la renovación del equipamiento médico
Las últimas imágenes en la cancha son un reflejo de la confusión y el aturdimiento que envolvió la campaña de Colón, de Santa Fe. Los jugadores, cabizbajos y con lágrimas que recorrían las mejillas, levantaron los brazos y unieron las manos pidiendo perdón, un indulto, por lo que resultó una pesadilla. Los hinchas, desorientados, con la mente nublada después una temporada desastrosa, donde la pérdida de la categoría acechó y el temor empujó a protagonizar actos de violencia que perjudicaron al propio club, reaccionaron con desganados aplausos y un coro de silbidos en la despedida. El empate sin goles ante Morón, la derrota de Talleres, de Remedios de Escalada, y la igualdad de Defensores Unidos, de Zárate, fue la combinación de resultados que posibilitó permanecer en la Primera Nacional. Cuatro años atrás, el Sabalero fue campeón de la Copa de la Liga y en 2019 jugó la final de la Copa Sudamericana ante Independiente del Valle, en Paraguay; el presente lo descubrió ahogado, sin respuestas, con una racha negativa que lo hundió en el pesimismo. Ausente la rebeldía y sin los reflejos para diseñar un escape, otros salvaron las ropas: Talleres, de Remedios de Escalada, y Defensores Unidos, de Zárate, descendieron y salvaron el status de equipo de Segunda División. Un alivio momentáneo, porque la crisis no desaparecerá y para no repetir los desatinos se necesitará consenso, unión, fortaleza para encarar un proyecto de refundación y no recurrir a los parches que disimulan los agujeros. "Colón necesita una reconstrucción en lo inmediato y tiene que empezar esta misma noche. Hay que sentar bases sólidas y proyectar, más allá de las dificultades institucionales", dijo el entrenador Ezequiel Medrán, después de sumar el punto que terminó con la incertidumbre. El caso de Medrán es singular y también otra arista del mal manejo de la situación, y que no descender a la Primera B se trató de una casualidad: el rafaelino es el cuarto director técnico de la campaña, que tuvo a Ariel Pereyra al frente del grupo en las primeras 11 fechas. El Pata sumó 14 puntos, producto de cuatro triunfos y dos empates; las cifras hoy muestran que ninguno de los tres nombres que lo sucedieron logró mejores registros. Andrés Yllana condujo durante ocho juegos -24 puntos- y acumuló siete unidades, tras dos éxitos y una igualdad; Martín Minella dirigió en siete cotejos y de 21 puntos logró seis (dos victorias). Medrán cierra la lista y todavía no ganó: dos empates y tres derrotas.La tabla general de 36 equipos lo encuentra a Colón en la posición 34, con dos jornadas para terminar la temporada regular. Hace siete fechas que las posibilidades de clasificarse para jugar el torneo Reducido por un segundo ascenso se anularon. Convirtió un gol (1-1 con Chacarita) en los últimos nueve partidos y hace diez juegos que no gana: 4-3 sobre Central Norte (Salta), el 20 de julio pasado. Los héroes de ayer fueron relegados al extremo de que el arquero Marcos Díaz, que fue separado del grupo por Minella, rescindió el contrato; fue "un pase de facturas", apuntó el guardavalla. Emanuel Gigliotti tuvo un comienzo de temporada auspicioso, pero perdió la titularidad y con Morón no estuvo en la lista de jugadores concentrados; Miguel Pulguita Rodríguez arrastra una tendinitis rotuliana, ladrones ingresaron a robar a su casa de Santo Tomé y tampoco jugó el domingoâ?¦"Es una locura decir que aseguramos la permanencia de Colón", señaló Christian Bernardi, que estuvo en los momentos de alegría y ahora, en la debacle. Capitán, referente, el cordobés se desarmó tras el cambio que ordenó el entrenador el domingo y en el banco de los suplentes desahogó la angustia con un mar de llanto. "A la gente, pedirle disculpas: no estuvimos a la altura. Colón es muy grande y tiene que rearmarse. Entiendo todo, incluso los insultos. ¿Cómo no vamos a entender la calentura de la gente su la campaña fue mala? A los partidos parejos, los perdíamos todos. Ni siquiera podíamos empatar. No tuvimos resultados ni rendimiento. La pasamos mal, sufrimos mucho...", comentó el volante, de 35 años. "Ahora es terminar y nada más", definió sobre el futuro.Los hinchas desaprobaron durante toda la campaña al equipo y protagonizaron el momento de mayor tensión y de violencia en la derrota con Mitre, de Santiago del Estero. El partido se suspendió tras la rotura del alambrado y la lluvia de proyectiles -trozos de baldosas, botellas, palosâ?¦- que cayeron al campo de juego; hasta una chapa quedó clavada en el piso. La AFA ofreció un castigo leve: una multa económica de 300 entradas, mientras que el Ministerio de Seguridad de Santa Fe clausuró la cabecera norte alta y baja del estadio por dos partidos. Con la habilitación completa de la cancha, 16 barrabravas recibieron el derecho de admisión por intentar ingresar sin entradas.Los hinchas de Colón ROMPIERON EL ALAMBRADO y pbligaron a SUSPENDER el partido tras el 0-1 ante Mitre de Santiago.Momento picante. ð??¨ð??¦ð??·pic.twitter.com/J833UUahBm— Ataque Futbolero (@AtaqueFutbolero) June 30, 2025Una semana atrás se realizó una protesta en el predio 4 de Junio, sobre la colectora de la autopista Rosario-Santa Fe, que terminó con el jugador Kevin Colli herido -recibió dos puntos de sutura en la cabeza-; el choque entre los hinchas y la policía -reprimió con disparos de bala de goma- dejó un saldo de cuatro uniformados lesionados y tres simpatizantes detenidos.En el fútbol, la mayoría de las veces la cancha expone a la conducción. Colón desanda un camino espinoso, con enredos económicos y financieros que no son exclusivos de la presidencia que lidera Víctor Godano. El delantero Facundo Farías, ahora en Estudiantes, reclamó judicialmente el 15% correspondiente a la transferencia a Inter Miami, en 2023. "Tuve que dejarlo para las inferiores o no me vendían", expuso ante los medios, a fines de agosto. El jugador, según un comunicado del club, "pretende desconocer el acto de donaciónâ?¦". La herencia que recibió el actual presidente fue de una deuda de 335.000.000 de pesos, 3.908.000 dólares y 55 juicios activos, que fueron reducidos a 38. La actual gestión tuvo ingresos por 4.600.000 dólares producto de las ventas de tres jugadores: Eric Meza a Estudiantes, en US$1.500.000, por el 70% del pase; Santiago Pierotti, a Lecce, en US$1.900.000, por el 90% de la ficha y Alan Forneris, a Racing, en US$1.200.000, por el 80%. El descenso a la Primera Nacional provocó un aluvión de 5000 nuevos socios, aunque el contraste fue la caída en el ingreso por derechos de televisión: Colón percibe 30 millones de pesos mensuales, un monto que no alcanza a cubrir la cuarta parte de los gastos que demanda mantener su predio y la participación de las divisiones inferiores en los torneos que organiza la AFA. La pesadilla futbolística de la temporada de Colón terminó, aunque restan dos fechas para la finalización del campeonato. La crisis institucional sigue: el oficialismo y sectores de la oposición pactaron para el 30 de noviembre próximo las elecciones. Sin toma de decisiones estratégicas para diseñar el futuro, los 67 días que restan para los comicios serán otro calvario que transitará el Sabalero. Un club que abrazó la gloria y en menos de un lustro se codea con el desprestigio.
Tocó el Ensamble Arthaus bajo la dirección de Pablo Druker, y se proyectó el filme homónimo de Jean Cocteau.Fue el estreno latinoamericano.
El universo creativo de Jean Cocteau fue para el compositor Philip Glass una fuente de inspiración importante. A tal punto que, dentro de su catálogo, hay un tríptico que involucra la obra del multifacético artista francés. En menos de diez años, Glass abrevó en la producción del galo para resignificarla desde la música. En 1994 estrenó la ópera-film La bella y la bestia (La Belle et la Bête), basada en la película que Cocteau estrenó en 1946. Dos años después presentó otra ópera basada en el libro de 1929 Los niños terribles (Les Enfants Terribles) y fundamentalmente en la versión para la pantalla grande creada dos décadas después, con guion del propio autor y dirección de Jean-Pierre Melville. El último trabajo del tríptico es Orfeo (película de 1950) que Glass llevó a la música en 2003. Este inventario viene a cuento porque el Teatro Colón estrenará el viernes 19 dentro de su ciclo "contemporáneo", una versión de La Bella y la Bestia. Y lo singular del hecho es que por primera vez no estará interpretado por el Philip Glass Ensamble. Esta versión contará con la participación del Ensamble ArtHaus. Serán 27 músicos y un elenco de cantantes integrado por Jaquelina Livieri (La Bella), Víctor Torres (La Bestia / Avenant), Constanza Díaz Falú (Félicie), Daniela Prado (Adélaïde), Alejandro Spies (Ludovic / El Oficial del Puerto), Gustavo Gibert, (El Padre / El Usurero). Todos a las órdenes del director Pablo Druker.Aunque no demasiado repetido, Philip Glass es un nombre y apellido con buena presencia en la programación del Teatro Colón. De hecho, Einstein on the beach, de Glass y Robert Wilson, tuvo una versión en 2023 y una reposición al año siguiente. En una charla con Martín Bauer, Director del CETC y quien lleva adelante el ciclo Colón Contemporáneo, como fundador y curador, surgen algunas pistas sobre el personaje y la obra.En principio se podría pensar (con mucho prejuicio, sin duda) que la obra de Glass (o al menos algunas de sus producciones) podría ser más accesible que la producción de otros compositores al oído del público no habituado a la música contemporánea. "Yo no diría que necesariamente Philip Glass sea un compositor más accesible, porque eso siempre depende de quién escuche. Para algunos si, para otros no -explica Bauer-. Sin ninguna duda la presentación y el éxito de Einstein on the Beach nos hizo pensar que debíamos hacer nuevamente algo con su música. De eso se trata también el programa Colón Contemporáneo: una conversación imaginaria con el público, y en esa conversación estaba Philip Glass. Sin duda. Pero por sobre todas las cosas es un gran compositor con un pensamiento artístico muy creativo y singular. Sus trabajos sobre Jean Cocteau o Samuel Beckett lo demuestran. En ese sentido sí, Glass es accesible. Abre puertas. Por eso lo elegimos".¿Por qué la elección de La Bella y la Bestia? Según el director, porque este título remite directamente a Jean Cocteau, que fue un artista absolutamente singular y fundamental del siglo XX. "Entre muchísimas obras como novelista, poeta, pintor y dramaturgo, también fue director de cine y filmó en 1946 La bella y la bestia, que es una joya del cine fantástico. La posibilidad de presentar cine, una película entera, con música en vivo y con un elenco de cantantes excepcionales nos parecía particularmente atractiva. No nos olvidemos, además, que Cocteau -tan cercano a Satie o Stravinsky- fue el autor de La voz humana, una obra ligada a la ópera para siempre"Con la historia (en blanco y negro) proyectada en pantalla, y la orquesta de cámara ampliada y las voces en vivo, a primera vista (y escucha), es una pieza singular porque resulta una ópera que nació en "versión de concierto". Sin embargo, también se puede entender como el "doblaje" de una película, no a otro idioma sino al "lenguaje ópera". Y eso obviamente traspasa ese sentido de doblaje (de recurso técnico) y directamente convierte a la creación de Cocteau en una obra nueva. La lectura más profunda la aporta Bauer: "Glass logra en este trabajo mantener la atmósfera lírica de las óperas, lo que requiere y supone una gran técnica compositiva. Es evidente que tiene a la tradición operística en la oreja. En este caso mucho más que en Einstein... Diluye cualquier jerarquía que pueda haber entre las imágenes y la música, y crea un objeto nuevo. Cocteau quería 'una música que se pudiera habitar como uno habita una casa'. Philipp Glass lo logró. Recordemos que La Bella y la Bestia es un poema visual como también lo es otra genial película de Cocteau La sangre de un poeta. Ambos dos (Cocteau y Glass) consiguen en este trabajo algo muy difícil y venturoso: piensan para adelante."¿Con qué tipo de partitura se va a encontrar el oyente? Con una que mantiene las estructuras repetitivas características de la música de Glass: patterns rítmicos, ostinati, motivos cortos en obras largas y un pulso que no cesa. "Pero hay una gran novedad -advierte Bauer-: una preocupación por la sincronía entre las partes cantadas y los diálogos originales del film, que lo obligó a un trabajo minucioso y absolutamente original. Se escucha lo que se ve y se ve lo que se escucha. No es minimalismo. Es maximalismo", completa.Para agendarLa Bella y la Bestia. Ópera de Philip Glass para el film de Jean Cocteau (cine con música en vivo). Por el Ensamble ArtHaus, con dirección musical de Pablo Druker. El viernes 19, a las 20.
Cuando el marcador de seguidores de la cuenta oficial del Ballet del Teatro Colón en Instagram marca hoy los 143 mil seguidores, es decir, 63 mil más que hace quince días cuando Julio Bocca lanzó un desafío utópico, pero todavía muy lejos del millón que ponía como meta, la noticia deja hoy de ser un secreto a voces para confirmarse con todas las letras: en octubre, Marianela Núñez regresará al Teatro Colón para bailar en Onegin, una de sus obras favoritas. De ella, de los bailarines en general y del público, que se entregan todos por igual al drama que escribió Alexander Pushkin en el siglo XIX y magistralmente el coreógrafo John Cranko llevó a la escena convertido en un ballet, hace 60 años.Las diez funciones programadas para este título, que se vio aquí por última vez en 2022, comenzarán el viernes 3 y contarán con diferentes repartos. Por ejemplo, la noche del estreno, los roles principales correrán por cuenta de Ciro Mansilla -solista argentino del Ballet Stuttgart, donde Cranko creó esta obra en 1965- y Natalia Pelayo, del Ballet Estable. Restan aún confirmarse las fechas del resto de los repartos. Tras generar un fervor popular dentro y fuera de la sala en sus presentaciones de Don Quijote, en agosto pasado, la bailarina del Royal Ballet de Londres regresará apenas dos meses más tarde para bailar esta historia de amor no correspondido, el viernes 10 y el domingo 12 de octubre, con Jakob Feyferlik como partenaire. Las entradas estarán a la venta a partir del martes 16, al mediodía, con el mismo valor que el resto de las funciones: entre $9500 y $98 mil las plateas. View this post on Instagram A post shared by Ballet Estable del Teatro Colón (@balletteatrocolon)"No llegamos al millón de seguidores -reconoció Bocca en el posteo de Instagram con el que dio la noticia-. Pensé que al Ballet del Teatro Colón la gente lo seguía más, como a la Selección Argentina, pero tenemos que hacer un muy intenso trabajo para que eso pase. Quería avisarles que Marianela vendrá a bailar con Jakob, primer bailarín del Munich Ballet. Las funciones de ellos son el 10 y 12 de octubre. Muchas gracias y sígannos".
SANTA FE.- Un futbolista de Colón herido, cuatro policías lesionados y al menos cinco simpatizantes del Sabalero con impactos de balas de goma, fue el saldo de una tarde violenta, consecuencia directa de una severa crisis institucional y deportiva que enfrenta el equipo santafecino, actualmente en la segunda categoría del fútbol argentino y la amenaza cierta que pueda perder ese lugar, algo que parecía imposible para un club que hace apenas cuatro años atrás levantaba la Copa de la Liga Profesional 2021 y se consagraba campeón del fútbol argentino.Los incidentes se iniciaron a media tarde frente al predio "4 de Junio" que el club posee a la vera de la autopista Santa Fe-Rosario, a 7 kilómetros de esta capital. En el lugar en el que se concentra y se entrena el plantel profesional.Cerca de un centenar de simpatizantes se reunió allí con la intención de expresar su descontento con el cuerpo técnico y los jugadores por la pésima campaña que vienen realizando. A solo tres fechas del final de la etapa clasificatoria del Nacional B, el equipo que ahora dirige Ezequiel Medrán se encuentra a 20 puntos de Chacarita, el último que estaría ingresando al Reducido, y a 28 de la punta de la tabla. Mucho peor aún es que, con 28 puntos, sólo está por encima de Talleres de Remedios de Escalada y Defensores Unidos de Zárate; con esa misma cosecha, estaría en zona de descenso en la Zona A.El clima se fue caldeando porque los jugadores no salieron del hotel en el que se reúnen, ni tampoco aparecieron dirigentes. Cuando algunos hinchas intentaron ingresar en el predio, se enfrentaron con personal policial que había arribado al lugar una hora antes, ante los comentarios que se hacían en redes sociales convocando a la concentración.Al no lograr su objetivo, los simpatizantes comenzaron a arrojar piedras contra los efectivos policiales y quienes, como algunos jugadores de la reserva, intentaban abandonar las instalaciones. Allí resultó herido Kevin Colli, jugador de esa divisional, pero que suele ser convocado para sumarse al plantel de primera. El deportista recibió asistencia en el mismo predio, donde los médicos de la institución le practicaron dos puntos de sutura en su cabeza.A la par, el descontrol se intensificó y aparecieron las balas de goma. La represión fue intensa, según los hinchas, y varios de ellos terminaron con heridas. A la par, un grupo de policías también se replegó con lesiones ocasionadas por la intensa pedrea. En principio, se registraron tres detenidos por los incidentes.La situación se resolvió alrededor de las 17.30, cuando los hinchas se retiraron de la zona. Pero volvió a cobrar intensidad media hora después frente al estadio del barrio Centenario, donde se encuentra la sede del club. El mismo grupo que había protagonizado la protesta en el predio llegó hasta el frente de las instalaciones, reclamando la presencia de dirigentes. Cuando algunos directivos -no el presidente Víctor Godano- se acercaron a los hinchas, hubo discusiones y forcejeos. Después de algunos minutos retornó la calma, mientras se gestiona seguridad para el entrenamiento que este martes realizará el plantel.Si bien los simpatizantes venían exigiendo la renuncia de la actual conducción del club, debe indicarse que las elecciones para renovar la comisión fue convocada para el 30 de noviembre próximo.En tanto, la crisis continúa ya que se mencionó que el director técnico Medrán le adelantó a la presidencia del club que dirigirá un partido más y luego dejará el plantel. Será el cuarto entrenador en dejar ese cargo en menos de seis meses, ya que pasaron por ese puesto Ariel Pereyra (comenzó en diciembre de 2024 y salió en abril pasado), Andrés Yllana (de abril a julio), Martín Minella (entre julio y agosto), y finalmente el nombrado Medrán, quien asumió hace casi un mes.La campaña es desastrosa: el Sabalero ya lleva ocho partidos sin ganar -viene de caer 2-0 con Talleres de Remedio de Escalada-, con 1 empate y 7 derrotas. Es la peor racha actual de todos los equipos del certamen en ambas zonas. Perdió 19 de los 31 partidos que disputó en la temporada 2025; hizo un solo gol (Lago, en el 1-1 con Chacarita) en los últimos ocho encuentros, y en 11 de los últimos 15 partidos no hizo goles.
