inocencia

Fuente: Clarín
12/04/2024 14:18

El estreno del Ballet Contemporáneo del San Martín, con rasgos de inocencia, vuelo lírico y la potencia de la danza

Por primera vez, la compañía de baile salió de su hábitat natural y se presenta en el Teatro Regio."Los gestos de la sal" y "El eco de las manos", las dos obras que danzan, tienen muchísimo mérito.

Fuente: Infobae
31/03/2024 19:22

Caso Camila. Presunta hija de mujer linchada aboga por su inocencia: "Exijo justicia, la verdad saldrá a la luz"

El pasado miércoles 27 de marzo se dio a conocer sobre el fallecimiento de la niña Camila de ocho años

Fuente: Infobae
25/03/2024 16:20

Denuncian criminalización de líderes indígenas a pesar de demostrar su inocencia

Organizaciones indígenas y la ONU hacen un llamado a una revisión a fondo de los procedimientos judiciales y de investigación para garantizar la justicia tanto para las víctimas de desaparición como para los defensores indígenas acusados

Fuente: Clarín
25/03/2024 12:00

Jorge Martínez, tras la suspensión del veredicto en el juicio por abuso sexual: "Una denuncia así te destruye y voy a demostrar mi inocencia"

El ex entrenador de la Primera División femenina de Boca Juniors habló luego de la suspensión de la lectura del veredicto.Su abogado recusó al juez Sergio Paduczak, lo que demoró la sentencia.

Fuente: Infobae
19/03/2024 13:13

Héctor Parra envía mensaje EN VIVO a quien cree en su inocencia: "La verdad está con nosotros"

El actor agradeció a Yolanda Andrade y Maryfer Centeno por su apoyo y confesó que en algún momento del proceso le ofrecieron un arreglo, pero no aceptó por 'es inocente'

Fuente: Infobae
19/03/2024 13:04

Richard Cisneros cree en inocencia de Martín Vizcarra en caso 'Richard Swing' y arremete contra Edgar Alarcón: "Quería como sea dar un golpe"

Cantante afirma que asesores del excontralor le pidieron que "destruya" al expresidente ante el Parlamento. Le prometieron, afirma Cisneros, que contra él nada iba a proceder

Fuente: La Nación
13/03/2024 01:00

Hemos perdido la inocencia

Cada época del mundo ha tenido sus horrores y sus miserias. Más aún, la mayor parte de la historia de la humanidad transcurrió como una larga jornada de más de 300.000 años violentos e inmisericordes. Pero cada época del mundo tuvo un refugio para el duelo, los sinsabores, el dolor y la desgracia. Ese refugio fue siempre la inocencia. Cada época del mundo tuvo su cuota de inocencia. Salvo, me temo, esta que nos toca vivir.La inocencia es muchas cosas. Es un escudo contra la maldad, porque es un estado en el carecemos de maldad; etimológicamente, significa "que no hace daño". El amor debería ser inocente, si es amor verdadero. ¿Pero cuánto hace que no somos testigos de uno de esos idilios que, a pesar de los traspiés y los desaciertos, sigue siendo puro hasta el final?La inocencia es también sentido, porque presupone que todavía queda vida por vivir. El niño aún no ha soltado una retahíla de obscenidades incalificables; lo hará algún día o no lo hará nunca. Pero es niño porque todavía no atravesó ese desborde brutal. Oía el otro día unos chicos muy chicos insultarse como pandilleros en la plaza, y me dije: hemos perdido la inocencia.Pasé varios días tratando de entender qué nos pasó. Por supuesto, la humanidad no es homogénea y hay bolsones de inocencia por todas partes. Pero las sociedades industrializadas en algún momento perdieron el sentido, en algún momento se extraviaron. Como siempre, fue una compleja madeja de factores, pero el resultado es único en la historia de la civilización. De pronto, nos creímos dioses. Nos creímos que hacer daño era gratuito, como lo es para los dioses. Que esas pequeñas vilezas cotidianas no iban a tener ninguna consecuencia. Nos dejó de importar lastimar, si el fin lo justificaba. Y ya saben cómo es: somos expertos en encontrar causas nobles que respalden cualquier barbaridad.Canjeamos la fe por un escepticismo a toda prueba, y nos convencimos de que ese confortable estado mental en el que no creemos en nada nunca -tan parecido a la ingenuidad- era una forma de sabiduría. Vaya malversación. Sumada a una ética elástica, líquida, la suspicacia sistemática se comió vivas las raíces de lo que llamábamos comunidad, y los vínculos se despeñaron en la grieta. Es un mundo agrietado.Después, simplemente, nos atrevimos a todo. Libres de cualquier límite, perdimos no solo el sentido, sino también el horizonte. El lema es vivir hoy para uno. Nada está del todo mal. Todo está permitido. El otro no existe. Y, en total, nos hemos quedado al sol y sin nada encima, en un nudismo moral que confunde expresarse libremente con vomitar injurias y progresar con arrasar.A lo mejor se esconde aquí un sugestivo parentesco entre las dos acepciones de la palabra inocencia, la falta de culpa y el candor. Por supuesto que sí. Nos quedamos sin lo uno y sin lo otro, y los reemplazamos por placebos.Pero hay una buena noticia. Incluso cuando tras presenciar en el prime time televisivo cómo un sicario ejecuta a un ser humano con la frialdad del matarife y sentir que no puede haber salida para una noche así de oscura, nos queda algo. Nos queda el libre albedrío. Hemos perdido la inocencia, pero podemos elegir no hacer daño. Hacer el bien incluso cuando nadie nos ve. Darle el ejemplo a nuestros hijos, no solo evitando la prepotencia, sino también condenándola, a pesar de que cada día parece ganar más acólitos.Hemos perdido la inocencia y da la impresión de que nada es inexcusable. Pero podemos resistir. Las virtudes suenan hoy como bienes suntuarios o como afeites pasados de moda, lo mismo que el mérito, pero nada nos impide cultivarlos en casa. Silenciosamente y sin otros testigos que nuestros seres queridos, rechazar sin más los deslices, las trampitas, los atajos, el tristemente célebre colarse en la fila. Nadie es perfecto, pero nunca debimos dejar de aspirar a la decencia. Hasta en el error se puede ser íntegro; al menos, no disfrazar la falta con pretextos.Inocencia. No hacer daño, no insultar, no agredir, no avasallar, no amenazar. La hemos perdido, es obvio y es una catástrofe mundial. Pero al revés que la maldad, la inocencia es invencible. La hemos perdido, pero podemos recuperarla.




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