El asteroide 2024 YR4, descubierto en 2024, ofrece una oportunidad única para observar un evento astronómico
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) emitió una actualización clave sobre el 2024 YR4, un objeto que, en sus primeros registros, había sido considerado una amenaza potencial para la Tierra. Tras nuevas observaciones realizadas con tecnología infrarroja del Telescopio Espacial James Webb, la agencia determinó que si bien el planeta está fuera de peligro, la Luna sí podría estar en la trayectoria del asteroide.La NASA actualiza el riesgo del asteroide 2024 YR4: ahora podría chocar con la LunaEl 2024 YR4 fue detectado en diciembre del año pasado como parte de las labores del programa de defensa planetaria de la NASA. En ese momento, existía una baja probabilidad de que el asteroide impactara contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Sin embargo, al obtenerse más datos orbitales y de comportamiento mediante observaciones espaciales, el escenario cambió.Las primeras estimaciones indicaban que el objeto tenía un diámetro entre 40 y 90 metros. Gracias a las capacidades infrarrojas del telescopio James Webb, esa medida se ajustó a un rango más preciso: entre 53 y 67 metros, un tamaño equivalente al de un edificio de 15 pisos. La diferencia en las estimaciones se debe al tipo de datos obtenidos: mientras que los telescopios terrestres se basan en la luz reflejada, el Webb pudo medir directamente la radiación térmica del objeto.Con las nuevas mediciones, los astrónomos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés) de la NASA refinaron la órbita del asteroide. Como resultado, la probabilidad de un impacto con la Tierra fue descartada casi por completo, pero se identificó un pequeño aumento en la posibilidad de colisión con la Luna.En un nuevo comunicado, la agencia elevó la estimación de impacto en la superficie lunar del 3,8% al 4,3%. Aunque aún es un riesgo bajo, es suficiente para que los científicos mantengan la vigilancia sobre su trayectoria.Cuándo podría impactar el asteroide 2024 YR4 con la LunaEl seguimiento de la NASA indicó que el 2024 YR4 volverá a acercarse al sistema terrestre en 2028, lo que ofrecerá una nueva oportunidad para analizar su comportamiento. El asteroide orbita el Sol y su paso cercano en esa fecha permitirá a los expertos recalibrar cualquier posible desviación en su trayectoria.Los científicos señalaron que, incluso si el asteroide impactara la Luna, este evento no modificaría su órbita ni generaría efectos sobre la estabilidad del sistema Tierra-Luna. Sin embargo, los fragmentos generados podrían ser observables desde el planeta y representarían una fuente de interés científico para futuras misiones lunares. Según su punto de impacto, también podría alterar la superficie visible del satélite natural. "A medida que se reciben los datos, es normal que la probabilidad de impacto evolucione", aseguraron.La importancia del telescopio James Webb en las predicciones espacialesEl telescopio espacial James Webb ha sido determinante en la reevaluación del riesgo. Su capacidad para detectar calor en el espectro infrarrojo permitió a los investigadores determinar el tamaño, la reflectividad y las características físicas del asteroide con un nivel de precisión mayor al que permiten los telescopios terrestres.Un equipo liderado por el Dr. Andy Rivkin, del Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins, fue el encargado de utilizar la cámara NIRCam del Webb para capturar los últimos datos antes de que el objeto pasara fuera de rango de visión. Las mediciones obtenidas también revelaron propiedades sobre la rotación del 2024 YR4 y su composición superficial.La trayectoria del 2024 YR4 es monitoreada por múltiples agencias y centros de investigación. El objeto superó el umbral de advertencia establecido por la Red Internacional de Alerta de Asteroides, que estima un tamaño superior a 50 metros, por lo que su análisis fue compartido con organismos de seguridad espacial como la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre de las Naciones Unidas.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio afirmó que "en la pequeña posibilidad de que impacte, no alteraría la órbita lunar". Leer más
El asteroide 2024 YR4, que alguna vez fue considerado el de mayor riesgo de impacto contra la Tierra jamás registrado, volvió a captar la atención del mundo porque la NASA informó que hubo un ligero aumento en la probabilidad de que impacte la Luna en 2032. La gran roca fue detectada por primera vez el 27 de diciembre del año pasado y se estima que mide entre 53 y 67 metros de largo, lo que equivale al tamaño de un edificio de 10 pisos. El asteroide está actualmente demasiado lejos para ser detectado por los telescopios desde la Tierra; sin embargo, el telescopio espacial James Webb de la NASA, el más potente en su tipo, captó una imagen más del cuerpo celeste antes de que se escapara de su vista en su órbita alrededor del Sol. Con los datos obtenidos por el Webb se mejoró en un 20% el conocimiento de dónde estará el asteroide en diciembre de 2032. Con esos datos adicionales, los expertos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) pudieron precisar aún más la órbita del asteroide. De esta forma, la probabilidad de impacto del asteroide contra la Luna aumentó del 3,8% al 4,3%. En el poco probable caso de que el asteroide hiciera impacto contra el satélite, no alteraría su órbita, precisaron los científicos. "Cuando se descubrió por primera vez el asteroide 2024 YR4, existía una pequeña probabilidad de que el asteroide hiciera impacto contra la Tierra. Después de más observaciones, la NASA concluyó que el objeto no representa un riesgo importante de impacto para la Tierra en 2032 y más adelante", aseguró la NASA en un comunicado y aclaró que a medida que llegan los datos, "es normal que la probabilidad de impacto evolucione".A pesar de su gran distancia, el asteroide estuvo brevemente a la vista en mayo y utilizando datos de la Cámara de Infrarrojo Cercano del telescopio Webb, un equipo liderado por Andy Rivkin del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins pudo afinar las predicciones de su trayectoria. La NASA tiene previsto hacer más observaciones cuando la órbita del asteroide alrededor del Sol lo devuelva a las proximidades de la Tierra en 2028.El astrónomo Pawan Kumar, exinvestigador del Instituto Indio de Astrofísica en Bengaluru, aseguró que la Luna está a salvo y señaló que una colisión del asteroide con ella "no sería motivo de preocupación", según consignó el medio especializado Space.com Kumar explicó que cualquier resto de la coalición entre la Luna y el asteroide expulsado al espacio no representa peligro para la Tierra porque "se desintegraría en la atmósfera terrestre".Cuando se descubrió el asteroide acaparó rápidamente titulares del mundo por tener más de un 1% de probabilidad de impactar la Tierra, la más alta registrada para un asteroide grande. Observaciones posteriores llevaron esa estadística a un máximo del 3.1% de posibilidades. Sin embargo, el riesgo de impacto cayó drásticamente a medida que los científicos estudiaron la trayectoria proyectada del asteroide. El 24 de febrero, la NASA anunció oficialmente en redes sociales la probabilidad de choque con la superficie terrestre había disminuido a solo el 0.004% y que se espera que el asteroide "pase de manera segura cerca de la Tierra en 2032".
Su irrupción generó una alerta en los registros de la defensa planetaria porque llegó a concentrar el mayor porcentaje de riesgo para nuestro planeta en la historia, superior al 3% desde su descubrimiento. Leer más
Aunque sus probabilidades de impactar con el planeta son bajas, los investigadores advierten que tiene un potencial destructivo
La NASA lo designó como "potencialmente peligroso", una clasificación que se aplica a los objetos que superanlos 500 metros y se aproximan a menos de 7,5 millones de kilómetros. Leer más
Fueron descubiertos por una nave de la NASA y por astrónomos del MIT.Los cuerpos celestes son investigados y sorprendieron por sus dimensiones y características.
La sonda espacial Lucy no pudo capturarlo en su totalidad en las primeras imágenes descargadas, debido a su tamaño. La agencia espacial espera recibir los datos la próxima semana para clarificar la forma del nuevo bólido detectado. Leer más
La nave espacial no tripulada se encuentra a 12,5 minutos luz de la Tierra, por lo que toda señal enviada tardará ese tiempo en llegar y utilizará tres instrumentos para el registro de datos científicos. Leer más
Simulaciones computarizadas y análisis geológicos rastrearon los efectos del asteroide que transformó a la Tierra en un período récord
Se trata del asteroide 2024 YR4, que recientemente causó preocupación por la posibilidad de que impactara en la Tierra.Ahora se presume que podría impactar contra la Luna y descubrieron su forma y su medida.
Un nuevo informe de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) reavivó las alarmas en la comunidad científica internacional debido a que el asteroide 2024 YR4, apodado "el destructor de ciudades", es más grande de lo que se estimaba inicialmente. Aunque su probabilidad de impacto con la Tierra se mantiene muy baja, los últimos datos revelaron un panorama más preciso sobre este cuerpo celeste que se acerca de forma peligrosa a nuestro entorno espacial más cercano, como lo es la Luna y otros planetas.El asteroide fue detectado por primera vez el 27 de diciembre de 2024, por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), un programa de monitoreo de la NASA que opera desde Chile. Desde entonces, expertos del Centro de Planetas Menores y de la comunidad global de defensa planetaria estudiaron minuciosamente su trayectoria y características.En las últimas horas, la NASA actualizó su informe con datos obtenidos a partir de observaciones del telescopio espacial James Webb, que permitieron estimar de forma más precisa el tamaño del asteroide. Según estas nuevas mediciones infrarrojas, el 2024 YR4 mide entre 53 y 67 metros de diámetro, es decir, casi lo mismo que un edificio de 10 pisos.La estimación anterior, basada en luz visible captada por telescopios terrestres, calculaba su tamaño entre 40 y 90 metros. Esta nueva información permite estudiar los posibles escenarios en caso de impacto y, aunque el riesgo por ahora es bajo, las consecuencias potenciales de una colisión con un objeto de estas dimensiones serían devastadoras para una ciudad entera.¿Cuál es el peligro de impacto?Cuando se descubrió la existencia de este asteroide, los expertos alertaron sobre una "muy pequeña, pero notable" posibilidad de impacto para el 22 de diciembre de 2032. Sin embargo, con el correr de los meses y más datos disponibles, la NASA redujo considerablemente esa probabilidad a un 0,004%, lo que descartó un peligro inminente para la Tierra en el futuro cercano.No obstante, el riesgo para la Luna aumentó y la probabilidad de colisión con nuestro satélite natural pasó del 1,7% al 3,8%. De producirse un impacto, los científicos aseguran que no alteraría la órbita lunar ni habría un peligro de destrucción masiva, aunque sí sería un evento de gran interés para la comunidad astronómica. Esto se debe a que sería la primera vez en la historia moderna que la humanidad se encuentran tan cerca de un fenómeno de esta magnitud.Un experto en astronomía reveló lo que le pasaría a la Luna si impactara el asteroide "destructor de cuidades"El telescopio espacial James Webb, que monitoreará al asteroide durante todo el mes de mayo, también reveló datos sobre su composición. Según el Dr. Andy Rivkin, investigador principal del programa de Tiempo Discrecional del Director Webb, el comportamiento térmico de 2024 YR4 sugiere que tiene una superficie rocosa y carente de polvo fino, lo que podría deberse a su rápido giro."Estos detalles nos ayudan a entender mejor su estructura y a prepararnos en caso de que, en el futuro, otro asteroide de características similares represente una amenaza más concreta para la Tierra", explicó el científico de la Universidad Johns Hopkins.
