Aimee Harris había robado y comercializado las publicaciones de Ashley, la hija más joven del presidente norteamericano.Un tribunal de Manhattan la condenó a la cárcel y le sumó tres meses de arresto domiciliario.Los textos fueron adquiridos por un grupo propagandista republicano.
Lo decidió la empresa Prisa, controlante del medio.Lo acusan de incumplir su contrato de exclusividad al colaborar en otra publicación sin aviso.