Ancestros. Una persona de la región de Saboya inició un árbol genealógico que se remonta 400 años atrás. Buscó a todos los descendientes posibles, muchos de ellos en otros países.
La comediante samaria falleció el 19 de septiembre de 2024, y el elenco del programa humorístico la recordó con cariño y nostalgia
El día que nacimos, nuestros primeros pasos, nuestras primeras palabras... son todos momentos importantes en nuestras vidas. Sin embargo, no recordamos ninguno de ellos. ¿Por qué? Neurólogos y psicólogos lidiaron con esta pregunta durante décadas. Nuestra incapacidad para recordar eventos específicos de los primeros años de vida se llama amnesia infantil, y se desarrollaron muchas teorías a lo largo de los años en un intento por explicarla.Nick Turk-Browne, profesor de Psicología y Neurocirugía en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, dice que el debate se reduce esencialmente a dos preguntas clave: ¿creamos recuerdos en nuestros primeros años, pero somos incapaces de acceder a ellos más tarde?, o ¿no creamos recuerdos en absoluto hasta que crecemos?Según el profesor Turk-Browne, hasta la última década, los investigadores asumían principalmente que los bebés no creaban recuerdos. Algunos creían que se debía a la falta de un sentido del yo completamente formado o a la incapacidad de hablar.Otra hipótesis, explica, es que no podemos crear recuerdos hasta aproximadamente los cuatro años porque el hipocampo, una región del cerebro responsable de formar nuevos recuerdos, aún no está completamente desarrollado. "Su tamaño aumenta a más del doble durante la infancia", dice el profesor Turk-Browne. "Y, por lo tanto, tal vez las primeras experiencias que tenemos no se pueden almacenar porque no tenemos el circuito que se necesita para hacerlo".Examinando el cerebro de un bebéSin embargo, un estudio publicado a principios de este año por el propio profesor Turk-Browne parece contradecir esa idea. Su equipo mostró a 26 bebés -de entre cuatro meses y dos años de edad- una serie de imágenes mientras escaneaban sus cerebros y medían la actividad de su hipocampo.Luego mostraron a los bebés una de las imágenes anteriores junto a una nueva y midieron los movimientos oculares de los bebés para analizar cuál de las dos fotos miraban más. Si era la imagen antigua, los investigadores lo tomaron como una señal de que los bebés eran capaces de recordar esa imagen y reconocerla, como se había sugerido en estudios previos.Los investigadores descubrieron que cuando el hipocampo de un bebé estaba más activo al ver una imagen por primera vez, era más probable que la recordara más tarde, especialmente si el bebé tenía más de 12 meses. Esto sugiere que el hipocampo es capaz de codificar algún tipo de memoria alrededor del primer año de vida.¿Adónde van los recuerdos?El profesor Turk-Browne dice que el estudio de su equipo es "un primer paso" para establecer si los bebés realmente forman recuerdos en el hipocampo, y que aún se necesita mucha más investigación. "Si los estamos almacenando, eso plantea preguntas realmente fascinantes sobre ¿dónde están esos recuerdos? ¿Siguen ahí? ¿Podríamos acceder a ellos?", pregunta.Un estudio publicado en 2023 encontró que los ratones que habían aprendido a salir de un laberinto cuando eran bebés lo habían olvidado en la edad adulta. Pero la activación artificial de partes del hipocampo que estaban involucradas en el aprendizaje original podría revivir ese recuerdo. Aún está por determinarse si los bebés humanos almacenan recuerdos que de alguna manera se vuelven inactivos en etapas posteriores de la vida.Catherine Loveday, profesora de Neuropsicología en la Universidad de Westminster, en Reino Unido, también cree que los bebés tienen la capacidad de crear recuerdos, al menos para cuando ya pueden hablar. "Sabemos que los niños pequeños regresan de la guardería, describen algo que sucedió y no pueden describirlo unos años después. Entonces los recuerdos están ahí. Simplemente, no se quedan", argumenta. "Creo que la pregunta es en qué medida afianzamos esos recuerdos con el tiempo, si se desvanecen muy rápido y en qué medida son una especie de recuerdos conscientes sobre los que realmente podemos reflexionar y pensar sobre ellos", sugiere.