Una de las obras cumbres de Vincenzo Bellini se lució a través de una dirección experta, coro y orquesta del más alto nivel y un muy buen "cuarteto" de solistas.Las fechas de las funciones de esta semana.
La conversación con Claire Huangci â??la destacada pianista norteamericana de origen chino que vive en Alemania y el lunes 14 de septiembre se presenta con un recital para el Mozarteumâ?? comienza y uno de esos juguetes de goma que usan los bebés interrumpe su presentación con un chirrido. "¡Perdón, es que en esta casa hay niños!", se disculpa entre risas con su satisfacción de madre, a seis semanas de dar a luz a un segundo hijo. Cuenta desde Chicago la ganadora del prestigioso concurso internacional ARD, en esta entrevista con LA NACION que, como fan de Martha Argerich â??"por la pasión y la energía salvaje con que toca"â??, siente una emoción grande de volver al Teatro Colón. La primera vez fue en 2018 con la Filarmónica, pero por entonces "estaba enferma â??admiteâ??, y no pudo disfrutar de la Argentina como espera hacerlo en esta oportunidad."-Aprovechando la intervención del juguete, ¿cómo conjugás la profesión con la maternidad?-Es un desafío grande, pero no imposible si hay una pareja que dé estabilidad a la familia. Yo tengo ese ancla, que no es un músico, que lleva los niños a la escuela y sostiene la rutina. Porque es fácil quedarse atrapada en la vida doméstica, relegando la práctica musical a un papel secundario, pero lo que aseguré en mi vida es que la música siga al 100 por ciento, con la pasión, la concentración y la energía que demanda. Y la familia también al 100 por ciento cuando estoy en casa.-¿Qué le aportó a tu arte esa dimensión familiar?-El sentido de arraigo y un propósito real en la vida. Una razón por la cual lo que hago contribuye a mi manera de entender la música. La vida cambió para mejor porque me concentro más que antes y en el tiempo que tengo disponible, cada minuto va en serio.-¿Por qué elegiste Alemania y cómo se armonizan tus identidades múltiples?-Me mudé a los 17 años a Hannover porque quería estar en el país de los grandes compositores. No solo aprender a tocar el piano, experimentar la vida, el idioma, la cultura, el ambiente. En la universidad me hice amigos y sentí que había echado raíces, así que me quedé y ahora vivo en Frankfurt. Vuelvo a los Estados Unidos porque tengo familia y es mi hogar, pero me siento más cómoda con el estilo europeo. En cuanto a mi identidad, si bien soy hija de inmigrantes, visité China por primera vez a los 10 años. Es una cultura muy diferente, que no siento como propia. Por eso agradezco el haber sido educada en los Estados Unido, con la curiosidad que permite ampliar el horizonte. En China hubiera sido distinto. Pero creo que, de esa mezcla, he tomado lo mejor posible de cada uno.-Cuando tenés poco tiempo para la práctica, ¿en qué te concentrás?-En este repertorio no hay estrenos. Son obras de las que no necesito practicar detalles técnicos, entonces me concentro en la arquitectura. En La Valse de Ravel, por ejemplo, ¿mantengo la tensión en esos 12 minutos? ¿Cuento una historia única? ¿Se percibe como un todo? Es un recorrido fundamental porque no se trata de pegar partes. Y si en medio de la pieza ya se estoy dando el 100 por ciento, no queda resto para el clímax. Entonces, me entreno en pasar el programa y medir mi ritmo, mi fuerza expresiva, dónde respiro y dónde me relajo. Lo mismo para una obra de gran porte como Los cuadros de Mussorgsky. Hay que asegurar la cohesión de esos 30 minutos para que no sea solo sumar movimientos, sino conseguir que el público se sienta atrapado. En esa construcción me concentro y en ser capaz de corregir si me aburro cuando pierdo la tensión.Mente relajada-¿Qué hacés para corregir una interpretación que se torna aburrida?-La concentración implica que el cerebro esté completo en la música y sucede con facilidad que, en los pasajes físicamente menos complicados, la mente se relaja. En cuanto se me cruza otra cosa por la cabeza, reconozco que algo anda mal. Los movimientos lentos también exigen mucho más para captar la atención. Ahí hay que hacer algo extra: identificar el clímax y definir la expresión. En Los cuadros, como cada movimiento tiene un título y una imagen real, se necesita menos imaginación porque se sabe qué evocar. Pero en la mayoría de las obras, depende del músico, de la imagen propia, del tiempo y la experiencia de lo que saca a relucir.-¿Reconocés la dispersión en el público? ¿Interfiere eso en tu ejecución?-No creo que nadie pueda estar completamente en su mundo sin importarle lo que pasa en el auditorio. Para mí, esa electricidad es decisiva. Especialmente en un recital, que es la forma más íntima de hacer música. Las distracciones se reconocen cuando hay movimientos, gente que se acomoda, que tose, que hace ruidos. Y lo mejor desde el escenario es percibir el silencio profundo y expectante cuando nadie rompe el hechizo porque se espera lo que sigue con ansias.-¿Con qué elementos te gusta conectar piezas y climas de tu programa?-Me gusta el deslumbramiento y el virtuosismo. La sensualidad que está en Ravel. La Valse con su recorrido desde la elegancia de los salones vieneses al caos y la destrucción de la Gran Guerra. Una pieza emotiva y relevante en la actualidad, como Los cuadros. El virtuosismo de Czerny en su transcripción y el Adagio de Kachaturian que representa el amor, un oasis en medio de la tragedia. Es un programa que habla de mí, que tengo una personalidad fuerte y que siento estas obras que me expresan.-Hablás de la imaginación para interpretar la música. ¿Asociás la obra de Mussorgsky y su llegada a la Gran Puerta de Kiev con la guerra en Ucrania?-¡Absolutamente! Total asociación porque, al igual que Ravel, esta obra habla del presente. Ravel muestra la disolución de una sociedad, donde la belleza se ha convertido en caos y desintegración. Ambas obras nos confrontan con lo brutal y lo feo, lo que me alarma, me decepciona y me impacta. Recuerdo febrero de 2022. Tenía un concierto en marzo y le pregunté al organizador si debía tocar Los cuadros. Había gente que no quería escuchar música rusa, pero decidimos separar el arte de la política. Lo que no pude separar fue mis sentimientos de la ejecución, porque al llegar a ese punto poderoso y heroico de la Gran Puerta de Kiev, me sentí abrumada de tal manera que no pude contener las lágrimas. ¿Es la idea de que esa tierra ha sido conquistada? Al día de hoy, seguimos esperando que cesen las atrocidades y que prevalezca el lado correcto de la historia. Mientras tanto, tocar esta obra es un regalo para mí.Para agendarRecital de piano por Claire Huangci (EE.UU.). Obras de Mozart/Czerny (Fantasía sobre Las bodas de Fígaro) Ravel (Jeux d'eau, Sonatine, Pavane pour une infante défunte, La Valse) Kachaturian (Adagio de la Suite nº2 del ballet Spartacus y Phrygia) y Mussorgsky (Cuadros de una exposición). Organiza: Mozarteum Argentino. Función: lunes 15 de septiembre, a las 20. Sala: Teatro Colón (Libertad 621).
Ayer, a los 67 años, murió en Buenos Aires el fotógrafo Máximo Parpagnoli, artista incansable, querido y respetado compañero de generaciones de músicos, bailarines y técnicos con los que trabajó durante cuatro décadas en el Teatro Colón, una institución que "recordará por siempre su legado artístico, que ha marcado una huella en la historia del primer coliseo", tal como consignó en su comunicado oficial. Delante y detrás del telón, Parpagnoli registró la vida agitada y fascinante de una casa dedicada al ballet, la ópera y los conciertos. Estaba internado desde hacía días por una afección cardíaca, que derivó en un cuadro con múltiples complicaciones."Creo que cada fotógrafo tiene una mirada distinta, independientemente del bagaje que trae y que forma parte de su mirada. Desde el punto de vista técnico puro, dos fotógrafos puestos a sacar el mismo objeto o sujeto, en el mismo momento, no sacan la misma foto", decía hace unos años en un video en el que, además, explicaba por qué había llegado al mejor lugar donde podía hacer carrera: "Para un fotógrafo de espectáculos trabajar en el Teatro Colón es uno de los mayores objetivos a los que puede aspirar". Además de su arte, tras la triste noticia por estas horas se lo recuerda como un gran profesional y un hombre íntegro, compañero y generoso.¿Cervantes era homosexual? Retrato fílmico del autor del QuijoteMáximo Parpagnoli había nacido en Tucumán en 1958 y desde 1969 comenzó a realizar cursos de fotografía. Se mudó a Buenos Aires con el regreso de la democracia e ingresó como fotógrafo en el Teatro Colón en 1984, cargo en el que fue ratificado por concurso cuatro años más tarde. Luego, en 2013, asumió nuevamente por concurso el rol de Supervisor en Fotografía del Teatro Colón, que ocupó hasta 2023, cuando cumplió los 65 años en abril. No obstante, su pasión por la fotografía también se desplegó en la escena independiente y proyectos personales: en julio pasado había inaugurado la exposición De pequeñas a grandes titánides, una nueva serie de las fotografías de mujeres en las que venía trabajando los últimos años, con pinturas de Silvana Robert.A lo largo de su carrera, publicó sus fotos en medios especializados en lírica y ballet como la propia Revista del Teatro Colón, Revista Clásica, Balletin Dance, Música Hoy, Correo Musical Argentino, Cantábile, L'Avant Scène Opera, Opera Magazine, Música Clásica BA, entre otras. Sus imágenes, además, se incluyeron en folletos, afiches, almanaques, avisos publicitarios y programas de mano. En 2019, el Teatro Colón publicó el libro Arnaldo y Máximo, fotógrafos del Teatro Colón y, este año, el volumen conmemorativo Cien años de los elencos estables del Teatro Colón incluyó también varias de las imágenes con las que Parpagnoli documentó la actividad escénica de las últimas décadas.Entre otras muestras individuales, realizó Fotografías del Teatro Colón (Universidad de Santiago de Chile, 2006) y Dos décadas en el Colón (Museo de Arte Contemporáneo de Salta, 2007) y obtuvo el premio 35 Awards, que lo ubicó como uno de los cien mejores fotógrafos de Argentina."Estás en ese estado de ánimo particular que produce la emoción soplando adentro tuyo como si fuera un Pampero. Las luces de la sala declinan; lo mismo hacen las voces del público. Aplausos, silencio... Se abre el telón. En el primer acorde, en el primer paso, en la primera nota, en la primera palabra... ya sabés que estás perdido. Levantás tu cámara sintiendo que tenés el ojo, el oído, el dedo y el corazón en sintonía. En un momento cualquiera, desde la escena, el Duende te mira directamente a los ojos y te hace un guiño. Entonces sentís que la emoción sube desde tus pies, asciende por la espalda hasta tu cuello y con elegante firmeza te atenaza la garganta; tu piel se estremece, tus ojos se humedecen. Sostenés la emoción en su punto más alto, contenés el llanto para que tu visión no se nuble y en ése instante tomás una foto. Y tal vez, sólo tal vez, el mundo sea un mejor lugar". En eso creía Máximo Parpagnoli. Su último adiós será este domingo 14 de septiembre, a las 10, en la capilla del Cementerio de Chacarita.
Foi um Sete de Setembro diferente e mágico para os que moram em Buenos Aires. No evento organizado pela embaixada do Brasil, Fafá e o pianista André Mehmari, que ela chama de "maestro", deram um espetáculo único.
En el cóctel por los 203 años de la independencia brasileña resonó la "incomodidad" del Gobierno por el revés electoral y el llamado de Putin al embajador argentino en Rusia. La inestabilidad global, marcada por aranceles y guerras, fue vox populi. Leer más
Es una de las máximas exponentes del bel canto de la actualidad y, en una gala excelente, ofreció un repertorio amplio y complejo.Pratt convirtió cada aria en una experiencia escénica.
La cita es el viernes 19 de septiembre a las 20. Será interpretada por un destacado elenco de cantantes líricos y un ensamble amplificado de 27 músicos, en simultáneo con la proyección de la película. Leer más
Juan tiene 28 años y vive en Belgrano. Está sentado en un palco del Teatro Colón, a punto de ver una función de ópera por primera vez en su vida. Su novia, Mora, de 24, lo invitó. Cuenta: "Me dijo: 'va a ser un momentoâ?¦'". Y Mora, sentada a su lado, completa la frase: "â?¦que te vas a acordar toda la vida". Cuando se prenden las luces en el primer entreacto de la ópera Werther, de Jules Massenet, compuesta en 1892, Juan aplaude con energía y sonríe. "¿Qué te está pareciendo?", le pregunto. "Me sorprendió, no esperaba algo tan bueno, aunque tenía altas expectativas. Me asombra la escenografía, el buen uso de los espacios en un escenario tan grande, cómo se crean atmósferas por una pared de tela, el uso de las lucesâ?¦ y las voces, qué naturales que suenan". Mora lo mira complacida. Juan y Mora son dos de los más de 2000 jóvenes de hasta 30 años que el miércoles llenaron la platea, los palcos y los pisos superiores del Colón en una experiencia inédita. En este teatro y otros tantos de ópera del mundo hubo funciones en las que los jóvenes podían comprar entradas baratas. Pero esta es la primera vez que una función entera se dedica a crear nuevos públicos. Y es un acierto que sea con Werther, la exquisita obra de uno de los grandes maestros de la ópera francesa, porque está basada en un texto que definió las pasiones y dolores de la juventud en el comienzo de la era romántica. Fue en 1774 que Wolfgang von Goethe, el padre de las letras alemanas, publicó una novela epistolar, Las penas del joven Werther (una de las pocas novelas cuyo título contiene la palabra 'joven'), en la que este poeta y soñador, alter ego del autor, le cuenta en sucesivas cartas a un amigo cómo se enamora perdidamente de Lotte, una joven de su edad obligada por su madre a comprometerse con un comerciante serio de su ciudad. La madre muere, y Lotte queda a cargo de sus hermanitos menores. El amor profundo de Werther es correspondido en secreto por Lotte, llamada Charlotte en la ópera de Massenet, pero es un amor imposible. En el segundo intervalo, hablo con más jóvenes que le dan al hall de entrada y al Salón de los Espejos del primer piso un ambiente de jolgorio juvenil inusual en las funciones de ópera del Colón. Diría que ni siquiera en conciertos de música popular suele verse este panorama: la edad del público es inferior a la de los miembros de la orquesta y de los cantantes. Nicolás, de 21 años, vino al Colón desde San Miguel. Vio, como la mayoría, la promoción en Instagram y compró su entrada que, a 30.000 pesos para todas las localidades, es entre un tercio y un cuarto del precio usual en estos eventos líricos. Como Juan, Nicolás también está asistiendo a su primera vez en el Colón. Invitó a su pareja porque se acerca el cumpleaños de ella. "Increíbles las voces", me dice. "Y la arquitectura del Colón, una maravilla". Belén tiene 30 años, vive en Capital y sigue la página web del teatro. Suele ir a los pisos altos. "Es mi primera vez en platea", comenta. "Otra experiencia, es tremendo cómo se ve desde acá abajo". Jacob, de 20, vino por recomendación de compañeros de trabajo. Rodrigo, de 25, tenía miedo de aburrirse en su primera función de ópera. "Para nada, no me aburrí", dice. Otros jóvenes me comentaron la actuación del tenor mexicano Arturo Chacón-Cruz, que puso dramatismo en su creación del personaje y una potente voz que se elevaba sobre la orquesta. Un par alabó la puesta en escena, el movimiento de los cantantes, una escenografía simple y muy adecuada y sobre todo, el diseño de luces de Gonzalo Córdova, todo bajo las manos del experimentado director Rubén Szuchmacher. Un estudiante de música se regodeó comentando la buena performance de la orquesta estable, dirigida por el español Ramón Tebar. La función dura casi tres horas y media. Desde un palco se ve la platea, sin canas, en completo silencio, ningún celular encendido, y al final aplauden a rabiar. Cuando Goethe publicó su novela provocó una revolución en la juventud europea que entraba en el romanticismo. Los jóvenes se vestían como Werther. Incluso, porque el libro termina (spoiler) con el suicidio por amor del protagonista, muchos imitaron su decisión fatal. Todo lo contrario sucedió la noche del miércoles en Buenos Aires. Grupos de chicas y muchachos salían del Colón comentando entre risas que, como Mora la había prometido a su novio Juan, había sido una noche para no olvidar.