Las últimas observaciones, llevaron a los científicos a reducir las probabilidades a prácticamente cero. No obstante, supo encabezar las lista de riesgos reales para nuestro planeta. Leer más
En diciembre del año pasado, los telescopios de la NASA instalados en Chile detectaron que un asteroide de gran tamaño se dirigía hacia la Tierra con un riesgo probable de impacto en 2032. Su importancia fue tal que lo bautizaron 2024 YR4. A pesar de que se corrigieron esas estimaciones y se confirmó que esto no sucedería, un nuevo análisis contribuyó a entender que la Luna podría ser la nueva víctima del cuerpo celeste.Desde que se conoció la existencia de una roca de entre 40 y 90 metros de largo en dirección a la órbita terrestre, la Dirección de Defensa Planetaria de las Naciones Unidas, en conjunto con la NASA y la Agencia Espacial Europea, siguió de cerca su trayectoria. El 4 de marzo, en diálogo con LA NACION, Óscar Fuentes-Muñoz, investigador postdoctoral en el Laboratorio de Propulsión a Chorro del organismo estadounidense, adelantó que la probabilidad de colisión con la Tierra pasó del 3,2 % a prácticamente cero, aunque no descartó que en futuras investigaciones se pudiera conocer más acerca de este cuerpo celeste.Lo cierto es que, entre marzo y abril, el Telescopio James Webb apuntó hacia 2024 YR4, debido a que los telescopios convencionales instalados en la superficie no lograban captar en su totalidad el tamaño ni la velocidad a la que se movía. Por lo tanto, con este aparato flotando en el punto de Lagrange L2 (entre nuestro planeta y el Sol), los científicos recopilaron información vital sobre el asteroide.En primer lugar, desde la NASA indicaron que la roca mide entre 53 y 67 metros, equivalente a un edificio de 10 pisos. Esto se determinó gracias a la luz que refleja la roca. Por otra parte, expertos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, perteneciente al Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), actualizaron la probabilidad de que 2024 YR4 impacte contra la Luna el 22 de diciembre de 2032. Ese porcentaje es del 3,8 por ciento, mientras que el valor anterior, medido en febrero, era del 1,7 por ciento.El satélite natural de la Tierra tiene una influencia directa en diversas cuestiones que permiten el desarrollo y el equilibrio de la vida. Cualquier amenaza que lo ponga en peligro también pondría en riesgo a los seres humanos.Sin embargo, desde la agencia espacial estadounidense insistieron en que no hay por qué temer. "Aún existe un 96,2 % de probabilidad de que el asteroide no impacte contra la Luna. En la pequeña posibilidad de que lo haga, no alteraría la órbita lunar", especificaron.Además, reiteraron: "Después de mediados de abril, el asteroide 2024 YR4 estará demasiado lejos y será demasiado débil para ser observado por telescopios terrestres, pero Webb lo estudiará nuevamente a finales de abril o principios de mayo".El asteroide fue descubierto el 27 de diciembre de 2024 en el marco del proyecto ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), desde una de las sedes del Minor Planet Center en Chile. En un principio, se lo posicionó en el nivel "3" de la Escala de Riesgo de Turín y, en la actualidad, su riesgo disminuyó drásticamente.Según informaron desde la agencia estadounidense, su rastro se perderá en el espacio y recién será visible en diciembre de 2028, cuando se aproxime nuevamente a la Tierra y se vuelva lo suficientemente brillante como para ser detectado.La noción de 2024 YR4 generó una ola de especulaciones en las redes sociales, lo que desencadenó la difusión de distintas imágenes y videos sobre cómo sería el impacto en nuestro planeta y qué daños causaría.Debido a su tamaño, se lo apodó el "asesino de ciudades" y distintos científicos diseñaron un mapa con los países donde podría caer el cuerpo espacial. El pánico generalizado duró poco tiempo y se espera que, con los nuevos datos sobre la Luna, no suceda lo mismo.
El seguimiento del asteroide 2024 YR4 confirma que la probabilidad que choque contra la Tierra son de una entre mil.Pero crece el riesgo de impacto en la Luna.
MADRID.â?? El asteroide que atemorizó a la humanidad hace poco más de un mes, al alcanzar una probabilidad del 3,1% de chocar contra la Tierra dentro de ocho años, mide unos 60 metros de longitud y podría en realidad colisionar contra la Luna, según una nueva estimación de las principales agencias espaciales. Los astrónomos emplearon por primera vez el 26 de marzo el gran telescopio James Webb, principal observatorio espacial internacional, para analizar la roca. Sus resultados preliminares descartan el impacto contra la Tierra, pero sugieren que el asteroide, llamado 2024 YR4, tiene "alrededor de un 2%" de posibilidades de estrellarse contra el satélite, según detalla una de las coautoras, Julia de León, que lo celebra desde el Instituto de Astrofísica de Canarias."Si impacta contra la Luna no sería peligroso para nosotros, no pasaría nada realmente, pero sería una oportunidad estupenda para ver un impacto lunar y sus consecuencias a corto plazo", señala. "Ya sabemos que la Luna está llena de cráteres y sabemos que todo el tiempo chocan objetos muy pequeñitos en su superficie, pero nunca hemos podido ver una colisión de un objeto de más de 50 metros. Sería una pasada", afirma esta astrónoma canaria de 48 años, punto de contacto en España de la estrategia de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA).El asteroide 2024 YR4 fue noticia en todo el mundo a comienzos de febrero, cuando la NASA y la propia ESA alertaron de que esta roca, de entre 40 y 90 metros, tenía más de un 2% de probabilidades de chocar contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Las agencias espaciales fueron calculando un riesgo cada vez mayor durante días, hasta que multitud de observaciones revelaron que las posibilidades son ínfimas, cercanas a cero, y la comunidad científica descartó el choque contra el planeta.Unos 60 metrosLos nuevos datos del telescopio James Webb permiten afinar el tamaño del asteroide, que ronda los 60 metros, por encima del límite de 50 metros que activa automáticamente al Grupo Asesor para la Planificación de Misiones Espaciales, un equipo organizado por Naciones Unidas para proponer planes capaces de desviar objetos cercanos peligrosos para la humanidad. "Es el umbral por encima del cual puede causar un daño importante. Con ese tamaño puede crear destrozos en un radio de 80 a 100 kilómetros", advierte De León, que recuerda el caso del asteroide de Cheliábinsk, una roca de 20 metros y 13.000 toneladas que nadie vio venir e impactó contra la atmósfera sobre esa región rusa el 15 de febrero de 2013. Pese a su pequeño tamaño relativo, la ESA calcula que liberó una energía equivalente a 35 bombas atómicas del tamaño de la de Hiroshima. La onda expansiva rompió las ventanas de miles de edificios y provocó heridas a unas 1500 personas.La comunidad de expertos en defensa planetaria ha pasado de la preocupación por un choque contra la Tierra a la alegría por la posibilidad de aprender de una colisión en directo contra la Luna. "Ojalá impacte", afirma De León. "Podríamos hacer un seguimiento con telescopios espaciales y también desde tierra. Estaría muy bien, la verdad", sentencia. Su equipo volverá a utilizar el telescopio James Webb en mayo para observar el asteroide y afinar la probabilidad de choque contra la Luna.Por Manuel Ansede©EL PAÍS, SL
La NASA y la Agencia Espacial Europea descartaron el impacto del asteroide sobre la tierra. Sin embargo, el "destructor de ciudades" podría regresar y existe otro asteroide con el potencial de extinguir la vida.
Las chances de que el objeto colisione contra nuestro planeta en 2032 bajaron al 0,004% y crecieron las de que lo haga en nuestro satélite natural, al 1,7%.Especialistas consultados por Clarín explican cuáles serían las consecuencias.
En medio de la conmoción mundial que generó el descubrimiento del asteroide 2024 YR4 y de su posible impacto con la Tierra el 22 de diciembre del 2032, Óscar Fuentes-Muñoz, investigador postdoctoral en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, reveló a LA NACION los detalles poco conocidos de esta roca estelar y mencionó por qué no hay que perderla de vista de ahora en más.Desde que se notificó de la existencia del asteroide, la variación en el riesgo de impacto con nuestro planeta se modificó hasta llegar a prácticamente cero, explicó el experto, quien destacó la rapidez con la que se trató este tema desde el inicio. Gracias a ello, se recopilaron los datos suficientes para descartar una colisión a futuro.A pesar de las simulaciones y el desarrollo de suposiciones acerca de la caída de 2024 YR4, Fuentes-Muñoz explicó que no hubiera representado un riesgo para la humanidad, como se especuló. "Se dio 11 veces en la historia que hemos descubierto un asteroide que sí impactó con la Tierra. Lo que pasa es que eran tan chiquitos y al final solo fueron una luz brillante en el cielo y se recuperaron como meteoritos. Todo de forma totalmente segura", indicó para quitar cualquier dramatismo al respecto. "Como 2024 YR4 es un poco más grande, con un rango de 40 a 90 metros, podría haber generado algún daño, pero rápidamente se descartó", remarcó y agregó: "Al final la probabilidad nunca llegó a ser suficientemente alta como para que estuviésemos planteándonos medidas para mitigar el riesgo. Por ahora lo que se hace es darle seguimiento, porque sabemos que en muchos de estos casos al final la probabilidad acaba bajando a cero en cuanto hay más datos".En cuanto a las técnicas que tiene la NASA para evitar daños en la población, el experto señaló algunas: "Acá se trata de un esfuerzo de coordinación internacional, en la que también colabora Naciones Unidas con la oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre. Entonces, las medidas pueden ir desde enviar una misión para desviar su órbita, como podría ser la demostración que hizo NASA con Darth o podría ser algún tipo de evacuación. Pero dependería del caso en cuestión".A qué velocidad viaja el asteroide y por qué es necesario vigilarlo después de 2032"El asteroide llegará a pasar hasta más cerca que la Tierra del Sol. Es decir, lo que llamamos 0.8 unidades astronómicas. La Tierra estaría a una unidad astronómica y este pasa a cuatro veces la distancia. Entonces, cuando está en su punto más alejado, va mucho más despacio y cuando pasa más cerca del Sol es cuando se acelera y se ve más rápido", dijo Fuentes-Muñoz.Para 2032 la velocidad será de 14 kilómetros por segundo aproximadamente, por lo que se podrá observar de manera definida con los telescopios terrestres que la NASA y otros organismos espaciales tienen desperdigados en diferentes puntos del planeta.La probabilidad de impacto descendió de 2,3 por ciento a cero en pocas semanas y se determinó gracias a diferentes estudios en torno a lo que cada telescopio captó. Eso no quiere decir que haya que abandonar su seguimiento en los próximos años, ya que es necesario conocer cómo continuará su órbita en el espacio después de 2032 para descartar cualquier otro inconveniente a futuro."Todavía necesitamos más datos, aunque es poco probable el impacto. Como va a pasar en un rango de 0.2 a 1.2, dependiendo de eso sabremos con exactitud qué sucederá después", adelantó el experto.El aparato que podría dilucidar todo sobre 2024 YR4El asteroide ya dejó de ser visible desde el planeta mediante los telescopios convencionales. Recién en 2028 volverá a aproximarse y podrá ser captado. Por lo tanto, Fuentes-Muñoz reveló que el telescopio James Webb, que la NASA posee en el espacio, es capaz de estudiar aquellos detalles que todavía no lograron conocerse desde aquí."Lo bueno es que lo puede observar con el infrarrojo y eso nos va a dar una idea mucho mejor del tamaño del asteroide. El tamaño a veces es un poco desconocido porque al final lo que vemos desde acá es como un punto de luz. Depende de qué tanta luz refleje o no refleje, puede ser que tenga un tamaño u otro", indicó el científico y agregó: "Por eso que hablamos de ese rango que tiene entre 40 y 90 metros. Cuando James Webb lo observe ayudará a saber con bastante más precisión exactamente el tamaño de asteroide, entre otras cuestiones".
MADRID (DPA).- Nuevas observaciones del asteroide YR4 con varios telescopios permitieron a la comunidad astronómica restringir la órbita lo suficiente como para descartar un impacto contra la Tierra en 2032."El haz más estrecho ahora se está alejando de la Tierra", declaró Olivier Hainaut, astrónomo de la European Southern Observatory (ESO), que participa en el seguimiento con el Very Large Telescope (VLT).Hoy, la probabilidad de impacto informada por el Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la Agencia Espacial Europea es de alrededor del 0,001% y el asteroide ya no encabeza la lista de riesgo de la entidad, según un comunicado del ESO.El asteroide ha sido monitoreado de cerca en los últimos meses, ya que sus probabilidades de impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032 aumentaron a alrededor del 3%, la probabilidad de impacto más alta jamás alcanzada para un asteroide de tamaño considerable. Después de las últimas observaciones, las probabilidades de impacto se redujeron a casi cero.Características El asteroide 2024 YR4, que se estima que tiene entre 40 y 90 metros de diámetro, fue descubierto a finales de diciembre del año pasado en una órbita que podría provocar su colisión con la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Debido a su tamaño y probabilidad de impacto, el asteroide ascendió rápidamente a la cima de la lista de riesgo de la Agencia Espacial Europea, un catálogo de todas las rocas espaciales con alguna posibilidad de impactar la Tierra.El VLT de ESO se utilizó para observar 2024 YR4 a mediados de enero, proporcionando a la comunidad astronómica los datos cruciales que necesitaban para calcular con mayor precisión su órbita. Combinadas con los datos de otros observatorios, las mediciones muy precisas del VLT mejoraron el conocimiento de la órbita del asteroide, lo que llevó a una probabilidad de impacto superior al 1%, un umbral clave para desencadenar la mitigación de desastres. Se activaron más observaciones y la Red Internacional de Alerta de Asteroides emitió una notificación de posible impacto, alertando a los grupos de defensa planetaria, incluido el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales, sobre el posible impacto.Con múltiples telescopios en todo el mundo observando y la comunidad astronómica modelando su órbita, la probabilidad de impacto aumentó a alrededor del 3% el 18 de febrero, la probabilidad más alta jamás registrada para un asteroide de más de 30 metros. Sin embargo, al día siguiente, nuevas observaciones realizadas con el VLT de ESO redujeron el riesgo de impacto a la mitad.Este ascenso y descenso de la probabilidad sigue un patrón esperado y comprendido. Para saber dónde estará el asteroide en 2032, la comunidad científica extrapola a partir de la pequeña parte de la órbita medida hasta ahora. Hainaut hizo una analogía: "Debido a las incertidumbres, la órbita del asteroide es como el haz de luz de una linterna: cada vez más ancha y más borrosa en la distancia. A medida que observamos más, el haz se vuelve más nítido y estrecho. La Tierra estaba cada vez más iluminada por este rayo: la probabilidad de impacto aumentaba".