¿Podría haber una memoria falsa?Lo que dificulta aún más nuestra comprensión de la amnesia infantil es el hecho de que puede ser "casi imposible" determinar si lo que la gente cree que es su primer recuerdo realmente lo es, señala Loveday. Algunos de nosotros podríamos recordar un incidente particular cuando éramos bebés o estábamos en la cuna, por ejemplo.La profesora Loveday dice que es poco probable que tales recuerdos sean genuinas evocaciones de experiencias reales. "Lo que sucede con la memoria es que siempre es una reconstrucción. Entonces, si alguien te cuenta algo y tienes suficiente información al respecto, tu cerebro puede reconstruir algo que se siente absolutamente real", explica. "Lo que realmente estamos analizando aquí es la conciencia, y la conciencia es lo que es difícil de precisar", añade.El profesor Turk-Browne piensa que el misterio que rodea a la amnesia infantil habla del núcleo de lo que nos hace ser quienes somos. "Se trata de nuestra identidad", dice. "Y la idea de que tenemos este punto ciego en los primeros años de nuestras vidas, donde no recordamos las cosas, creo que realmente desafía la forma en que la gente piensa sobre sí misma".*Por Maria Zaccaro
La felicidad en la vida solía tener la forma de una U: de la felicidad plena de nuestra juventud caíamos en picada, trazábamos una curva a los 50, y ascendíamos hacia la vejez. Pero las encuestas de los últimos años muestran un inquietante cambio en estos patrones de felicidad.La juventud se declara es estado de malestar permanente y el dibujo de su bienestar ya no parece una curva, sino una pendiente a la que hay que ir ascendiendo. A la infelicidad de los jóvenes de esta década debemos fenómenos tales como el surgimiento del postpunk, el auge de los tiktokers que dan consejos de vida y el voto juvenil a la ultraderecha.Esto sucede mientras los adultos le escapan a la adultez. "Viejos meados" que viven tropezándose con una "generación de cristal"; un mismo planeta con distintos montos de felicidad. Estamos necesitando un anclaje común, un lugar de coincidencias para salir de este vodevil, de esta comedia de equivocaciones en la que está convirtiendo nuestra vida intergeneracional.Y además...El estudio publicado este año por el World Happiness Report nos hace preguntarnos por las razones para el malestar emocional. Se habla del contraste entre las expectativas y la realidad, una educación sobreprotectora con baja tolerancia a la frustración. Y el mundo, claro, también, además.
El mensaje le sorprendió porque tenía otra versión de su paso por secundaria. Pero al hablar con ella descubrió lo qué habían hecho sus supuestos amigos en el instituto
El miércoles por la noche, en un rincón de la tribuna Pavoni alta, en el estadio de Independiente, se vio a un hombre desnudo y ensangrentado. Era Jean Abreu, uno de los hinchas de la U. de Chile agredido por la barrabrava del Rojo mientras se disputaban los octavos de final de la copa Sudamericana. Luego de que esa imagen recorriera el continente, Abreu dialogó con un móvil de LN+. "Fue una pelea como las de los vikingos: con lanzas y a matarnos", aseguró.Jean Abreu, hincha de la U. de Chile golpeado"Empezamos a intentar detener la turba de Independiente, y agarramos palos para defendernos", relató Abreu sobre los inicios de la trifulca. "Nosotros somos chilenos, también somos bravos", agregó el simpatizante de la U., que quedó con hematomas en ambas rodillas.Pese a que Abreu reconoció ser parte de "Los de abajo", una de las facciones de la hinchada de la U. de Chile, hizo una aclaración: "La palabra barrabrava no me gusta, está muy estigmatizada. Soy amante de mi club". Sobre la disposición en el estadio de ambas parcialidades, Abreu manifestó: "Es increíble cómo Conmebol o Independiente nos dan una tribuna arriba de ellos: nadie nos puede decir que no escupamos o que se nos caiga algo para abajo". Luego, en relación a la doble vara sobre la cual se analiza el caso, planteó un interrogante: ¿Tirar un inodoro por la tribuna puede matar a alguien, pero si te agreden con una lanza o golpeándote la cabeza no?Los detalles de la barbarie"Cuando los de Independiente nos arrinconaron arriba, los sin código empezaron a apuñalarnos. Nos decían que abriéramos las piernas para pegarnos en los testículos. Yo pensé que nos iban a matar, que me iba a morir", reconoció el barra chileno. "Las lanzas que utilizamos para defendernos eran las que los propios hinchas del Rojo nos habían tirado antes por arriba", relató Abreu quien, al mismo tiempo, hizo una diferenciación en la escala de valores: "Nosotros también somos malos, pero tenemos códigos".Consultado sobre las condiciones de su detención, Abreu detalló: "En la Comisaría N° 4 de Sarandí éramos 90 personas hacinadas en un cuarto de dos por dos. Todos mojados, sin abrigo ni comida". En relación al comportamiento policial, manifestó: "En Chile es diferente a lo que ocurre aquí. Allá los carabineros nos pegan a nosotros y defienden al extranjero".Antes de despedirse, hizo una premonición: "Después de lo que pasó, ningún argentino va a poder ir a Chile a ver cualquier evento deportivo".