La promoción de entradas con descuento para menores de determinada edad no es una novedad en la boletería del Teatro Colón; la particularidad de la última función que se ofreció de ese modo es que la propuesta estuvo orientada de manera exclusiva a ese público. Es decir: no se pusieron a la venta una determinada cantidad de entradas para los menores de 30 años, sino que todo el aforo estuvo destinado a este segmento etario.¿Funcionó? Sí, funcionó. Hubo una gran respuesta de público y, puertas adentro, el teatro cumplió con lo que se había propuesto: seguir apuntando a generar nuevas audiencias, tan necesarias para la subsistencia de lo que se conoce como "el mundo de la música clásica y la ópera".Más allá de que había algunos blancos en platea y poca gente en los pisos superiores, el "casi lleno" fue un buen augurio para que este tipo de promociones se extiendan a más títulos de la temporada o a las temporadas venideras. Porque, seguramente, la idea no se limita a buscar esos ojos que observa el majestuoso Colón por primera vez, sino a una reincidencia. A aquellos que, a futuro, puedan ser los potenciales compradores de los abonos de la temporada lírica, o, incluso, de otras como la serie de conciertos anuales que ofrece la Filarmónica de Buenos Aires.Lo curioso de esta propuesta es que haya sido con Werther, ópera de con música de Jules Massenet y libreto en francés de Édouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann que está basada en la novela epistolar Las penas del joven Werther, de Goethe.En tiempos de citas concertadas a través de una app, meterse en el tono romántico de esta obra es un gesto verdaderamente extemporáneo. Y mucho más si en tiempos de brevedades y "short videos" se asumen el viaje por cuatro actos y dos intervalos, que arriban a más de tres horas de travesía. Por otro lado, no está mal ese contraste de usos y costumbres. Y si bien la ópera contemporánea maneja otros códigos (a veces más cercanos, otras veces absolutamente inaccesibles para novatos), en títulos de las últimas décadas del siglo XIX hay una buena variedad dentro de su vasto catálogo. Y lo que aquí hay que pensar es si el público sub 30 se tiene que acercar a la ópera o la ópera se tiene que acercar a ese segmento de millennials y centennials. Si la opción es la segunda, serán bienvenidas todas las actitudes y reacciones, desde el registro en redes hasta los aplausos que suena cada vez que el corazón diga que así debe ser. Por un lado, la necesidad de registrar todo en los teléfonos, en los pasillos y escaleras de acceso, para que luego eso termine publicado y alimente la urgencia de las redes (incluso las selfies de aquellos -los menos- que llegaron con outfits súper producidos). Por otro, el aplauso que ya aparece al finalizar la obertura, cuando todavía no hay escena, las risas que provocan situaciones trágicas (quizá porque no entran dentro de los cánones del tipo de escenificación teatral a la que la mayoría del público está acostumbrado) y la ovación sostenida al final de un aria que (como debe ser y debería ser siempre) representa el agradecimiento más inmediato, la paga, que se le puede hacer a cantantes que nos conmueven durante un par de minutos, aunque sus modos nos parezcan... extemporáneos. Porque quizás eso sea lo más valioso.
El Teatro Colón fue el escenario elegido para celebrar los 80 años de Clarín con un evento que reunió a 2.300 figurasEn video, las mejores imágenes
Con la vicegobernadora Myrian Prunotto y más de 300 dirigentes presentes, Manuel Calvo advirtió que "el que no vota a Juan es porque vota a Milei". El acto marcó el inicio de la campaña territorial en el departamento más poblado del interior cordobés. Leer más
Osvaldo Gross, Maru Botana y Karina Gao fueron algunos de los invitados. El homenaje espontáneo a Blanca Cotta: un recuerdo de la historia de Clarín.
A la celebración se sumaron los dirigentes Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, José Luis Lingeri, y dos de los referentes que suenan para integrar el nuevo triunvirato de mando de la central a partir de noviembre.
Asistieron artistas, escritores, editores, intelectuales, científicos, arquitectos y personalidades de la cultura.
La batuta estuvo en manos de Srba Dinic, nacido en Serbia, quien se graduó como director de orquesta en la Academia de Música de Belgrado
Un espectáculo repasará las últimas ocho décadas del país, a cargo de Elena Roger y otros artistas. El martes, expertos debatirán sobre el presente y el futuro del periodismo en el Malba.
Se titula "80 años de Clarín, El gran baile argentino". Y Elena Roger cuenta los pormenores de la puesta y los ensayos.Será este lunes. Para la celebración han sido invitadas figuras de todos los ámbitos de la Argentina.
Esta función extraordinaria de la ópera Werther, de Jules Massenet, es parte de las nuevas políticas de desarrollo de audiencias. Leer más
Luego de se su tercera presentación en el majestuoso teatro, Nikolai Lugansky conversó con Clarín sobre su admiración por la pasión de los argentinos.También se refirió a las diferencias con la cultura rusa, la búsqueda del humanismo y el recuerdo de la Unión Soviética.
Mientras que la velada en el Colón estará dedicada a la ópera, lo lírico y lo clásico en un entorno íntimo e histórico, el concierto en el Hipódromo propone una celebración masiva de sus grandes éxitos. Leer más
Recital de Jonathan Tetelman (tenor) y Ángel Rodríguez (piano). Programa: Selección de canciones italianas (Francesco Paolo Tosti), Pourquoi me réveiller (Massenet), Ã? la solita storia del pastore (Cilea), E lucevan le stelle (Puccini). Canciones de De Curtis, Cardillo y Nino Rota, No puede ser (Sorozábal) y Granada (Lara). Fragmentos para piano solo Casta diva (Bellini) Vals de Musetta (Puccini) y otros. Teatro Colón. Nuestra opinión: Excelente. Hay un factor que es tanto o más categórico que las cualidades vocales, que los recursos técnicos y que la envergadura del repertorio en los recitales de canto, un don que prevalece por encima de otras aptitudes: la capacidad de comunicar. Porque cuando el cantante carece de ese talento determinante para este formato que implica un recorrido cara a cara con el público, cuando al cantante le falta esa sed de conquista con la que los artistas inolvidables plantan su bandera en la escena, no hay perfección ni belleza musical que lo rescate del naufragio. Y Jonathan Tetelman demostró ser la personificación de ese talento. De ese plus que a una voz de por sí excepcional le agrega el magnetismo de las estrellas. Una voz impactante. Primero por su color, por la belleza de un timbre espeso y radiante. Por la redondez que la vuelve dulce, cómoda y uniforme en todos los registros, con unos agudos resplandecientes y unos graves cálidos. Por la proyección magnífica que le permite fluir a sus anchas y llegar con libertad a todos los rincones de la sala. El famoso squillo, ese atributo distintivo que hace de las voces líricas un sonido presente. Y la potencia, siempre de la mano del gusto y la expresión, que hace el plato fuerte de lo operístico. Una enormidad en cuanto a lo instrumental. Después la realización, lo técnico y lo artístico, la convicción y la generosidad expresiva para hacer de las notas y el texto: la música, el drama. Finalmente, el porte, una presencia escénica descomunal como de estrella de cine que irradia además pasión, felicidad, carisma y plenitud, un tipo de plenitud que de tanto en tanto llega a la ópera como una bendición para el género.Capítulo aparte el acompañamiento magistral del pianista cubano-mexicano Ángel Rodríguez, reconocido partner de figuras sobresalientes, no sólo por el dominio de la especialidad sino también por su maestría en la adaptación de fragmentos líricos en versión para piano, de entre las cuales se destacó Alfonsina y el mar de Ariel Ramírez y Félix Luna en calidad de homenaje. Varias sorpresas se suscitaron a lo largo de un concierto que fue pura celebración. La inclusión de Ah la paterna mano (Macbeth), el aria de Verdi cuando Macduff conduce a los refugiados a la frontera y les habla de sus hijos muertos y del tirano, dedicada por el tenor "en estos tiempos de tristeza y dolor en el mundo, a Ucrania, Gaza y Sudán". Y al final, fuera de programa, la aparición de otro tenor fabuloso â??nada menos que Arturo Chacón-Cruz, el mexicano que integra uno de los elencos del próximo Wertherâ??, que retrucó desde la platea en las estrofas de O Sole mio, y se sumó al escenario para culminar a dúo El día que me quieras. Por supuesto ineludible en el repertorio de la cuerda, el Nessun dorma que Tetelman cantó como despedida de una noche mágica. "Porque me voy enamorado de Buenos Aires, del Colón y de todos y cada uno de ustedes", dijo con los brazos abiertos y con una sonrisa tan franca como su voz, y el teatro estalló en una de esas ovaciones electrizantes como solo el fervor del público argentino es capaz de brindar a los artistas que dan la vida en ese escenario. Porque como decíamos al principio, cuando además de unos atributos musicales extraordinarios, el cantante sube a escena con esa sed de conquista ¡Veni, vidi, vici para Jonathan Tetelman! Porque vino, cantó y triunfó, la victoria se ha ganado. De modo que, con esta maravilla del tenor norteamericano debutando en la Argentina para el Ciclo Aura ¡vaya si quedó inaugurado un abono de lujo en el coliseo porteño!
Es uno de los tenores más importantes del mundo y dio un concierto (con el incomparable Ángel Rodríguez) de piano y voz, con arias clásicas y canciones populares.Un excelente espectáculo que fue del desgarro amoroso a la más pura fiesta.
Tal vez a casi nadie le sorprenda que el Teatro Colón no haya programado nunca una ópera de Antonio Vivaldi, porque tal vez no sean muchos quienes recuerden que Vivaldi compuso óperas. A la soprano Verónica Cangemi, en cambio, le sorprende lo primero precisamente porque sabe de sobra lo segundo. Aquello que sale a la luz con esto es la imperfecta familiaridad que buena parte del público tiene del repertorio barroco, con la posible excepción de algunas estribaciones bastante tardías. El concierto de este lunes, con Cangemi como solista y la Orquesta Barroca Argentina, dirigida por el maestro italiano Andrea Marcon Giammaria, pretende empezar a subsanar esa deficiencia. El programa cubre todos los frentes: de Georg Friedrich Händel se escucharán la obertura de la ópera Rinaldo, el recitativo "Frondi tenere e belle del mio platano amato" y "Ombra mai fu di vegetabile", de la ópera Serse, "Vezzi, lusinghe, e brío" y "Volate, amori", de Ariodante, el Concerto grosso n° 1 op. 6 en sol mayor, "Ah, mio cor", de Alcina, y "La mia costanza", de la ópera Ezio; de Vivaldi, "Sol da te mio dolce amore", de la ópera Orlando furioso, y "Ritorna a lusingarmi", de Griselda; y de Georg Philipp Telemann, el Concierto para flauta traversa y flauta dulce en mi menor. "Es el único concierto en el Colón de repertorio barroco con orquesta -dice Cangemi-. Y hay uno de los compositores que tanto Andrea Marcon como yo hacemos, que es Vivaldi, y de quien, es cierto, no se hizo nunca en el Colón una ópera suya. Y Händel, claro, que es maravilloso para el público, y para nosotros también porque lo disfrutamos mucho."Vivaldi, Händel y Telemann marcan el contorno del mundo del barroco, pero son a la vez mundos diferentes en el interior mismo del barroco, que resiste a una definición inconmovible y unívoca. Lo mismo piensa Marcon: "Es verdad que Vivaldi, Händel y Telemann son compositores del mismo período histórico, pero hablan tres idiomas diferentes. Esto es lo mismo que si pensamos en el arte de la primera mitad del siglo XVIII, todos los maestros que tenemos en Europa tienen cada uno su propia fuente, y dentro de cada escuela se puede ver también claramente la diferencia entre los artistas. En este caso específico, uno, Händel, es un compositor que es más correcto considerarlo ítalo-inglés que alemán; el otro, Telemann, es un compositor verdaderamente alemán, y Vivaldi es veneciano, más que italiano". Pero las diferencias entre ellos, aunque proceden de un territorio, no son meramente geográficas."Para mí, el primer compositor minimalista de la historia de la música no es Philip Glass, es Vivaldi -dice Marcon, que además de director es clavecinista y organista-. Es el primero que utiliza obsesiva la misma figura rítmica; en los conciertos el primer movimiento y el tercero tienen siempre algunas figuras rítmicas que se repiten, se repiten, se repitenâ?¦ Claro, las arias de Vivaldi tienen gran virtuosismo y gran lirismo también, y la línea melódica es muyâ?¦ ¡muy melódica!, algo mucho más típico de los compositores italianos que de los alemanes, y si lo hacen los alemanes es por imitación del estilo italiano. Vivaldi, entonces: minimalista y con una pincelada muy fresca, porque era un compositor a quien la música le fluía veloz en el momento de la escritura. El propio Vivaldi dijo: yo puedo componer un concierto más rápido de lo que le lleva después al copista transcribirlo. Tenía un instinto casi bestial y hacía después las correcciones, quitando compases. Y esta freschezza la podemos escuchar en cada una de sus arias y de sus conciertos." También en Händel hay una huella italiana, pero elaborada en una manera enteramente propia. "Aunque nació en Sajonia, a los 18 años andaba ya por Nápoles, Roma y Venecia -observa Marcon-. Estos años italianos fueron muy importantes para él. Después, en Inglaterra, se convirtió en quien conocemos, pero siempre muy influido por la música italiana. Diría que Händel, junto con Monteverdi, son los más grandes dramaturgos musicales de los siglos XVIII y XVII, respectivamente. Y Telemann, como ya dije, era muy alemán, y sumamente crítico de compositores como Vivaldi, precisamente porque era un compositor mucho más racional que Vivaldi. De Telemann vamos a tocar el Concierto para flauta traversa y flauta dulce en mi menor, que es muy particular por la combinación de estos dos instrumentos solistas, y otra característica singular es el último movimiento, que es casi de música popular, muy virtuoso. La verdad es que yo concibo este concierto también como una gran fiesta barroca en la que podemos mostrar bien las diferencias entre los estilos de los compositores que vamos a tocar".De la misma familiaParte de la fiesta consiste en el reencuentro de Cangemi y Marcon, con la intervención de la Orquesta Barroca Argentina (OBA). Sobre los orígenes de esta orquesta, explica la soprano que nació -igual que ella- en Mendoza, y que fue una iniciativa suya después de haber cantado con casi todas las orquestas barrocas europeas, donde siempre encontraba un argentino. "Yo siempre trataba de alentar para hacer algo en Argentina. Finalmente, pude reunir a muchos de estos músicos que estaban afuera y, apoyados por la Universidad de Congreso, en Mendoza, hicimos una tournée de conciertos. Después nos agarró la pandemia. Y volvimos ahora a trabajar para que esta orquesta tenga su identidad en Argentina, con músicos de calidad tan alta. La orquesta tendrá su sede en la Fundación Beethoven. Va a ser una orquesta con fondos privados, y es la primera vez que la OBA hará una gira internacional acompañando a John Malkovich por Sudamérica."El entusiasmo de Marcon y Cangemi de actuar juntos es mutuo, y prolonga una colaboración de muchos años. "A Verónica la considero una compañera de vida en la música -dice el maestro italiano-, porque siempre que trabajamos juntos fue una experiencia muy intensa, como de hermanos musicales que hablan el mismo lenguaje, que tienen la misma sensibilidad. La primera vez que la escuché fue en una grabación de Ariodante, de Händel, dirigida por Marc Minkowski. Verónica cantaba el papel de Ginevra, junto con Anne Sofie von Otter, que era Ariodante, y esa grabación me dejó completamente enloquecido. Y tuve el sueño de trabajar con ella. No hay que tener miedo de los sueños, y pasó que la primera colaboración musical con Cangemi fue precisamente el Ariodante en el Teatro de Oviedo. Verónica es de los solistas que forma parte de la familia. Esto pasa con muy pocos." Hay para Cangemi una vuelta más en la visita de Marcon. "Mi relación con Andrea tiene más de veinticinco años. Hicimos casi siempre Händel, y discos y conciertos. Dirige dos orquestas, la Cetra, en Suiza, y la Venice Baroque Orchestra. Todos los grandes artistas del mundo barroco pasan por Andrea Marcon, así que para mí es siempre un gran honor trabajar con él. Pero me emociona su parte humana. Su madre nació en Rosario, él siempre me preguntaba por la Argentina, y nunca pudo venir. Así que estamos muy emocionados de que, aunque su madre no está, pueda pisar finalmente suelo argentino y dirigir en el Colón."Para agendarVerónica Cangemi (soprano) y la Orquesta Barroca Argentina, con dirección de Andrea Marcon Giammaria. Obras de Vivaldi, Händel y Telemann. Función: lunes 18 de agosto, a las 20. Sala: Teatro Colón (Libertad 621).
El evento se realizará entre el 20 de agosto y el 2 de septiembre en más de 50 sedes. Habrá 500 actividades gratuitas.
