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Fuente: Perfil
12/03/2025 10:00

Cómo es el Bombardier Global 5000, el avión de lujo con el que vino la "valijera"

Laura Arrieta, la mujer vinculada al gobierno de Milei y a la derecha norteamericana, arribó a Buenos Aires en un jet que tiene un costo de 8 mil dólares por hora de vuelo. Leer más

Fuente: La Nación
30/01/2025 18:00

Dos tragedias, un mismo fabricante: la lucha de los afectados por el despiste del Bombardier Challenger en San Fernando

Cuando pasa un avión, Noemí Sánchez cierra los ojos y le tiemblan las manos. "Yo acá cosía, me ponía a charlar, eso era mi vida. Y ahora me cuesta sin mis árboles", dice, sentada en la vereda de su casa. Fue ese árbol que ya no está el que la salvó, repite. "Toda una vida que se fue en 30 segundos. Pero yo me podría haber muerto tranquilamente", agrega.Vive en una de las dos casas que impactó el avión Bombardier Challenger 300 matrícula LV-GOK, el pasado 18 de diciembre, cuando intentaba aterrizar en el Aeropuerto de San Fernando procedente de Uruguay. Según relata, primero golpeó con el ala su casa y luego la aeronave -que continuó su carrera más allá de la pista- se estrelló contra la de enfrente. Los restos de la trompa y la cola terminaron en el medio de la calle José Terry y conmocionaron a todo un barrio. Hoy, el choque de otro Bombardier, pero modelo CRJ700, con un helicóptero en Washington tiene en vilo a Estados Unidos.Desde San Fernando, el tercer aeropuerto con más movimientos en el país, los aviones volvieron a aterrizar y despegar dos días después del accidente en el que murieron el piloto Martín Fernández Loza, de 46 años, y el copiloto Agustín Orforte, de 35."Te queda ese momento feo, algunos vienen fuerte. Y siempre mirás por la ventana", admite el marido de Noemí, Gerardo Romero. Luego de que el Challenger 300 se incendiara tras el impacto, explotó su auto, que estaba frente a su casa. En la vivienda estallaron los vidrios del frente, se quemaron el aire acondicionado y las persianas, que todavía están achicharradas, y resultó afectada una de las columnas. Eso no les permite construir la segunda planta de la casa que tenían planificada; la losa para poder edificar la habían terminado un mes antes. "Es mucha plata", marcan."Estoy tratando de superarlo día a día y ver la realidad de la vida, que estamos vivos. Yo era la leona para mis hijas, mis nietos, y quizás ahora me estoy encontrando, pero no sabía dónde estaba. Me sentía como perdida. No sé qué es lo que me pasa, ayer me sentí derrotada", dice Noemí. El día anterior a la charla con LA NACION terminó en el hospital por una crisis de llanto y un sarpullido que le ocupa todo su pecho. Está sentada en la vereda de avenida Charlin, que la separa del aeropuerto. Ahí, cuenta, antes del accidente había una mesa y sillas, y solía pasar las tardes. "Nosotros pedimos sillas y no nos dieron. Y ahí no nos comunicamos más. ¿La municipalidad no va a poner árboles?¿Los tenemos que poner nosotros? No se entiende", se pregunta su hija."A la hora de la necesidad nunca están. No vino ningún representante. Yo me sentí desamparada totalmente. La contención que me ofrecieron del municipio como emergencia psicológica tenía mínimo una demora de dos semanas, me pareció una burla, la necesidad es ahora", agrega Noemí.Enfrente está la casa de Narcisa, contra la que se estrelló el avión. Pasó más de un mes y todavía en el cuarto de arriba hay olor a quemado. "La mugre quedó hasta que llovió, todo era un desastre", cuenta Narcisa.La pared está rajada. "Está toda fisurada, no sé que va a pasar", añade la mujer. Debido al riesgo de derrumbe, tuvieron que demoler la habitación de al lado. Allí vivía Melanie, que parió menos de diez días después del accidente. Ahora, mientras busca otro lugar para mudarse, está viviendo en la habitación que linda con el kiosco que atiende Narcisa en su propia casa. Ese día perdió toda la mercadería que había y los muebles de ese ambiente. Había también tres garrafas cargadas.Cuando retiraron los restos de la trompa y la cola del avión Challenger 300, que habían quedado sobre la calle Terry, podía observarse lo que quedó en pie de la casa de los Martínez, donde viven casi 20 personas. El frente estaba carbonizado. Hoy, está revocado, pero les falta cambiar el portón. "Pusimos un alambre. Lo fuimos arreglando nosotros. Nos ayudó mi hermano", comenta la mujer, de 62 años.Ante la consulta de LA NACION, desde la Municipalidad de San Fernando señalaron que la intendencia "sigue en contacto con los vecinos" y no aportaron más comentarios.El avión era operado por la empresa New Lines SA. Las dos familias entablaron negociaciones con la aerolínea por daños y esperan las audiencias de mediación prevista para mediados de febrero. "Si recibimos un ofrecimiento acorde a las circunstancias, vamos a cerrar esa etapa, y si es muy debajo de la pretensión, vamos a ir a una demanda y futuro juicio", dijeron