"Yo sentí que comencé a vivir el día que nos escapamos". Carla Antonela Corbatta tenía 12 años. Su hermano menor, Andrés, pegado a ella como siempre. Él, con síndrome de Down; ella, su protectora desde que tenía uso de razón. Aquel día su madre le dijo que subiera al auto, que venía su madrina. Su padre estaba en la ducha. Era la primera vez que huían para no volver.Vivían en Bahía Blanca. "Mi padre era alcohólico, golpeador y más. Me abusaba. A mi mamá también. A Andrésâ?¦ quiero creer que no. Hasta donde yo sé, no", evoca. Fueron años de infierno. Carla no habla con odio. Su voz es serena y firme. Dice que lo perdonó."No quiero hablar mal de él, porque ya no está. Creo que también fue víctima de alguien o de algo. Y en sus momentos de lucidez, intentaba darme amor. A su manera. Pero cuando se apoderaba la bestiaâ?¦ era otra cosa", diferencia.Entre lágrimas contenidas y recuerdos crudos, Carla relata cómo se convirtieron en "dos contra el mundo". Desde muy pequeña, Andrés era su sombra. Iba con ella a los cumpleaños, a la escuela, a todas partes. "Mis compañeras me preguntaban por qué venía con mi hermano. En esa época no se entendía mucho. Nadie hablaba de inclusión, ni de síndrome de Down, ni de derechos", recuerda. Pero Carla nunca lo cuestionó. Era su responsabilidad, su prioridad.Y también su alegría.Una infancia triste y difícil pero con un ángel: "Literal"Carla, profesora de yoga, hoy de 42 años (tres más que su hermano), repasa su vida junto a Andrés, a quien define como un ángel. "Literal", advierte. Y remata: "Ilumina tu día aunque sea una mâ?¦".Y vuelve a una de las escenas más graves del pasado, cuando su padre, semidesnudo y borracho, golpeaba a su mamá con un cuchillo en la mano. Yo me interpuse con una silla, con mi cuerpito, para que no la matara. Mi mamá logró sacarle el cuchillo y lo revoleó. Yo tendríaâ?¦ no sé, siete años".En otro momento, su tío materno â??que vivía en Sierra de la Ventanaâ?? se enteró de la situación. Le ofreció a su hermana que se mudara con los niños. "Mi mamá, manipulada por mi padre, se negó. Así que nos fuimos Andrés y yo solos. Vivimos un tiempo allá con mi tío, pero después mi mamá fue a buscarnos. Le gritó, lo insultó, le dijo que nunca más se metiera. Y así también perdimos el vínculo con él", señala.La violencia era el pan de cada día. Pero lo que más duele al recordar es la soledad. "Mi mamá limpiaba casas. Teníamos muchas necesidades. Nunca fue una infancia feliz. Era sobrevivir"."Hay una anécdota que tengo muy marcada y que, aunque no le guardo rencor a mi mamá, todavía no he podido entender del todo. La trabajé en terapia, pero siento que aún me duele. Durante una de las peleas más fuertes entre mis padres â??mi papá muy alcoholizadoâ??, mi mamá lo metió debajo de la ducha fría para calmarlo. Pero a mí me dejó llorando, sola, mientras se llevaba a mi hermano. No sé qué pasó conmigo esos días, porque era muy chiquita, tal vez entre tres o cuatro años, una edad en la que es casi imposible recordar con claridad", rememora."Me dejó con él, y volvió varios días después. Una terapeuta me explicó que tal vez mi mamá me dejó sola porque no podía llevar a los dos niños, o porque no creía que yo fuera víctima de violencia. Pero no fue así. En mi adolescencia, por ejemplo, dormía vestida con un cinturón porque mi papá se metía a mi habitación por las noches y me tocaba. Esa experiencia me marcó mucho", confiesa.Aún así, nunca pudo preguntarle a su mamá por qué la dejó sola esa vez. Esa pregunta quedó flotando, sin respuesta. "Solo me quedó el recuerdo y ese vacío", dice.La huida: una iglesia como refugio y un comienzoTras la última y definitiva huida, se instalaron en una iglesia. "Ahí vivíamos con dos curas y la señora que limpiaba. Yo empezaba el secundario. Fue todo muy traumático, pero al