Este domingo, a las 17, el tenor chileno-estadounidense se presentará por primera vez en el país, acompañado por el pianista Ángel Rodríguez.El programa, que continúa en septiembre, octubre y diciembre, cuenta con auspicio de Revista Ñ. De lujo: Jonathan Tetelman inaugura el ciclo AURA en el Teatro Colón
La 74.ª edición de Miss Universo 2025 cada vez está más cerca, se llevará a cabo en Tailandia el próximo 21 de noviembre y definirá a la sucesora de Victoria Kjær Theilvig entre 29 candidatas. Por eso, cada país ya está eligiendo a su representante, y Puerto Rico no es la excepción. Jennifer Colón fue coronada el año pasado y será la encargada de entregar la corona a la nueva ganadora del certamen este jueves 14 de agosto en el boricua en la gala del año pasado y en el Centro de Bellas Artes en Santurce. Su historia es peculiar, porque gracias a un cambio en las reglas del concurso, se convirtió en la primera ganadora en dar a luz durante su reinado.El perfil de Jennifer Colón, la Miss Puerto Rico 2024 que se despide de su coronaJennifer Colón, una reina de belleza con experienciaJennifer Colón Alvarado nació el 21 de diciembre de 1987 en Hartford, Connecticut, pero a los pocos meses de vida sus padres se tuvieron que mudar a Orocovis, Puerto Rico. Cuando se egresó del colegio secundario eligió estudiar Química en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, sin embargo, por una cuestión de afinidad, se terminaría cambiando a la Universidad Politécnica de Puerto Rico para estudiar la carrera de Diseño.Según el sitio web de Miss Universo, mientras Colón desarrollaba sus estudios universitarios, comenzó a incursionar en el modelaje en sus tiempos libres. En el año 2006 participó de Miss Teen Puerto Rico y tres años después, es decir, en 2009, lo haría en el certamen de belleza Miss Mundo Puerto Rico, el cual finalmente ganó.En el año 2024, gracias a que se modificó la restricción de edad para las participantes, Colón pudo anotarse en Miss Universo Puerto Rico, con 37 años y lo ganó. Fuera del ámbito de los certámenes de belleza, la modelo es esteticista de grado médico, iridóloga y madre de tres hijos."Jennifer Colón Alvarado es una mujer valiente que cree en darse segundas y terceras oportunidades", dice su presentación en el sitio web de Miss Universo. "Como médica esteticista, iridóloga y reina, se enfoca en mejorar la autoestima de las personas. Como embajadora, está decidida a seguir rompiendo estereotipos", añade la página.Ella es la primera Miss Universo latina en dar a luz durante su reinadoJennifer Colón Alvarado, actual Miss Puerto Rico, dio la bienvenida a su cuarto bebé en 2025, un varón que nació el primero de agosto en San Juan, según compartió ella misma en su cuenta de Instagram. En diálogo con el medio Nuevo Día, la boricua compartió que su bebé nació en el Hospital Pavia de Santurce, a las 37 semanas y cuatro días, un poco antes de lo esperado. "Nació antes, estamos contentos y agradecidos con Dios por esta bendición, todavía no le tenemos nombre, fue sorpresa que es un varoncito, tenemos como cinco nombres que nos gustan, pendientes para eso", declaró la famosa. Desde que se enteró de su embarazo, la Miss Puerto Rico compartió fotos y videos de todo el proceso en sus redes sociales, siempre acompañada de su esposo y de sus otros tres hijos.Su embarazo no la detuvo de cumplir con sus compromisos como reina de belleza y también mostró fotografías de sus reuniones con otras ganadoras del certamen y con los preparativos de la edición 2025 del concurso en su país.Jennifer Colón marca un precedente en la historia de Miss Universo Puerto RicoLa modelo, coronada en 2024, dijo que se siente orgullosa de ser la primera Miss Universo latina en dar a luz durante su reinado, y aseguró que marca un precedente para otras mujeres, según la revista HOLA!No hace mucho, el certamen de belleza tenía reglas muy estrictas con sus participantes, las cuales fueron implementadas cuando surgió el concurso en la década de 1950, aunque a partir del 2020 todo cambió y existió mayor apertura para la diversidad.Reinas de belleza como Colón demuestran que las mujeres que son esposas y madres pueden cumplir sus metas, trabajar y tener éxito profesional. Pues durante su embarazo participó en SuperChef Cerebritis y continúo con sus actividades como Miss Puerto Rico.Quiénes son todas las candidatas de Miss Universo Puerto Rico 2025Jennifer Colón entregará la corona a su sucesora este jueves 14 de agosto en un evento que se celebra en la Sala de Festivales Antonio Paoli, Santurce, e inicia a las 19 horas, hora de San Juan, según tickets center.Son 23 las mujeres que compiten por obtener el título de Miss Puerto Rico para representar a su país en el próximo Miss Universo 2025, que se llevará a cabo el 21 de noviembre en Tailandia. Cada participante cuenta con un perfil único, son profesionales y buscarán convencer a los jueces de que tienen lo que se necesita para alcanzar la gloria internacional. Según el sitio web oficial del certamen, ellas son:Natalie Marrero, Miss AguadillaSofía Adorno, Miss CaguasAneichka Maldonado Torres, Miss CanóvanasJosuan Del Valle Rivera, Miss CarolinaIsabella Buford, Miss CatañoNatalia Andrea Gómez Rivera, Miss CoamoZashely Nicole Rivera, Miss DoradoMaría Fernanda Amador Rivera, Miss FajardoValeria Velázquez, Miss GuraboSamarys Barbot Arroyo, Miss JayuyaBárbara Stefanie Marrero Rivera, Miss LaresHeidi Marie Acevedo Rosario, Miss MorovisKarielys González Colón, Miss NaguaboMarisabel Rivera Negrón, Miss PonceKrystyn Abril Barreiro, Miss RincónPaola Malavé Morales, Miss SalinasIndira Ortiz, Miss San JuanKaelie Blanes-Ronda, Miss San SebastiánKarina Jolene Alvarado Bello, Miss Santa IsabelAlanys Bravo, Miss Toa AltaJoaliz Mailene Cancel Figueroa, Miss Trujillo AltoIsys Arimar Santos Crespo, Miss ViequesClaudia Lorenzi, Miss Yauco
El tenor italiano, nacido en la Toscana, actuará por primera vez en el Colón.Con más de 30 años de trayectoria, vendió más de 90 millones de discos.
Andrea Bocelli se presentará por primera vez en el Teatro Colón en un concierto que marca su regreso al país después de quince años. Las entradas para la función saldrán a la venta este martes 12 de agosto a las 10 de la mañana. La presentación promete ser una velada íntima dedicada a la música clásica.¿Cuándo es el show de Andrea Bocelli en la Argentina?El concierto del tenor italiano será el lunes 17 de noviembre de 2025 en el Teatro Colón. El artista estará acompañado por una orquesta en vivo y cortará un período de quince años sin visitas al país.¿Cómo comprar las entradas para ver a Andrea Bocelli?Los tickets estarán disponibles a partir de este martes 12 de agosto, desde las 10 de la mañana, de forma exclusiva en el sitio web de All Access. La productora a cargo del evento es DF Entertainment. Se trata de la única plataforma oficial para la adquisición de las localidades para el esperado show.Para adquirir las localidades, los usuarios deben seguir este proceso:Registro o inicio de sesión: Es necesario tener una cuenta en el sitio de All Access. Los usuarios nuevos deben crear un perfil con sus datos personales y un correo electrónico.Búsqueda del evento: Una vez dentro de la plataforma, se debe buscar el concierto de Andrea Bocelli y seleccionar la función del 17 de noviembre.Selección de entradas: El sistema mostrará las ubicaciones disponibles. El usuario debe elegir el sector y la cantidad de tickets que desea comprar.Proceso de pago: Luego de confirmar la selección, se debe proceder al pago. Los métodos aceptados suelen ser tarjeta de crédito, débito o la opción de pago en efectivo en puntos de venta habilitados.Elección del método de entrega: La plataforma ofrece distintas alternativas para obtener las entradas. Las opciones pueden ser el retiro en un punto de venta físico, el envío a domicilio o el formato de ticket digital (e-ticket).Finalización y verificación: Tras completar el pago, la compra queda confirmada. All Access recomienda consultar la sección "Mis Entradas" dentro del perfil de usuario para verificar la operación y el número de la misma.¿Por qué se considera al concierto un show histórico?El artista cumple un anhelo personal con esta presentación. En una entrevista con LA NACION en 1998, Bocelli expresó su deseo de actuar en el recinto porteño. "Espero el año próximo poder ir a cantar al Colón, porque es uno de los teatros más bellos del mundo", afirmó en aquel encuentro hace veintisiete años. En noviembre, aquel anhelo se hará realidad.También por su trayectoria: Andrea Bocelli vendió más de 90 millones de discos. Generó más de 16 mil millones de reproducciones. Obtuvo infinidad de reconocimientos internacionales como seis Latin Grammy, un Globo de Oro, siete Classical BRIT y siete World Music Awards. También recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.Cantó para presidentes, papas y casas reales. Se presentó en los eventos más destacados del planeta, desde los Juegos Olímpicos hasta la ceremonia de los premios Oscar. Cruzó fronteras generacionales y géneros musicales con sus colaboraciones. Compartió escenarios con artistas como Celine Dion, Sarah Brightman, Ed Sheeran, Karol G, Ariana Grande, Stevie Wonder, Dua Lipa y Tony Bennett.Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
El tenor italiano presentará un repertorio clásico y sus grandes éxitos, acompañado por una orquesta en vivo.
El próximo 17 de noviembre, Andrea Bocelli, el aclamado tenor italiano, se presentará por primera vez en el Teatro Colón en el marco de lo que promete ser una velada íntima dedicada a la música clásica. Estará acompañado por una orquesta en vivo. Las entradas estarán disponibles desde este martes 12, a las 10 de la mañana, únicamente en allaccess.com.ar Nacido en 1958 en la región rural de la Toscana, Italia, a Andrea Bocelli una ceguera precoz no le impidió estudiar música y, como muchos de sus compatriotas, apasionarse por la ópera. En su caso, el entusiasmo llegó hasta tal punto que, después de ejercer durante un tiempo la abogacía, abandonara la carrera para probar suerte con el canto.Se hizo popular en todo el mundo gracias al primer espaldarazo que le otorgó "Miserere", el tema de Zucchero que cantó a dúo con el popular vocalista italiano. Después llegó el padrinazgo de Luciano Pavarotti y canciones como "Con te partiro" y "Vivo per lei" que, en la Argentina, tuvo una difusión extra por haber sido utilizada como cortina musical de la telenovela Hombre de mar."Me siento un artista sincero, tal vez, en mi género soy el único... o uno de los pocos. Porque cantar la canciones como tenor es algo que remite a la época de Gigli y de Caruso, y ese camino fue seguido por muy poca gente", apuntó en una entrevista con LA NACION antes de una presentación suya en el Luna Park, en la lejana temporada de 1998, cuando tenía 40 años. En aquel encuentro confesó su deseo de presentarse en el Colón: "Espero el año próximo poder ir a cantar al Colón, porque es uno de los teatros más bellos del mundo", afirmó. Veintisiete años después, con producción de DF Entertainment, aquel anhelo se hará realidad. A lo largo de su trayectoria, Andrea Bocelli ha vendido más de 90 millones de discos, generado más de 16 mil millones de reproducciones y obtenido infinidad de reconocimientos internacionales como 6 Latin Grammy, un Globo de Oro, 7 Classical BRIT, 7 World Music Awards y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Durante todo este período cantó para presidentes, papas, casas reales y en los eventos más relevantes del planeta, desde los juegos olímpicos hasta la ceremonia de los premios Oscar. En septiembre del año pasado estuvo en el Festival de Cine de Toronto. En ese marco se estrenó el documental Andrea Bocelli: Because I Believe, que repasa la historia del mundialmente famoso tenor italiano.En un tramo del documental, el cantante recuerda el accidente que, a los 12 años, lo dejó completa y permanentemente ciego. "En el internado solíamos jugar al fútbol y un día me tocó ir al arco. No sé por qué, porque yo no había atajado nunca. Claramente, esa fue la primera y única vez que me tocó ser arquero en toda mi vida. La pelota me golpeó en la cara y, a raíz del golpe, tuve una hemorragia. El resto es historia", sintetiza con esa simpleza aquel día anterior a dejar de ver.Más allá de aquello, su carrera nunca se detuvo. Ha compartido escenarios con artistas como Luciano Pavarotti ("Cuando ensayé por primera vez con este gran artista, me di cuenta de que no le costaba nada, que él tenía una técnica perfecta y yo no"), Celine Dion, Sarah Brightman, Ed Sheeran, Karol G, Ariana Grande, Stevie Wonder, Dua Lipa y Tony Bennett, entre tantos otros, cruzando fronteras generacionales y géneros musicales. "Creo en el poder del amor como motor del mundo, un amor del que he querido dar testimonio a través de mi música y de mi existencia [...] Si consigo calentar un poco el corazón de los espectadores, hacerles sonreír, sorprenderlos y dejarles un poco más de fe en la vida, entonces habré alcanzado mi objetivo y seré un hombre feliz", escribió en sus redes sociales cuando se estrenó el documental sobre su vida, la temporada pasada. A mediados de noviembre, en el marco del Teatro Colón, Andrea Bocelli intentará nuevamente calentar el corazón de sus espectadores en su paso por Buenos Aires. De esta manera, cortará un período de 15 años sin visitas al país.
La primera vez de una nena de cuatro años en el teatro. Y todo el futuro por delante.
Tras más de un año de cierre por las obras de la Línea 2 del Metro de Lima, la autoridad del transporte comunicó las disposiciones que entran en vigencia este 10 de agosto
Con la dirección de Julio Bocca, la gala reunió a grandes figuras de la danza nacional e internacional. Marianela Núñez, primera bailarina del Royal Ballet de Londres, fue la más ovacionada de una velada que combinó repertorio clásico, estrenos y un cierre festivo con Don Quijote. Leer más
El pronóstico del tiempo con frecuencia se equivoca, pero el de las emociones rara vez falla. Y la "temperatura" de los últimos días ya anunciaba para la noche de Gala de los 100 años del Ballet Estable del Teatro Colón un clima de emociones: felicidad, agradecimiento, orgullo y respeto. Decenas de bailarines se habían referido a estos sentimientos que anoche, arriba del escenario, pero también en las plateas, los palcos y hasta en la última fila del paraíso, confirmaron por qué desde hace un siglo este baluarte del talento argentino enorgullece al país y trasciende las fronteras.La gran fiesta tuvo por protagonista al centenar de bailarines que integra la compañía, dirigidos Julio Bocca -la figura más popular que dio la danza en el país- y sumó en calidad de invitados a una docena de artistas argentinos que brillan en importantes elencos, del Royal Ballet de Londres donde es primera bailarina Marianela Núñez y la Ópera de París, la casa de la étoile Ludmila Pagliero, al American Ballet de Nueva York, que tiene a Herman Cornejo como figura principal. Además de un puñado de extranjeros que terminaron de conformar un reparto estelar. gala 100 años Ballet Estable Teatro ColónA la usanza de las aperturas de temporada de la Ópera de París, el telón se corrió por primera vez para el desfile escénico de los alumnos del Instituto Superior de Arte, una simbólica decisión que encontró al pasado con el futuro: es la promesa de continuidad de una misma senda que busca la excelencia desde la fundación los cuerpos estables en 1925 (también celebran este aniversario redondo la Orquesta y el Coro). E inmediatamente, con una versión de la "Mazurca" de Paquita de Luis Ortigoza (solo para varones) comenzó una seguidilla de fragmentos de obras clásicas y contemporáneas, cuadros de conjunto, dúos y solos, títulos de repertorio y estrenos.Primer tiempo: los clásicosEn la primera parte del programa, la compañía pobló el bosque encantado de El lago de los cisnes, el título más emblemático del reportorio de ballet, con el primer bailarín Federico Fernández y Luana Brunetti Mattion (argentina que fue parte de esta compañía, ahora en el Ballet Nacional de Eslovaquia) como la pareja principal del Acto II; en menos de dos minutos, la danza rusa Gopak salió arrolladora en el cuerpo del malagueño Ciro Tamayo, que fue una de las figuras principales en los años de Bocca en el Sodre de Montevideo; y el espíritu romántico volvió al bosque con La Sylphide, que trajo de Dinamarca la cordobesa Wilma Giglio, alada y sutil, de a dos con un sólido Facundo Luqui en las baterías.Por esa primera hora y media pasaron también otros títulos muy reconocibles para el público en general, como Carmen (en clave cubana, tal vez aquí quepa algún reparo para la versión y el ensamble entre Vingsay Valdés y Emmanuel Vázquez). Esa primera mitad de la noche concentró dos Balanchine, a cuál mejor: primero, Tchaikovsky pas de deux, con Herman Cornejo y la chispeante Tiler Peck del New York City; luego, una de las Joyas de Mr. B, "Diamantes", que interpretaron los invitados de la Scala de Milán, la platense María Celeste Losa y el italiano Nicola Del Freo, una pareja de gran armonía.Era un momento muy esperado el pasaje de La bella durmiente. Marianela Núñez había anticipado a LA NACION que en el "Adagio de la rosa", tramo de una obra por la que la aclaman en todo el mundo, ella, como Aurora, ingresaría al escenario con la reina Silvia Bazilis y el rey Raúl Candal, históricas figuras de la casa, que desde los años 80 y 90 dejaron una huella imborrable en las camadas que los sucedieron. El mismo carácter especial tuvo la elección de los cuatro príncipes que la condujeron de giro en giro, de rosa en rosa, por esta emblemática variación: Julián Galván, Jorge Amarante, Vagram Ambartsoumian y Edgardo Trabalón. Sin aquel desborde fervoroso estilo "estadio" que habían marcado las presentaciones de los días anteriores de Núñez en esta sala, más encausada la ovación llegó igualmente y el púbico confirmó la admiración y el afecto que despierta esta bailarina, a todas luces excepcional.No podía faltar Carmina Burana, de Mauricio Wainrot, un clásico contemporáneo que a esta altura Buenos Aires conoce prácticamente de memoria, fundamentalmente porque en "Fortuna Imperatrix Mundi", por única vez en la noche, coincidieron los tres cumpleañeros en acción: el ballet, el coro y la orquesta, para el final de la primera parte, que continuaría una larga hora más.El intervalo reveló entre la audiencia cantidad de bailarines de la casa de generaciones anteriores soplando allí esas simbólicas velitas que les pertenecen. Se reconocerían más tarde en un video conmemorativo que partió de aquella foto sepia de la formación del primer elenco, en 1925, y que recordó desde Bronislava Nijinska hasta hoy, década tras década, las raíces, el esplendor y un prometedor presente para el Ballet Estable.Segunda parte en tiempo presenteYa sin hadas ni tutús blancos, casi sin zapatillas de punta, tampoco pantomimas decimonónicas, es decir, en clave contemporánea avanzó la segunda parte de la gala, un espectáculo que Julio Bocca armó menos como un show de fuegos de artificio y más como el cocinero que elige los sabores que quiere resaltar dentro de este menú con muchos platos. En este marco, dio amplio margen para que se luzcan, en todos los registros posibles, los bailarines del cuerpo que dirige. Justamente por lo contemporáneo, fue afortunado que este tramo del espectáculo lo abriera una integrante del Ballet del Teatro San Martín, María Eva Prediger, a dúo con el bailarín Rodrigo Colomba, del Folklórico Nacional, para revivir el dúo que Ana María Stekelman creó hace más de veinte años para el piazzolleano Boccatango.Tras el regreso a escena de Chacona, que el Ballet Estable estrenó hace apenas dos meses, con un segmento que desafía cánones y sincronías, llegó un momento de la noche para atesorar. ...And Carolyn reunió a Ludmila Pagliero y Daniel Proietto por primera vez en un escenario y, muy probablemente haya sido también la primera vez con cada uno de ellos a los ojos de la mayoría de los espectadores de esta sala. No hace falta explicar por qué ella -que acaba de despedirse en el Palacio Garnier- fue étoile en la Ópera de París ni por qué él es uno de esos contados artistas que destacan a la vez de por la calidad de su movimiento por esa suerte de desnudo emocional que expresa cuando baila. En este trabajo del noruego Alan Lucien Oyen, el texto, la música del score de la película American Beauty encuentra a una pareja que emociona genuinamente, sin artificio, con la simpleza de lo cotidiano, y la pura danza.Si From Earth devolvió a Sergio Neglia a este escenario que fue su cuna -es el hijo del inolvidable José Neglia que en blanco y negro se recordó en la pantalla varias veces-, el dúo After the Rain trajo al repertorio del Estable una obra del reconocido coreógrafo Christopher Wheeldon, en el cuerpo de Natalia Pelayo y Matías Santos, solistas de la casa.Sobre todos los puntos contemporáneos hay que anotar el gran valor que concentra el hecho de un estreno mundial, con lo que significa además que este sea de Oscar Araiz, a esta altura de su recorrido y para esta ocasión. Partita se vivió como un regalo para esos seis bailarines del cuerpo de baile que se entregaron a la interpretación de un trabajo sorprendente (una línea aquí para David Gómez, cautivante en sus momentos en solitario).Si a esta altura de la noche, después de la emoción del video conmemorativo del primer centenario, alguien creía estar viendo doble o triple, no fue solo por el efecto de casi tres horas de bailes y más bailes. La coda de la noche fue con un fragmento de Don Quijote festivamente adaptado para dos Basilios (Juan Pablo Ledo y Jiva Velázquez) y tres Kitris (Ayelén Sánchez, Camila Bocca y Rocío Agüero), y todo un cuerpo de baile que como en la vivaz historia que se despliega en esta comedia celebraba la merecida noche de su centenario.El saludo final se extendió después del reconocimiento a los invitados: los bailarines de la compañía, la mayoría ataviados todavía en el vestuario de sus obras y otros con remeras alegóricas a este cumpleaños número 100, tuvieron su lluvia de papelitos para acompañar el reconocimiento del público, caluroso y sostenido. También el aplauso de Bocca y su equipo, que tras una breve reverencia final dejó el lugar central a los protagonistas de una noche que anota su lugar en la Historia: porque cierra nada menos que un siglo y abre un nuevo capítulo con los mejores augurios.
