Después de muchos años, Santiago "Chano" Moreno Charpentier volvió a dar una entrevista. El jueves 18 de diciembre fue el invitado especial de Otro día perdido (eltrece) y tuvo un mano a mano con Mario Pergolini en el que habló de todo, desde su situación sentimental - que incluyó la confirmación de que está de pareja - hasta el regreso de Tan Biónica. Incluso compartió un momento especial con su hermano Gonzalo "Bambi" Moreno Charpentier y juntos interpretaron "Obsesionario en La mayor" y "Tus cosas". El músico se mostró honesto y dispuesto a sincerarse. Fue en ese contexto que reflexionó, a corazón abierto, sobre sus adicciones. "Nadie me dijo todo el daño que iba a provocar", reconoció."Valoro mucho que la gente me quiera", reflexionó Moreno Charpentier y continuó."Y aparte no solo me quieren y no solo se me acercan fans de Tan Biónica, sino gente que me dice: 'Che, que bueno que estés bien, hace tiempo que te vemos bien'. Se preocupan por ver cómo estoy, me preguntan por mí, por mi familia". "Eso es cariño", intervino Pergolini. "No siempre se le perdona a todo todas las patinadas, incluso en la familia es difícil que te perdonen. Ahí está el amor. Indudablemente, les estarás dando algo que aun en todo el quilombo sigue siendo sincero", agregó el conductor."Cuando vos me decías esto del cariño de la gente, yo recién pensaba que tal vez hice todo lo posible para que eso no pase", reconoció el cantante. En este sentido, advirtió que muchas veces se mostró soberbio y dejó ver una cara que realmente no era la suya: "No me voy a elogiar, pero sé que soy una persona común, como todas, de una familia. Valoro eso, la educación que me dieron mis padres. Por momentos tuve mis picos de popularidad y de locura motorizados por problemas de adicción".Chano reconoció que en un principio sintió mucha culpa por el daño que hizo. "Después empecé a entender que yo no tenía que sentir culpa porque cuando empecé a probar sustancias y cosas así, nadie me dijo todo el daño que yo iba a provocar. No me dijo 'che, probá esto que tu vida se va a convertir en algo ingobernable, que vas a lastimar a tu madre, a tus hermanos, a tu familia. Yo no sabía eso. Después obviamente lo terminé haciendo", se sinceró.Honesto y vulnerable, como pocas veces se lo vio, el líder de Tan Biónica hizo una reflexión sobre su presente tras los duros momentos que vivió: "Ahora sé que tengo la responsabilidad de ser una mejor persona. ¿Por qué?, porque tengo las herramientas". Estas palabras hicieron que en el estudio se hicieran eco los aplausos.Tras grabar el programa, el cantante hizo un posteo en Instagram en el que reflexionó sobre su regreso a la televisión. "Después de muchos años sin hacer una entrevista, tuve el lujo de ser entrevistado por el querido Mario Pergolini. La compañía de Bambi, una canción con una banda tremenda y por supuesto la genialidad de Agustín "Soy Rada" Aristarán y Laila Roth. El cariño que recibí de la tribuna no me lo olvido más. Y lo mejor de todo fue verlos a ustedes a la salida bancándonos, esperándonos y dando el amor de siempre. Hicimos lo posible por saludarlos, pero estaba complicado. Gracias", cerró. El público tendrá una nueva oportunidad para verlo en vivo el próximo año. Tan Biónica tocará en el estadio de Vélez el 27, 28 y 29 de marzo y el 11 de abril en el estadio del Club Atlético de Santa Fe, donde presentará su nuevo álbum, El regreso.
