El delantero argentino convirtió el 1-0 sobre Venezia, que le permitió quedar a un punto del líder de la Serie A, que perdió con Atalanta.El miércoles recibirá al conjunto inglés en uno de los partidos más atractivos de la semana.Mirá el video.
No puede, no se le cae una idea. Entonces, la lógica del final del espectáculo es inevitable. Silbidos para todos. Huracán empató sin goles con Gimnasia y sigue tan lejos y tan cerca de Vélez, el líder, que esta noche se cita con Argentinos, en la Paternal. Jugó con una declaración de principios: así, será imposible pelear por el título hasta el final.Huracán avanza, se estanca y retrocede. Todo ese combo se mantiene inalterable a lo lago de la Liga Profesional, en la que es uno de los protagonistas estelares. No brilla, de vez en cuando juega bien, pero al menos no desentona en el gris andar de un torneo de bajo vuelo, con 28 equipos. La mayoría, ya no juega por prácticamente nada.Los últimos resultados pintan de cuerpo entero al Globo de Frank Kudelka, que de todos modos mantiene en alto la ilusión. Empató 1-1 con Godoy Cruz, les ganó 3-1 a Sarmiento y 1-0 a Unión, quedó eliminado con Central Córdoba, de Santiago del Estero, por la Copa Argentina y empató sin goles con el mismo rival, un puñado de días después.Feliz cumple para nosotros, los que estamos siempre â?¤ï¸?ð???#VamosGlobo ð???#HuracánYNadaMás pic.twitter.com/By8MKsHByK— CA Huracán (@CAHuracan) November 1, 2024Esta vez, al menos, el desarrollo fue sereno, tranquilo: prácticamente no ocurrió nada. Todo lo contrario al lunes pasado. Cuando hubo protestas, peleas, incidentes, dentro y fuera del campo de juego. Así, es muy difícil ganar, pelear por el campeonato. Huracán empató sin goles con Central Córdoba, aunque al menos hizo todos los méritos por alcanzar la victoria.Aquella noche, el espectáculo fue caliente. De principio a fin. Huracán reclamó, protestó, estuvo fuera de foco en casi todo el desarrollo. Es imposible pelear el campeonato con una energía negativa, que evidentemente se traslada sobre el campo de juego. Wanchope Abila reclamó penal por una mano de Yonatthan Rak, pero el árbitro Nazareno Arasa, luego de ver detenidamente la acción en la pantalla del VAR, decidió no sancionarlo. En una primera instancia, el disparo del delantero pegó en el brazo izquierdo, que estaba elevado, pero en el momento del impacto, se encontraba pegado al cuerpo.Para peor, fue expulsado Walter Mazzantti a los 14 minutos del segundo capítulo, por un planchazo sobre Sebastián Valdez. Roja indiscutible. El delantero había ingresado en esa misma etapa, en reemplazo de Cesar Ibáñez. Huracán se descontroló aún más. La gente, los jugadores, hasta Frank Kudelka, fuera de sí y expulsado otra vez. Dirigió el final del partido con un celular en la mano, en un escondite del Palacio. Los hinchas arrojaron de todo. La tensión siguió hasta el final, con un disparo que chocó en la nuca de Juan Meli y todo el Mundo Huracán también reclamó penal.El Globo sigue ahí, segundo, pero las fechas pasan y se escapan las chances de inquietar a Vélez en la lucha por el título. Le cuesta todo un triunfo. No tiene gol.Esta vez, una asombrosa serenidad aplastó a todos. Hinchas, jugadores, cuerpo técnico, dirigentes. Debía ganar para alcanzar a Vélez, que un rato más tarde se enfrentaba con Argentinos, en La Paternal. Desabrido, inconexo, Kudelka dispuso de dos cambios en el entretiempo. Alarcón en lugar de Fértol y Ramírez por Soñora. Once minutos después, Alfonso ingresó por Cabral. Todos intérpretes ofensivos, para cambiar una historia que estaba torcida, frente a un limitado rival.Un zurdazo cruzado de Ramírez encontró una buena respuesta de Ledesma, el seguro arquero del elenco platense. Un tiro de Abila viajó a las nubes. Y los silbidos a modo de despedida. Para todos, justo en su cumpleaños número 116.