Fue una noche que quedará para la historia. La compañía dirigida por Julio Bocca se paseó por su amplio repertorio y hasta hizo un estreno de Oscar Araiz.Hubo bailarines argentinos y extranjeros y muchísima emoción arriba y debajo del escenario.
:root{--nd-box-15: calc(var(--nd-unit) * 1.5);--nd-box-30: calc(var(--nd-unit) * 3);--nd-box-45: calc(var(--nd-unit) * 4.5);--nd-box-60: calc(var(--nd-unit) * 6);--nd-box-75: calc(var(--nd-unit) * 7.5);--nd-box-90: calc(var(--nd-unit) * 9);--nd-box-105: calc(var(--nd-unit) * 10.5);--nd-box-120: calc(var(--nd-unit) * 12);--nd-box-135: calc(var(--nd-unit) * 13.5);--nd-box-3xs: 240px;--nd-box-2xs: 280px;--nd-box-xs: 360px;--nd-box-sm: 512px;--nd-box-base: 648px;--nd-box-md: 768px;--nd-box-lg: 936px;--nd-box-xl: 1024px;--nd-box-2xl: 1128px;--nd-box-3xl: 1280px;--nd-box-full: 100%;--nd-box-screen: 100vw}:root{--nd-prumo: "PrumoND", Georgia, "Times New Roman", Times, serif;--nd-roboto: "Roboto", "Arial", "sans-serif";--nd-roboto-mono: "Roboto Mono", "Consolas", monospace;--nd-georgia: Georgia, Times New Roman, Times, serif;--nd-family-main: var(--nd-prumo);--nd-family-secondary: var(--nd-roboto);--nd-family-text: var(--nd-georgia);--nd-family-mono: var(--nd-roboto-mono);--nd-size-10xl: calc(var(--nd-size-base) * 7);--nd-size-9xl: calc(var(--nd-size-base) * 6);--nd-size-8xl: calc(var(--nd-size-base) * 5);--nd-size-7xl: calc(var(--nd-size-base) * 4.25);--nd-size-6xl: calc(var(--nd-size-base) * 3.5);--nd-size-5xl: calc(var(--nd-size-base) * 3);--nd-size-4xl: calc(var(--nd-size-base) * 2.5);--nd-size-3xl: calc(var(--nd-size-base) * 2.125);--nd-size-2xl: calc(var(--nd-size-base) * 1.75);--nd-size-xl: calc(var(--nd-size-base) * 1.5);--nd-size-lg: calc(var(--nd-size-base) * 1.375);--nd-size-md: calc(var(--nd-size-base) * 1.25);--nd-size-sm: calc(var(--nd-size-base) * 1.125);--nd-size-base: 1rem;--nd-size-xs: calc(var(--nd-size-base) * 0.875);--nd-size-2xs: calc(var(--nd-size-base) * 0.75);--nd-size-3xs: calc(var(--nd-size-base) * 0.5);--nd-lineheight-base: 1;--nd-lineheight-sm: 1.1;--nd-lineheight-nm: 1.25;--nd-lineheight-md: 1.375;--nd-lineheight-lg: 1.5;--nd-lineheight-xl: 1.625;--nd-lineheight-2xl: 2;--nd-track-9xl: -0.035em;--nd-track-8xl: -0.0283em;--nd-track-7xl: -0.0236em;--nd-track-6xl: -0.0165em;--nd-track-5xl: -0.0141em;--nd-track-4xl: -0.0118em;--nd-track-3xl: -0.01em;--nd-track-2xl: -0.0083em;--nd-track-xl: -0.0071em;--nd-track-lg: -0.0065em;--nd-track-md: -0.0059em;--nd-vweight-hairline: 10;--nd-vweight-thin: 30;--nd-vweight-extralight: 50;--nd-vweight-light: 70;--nd-vweight-regular: 90;--nd-vweight-medium: 110;--nd-vweight-semibold: 130;--nd-vweight-bold: 150;--nd-vweight-extrabold: 170;--nd-vweight-black: 190;--nd-weight-thin: 100;--nd-weight-light: 300;--nd-weight-regular: 400;--nd-weight-medium: 500;--nd-weight-bold: 700;--nd-weight-black: 900;--nd-optical-serif: "opsz" 50;--nd-optical-semislab: "opsz" 25;--nd-optical-slab: "opsz" 0}@media(max-width: 648px){:root{--nd-size-10xl: calc(var(--nd-size-base) * 3);--nd-size-9xl: calc(var(--nd-size-base) * 3);--nd-size-8xl: calc(var(--nd-size-base) * 2.5);--nd-size-7xl: calc(var(--nd-size-base) * 2.5);--nd-size-6xl: calc(var(--nd-size-base) * 2.125);--nd-size-5xl: calc(var(--nd-size-base) * 2.125);--nd-size-4xl: calc(var(--nd-size-base) * 2.125);--nd-size-3xl: calc(var(--nd-size-base) * 1.75);--nd-size-2xl: calc(var(--nd-size-base) * 1.5);--nd-size-xl: var(--nd-size-lg)}}:root{--nd-neutral-950: rgb(26, 26, 26);--nd-neutral-900: rgb(38, 38, 38);--nd-neutral-850: rgb(50, 50, 50);--nd-neutral-800: rgb(62, 62, 62);--nd-neutral-750: rgb(74, 74, 74);--nd-neutral-700: rgb(86, 86, 86);--nd-neutral-650: rgb(98, 98, 98);--nd-neutral-600: rgb(110, 110, 110);--nd-neutral-550: rgb(122, 122, 122);--nd-neutral-500: rgb(134, 134, 134);--nd-neutral-450: rgb(146, 146, 146);--nd-neutral-400: rgb(158, 158, 158);--nd-neutral-350: rgb(170, 170, 170);--nd-neutral-300: rgb(182, 182, 182);--nd-neutral-250: rgb(194, 194, 194);--nd-neutral-200: rgb(206, 206, 206);--nd-neutral-150: rgb(218, 218, 218);--nd-neutral-100: rgb(230, 230, 230);--nd-neutral-50: rgb(242, 242, 242);--nd-neutral-0: rgb(254, 254, 254);--nd-neutral-0: #ffffff;--nd-transparent: transparent;--nd-col-alt: hsl(320, 75%, 45%);--nd-col-altlight: hsl(320, 75%, 65.02%);--nd-col-altlighter: hsl(320, 75%, 79.98%);--nd-col-altdark: hsl(320, 75%, 36%);--nd-col-success: hsl(120, 30%, 45%);--nd-col-successlight: hsl(120, 30%, 65.02%);--nd-col-successlighter: hsl(120, 30%, 79.98%);--nd-col-successdark: hsl(120, 30%, 36%);--nd-col-danger: hsl(0, 70%, 45%);--nd-col-dangerlight: hsl(0, 70%, 65.02%);--nd-col-dangerlighter: hsl(0, 70%, 79.98%);--nd-col-dangerdark: hsl(0, 70%, 36%);--nd-col-accent: hsl(200, 85%, 65%);--nd-col-accentlight: hsl(200, 85%, 77.74%);--nd-col-accentlighter: hsl(200, 85%, 87.26%);--nd-col-accentdark: hsl(200, 85%, 52%);--nd-col-info: hsl(222, 35%, 45%);--nd-col-infolight: hsl(222, 35%, 65.02%);--nd-col-infolighter: hsl(222, 35%, 79.98%);--nd-col-infodark: hsl(222, 35%, 36%);--nd-col-warning: hsl(53, 100%, 50%);--nd-col-warninglight: hsl(53, 100%, 68.2%);--nd-col-warninglighter: hsl(53, 100%, 81.8%);--nd-col-warningdark: hsl(53, 100%, 40%);--nd-color-text: var(--nd-neutral-850);--nd-color-textmd: var(--nd-neutral-750);--nd-color-bg: var(--nd-neutral-0);--nd-color-medium: var(--nd-neutral-500);--nd-color-secondary: var(--nd-neutral-300);--nd-color-silent: var(--nd-neutral-200)}:root{--nd-unit: 1rem;--nd-unit-0: calc(var(--nd-unit) * 0);--nd-unit-5: calc(var(--nd-unit) * 0.5);--nd-unit-10: calc(var(--nd-unit) * 1);--nd-unit-15: calc(var(--nd-unit) * 1.5);--nd-unit-20: calc(var(--nd-unit) * 2);--nd-unit-25: calc(var(--nd-unit) * 2.5);--nd-unit-30: calc(var(--nd-unit) * 3);--nd-unit-35: calc(var(--nd-unit) * 3.5);--nd-unit-40: calc(var(--nd-unit) * 4);--nd-unit-45: calc(var(--nd-unit) * 4.5);--nd-unit-50: calc(var(--nd-unit) * 5);--nd-unit-55: calc(var(--nd-unit) * 5.5);--nd-unit-60: calc(var(--nd-unit) * 6);--nd-unit-65: calc(var(--nd-unit) * 6.5);--nd-unit-70: calc(var(--nd-unit) * 7);--nd-unit-75: calc(var(--nd-unit) * 7.5);--nd-unit-80: calc(var(--nd-unit) * 8);--nd-unit-85: calc(var(--nd-unit) * 8.5);--nd-unit-90: calc(var(--nd-unit) * 9);--nd-unit-95: calc(var(--nd-unit) * 9.5);--nd-unit-100: calc(var(--nd-unit) * 10);--nd-header-xl: 57px;--nd-header-md: 87px;--nd-header-sm: 65px;--nd-mb-comp: var(--nd-unit-50)}@media(width Cien años en busca de la excelencia El Ballet Estable del Teatro Colón celebra su presente y su legado
El club Colón de Santa Fe está afrontando un momento institucional complicado y, mientras el equipo no encuentra el rumbo, la interna se abre cada vez más. Después de perder 4 a 0 ante Gimnasia de Jujuy y acercarse a la zona de descenso, el arquero del Sabalero, Marcos Díaz, explotó directamente contra el entrenador Martín Minella y dijo que fue apartado del plantel por "capricho o pase de factura".Tras una serie de bajos rendimientos, el exarquero de Boca perdió su lugar en el arco del conjunto santafesino y no disputó las últimas fechas. "Lamentablemente es una situación fea que nunca me tocó vivir. Hoy estoy apartado del plantel pero sigo siendo jugador del club. Es un capricho o pase de factura del técnico", expresó en TyC Sports.En este sentido, contó que el conflicto escaló a un nuevo nivel luego del cruce ante Chaco For Ever, cuando Colón perdió 2 a 0. A pesar de no haber jugado, Díaz afirmó que se le echó la culpa por la derrota de una fecha atrás contra Mitre de Santiago del Estero y remarcó: "Mi situación quizás no se manejó de la mejor manera y se me hizo responsable de la pérdida del partido anterior. Después de lo que pasó en ese encuentro estuve mal anímicamente. Siendo hincha del club no me gustó lo que había vivido y que se me siga haciendo responsable de las derrotas no me gustó".El exjugador de Huracán explicó que no estuvo presente en el partido de visitante ante Chaco For Ever porque tiempo atrás habló con la dirigencia del club, le contó su situación y, al notarse que el arquero no estaba bien se tomó la decisión de que no viaje. También aseguró que se lo comentó a sus compañeros de equipo, quienes lo entendieron: "Quizás no compartían la parte de no viajar y querían que vaya, pero les expliqué que en ese momento tenía que pensar en mí y en la parte humana. No sumaba para el grupo, necesitaba unos días para relajarme en lo mental y arrancar la semana de la mejor manera".ð??´â?«ð??¥ ¡ARDE LA INTERNA EN COLÓN: MARCOS DÍAZ FUE APARTADO DEL PLANTEL!El arquero del Sabalero habló en exclusiva con TyC Sports y contó la situación que lo separó del equipo: "HOY ESTOY APARTADO DEL PLANTEL POR UN CAPRICHO DEL ENTRENADOR. ÉL ME HIZO CARGO DE LAS DERROTAS Y ESOâ?¦ pic.twitter.com/ridxkrAlKy— TyC Sports (@TyCSports) August 7, 2025Colón afronta uno de sus peores momentos desde que descendió a la segunda división a finales de 2023. En 2024 hizo una campaña que lo llevó a ingresar al reducido y competir por el ascenso, sin embargo, desde la hinchada esperaban un mejor desempeño. De todos modos, en 2025 decayó y, si bien comenzó con la ilusión de pelear los primeros puestos, acumula 27 puntos y ocupa la 15° posición entre 18 equipos.Por su parte, Díaz volvió este año al club en el que surgió junto con otras grandes figuras como Emmanuel Gigliotti para intentar que el Sabalero vuelva a la máxima categoría. A mitad de año también retornó con 40 años Luis Miguel "Pulga" Rodríguez, quien salió campeón con el equipo santafesino en 2021.Pero Colón no da pie con bola con los resultados, está cada vez más complicado y la paciencia de los hinchas se agota. Un mes atrás, el partido ante Mitre, de Santiago del Estero, debió suspenderse a falta de 11 minutos para el final porque las simpatizantes del Sabaleros intentaron romper sectores de las tribunas para avanzar hacia el campo y lanzaron proyectiles. En tanto la policía intervino y vació el Cementerio de los Elefantes.
El evento promueve espacios de intercambio artístico entre niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Esta vez, se presentarán distintas instituciones de danza y canto de la ciudad.
El anuncio lo hicieron el director general Gerardo Griecco, y la directora adjunta del Ballet, África Guzmán, junto a la ministra Gabriela RicardesEl festejo será este jueves a las 20 horas.