A los 44 años, Santiago "Chano" Moreno Charpentier vive un muy buen presente. Acaba de lanzar El regreso, el nuevo disco de Tan Biónica, y el próximo año volverá a los escenarios con la banda. Pero hay algo más: su corazón también está muy contento. Durante una entrevista -la primera en muchos años- con Mario Pergolini en Otro día perdido (eltrece), el cantante reveló que está de novio con una joven de extremo bajo perfil. La definió como el amor de su vida y la persona que lo salvó en su momento más difícil. ¿Cómo se llama? Tamara Bianchi."¿Estás en pareja actualmente?", le preguntó Pergolini y él no lo dudó: "Estoy en pareja, muy feliz". Comentó que están juntos desde hace tres o cuatro años, pero no tienen planes de casamiento porque no son de ese estilo. "Estoy enamorado, pero no me pasó más eso de del 'amor adolescente', de las mariposas en la panza. Para mí eso es parte de la adolescencia, de otras cosas, de otro momento. Yo ahora fui construyendo un amor con esta persona, que se llama Tami, y es una persona que me hace muy feliz", reflexionó. Charpentier se animó a hablar a corazón abierto sobre esta relación, pero siempre preservando la intimidad que construyeron como pareja desde el primer momento. "Salvó mi vida en una situación que no vale la pena contar. Yo siento que Dios me la puso ahí. Es ella. Al principio sentí que era la persona que me puso el destino. No es que yo me enamoré perdidamente y dije: 'Esta es la mujer de mi vida'. No, sentí que alguien la puso ahí. Empecé a conocerla, a quererla y darme cuenta de la mujer increíble que es y que es el amor de mi vida", reconoció. Su honestidad y su declaración de amor hicieron que en el estudio se hicieran eco los aplausos.El músico remarcó que su pareja tiene un bajo perfil y que nadie le conoce la cara porque ellos así lo decidieron. Explicó que preservar su intimidad fue algo que aprendió con los años, puesto que tuvo varias parejas mediáticas. Cabe recordar que en el pasado tuvo romances con Juana Viale, Celeste Cid y Militta Bora. Además, remarcó que ninguno de los dos siente la necesidad de tener intercambios públicos en las redes para evidenciar su relación. "Con ella no pasa nada de eso. No le importa nada de eso, no quiere tener un protagonismo de nada", enfatizó. Se sabe muy poco sobre Tamara Bianchi. Tal y como dijo el cantante, tiene un perfil extremadamente bajo y su vida transcurre lejos del ojo público. En enero de 2023, la revista ¡Hola! Argentina los encontró juntos en un día de playa en José Ignacio, en Uruguay. Las cámaras los captaron mientras paseaban juntos, se relajaban frente al mar y disfrutaban de su mutua compañía. Sin embargo, a pesar de su cercanía, en aquel entonces desde el entorno de él advirtieron que seguía soltero. No obstante, las nuevas revelaciones del músico dieron cuenta de que, en aquel momento, ya estaban de novios.
En Infobae en Vivo, la directora del Grupo Familia Esperanza y madre del músico Chano, remarcó la necesidad de políticas públicas, empatía y redes de apoyo para quienes atraviesan esta situación
Álbum: El regreso. Artista: Tan Biónica. Temas: "El alma en el camino", "Tus cosas" (ft. Patricio Sardelli), "El problema del amor", "Mi vida" (ft. Andrés Calamaro), "En mi mundo", "Mil días", "X=4â?³, "Santa María", "Boquitas pintadas" (ft. Nicki Nicole), "La invención" Edición: Dale Play. Nuestra opinión: bueno.A Tan Biónica solo le falta patentar el 4 de noviembre (si no lo ha hecho ya). La fecha, sin una referencia aparente, quedó grabada en la memoria de los fans y como hay obsesiones que no se abandonan, puede ser el día y el mes, de cualquier año, para todo tipo de acontecimiento. Para dar un concierto en un estadio o lanzar un nuevo disco. Se ha dicho que para la (única y última) "noche mágica" pensada como despedida de Tan Biónica de los escenarios (porque según los músicos el grupo no había tenido una despedida formal) se había intentado agendar en esa fecha un concierto en Vélez. No pudo ser. Pero como la despedida (en 