Lo primero es preguntarse qué se está buscando: freelance, pasantía, un contrato temporario, etc Luego, hay experiencias previas que parecen irrelevantes, sin embargo, indican habilidades. Quien integró una banda de música, puede planificar, trabajar en equipo, y focalizar en resultados, por ejemplo. Leer más
Juzgado de Santander impone medidas cautelares tras la detención de un hombre por grabar a jugadoras en un vestuario; se prohíbe su acceso a instalaciones deportivas con menores y se le retira el pasaporte
Su espíritu emprendedor y su capacidad para identificar problemas y presentar soluciones innovadoras lo llevó a crear una de las aplicaciones de citas más influyentes del mundo
Desde Japón, un mercado que la Argentina viene deseando conquistar para venderle carne vacuna, llegó una noticia que permite abrir una esperanza: el Subcomité de Sanidad Pecuaria del Consejo de Alimentación, Agricultura y Política Rural, que depende de la cartera agrícola de ese país, comenzó la evaluación de los "riesgos relacionados con la importación de carne vacuna fresca de la región norte de Argentina (área de vacunación contra la fiebre aftosa )".Eso, que figura en el organismo público de Japón, se trató ayer y, si bien en el gobierno de Javier Milei hay cautela a la espera de ver cómo se van sucediendo los hechos, para los expertos se trata de una señal de que el país asiático reactivó un trámite que estaba pendiente de continuidad desde 2019. Falta mucho más, pero es un paso en la dirección del objetivo de conseguir que se pueda exportar desde todo el país.Histórico: Federación Agraria tiene por primera vez a una mujer como presidentaEn rigor, la Argentina ya le vende carne vacuna a Japón desde la Patagonia, que es región libre de fiebre aftosa sin vacunación. Pero no le puede ofrecer desde el norte de la región, es decir el resto del país, porque es libre de la enfermedad pero con vacunación. En la Patagonia hay un solo frigorífico habilitado para exportar carne vacuna a ese mercado, pero las posibilidades, si se abriera para el resto del país, son infinitas. A modo de ejemplo, Japón es el tercer mercado importador del producto del mundo, luego de China y los Estados Unidos. En 2023 importó 702.000 toneladas. Sus mayores abastecedores fueron Estados Unidos y Australia, que le proveyeron el 48%.Desde la región, Uruguay está haciendo un pie en Japón. Le vendió en 2023 7900 toneladas res con hueso, una cifra muy mayor a las 28 toneladas que colocó la Patagonia argentina por US$228.000. Es un mercado de buen valor comercial. Paga bien por los cortes. En 2023 pagó por los productos argentinos desde US4249 la tonelada por los recortes de troceo hasta US$15.169 la tonelada por el lomo. También hubo valores interesantes como los US$14.970 por el bife ancho.Para poder venderle carne de arriba de la Patagonia, la Argentina debe cumplir una serie de 15 pasos. Lo que se acaba de conocer, que es el comienzo de "la evaluación de riesgos relacionados con la importación de carne vacuna fresca de la región norte de Argentina (zona de vacunación contra la fiebre aftosa)" es el paso octavo. Quedan los otros que, no obstante, son más simples.GestionesPara el Gobierno, donde hay una mezcla de cautela con expectativas, lo que se conoció es producto de gestiones que se vienen llevando adelante con la actual administración de Javier Milei. Por caso, en julio pasado estuvo en Japón Fernando Vilella, exsecretario de Bioeconomía, para decir que no había motivos para que se demorara la apertura.Luego hubo más. En agosto pasado, el ministro de Economía, Luis Caputo, junto a su par de Defensa, Luis Petri, recibieron en el Palacio de Hacienda a representantes del Gobierno de Japón, legisladores japoneses y funcionarios de la embajada en el país. Se habló de la carne bovina y también de temas de defensa. En ese momento el Gobierno destacó que Japón es uno de los principales importadores de carne bovina a nivel mundial, con un valor total de US$2929 millones (503.939 toneladas) en 2023. En la reunión con la delegación japonesa también participaron el secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo; su par de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta; y representantes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).Japón es un mercado exigente y, entre otras cosas, busca como ya tiene Uruguay, que haya trazabilidad individual electrónica del rodeo. En rigor, desde el próximo año la Argentina hará obligatoria la identificación