Comerciantes y peatones consideran que la reapertura ayudará a descongestionar la zona y mejorará la movilidad urbana
La abogada Mariel Colón refutó la teoría de que Joaquín Guzmán Loera haya estado involucrado en la muerte del multimillonario
Este domingo por la noche, como había sucedido con la función del jueves de Don Quijote, el Teatro Colón volvió a convertirse en la caja de resonancia de ese público que esperó ansioso por poder ver y maravillarse con la bailarina Marianela Núñez. La argentina, que es estrella del Royal Ballet de Londres, llegó al país para ocupar el rol principal de este programa que forma parte de la temporada conmemorativa de los cien años de los Cuerpos Estables del Teatro. Ya en su presentación del jueves, como reflejó una extensa nota de LA NACION publicada estos días, la exquisita bailarina junto a su partenaire cubano Patricio Revé despertaron una verdadera ovación en la sala. Los ecos de aquello se extendieron más tarde a una de las puertas del teatro -la que usan los artistas, sobre la calle Cerrito- en donde una multitud la esperaba. En ese improvisado encuentro con sus fanáticos, la figura de la danza había citado a su público para ayer a la tarde, después de la segunda y última función de esta coreografía de Silvia Bazilis y Raúl Candal, para cumplir su rutina de tomar contacto directo con sus seguidores de manera más organizada. La función de anoche terminó con otra ovación de pie, entre gritos, cantos y aplausos que expresaban toda su admiración. El clima de fiesta en la sala fue tal que se colaron manifestaciones espontáneas como sucede en un recital de rock o en una cancha de fútbol con cánticos entonados por el público. De hecho, en su última aparición, saludó al público con una remera de la Selección Nacional. En uno de los intervalos, Julio Bocca -director de Ballet Estable, quien suele pasar desapercibido durante las funciones- quedó a la vista de todos. Inmediatamente, buena parte los que estaban ubicados en la platea y los palcos corrieron con sus programas de mano intentando preservar el momento con un autógrafo o una foto.Una vez finalizada la historia del romance entre Basilio y Kitri parte de la multitud que había aplaudido a rabiar a Marianela Núñez viéndola interpretar al mismo rol con el cual había sido promovido como primera bailarina en Covent Garden, se trasladó a una de las puertas del histórico teatro para saludarla de cerca. Cientos de celulares intentaron rescatar y hacer perdurar el momento del encuentro de la bailarina internacional con el público de su país natal.El clima fue de una verdadera fiesta, de un entusiasmo expansivo. Espontáneamente se armó una larga cola de gente para poder firmar sus programas de mano, zapatillas de punta, abanicos y demás, en medio de gritos, carteles, demostraciones de afecto, remeras celestes y blancas. "Olé, olé, olé; Nela, Nela" se repetía como un himno. Con suma paciencia y emoción, Núñez fue recibiendo a sus admiradores en el hall por el que ingresa el personal del Colón. Afuera, una fila de dos cuadras aguardaba para ingresar al teatro y tener su minuto junto a la bailarina.Para Marianela Núñez la jornada de ayer tuvo su yapa: pudo encontrarse con Griselda Sicilini, la actriz y bailarina que en algún momento fue parte del grupo El Descueve, colectivo clave de la danza contemporánea independiente local. Ya en estos días en el Colón se la había escuchado en camarines cantando el tema de la serie Envidiosa, protagonizada por Siciliani, que reza: "Decime que sí, que sí me querésâ?¦". En la conversación que había mantenido con LA NACION se había mostrado ansiosa con la posibilidad de encontrarse con la actriz. La reunión cumbre, o el abrazo, se produjo anoche en el backstage. Al verla en el escenario, Núnez corrió a abrazarla hasta quedar colgada de su cuerpo en medio de demostraciones de cariño entre ambas figuras. "El Colón explotado, rendido a tus pies. ¡Qué artista única y maravillosa sos! ¡Te adoro ! ¡Orgullo Nacional! Ni en mis fantasías más delirantes hubiera imaginado vivir esta noche en ese palco invitada por vos y por el gran Julio Boccað???, junto a mi hija hermosa. Las dos emocionadas y con las manos rotas de tanto aplaudir a tremendo equipo arriba y abajo del escenario. ¡Noche inolvidable! La danza desde siempre y para siempre haciéndome tan feliz", posteó en su cuenta de Instagram Griselda Siciliani, declarando su amor incondicional hacia Nela. Pero esta nueva visita de la bailarina a Buenos Aires no concluyó anoche. Volverá al Colón para la Gala de Ballet por los 100 años del Ballet Estable que este jueves que contará con varias figuras argentinas invitadas, que bailan en el exterior, como Ludmila Pagliero, Herman Cornejo, Wilma Giglio, María Celeste Losa y Daniel Proietto. Y el viernes, a las 19, dará una charla abierta en un teatro del partido de San Martín para conversar con alumnos de escuelas de danza y público en general, en el Complejo Cultural Plaza, de Int. Alberto M. Campos 2089. En ese partido bonaerense es donde Marianela Núñez dio sus primeros pasos desde la casa de sus padres en Moreno al 4700, donde creció la menor y única mujer entre tres hermanos varones. Quien recibió el título de Oficial de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la danza siempre que puede vuelve al barrio; de hecho, es la madrina de la Escuela de Danza Municipal de San Martín.
Si esta historia fuera una ficción, correría el riesgo de parecer un cuento exagerado: que la chica de San Martín, que supo a los cinco años que quería ser bailarina, se prepare en un salón de barrio y entre en la escuela del Teatro Colón; que la jovencita, que miraba al otro lado del océano con ojos claros y grandes, cruce el ancho mar a los quince para unirse al Royal Ballet de Londres; que la bailarina internacional, que hizo una carrera de excepción, tras un cuarto de siglo de éxito reciba de manos del rey de Inglaterra la Orden del Imperio Británico por su aporte a la danza... ¡Y que ese día, incluso, ingrese al castillo de Windsor vestida de rosa de pies a cabeza! Así, todo junto, es digno de una novela soñadora. Pero esto no es una ficción, sino la vida real de una argentina que el mundo entero observa encantado y que, muchas veces, con sus premios, sus aplausos y sus críticas se anima a proclamar que es "la mejor".Marianela Núñez, 43 años, pura emoción y fibra, está de regreso en Buenos Aires una vez más para presentarse con el Ballet Estable del Teatro Colón. Es tiempo de vacaciones en el hemisferio norte y, por ende, momento de reencuentros en el sur. Trae a este escenario majestuoso, que cuando abre su telón corta la respiración hasta al artista más experimentado, un rol que no solamente oficia de puente infalible con el público -Don Quijote, la comedia popular que palpita en el corazón del ballet de repertorio- sino que es medular en su trayectoria. No podría contar exactamente cuántas veces se puso en la piel de Kitri, una mujer que se le parece en varios sentidos. Sin ir más lejos, fue el papel con el que debutó como primera bailarina en Covent Garden y lo había transitado ya desde antes, en fragmentos y célebres pas de deux cuando era una adolescente.Esta versión, sin embargo, es una novedad para ella como para su partenaire, el cubano Patricio Revé, y aunque bien podría sacar pasaporte de estrella y permitirse licencias a la medida de la coreografía que usualmente baila, se pone a estudiar los pasos que marcan Silvia Bazilis y Raúl Candal, dos leyendas de la casa a cargo del montaje. Es la manera de "encender el motorcito" que la lleva en la búsqueda de una capa más para la carnadura alegre, ingeniosa y perseverante de esta española de volados y voladas vivaces.La noche del jueves, en la primera de sus dos funciones con el Ballet Estable que dirige Julio Bocca, Núñez confirmó no solo su nivel artístico sino una a una las razones por las que mantiene esa magnética relación con sus seguidores: decenas de jóvenes y familias la esperaron en la vereda de la calle Cerrito, en la salida de artistas, hasta cerca de la medianoche. Sobre una improvisada tarima (mesa con rueditas, para dos), ella avivó los cantos que coreaban su nombre y agradeció el cariño y el apoyo de sus fans. "Del otro lado del océano -les dijo- se siente todo este amor". Ese fervor popular ya se había hecho notar adentro de la magnífica sala, colmada de espectadores que agotaron entradas el mismo día que salieron a la venta. A cada aparición, los aplausos, y al final del acto, una ovación: cuando un equilibrio cortaba el aire hasta por diez segundos, si un salto la elevaba con el efecto de una explosión y, por supuesto, en reconocimiento al eje de ese giro imparable y preciso, cuya velocidad pareciera regular a su antojo. Pero más allá del sabido virtuosismo que se apoya en una técnica de oro, lo que conecta a ella con su pareja, con los solistas y con todo el cuerpo de baile -que, hay que decirlo, se vio formidable e inspirado- es la interpretación carismática de una historia como esta, por la que cualquiera se dejaría guiar con la sorpresa, la risa y el disfrute de un chico al que le cuentan un cuento de aventuras. Transmite cada línea del argumento y encuentra a su alrededor infalibles cómplices para hacerlo: desde el extravagante Camacho de Emanuel Abruzzo, que ni por todo el dinero del mundo logrará conquistarla, hasta el dúo de gitanos de Rocío Agüero y Jiva Velázquez, pasando por el chispeante cupido de Yoshino Horita; Quijote y Panza, dríades y toreros, cada uno en su rol, le hizo honor al lugar que ocupan en esta compañía que está celebrando un siglo de vida.Volviendo a Marianela Núñez, ella es vigorosa en el primer acto, delicada en la aparición del sueño del caballero andante, sensual en el bello dúo de amor que abre el segundo acto con este Basilio también admirable. Hay química entre los dos: la argentina encontró en Revé un compañero con el que parece haber bailado siempre, aunque no, este es el debut de ambos como tándem. Tanto que para cuando llega la famosa coda, los dos reparten la cosecha de una velada de puntos altos, plagada de emociones.La antidiva que todos admiranPara que esto ocurra por la noche, el día había comenzado a las 10 AM en la mítica Rotonda del Teatro Colón. La clase que presencia LA NACION para una mitad del Ballet Estable -la otra parte se entrena en simultáneo, en otra sala de ensayo, la 9 de Julio, ubicada en el tercer subsuelo- la dicta con dinamismo Edgardo Trabalón. "Es el abecé de todos los días, porque a esta hora todavía lo que tenemos que afrontar es un montón, como decimos acá, no solo en lo físico, sino en lo mental y emocional", reconoce Nela, Marian, Marini o Señora Núñez, depende de quién la llame. Todo es muy "en serio", pero la risa está, más que habilitada, instalada en cada uno de los que transpira agarrado de la barra. A un lado, Marianela termina de encintarse los dedos de los pies y enseguida pasa al centro con una primera tanda; salta, cae como pluma y extiende el cuello desde la tapa de la cabeza como si un hilo imaginario la elevara. El maestro suelta con su gracia habitual: "¡Perfecto, Marianelova!", y la rebautiza en ruso. Un rápido alto antes del ensayo matinal en el escenario da la pauta de lo antidiva que esta estrella puede llegar a ser. "¿Qué pasa dentro del camarín de una primera bailarina? ¡De todo! Acá obviamente estoy por un tiempito, no es mi camarín de 27 años allá, en el Royal, una especie de minidepartamento que por suerte no tengo que compartir con nadie. Tengo coronita, sí, lo voy a admitir. Ese lugar es mi refugio, hubo muchas celebraciones ahí adentro y también mucho llanto, no solo en lo profesional. Es donde me descargo, donde suelto todo". Acá, mientras se cambia, se la oye cantar el tema de la serie Envidiosa, el que dice "Me estás rompiendo el corazón" (y arremete con el estribillo: "Decime que sí, que sí me querésâ?¦"). Cuando sale al pasillo, terminándose todavía de acomodar el vestido de Kitri que trajo del Royal Ballet, le da un mordisco a la segunda banana de la jornada ("allá en Londres me las dan frozen, las de acá son mejores") y avisa entusiasmada: "Griselda viene el domingo. ¡Adoro todo lo que hace Siciliani! Hay escenas que las veo en loop". Quien la mire desde coulisses, entre bastidores, la sorprenderá en más de una ocasión guiñándole un ojo a su Basilio cubano. "Lo tengo por contrato: hacer dos funciones, con guiños", bromea. Ladea una sonrisa para la derecha, otra a la izquierda, golpea el abanico haciendo "puchero" y le da sentido a cada movimiento con gestos que buscará proyectar -sin parodiar- hasta allá arriba, para el último espectador que esté en el paraíso. De pronto, se da vuelta para transmitir el quid de la comedia: su padre quiere casarla con el ridículo Camacho, aunque ella busca darle rienda suelta a su amor con Basilio, hijo del tabernero. "¡Y claro, si este no tiene un peso!", señala a su enamorado, y lo dice con todas las letras. El público no la oirá, pero esa línea de texto es suficiente para que con la mímica cualquiera sepa qué es lo que está contando la historia.De carne y hueso, en definitiva, cuando completa una diagonal de giros interminables se para a tomar aire. Pero no pasan dos segundos que está de vuelta proponiéndole a Candal: "¿podemos hacerlo de nuevo?" Quiere ajustar distancias, medir el escenario mientras los toreros agitan sus capas. La segunda pasada de esa variación la deja más conforme. "El acento yo lo hago abajo, maestro", comenta al director de la orquesta. En otro momento del ensayo, pedirá al pianista que vaya más lento en el adagio. Para que "se lea" el desarrollo de sus movimientos, Marianela usa toda la música. Podría ser como una traducción."Por más que el ensayo salga bien, si ella siente alguna 'molestia', si algo no resulta como quiere, va a necesitar hacerlo dos veces más, siempre, es una especie de confirmación; como guardar y volver a guardar", confían en su círculo íntimo. Analía Domizzi conoce a Marianela como solo una amiga cercana puede hacerlo y a la vez tiene el ojo experto de la bailarina y la maestra que es. Desde hace años, acompaña a la artista en sus proyectos, como las galas solidarias que hasta la pandemia hizo en San Martín. Busca una respuesta a la "vigencia" con la que Núñez sigue en el escenario a los 43 años. "Desde que la conozco, sigo, estudio, aprendo de esa curva que hace su trayectoria y que continúa ascendente: creo en el método, en esa profilaxis que tiene su carrera, de cuidarla, de disfrutarla, de vivir para ella, y estar en cada cosa que no tiene que ver con el brillo sino con la búsqueda, con cómo va y viene, cómo deshace para seguir haciendo. Es sorprendente, no creo tener la respuesta".Continúa la acción: hay fiesta en la taberna. El cuerpo de baile bate las palmas, marca el ritmo, es oxígeno que aviva el fuego. Esto no es nuevo para ellos, la "invitada" viene de Inglaterra una vez al año y siempre es un "incentivo", una "inspiración", un "estímulo" tenerla cerca. Coinciden en esto varias bailarinas de la compañía, que en el backstage no le pierden pisada mientras intercambian tips, cintas rosadas, pares de zapatillas. Hay camaradería. Algunas, la siguen a través de la pantalla de sus teléfonos celulares, donde graban los videos que más tarde correrán como reguero de pólvora en las redes. Entre ellas está María Celeste Losa, la solista argentina de la Scala de Milán, también invitada para el protagónico de Don Quijote: es su primer ballet completo en el Teatro Colón, un merecido acontecimiento.Una "mina" de oro El mediodía nos encuentra de charla en un palco, una conversación restrospectiva, que va y viene en el tiempo, y conmueve a Marianela hasta las lágrimas. No teme mostrarse vulnerable ni decir que tiene inseguridades que enfrentar ("vienen a la superficie de todos los ángulos y hay que abrazarlas"); también por su transparencia y sensibilidad el público la quiere tanto."Es súper especial recibir la invitación para venir a hacer Don Quijote en el Teatro Colón nada más y nada menos que de Julio Bocca, que ha sido un ídolo para tantas generaciones, además de la persona que aquí en la Argentina popularizó la danza", observa sobre la coincidencia entre ambos que le pone un carácter diferencial a esta venida suya. De pronto, se unen dos capítulos de la historia reciente de la danza, y a su vez la siguen escribiendo. Minutos antes, Bocca había señalado a LA NACION tres razones que hacen a ella tan excepcional: "Es una persona disciplinada, que sabe lo que quiere, ama lo que hace, y busca más siempre. Tiene una musicalidad increíble y una técnica que quien conoce un poco de ballet sabe a lo que me refiero. Y, finalmente, es una mina que es compañera, y eso es muy importante: cuando se sube al escenario con una compañía, se trabaja con todos, y es muy lindo también para la gente con la que viene a interactuar. Marca una diferencia enorme tener a Marianela".Inesperadamente, una pregunta "cantada" sobre la condecoración que este año le otorgó el rey Carlos III, la moviliza desde lo más hondo: "Me emociono por lo que significa recibir un reconocimiento en el lugar en donde yo desarrollé toda mi carrera artística, pero también mi vida, como digo siempre: la forma en que me han abierto las puertas, cómo me han ayudado; el Royal Ballet estuvo trabajando para que todo esto me sucediera. Están muy pendientes de cómo estoy, atajándome constantemente; se enorgullecen y hacen lo posible para que estos reconocimientos lleguen hasta a mí. Me emociono porque me ven no solo artísticamente sino como persona. Hacer una carrera artística y llevarte toda esta parte humana es realmente impresionante".El pasado 1° de abril, Marianela llegó al castillo de Windsor con Elena Clavijo y Norberto Núñez, sus padres, y Fanny Boselli, su mejor amiga y madrina de sus gatos (los "cathijos"), todos elegantísimos para la ocasión. Los nervios por el protocolo se aflojaron cuando, subiendo las escalinatas, escucharon a la banda real tocar el tango "Por una cabeza". A ellos dos también se les pianta un lagrimón ahora que, en diálogo con LA NACION, revisan cómo fue haberle abierto las puertas de la casa familiar a la menor y única mujer de sus cuatro hijos para que a los quince años saliera al mundo. Y acompañarla hasta hoy cada vez que suena el teléfono a once mil kilómetros de distancia y les dice: "Mamá, papá, los quiero acá conmigo". Como espectadores, sufren instintivamente en la butaca igual que hace dos décadas y cada función la atraviesan en tres tiempos: nervios, disfrute y alegría. Son los fans número uno dentro de una legión que no para de crecer. Elena goza del inédito privilegio de haberla visto interpretar todos sus roles al menos una vez y en el partido bonaerense de San Martín conserva el cuarto con los peluches y las cosas de ballet como en los '90. "Marianela nos enorgullece y jamás nos trajo un problema -se quiebra Norberto-. Recién este año, que estuve 70 días allá con ella, me di cuenta de todo lo que desconozco de mi hija, cómo es el minuto a minuto, cosas que no pasan cuando viajamos por menos tiempo. Su trabajo lo maneja absolutamente sola, tiene gente cercana que la asesora, pero no tiene secretaria, nadie le maneja las redes, su capacidad es tan alta que no deja cuestiones por el camino. ¿¡Cómo hace?! Temas privados, las relaciones de familia, las amistades. Tiene esa capacidad".¿Alguien dijo capacidad? "Marianela tiene un poder interpretativo que hace que uno se crea a todos sus personajes", dice Adriana Stork, su maestra de los 7 años, la que descubrió su talento antes de que iniciara los estudios en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. "Como dice ella, la danza es el aire que respira y se nota en cada momento: cuando actúa, habla o hace una reflexión. En eso la determinación y dedicación a su carrera la tuvo desde muy temprana edad y siempre se fue confirmando. Hoy la veo con la madurez de los 43 años y lo que eso implica para una bailarina sólida, reconocida en el mundo entero. En un sentido, parece que el tiempo no le hubiera pasado, cada vez está mejor, lejos de pensar que puede haber una pendiente. Es sumamente disciplinada y lo está más que nunca, porque eso la lleva a que su carrera pueda estirarse aún más. Ese es su gran objetivo. Ama estar en el escenario y todo lo que hace es en pos de esto".Si le preguntan a esa niña que fue, poco de todo esto se hubiera imaginado. "Lo más bello es que se construyó desde un lugar honesto, que viene del más puro amor. No tengo cómo explicarlo".Para agendarDon Quijote. Hoy, a las 18, es la última función de este título clásico con Marianela Núñez y el Ballet Estable del Teatro Colón, con dirección de Julio Bocca, y la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires.Gala de Ballet. Con motivo de celebrarse el centenario del Ballet Estable del Teatro Colón, el próximo jueves habrá un espectáculo que contará con varias figuras argentinas invitadas, que bailan en el exterior, como Marianela Núñez, Ludmila Pagliero, Herman Cornejo. Wilma Giglio, María Celeste Losa, Daniel Proietto, entre otras.Charla abierta a la comunidad. El viernes 8, a las 19, Marianela Núñez regresa a San Martín para conversar con alumnos de escuelas de danza y público en general, en el Complejo Cultural Plaza, Int. Campos 2089. Las entradas son gratuitas y se entregan a partir de las 17, hasta agotar la capacidad de la sala.