2023) terminó convertida en una gran gira de shows, hubo tiempo para programar un recital grande, justo el 4 de noviembre (fue el tercero, de una lista larga, y se realizó, cosa curiosa, en el Único de La Plata). Ahora, dos años después, es momento para la salida de un nuevo disco, por supuesto, ese mismo día. Aquí está, se llama El regreso, trae nueve canciones y tres colaboraciones especiales que el grupo había adelantado semanas atrás; son las voces de Andrés Calamaro, Nicki Nicole y Patricio Sardelli, de la banda Airbag. Y más allá del mensaje cifrado que sus fans rápidamente entendieron (en el video de una de las canciones el cantante Chano Moreno Charpentier aparece con un bastón que es una referencia al periodista Jorge Lanata, fallecido a fines de 2024), el grupo no parece tener intenciones de jugar a las escondidas con este álbum. Lo bautizaron El regreso. Y punto. Porque, aunque los músicos decidan dejar de tocar mañana, pasado o el año que viene, luego de casi cuarenta actuaciones (entre octubre de 2023 y marzo de 2025, la mayoría en estadios de Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile Perú y España) este álbum representa otra manera de regresar, tras una década sin registros de estudio.Lo que suena es música pop, con esos acordes y melodías que a lo largo de las décadas se han escuchado cientos de veces pero que se resetean y actualizan cuando un compositor o un cantante (si esto se da en una misma persona, mucho mejor) impone sus señas particulares. Esto es, ni más ni menos, lo que Chano ha logrado hacer. Sabe lo que su público quiere escuchar y de la manera en que lo quiere escuchar, sin necesidad de ofrecer una pose. Le sale así, natural. Y así como le sale está bien para moldear canciones de llegada directa. Su manera de "decir" caló fuerte en parte de una generación que atravesó su adolescencia y su juventud con sus versos. Los mojones que se pueden marcar en su vida privada fueron, en los últimos años, lo suficientemente relevantes como para poner la lupa en cada verso de este disco y ver qué tanto de todo aquello puede estar reflejado en estas canciones. Aun así, quien no tenga idea de todo ese historial personal del músico puede llegar a las mismas conclusiones, más allá de cualquier conexión con la vida real. Un egotrip de diez tracks en los que la vida se cuenta en primera persona, y donde en ciertas canciones aparece la nostalgia por un amor de otro tiempo (tema universal de la canción popular) y la estampa del perdedor (esa que siempre garpa en los anaqueles de la música).En ese sentido, el álbum se resuelve en las primeras cuatro canciones. Esa primera tanda es una buena síntesis. Con todos los recursos que Chano puede tener guardados en la manga. La palabra "eficacia" quizá no sea la más apta para una canción de desamor, pero en la gramática de Charpentier, funciona perfectamente, en frases del tipo: "Amo la eficacia de mi autoengaño/ O mi locura que no hace sufrir (...) Estoy desactivando mil bombas / Y estoy harto de sentir así".Tampoco faltan los juegos de palabras. "Ando malherido, con el ego deprimido, ando loco y dolorido como ayer. Siempre tan fanático y errático, con L de lunático, y en realidad no sé cómo voy a hacer para poder ver", entona en "El problema del amor". Y más adelante: "Vi cómo dolía el dolor natural / Mi yo fantasma más sentimental / Imposible va a llover, como sea va a doler;/ En mi mundo siempre va a llover", dice en el laberinto de "En mi mundo".Lo que sigue es una puerta que se abre a otros matices. El regreso es un disco nuevo, pero absolutamente conectado con el que el combo grabó hace una década. En ese sentido, hay cierta atemporalidad. Este tiene momentos de un sonido pequeño, donde sobresalen las cuerdas de una guitarra, y otros como paredes sonoras (escuela que forjaron los ingleses, desde The Beatles en adelante) incluso apoyadas patrones rítmicos casi bailables. Por esas aguas navega el estreno de Tan Biónica, que sigue siendo absolutamente fiel a sí misma.