mismo tiempo sentí que por fin estaba a salvo. Que ahí sí comenzaba mi vida", sostiene Carla.Mientras otros adolescentes descubrían la vida, Carla lloraba por las noches al pie de la cama de su madre. "Una vez le descubrí un bulto en el pecho. Estábamos en la cocina, hizo un movimiento y se quejó. Le pregunté qué le pasaba. Me dijo que tenía algo en el pecho. Esa noche no dormí. Sabía que se iba a morir", continuó.Y así fue. Su madre falleció tiempo después de acompañarla, como pudo, a la fiesta de egresados. "Estaba empastillada, con un vestido negro que le habían comprado sus amigas. Pero estuvo. Pudo estar. Y yo la necesitaba tantoâ?¦", dice."Sabía que quería algo más para mí"A los 17 años, Carla se fue a vivir sola a un monoambiente prestado. Al principio no le cobraban. Luego, le pedían que limpiara el patio y la casa. "No me dejaban prender las luces. Me daban un plato de comida a las 7 de la tarde. Era como una cárcel", define. Aun así, resistió.Trabajó como niñera, en una pizzería, en comercios. "Siempre mal remunerada, pero siempre con la idea fija de que no quería repetir la historia de mi mamá. Yo quería algo más. Así que estudié. Analista en Marketing. Siempre supe que tenía capacidad".Hoy vive con dignidad. Sabe lo que vale. "Recibí propuestas de todo tipo. Pero siempre me mantuve firme. Sabía lo que estaba bien y lo que no. Supe poner límites. Y eso me salvó", explica.El amor incondicional de toda una vidaAndrés, su hermano, estuvo un tiempo viviendo con ella. Pero se volvió insostenible. Carla estudiaba y trabajaba doble turno. Lo dejaba solo con un celular, lo llamaba desde el instituto. "Si no me atendía, salía corriendo a casa. A veces estaba dormido, pero yo me moría del susto", recuerda.Finalmente, Andrés consiguió un lugar como pupilo en un instituto en Punta Alta, a escasos kilómetros de Bahía Blanca. "De lunes a viernes está allá. Los fines de semana, vacaciones, feriados, está conmigo. Siempre", advierte."Me siento una sobreviviente. Y también una hermana que hizo lo mejor que pudo", asegura.Cómo es la vida de Carla y AndrésLa vida de Carla y su hermano Andrés, que tiene Síndrome de Down, es una mezcla constante de cuidado, cariño y desafíos. Carla se ha convertido en el mundo entero de Andrés; ella es su hermana, su compañera y su mayor apoyo."Él está en el centro integral de discapacitados en Punta Alta, de lunes a viernes", cuenta Carla. "Lo recojo a la tarde y lo traigo a casa. Trato de ofrecerle un entorno familiar, un espacio tranquilo donde no se grita, no se insulta, donde todo se habla bajito, con respeto", señala.En su casa, cada día sigue una rutina simple pero llena de amor. Desayunan juntos, cocinan, y realizan actividades que a Andrés le encantan: cortar, pegar, dibujar. Por la noche, ven películas, casi siempre comedias románticas suaves, que él disfruta. "Le gusta que lo acompañe a mi cuarto a ver Spiderman. Siempre la misma película", dice con una sonrisa."Él me llama 'Tamana', una mezcla de `Ita', por Carlita y `Mana', por hermana, entonces quedó ese apodo que ahora no quiere cambiar", repasa.El vínculo entre ellos es profundo y sutil. Carla no necesita retarlo; con solo mirarlo cuando hace algo que no está bien, Andrés entiende y se disculpa de inmediato. "Es como si tuviera miedo de defraudarme, de desilusionarme", reflexiona."Cuando está en el centro, los profes le dicen: '¿Qué le vamos a contar a tu hermana?' y él siempre responde '¡No, no, no, no!' Es evidente que me extraña todo el tiempo", afirma.Pero la historia no solo habla de afecto. Carla atraviesa una crisis personal y económica que la pone al límite. "Soy profesora de yoga y, aunque me iba bien, con lo que gano no llego ni siquiera a pagar el alquiler", confiesa."Me duplicaron el alquiler y me siento en un momento fatal. Tengo que