Hace 533 años partía de Huelva, al mando de tres naves, con el convencimiento de que tomaría un ruta por la que llegaría en forma más directa a las Indias. Las características de su proyecto y los escollos que debió vencer para dar inicio a la aventura
Es desde hace muchísimos años primera figura del Royal Ballet de Londres y una estrella internacional. Pero siempre que puede, regresa a bailar en el Teatro Colón.Más allá de su técnica impecable, tiene un enorme carisma y se muestra como una antidiva, algo que pudo comprobar Clarín en sus ensayos, en los del Ballet y en la función de este jueves 31 de julio.
El fútbol más apasionado no genera abrazos. Un caso no hace una norma, una fecha no arma una tendencia. Pero el inédito fin de semana anterior puede ser una evidencia. Difícilmente se repitan ocho 0-0 en una jornada; por algo no había sucedido nunca en la historia del fútbol argentino. Pero si se juega más para no perder que para ganar, la consecuencia es lógica: más rechazos, menos festejos. Luis Artime vivía para el gol. Con pasado como centrodelantero en Independiente, Belgrano y otros clubes, hoy es el presidente del club cordobés. En el palco de Independiente Rivadavia, veía cómo los plateístas mendocinos giraban y le criticaban la manera de jugar de Belgrano. "Me decían que sólo nos defendíamos. Pero los locales eran ellos, tenían que hacer el gasto", fue la respuesta del Luifa, a quien el pasado como 9 no le modifica las prioridades. El que pierde porque atacó pierde dos veces; una en el resultado y la otra, por la presunta inocencia. Existe una desproporción. Pesa más el sentimiento negativo que el positivo. La derrota trae sufrimiento; la victoria, salvo algunos casos, simplemente alivio. Pareciera estar en juego el orgullo. Será que con el tiempo comenzamos a depositar en los clubes más necesidades que antes. La derrota del domingo es una derrota más para la semana.Así como destruir requiere de un golpe y construir incluye una idea, defender es más fácil que atacar. El estudio de un partido se enfoca en descubrir las virtudes del rival para apagarlas; no tanto, por ejemplo, en extraer jugadas de alguna otra liga para copiarlas. Los entrenamientos, desde hace años, se realizan en general con pelota, ya lejos de esas actividades que sólo apuntaban a la resistencia física. Pero tuvo que llegar Claudio Diablito Echeverri a la Premier para descubrir las diferencias vigentes: "En River hacíamos trabajos físicos. En el City se trabaja todo desde el pase y la posesión". En la comparación citó a River, no precisamente a uno de los que aquí menos tienen. Ese es un gran punto: la amplia diferencia en los presupuestos y la escasa diferencia de resultados. Los que más gastan quedan enmarañados en el fútbol de los rivales. Si la jerarquía cuesta millones, la voluntad queda al alcance de cualquiera. El fútbol físico empareja; para abajo, claro.Corren, traban, demoran reanudaciones. Se sabe que el tiempo neto del torneo argentino es menor no sólo comparado a las ligas estelares sino también a las de países limítrofes. Cuanto menos se juega, menos tiempo tienen los que más capacitados están. Se valora a los equipos que consiguen disimular las inferioridades técnicas. Pero en la medida de que lo logran, el producto baja su calidad. Un informe reciente de LA NACION, elaborado por Cristian Grosso, reveló que así como la liga francesa promedia un 84% de efectividad en los pases y la MLS supera el 83%, la argentina no llega al 76%. Dijo uno y quedó: el que quiere espectáculo, que vaya al Colón. La frase tiene su lógica. Se juega para satisfacer al propio, no para agradar al imparcial. Pese a que la Liga Profesional suele difundir datos positivos, los números de ratings de las transmisiones son bajos. La mayoría mira sólo a su equipo; el resto es una pérdida de tiempo.Hay una sentencia inequívoca: hoy se llega más fácil a primera. Se trata de la consecuencia obvia de haber ampliado la cantidad de equipos en primera a 30. Lejos de disminuirla, ¿pueden llegar a aumentarla todavía más para el año próximo? Por ahora se trata apenas de una idea de algún dirigente con mediana injerencia. Quedará para una próxima columna. Por lo pronto, algunos de los ascendidos de temporadas recientes se ilusionan con clasificarse a copas internacionales. Un caso es Deportivo Riestra, con sus maneras únicas a nivel mundial: Opta concluyó que, considerando el torneo local, la Premier y el Brasileirao, es el único equipo que promedia menos de 3 pases por posesión. Cada uno juega como puede. Y como quiere. De nuestro medio, lo sabe cualquiera, se iban los jugadores excelentes, pasaron a irse también los muy buenos, y ahora se van los buenos y los que tal vez lo sean. Una figura naciente es un próximo ex. Quedan los que no pudieron ser transferidos y los que están de regreso (o de vuelta, como tienen varios clubes). Y este punto, pese a las intenciones gubernamentales, no se solucionaría sólo con inversión privada. Un torneo con ingresos más altos podría ser más seductor y generar réditos que hoy no genera. Pero los jugadores quieren irse para cobrar otros sueldos o simplemente para ser parte de mejores ligas.Así quedan pocos futbolistas gana partidos. Adrián Maravilla Martínez es uno. Llegó Angel Di María. ¿Hay algún otro? Tampoco sobran los inteligentes, de esos que compensan la incapacidad de un entrenador para lograr un buen funcionamiento colectivo en ataque. Y se da un retroceso en la formación técnica de los jugadores, difícil de mensurar con datos porque la disimula la fertilidad eterna de nuestro suelo. Nadie niega, claro, que no haya espíritu competitivo. En eso siempre habrá un plus. Todo se hace en nombre de la pasión. Nadie escatima esfuerzo. Todos quieren huir de la derrota. Se juega como se vive. Como alocadamente se vive el fútbol.
Con auspicio de Revista Ñ, el ciclo AURA en el Teatro Colón se inicia con el tenor chileno-estadounidense el 17 de agosto, a las 17.En esta entrevista, el cantante revela cómo fue su transformación de barítono a tenor y cómo su experiencia como DJ en Nueva York influyó en su carrera lírica.Como parte del programa, también se presentarán Aigul Akhmetshina, ElÄ«na GaranÄ?a y Nadine Sierra, en septiembre, octubre y noviembre, respectivamente.
Eran las once de la noche, la función había terminado una media hora antes y sobre la vereda de la calle Cerrito, en la salida de artistas del Teatro Colón, una multitud esperaba la aparición de una silueta del otro lado de la puerta angosta: la de Marianela Núñez. La bailarina argentina que brilla en el Royal Ballet de Londres confirmaba en pocos minutos la magnética relación que mantiene con sus seguidores: junto con su compañero en el escenario, el cubano Patricio Revé, subió a una improvisada tarima (mesa con rueditas, para dos), avivó los cantos que coreaban su nombre y agradeció el cariño y el apoyo de sus fans. "Del otro lado del océano -les dijo- se siente todo este amor." Y una cosa más: los citó para el próximo domingo, a partir de las 19.30, cuando ya sin el apuro del descanso necesario para volver a la sala de ensayo a la mañana siguiente, firmará autógrafos en el mismo hall de entrada al término de su segunda presentación de Don Quijote.Ese fervor popular ya se había hecho notar durante toda la función dentro de la magnífica sala, colmada de espectadores que agotaron entradas el mismo día que salieron a la venta. A cada aparición, los aplausos, y al final del acto, una ovación: cuando un equilibrio cortaba el aire hasta por diez segundos, si un salto la elevaba con el efecto de una explosión y, por supuesto, en reconocimiento al eje de ese giro imparable y preciso, cuya velocidad pareciera regular a su antojo. Pero más allá del sabido virtuosismo que se apoya en una técnica de oro, lo que conecta a Núñez con su partenaire, con los solistas y con todo el cuerpo del Ballet Estable -que, hay que decir, anoche se vio formidable e inspirado- es la interpretación carismática de una historia como esta, por la que cualquiera se dejaría guiar con la sorpresa, la risa y el disfrute de un chico al que le cuentan un cuento de aventuras. Imbuida en el papel de Kitri -un personaje que lleva bajo la piel-, ella transmite cada línea del argumento, pero tiene además infalibles cómplices para hacerlo: del extravagante Camacho de Emanuel Abruzzo, que ni por todo el dinero del mundo logrará conquistarla, al dúo de gitanos de Rocío Agüero y Jiva Velázquez, pasando por el chispeante cupido de Yoshino Horita; Quijote y Panza, dríades y toreros, cada uno en su rol, le hizo honor al lugar que ocupa en esta compañía que está celebrando este año su siglo de vida.Volviendo a Marianela Núñez, ella es vivaz en el primer acto, delicada en la aparición del sueño del caballero andante, sensual en el bello dúo de amor que abre el segundo acto con un Basilio también admirable. Hay química entre los dos: la argentina encontró en Revé un compañero con el que parece haber bailado siempre, aunque no, este es el debut de ambos como tándem. Tanto que para cuando llega la famosa coda, los dos reparten la cosecha de una noche de puntos altos, plagada de emociones.Al final, no solo la audiencia y los balletómanos, muchos bailarines profesionales se preguntaban "¿cómo procesar lo visto y vivido?", "¿quién duerme hoy?", "¿de qué planeta vino?", "¿no parece un partido de la Selección?". Si miran para arriba, tal vez vean colgando de un palco balcón una bandera argentina que recuerda que la popularidad y el ballet también pueden ir de la mano. Ahora mismo, en las redes sociales, el aplauso continúa multiplicado en imágenes.Con la sensación de quien vuelve de una fiesta que no dio tregua, y que dejó el corazón henchido y palpitante, más cerca de la medianoche no quedaba más que un alma en la vereda de la manzana histórica que mira al Obelisco. La de Francisca, una chica de 13 años que viajó con su familia desde Bariloche y, al fin, se secaba las lágrimas con una sonrisa: cuando pensó ya que se volvía al sur con las manos vacías, Marianela frenó el auto en el que se alejaba del centro y desde la ventanilla le autografió la punta de raso de su zapatilla de ballet.Las funciones de Don Quijote, en versión de Silvia Bazilis y Raúl Candal, por el Ballet Estable del Teatro Colón que dirige Julio Bocca, comenzaron hace una semana y continúan hasta el domingo. Anoche "jugó Nela", pero hoy lo harán Jiva Velázquez y Camila Bocca, mientras que en la función del sábado el Colón recibirá a otra bailarina argentina invitada, María Celeste Losa, solista de la Scala de Milán, que bailará con el brasileño David Motta Soares, figura del Ballet Estatal de Berlín.
El poema de José Hernández es resignificado en una propuesta sonora y performática en el CETC. La obra, basada en el experimento borgeano de Pablo Katchadjian transformar la historia en pura sonoridad. La actriz María Inés Aldaburu y Martín Bauer, a cargo de la puesta, indagan en las posibilidades de este texto canónico.
El tenor francés ofreció una actuación y un repertorio exquisitos, dentro del ciclo "Grandes intérpretes".Lo acompañó con solidez y muy buen gusto la pianista Carrie-Ann Matheson.
Es una de las obras más populares del repertorio académico.Esta versión fue creada hace poco más de diez años por Silvia Bazilis y Raúl Candal para el Ballet del SODRE de Montevideo.
Hace más de 30 años bailaron juntos por primera vez y siempre fueron considerados como uno de los mejores duetos de la danza argentina.Ahora, por invitación de Julio Bocca, este jueves 24 de julio se harán cargo de la puesta del célebre ballet.
Con coreografía de Silvia Bazilis y Raúl Candal, el Ballet Estable del Teatro Colón muestra una nueva versión con la participación estelar de Marianela Núñez y Celeste Losa. Leer más
El retiro de las estatuas de Fidel Castro y "Che" Guevara en CDMX reavivó el debate sobre el destino de varios monumentos.
Una actividad imperdible para descubrir los oficios ocultos del teatro más emblemático del país.La experiencia permite recorrer los talleres donde nacen los trajes, pelucas y decorados.
Será el lunes 18 de agosto a las 20 bajo la dirección de Andrea Marcon Giammaria. La orquesta está integrada por músicos argentinos de primer nivel y que hoy forman parte de otros conjuntos de renombre nacional e internacional. Leer más
Luis Miguel "Pulga" Rodríguez fue fundamental en su vuelta a Colón para que el "Sabalero" vuelva al triunfo tras cinco derrotas seguidas.
Organizado por la plataforma Olga y con fines solidarios, el concierto reunió a Pedro Aznar, Soledad, Nahuel Pennisi, Jairo y más, con el sentido recuerdo de Mercedes Sosa en las pantallas.
El canal de streaming realizó un homenaje con artistas de todos los géneros, desde Jairo a Cazzu, pasando por Lerner y Ángela Torres, entre otros.Gran noche de música y anécdotas, en una velada comandada por Migue Granados.El cierre fue con Pedro Aznar.
Gino Ansaloni, hijo del legislador de La Libertad Avanza Pablo Ansaloni, quedó detenido por su presunta participación en la brutal golpiza a un adolescente en Colón. Otro de los acusados permanece prófugo.
Restauraciones emblemáticas y desarrollos integrales en destinos estratégicos revelan la impronta de Fontenla, que fusiona técnicas tradicionales con lenguajes contemporáneos
Billy Budd. Ópera de Benjamin Britten. Dirección musical: Erik Nielsen. Dirección de escena: Marcelo Lombardero. Diseño de escenografía: Diego Siliano. Diseño de vestuario: Luciana Gutman. Reparto: Toby Spence (Capitán Edward Vere); Sean Michael Plumb (Billy Budd), Hernán Iturralde (John Claggart), Felipe Carelli (Mr. Red Burn), Fernando Radó (Mr. Flint), Francisco Salgado Bustamante (Teniente Ratcliffe), Pablo Urban (Red Whiskers), Sebastián Angulegui (Donald), Leonardo Estévez (Dansker). Orquesta y Coro Estable del Teatro Colón. En el Teatro Colón. Nuestra opinión: muy buena.En 1927, mucho antes de convertirse -junto con Eric Crozier- en el libretista de Billy Budd (1951), E. M. Forster se había ocupado ya de la novela de Herman Melville de la que parte la ópera en su ensayo Aspects of the Novel. Constataba allí Forster que, en la ficción, el mal tuvo casi siempre una representación endeble y exterior, como si se hubiera limitado a la mala conducta, a la mera falta, y rehuyera la niebla del misterio. Nada de esto pasa según Forster en Billy Budd, porque para Melville el mal no es recurso para tensar una trama, sino una fuerza que se encarna. Resulta entonces que Billy Budd -el personaje- "está habitado por una bondad de una incandescencia agresiva que no podría existir sin el mal destinado a consumirlo". No es que él sea de por sí agresivo; lo que irrita es más bien la luz que hay en él. No hay explicación alguna para el comportamiento avieso de Claggart y, sin embargo, ese comportamiento no posee la arbitrariedad del acto gratuito. En cierto modo, Claggart es el único del barco Bellipotent (el indomable) que estaba en condiciones de percibir intelectualmente la excepcionalidad moral de Billy Budd y, una vez percibida, dispuesto a destruirlo. Que esa destrucción sea posible se explica por la imperfección del bien que el capitán Edward Fairfax Vere declara al principio. La inocencia trastorna la vista de Billy Budd, lo ciega. La puesta de Marcelo Lombardero para el estreno de Billy Budd de Benjamin Britten en el Teatro Colón se inicia con esta visión distorsionada: los reflejos en el agua, que pueden ser los de la superficie del mar a la noche, o también la luz que cala de día la oscuridad del agua. En verdad, todas las resoluciones se derivan del modo en que se entienda el misterio que señalaba Forster. Lombardero, muy sagazmente, no se desentiende de la determinación histórica de la trama -el barco de la armada inglesa en guerra con Francia en 1797 sobre el fondo de la reciente Revolución- porque los personajes actúan en el tiempo, aun cuando lo que actúe en ellos no pertenezca a ningún tiempo en particular, sino a todo tiempo. La escenografía de Diego Siliano y el vestuario de Luciana Gutman ofrecieron una formidable estilización de época. Escena y vocesOtro problema de Billy Budd es el dinamismo; es un problema que se despliega en varios planos. El primero es de la escena. Lombardero dosificó la agilidad de los marineros en cubierta, lo que deparó por momentos cierta inmovilidad; sin embargo, esta inmovilidad es el correlato de esa otra invariante del bien y el mal. El otro plano es el de las voces. Todos los personajes de Billy Budd y especialmente los tres principales, el capitán Vere, Claggart y el propio Budd, casi no tienen espesor propio y, a pesar de eso, debe parecer que lo tienen para que la lucha entre ellos no sea una disputa meramente abstracta, porque el drama de novela de Melville y de la ópera es que lo que ocurre le pasa a hombres de carne y hueso. El tenor Toby Spence es un experimentadísimo Vere; tal vez su voz no haya tenido el mayor poderío, pero tuvo a cambio una nobleza irrevocable, aun en pasajes más torturados, como si aun en el dilema cantara él en la eternidad. Extraordinario fue el Billy del barítono Sean Michael Plumb, perplejo y seguro a la vez, de timbre satinado, se diría; en "Look! Through the port comes the moon-shine astray!", su preciosa aria del final, fue indecidible dónde terminaba la resignación y empezaba la esperanza. Hernán Iturralde, por su lado, compuso un Claggart sólido y siempre inquietante, aunque se extrañó alguna sinuosidad en el personaje. Se lució también Leonardo Estévez como Dansker, sobre todo en sus dúos con Plumb, lo mismo que Gonzalo Araya como Squeak. Una vez más, fueron protagonistas el Coro Estable, dirigido por Miguel Martínez, y el Coro de niños (hay que destacar a Joaquín José Cestari como el Grumete), a cargo de Helena Cánepa. La partitura de Britten está colmada de reflejos y de recovecos tímbricos y armónicos, como si la orquesta se hiciera cargo de ese resto de ambigüedad que apenas puede insinuarse en las voces. Nada se le escapó al director Erik Nielsen, que logró un rendimiento fuera de serie de la Orquesta Estable, con un detallismo camarístico. Es curioso lo que pasa con Billy Budd: a medida que la trama progresa y aun después de que Budd es condenado a muerte, la música se vuelve crecientemente cadencial, hasta llegar a esos acordes aislados y estáticos en modo mayor. La contradicción es aparente. Los reflejos en el agua son engañosos; decía el apóstol en carta a los corintios: "Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara". La orquesta de Britten llega antes a esa visión.