Marina tiene tres hijos. A los 19 años, con su primer marido, tuvo a Santiago "Chano" Moreno Charpentier, conocido popularmente por ser el líder de Tan Biónica; dos años más tarde nació Gonzalo, o "Bambi", como todos lo nombran dentro y fuera de la banda que comparte con su hermano; y por último llegó Samanta, la menor y única que vive en el exterior. En 2021, un disparo que casi le cuesta la vida a Chano, puso a Marina en el centro de un debate que continúa vigente: ¿hasta dónde puede intervenir el familiar de un adicto para pedir ayuda? Ella asume que acompañar la adicción de un hijo es "un camino muy largo", y que falta revisar "muchas trabas impuestas por una ley que no se ajusta a lo que pasa en la vida real", dice Marina en conversación con LA NACION."Chano safó y desde hace tres años está limpio, pero no hay que olvidar que la adicción es una enfermedad que requiere de atención y acompañamiento durante toda la vida", afirma.En poco tiempo, se convirtió en referente para cientos de familias de personas con adicción que buscan una respuesta que no encuentran en el sistema de salud. Admite que en su caso tuvo "suerte", ya que en las distintas internaciones de Chano nunca tuvo que obligarlo, incluso en los peores momentos, como en el dramático episodio en el que recibió un disparo en el medio de una crisis psiquiátrica. Cuenta que su hijo finalmente aceptó un tratamiento por adicciones al salir de terapia intensiva. Pero insiste en que ella tuvo "suerte" porque "tenía recursos y conocía a profesionales que estaban a la altura", pero que conoce a "miles de madres con hijos adictos que no logran internarlos a tiempo, que tampoco obtienen turnos con profesionales que puedan brindarles orientación y un diagnóstico certero, ni centros comunitarios -dispuestos por la Ley de Salud Mental (26.657) como dispositivo de acompañamiento y sostén- que respondan a las necesidades de esas familias". Ser madre, en la piel de MarinaLa fundadora del grupo Familia Esperanza (FE), donde acompaña a familiares de personas que atraviesan adicciones, recuerda a su hijo mayor como "un adolescente con ideas desopilantes", que se destacaba por ser "muy creativo e inquieto", y que le gustaba diferenciarse del resto. "En general, Chano no se compraba ropa como hacía la mayoría, porque se aburría con lo que veía en las vidrieras: buscaba originalidad, por eso se dedicó a intervenir su ropa por un tiempo con colores y telas raras", relata."En el colegio se aburría -continúa-, estudiaba poco, pero como siempre aprobaba todo, la mayor parte del tiempo lo dedicaba a componer canciones y a tocar; desde ese momento decía que se iba a dedicar a la música".Cuando encontró por primera vez un cigarrillo de marihuana en su mesa de luz, Marina lo conversó enseguida y le dijo que era importante acercarse a un centro ambulatorio para que lo evaluaran. En ese momento, ella trabajaba con grupos de adictos y conocía centros a dónde acudir. El consumo de su hijo no parecía ser algo serio, más bien recreativo, le dijeron. Por eso asistieron durante algunas semanas y después continuaría con una terapia individual. Pero a los 19 años, el líder de Tan Biónica se fue a vivir solo y el "control" que creía tener su mamá se diluyó rápidamente. En una serie de encuentros, cuando ya no convivían, recuerda haber observado cambios en la conducta que la preocuparon. Pero Chano ya era mayor y todo se complejizaba. Luego de "mucho diálogo y perseverancia", cuenta que regresó a vivir con ella por un tiempo. Fueron a visitar a un psicólogo experto en adicciones y "ahí cayó la ficha". "Tu hijo es adicto y vos tenés que ir a los grupos de familiares de adictos porque sos codependiente", le dijo el experto. Sin dejar que pasaran demasiados días, los dos se acercaron a pedir ayuda a los grupos gratuitos de Narcóticos Anónimos (NA) y de Nar-Anon, que es para familiares de adictos.Toda adicción tiene una