Los telescopios del mundo continuarán rastreando el objeto rocoso a medida que se aleja de nosotros, y el Telescopio Espacial Webb se enfocará el próximo mes en determinar su tamaño. Se espera que desaparezca de la vista en uno o dos meses.
Después de que se descubriera la existencia del meteorito 2024 YR4 y que su órbita podría coincidir en 2032 con la de la Tierra, un grupo de científicos detectó a principios de febrero una serie de objetos estelares que se acercan desde una galaxia cercana. Este conjunto de materiales todavía no se identificó, pero se estima que algunos de ellos podrían impactar con el sistema solar.El riesgo en el espacio es constante. La posibilidad de destrucción y nacimiento de cuerpos celestes está siempre a la orden del día, y eso no excluye a nuestro planeta. A pesar de que la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) informaron que el peligro de colisión de 2024 YR4 es de baja probabilidad, ahora científicos de la Universidad de Western Ontario, en Canadá, anunciaron que Alpha Centauri "podría haber enviado" material desconocido hacia acá.En un estudio llevado a cabo por los astrofísicos Cole R. Gregg y Paul A. Wiegert, se indicó que existirían más de un millón de objetos desconocidos que llegaron desde ese sistema estelar cercano y que ahora vagan por la Vía Láctea, muchos de ellos en nuestro sistema solar.Los investigadores concluyeron que Alpha Centauri expulsa material estelar al universo debido a sus interacciones gravitacionales. Su sistema está compuesto por tres estrellas: Alpha Centauri A, B y Próxima Centauri. Entre ellas y los planetas que giran en sus órbitas, se produciría un intercambio de energía tan masivo que, en respuesta, varias rocas viajarían en dirección a nuestro sistema solar.En 2017 se detectó el primer objeto de 100 metros de longitud que apareció en nuestro sistema sin haberse originado acá. Se lo bautizó como Oumuamua y, tras el análisis de los científicos canadienses, se especuló que llegó desde Alpha Centauri. Es decir, que viajó 4,25 años luz.Este tipo de material tarda 10 millones de años en llegar y, cuando lo hace, queda atrapado en la Nube de Oort, una región helada que custodia los límites del sistema solar. Solo uno de cada millón sería detectable con los telescopios más sofisticados que posee la humanidad, por lo que representa un trabajo enorme diferenciar entre qué elementos pertenecen a la Vía Láctea y cuáles no."Aunque los sistemas estelares maduros probablemente expulsen menos material que aquellos en sus años de formación de planetas, la presencia de múltiples estrellas y planetas aumenta la probabilidad de dispersión gravitacional de los miembros de cualquier reservorio planetesimal remanente, de forma muy similar a como los asteroides o cometas están siendo expulsados â??â??actualmente de nuestro sistema solar", explicaron los expertos en el artículo.Ese tipo de objetos consiste en micropartículas hasta rocas de gran tamaño. Se calcula que unos 10 meteoritos interestelares por año ingresarían a la Tierra proveniente de Alpha Centauri.Esa estructura estelar tendrá su punto más próximo a nuestro sistema solar dentro de 28.000 años, cuando se producirá un intercambio interestelar como nunca antes. Mientras tanto, los científicos podrán analizar y estudiar los comportamientos que surjan a medida que esto suceda, aunque, claro, faltan varios milenios para confirmar impactos de gravedad en la Tierra.Con ese acercamiento, se espera que lleguen partículas con material orgánico de los planetas que conforman Alpha Centauri, ya que esos datos podrían ayudar a conocer si albergan vida similar a la nuestra."Una comprensión profunda de los mecanismos por los cuales el material podría transferirse desde Alpha Centauri al sistema solar no solo profundiza nuestro conocimiento del transporte interestelar, sino que también abre nuevos caminos para explorar la interconexión de los sistemas estelares y el potencial de intercambio de material a través de la galaxia", concluyeron.
El ministro de Comercio del gobierno de Gustavo Petro publicó en su cuenta de X sobre la posibilidad de que un objeto interplanetario colisione contra la capital colombiana en el 2032
Puede impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032 y su poder alcanza para destruir una gran ciudad. Las seis opciones de defensa van desde pintarlo con pintura blanca para cambiar su trayectoria hasta hacerlo explotar con una bomba nuclear.
El reciente descubrimiento del asteroide 2024 YR4 y su potencial trayectoria hacia la Tierra encendió las alarmas en el mundo entero y trajo a la memoria el impacto de Tunguska de 1908, un evento que, más de un siglo después, es referente de los riesgos que representan los denominados cuerpos celestes.En las últimas horas, la NASA actualizó las probabilidades de impacto del asteroide 2024 YR4, lo que generó una mezcla de alarma y alivio. Inicialmente, la posibilidad de colisión con la Tierra en 2032 se estimó en un 3,1 %, considerada la cifra más alta jamás registrada por la agencia espacial. Sin embargo, nuevas observaciones realizadas entre el 19 y el 20 de febrero permitieron recalcular las probabilidades y reducirlas al 0,28 %. Aunque la amenaza parece haber disminuido, los astrónomos monitorean de cerca el objeto.El meteorito mide entre 40 y 90 metros de diámetro, un tamaño comparable al del Big Ben, y actualmente parece que se aleja de nuestro planeta. Los científicos tienen hasta mayo de 2025 para estudiar su trayectoria y características antes de que desaparezca de su campo de visión hasta el año 2028, cuando reaparecerá en una nueva órbita que podría determinar su destino final.El evento de Tunguska: una devastación sin precedentesEl 30 de junio de 1908, una explosión masiva cerca del río Podkamennaya Tunguska, en Siberia, Rusia, cambió para siempre la percepción del peligro que representan los cuerpos celestes. La explosión, estimada entre tres y 50 megatones, arrasó más de 2000 kilómetros cuadrados de bosque, y derribó aproximadamente 80 millones de árboles. A pesar de la magnitud del desastre, la remota ubicación del impacto evitó una catástrofe humana de grandes dimensiones, con informes que indican la muerte de hasta tres personas.El evento fue causado por la explosión aérea de un asteroide de entre 50 y 60 metros de ancho, que ingresó a la atmósfera terrestre a una velocidad aproximada de 11 kilómetros por segundo. Se cree que explotó a una altitud de entre seis y diez kilómetros sobre el suelo, lo que generó una onda expansiva que se sintió a más de 1000 kilómetros de distancia. Las ondas sísmicas provocadas por la explosión fueron registradas incluso en el Reino Unido, lo que evidenció el poder destructivo de este fenómeno astronómico.Cómo ocurrió el evento de Tunguska en 1908La preocupación por el asteroide 2024 YR4 radica en su gran cantidad de similitudes con el objeto que causó la tragedia de Tunguska. Con dimensiones comparables, un impacto de este cuerpo celeste podría causar devastación a nivel mundial, destruir ciudades enteras y afectar miles de kilómetros cuadrados. Es por esto que muchos científicos lo apodaron el "destructor de ciudades".Sin embargo, expertos como el astrofísico Neil deGrasse Tyson detectaron que, aunque el daño sería significativo, no representaría un evento de extinción masiva. "Si impactara contra la Tierra, sería un evento localizado", afirmó en diálogo con en el canal de YouTube StarTalk. Aun así, la NASA y otras agencias espaciales desarrollan estrategias de defensa planetaria para mitigar posibles amenazas. Misiones como DART (Prueba de Redireccionamiento de un Asteroide Doble) demuestran el compromiso por encontrar soluciones efectivas para desviar objetos potencialmente peligrosos.
El último jueves, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio actualizó los cálculos y la clasificación del planetoide en la Escala de Turín bajó del nivel 3 al 1 ¿Qué significa? Leer más
MADRID.â?? El riesgo de impacto del asteroide 2024 YR4 ha bajado drásticamente. La NASA calcula que la probabilidad de choque de este cuerpo el 22 de diciembre de 2032 es ahora del 1,5%. Es una caída considerable desde la posición de anteayer, del 3,1%. Esa probabilidad convirtió a este asteroide en el de mayor riesgo de impacto desde que comenzaron los registros, en 2001. La Agencia Espacial Europea (ESA) también ha actualizado sus cálculos: la probabilidad de impacto cae al 1,38%.Juan Luis Cano, coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA, explica la causa de estos nuevos cálculos. "Las medidas que se hicieron ayer desde el Telescopio Muy Grande [uno de los observatorios ópticos más grandes y precisos del mundo] han reducido más la incertidumbre y han movido la distribución un poco más lejos de la Tierra". "Pensamos que es posible que se haya iniciado ya la reducción final de la probabilidad de impacto que esperábamos", añade. Si la probabilidad sigue cayendo, la Tierra quedará fuera del corredor del asteroide.Es lo mismo que ya sucedió con Apofis, una roca de más de 300 metros de diámetro que en 2004 llegó al 2,7% para luego desplomarse a cero. Ahora que los cielos están más oscuros después de una semana de visibilidad limitada alrededor de la luna llena, los astrónomos han reanudado las observaciones del asteroide 2024 YR4. Los telescopios terrestres requieren cielos oscuros para observar asteroides, que a menudo son muy tenues. Alrededor de la luna llena, como ha sucedido en los últimos días, el cielo se vuelve demasiado brillante para detectar estos débiles puntos de luz. Las nuevas observaciones han permitido afinar cuál es la órbita del 2024 YR4.¿Un impacto contra la Luna?Además, también existe una posibilidad â??mucho más bajaâ?? de que este asteroide pueda impactar la Luna. Los cálculos actuales estiman que la probabilidad de este impacto es del 0,8%. "El Centro de Estudios de Objetos Cercanos cada noche adicional de observaciones mejora nuestra comprensión de dónde podría estar el asteroide el 22 de diciembre de 2032 y subraya la importancia de recopilar suficientes datos para que nuestros expertos en defensa planetaria puedan determinar el riesgo futuro para la Tierra", ha dicho el servicio de estudio de objetos cercanos a la Tierra de la NASA en su web.Las observaciones del 2024 YR4 con telescopios terrestres y espaciales van a continuar hasta mayo, cuando se le perderá de vista hasta 2028. A principios de marzo, el Telescopio Espacial James Webb, que orbita a 1,2 millones de kilómetros de la Tierra, tiene previsto observar el asteroide y concretar su tamaño, que actualmente oscila entre 50 y 90 metros de diámetro. La ESA calcula que hay un 90% de probabilidades de descartar un impacto antes de que el asteroide quede fuera de vista a principios de mayo. Si no fuera así, habría que esperar hasta 2028, cuando ya se podrá determinar con total seguridad si habrá un choque en 2032.La NASA puso en aviso al mundo sobre el posible impacto de un asteroide en 2032El 2024 YR4 tiene un nivel de riesgo de impacto de tres en la escala de Turín, que clasifica las amenazas con un valor entre 0 y 10. Apofis llegó al nivel cuatro porque tenía un diámetro mucho mayor, de unos 375 metros. Por sus dimensiones, el 2024 YR4 no supone una amenaza existencial para la humanidad, pero sí podría destruir una ciudad si llegase a caer sobre una zona poblada. Gran parte de su impacto depende de factores aún desconocidos, como su composición y el ángulo de entrada en la atmósfera terrestre. Este cuerpo podría causar un impacto similar al del cráter Barringer, en Estados Unidos, y que exterminó toda forma de vida en un radio de cuatro kilómetros. También podría desintegrarse en el aire, lo que podría causar un desastre comparable al bólido de Tunguska (Rusia), que en 1908 arrasó la vegetación de una extensión similar a la isla de Gran Canaria.Si finalmente se confirmase un impacto, el corredor de riesgo seguirá una línea que va desde Venezuela hasta la India, cruzando sobre el Atlántico y África a la altura del golfo de Guinea. Dos grupos especializados de Naciones Unidas están estudiando la trayectoria de este cuerpo: la Red Internacional de Alerta de Asteroides, y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales (SMPAG, en sus siglas en inglés). Estos dos organismos se crearon para coordinar la respuesta internacional ante una amenaza de este tipo. El SMPAG coordina el conocimiento técnico de las principales agencias espaciales, incluyendo la NASA estadounidense y la europea (ESA), que preside este grupo. Su función es recomendar una respuesta concreta ante asteroides peligrosos, incluido su estudio y la propuesta de medidas de mitigación o desvío, si fuese necesario. El organismo ha decidido reunirse en mayo si sigue existiendo una amenaza para proponer acciones de desvío.
