La mayoría de las viviendas para los buscadores de asilo fueron vendidas a la población ruandesa, dejando apenas un puñado de unidades libres.En tanto, la ley que permite la deportación de los indocumentados está trabada en el Parlamento británico.
En uno de los días más sangrientos, uno de los barrios más seguros y acomodados de la capital apareció regado de cuerpos.La directora de Unicef comparó la situación con la película post-apocalíptica Mad Max.
Las llamas se desataron a última hora de la noche del miércoles en este sector y el fuego "tuvo características muy explosivas"