trama subterránea que se sostiene en el silencio, donde la vergüenza y el estigma social operan como grandes domesticadores: se calla para no ser señalado, por temor a perder un trabajo, una pareja, una familia, cuando en realidad, lo único que se pierde es la posibilidad de parar el sufrimiento que se intenta borrar con la droga.A pesar de ser licenciada en Trabajo Social, y haberse dedicado por décadas a trabajar con adicciones, Marina admite que todas las herramientas conocidas resultaban insuficientes. "Acompañar a Chano en su adicción implicó una tarea de revisión constante conmigo misma. Si bien me resultó fácil aceptar que mi hijo tenía una enfermedad, algo que en general se niega en un primer momento, me faltaba aprender a trabajar en mi propia historia y hacerme responsable de la parte que me tocaba". Hace terapia hace más de 35 años y, sin embargo, dice que no tiene del todo resuelto ciertos patrones de comportamiento."La enfermedad que convive con la adicción se llama codependencia, y si bien puedo decir que ya estoy recuperada gracias a mi terapia, siempre sigo atenta a que no se filtre ningún rasgo del pasado", remarca. Sobre este punto se extiende en un capítulo del libro No están locos, de Paola Vicenzi, en el que relata su historia: "Me identifico como una persona con dependencia emocional. En palabras fáciles, significa que he desarrollado relaciones afectivas de mucho apego. (â?¦) Este modo relacional no solo se aplica a las parejas, se replica en los hijos y es una de las características de las familias atravesadas por la enfermedad de la adicción. Antes de comprender esto sufrí mucho. Al nacer mi primer hijo, y acorde con mi personalidad, me convertí en una madre al ciento por ciento. Mi universo era la maternidad, me enamoré de ese niño con todo mi ser y le dediqué cada minuto de mi vida. Lo estimulé, lo sobreprotegí y le di todo sin saber que todo no es bueno: hay que medir, regular y también darse a uno mismo". Pasaron los años, y a pesar de todo el camino transitado, una madrugada tuvo que internarlo: "Chano me despertó pidiendo que lo lleve a una clínica porque no aguantaba más; en ese momento él tenía unos 23 años", revisa entre sus recuerdos. Estuvo en una clínica de adicciones internado durante ocho meses, y después otros tantos meses asistió a los grupos de manera ambulatoria. "Quedó limpio", dice. El cantante continuó con su vida hasta que una década después, cuando ya era conocido en todo el mundo por Tan Biónica, tuvo una recaída, y vez fue mucho más dura. "La adicción es una enfermedad crónica, progresiva y mortal: nunca sabés cuándo viene una recaída. Con la pandemia, la crisis de salud mental se agravó de la mano del aumento del consumo, porque lejos de disminuir la posibilidad de acceso a las sustancias, con el delivery de drogas se expandió y los profesionales no dieron abasto", analiza."En 2021, sin buscarlo, aparecí en los noticieros por una situación dramática que puso a mi hijo al borde de la muerte". En julio de ese año, Chano tuvo una crisis psiquiátrica en su domicilio como consecuencia del consumo. En un primer momento no quiso internarse y su madre llamó al SAME pidiendo ayuda, de acuerdo a los pasos que indica la ley. En estos casos, la ambulancia ingresa acompañada por efectivos policiales que siguen un protocolo que dicen qué hacer (y qué no), pero salió mal y Chano terminó en terapia intensiva luego de recibir un disparo de un policía que habría intentado defenderse. "El dolor es infinito, y solo quien lo vive sabe que tanto el que consume como el que quiere ayudarlo, sufren enormemente", afirma.Red de contenciónA Marina la empezaron a seguir otras madres y familiares de adictos que se vieron reflejados en su historia: "Algo está mal en la ley de Salud Mental si se considera que una persona enferma y en pleno acto de consumo tiene libertad para decidir si quiere o no internarse. Si quiere o