Los expertos evalúan la posible trayectoria y las zonas de impacto.
A través de un video en YouTube, el divulgador científico Javier Santaolalla explicó que casos previos como el asteroide Apophis demuestran que, a medida que se recaban más datos, las probabilidades de impacto tienden a disminuir
De aumentar el riesgo de colisión, las agencias espaciales podrían desarrollar misiones de defensa planetaria para cambiar su trayectoria orbital
Según informó la NASA el último martes, las probabilidades de impacto contra la Tierra han aumentado a 3,1%, la mayor posibilidad de choque de una roca espacial contra nuestro planeta en la historia de la predicción moderna. Leer más
NUEVA YORK.â?? Ayer los astrónomos informaron que el asteroide designado como 2024 YR4 se ha convertido en la roca espacial de tamaño considerable con más probabilidades de impactar contra el planeta Tierra de los que se tengan registros. El objeto fue detectado por primera vez en diciembre, tiene entre 40 y 90 metros de longitud, y se espera que pase cerca de nuestro planeta en 2032. Actualmente, las posibilidades de que impacte en la Tierra el 22 de diciembre de ese año son del 3,1%.Esa cifra supera la amenaza que alguna vez planteó Apophis, un asteroide mucho más grande que fue descubierto en 2004. En ese caso, los astrónomos calcularon que las chances de que chocara con la Tierra en 2029 eran del 2,7%. Las observaciones posteriores redujeron a 0% las chances de que de Apophis impactara en nuestro planeta durante los próximos 100 años, pero durante un tiempo, la sola perspectiva resultaba perturbadora.Si bien 2024 YR4 es mucho más pequeño que Apophis, un asteroide diminuto sigue siendo capaz de causar una terrible devastación. Y mucho de ese depende de por qué punto de la atmósfera ingresaría a la Tierra.Aunque 2024 YR4 no llegaría a arrasar con un país entero, con un impacto directo podría dejar cicatrices o destruir por completo una ciudad. Y hay muy pocas posibilidades de que así sea. Gran parte de la trayectoria estimada del objeto pasa sobre el vacío del océano, pero algunos posibles lugares de impacto están cerca de grandes ciudades, como Bogotá, Lagos y Mumbai.La energía cinética de un asteroide es un indicador de cuán destructivo sería su impacto. Pero como la mayoría de los asteroides se mueven a la misma velocidad â??alrededor de 61.000 kilómetros por horaâ??, la variable clave es su masa.Como solo hay un puñado de observaciones en las que basarse, los astrónomos solo tienen estimaciones de la masa de 2024 YR4. "No sabemos qué tan denso o poroso es, por lo que su masa, y por lo tanto es incierta la energía que liberaría si choca con la superficie de la Tierra o explota en la atmósfera", señala Mark Boslough, físico del Laboratorio Nacional de Los Álamos, Estados Unidos.En todos los casos, sin embargo, "cuanto más grande, peor", apunta Gareth Collins, experto en impacto de asteroides del Imperial College de Londres. Además, un pequeño aumento de tamaño se traduce en un salto gigante de su potencial destructivo. La regla general es que si el radio de un asteroide se duplica, tiene ocho veces más energía cinética: en el caso de 2024 YR4, una cosa sería que mida 40 metros y otra muy distinta que mida 90.¿Hierro o roca?Su composición también es importante. Un asteroide compuesto principalmente de hierro, por ejemplo, se hundiría más profundamente en la atmósfera y su impacto sería más grave sobre el planeta. Pero es estadísticamente más probable que 2024 YR4 sea un asteroide rocoso, o sea más propenso a fragmentarse en fragmentos más pequeños a medida que se calienta al atravesar la atmósfera.Pero aunque explote en el aire antes de tocar tierra, un asteroide puede ser extremadamente devastador. Si 2024 YR4 es rocoso y se encuentra en el extremo más bajo de las estimaciones sobre su tamaño â??40 metrosâ??, las probabilidades de una explosión en el aire son altas, apunta Kathryn Kumamoto, directora del programa de defensa planetaria del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore."El principal punto de comparación que tenemos para el impacto de asteroide rocoso de esta magnitud es el caso de Tunguska", señala Kumamoto. El evento de Tunguska, en 1908, fue causado por un asteroide de tamaño similar al 2024 YR4 y explotó sobre una parte escasamente poblada de Siberia. Pero su onda expansiva, de aproximadamente 12 megatones, no muy diferente a la de una bomba nuclear y que destruyó bosques de más del doble del tamaño de la ciudad de Nueva York.Una roca de 40 metros que explote y se fragmente sobre mara abierto, o incluso un poco cerca de la costa, no sería demasiado preocupante, ya que "es poco probable que cause un tsunami significativo", señala Lorien Wheeler, experta del Proyecto de Evaluación de Amenazas de Asteroides en el Centro de Investigación Ames de la NASA, California.Pero una explosión en el aire encima de una ciudad sería más preocupante. Las ventanas explotarían hacia adentro, disparando fragmentos de vidrio a gran velocidad, y el daño a los edificios sería generalizado. Algunas lesiones también podrían poner en peligro la vida de las personas.Otra cosa importante es el ángulo en el que el asteroide ingresa a la atmósfera terrestre. Si cae a plomo en línea recta, puede acercarse demasiado al suelo antes de explotar y causar gran destrucción. Si ingresa en un ángulo más gradual, la explosión y fragmentación se produciría a una altitud mucho mayor.Si 2024 YR4 resulta tener 90 metros de largo â??su máximo estimadoâ?? su impacto "podría causar daños más graves", dijo Michael Aftosmis, experto del Proyecto de Evaluación de Amenazas de Asteroides.Cráter y onda expansivaUn asteroide de esas dimensiones "tiene más probabilidades de atravesar la atmósfera, en particular si tenemos la mala suerte de que el ángulo de entrada sea muy pronunciado", agrega Kumamoto. "En ese caso, una parte podría llegar relativamente intacta a la superficie de la Tierra".El impacto en lo remoto del océano, lejos de tierra firme, plantearía un riesgo mucho menor, dice Kumamoto: la marejada resultante se iría aplacando antes de llegar a la costa. Sin embargo, si cayera al mar junto a la costa podría causar un tsunami que inundaría el territorio cercano.Si la versión más grande de 2024 YR4 impactara en tierra firme, podría hacer un cráter de hasta 1 kilómetro de diámetro."En ese caso, la explosión sería enorme", advierte Boslough. Y la onda expansiva sería tremendamente poderosa. Los edificios alrededor del cráter se doblarían y derrumbarían, los puentes se doblarían y los automóviles, los árboles y las personas saldrían eyectados en todas direcciones. Boslough también advierte sobre la posibilidad de un "chorro caliente de vapor de asteroide que descienda sobre la superficie y calcine todo".Las personas que se encuentren cerca de la zona cero probablemente morirían, dice Boslough, y quienes estén a decenas de kilómetros de distancia también serían golpeados por una atronadora onda expansiva y en expansión. "Las personas de la zona correrían el riesgo de sufrir lesiones graves", apunta Kumamoto.Los expertos dicen que todavía es poco probable que 2024 YR4 impacte la Tierra, pero esta amplia gama de resultados posibles es precisamente la razón por la que los defensores planetarios se toman muy en serio este asteroide potencialmente letal.Por Robin George Andrews(Traducción de Jaime Arrambide)
El astronauta canadiense retirado, Chris Hadfield, describió el bólido como "una bala que se dirige a la Tierra desde el espacio profundo". Leer más
Lo denomina "asesino de ciudades" y tiene una potencia igual a 1.000 bombas atómicas.Hay 6 posibles zonas donde podría estrellarse el 22 de diciembre de 2032. Mirá el video.
La roca espacial fue detectada a fines del año pasado y los primeros cálculos estimaron que la probabilidad de impacto con el planeta era del 1,2%. Sin embargo, la NASA ahora aumentó las chances de una posible colisión. Leer más
Se trata de la probabilidad más alta para un objeto rocoso de más de 30 metros desde 2004, cuando Apofis tuvo brevemente un 2,7% de posibilidades. Qué opinan los expertos sobre una eventual caída, y que daños provocaría.
La posible colisión podría crear un cráter de 900 metros de ancho y desatar una onda de choque capaz de arrasar una gran ciudad. Leer más
Las probabilidades de que el objeto 2024 YR4 colisione contra nuestro planeta son del 2%. La NASA activó el Sistema de Defensa Planetario. Recién en 2028 se podrá saber con certeza su trayectoria. Los factores que lo pueden hacer alejarse o acercarse.
El asteroide 2024 YR4 recientemente descubierto, tiene en promedio un 2% de probabilidad de impactar contra la Tierra en 2032. Leer más
La Real Academia Española promulga normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante
Tiene un diámetro de entre 40 y 90 metros y una potencia igual a 1.000 bombas atómicasHay 6 posibles zonas donde podría estrellarse. Mirá el video en esta nota.
Buscan más precisiones sobre su tamaño, trayectoria y posibilidades de impacto contra la Tierra.
El asteroide YR4 encendió las alarmas y se activó el Protocolo de Seguridad Planetaria de las Naciones Unidas ante la creciente probabilidad de impacto
Según el South China Morning Post, la iniciativa forma parte de una estrategia más amplia del país asiático, que incluye una misión de desvío de asteroides prevista para 2027. Leer más
Científicos monitorean de cerca la trayectoria del objeto espacial, cuyo riesgo de colisión es bajo pero aún no descartado. La defensa planetaria enfrenta el desafío de posibles estrategias de mitigación. The Atlantic explora el tema
El corredor de riesgo de impacto abarca el océano Pacífico oriental, el norte de América del Sur, océano Atlántico, África Central, una porción de de la península arábiga, el noroeste del piélago Índico y hasta el norte de India. Leer más
Desde Viena, una cumbre de expertos informó el umbral de probabilidades.El Protocolo de Seguridad Planetaria de la ONU está activado y actualizan los datos de manera constante.
Estudios señalan que Colombia, India y África son algunas de las áreas en riesgo. La Nasa y otras agencias trabajan por garantizar la seguridad terráquea
Hace unos meses, los científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) encendieron todas las alarmas tras confirmar que un enorme asteroide del tamaño de un estadio de fútbol podría impactar con la Tierra. Esta roca enorme fue nombrada 2024 YR4 y, en caso de que choque con nuestro planeta, sería capaz de destruir ciudades enteras. Por este motivo, gobiernos de todo el mundo empezaron a trabajar en conjunto para crear un equipo con los mejores especialistas para sortear la situación. De acuerdo con la Asociación Espacial Europea, el asteroide "asesino de ciudades", como muchos lo llaman, es el cuerpo espacial "de mayor riesgo" que se registró en la historia. Este fue observado por primera vez el 27 de diciembre del 2024 gracias al Minor Planet Center de la NASA, con sede en Chile. Según las proyecciones que se llevaron a cabo hasta el momento, podría impactar con la Tierra aproximadamente el 22 de diciembre de 2032 si nadie lo detiene a tiempo aunque, para bajar los niveles de alerta, se cree que podría o desintegrarse o desviarse en ese tiempo. Ante la creciente preocupación de la comunidad científica, se comenzaron a evaluar varios métodos de desviación que podrían ayudar a evitar esta catástrofe natural. Algunos de los más resonados hasta el momento son "láseres solares, bombas nucleares e impactadores cinéticos", según informó el medio The Sun. Según trascendió, en un principio, se creía que lo más probable era que se inclinen por la última opción, que consiste en enviar una nave no orbitada al espacio para sacar al asteroide de su trayecto. A pesar de que se desvió asteroides con este método en el pasado, muchos científicos indicaron que se necesitan al menos diez años para ejecutar un plan de esa magnitud, por lo que ya no habría tiempo para hacerlo en el caso de 2024 YR4. Por ello, desde que el asteroide entró en la lista de alerta de la NASA, los niveles de peligrosidad solo se multiplicaron con los cálculos. "No tenemos mucho tiempo" En este sentido, el científico especializado en el tema, Robin George Andrews, aclaró en su cuenta de X cómo ve el panorama. "No tenemos mucho tiempo y aún no tenemos suficiente información sobre este asteroide -que se desvanece rápidamente de la visión de los telescopios- para fundamentar adecuadamente nuestras decisiones de defensa planetaria", afirmó en un posteo. Por el desalentador panorama, el Departamento de Estado de Ciencia y Tecnología de China publicó múltiples anuncios para cubrir los puestos de "defensa planetaria". Al parecer se tratará de un grupo de científicos que serán contratados para avanzar con el monitoreo de los asteroides y la construcción de sistemas de alerta temprana para prevenir catástrofes. Según las investigaciones finalizadas hasta el momento e informadas por el medio ya citado, el uso de un arma nuclear para desintegrar el asteroide se postula como una buena idea para solucionar este problema. El objetivo sería romperlo en partes tan pequeñas que, al caer, se desintegren completamente con la atmosfera y no pongan en peligro alguno a los seres humanos. La complicación es que su uso iría directamente en contra de los tratados internacionales que los países firmaron con la ONU. "Tenemos que tener cuidado de no intentar salvar el mundo y, sin querer, empeorar el problema", expresó Andrews en sus redes sociales. Lo que harán los científicos por el momento es intentar determinar con más precisión la órbita del asteroide para saber, a ciencia cierta, cuál es el riesgo de impacto. Solo después de eso, en caso de ser necesario, se enviaría una serie de recomendaciones a las Naciones Unidas para habilitar el uso de herramientas nucleares por un bien mayor.