electrónica para atender a este y otros mercados.Víctor Tonelli, consultor ganadero, se refirió a lo que significaría el mercado japonés para la carne vacuna argentina. "Japón es el mercado estrella de la carne mundial, particularmente de carne de calidad con un porcentaje de marmoreo, (engrosamiento intramuscular), que nuestra genética, sumada a un buen sistema de cría y recría, es muy capaz para producirla. Paga valores muy por encima del promedio de otros mercados pero, además de lograr el ingreso para el que hoy hay solo una planta habilitada en el país en la Patagonia, el costo de acceso es casi prohibitivo con aranceles del 38%, esto sobre el costo del producto más flete y seguro puesto en el puerto de Japón. Claramente penetrar en ese mercado implicaría acercarse al paraíso", dijo.Encontrá acá toda la información de remates ganaderosPara Diego Ponti, analista ganadero de AZ- Group, Japón "es uno de los países que mejor paga la carne en el mundo, porque busca calidad, pero para entrar hay que sortear el alto arancel inicial de importación y las exigencias de trazabilidad del producto"."Además, si mañana se abriera el mercado de Japón a las carnes argentinas, se podría colocar muy poco por el arancel del 38;5%; es muy difícil entrar. Esto lo sufre Uruguay, que solo ubica el 5% de sus exportaciones en el país asiático, a pesar de que tiene abierto ese mercado por no sufrir ninguna observación sanitaria", señaló.Según Ponti, Japón además demanda un tipo de carne que la Argentina no produce en cantidad y que es la carne Prime, que le compra a Estados Unidos, con mucha grasa intramuscular.En este contexto, ante una consulta de LA NACION, en la embajada de Japón en la Argentina, Yamaji Takuya, agregado agrícola proveniente del Ministerio de Agricultura, Sivicultura y Pesca japonés, dijo: "Es de conocimiento de esta embajada que este asunto fue consultado por el Subcomité de Sanidad Ganadera, pero aún no tenemos información sobre los resultados"
Ana Domenech solía cruzar la ciudad de punta a punta para estudiar en la Universidad Nacional de las Artes, aquel rincón de La Boca que exhalaba creatividad y desde donde soñaba despierta entre lienzos, pinceles y teorías plásticas que por momentos desafiaban un mundo ordinario rígido.A su hogar en Olivos regresaba en el último tren de la noche, exhausta, pero dispuesta a volver a empezar a la mañana siguiente, donde regalaba sus horas a algún trabajo esporádico y al negocio familiar.Con sus veinticortos, por aquel entonces y como la mayoría de los jóvenes, Ana salía a la deriva. En aquellos tiempos no todos tenían un celular, su madre se lo prestaba cada tanto, pero en el día a día, salir por la mañana significaba emprender un camino hacia una cierta rutina, pero sin tener nada demasiado seguro a una edad donde los planes surgen en el camino y los movimientos cambian con un gran margen de incertidumbre."Salía cada mañana y dejaba de estar en contacto con mi gente automáticamente. De alguna manera encarabas tu día y tu agenda con vos mismo", recuerda. "En vez de los mensajes constantes con los amigos, cuando el día terminaba todos nos encontrábamos en nuestro bar del barrio a la noche. No hacía falta comunicarse, sabíamos que íbamos a estar ahí", dice pensativa.Así transcurrían para Ana aquellos días en una Buenos Aires que nunca descansaba en tiempos donde las fiestas electrónicas brotaban por doquier, así como las presentaciones, muestras de arte, los espacios multiculturales, que incluían una escena alternativa que brillaba allá, entre el 2000 al 2004.Ana se movía al ritmo de aquel movimiento, con sus propias muestras, participaciones activas en revistas de cultura joven, exposiciones de cuadros que pintaba con pasión y que pronto denotaron un estilo propio y una búsqueda interna, que, sin imaginarlo, la llevaría hacia un destino inesperado y una convicción: "Siempre hay nuevos colores por formar".Una revelación y una alternativa a la crisis: ¿Acaso no es la migración interna una oportunidad para abrir nuevos horizontes?Todo comenzó cierto día, cuando en su afán por explorar los rincones desconocidos de la Argentina, Ana decidió pasar una temporada de verano en un pueblo cordobés junto a una amiga de la facultad. Para su escapada de la ciudad, se adentraron en el campo cargadas de todo tipo de elementos para desarrollar su pasión por el arte: blocs, lienzos, cartones, óleos, acuarelas y tanto más que las pudieran ayudar a expresarse, a experimentar, eran muy jóvenes