El encuentro entre Colón, de Santa Fe, y Mitre, de Santiago del Estero, correspondiente a la fecha 20 de la Primera Nacional, debió suspenderse en la noche del lunes, a falta de once minutos para el final, por los incidentes que protagonizaron los hinchas sabaleros, con intentos de romper sectores de las tribunas para avanzar hacia el campo y el lanzamiento de proyectiles que activó la consecuente represión de la policía para dispersarlos y vaciar el Cementerio de los Elefantes. Los santafesinos se hunden en una mala campaña, y el hincha no tolera un año más en la segunda categoría.Una imagen más del fútbol argentino; una imagen más lamentable que la anterior, pero menos que la que seguramente dejará posteriormente algún otro contexto en otro estadio, en tiempos en los que se empezaban a retomar las pruebas para el regreso de la parcialidad visitante: en la Argentina se sigue sin poder jugar apenas con los hinchas locales, esos que, se supone, cuidarán su casa. Pero no. Colón es un grande del interior al que le tocó descender y aún no despierta tras ya haber transcurrido un año en la segunda división, por lo que su gente acciona y es protagonista de una secuencia vergonzosa.LAMENTABLE: ASÍ SE RETIRARON LOS JUGADORES DE COLÓN DEL CAMPO DE JUEGOCubiertos por la policía, los futbolistas del Sabalero se salieron del Cementerio de los Elefantes mientras los fanáticos arrojaban todo tipo de objetos. #NacionalEnTyCSports pic.twitter.com/lQEuaidV5e— TyC Sports (@TyCSports) July 1, 2025Cada encuentro es una final en un contexto de temor para el "Sabalero", ya que, lejos de estar cerca de volver a la máxima categoría, no para de mirar la tabla de abajo, con la posibilidad de un nuevo retroceso. Los santiagueños pusieron el 1-0 a los 27 minutos del segundo tiempo, causando la desesperación de los fanáticos rojinegros: el equipo tiene 21 puntos (ganó seis partidos de 19) y está a once puntos de Defensores Unidos, de Zárate, el último que estaría descendiendo desde la zona B.Por eso, siete minutos después del gol de Cristian Díaz el encuentro se interrumpió. Hinchas tapados iniciaron el caos, con patadas a los portones y alambrados para romperlos y avanzar hacia el campo, una acción que obligó como primera medida a aislar a los jugadores de Mitre que calentaban fuera del campo de juego. Es que, además, caían piedras, botellas de plástico y vidrio y todo objeto que estuviera al alcance y pudiera llegar a lastimar a los policías, que ya estaban intercediendo.INCIDENTES ENTRE LOS HINCHAS DE COLÓN Y LA POLICÍA Tras la suspensión del encuentro ante #Mitre, las fuerzas de seguridad decidieron desalojar a los fanáticos locales de las tribunas disparando balas de goma, luego de que agredieran a los jugadores del Sabalero. pic.twitter.com/Kr8LhYFIP7— TyC Sports (@TyCSports) July 1, 2025El comienzo de la respuesta fue con gas pimienta. El árbitro Felipe Viola tuvo la decisión clara apenas revisó la post interrupción inicial, algo para destacar en tiempos en los que -muchas veces- los árbitros optan por tomarse mucho tiempo sin sentido. Lo expuso el diálogo que forzó el desacuerdo de Emanuel Gigliotti, futbolista del club santafesino. Indignado, el delantero pedía seguir ya que, con el correr de los minutos, veía que algunos sectores estaban calmados.La contestación fue firme en todo momento: "Esto no puede reanudarse, vamos a terminar lastimados. Ustedes, ellos (señalando un futbolista de Mitre) o nosotros. Este partido terminó a los 34 minutos. Tenemos la indicación de la Seguridad. Entendé la situación: hay botellas de vidrio por todos lados, no tiene sentido, es por lógica. Terminó acá". Mientras, Gigliotti avisaba: "Bueno, ahora fijate cómo hacés porque se va a armar más quilombo".LAMENTABLE: ASÍ SE RETIRARON LOS JUGADORES DE COLÓN DEL CAMPO DE JUEGOCubiertos por la policía, los futbolistas del Sabalero se salieron del Cementerio de los Elefantes mientras los fanáticos arrojaban todo tipo de objetos. #NacionalEnTyCSports pic.twitter.com/lQEuaidV5e— TyC Sports (@TyCSports) July 1, 2025No le faltaba razón a Gigliotti, pero la mejor conclusión fue la del juez. Porque los futbolistas de Colón no pudieron irse en paz al túnel. ¿Qué importaba el resultado, los 11 minutos por jugarse o que Mitre podría quedarse un día más en Santa Fe para jugar ese tiempo restante? Cuando se dirigieron, desde la platea cayeron infinidad de piedras y tuvieron que retroceder, por más que ya tenían armado un cordón policial con escudos para resguardarlos. Hasta una baldosa terminó dentro de la cancha. Si se generan las garantías de seguridad, el cotejo podría continuar este martes cerca del mediodía; obviamente, a puertas cerradas.La locura en las tribunas fue tal que obligó a la Seguridad a efectuar disparos con balas de goma antes de retirar al grupo de futbolistas. Se vio como uno de los oficiales filtró su arma por uno de los agujeros del alambrado, con el fin de espantar a todos los violentos de la popular que esperaban detrás de la salida. Luego, una fila de uniformados ingresó a la misma, intentando sacar por completo a los hinchas. Una imagen de terror.¿Qué tuvieron que hacer los jugadores? Ser pacientes y retirarse lentamente. Aquel pasillo de seguridad que le habían armado sobre el campo debió acercarse a los futbolistas de Colón para trasladarlos de a grupos pequeños. Fueron y vinieron. Los que quisieron irse al vestuario por su cuenta, tuvieron que volver ante la lluvia de piedras de sus propios hinchas. Una imagen lamentable, triste, sin demasiadas esperanzas a futuro. Con el clásico "¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!" de fondo.
A los 28 minutos del segundo tiempo Cristian Díaz anotó para la visita y estalló la violencia en el Brigadier López. El árbitro Felipe Viola primer interrumpió el encuentro y luego lo suspendió definitivamente.El Sabalero sacó 7 de los últimos 36 puntos.
No es novedad el hecho de que las empresas cada vez más estén eligiendo instalar sus oficinas en el norte de la Ciudad de Buenos Aires, dejando de lado el clásico Catalinas, que se mantuvo durante años en el podio de las zonas más buscadas para albergar espacios corporativos. Sin embargo, hay quienes se animan a desafiar la actual tendencia e ir contracorriente; entre ellos, se encuentra un icónico edificio ubicado en la esquina de las avenidas Del Libertador y Callao, en el límite entre Recoleta y Retiro que, unas semanas atrás, LA NACION dio a conocer que se restaurará para convertirse en un espacio de oficinas boutique conservando la construcción original de 1928 pero que responda a las necesidades actuales. Y, recientemente, un inmueble más se sumó a la apuesta por el microcentro porteño: se trata de un petit hotel, una joya arquitectónica ubicada a metros del emblemático Kavanagh, que fue propiedad de un famoso arquitecto argentino, cuenta con más de 100 años, y fue adquirido por una empresa de cosmética para destinarlo a un único propósito: instalar ahí las oficinas de su compañía. Cómo son las casas cápsula que llegaron desde China y se venden en Nordelta para instalar en todo el paísEfectivamente, el 25 de marzo de este año la marca Biferdil -compañía argentina de cosmética capilar, con 46 años de trayectoria en el mercado nacional e internacional y sede en la Ciudad de Buenos Aires- cerró la operación de compra de este histórico edificio ubicado en San Martín al 1137. Aunque prefirieron no dar detalles de los números de la operación, aseguraron que el monto fue menor a US$10 millones. El inmueble de estilo academicista francés suma un total de 2300 m², divididos en siete niveles (teniendo en cuenta el subsuelo, la planta baja y un entrepiso) y se encuentra en muy buen estado de conservación. "En rasgos generales, la estructura está muy bien, aunque haremos un trabajo de restauración para poner en valor el inmueble. El exterior quedará igual y el interior se adaptará para el nuevo fin del edificio: las oficinas de la empresa y la instalación de un micro laboratorio. Por lo pronto, nosotros ya nos mudamos, para ir habituándonos al lugar", reveló Martín Saitta, director general de Biferdil en Argentina, a LA NACION. Detalló que están en diálogo con tres estudios de arquitectura para analizar y concretar cómo llevarán adelante este trabajo, para el cual todavía no tienen fecha de finalización. Uno de los detalles más intrigantes del inmueble es que fue construido por el renombrado arquitecto Julio Dormal, conocido por haber finalizado las obras del Teatro Colón. El petit hotel, que data de principios del siglo XX, fue su residencia personal. Posteriormente, en la década de 1940 la casa fue adquirida por un conglomerado de empresas fabricantes de cemento, entre las que figuraba Loma Negra, la compañía del conocido empresario argentino Alfredo Fortabat. Decidieron destinar la propiedad al Instituto del Cemento Portland Argentino (ICPA), que funcionó ahí hasta hace unos meses. Con el tiempo, dieron también lugar a la instalación de otras compañías que fueron tomando espacios del edificio para colocar ahí sus oficinas. Paredes llenas de historiaEsta joya arquitectónica, que fue catalogada como patrimonio histórico, tiene muchos años de vida, al punto que aún no existía el Kavanagh cuando se terminó de construir. El academicismo francés que lo caracteriza se lee en las simetrías de la fachada y en los pequeños balcones que se vislumbran en ella, típicos de ese país. Resaltan también en el exterior unas columnas dóricas que completan el frente. Aunque los antiguos propietarios hicieron algunas modificaciones para adaptar el inmueble a la función que le otorgaron, son muchos los elementos que se conservan originales: la puerta de entrada abre hacia un pasillo con piso de mármol, lugar por donde antes ingresaban los carruajes. Luego de caminar por esa zona, una puerta de roble y vidrio, con un barrote dorado que se conserva original, permite ingresar a la casa. Barrio por barrio: cuál es el precio de una cochera para alquilar en CABAEnseguida se vislumbra una escalera de mármol, con un pasamanos de un diseño muy elaborado, hecho en hierro y bronce. Por detrás, resaltan unos vitreaux que permanecen también desde los inicios del edificio, para los cuales están rastreando quién puede llevar adelante el trabajo de restauración. Antes de subir al primer piso, en el hueco de la escalera se levanta una estatua original de los primeros años de la construcción, que imita al "Discóbolo de Mirón", famosa escultura griega que representa a un atleta en el momento previo a lanzar un disco. Las huellas del arquitecto Dormal se ven en varios elementos, que guardan semejanza con el Teatro Colón: se vislumbra un parecido en el estilo de las columnas del coliseo porteño, que tienen una base de bronce y en la parte superior estuco veneciano que las recubre. El comedor es una pieza imperdible, que hoy usan como sala de reuniones, pero se conserva tal cual como se construyó en sus orígenes. Las paredes están elegantemente decoradas con boiserie hecha por un artista veneciano, madera trabajada que recubre los muros y contrasta con el techo blanco, algo que se utilizaba en las casas de más alto nivel de la época. La decoración no se deja al azar en ningún rincón de la casa y los techos de todos los espacios también están adornados, en su caso con molduras. El piso es otro elemento que destaca que, según arquitectos que han visitado la propiedad estiman que está hecho de una combinación de Roble de Eslavonia y francés. Son imperdibles los detalles de bronce en puertas, paredes y varios rincones. Muchas lámparas del inmueble también se conservan originales, aunque en su momento se usaban a gas y hoy son eléctricas. En el segundo piso funcionaba antiguamente un salón de baile, una biblioteca y un espacio auxiliar de cocina. A partir del tercer piso, ya se encontraba la zona privada de la casa, donde se concentraban los dormitorios para los dueños de la propiedad y para el personal de servicio. De hecho se conecta por una escalera secundaria, ya que la principal llega solo hasta el segundo piso; también por un ascensor, que fue de los primeros de la época.Una zona en transformaciónSaitta reconoce que muchos edificios corporativos se están mudando a la zona de Núñez y Belgrano, pero explica que "nosotros estábamos en la busca de un lugar con historia y con este edificio queremos conservar el patrimonio histórico de la zona; los dueños de Biferdil tienen esa vocación de preservación". Destaca también los puntos a favor de la ubicación del lugar: el pulmón verde que otorga la Plaza San Martín que está ubicada en frente, la cercanía con muchas redes de subterráneos y de trenes, y con el Río de La Plata. "Es una zona que está viviendo una serie de cambios vinculados al desarrollo inmobiliario y otras medidas que le van a dar un impacto a la zona que ojalá implique la recuperación de la gloria que supo tener a principios del siglo XX", es contundente Saitta.Efectivamente, se trata de un lugar que se encuentra despertando de un letargo. La Plaza San Martín es una de las zonas que históricamente alojó a los edificios más codiciados de Recoleta; durante la pandemia, atravesó un duro golpe, pero hoy vuelve a decir presente en el radar de los inversores. Pampita mostró el interior de su exclusiva casa de Barrio ParqueEntre los lugares emblemáticos, de hecho, se encuentran edificios en proceso de revitalización, como el reconocido Plaza Hotel, en el que se desembolsarán US$150 millones para hacer una puesta en valor. Ubicado en una icónica esquina de la ciudad de Buenos Aires, el edificio fue levantado en 1909 por el empresario Ernesto Tornquist, con un estilo academicista francés, y hoy están haciendo un trabajo de renovación que combinará hotelería con unidades residenciales y propuestas gastronómicas. "Respetar al 1000% la identidad del edificio; que la gente lo visite y encuentre un ámbito reconocido", así define el trabajo que están haciendo en el lugar Andrés Kalwill, director del Grupo Alvear, la empresa que desarrolla esta puesta en valor, junto con el estudio de arquitectura BMA.No pasa desapercibido para los inversores el remate de un terreno en una ubicación estratégica que, junto a otros emprendimientos, podría impulsar el proceso de reconversión del lugar. Efectivamente, la ABBE subastará un terreno ubicado en Juncal al 724, entre Basavilbaso y Esmeralda, el próximo 8 de agosto, con un precio base de US$11.772.512,10. Se trata de un lote que cuenta con varias propiedades, que funcionan como estacionamientos y depósitos, que suman 2090 m² totales. "Los terrenos son el puntapié para construir un proyecto que modernice y jerarquice una zona. Es decir, si se construyen propiedades de calidad, termina generando un aumento de valor en las zonas aledañas", asegura Martín Boquete, director de Toribio Achával. "La subasta del terreno en Juncal y Basavilbaso representa una oportunidad significativa para el desarrollo inmobiliario en un lugar con gran valor patrimonial y potencial de revalorización", coincide el arquitecto Jonathan Balbis, gerente en desarrollos de Spazios, la desarrolladora que cuenta con 190.000 m² desarrollados en CABA y en el corredor oeste.Otras de las construcciones icónicas que rodean la zona son el Kavanagh, declarado Patrimonio Mundial de la Arquitectura Moderna por la UNESCO, el Palacio Paz del Círculo Militar y su reciente anexo construido. No quedan atrás el Palacio Anchorena, sede del ceremonial del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el Edificio Plaza San Martín, entre otros. Además, a metros del lugar, también se emplaza el Palacio Estrugamou y la elegante calle Arroyo, repleta de galerías de arte, tiendas de diseño, restaurantes, bares premiados, embajadas y el hotel de cinco estrellas de la cadena española Único Hotels.Por último, otro proyecto que revitaliza la zona y enciende las esperanzas de un renacer del lugar se encuentra a 200 metros de Plaza San Martín, cerca de las torres Bellini. Spot Studios es un emprendimiento de usos mixtos, que cuenta con 14 pisos y ofrece unidades de vivienda propia, de renta temporaria (que forman parte de un pull de rentas) y de oficinas. "La zona cuenta con edificios que se han reconvertido para Airbnb. Es uno de los lugares con los hoteles más reconocidos, como el Sheraton", concluye Carlos Medina, gerente comercial de Red, la desarrolladora que llevó adelante la construcción.