Con un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros y viajando a 13 km/s, el asteroide tiene el potencial de liberar una energía similar a la de una bomba termonuclear en caso de impacto
Desde que se descubrió el 27 de diciembre del año pasado al asteroide 2024 YR4, la comunidad científica está en vilo por el posible impacto que tendría en la Tierra el 22 de diciembre de 2032 (y si es que llega a concretarse). En un intento de conocer en detalle más sobre el cuerpo estelar, la NASA adelantó cuál será la fecha clave que podría cambiar la perspectiva del asunto. El meteorito se halló en el marco del proyecto ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) desde una de las sedes del Minor Planet Center en Chile. Debido a los informes preliminares, se ubicó a este cuerpo en la posición "3" de la Escala de Riesgo de Turín, al poseer un 2,3% de probabilidad de que colisione con la Tierra, es decir, de 1 en 43.En uno de los artículos que publicó la NASA en su sitio oficial, destacó una fecha clave: el Telescopio Espacial James Webb observará en los primeros días de marzo a 2024 YR4 con el motivo de recopilar datos específicos y certeros. Este será el momento bisagra, ya que los científicos podrán entender las dimensiones y la órbita. De momento se explicó que el asteroide posee un ancho de entre 40 a 90 metros y que, de colisionar con nuestro planeta, causaría daños en un perímetro de 2150 kilómetros cuadrados, similar al que provocó el meteorito de Tunguska en 1908 sobre el bosque siberiano. Desde la agencia espacial remarcaron que la elección de ese mes fue adrede, en particular porque los telescopios convencionales no logran captar con precisión la luz que emana el cometa. Cabe remarcar que, cuanto más luz refleja, más grande será su tamaño. Además, insistieron en que en mayo, el telescopio James Webb volverá a enfocar su dirección a 2024 YR4, ya que en abril se perderá de vista por los aparatos instalados en la Tierra. Esto servirá para estudiar cuánto cambió su posición. Gracias a los sensores infrarrojos del telescopio espacial, los astrónomos podrán conocer también el calor que irradia, lo que proporcionará una mejor idea de qué es lo que enfrenta la raza humana.Por último, se destacó que el 17 de diciembre del 2028 el asteroide volverá a ser visible de manera definitiva, ya que su circulación estará cerca de nuestro mundo. Aquella será la aproximación más nítida hasta la del 2032. Es importante remarcar que la peligrosidad del asteroide no representa un riesgo mayor. Los datos que brindó la NASA, al igual que Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), tratan de concientizar a la población y no causar una alarma, ya que en general este tipo de fenómenos astronómicos luego se descarta, como sucedió en anteriores ocasiones con cometas tan grandes como este.De igual manera, subrayó que el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra, encargado de seguir al cometa, no descartó la idea de que su probabilidad de impacto continúe aumentando.En cuanto a la zona de riesgo, todavía es impertinente realizar afirmaciones, coincidieron los expertos, pero puntualizaron que el impacto sería en una zona local y desarrollaron una lista de los probables sitios:Océano Pacífico oriental: un impacto en esta zona podría provocar tsunamis de gran magnitud.Norte de Sudamérica: países como Colombia, Venezuela y Ecuador estarían en riesgo si el asteroide impacta en tierra firme.Océano Atlántico: al igual que en el Pacífico, un impacto en esta área generaría grandes olas con posibles efectos en las zonas costeras.África: países como Nigeria, Camerún y la República Democrática del Congo podrían verse afectados.Mar Arábigo: un impacto en esta zona podría tener consecuencias para países como Omán, Pakistán e India.Sur de Asia: regiones de India y Bangladesh también se encuentran dentro del área de posible impacto.
Desde que se descubrió el 27 de diciembre del año pasado al asteroide 2024 YR4, la comunidad científica está en vilo por el posible impacto que tendría en la Tierra el 22 de diciembre de 2032 (y si es que llega a concretarse). En un intento de conocer en detalle más sobre el cuerpo estelar, la NASA adelantó cuál será la fecha clave que podría cambiar la perspectiva del asunto. El meteorito se halló en el marco del proyecto ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) desde una de las sedes del Minor Planet Center en Chile. Debido a los informes preliminares, se ubicó a este cuerpo en la posición "3" de la Escala de Riesgo de Turín, al poseer un 2,3% de probabilidad de que colisione con la Tierra, es decir, de 1 en 43.En uno de los artículos que publicó la NASA en su sitio oficial, destacó una fecha clave: el Telescopio Espacial James Webb observará en los primeros días de marzo a 2024 YR4 con el motivo de recopilar datos específicos y certeros. Este será el momento bisagra, ya que los científicos podrán entender las dimensiones y la órbita. De momento se explicó que el asteroide posee un ancho de entre 40 a 90 metros y que, de colisionar con nuestro planeta, causaría daños en un perímetro de 2150 kilómetros cuadrados, similar al que provocó el meteorito de Tunguska en 1908 sobre el bosque siberiano. Desde la agencia espacial remarcaron que la elección de ese mes fue adrede, en particular porque los telescopios convencionales no logran captar con precisión la luz que emana el cometa. Cabe remarcar que, cuanto más luz refleja, más grande será su tamaño. Además, insistieron en que en mayo, el telescopio James Webb volverá a enfocar su dirección a 2024 YR4, ya que en abril se perderá de vista por los aparatos instalados en la Tierra. Esto servirá para estudiar cuánto cambió su posición. Gracias a los sensores infrarrojos del telescopio espacial, los astrónomos podrán conocer también el calor que irradia, lo que proporcionará una mejor idea de qué es lo que enfrenta la raza humana.Por último, se destacó que el 17 de diciembre del 2028 el asteroide volverá a ser visible de manera definitiva, ya que su circulación estará cerca de nuestro mundo. Aquella será la aproximación más nítida hasta la del 2032. Es importante remarcar que la peligrosidad del asteroide no representa un riesgo mayor. Los datos que brindó la NASA, al igual que Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), tratan de concientizar a la población y no causar una alarma, ya que en general este tipo de fenómenos astronómicos luego se descarta, como sucedió en anteriores ocasiones con cometas tan grandes como este.De igual manera, subrayó que el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra, encargado de seguir al cometa, no descartó la idea de que su probabilidad de impacto continúe aumentando.En cuanto a la zona de riesgo, todavía es impertinente realizar afirmaciones, coincidieron los expertos, pero puntualizaron que el impacto sería en una zona local y desarrollaron una lista de los probables sitios:Océano Pacífico oriental: un impacto en esta zona podría provocar tsunamis de gran magnitud.Norte de Sudamérica: países como Colombia, Venezuela y Ecuador estarían en riesgo si el asteroide impacta en tierra firme.Océano Atlántico: al igual que en el Pacífico, un impacto en esta área generaría grandes olas con posibles efectos en las zonas costeras.África: países como Nigeria, Camerún y la República Democrática del Congo podrían verse afectados.Mar Arábigo: un impacto en esta zona podría tener consecuencias para países como Omán, Pakistán e India.Sur de Asia: regiones de India y Bangladesh también se encuentran dentro del área de posible impacto.
Los expertos tienen tiempo hasta mayo de este año para obtener datos claves sobre el recorrido, debido a que luego la roca dejará de ser visible hasta su próxima visita. Dichos datos serán fundamentales para determinar su trayectoria final. Leer más
El asteroide 2024 YR4 genera preocupación en la comunidad científica debido a su trayectoria potencialmente peligrosa hacia la Tierra. Aunque las probabilidades de un impacto son bajas, su tamaño y cercanía al planeta justifican su seguimiento. En respuesta a esta amenaza, los astrónomos de la NASA utilizan el telescopio espacial James Webb para obtener datos más precisos sobre el objeto, estimar el tamaño del asteroide y comprender el riesgo real que representa.¿Cuál es el riesgo de que el asteroide caiga en la Tierra?Según la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), la probabilidad de que este cuerpo celeste impacte contra la Tierra en 2032 es del 2%. Por ello, se considera un evento poco probable.El telescopio Webb fue clave en este proceso. A diferencia de las tecnologías tradicionales, que solo miden la luz visible reflejada por un objeto astronómico, esta puede detectar emisiones infrarrojas y realizar estimaciones más exactas sobre las características de la roca espacial.La ESA reforzó la vigilancia del 2024 YR4 mediante modelos de simulación de impacto. Su principal objetivo es estar preparados para cualquier cambio en su trayectoria.Además, en caso de que las probabilidades de impacto aumenten, la NASA comenzó a planificar métodos para desviar el asteroide, a través de tecnologías que involucran el impacto de naves espaciales o incluso el uso de rayos láser.El telescopio Webb comenzará a estudiar al asteroide más de cerca a partir de marzo de 2025, cuando sea más visible. Esto será fundamental para determinar las medidas de mitigación necesarias en caso de que el asteroide se desvíe hacia la Tierra. En ese sentido, la ESA anticipó que estos datos serán cruciales para hacer ajustes a las predicciones de trayectoria.¿Cuán grande es el asteroide 2024 YR4 que amenaza a la Tierra?El asteroide tiene un tamaño estimado que varía entre los 40 y 90 metros de diámetro. La ESA señaló la importancia de llegar a precisiones más exactas en cuanto a sus dimensiones, para definir de manera más certera las posibles amenazas.En enero de 2025, el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA actualizó sus estimaciones y el riesgo de impacto se ubicó por encima del 1%. A pesar de este pequeño aumento, los expertos insisten en que la probabilidad de que 2024 YR4 impacte contra la Tierra todavía es baja. Según la Agencia Espacial Europea, los asteroides de este tamaño impactan a la Tierra cada "pocos miles de años".Además, la observación de las emisiones infrarrojas del telescopio Webb proporcionará datos sobre la estructura interna del objeto, lo que podría ser crucial para determinar cómo reaccionaría si se aplicaran esfuerzos para desviarlo. La información obtenida permitirá a los expertos calcular si las misiones de desviación serían viables o si se necesitarían enfoques alternativos.Las zonas de la Tierra donde podría impactar el asteroideLa NASA indicó que los lugares más propensos a sufrir un choque podrían incluir el Océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia. Bill Harwood, consultor espacial de CBS News, enfatizó que si el asteroide cayera en una zona densamente poblada, "sería verdaderamente catastrófico", aunque "no afectaría al clima global".¿Podría compararse el impacto del asteroide con el que cayó en la Era Mesozoica?Harwood trató de apaciguar la preocupación generalizada dejando en claro que "no sería algo como la roca que mató a los dinosaurios". De todas maneras, no le restó importancia al asteroide que actualmente amenaza a la Tierra: "Sin duda sería un desastre de proporciones incalculables, por eso todos esperamos que eso no suceda".
La NASA reveló el poder de impacto que tendría el asteroide 2024 YR4 si colisionara con la Tierra en 2032. Según los astrónomos de la agencia espacial estadounidense, la probabilidad de que esto suceda es de 2,3%, es decir, de 1 en 43. Sin embargo, se encendieron las alarmas por protocolo para apuntar las investigaciones con el fin de conocer si implicaría un riesgo para la vida. El asteroide se descubrió el 27 de diciembre del 2024 en el Minor Planet Center de la NASA, con sede en Chile. En los primeros registros notaron el gran volumen de esta roca estelar y por ende la ubicaron de inmediato en el puesto "3â?³ de la Escala de Riesgo de Impacto de Turín. Según la información que brindó de forma reciente la agencia espacial estadounidense en conjunto con el trabajo de diferentes astrónomos de la comunidad europea, el impacto del meteorito podría dañar un perímetro de 2150 kilómetros cuadrados. Esto equivale a casi 11 veces el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires. Las estimaciones recientes notificaron que el ancho del meteorito sería de 90 metros y el desastre que provocaría sería similar al de Tunguska, que dañó gravemente el bosque siberiano en 1908. Tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea (ESA) realizan una exhaustiva investigación en conjunto para conocer con mayor detalle a esta roca estelar que ingresaría en la órbita terrestre el 22 de diciembre de 2032. Los científicos intentaron llevar calma a la población y explicaron que el método que poseen para conocer el volumen de este objeto se basa en la luz que emana. Cuanto más brillante, más grande es. Sin embargo, indicaron que es probable que no implique un riesgo real para la vida humana. En el pasado también se detectaron meteoritos similares y después de meses de análisis concluyeron que ninguno colisionaría con el planeta. En marzo, el Telescopio Espacial James Webb de la NASA observará al asteroide sin que la atmósfera interfiera en la visión, a diferencia de lo que sucede con los telescopios convencionales instalados en la superficie terrestre. Gracias a los sensores infrarrojos, los astrónomos podrán conocer el calor que irradia, lo que proporcionará una mejor idea de qué es lo que enfrenta la raza humana. Un informe de la Agencia Espacial Europea indicó que la potencia del meteorito sería de 15 megatones, con una fuerza de destrucción 100 veces mayor que la explosión de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. En tanto, señalaron que las áreas con mayor probabilidad de impacto serían:Océano Pacífico oriental: un impacto en esta zona podría provocar tsunamis de gran magnitud.Norte de Sudamérica: países como Colombia, Venezuela y Ecuador estarían en riesgo si el asteroide impacta en tierra firme.Océano Atlántico: al igual que en el Pacífico, un impacto en esta área generaría grandes olas con posibles efectos en las zonas costeras.África: países como Nigeria, Camerún y la República Democrática del Congo podrían verse afectados.Mar Arábigo: un impacto en esta zona podría tener consecuencias para países como Omán, Pakistán e India.Sur de Asia: regiones de India y Bangladesh también se encuentran dentro del área de posible impacto.