buscar otro trabajo porque no me alcanza para mantenernos. Es como ser madre soltera", compara.A pesar de todas las dificultades, sigue firme. Su prioridad es Andrés y su bienestar, y busca maneras de seguir adelante para no dejarlo solo. La lucha de esta hermana no es solo por un sustento económico, sino por darle a Andrés un hogar lleno de amor, respeto y cuidado.Un posteo que concientiza y enternece"Por momentos siento tanto miedo y mi lugar seguro es tu abrazo. Tu mirada inocente, una caricia en mi pelo. Tantas maneras de decirme 'Itamana, todo va a estar bien, yo estoy con vos, estamos juntos en esto y si no sale como esperamos podemos volver a empezar'".Así reflexiona sobre el vínculo Carla Corbatta con una foto que lo dice todo: abrazados, sonrientes."Sos la razón por la que mi mundo gira, por quien elegí la vida; quien me enseña que teniendo poco, mucho o nada, soy alguien y valgo mucho. Que tengo la obligación de ser feliz todos los días. No me sueltes nunca. Te amo infinito y más", concluye el posteo.
Facundo Suárez, un productor agropecuario de Laprida, provincia de Buenos Aires, llegó con la ilusión de lucirse y sacar un premio en la pista central de la Exposición Rural de Palermo, con tres Angus negros de la Cabaña La Paloma. Sin embargo, la competencia había empezado mucho antes adentro del campo, donde las lluvias e inundaciones en esa zona complicaron todo el proceso de preparación en los meses previos.Interna caliente en la Rural: le pidieron al vicepresidente que se tome licencia para "hacer campaña""Este año no nos fue como nos hubiese gustado, cosas de la competencia. Llegamos pensando que éramos un 10, pero en realidad éramos un 8. Nosotros estuvimos muy complicados con las inundaciones. La pasamos muy mal y los animales también la pasaron muy mal. Eso hizo que no llegaran en óptimas condiciones, que les costara adaptarse. De hecho, muchos animales directamente no pudieron venir", dijo.La cabaña tuvo que dejar animales en su establecimiento debido a las dificultades logísticas generadas por el exceso de agua. "Cuando tenés problemas de inundaciones, se te complica mucho el tema de logística: los recursos forrajeros en tiempo y forma. Pasa que el personal está cansado y los caminos, intransitables. El barro complica todo", explicó.Uno de los animales de la raza Angus con los que compitió en PalermoEl productor resaltó que el clima puede arruinar años de trabajo en pocas semanas. "No llegás con los recursos forrajeros o con la alimentación adecuada, porque no podés llegar al campo en tiempo y forma. Los animales sufren estando en el barro, no podés hacer los recursos como querés en el momento. Todo eso lleva una complicación", relató. Estos efectos se reflejan a largo plazo y, sobre todo, a la hora de competir en la Rural. "Como ganadero sé lo complicado que puede llegar a ser una inundación para que el animal llegue en óptimas condiciones", subrayó. El impacto no fue solo en la cantidad de animales que pudieron llegar a la exposición, sino también en su estado. "Los piquetes estaban totalmente encharcados. Tuvimos que moverlos y el barro seguía. El animal vive en la humedad, el alimento se moja, no puede descansar ni alimentarse como debería. Todo eso genera estrés", se lamentó y dijo que estas situaciones tienen un impacto negativo en el animal. "Se refleja en la gordura con la que tienen que venir y en el estado físico idóneo para venir a competir, pueden perder kilos. En una situación mejor hubiésemos llegado con los animales en mejor estado, como sucedió años atrás", afirmó.Este año, La Paloma, donde producen carne, reproductores y embriones de las razas Angus negro y colorado, presentó en Palermo tres ejemplares Angus negro: un toro de dos años mayor, una vaquillona intermedia y una ternera intermedia. Compitieron