los abogados. Por el momento, apuntaron, no tuvieron contacto ni con la municipalidad ni con las autoridades de la terminal aérea.El informe preliminar que publicó la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) revela el estado del aeropuerto al momento del accidente: había dos aeronaves que "dificultaban el rápido accionar de la dotación de bomberos" y "la conexión de repostaje de agua no contaba con la presión suficiente para realizar una carga rápida de los tanques".Advierte también que el Aeropuerto de San Fernando ya había sido notificado sobre esta situación: "Se constató que el 28 de octubre de 2024, la Policía Federal Argentina (PFA) notificó mediante comunicación oficial a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) sobre la presencia de estas aeronaves que dificultaban el rápido accionar de la dotación de bomberos". Y detalla: "Estas aeronaves no se encontraban ancladas al suelo y varias no contaban con cuñas de estacionamiento".Según contestaron desde la concesionaria Aeropuertos Argentina a LA NACION, la remoción de esas aeronaves, que en su mayoría están judicializadas, depende de la ANAC. A la vez, voceros de la ANAC confirmaron que las aeronaves están judicializadas y solo pueden notificar a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Aduana."Tiraban agua desde acá, pero al avión ni llegaba. Cuando pasó, ya se había quemado todo", recuerda Gerardo sobre los bomberos que, en un primer momento, no salieron del perímetro del aeropuerto."El perímetro de la plataforma en dirección a la pista estaba delimitado por una zanja de desagüe abierta. Según lo manifestado por el personal de bomberos, ninguno de los vehículos operativos tenía capacidad de vadeo suficiente como para superar esta zanja en caso de emergencia", señala el informe preliminar e la JST.Para conocer las causas del accidente, de todas maneras, habrá que esperar el Informe de Seguridad Operacional, que se pondrá a disposición "lo antes posible en un plazo de 12 meses". Allí también se incluirán el análisis de los registradores, más conocidos como las cajas negras del avión, que fueron recuperados por el equipo de investigación.En la presentación preliminar, no se hacen consideraciones sobre el desempeño del piloto Martín Fernández Loza y del copiloto Agustín Orforte, quienes murieron dentro de la aeronave. Sin embargo, precisa que la trayectoria del vuelo accidentado mostró diferencias significativas comparado con las últimas diez aproximaciones a la pista 5 realizadas por el mismo avión.AntecedentesEl despiste y posterior impacto del avión contra una casa reavivó el debate sobre los riesgos que pueden existir por la ubicación del aeropuerto, que quedó apenas a una cuadra de una zona urbanizada, que fue desarrollándose en su entorno con los años. El día del siniestro, los vecinos repetían que no era la primera vez.El informe oficial revisa los antecedentes en el Aeropuerto de San Fernando y revela que las excursiones de pista constituyen el segundo tipo de suceso más recurrente. En los últimos diez años, registraron siete: seis durante despegues o aterrizajes en la pista 5 -la misma por la que aterrizó el Bombardier Challenger 300- y una durante el aterrizaje en la pista 23. Solo en dos casos las aeronaves terminaron fuera de los límites de la aeroestación. El anterior accidente fue en 2014, cuando un avión "recorrió 140 metros después de la superficie pavimentada y quedó detenida en un pequeño arroyo que rodea el aeródromo, justo después del cerco perimetral".Casi todos los años, exceptuando 2018, 2020 y 2021, registran un accidente. El año pasado, el número de sucesos fue similar al promedio de los últimos diez años, con un total de 71 eventos documentados entre 2014 y 2024. De ellos, 14 correspondieron a accidentes, cuatro a incidentes graves y 53 a incidentes e intervenciones. El único accidente fatal en este período fue el del pasado 18 de diciembre, en el que fallecieron el piloto y el copiloto.A la vez, el documento también indaga específicamente en los antecedentes del Bombardier Challenger 300: este modelo de aeronave registró 17 sucesos antes de este accidente, según la información de Aviation Safety Network (ASN).

Fuente: Perfil
30/01/2025 11:00

Cómo era el Bombardier CRJ 700 que chocó contra un helicóptero militar Sikorsky en Washington

Es el accidente aéreo de mayor envergadura ocurrido en territorio norteamericano para la Aerolínea American Airlines en los últimos 24 años. Leer más

Fuente: Clarín
30/01/2025 05:36

Un avión construido hace más de 20 años: cómo era el Bombardier CRJ700 que chocó con un helicóptero en Washington

El accidente de la aeronave, en la que viajaban 60 pasajeros y 4 tripulantes, ocurrió cerca del Aeropuerto Nacional Reagan de Washington. El último y más grave incidente para American Airlines tuvo lugar en noviembre de 2001, cuando murieron 265 personas.




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