Las agencias espaciales y la comunidad científica pusieron una fecha límite para determinar si la roca espacial impactará contra nuestro planeta. Según las últimas estimaciones, las probabilidades de que esto ocurra aumentaron a un 2,3%.
El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA publicó un nuevo análisis sobre el asteroide 2024 YR4, en el que aumentó la probabilidad de impacto contra la Tierra en un 2,3% para el 22 de diciembre de 2032. Si bien parece una noticia apocalíptica, los expertos descartaron que exista un peligro inminente para nuestro planeta.Hace una semana, la agencia espacial estadounidense informó sobre esta roca gigante, con una baja viabilidad de colisión con la Tierra. Según se detalló, el organismo se vio obligado a dar a conocer este dato porque entraría en nuestra órbita y significaría un riesgo (aunque sea menor) para la vida humana.Cuando se alertó sobre 2024 YR4, se estableció un porcentaje de impacto del 1,3%, pero esa cifra creció debido a los recientes registros obtenidos por el monitoreo de la Red Internacional de Advertencia de Asteroides. Los científicos intentaron llevar tranquilidad a la población y explicaron que la probabilidad de que esto suceda es de 1 en 43. Incluso remarcaron que su visibilidad aún es débil y que, para recabar más datos, es necesario esperar hasta junio de 2028.El Telescopio Espacial James Webb de la NASA observará el asteroide en marzo de 2025 para determinar su tamaño exacto. A medida que avance la investigación sobre este cuerpo, se podrá precisar con mayor detalle el riesgo de colisión con la Tierra, aunque es probable que sea descartado como un peligro, como sucedió con muchos otros objetos que anteriormente figuraban en la lista de riesgo de asteroides de la agencia espacial.El asteroide 2024 YR4 tiene una calificación de "3" en la Escala de Riesgo de Impacto de Turín, que va desde cero (sin riesgo) hasta 10 (capaz de acabar con la civilización). Un nivel tres indica que el asteroide merece atención debido a la chance de impacto superior al 1%. Cabe destacar que la mayoría de los asteroides que se acercan a la Tierra suelen clasificarse con un dos o menos."En el pasado, hubo varios objetos que subieron en la lista de riesgo y finalmente bajaron a medida que llegaban más datos", sostuvo la investigadora Molly Wasser en un comunicado de la NASA.El meteorito fue detectado el 27 de diciembre del año pasado por el Minor Planet Center, el centro de intercambio de información internacional para mediciones de posición de cuerpos pequeños, con sede en Chile.El asteroide, que mide de 40 a 90 metros de diámetro, llamó la atención de los astrónomos cuando ingresó en la lista del Sentry de la NASA el 31 de diciembre de 2024. Su colisión con nuestro planeta podría ocurrir a ambos lados del océano Atlántico. Las áreas con mayor probabilidad de impacto incluyen:Océano Pacífico oriental: un impacto en esta zona podría provocar tsunamis de gran magnitud.Norte de Sudamérica: países como Colombia, Venezuela y Ecuador estarían en riesgo si el asteroide impacta en tierra firme.Océano Atlántico: al igual que en el Pacífico, un impacto en esta área generaría grandes olas con posibles efectos en las zonas costeras.África: países como Nigeria, Camerún y la República Democrática del Congo podrían verse afectados.Mar Arábigo: un impacto en esta zona podría tener consecuencias para países como Omán, Pakistán e India.Sur de Asia: regiones de India y Bangladesh también se encuentran dentro del área de posible impacto.Actualmente, el asteroide se halla a 56 millones de kilómetros de la Tierra, pero los cálculos indican que su máximo acercamiento ocurrirá el 22 de diciembre de 2032, cuando podría situarse a apenas 106 kilómetros de nuestro planeta, un margen que mantiene en alerta a la comunidad científica.
Desde su origen hasta los ingredientes que lo componen: así es este fenómeno tan atractivo para los científicos.
Según la agencia espacial, el corredor de riesgo del cuerpo rocoso abarca diversas regiones del planeta, lo que despertó preocupación entre los expertos. Actualmente, se encuentra a 56 millones de kilómetros de la Tierra. Leer más
MADRID.â?? La comunidad científica internacional trabaja contra reloj para acumular observaciones del asteroide 2024 YR4, que actualmente tiene una probabilidad de más del 2% de impactar con la Tierra el 22 de diciembre de 2032.En estos momentos, el cuerpo se aleja de nuestro planeta siguiendo su órbita alrededor del Sol, que completa cada cuatro años. Cada día que pasa es un poco más difícil observarlo con telescopios terrestres. Ahora mismo, para ver este objeto hace falta un telescopio de dos metros de diámetro, un tamaño ya considerable. A principios de marzo solo lo verán instrumentos de cuatro metros. Y a principios de abril ya solo podrán alcanzarlo los mayores observatorios del planeta, como el Telescopio Muy Grande de Chile, de ocho metros, y el Gran Telescopio de Canarias, de 10.La última oportunidad de observación este año será con el Telescopio Espacial James Webb, que orbita la Tierra en el segundo punto de Lagrange, a 1,5 millones de kilómetros del planeta. Si hay suerte, sus detectores podrán ver al 2024 YR4 hasta principios de mayo. Si no se consigue descartar un posible impacto con todas estas observaciones, habrá que esperar a que el cuerpo dé la vuelta al Sol y vuelva a acercarse a la Tierra, en abril de 2028.La órbita de este cuerpo cambia en cada vuelta al Sol debido a la fuerza de gravedad de los planetas y otros cuerpos que encuentra a su paso. Si finalmente se descarta un impacto en 2032, las posibilidades de choque se reducirán drásticamente en los sucesivos encuentros.Hasta ahora, el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional ha recibido más de 340 observaciones de este cuerpo realizadas por telescopios de todo el mundo, cada una con su posición exacta en el cielo. Con todas esas medidas, que tienen un margen de error, las agencias espaciales de Europa y Estados Unidos estiman dónde estará el cuerpo en su máximo acercamiento a la Tierra en diciembre de 2032, siempre con un margen de incertidumbre. Desde que comenzaron a hacer cálculos diarios, las probabilidades han ido subiendo y ya sobrepasan el 2%."Es muy posible que la probabilidad de impacto todavía crezca en los próximos días o semanas, hasta que llegue un momento que caiga a cero, porque la Tierra habrá quedado fuera de la zona de incertidumbre", explica a este diario Juan Luis Cano, coordinador del Servicio de Información de la Oficina de Defensa Planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA). Sería algo similar a lo que ya pasó con Apofis, una roca que llegó al 3% de posibilidades de choque y cuyo impacto quedó descartado poco después. "La opción contraria, mucho más improbable, es que la posibilidad de impacto crezca a medida que desciende la incertidumbre, y las probabilidades alcancen el 100%. Tenemos que seguir recolectando observaciones, pero a día de hoy seguimos teniendo casi un 98% de probabilidad de que no impacte", recuerda Cano. El ingeniero aporta otro dato importante: la probabilidad de que se consiga descartar un impacto contra la Tierra antes de perder de vista el asteroide en mayo es del 90%.Descubrimiento recienteEl 2024 YR4 fue descubierto el 27 de diciembre de 2024 por un telescopio en Chile. En plenas Navidades, y con la disponibilidad limitada de tiempo de observación en los telescopios a corto plazo, la comunidad internacional no se concentró de lleno en este cuerpo hasta mediados de enero. A finales de ese mes ya había estimaciones de riesgo de impacto del 1,3%. Y a medida que se han sumado observaciones, el porcentaje ha crecido.El tamaño de este cuerpo es incierto, y averiguarlo es fundamental. Por ahora el rango está entre 40 y 90 metros de diámetro. "Dado el espectro electromagnético que se ha obtenido para este objeto, tenemos la sospecha de que está justamente en la franja de tamaños más pequeños del intervalo", explica Cano. Si finalmente se determina que tiene menos de 50 metros y que va a estrellarse en la Tierra, la opción sería dejarlo impactar y evacuar a la población, si procede. Para ello se estimaría un radio de unas decenas de kilómetros a la redonda del punto de impacto, detalla Cano."Estamos muy entretenidos, pero nada asustados", reconoce Julia de León, astrónoma del Instituto de Astrofísica de Canarias, que está siguiendo de cerca el nuevo asteroide con varios telescopios en Tenerife y La Palma. La científica cree que la posibilidad de choque se acabará descartando y, si no es así, que se podría preparar una misión de desvío a tiempo. De León es una de las científicas europeas y estadounidenses que acaban de conseguir tiempo de observación con el James Webb a finales de abril para observar este cuerpo y definir mejor sus características, aún muy inciertas. "Si la órbita completa de este asteroide fuera como una pista de atletismo, que mide 400 metros, por ahora solo conocemos los primeros seis", expone.Esta científica canaria de 48 años ha usado el Gran Telescopio de Canarias para esclarecer una característica esencial del asteroide: su composición. "Los resultados muestran que está hecho de rocas y cierto contenido de metal que no somos capaces de determinar", señala. Si finalmente hay un impacto, el cuerpo probablemente sobreviva a la entrada en la atmósfera terrestre e impacte contra el suelo o el océano. Un cuerpo de 50 metros de composición similar se estrelló en lo que hoy es Arizona hace 50.000 años. Abrió un cráter de más de un kilómetro de diámetro y la explosión aniquiló cualquier forma de vida animal a cuatro kilómetros a la redonda. La otra posibilidad es que el asteroide se descomponga en el aire. En 1908, un cuerpo de un tamaño similar al 2024 YR4 estalló en el aire y arrasó 2000 kilómetros cuadrados de bosque en Tunguska, en el centro de Rusia. Otro factor clave, aún desconocido, sería el ángulo de impacto del asteroide.Dónde impactaríaSi finalmente se confirma un impacto, este sucedería en algún punto aún indeterminado de un largo corredor que discurre desde el este del Océano Pacífico, el norte de América del Sur (Colombia y Venezuela), el océano Atlántico, África a la altura del Golfo de Guinea, el mar arábigo y el sur de Asia hasta la India. Aunque este trazado toca zonas pobladas de América, África y Asia, la mayor parte es mar.La amenaza del 2024 YR4 ha provocado la activación por primera vez de los cuerpos de defensa planetaria de Naciones Unidas. La actividad se centra en dos órganos, la Red Internacional de Alerta de Asteroides, que se encarga de observar y estudiar el objeto en cuestión, y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales, que debe proponer opciones de reacción si se sobrepasa el umbral del 1% de probabilidad de impacto. Este segundo organismo reconoció el miércoles que ha "comenzado a discutir posibles acciones, pero es prematuro aún recomendar misiones concretas", ha dicho en un comunicado. Estas opciones se discutirán de nuevo a finales de abril o principios de mayo, cuando haya más datos, o si las posibilidades de impacto cambian sustancialmente, añaden.Las opciones para desviar un asteroide van desde el lanzamiento de una sonda de impacto a provocar una explosión nuclear que logre desviar su trayectoria. Paolo Martino, líder de misiones de defensa planetaria de la ESA, reconoce el reto tecnológico que plantea el 2024 YR4: "Predecir la órbita de asteroides de este tamaño es muy difícil, porque les afectan muchas perturbaciones. Esto requiere muchísimo estudio. En estos momentos, miles de astrofísicos en todo el mundo están volcados en esto".Respecto de posibles misiones de desvío, Martino explica que, debido a su trayectoria, lanzar una sonda de estudio que se acople al asteroide y le siga es "muy, muy complicado". Es más factible lanzar una sonda de impacto. "Imaginate que estás delante de un camión que va a pasar junto a ti", ejemplifica. "Acoplarte equivaldría a saltar dentro de él y que sobrevivas. Para impactar solo tendrías que ponerte delante, lo que es mucho más doloroso, pero también más fácil", añade. Esta misión se basaría en lo aprendido por DART, la primera misión espacial que consiguió cambiar el rumbo de un asteroide, en 2022. Si en 2028 se determinase con seguridad que el 2024 YR4 va a impactar, quedarían cuatro años para diseñar y lanzar este tipo de nave, algo que Martino ve factible.Por Nuño Domínguez©EL PAÍS, SL
Su descubrimiento y la inusual probabilidad de impacto en 2032 ofrecen un contexto real para explorar astronomía, geología y gestión de riesgos globales en la educación
Tiene un diámetro de entre 40 y 90 metros y una potencia igual a 1.000 bombas atómicasHay 6 posibles zonas donde podría estrellarse.