durante la semana, pero no alcanzaron los resultados esperados. "Tuvimos que bajar animales en el campo porque no estaban listos. Y, bueno, así es la competencia", se resignó.La Paloma es una cabaña relativamente nueva en el circuito de Palermo, de acuerdo con el productor. Su primer desembarco fue luego de la pandemia tras una decisión de sus propietarios; esta fue apenas su tercera exposición. "Todavía nos falta [mejorar]. Hay cabañas a las que admiramos mucho, que nos gustaría igualar. Pero no es fácil acceder a toda la información de cómo se preparan. Hay que investigar, preguntar, y seguir aprendiendo", dijo Suárez.Facundo Suárez explica las consecuencias de las lluvias en los animales Su actividad principal antes de iniciarse como expositor era la venta particular de toros y la cría de terneros. Hoy busca posicionar a La Paloma en el mundo competitivo de la ganadería de elite. Esta situación la refleja a través de las redes sociales. "Esto también nos lleva a pensar en cómo tenemos que empezar a preparar a un animal adecuadamente. Vamos mejorando día a día, aunque todavía nos falta un camino por recorrer. Hay cabañas en las que nos gustaría hacer espejo, o tratar de igualarlos, con animales de punta. Siempre hay que tratar de ver cómo igualarlos y llegar a ello. A veces es difícil saber cómo hacerlo, aunque sabemos que es importante profundizar en el tema", afirmó.
El actor relató su decepción tras salir de la serie, lamentando la falta de un reconocimiento directo y la ausencia de quienes consideraba sus amigos cercanos en el elenco y la producción
En base a la información del vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), Ernesto Acuña, "se está dando muchos kioscos informales de gente que va abriendo en su casa, en su ventana, en el garaje". Leer más
La 'influencer' paisa se refirió a la versión de 'la reina' de 'La casa de los famosos', que aseguró que 'Las divas del fútbol' era una fachada para encubrir su verdadero 'oficio'
El edificio está compuesto de partes pertenecientes a diferentes épocas, desde el siglo XVI hasta el siglo XIX
El ex presidente hizo una reflexión sobre los resultados de este domingo. Aseguró que seguirá al frente del partido para aportar su experiencia
El cantante acusó al periodista de difundir información falsa sobre él para beneficiarse económicamente
La actriz cartagenera relató dura crisis de su pasado en la que la cantante cordobesa le lanzó el salvavidas que le abrió el camino a la espiritualidad: "Llegó a mi casa de la nada"
En marzo fue 2,6 en La Plata y 2,9 en Bahía. La preocupación de los comerciantes, la mirada de los economistas y la incidencia de la guerra arancelaria desatada por Donald Trump.
Perteneciente a la generación del pop de los 60, irreverente y cándida, inaugura Autorretrato, la muestra que abre la temporada 2025 del Moderno, dedicada al vínculo entre arte y teatro. A los 82 años, en su estudio de Palermo, repasa sus creaciones más resonantes.
En una entrevista, la experimentada actriz habló sobre la figura televisiva con la que, en algunas ocasiones, compartieron set en la televisión colombiana
Las autoridades federales están en comunicación con el gobierno estatal ante la posibilidad de atraer la investigación
Al abrir un restaurante, una de las decisiones clave es definir el tipo de comida que se ofrecerá. Para ello, es esencial realizar un análisis detallado del mercado
Emanuel también recibió una herida en la espalda y conocía a la víctima desde el jardín de infantes. Contó que les cruzaron dos autos, los persiguieron y les dispararon sin identificarse.El dolor de la familia en el velatorio del joven de 26 años
El programa liderado por Aldo Miyashiro no continuará en su programación habitual, una noticia que parece haber sorprendido a los propios integrantes