no salvar su vida". En ese entonces, recuerda: "Me empezaron a escribir a mis redes sociales muchas familias que pasaban por lo mismo, rogando que saliera en los medios a contar la situación, porque se sentían atadas de pies y manos, viendo a sus hijos en consumo suicidarse en cuotas".Ante la consulta sobre qué se necesita para acompañar a un familiar con adicciones, Marina dice que "es fundamental contar con una red de profesionales que brinde un diagnóstico preciso", y resalta la importancia de tener "un Estado presente". Se lamenta, sin embargo, porque "las madres que hoy están buscando ayuda se encuentran con un sistema de salud desfinanciado, casi sin turnos, sin camas, y con una atención pública que, en la gran mayoría de casos, resulta insuficiente para cualquier tratamiento medianamente serio"."Por otro lado, tenemos una ley que no es acorde a las necesidades reales de nuestra sociedad", dice en referencia a la ley de Salud Mental, que tiene por espíritu vincular la salud mental con los derechos humanos. Esta ley fue impulsada por distintos organismos que buscaban reemplazar el modelo manicomial por uno de base comunitaria. La norma dice que la atención en salud mental deberá de ser gratuita, tendrá en el centro el respeto a la persona, a su autonomía para decidir sobre su tratamiento, a la confidencialidad y a la posibilidad de vivir en comunidad, priorizando la desinstitucionalización y los apoyos en el entorno habitual.Entre los puntos fuertemente cuestionados por Marina se encuentra el artículo 20, que, "imposibilita a las familias a internar a personas adictas sin su consentimiento", señala y cuestiona: "¿De qué libertad hablamos cuando se dice que una persona puede decidir si quiere o no internarse cuando justamente es el propio juicio el que está vulnerado y alterado por el consumo? Es muy raro que exista conciencia de enfermedad en un adicto, y que además quiera recibir ayuda sabiendo que en una internación tiene que dejar de consumir, va a recibir límites claros y va a tener que bancarse la abstinencia". ¿Cuáles son los signos de alarma frente a una posible situación de adicción? "Hay que estar atentos cuando hay cambios bruscos en el sueño, en la alimentación, en el manejo del dinero, o cuando el estado de ánimo varía constantemente y pasan de estar ansiosos o excitados, a estar deprimidos. Pero lo más importante, de acuerdo a mi experiencia, es seguir la intuición materna: confiar en que si algo te preocupa no hay que pasarlo por alto, y que siempre se puede consultar y asistir a grupos gratuitos como NA y Nar-Anon, entre otros. Pedir ayuda es la clave porque de una adicción no se puede salir solo", argumenta.Actualmente, coordina los grupos de Familia Esperanza (FE), que son gratuitos y están dirigidos a familiares de adictos, en el auditorio del Museo Larreta, en el barrio porteño de Belgrano. "Cada jueves se intercambian experiencias, se llora, se abraza, se permite ser vulnerable sin juzgar. Siempre digo a las madres y al resto de los familiares que se acercan, que acá tienen un espacio de contención, pero también de revisión, porque si no tratan su propia enfermedad de codependencia, sus hijos vuelven al mismo circuito enfermo, por eso se insisto en que el tratamiento es para toda la familia", concluye.
Un grupo de amigos soñó en grande y cumplió con todo: premios, discos de oro, estadios llenos. Chano, el líder de Tan Biónica se imaginó tocando en River cuando componía y trabajaba de mozo. Años después, lo hizo realidad. Su madre rememora su osadía de chico, sus ganas de ser diferente y su lucha contra las adicciones.¿De qué se hablaba en casa? ¿Fue Marina una mamá exigente? ¿Qué se le delegaba a Chano en su hogar? La crianza y más en este episodio del podcast, conducido por Violeta Santamarina y Emilia Frigerio.
El reality de cocina podría ser conducido por Wanda Nara.Los participantes con los que sueñan en Telefe.