Con una probabilidad ligeramente superior al 1% de colisionar en 2032, este objeto espacial ha sido clasificado en el nivel 3 de la Escala de Turín, lo que ha llevado a la comunidad internacional a intensificar el monitoreo
La NASA actualizó las posibilidades de la hipotética colisión del objeto contra nuestro planeta. Las estimaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) y qué es el Protocolo de Seguridad Planetaria activado por la ONU.
Desde hace unos meses, la comunidad científica sigue de cerca el recorrido de 2024 YR4, un asteroide de entre 40 y 100 metros de largo que fue detectado en las proximidades de la Tierra. A medida que avanzaron los estudios y las simulaciones de su trayectoria, surgió una posibilidad que encendió las alarmas: según los cálculos más recientes, existe un 1,3% de probabilidad de que impacte contra nuestro planeta el 22 de diciembre de 2032. Ahora, con datos más precisos, los expertos identificaron cuáles serían las regiones más expuestas a un posible impacto.Con un diámetro estimado de 61 metros y una posibilidad de impacto del 1,3 % (equivalente a 1 en 77), los astrónomos siguen de cerca la trayectoria del asteroide 2024 YR4. A medida que se actualizan los datos y se perfeccionan los modelos de predicción, los especialistas buscan determinar si realmente supone una amenaza para la Tierra en los próximos años.Cabe destacar que el asteroide 2024 YR4 fue clasificado con una calificación de "3â?³ en la escala de Turín, un sistema que mide la probabilidad de impacto y los posibles daños que podría causar un objeto cercano a la Tierra. Esta escala, que va del 0 al 10, establece que un valor de 0 significa que el objeto no representa ningún peligro, mientras que un 3 indica que el asteroide merece atención debido a su probabilidad de impacto superior al 1%. En el extremo más alto, un 10 señala una colisión segura con consecuencias catastróficas. Cabe destacar que la mayoría de los asteroides que se acercan a la Tierra suelen clasificarse con un 2 o menos, por lo que la situación de 2024 YR4 generó un especial interés en la comunidad científica.El listado completo de las zonas en donde podría impactar el asteroideAhora bien, según la NASA, el corredor de riesgo del asteroide 2024 YR4 abarca diversas regiones del planeta, lo que despertó preocupación entre los expertos. Por lo que se dio a conocer, las áreas con mayor probabilidad de impacto incluyen:Océano Pacífico oriental: un impacto en esta zona podría provocar tsunamis de gran magnitud.Norte de Sudamérica: países como Colombia, Venezuela y Ecuador estarían en riesgo si el asteroide impacta en tierra firme.Océano Atlántico: similar al Pacífico, el impacto en esta área generaría grandes olas con posibles efectos en las zonas costeras.África: países como Nigeria, Camerún y la República Democrática del Congo podrían verse afectados.Mar Arábigo: un impacto en esta zona podría tener consecuencias para países como Omán, Pakistán e India.Sur de Asia: regiones de India y Bangladesh también se encuentran dentro del área de posible impacto.Por ahora, México no se encuentra dentro de las principales regiones de riesgo, aunque los expertos advierten que la trayectoria del asteroide 2024 YR4 podría modificarse en los próximos años a medida que se recopilen más datos y se actualicen los cálculos.Es importante tener en cuenta que, desde su detección el 27 de diciembre de 2024, el asteroide 2024 YR4 es objeto de un seguimiento constante por parte de astrónomos, quienes buscan precisar su trayectoria con mayor exactitud. Actualmente, se encuentra a 56 millones de kilómetros de la Tierra, pero los cálculos indican que su máximo acercamiento ocurrirá el 22 de diciembre de 2032, cuando podría situarse a apenas 106 kilómetros de nuestro planeta, un margen que mantiene en alerta a la comunidad científica.
Según sus responsables, el plan de defensa global se ejecuta cuando la probabilidad de colisión es superior al 1%, a fin de que comiencen a trabajar la Red Internacional de Alerta de Asteroides, presidida por la NASA y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales. Leer más
Diego Bagú, astrónomo de la Universidad de La Plata, explicó por la 750 por qué es importante seguir de cerca la noticia, aunque descartó que sea para alarmarse.
Los expertos en astronomía han aumentado la probabilidad de que el '2024 YR4', uno de los objetos espaciales más peligrosos en la actualidad, impacte contra la Tierra en el año 2032
Según los últimos cálculos de la ESA y la NASA, la probabilidad de impacto del asteroide 2024 YR4 con la Tierra en 2032 aumentaron. La comunidad científica intensificó su vigilancia sobre la trayectoria del cuerpo celeste ya que su tamaño podría generar graves daños en caso de impactar en la tierra.
Desde que fue identificado, el asteroide 2024 YR4 ha sido analizado debido a su posible riesgo de colisión con la Tierra en 2032. Aunque la probabilidad de impacto sigue siendo baja, los astrónomos siguen observando su trayectoria y evolución
MADRID.â?? La probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 choque contra la Tierra aumenta. La Agencia Espacial Europea calcula ahora que hay un 1,8% de posibilidades de que este cuerpo impacte contra nuestro planeta el 22 de enero de 2032. La NASA estadounidense también ha reevaluado al alza sus cálculos hasta 1,9%. Ambas estadísticas suponen que la posibilidad de que este cuerpo acabe finalmente pasando de largo sin suponer ninguna amenaza es de más del 98%. Hasta ahora lo habían ubicado en el 1,2%.El Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la ESA ha informado hoy que realizará una actualización diaria sobre el asteroide, que se ha colado de golpe como líder en la lista de cuerpos que plantean algún riesgo para los terrícolas. Estos datos se irán actualizando con las observaciones de su posición que se hagan con la mayoría de telescopios disponibles tanto en tierra como en el espacio. En cualquier caso, conocer la órbita exacta de un cuerpo como este es una tarea muy complicada, debido a los muchos factores que pueden influir en ella.La ESA recuerda que el asteroide tiene "un diámetro estimado entre 40 y 90 metros y una probabilidad de impacto en 2032 que actualmente ronda el 1,5%". Esto lo "clasifica como un evento que 'merece la atención de los astrónomos', lo que ha desencadenado una intensa actividad de observación en la comunidad de defensa planetaria".El 2024 YRD es un cuerpo de nivel 3 en la escala de Turín, que mide la amenaza que presentan los asteroides del 0 al 10. La agencia europea recuerda el caso de Apofis, una roca espacial de 375 metros que en 2004 alcanzó el nivel 4. Su probabilidad de impacto llegó al 3%, la más alta jamás registrada para un asteroide de tamaño significativo. Sin embargo, tras el análisis de datos de archivo anteriores a 2004 aclarar que no había ninguna posibilidad de impacto.El cuerpo fue descubierto en diciembre de 2024 desde el observatorio ATLAS de Chile. Es demasiado pequeño para causar una catástrofe a nivel global, pero sí podría destruir por una ciudad si llegase a caer sobre una zona poblada. Gran parte de su impacto depende de factores aún desconocidos, como su composición y el ángulo de entrada en la atmósfera terrestre.Remota posibilidad de un impactoEl Centro para el Estudio de Objetos cercanos a la Tierra de la NASA ha dicho: "En la remota posibilidad de un impacto de 2024 YR4, este se produciría a lo largo de un corredor desde el este del Océano Pacífico, el norte de Suramérica, el océano Atlántico, África, el mar arábigo y el sur de Asia". Este organismo ha elaborado un gráfico que representa con un triángulo la incertidumbre actual de la trayectoria del asteroide. Solo el 1,6% de toda la superficie de este polígono correspondería a un impacto con la Tierra.Dos grupos especializados de Naciones Unidas están estudiando la trayectoria de este cuerpo: la Red Internacional de Alerta de Asteroides, y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales (SMPAG, en sus siglas en inglés). Estos dos organismos se crearon para coordinar la respuesta internacional ante una amenaza de este tipo. El SMPAG coordina el conocimiento técnico de las principales agencias espaciales, incluyendo la NASA estadounidense y la europea (ESA), que preside este grupo. Su función es recomendar una respuesta concreta ante asteroides peligrosos, incluido su estudio y la propuesta de medidas de mitigación o desvío, fuese necesario.El SMPAG se reunió virtualmente el pasado 31 de enero para analizar la "muy pequeña posibilidad de un impacto del asteroide 2024 YR4 en diciembre de 2032â?³, según publicó el organismo en un comunicado. Este grupo se activa si existe una probabilidad de impacto mayor que 1% y se trata de un cuerpo de más de 50 metros. "La conclusión es que es demasiado pronto para tomar ninguna medida. No obstante, el SMPAG monitorizará la evolución de esta amenaza de impacto y los datos sobre el tamaño de este cuerpo", ha señalado el organismo.La órbita del 2024 YR4 alrededor del Sol describe una amplia elipse. Actualmente, el cuerpo se aleja de la Tierra casi en línea recta, lo que dificulta estudiar su trayectoria curva a medida que pasa el tiempo. En los próximos meses, el asteroide comenzará a desvanecerse de la vista desde la Tierra. Durante este período, la ESA coordinará observaciones del asteroide con telescopios cada vez más potentes, culminando con el uso del Telescopio Muy Grande del Observatorio Europeo Austral en Chile para recopilar la mayor cantidad de datos posible.Es posible que el asteroide 2024 YR4 desaparezca de la vista antes de que se pueda descartar por completo cualquier posibilidad de impacto en 2032. En ese caso, es probable que el asteroide permanezca en la lista de riesgo de la ESA hasta que vuelva a ser observable en 2028, ha explicado la agencia en un comunicado.Por Nuño Domínguez©EL PAÍS, SL
Aunque tienen relación entre sí, hay aspectos técnicos que los hace distintos. Descubre cuales son.