y en ellas vivía esa sed por descubrir su lugar en el universo artístico.Aquella experiencia marcó un antes y después para Ana, que allí, en suelo cordobés, percibió a la ciudad de la furia como un espejismo lejano, casi ajeno a ese otro planeta que había surgido ante ella: "Esa experiencia en Salsipuedes nos hizo entender que había algo que también podía pasar por fuera de la ciudad, esa ciudad del ruido, y que uno podía generar cosas viviendo una vida más tranquila, pero por sobre todo (y se transformó en una de mis premisas), más enfocada".Fue así que algunos años pasaron, pero esa certeza permaneció viva en ella, una sensación que resurgió con fuerza cuando, en plena urbe porteña, se enamoró de un hombre pampeano con el que comenzó una historia de amor que sufrió sus metamorfosis a lo largo del tiempo, pero que a ella le trajo una seguridad plena de lo que ya había descubierto: Dios no atiende solo en Buenos Aires.Ana miró a su alrededor, varios de sus amigos y conocidos, tras la crisis del corralito, habían optado por irse del país. Ella también lo había contemplado, sin embargo, ¿era esa la única salida? ¿Acaso no era la migración interna una oportunidad para abrir nuevos horizontes?"Él venía y yo iba hasta que, finalmente, me dije: es por acá y me quedé", rememora. "Y cuando llegó la maternidad, cada pieza de lo que me iba dando cuenta se terminó de acomodar. No tuve dudas como madre de que me quería desarrollar en un lugar más tranquilo. Cada cosita me fue llevando a entender que hoy decido estar en un lugar que me permita vivir un día a día más calmo".Vivir en La Pampa y la diferencia con las alarmas de la ciudad: "Ese estado de alerta acá no se vive, es un gran refugio para el alma"El arribo definitivo a La Pampa, en el 2004, estuvo signado por la emoción de la novedad, algo que acompaña la forma de ser de Ana, una mujer siempre atenta a explorar lo diferente.Con su pareja consolidada y una elección segura, en un principio Ana se dedicó a su maternidad con un agradecimiento infinito. Antes de su llegada y durante los meses iniciales, investigó la escena artística y fue con el paso del tiempo que descubrió que allí, en General Pico, La Pampa, había muchos jóvenes como ella, creativos y con ganas de generar, que iban y venían, pero, por sobre todo, apreciaban ese ritmo pausado del interior en su camino para crear: "Siendo yo una chica de ciudad, siento que esto es un gran refugio para el alma, para la mente, porque la verdad es que acá uno no vive ese tránsito loco a la vuelta de un día de trabajo fuerte".Y así fue que Ana pronto adoptó un ritmo de vida antes desconocido. A su alrededor le decían que vivían en una ciudad, pero desde el comienzo, ella habitó a General Pico como un pueblo grande, con ese pulso que respeta el horario de la siesta sin importar el día de la semana y que crea esa atmósfera extraña y pacífica los domingos, con todos los locales y supermercados cerrados."Todo eso provoca una dinámica distinta a lo que es una gran ciudad", asegura Ana. "Ahora si me preguntás, es verdad que a veces se extraña, es práctico no tener que esperar a las cinco de la tarde para hacer una compra, pero después entendés que es parte de una dinámica, que, poniéndolo en la balanza, suma. Si en una ciudad donde todo pasa todo el tiempo 24/7 no hay digestión, bueno, acá sí", sonríe."Tampoco se vive esa alerta de inseguridad, que en mis épocas de estudio lo vivía al volver de La Boca, estar siempre mirando para todos lados para ver si alguien te iba a manotear la cartera. Ese estado de alerta acá no se vive, entonces creo que la mente, el cuerpo y lo que uno va accionando a lo largo del día, lo toma con otra liviandad; si entrás el auto, si salís de tu casa, hay algo que, al no pasar, hace que uno viva de una forma mucho más tranquila".Aportar y alimentarse del ritmo de los lugareños, en un rincón donde el tiempo juega a favor: "Uno está más enfocado en lo profesional, ¡y en los vínculos también!"Para Ana, las emociones que la atravesaron al comienzo nunca la abandonaron. Pico siempre se presentó ante ella como una fuente de posibilidades, un lienzo en blanco para explorar y hacer, para aportar al gran pueblo sus propias visiones y alimentarse del ritmo de los lugareños.Ella nunca se aburre, es parte de su personalidad creativa, encuentra en cada rincón un proyecto y, si es necesario, se traslada: "Es parte necesaria de vivir acá, ser un poco hormiguita viajera, porque uno va a Buenos Aires a eventos, o a visitar