Un equipo del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Pusan, Corea del Sur, señaló que "probabilidad estimada de colisión es de 1 entre 2.700. ¿En qué año podría chocar contra nuestro planeta?. Leer más
Aunque las probabilidades que impacte contra la Tierra son muy bajas, la comunidad científica mundial está tomando medidas preventivas para monitorear su trayectoria y evaluar los riesgos ante una posible colisión. Leer más
De acuerdo con la NASA, este cuerpo rocoso podría colisionar contra el planeta el 24 de septiembre de 2182
MADRID.â?? Un nuevo estudio de modelado climático describe el escenario de cómo cambiaría el clima y la vida en nuestro planeta ante un posible impacto futuro de un asteroide mediano, es decir de unos 500 metros.El sistema solar está lleno de objetos con órbitas cercanas a la Tierra. La mayoría de ellos no representan ninguna amenaza para la Tierra, pero algunos de ellos han sido identificados como objetos de interés con probabilidades de colisión no despreciables. Entre ellos se encuentra el asteroide Bennu con un diámetro de unos 500 metros, que, según estudios recientes, tiene una probabilidad estimada de 1 entre 2700 de colisionar con la Tierra en septiembre de 2182. Esto es similar a la probabilidad de lanzar una moneda al aire 11 veces seguidas con el mismo resultado.Para determinar los posibles impactos de un impacto de asteroide en nuestro sistema climático y en las plantas terrestres y el plancton en el océano, los investigadores del Centro IBS de Física del Clima (ICCP) de la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur) se propusieron simular un escenario idealizado de colisión con un asteroide de tamaño mediano utilizando un modelo climático de última generación.El efecto de la colisión está representado por una inyección masiva de varios cientos de millones de toneladas de polvo en la atmósfera superior. A diferencia de estudios anteriores, la nueva investigación, publicada en Science Advances, también simula ecosistemas terrestres y marinos, así como las complejas reacciones químicas en la atmósfera.Utilizando la supercomputadora IBS Aleph, los investigadores ejecutaron varios escenarios de impacto de polvo para una colisión de asteroides tipo Bennu con la Tierra. En respuesta a inyecciones de polvo de 100 a 400 millones de toneladas, las simulaciones del modelo de supercomputadora muestran alteraciones dramáticas en el clima, la química atmosférica y la fotosíntesis global en los tres a cuatro años posteriores al impacto.En el escenario más intenso, el oscurecimiento solar debido al polvo provocaría un enfriamiento de la superficie global de hasta 4 °C, una reducción de la precipitación media global del 15% y una grave disminución del ozono de alrededor del 32%. Sin embargo, a nivel regional, estos impactos podrían ser mucho más pronunciados."El abrupto invierno de impacto proporcionaría condiciones climáticas desfavorables para el crecimiento de las plantas, lo que llevaría a una reducción inicial del 20 al 30% de la fotosíntesis en los ecosistemas terrestres y marinos. Esto probablemente causaría enormes perturbaciones en la seguridad alimentaria mundial", dice en un comunicado el Dr. Lan Dai, investigador posdoctoral en el ICCP y autor principal del estudio.El plancton se recuperaría en mesesCuando los investigadores analizaron los datos del modelo oceánico de sus simulaciones, se sorprendieron al descubrir que el crecimiento del plancton mostraba un comportamiento completamente diferente. En lugar de la rápida reducción y la lenta recuperación de dos años en la tierra, el plancton en el océano ya se habría recuperado en seis meses, e incluso habría aumentado después a niveles que ni siquiera se observan en condiciones climáticas normales."Hemos podido rastrear esta respuesta inesperada a la concentración de hierro en el polvo", afirma en un comunicado el profesor Axel Timmermann, director del ICCP y coautor del estudio. El hierro es un nutriente clave para las algas, pero en algunas zonas, como el océano Austral y el Pacífico tropical oriental, su abundancia natural es muy baja. Dependiendo del contenido de hierro del asteroide y del material terrestre que se lanza a la estratosfera, las regiones que de otro modo estarían desprovistas de nutrientes pueden enriquecerse con hierro biodisponible, lo que a su vez desencadena floraciones de algas sin precedente.Según las simulaciones por ordenador, el aumento de la productividad marina tras la colisión sería más pronunciado en el caso de las algas ricas en silicatos, conocidas como diatomeas. Sus floraciones también atraerían grandes cantidades de zooplancton, pequeños depredadores que se alimentan de las diatomeas."Las floraciones excesivas simuladas de fitoplancton y zooplancton podrían ser una bendición para la biosfera y ayudar a aliviar la inseguridad alimentaria emergente relacionada con la reducción más duradera de la productividad terrestre", añade Lan Dai."En promedio, los asteroides de tamaño mediano chocan con la Tierra aproximadamente cada 100-200 mil años. Esto significa que nuestros primeros antepasados humanos pueden haber experimentado algunos de estos eventos que desplazaron el planeta antes, con posibles impactos en la evolución humana e incluso en nuestra propia composición genética", dice el profesor Timmermann.El nuevo estudio publicado en Science Advances proporciona nuevos conocimientos sobre las respuestas climáticas y de la biosfera a las colisiones con objetos en órbita cercana a la Tierra. En el siguiente paso, los investigadores del ICCP de Corea del Sur planean estudiar las respuestas humanas tempranas a tales eventos con más detalle mediante el uso de modelos informáticos basados en agentes, que simulan humanos individuales, sus ciclos de vida y su búsqueda de alimento.
Son los resultados un estudio publicado en Science Advances. Además, podría afectar de manera dramática la seguridad alimentaria.
La Red Internacional de Alerta de Asteroides emitió un comunicado con información.¿Cuántas posibilidades tiene de chocar contra nuestro planeta y cuándo?
Durante años, el astro fue considerado como una "potencial amenaza" debido a su trayectoria incierta y, pese a que se ha descartado un posible choque contra nuestro planeta, se convirtió en un objetivo científico de gran valor. Leer más
Justo después de Navidad, los astrónomos detectaron movimientos espaciales en torno a la Tierra: una roca de entre 40 y 100 metros de largo, a la que llamaron 2024 YR4. Durante las siguientes semanas, simularon sus posibles órbitas futuras. Ahora dicen, basándose en la información más actualizada, que existe un 1,3% de posibilidades de que este asteroide impacte en algún punto de la Tierra el 22 de diciembre de 2032.¿Esto debería mantenerte despierto por la noche? "No, absolutamente no", dijo David Rankin, observador de cometas y asteroides de la Universidad de Arizona. La probabilidad de impacto actual es ínfima pero, es justo decir, que un asteroide de este tamaño tiene el potencial de causar daños. Si golpeara una ciudad, el daño no causaría nada parecido a una extinción masiva, pero sería catastrófico para la ciudad misma. Pero un riesgo de impacto del 1,3% también significa un 98,7% de posibilidades de error. "No es un número que debas ignorar, pero tampoco es un número que debas mantenerte despierto por la noche", dijo Rankin.Y las probabilidades pueden disminuir con el tiempo a medida que los astrónomos recopilen nuevos datos sobre el objeto. Por ahora, los expertos dicen que "mantener la calma es lo correcto". El asteroide fue detectado varios años antes de su posible y "peligroso" acercamiento a la Tierra, y eso es algo positivo. "Los sistemas internacionales que estamos implementando para encontrar, rastrear, caracterizar y, si es necesario, mitigar los impactos de asteroides y cometas peligrosos están funcionando como se esperaba", dijo Andy Rivkin, astrónomo e investigador de defensa planetaria del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.El asteroide fue identificado por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), un sistema de cuatro telescopios repartidos por todo el mundo que busca objetos cercanos a la Tierra y que está financiado por la NASA. El telescopio chileno encontró a 2024 YR4 el 27 de diciembre, apenas dos días después de un acercamiento cercano a la Tierra. Ahora, "se está alejando rápidamente del planeta y debilitándose día a día".Según el Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la Agencia Espacial Europea, tiene entre 40 y 100 metros de largo. Esta estimación se basa en la cantidad de luz solar que refleja. Sin saber exactamente qué tan reflectante es su superficie, solo puede proporcionar una variedad de tamaños. Se podría hacer una estimación más precisa utilizando el radar, pero esto sólo será posible cuando el asteroide haga otro paso cercano, pero completamente seguro, por la Tierra, el 17 de diciembre de 2028.Un asteroide de 40 metros es comparable al impacto de Tunguska, un meteorito que explotó sobre una zona remota de Siberia en 1908 y devastó un bosque de 2.000 km² (más del doble del tamaño de la ciudad de Nueva York). Un asteroide de 100 metros causaría daños mucho mayores: un impacto sobre una ciudad destruiría gran parte de ella. Si el objeto sobrevive a la entrada a la atmósfera y llega al océano cerca de la costa, el tsunami resultante podría devastar las zonas costeras cercanas.El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en California, es responsable del mapeo de asteroides y cometas en Estados Unidos. Utilizando un software sofisticado, rastrean el movimiento de todos los objetos conocidos cerca de la Tierra. Uno de sus programas, Sentry, evalúa las posibles órbitas de estos objetos y determina si existe alguna posibilidad, por pequeña que sea, de una colisión con la Tierra en el próximo siglo. Aquellos cuya probabilidad de impacto no se puede reducir con seguridad a (esencialmente) cero permanecen en la Lista de Riesgo Centinela.Normalmente, lo que sucede es que los riesgos de impacto caen a cero a medida que se realizan nuevas observaciones y se conoce con mayor precisión la órbita del asteroide. Es probable que suceda lo mismo con el 2024 YR4. "El resultado más probable es que más observaciones descarten un impacto", dijo Rankin. 2024 YR4 se vuelve extremadamente débil a medida que se aleja de la Tierra, lo que significa que la mayoría de los telescopios tendrán dificultades para seguirlo."Sin embargo, dado que se trata de un caso especial, los miembros de la comunidad han solicitado (y recibido) tiempo de observación en algunos de los telescopios más grandes y avanzados. Estos telescopios deberían poder monitorearlo hasta abril", dijo Rivkin. Los astrónomos tendrán una oportunidad aún mayor de perfeccionar sus predicciones durante el paso de diciembre de 2028. Pero hasta entonces, es posible que no se descarte por completo un impacto en 2032. "Esperamos que la probabilidad de impacto sea cero, no 100%", dijo Rivkin y agregó:" Pero pueden pasar algunos años antes de que tengamos datos suficientes para demostrarlo".
Identificado por primera vez en 2023, este objeto espacial posee un recorrido por el sistema solar que dificulta su vigilancia continua. Científicos trabajan en nuevos datos
El análisis preliminar de su trayectoria indica que es posible una colisión con nuestro planeta en 2032
La misión Osirix-Rex fue diseñada para estudiar un astro próximo a la Tierra que se cree que contiene materiales prístinos del sistema solar primitivo. La cápsula con las muestras aterrizó en 2023 y, desde entonces los científicos se encuentran analizando su composición. Leer más
La roca espacial en cuestión mide 60 metros de diámetro y, actualmente se encuentra a 43 millones de kilómetros de distancia. El objeto pasaría a una distancia mínima de 0,00001 unidades astronómicas (UA). Leer más
El espacio siempre ofrece sorpresas, pero pocas tan curiosas como la reciente confusión entre un asteroide y un Tesla Roadster. El 2 de enero de este año, un astrónomo aficionado detectó un objeto en órbita que se aproximaba a nuestro planeta, a solo 150.000 millas de distancia, más cerca que la Luna.Este objeto fue catalogado inicialmente como un asteroide por el Minor Planet Center (MPC) y designado como 2018 CN41. Sin embargo, la sorpresa llegó pocas horas después: el supuesto asteroide era en realidad el Tesla Roadster lanzado al espacio por SpaceX en 2018, de acuerdo con el comunicado de prensa oficial.El Tesla, conducido por el icónico maniquí "Starman", fue una carga única utilizada por Elon Musk para el vuelo inaugural del cohete Falcon Heavy. Este coche, ahora una reliquia flotante, orbitaba cerca de la Tierra, generando un breve momento de confusión en la comunidad astronómica.El origen de la confusiónEl descubrimiento inicial estuvo a cargo de un astrónomo aficionado turco conocido como "G". Tras observar el objeto, "G" reportó su hallazgo al MPC, lo que desencadenó su designación oficial. Sin embargo, al analizar más a fondo la órbita del supuesto asteroide, comenzaron a surgir dudas. La trayectoria coincidía con la de un objeto artificial conocido: la etapa superior del Falcon Heavy que llevaba al Tesla Roadster.Jonathan McDowell, astrónomo del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, fue clave para resolver el misterio. De acuerdo con el portal Astronomy, al revisar los registros, confirmó que el "asteroide" era, de hecho, el coche que Musk había lanzado al espacio como un experimento para demostrar las capacidades del Falcon Heavy. La confusión, aunque resuelta rápidamente, dejó en evidencia un problema creciente en la astronomía: la falta de transparencia y seguimiento de los objetos artificiales en el espacio profundo.Este caso no es el primero en el que un objeto creado por el ser humano es confundido con un asteroide. Misiones como Rosetta, destinada al cometa 67P, o BepiColombo, rumbo a Mercurio, también fueron erróneamente identificadas como cuerpos celestes. Estos incidentes ponen el foco en la necesidad de contar con un sistema centralizado que registre la posición de todos los objetos artificiales, especialmente aquellos en órbitas profundas.Según McDowell, "la proliferación de objetos no rastreados podría obstaculizar los esfuerzos para proteger la Tierra de asteroides potencialmente peligrosos". Incluso podría generar desperdicio de recursos en misiones dirigidas a estudiar objetos que luego resultan ser etapas de cohetes o satélites abandonados.El legado del Tesla RoadsterEl Tesla lanzado en 2018 sigue orbitando el Sol, pasando ocasionalmente cerca de la Tierra y Marte. Aunque fue concebido como una maniobra publicitaria, su presencia en el espacio adquirió un carácter simbólico y científico. Por un lado, demuestra los avances tecnológicos alcanzados por SpaceX; por otro, recuerda la importancia de mantener un registro claro del creciente tráfico espacial.Mientras el "Starman" y su coche continúan su viaje por el cosmos, este incidente deja una lección clave: en un espacio cada vez más concurrido, la colaboración y la transparencia serán esenciales para evitar confusiones y garantizar la seguridad de futuras misiones.
El cuerpo celeste fue detectado en agosto del 2024 por el telescopio ATLAS de la Universidad de Hawaii en Sudáfrica y los investigadores han descubierto que su origen se remonta a un gran impacto que tuvo lugar en la superficie lunar, hace mucho tiempo atrás. Leer más
Astrónomos de Harvard anunciaron el hallazgo de un nuevo cuerpo celeste al que registraron como 2018 CN41; luego, tuvieron que darlo de baja del sistema y aclarar que se trataba de uno de los coches de Elon Musk