a seres queridos, o debe atravesar a veces distancias más largas si desea irse de vacaciones", dice.En su camino de emprendedora, para Ana, General Pico jugó a su favor, en especial gracias al factor tiempo, más elástico, más a disposición, y sin las distracciones de una ciudad como Buenos Aires, que por momentos pareciera fagocitarlo."Uno está más enfocado en lo profesional, ¡y en los vínculos también!, hay mucho desarrollo social, de las amistades, y en especial mucha vida de club, entonces los niños, desde chicos, desarrollan muchos intereses propios con sus pares. Los clubes son muy importantes en el interior y como consecuencia la vida familiar es rica, se disfruta del crecimiento de los chicos"."Y en lo laboral, si bien es cierto que hay más limitaciones en cuanto a las oportunidades, lo que es interesante es que se producen recambios. Pasa que a los 18 los chicos en su mayoría se van a estudiar a ciudades grandes, pero una gran porción de ellos tarde o temprano vuelven cuando sienten que quieren encarar un proyecto y tienen que decidir qué estilo de vida quieren llevar. En los veinte años que llevo acá lo he visto y en ese proceso veo que llegan con nuevas ideas y aportes y eso hace que la comunidad se enriquezca y haya otro intercambio. Aunque, por supuesto, a veces hay resistencia a lo nuevo. Y debemos, en general, pensar que esta, como otras, son ciudades muy nuevas, tienen poco más de 100 años".Un mundo creativo y emprendedor expansivo: "No todo pasa por el radio donde uno camina; uno tiene que ir abriéndose puertas y ventanas"Allá a lo lejos quedaron aquellos días en los cuales Ana debía atravesar la ciudad de Buenos Aires, una odisea que podía llevar horas, pero donde la creatividad aun así fluía y las puertas a la espontaneidad de la urbe siempre estaban abiertas.Ella no reniega de la gran ciudad, de hecho vuelve seguido a su corazón para visitar a su hija, que nació en La Pampa y a sus 18 llegó a la capital para estudiar. Ella, tal vez, el día de mañana se transforme en esa nueva camada que regrese a La Pampa con ideas frescas, que enriquecen a una comunidad cada día más abierta y creativa, y donde su madre -Ana- supo ser precursora en muchos sentidos e invita todo aquel que quiera emprender en un entorno más tranquilo, a animarse a elegir otros puntos de Argentina, más allá de su capital."Mi perfil creativo me ha ayudado a desarrollarme en un montón de ámbitos, siempre desde el generar, que es algo que comparto para tal vez inspirar a quien quiere acercarse: al ser ciudades nuevas siempre hay algo que se necesita, que falta", dice Ana, quien ha desarrollado su marca de diseño de indumentaria y textil, y desde su Taller A, generó un espacio creativo donde llegan grandes y chicos que pueden expresar su arte, pero por sobre todo explorar algo diferente dentro de su rutina. Asimismo, Ana pinta murales por encargo en la ciudad y cuadros, que la conectan con su mundo vasto interno que permanece inalterable en cuanto a su dosis de curiosidad, pero jamás cesa su movimiento."De mi experiencia aprendí que (y es algo que día a día le transmito a mis hijas) no todo pasa por el radio donde uno camina. Uno tiene que ir abriéndose puertas y ventanas, porque el mundo es expansivo y las oportunidades son expansivas. Más allá de haber nacido en un lugar, está bueno moverse, está bueno habilitarse a poder intercambiar sus conocimientos, sus vínculos en otros espacios. Es muy nutritivo y muy evolutivo"."Y que la magia que uno crea la puede generar en cualquier parte del mundo. Considero que todos somos como una hormiguita viajera, con un bagaje que tiene más que ver con el amor que uno puede brindar y la disposición que tenga con el otro"."Las oportunidades que van apareciendo a lo largo de la vida tienen que ver con la apertura ante la vida. El mayor aprendizaje en mi camino fue ese: estar abierto al cambio, a las posibilidades, desafiarse. Ir por más. Porque siempre hay más por conocer, para divertirse, para crecer. Siempre hay nuevos colores por formar", concluye.*Si querés compartir tu experiencia podés escribir a argentinainesperada@gmail.com . Este correo NO brinda información turística, laboral, ni consular; lo recibe la autora de la nota, no los protagonistas. Los testimonios narrados para esta sección son crónicas de vida que reflejan percepciones personales.
La propuesta busca ordenar el turismo alrededor de este monumento histórico.Cuántos visitantes recibe cada día y a qué se destinará lo recaudado.